Crispr, aliada de la agropecuaria contra el cambio climático.

Crispr, aliada de la agropecuaria contra el cambio climático.

El poder de combatir las enfermedades humanas puso la edición del genoma en el mapa. Pero una tecnología similar podría ayudar a los cultivos a soportar el estrés del cambio climático.

Montevideo | Todo El Campo | Diez años después de su descubrimiento, las implicaciones de la edición del genoma de Crispr son profundas y de gran alcance, y solo estamos comenzando. Esta herramienta, adaptada de un sistema inmune bacteriano, nos permite cortar y editar el código genético en cualquier célula viva para realizar cambios y reparaciones altamente específicos. Un pequeño número de personas con enfermedades genéticas han sido ayudadas por las terapias Crispr, destacando el potencial de impactar las vidas de aquellos que sufren de las aproximadamente 7.000 enfermedades genéticas con causas conocidas. Se están realizando ensayos en enfermedades que van desde la diabetes hasta las enfermedades infecciosas.

En 2023, comenzaremos a beneficiarnos de nuevas soluciones basadas en Crispr en otras áreas. Por ejemplo, siguiendo los pasos de los resultados iniciales de los ensayos clínicos, las primeras aplicaciones agrícolas que utilizan Crispr han entrado recientemente en el mercado: una edición aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos para los genes del ganado recrea un pelaje resbaladizo que ocasionalmente se encuentra en la naturaleza y permite que las vacas toleren el aumento de las temperaturas; un tomate editado con Crispr, aprobado para la venta en Japón, ha mejorado sus cualidades nutricionales.

En otros cultivos, Crispr se está utilizando experimentalmente para aumentar el rendimiento, reducir el uso de pesticidas y agua, y proteger contra las enfermedades.

CRISPIR Y LA LUCHA DEFINITORIA DE NUESTROS TIEMPOS: EL CAMBIO CLIMÁTICO.

El próximo espacio para las innovaciones de Crispr será el cambio climático, la lucha definitoria de nuestros tiempos. En 2023, comenzarán nuevos y audaces esfuerzos utilizando Crispr para abordar el cambio climático.

En primer lugar, una nueva investigación tiene como objetivo reducir las emisiones de carbono de la agricultura. La agricultura es responsable de aproximadamente una cuarta parte de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, y estas provienen principalmente de microbios que se encuentran en el suelo, por ejemplo, en los arrozales, o en las entrañas de los animales de los establecimientos. Esta nueva investigación se centra en cómo usar Crispr para editar estos microbios o cambiar la composición de las comunidades microbianas para reducir o incluso eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero.

En segundo lugar, estamos encontrando formas de mejorar la capacidad inherente de las plantas y los microbios para capturar carbono y almacenarlo en el suelo. Las plantas «respiran» dióxido de carbono durante la fotosíntesis y lo usan para producir energía, pero generalmente el carbono regresa a la atmósfera con bastante rapidez. Una nueva investigación tiene como objetivo trabajar con plantas y microbios del suelo no solo para capturar carbono, sino también para almacenarlo en el suelo durante largos períodos de tiempo, reemplazando parte del carbono del suelo que se ha perdido en grandes cantidades desde el advenimiento de la agricultura moderna.

En tercer lugar, estamos desarrollando nuevas formas de minimizar los insumos de los agricultores, como fertilizantes y pesticidas que tienen altos costos de carbono, así como otros costos de salud ambiental. Una nueva investigación de Crispr tiene como objetivo editar cultivos básicos como el arroz para que puedan crecer con menos fertilizantes. Crispr se puede utilizar para hacer que las plantas sean resistentes a patógenos y plagas comunes, reduciendo la necesidad de insumos químicos con altas emisiones de carbono.

Finalmente, necesitamos formas de ayudar a la agricultura a lidiar con el cambio climático que ya ha ocurrido o es inevitable. Una nueva investigación está utilizando Crispr para diseñar plantas que puedan producir más alimentos y otros materiales con menos agua y que sean tolerantes a temperaturas extremas.

