Se premiará con reducción de la tasa de interés el cumplimiento de objetivos climáticos, apuntalado por un programa ambicioso de producción ganadera sostenible.
Montevideo | Todo El Campo | El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) informó que Uruguay y el Banco Mundial acordaron, el lunes 9 de octubre, los términos de un contrato de préstamo multilateral que, por primera vez, premiará con una significativa reducción en la tasa de interés el cumplimiento de objetivos climáticos asociados a los compromisos asumidos en el Acuerdo de París. Dicho contrato se presentará en noviembre para aprobación del Directorio del organismo multilateral.
MENOS INTERÉS SI SE REDUCE LA EMISIÓN DE METANO.
Este préstamo incluye un mecanismo financiero que habilita un descuento en la tasa de interés si se sobrecumplen, en un punto porcentual, los objetivos de reducción de la intensidad de las emisiones de metano en la producción de carne vacuna, respecto a los compromisos de Uruguay ante el Acuerdo de París.
El monto de ahorro potencial en intereses será de US$ 12,5 millones durante el período del préstamo. Existe la posibilidad de que este monto aumente con aporte de recursos de países desarrollados, en caso que Uruguay alcance la meta de 2030 en forma anticipada.
Para alcanzar los objetivos planteados, se escalará la experiencia exitosa a nivel nacional del programa Ganadería y Clima, ampliándolo a diversos sistemas ganaderos, con el objetivo primordial de mejorar la eficiencia productiva, la sostenibilidad ambiental y el retorno económico de los productores.
Para financiar este programa en su etapa inicial, se logró el compromiso del Banco Mundial de otorgar recursos no reembolsables, una vez aprobado el préstamo. Asimismo, las reducciones potenciales de intereses derivados de este préstamo también se utilizarían para este programa, así como en otros proyectos ambientales.
En el diseño del instrumento de préstamo trabajaron juntos los ministerios de Economía y Finanzas, de Ganadería, Agricultura y Pesca, y de Ambiente. También fue fundamental en el diseño del instrumento la estrecha colaboración con los equipos técnicos del Banco Mundial. Asimismo, la verificación externa de los indicadores será por parte del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
DECLARACIÓN CONJUNTA DE LA DIRECTORA DEL BANCO MUNDIAL Y LA MINISTRA ARBELECHE.
Ayer en Marrakech (Marruecos), el Banco Mundial divulgó la declaración de la directora gerente del Banco Mundial, Anna Bjerde, y la ministra de Economía y Finanzas de Uruguay, Azucena Arbeleche (Bjerde y Arbeleche juntas en la fotografía de portada).
El siguiente es el texto de la declaración:
“Estamos entusiasmadas de concluir la negociación de un préstamo innovador para Uruguay que incorpora, por primera vez, la posibilidad de una reducción en el pago de los intereses basada en un desempeño verificable frente a objetivos climáticos. Esto podría resultar en una reducción de intereses de hasta US$12,5 millones si Uruguay alcanza sus objetivos para reducir la intensidad de las emisiones de metano de su sector ganadero, más allá de sus compromisos bajo el Acuerdo de París. Uruguay será el primer país en beneficiarse de esta característica financiera y el Banco Mundial buscará replicar y escalar este enfoque para incentivar a los países a generar bienes públicos globales.
Esta innovación financiera está alineada con la Hoja de Ruta para la Evolución del Banco Mundial que busca crear incentivos para los países que se esfuerzan por integrar desafíos globales como la mitigación del cambio climático en sus estrategias de desarrollo, mientras trabajamos para poner fin a la pobreza en un planeta habitable.
Esta colaboración entre Uruguay y el Banco Mundial se basa en una asociación de larga data que ha producido programas replicables que no sólo benefician al país, sino que también han generado soluciones innovadoras de desarrollo que se han replicado en otros países miembros a través de actividades analíticas o proyectos de préstamos”.
LO QUE ARBELECHE, MATTOS Y BOUVIER DIJERON.