Gran parte de la atención que rodea a Crispr se ha centrado en las aplicaciones médicas, y por una buena razón: los resultados son prometedores y las historias personales son edificantes, ofreciendo esperanza a muchos que han sufrido enfermedades genéticas descuidadas durante mucho tiempo. En 2023, a medida que Crispr avanza hacia la agricultura y el clima, tendremos la oportunidad de mejorar radicalmente la salud humana de una manera holística que pueda salvaguardar mejor nuestra sociedad y permitir que millones de personas en todo el mundo florezcan.

Artículo de www.wired.com; ilustración de Yo Hosoyamada, cuyas ilustraciones se puede seguir en la cuenta de Twitter @yo_hosoyamada o buscar en Facebook e Instagram.

Mitlehener reivindica la ganadería e invita a dar al metano una nueva oportunidad.

Mitlehener reivindica la ganadería e invita a dar al metano una nueva oportunidad.

Los ganaderos producen alimentos; las personas necesitan alimentos, por tanto, las personas necesitan a los ganaderos, dijo el investigador estadounidense.

En ganadería decir metano es casi una mala palabra, pero ¿es posible que ese gas tenga una utilidad positiva? El Dr. Mitloehner asegura que sí.

Profesor de la Universidad de California y director del Clear Center, el Dr. Frank Mitloehner es un referente mundial de investigación de la calidad del aire, y considera que es una necesidad positiva ver el metano como una oportunidad de generación de energías limpias.

La afirmación de Mitloehner no es nueva, incluso la expuso en su visita a Uruguay en abril, cuando vino a instancias del Instituto Nacional de Carnes (INAC).

Este mes Mitloehner fue recibido en las instalaciones de la cooperativa Covap, una institución ganadera española que representa a más de 14.500 socios. La cooperativa se ubica en la zona del Valle de los Pedroches (localidad de la provincia de Córdoba, comunidad de Andalucía, España), allí insistió con su convicción de que hay que darle una nueva oportunidad al metano.

En el reporte de Covap, al que accedió Todo El Campo, Mitloehner recorrió la planta fotovoltaica, a la que en 2024 se sumarán la de biogás y biomasa, con el objeto de obtener el 80% de autosuficiencia energética a partir de fuentes renovables.

A partir de la energía solar, los residuos y subproductos procedentes de las ganaderías de los socios y los procesos de fabricación y la materia orgánica de origen forestal, Covap generará la electricidad y el vapor con que cubrirá las necesidades de sus cinco plantas industriales.

El Dr. Mitloehner se interesó en el proyecto energético, incidiendo en su circularidad y en el potencial del metano como fuente energética.

También conoció tambos, establecimiento de cría del cerdo Ibérico que participan en el proyecto Planet Of Plenty de mitigación de huella ambiental, donde la cooperativa trabaja en colaboración con Alltech.

En los tambos, Mitloehner mostró interés en la alimentación animal, en la mitigación de la huella ambiental, así como en los trabajos de eficiencia productiva.

Tras una visita a las instalaciones de Covap, Mitloehner expresó su asombro por la tecnología existente en el Centro de Alimentación Animal, el más grande de Europa de sus características, y de la eficiencia de la industria láctea.

En un encuentro con ganaderos de la zona se habló sobre el desarrolla del proyecto Planet of Plenty Covap-Alltech.

El docente e investigador ha animado a la implantación del concepto de energías alternativas en ganadería, viendo el metano como una oportunidad y ha defendido una alimentación animal eficiente como aporte a una triple sostenibilidad, en las áreas económica, social y de reducción de huella ambiental.

VIDEO.

En el siguiente video, en la primera parte el Dr. Frank Mitloehner habla con la prensa, y a partir del minuto 14:30 la conferencia.

ALGO DE LO QUE MITLOEHNER DIJO.

La cadena de emisoras españolas Cope citó algunos de los mensajes de Frank Mitloehner durante su visita a Covap, que compartimos:

“Es imposible alimentar al mundo entero con la agricultura ecológica”.

“Las vacas no están matando el planeta. Pero hay un problema: los que están ordeñando las vacas no han comunicado el buen trabajo que realizan”.

“El metano puede ser un problema pero también una solución porque también puede tener la llave hacia un enfriamiento global”.

“No deberíamos mirar al metano como algo malo; lo tendríamos que ver como algo bueno. Esto suena absurdo, pero no lo es, porque si reducimos las pérdidas de gases al aire estamos mejorando el lucro de los productores y, además, reduciendo en impacto climático”.

“En California estamos atrapando algunos de los gases del estiércol en lagunas que se mantienen bajo plástico y los convertimos en combustible para vehículos”.

“Hay que ver a la ganadería como parte de la solución al cambio climático y no como la principal causa del calentamiento global”.

“Una zona ganadera como esta con el buen trabajo de Covap y sus tres plantas de energías renovables, puede convertir a este territorio en una zona pionera en generar energías renovables alternativas”.

“Hay mucha confusión en las políticas de reducción de emisiones. Si quitamos carga ganadera para reducir emisiones, ese ganado tendrá que ir a otro lado porque seguimos teniendo demanda de carne y de leche”.

“En el mundo rural hay muchas historias extraordinarias que contar que no hemos contado”.

“Ganaderos: las personas necesitan alimentos, (por tanto, las personas necesitan a los ganaderos)”.

“Hay una premisa clara: somos muy vulnerables cuando dependemos de los demás. Esa es la verdad”.

Dr. Frank Mitloehner

UNA FUENTE DE INSPIRACIÓN.

El director general de Covap, Antonio Carmona Mora, destacó el trabajo llevado a cabo en la cooperativa en estos tres años luego de la visita de Frank Mitloehner; sigue siendo “una fuente de inspiración”, dijo.

Desde entonces se ha desarrollado un intenso trabajo, aseguró Carmona y mencionó el inicio del Proyecto Planet of Plenty en 2021, cuyo objetivo es medir y mitigar la huella ambiental; la optimización del consumo de agua y energía en las industrias; el desarrollo de envases más sostenibles, y la ejecución de la estrategia energética con la valorización de los residuos y los subproductos procedentes de las ganaderías y de los procesos de fabricación, la utilización de la materia orgánica de origen forestal y la energía solar para obtener energías limpias, con las que se cubrirá el 80% de las necesidades de la cooperativa en 2024.

INIA presentó el primer manual de consulta sobre huella de carbono en la ganadería.

INIA presentó el primer manual de consulta sobre huella de carbono en la ganadería.

Hacer disponible un bien público a diversos usuarios que permite dar mayor robustez y representatividad a las estimaciones de emisiones de GEI.

El Instituto Nacional de Investigación Agropecuario publicó en su página web el documento “Factores de emisión y coeficientes para estudios de la Huella de Carbono en Uruguay: Sector Ganadero”, introduciendo al lecto en uno de los temas del momento y de alta preocupación de los consumidores.

De esa forma se busca dar información específica, teniendo en cuenta que ésta es “fundamental para lograr mayor exactitud en la cuantificación de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la producción ganadera”, dice el texto al comenzar.

El manual de poco más de 30 páginas muestra “los diferentes resultados obtenidos a nivel de investigación nacional con relación a factores de emisión aplicables en nuestras condiciones de producción, así como información específica en cantidad y calidad de diversas fuentes forrajeras utilizada en nuestros sistemas productivos”.

Sobre todo se “marca un punto de inflexión en hacer disponible un bien público a diversos usuarios que permite darle mayor robustez y representatividad a las estimaciones de emisiones de GEI para el beneficio de la producción agropecuaria nacional”.

Acceda al manual: Factores de emisión y coeficientes para estudios de huella de carbono en Uruguay: sector ganadero. Manual de consulta. (inia.uy)

Continúan surgiendo marcas de carne carbono neutro.

Continúan surgiendo marcas de carne carbono neutro.

La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, dijo que la emisión neutra “representa tanto los valores de Nueva Zelanda como nuestras aspiraciones cuando se trata del cambio climático. En lugar de que este producto sea la excepción, será cada vez más la regla”.