Azucena Arbeleche, ministra de Economía y Finanzas, expresó: “La aprobación de este instrumento de préstamo es otro paso innovador del país en la búsqueda de mejores condiciones de acceso al financiamiento internacional. Tan importante como ello, busca potenciar el posicionamiento de Uruguay en los mercados de exportación agropecuaria, que valoran crecientemente la producción sostenible. En ese sentido, los indicadores incluidos en este préstamo, y en el Bono Ambiental emitido en 2022, demuestran la determinación y ambición de Uruguay en seguir una senda de desarrollo que combine mayor crecimiento y productividad en el sector ganadero, parte integral de la estructura económica del país, con un compromiso de no deforestación del bosque nativo”.
El titular del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, comentó: “Avanzar en herramientas económicas y financieras que premien y promuevan la adopción de tecnologías en la ganadería es una señal muy importante, por y para los productores de todo el país. La evidencia empírica fortalece la consigna que la mejora en la eficiencia en el uso de los recursos naturales trae consigo mayor sostenibilidad económica, social y ambiental. Nuevamente Uruguay reafirma su compromiso histórico con la sostenibilidad y la política de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, innovando a través de un instrumento de financiación con respaldo del Banco Mundial. Esto nos desafía, y al mismo tiempo consolida el compromiso con las políticas ambientales y su aporte para combatir los efectos del cambio climático para el beneficio global y también de los productores del país”.
Robert Bouvier, ministro de Ambiente, señaló: “El avance en las negociaciones entre Uruguay y el Banco Mundial para un préstamo vinculado a compromisos ambientales es una gran noticia. Cumpliendo con nuestros objetivos en cuanto a producción sostenible, Uruguay se beneficiará con tasas de interés más favorables. Es una herramienta que reconoce y recompensa lo que hacemos bien. Avanzamos hacia otro hito que vincula política ambiental, económica y productiva porque integra las visiones de las tres carteras a las políticas públicas en clave de sinergia. Estamos comprometidos con un enfoque que promueva la producción sostenible y reconozca a quienes lideran este esfuerzo. Este préstamo representará un paso importante en esa dirección y esperamos con entusiasmo los beneficios que traerá para Uruguay y su futuro sostenible”.
En un nuevo estudio, investigadores de la Escuela de Medicina Veterinaria identificaron atributos de vacas lecheras con bajas emisiones de metano que podrían usarse como objetivos para la cría selectiva.
Estados Unidos | Penn Today, Universidad de Pensilvania | Todo El Campo | La reducción de las emisiones de metano del ganado beneficiaría a los productores y al medio ambiente. En un primer paso hacia la cría de vacas con bajas emisiones de metano, investigadores de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Pensilvania y la Universidad Estatal de Pensilvania han identificado diferencias clave entre las vacas que emiten naturalmente menos metano que el promedio.
El estudio, publicado en el Journal of Dairy Science (*), muestra que las vacas de baja emisión tienden a ser más pequeñas y albergan diferentes comunidades microbianas, y estas diferencias no se asociaron con la producción, sea una producción de leche reducida o una composición de leche alterada.
“Encontramos que las diferencias en las emisiones de metano fueron acompañadas por diferencias en las poblaciones microbianas, así como sus vías de fermentación”, dice el autor principal Dipti Pitta, profesor asociado de Mark Whittier y Lila Griswold Allam en la Facultad de Medicina Veterinaria. “Aunque nos centramos en las vacas lecheras, los resultados de este proyecto se pueden aplicar fácilmente a cualquier otro ganado rumiante, como ganado vacuno y ovino”.
El ganado produce el 25% del metano de los Estados Unidos, un gas de efecto invernadero 28 veces más potente que el CO2. Reducir estas emisiones es una prioridad para los productores porque, además del beneficio ambiental, la reducción de las emisiones de metano podría aumentar la producción de leche y el crecimiento animal.
“Los emisores bajos de metano son vacas más eficientes”, dice Pitta, quien trabaja en el Centro para la Administración de la Agricultura y la Seguridad Alimentaria. “La formación de metano es un proceso energéticamente ineficiente, por lo que reducir la producción de metano devuelve esa energía a la vaca para usarla en actividades metabólicas, incluida la mejora de la tasa de crecimiento y la producción de leche”.
En las vacas y otros rumiantes, el metano se produce en el rumen, o primer estómago, que es esencialmente un respiradero de fermentación microbiana que alberga millones de microbios que ayudan a las vacas a descomponer sus alimentos. Durante este proceso de digestión, los microbios convierten la fibra en varios productos químicos, incluido el metano, que las vacas liberan a través de eructos.
Actualmente, el método más comúnmente utilizado para limitar las emisiones de metano es alimentar al ganado con inhibidores de metano que evitan que los microbios del rumen produzcan metano, pero se sabe poco sobre cómo estos inhibidores afectan a los microbios. Estudios anteriores han demostrado que los inhibidores sintéticos de metano pueden reducir las emisiones de metano en un 30% y los inhibidores de metano derivados de algas marinas pueden reducir las emisiones en un 60%, pero pueden interferir con la digestión de los animales.
Un enfoque alternativo sería criar animales que emitan naturalmente menos metano. Las vacas varían naturalmente en la cantidad de metano que emiten, y estudios previos han sugerido que esta variación es parcialmente heredable.
“Queríamos investigar si algún componente genético del huésped u otros parámetros del huésped como el microbioma están asociados con vacas que producen menos metano”, dice Pitta. “Conocer estas características podría permitirnos criar selectivamente ganado con bajas emisiones de metano”.
Para hacer esto, el equipo de Pitta identificó primero cinco vacas con bajas emisiones de metano y cinco vacas con alto contenido de metano de una manada de 130 vacas Holstein lactantes alojadas en Penn State. Luego, los investigadores se propusieron caracterizar las diferencias entre estos emisores bajos y altos en términos de su genética, producción de leche, fermentación ruminal y microbiomas ruminales.
En promedio, los emisores bajos produjeron aproximadamente un 22% menos de metano que los emisores altos, lo que corresponde a 278 libras (aprox. 125,1 kilos) de metano por año por vaca en lugar de 354 libras (aprox. 159,3 kilos) por año.
En general, no hubo diferencias entre los emisores de metano bajos y altos en términos de ingesta de alimentos, cantidad de leche producida o composición de la leche, aunque los emisores bajos de metano digirieron menos de los alimentos que consumieron.
Sin embargo, hubo grandes diferencias en los microbios del rumen y los patrones de fermentación de las vacas con bajas y altas emisiones de metano porque el metano se produce a través de la fermentación microbiana. Las vacas con bajas emisiones de metano albergaban menos tipos de microbios en sus rumenes, y sus microbios tenían menos probabilidades de ser productores de metano o «metanógenos».
“Las diferencias en las emisiones de metano fueron acompañadas por diferencias en las poblaciones microbianas, así como sus vías de fermentación” dice Pitta. “La fermentación utilizada en emisores con alto contenido de metano conduce a una mayor producción de hidrógeno, por lo que hay más acetato que soporta la formación elevada de metano”.
Cuando los investigadores compararon la expresión génica de los microbios ruminales en emisores bajos frente a altos, básicamente una medida de la frecuencia con la que los microbios usan estos genes, encontraron que los emisores bajos tenían niveles más bajos de metil-Com reductasa, una enzima que participa en la formación de metano.
Las vacas con bajas emisiones de metano también tendían a tener estaturas más pequeñas que las de alto emisor. Aunque la conexión entre el tamaño corporal y las emisiones de metano puede no ser inmediatamente obvia, Pitta dice que básicamente se reduce al tamaño del estómago y la rotación de alimentos dentro del rumen.
“Hay un poco de diafonía entre el huésped y el microbioma en términos de si el huésped está impulsando el microbioma o el microbioma está impulsando al huésped», dice Pitta. Las vacas más pequeñas tienen rumenes más pequeños, lo que significa que pueden comer menos alimentos en un momento dado. Esto significa que hay una tasa de paso más rápida de alimentos a través del intestino, y este ritmo más rápido es menos hospitalario para los tipos de microbios que producen metano.
Ahora, Pitta está investigando si es posible criar selectivamente vacas lecheras para tener microbiomas eficientes. Para reducir aún más las emisiones de metano, estos resultados podrían combinarse con otras estrategias de gestión, por ejemplo, alimentando con inhibidores de metano sintéticos o de algas a vacas con bajas emisiones de metano, dice Pitta.