La producción de carnes carbono neutro o reducidas en metano es un viaje sin retorno. Se estima que los avances en la alimentación animal capaz de reducir el metano, incluido el compuesto a base de algas entre otros en Europa, están proporcionando herramientas en torno a las cuales es posible comenzar a avanzar más significativamente, según un artículo publicado en Beef Central, un sitio web centrado en la ganadería australiana.

Australia y Nueva Zelanda han dado pasos importantes en ese sentido.

En abril de este año North Australian Pastoral Co firmó un acuerdo de colaboración y suministro que le permitirá utilizar un suplemento alimenticio reductor de metano a través de su cadena de suministro.

En cuanto a Nueva Zelanda, recientemente (el 24 de mayo), la industria más importante de carne, Silver Fern Farms, lanzó en Nueva York (Estados Unidos) su Net Carbon Zero by Nature 100pc GrassFed Angus Beef, aprobado por el USDA. Del acto participo la primera ministra neozelandesa Jacinda Ardern, quien de esa forma dio su apoyo explícito y contundente. La fotografía que ilustra el artículo capta un momento de ese evento en el cual la ministra hace uso de la palabra).

Ardern dijo que Silver Fern y su Net Carbon Zero Beef representan tanto los valores de Nueva Zelanda como nuestras aspiraciones cuando se trata del cambio climático. En lugar de que este producto sea la excepción, será cada vez más la regla”, aseveró.

En ese mismo evento, Simon Limmer (director ejecutivo de Silver Fern Farms) dijo: “Cuidar de nuestras emisiones es nuestra propia responsabilidad, la de nadie más”, y agregó: “No estamos externalizando nuestras emisiones, sino que estamos reconociendo e incentivando a nuestros productores por sus esfuerzos para crear entornos agrícolas que sean más capaces de capturar carbono, aumentar la biodiversidad y apoyar la producción de alimentos positivos para la naturaleza”.

«Con nuestra gama Net Carbon Zero queremos demostrar que podemos producir carne roja de gran sabor y densa en nutrientes de una manera que sea mejor para el planeta. Esto es realmente carne de vacuno mejorada”, agregó Limmer.

La carne Net Carbon Zero de Silver Fern’s De Nature Angus ha sido aprobada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos y certificada por Ag Research que es la institución de ciencias agrícolas de Nueva Zelanda, también por el organismo de verificación ambiental del país.

96% DE LAS EMISIONES SE DAN EN LOS ESTABLECIMIENTOS PRODUCTIVOS.

Reconociendo que el 96% de las emisiones de carne de vacuno ocurren en el establecimiento, en 2018 Silver Fern comenzó un programa para mapear y medir el potencial de secuestro que tiene la vegetación en los predios de Nueva Zelanda.

La tecnología satelital, con la ayuda de un software de la inteligencia artificial (IA) cada vez más sofisticado, se ha utilizado para medir los vegetales a menos de medio metro, lo que permite un cálculo de la capacidad de cada predio individual para secuestrar carbono.

¿Por qué la ganadería pasó de ser un problema para el ambiente a ser una esperanza para frenar el cambio climático?

¿Por qué la ganadería pasó de ser un problema para el ambiente a ser una esperanza para frenar el cambio climático?

Diferentes especialistas mostraron que mediante el uso de aditivos para alimentos, digestores anaeróbicos y genética es posible cerrar la canilla de emisiones de metano en las vacas y ayudar así a otras industrias a compensar sus emisiones.

Las vacas están en la mira de todo el mundo, desde que se instaló el tema de su contribución al cambio climático por las emisiones de metano. Sin embargo, podrían ser todo lo contrario. Haciendo los deberes, son una esperanza para frenar el recalentamiento de la Tierra. Esa fue la conclusión del Foro de Metano -realizado en la primera semana de mayo- en la producción de carne que reunió en Sao Paulo (Brasil) a los principales referentes del mundo en ciencias del clima y nutrición animal.