LOS AUTORES. Dipti Pitta es profesora asociada de Mark Whittier y Lila Griswold Allam en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Pensilvania.
Otros autores del artículo son Nagaraju Indugu y Meagan Hennessy de Penn Vet y Nadiia Stepanchenko, y Hannah Stefenoni, Derek Wasson, Sergio Cueva, Susanna Räisänen, Chad Dechow y Alexander Hristov de la Universidad Estatal de Pensilvania.
Este trabajo fue apoyado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos USDA (subvenciones Proyecto de Asignaciones Federales del Instituto Nacional de Alimentos y Agricultura PEN 04539, Número de Acceso 1000803, y USDA-NIFA-AFRI-006351 2017-05832).
Según el investigador Alexandre Nascimento, responsable de la investigación, la expectativa es que para fin de año sea posible tener información para cruzar con datos sobre emisiones de gases del suelo y las tasas de secuestro de carbono en el suelo y los árboles.
Mato Grosso, Brasil | Todo El Campo | Embrapa Agrossilvipastoril inició evaluaciones para medir la emisión entérica de metano por el ganado en diferentes sistemas de producción de ganado de pastoreo en Mato Grosso. La obtención de estos datos es el paso que falta para cerrar el balance de emisiones de gases de efecto invernadero en la integración cultivo-ganadería-bosque (ICLF).
En marzo comenzó la medición del metano y hexafluoruro de azufre (SF6), con cinco días de recogida durante el verano. La nueva recolección está prevista para finales de abril o principios de mayo, en la transición del período lluvioso al seco. Otras dos colectas tendrán lugar en el invierno seco y la primavera, cuando vuelven las lluvias.
Inicialmente, se están midiendo las emisiones en las vacas lecheras de la raza Girolando. La elección de esta categoría se debió a la mayor facilidad de manejo y la docilidad de los animales. Las vacas ya están acostumbradas.
Estos animales se evalúan en cuatro sistemas silvopastoriles diferentes, con diferentes niveles de sombra.
El Comité de Ética Animal de Embrapa Agrossilvipastoril no autorizó que la investigación se realizara con vacas en un sistema de pastoreo a pleno sol.
Según el investigador Alexandre Nascimento, responsable de la investigación, la expectativa es que para fin de año sea posible tener información para cruzar con datos sobre emisiones de gases del suelo y las tasas de secuestro de carbono en el suelo y los árboles.
«Para principios del próximo año esperamos tener la cantidad de carbono equivalente emitido por kilogramo de leche producida. Puede ser un número mayor o menor que el utilizado por el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), pero será nuestro número. Medido en nuestra realidad de pastoreo en una región tropical de Brasil», explica el investigador.
Actualmente, los datos utilizados para informar sobre las emisiones de los países son los generados en los países con la investigación más avanzada. La mayoría de ellos ubicados en regiones templadas. De esta manera, el propio IPCC alienta a cada país a medir las emisiones de sus sistemas productivos a través de la investigación científica.
En Brasil, Embrapa Pecuária Sudeste, una asociación en la realización de la investigación en Mato Grosso, fue pionera en el uso de esta metodología de evaluación.
La investigación con la metodología de cangas con hexafluoruro de azufre, aporta mayor libertad y facilidad en la recolección de datos en la cría de pastos. A diferencia del uso de dispositivos como GreenFeed, que requieren que el animal vaya al canal para medir la emisión. Los datos obtenidos en Sinop (municipio de Mato Grosso) pueden ser comparados con los datos obtenidos en San Carlos (San Pablo).
Embrapa Agrossilvipastoril tiene la intención de realizar las mismas mediciones en ganado de carne. Sin embargo, para ello busca instituciones asociadas. Debido a que los animales son más riesgosos, tomará más tiempo y mayor disponibilidad de mano de obra, ya que es necesario acostumbrar a los animales con el manejo diario antes de poner las cangas.
«Con esta investigación, inauguramos un importante frente de investigación relacionado con el metano entérico. Podremos evaluar diferentes categorías de animales y también el efecto de la dieta adoptada sobre las emisiones de gases», explica Alexandre Nascimento.
El metano es uno de los tres principales gases de efecto invernadero emitidos por la actividad agrícola, junto con el dióxido de carbono (CO2) y óxido nitroso (N2O). En 2021, durante la Conferencia del Clima celebrada en Glasgow, Escocia, se firmó un acuerdo entre las partes para la reducción inmediata de las emisiones de este gas. La ganadería es la actividad que más metano emite debido al proceso de fermentación entérica que se produce en el rumen del ganado.
La investigación con sistemas ICLF en la producción lechera realizada por Embrapa Agrossilvipastoril tiene una asociación con Coopernova, la Alcaldía de Sinop, Empaer, UFMT y Embrapa Sudeste Ganadero.
El poder de combatir las enfermedades humanas puso la edición del genoma en el mapa. Pero una tecnología similar podría ayudar a los cultivos a soportar el estrés del cambio climático.
Montevideo | Todo El Campo | Diez años después de su descubrimiento, las implicaciones de la edición del genoma de Crispr son profundas y de gran alcance, y solo estamos comenzando. Esta herramienta, adaptada de un sistema inmune bacteriano, nos permite cortar y editar el código genético en cualquier célula viva para realizar cambios y reparaciones altamente específicos. Un pequeño número de personas con enfermedades genéticas han sido ayudadas por las terapias Crispr, destacando el potencial de impactar las vidas de aquellos que sufren de las aproximadamente 7.000 enfermedades genéticas con causas conocidas. Se están realizando ensayos en enfermedades que van desde la diabetes hasta las enfermedades infecciosas.
En 2023, comenzaremos a beneficiarnos de nuevas soluciones basadas en Crispr en otras áreas. Por ejemplo, siguiendo los pasos de los resultados iniciales de los ensayos clínicos, las primeras aplicaciones agrícolas que utilizan Crispr han entrado recientemente en el mercado: una edición aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos para los genes del ganado recrea un pelaje resbaladizo que ocasionalmente se encuentra en la naturaleza y permite que las vacas toleren el aumento de las temperaturas; un tomate editado con Crispr, aprobado para la venta en Japón, ha mejorado sus cualidades nutricionales.
En otros cultivos, Crispr se está utilizando experimentalmente para aumentar el rendimiento, reducir el uso de pesticidas y agua, y proteger contra las enfermedades.
CRISPIR Y LA LUCHA DEFINITORIA DE NUESTROS TIEMPOS: EL CAMBIO CLIMÁTICO.
El próximo espacio para las innovaciones de Crispr será el cambio climático, la lucha definitoria de nuestros tiempos. En 2023, comenzarán nuevos y audaces esfuerzos utilizando Crispr para abordar el cambio climático.
En primer lugar, una nueva investigación tiene como objetivo reducir las emisiones de carbono de la agricultura. La agricultura es responsable de aproximadamente una cuarta parte de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, y estas provienen principalmente de microbios que se encuentran en el suelo, por ejemplo, en los arrozales, o en las entrañas de los animales de los establecimientos. Esta nueva investigación se centra en cómo usar Crispr para editar estos microbios o cambiar la composición de las comunidades microbianas para reducir o incluso eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero.
En segundo lugar, estamos encontrando formas de mejorar la capacidad inherente de las plantas y los microbios para capturar carbono y almacenarlo en el suelo. Las plantas «respiran» dióxido de carbono durante la fotosíntesis y lo usan para producir energía, pero generalmente el carbono regresa a la atmósfera con bastante rapidez. Una nueva investigación tiene como objetivo trabajar con plantas y microbios del suelo no solo para capturar carbono, sino también para almacenarlo en el suelo durante largos períodos de tiempo, reemplazando parte del carbono del suelo que se ha perdido en grandes cantidades desde el advenimiento de la agricultura moderna.
En tercer lugar, estamos desarrollando nuevas formas de minimizar los insumos de los agricultores, como fertilizantes y pesticidas que tienen altos costos de carbono, así como otros costos de salud ambiental. Una nueva investigación de Crispr tiene como objetivo editar cultivos básicos como el arroz para que puedan crecer con menos fertilizantes. Crispr se puede utilizar para hacer que las plantas sean resistentes a patógenos y plagas comunes, reduciendo la necesidad de insumos químicos con altas emisiones de carbono.