El evento fue organizado por JBS, el mayor productor de proteínas animales del mundo y la empresa Silvateam, líder a nivel mundial en la producción de taninos, dos compañías con fuertes compromisos ambientales. En el caso del procesador de carne, ha sido la primera empresa en el segmento de las proteínas animales en comprometerse a ser carbono neutral para 2040, mientras que Silvateam cuenta con certificaciones de manejo de bosques sustentables y hace uso de los conceptos de economía circular, al procesar los residuos de la industria para producir energía renovable en diferentes partes del mundo, incluyendo su central en La Escondida, provincia de Chaco, donde exporta al sistema eléctrico nacional 10 MW de potencia eléctrica.

Durante los últimos años, las vacas han estado en el centro de la esfera ambientalista por ser los máximos responsables de las emisiones de metano, el segundo gas de efecto invernadero en abundancia detrás del dióxido de carbono, pero con efectos sobre el cambio climático 28 veces más potentes. Varias organizaciones han impulsado la reducción en el consumo de carne como una forma de abordar la crisis climática.

Sin embargo, los especialistas coincidieron en Sao Paulo en que, si bien las vacas son emisores naturales de metano por ser rumiantes, el comportamiento de este gas al liberarse en la atmósfera tiene una mecánica química completamente diferente a la de los otros gases de efecto invernadero, y el aumento de su concentración no estaría relacionado con los bovinos, sino con las mayores emisiones causadas por la quema de combustibles fósiles.

Aun así, interesa reducir la formación de metano de las vacas ya que podrían jugar un papel fundamental para la descarbonización del planeta.

Frank Mitloehner, profesor especialista en Calidad de Aire en el Departamento de Ciencias Animales de la Universidad de California en Davis, explicó que el punto de partida de este enfoque es que el metano liberado por las vacas se recicla al cabo de un tiempo en dióxido de carbono y agua: los dos compuestos que por acción de la fotosíntesis producen los carbohidratos que sirven de alimentos para la ganadería. De este modo se produce un ciclo biogénico cerrado donde no hay aporte adicional de carbono. Una situación totalmente inversa a la que ocurre al extraer y quemar hidrocarburos, donde permanentemente se está inyectando al sistema carbono que antes no interactuaba con la atmósfera.

Según el especialista, limitar las emisiones de metano podría tener un impacto muy rápido en reducir el calentamiento global, ya que el metano generalmente se descompone en unos 12 años, a diferencia del dióxido de carbono, que permanece en la atmósfera por más de 1.000 años. Esto provoca que las emisiones de dióxido de carbono sean aditivas en el tiempo. Aunque se reduzcan, mientras sigan existiendo habrá una mayor concentración de dióxido de carbono en la atmósfera. En cambio, la capacidad de descomponerse del metano y su permanencia limitada en la atmósfera, hace posible que al reducir las emisiones en la ganadería se logre un efecto positivo en el clima.

“Puedes verlo como una bañadera, agregar CO2 a la atmósfera es como abrir la canilla de la bañadera con el tapón de desagote cerrado: el nivel nunca bajará. El metano es como tener la canilla abierta, pero con el desagote también abierto. Si abres poco la canilla, el nivel del agua bajará”.

A lo largo de las dos jornadas del evento, diferentes especialistas mostraron que mediante el uso de aditivos para alimentos, digestores anaeróbicos y genética es posible cerrar la canilla de emisiones de metano en las vacas y ayudar así a otras industrias a compensar sus emisiones.

La alternativa más efectiva e inmediata es trabajar sobre la nutrición de la vaca con aditivos que limitan la formación de metano en el rumen. En todo el mundo se están estudiando y ensayando diferentes alternativas como algas, taninos, lípidos y nitratos entre otros. Los taninos fueron señalados como una de las opciones más prometedoras, con la gran ventaja de que son naturales, otra de las demandas de los consumidores. Aunque los especialistas son cautos a la hora de dar cifras sobre el potencial de reducción de emisiones de metano, los ensayos están demostrando que el uso de taninos puede llegar a reducir hasta 30% las emisiones de metano entérico.

“La industria de los combustibles fósiles no puede hacer lo que hace la agricultura, no puede secuestrar carbono y no tiene formas significativas de reducir las emisiones. Con las nuevas herramientas, la agricultura animal es parte de la solución climática”, dijo Mitloehner.

Informe de Emiliano Huergo en BioEconomía | Manager BioEcomomia.

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