Finalmente, necesitamos formas de ayudar a la agricultura a lidiar con el cambio climático que ya ha ocurrido o es inevitable. Una nueva investigación está utilizando Crispr para diseñar plantas que puedan producir más alimentos y otros materiales con menos agua y que sean tolerantes a temperaturas extremas.
Gran parte de la atención que rodea a Crispr se ha centrado en las aplicaciones médicas, y por una buena razón: los resultados son prometedores y las historias personales son edificantes, ofreciendo esperanza a muchos que han sufrido enfermedades genéticas descuidadas durante mucho tiempo. En 2023, a medida que Crispr avanza hacia la agricultura y el clima, tendremos la oportunidad de mejorar radicalmente la salud humana de una manera holística que pueda salvaguardar mejor nuestra sociedad y permitir que millones de personas en todo el mundo florezcan.
Artículo de www.wired.com; ilustración de Yo Hosoyamada, cuyas ilustraciones se puede seguir en la cuenta de Twitter @yo_hosoyamada o buscar en Facebook e Instagram.
Los ganaderos producen alimentos; las personas necesitan alimentos, por tanto, las personas necesitan a los ganaderos, dijo el investigador estadounidense.
En ganadería decir metano es casi una mala palabra, pero ¿es posible que ese gas tenga una utilidad positiva? El Dr. Mitloehner asegura que sí.
Profesor de la Universidad de California y director del Clear Center, el Dr. Frank Mitloehner es un referente mundial de investigación de la calidad del aire, y considera que es una necesidad positiva ver el metano como una oportunidad de generación de energías limpias.
La afirmación de Mitloehner no es nueva, incluso la expuso en su visita a Uruguay en abril, cuando vino a instancias del Instituto Nacional de Carnes (INAC).
Este mes Mitloehner fue recibido en las instalaciones de la cooperativa Covap, una institución ganadera española que representa a más de 14.500 socios. La cooperativa se ubica en la zona del Valle de los Pedroches (localidad de la provincia de Córdoba, comunidad de Andalucía, España), allí insistió con su convicción de que hay que darle una nueva oportunidad al metano.
En el reporte de Covap, al que accedió Todo El Campo, Mitloehner recorrió la planta fotovoltaica, a la que en 2024 se sumarán la de biogás y biomasa, con el objeto de obtener el 80% de autosuficiencia energética a partir de fuentes renovables.
A partir de la energía solar, los residuos y subproductos procedentes de las ganaderías de los socios y los procesos de fabricación y la materia orgánica de origen forestal, Covap generará la electricidad y el vapor con que cubrirá las necesidades de sus cinco plantas industriales.
El Dr. Mitloehner se interesó en el proyecto energético, incidiendo en su circularidad y en el potencial del metano como fuente energética.
También conoció tambos, establecimiento de cría del cerdo Ibérico que participan en el proyecto Planet Of Plenty de mitigación de huella ambiental, donde la cooperativa trabaja en colaboración con Alltech.
En los tambos, Mitloehner mostró interés en la alimentación animal, en la mitigación de la huella ambiental, así como en los trabajos de eficiencia productiva.
Tras una visita a las instalaciones de Covap, Mitloehner expresó su asombro por la tecnología existente en el Centro de Alimentación Animal, el más grande de Europa de sus características, y de la eficiencia de la industria láctea.
En un encuentro con ganaderos de la zona se habló sobre el desarrolla del proyecto Planet of Plenty Covap-Alltech.
El docente e investigador ha animado a la implantación del concepto de energías alternativas en ganadería, viendo el metano como una oportunidad y ha defendido una alimentación animal eficiente como aporte a una triple sostenibilidad, en las áreas económica, social y de reducción de huella ambiental.
VIDEO.
En el siguiente video, en la primera parte el Dr. Frank Mitloehner habla con la prensa, y a partir del minuto 14:30 la conferencia.
ALGO DE LO QUE MITLOEHNER DIJO.
La cadena de emisoras españolas Cope citó algunos de los mensajes de Frank Mitloehner durante su visita a Covap, que compartimos:
“Es imposible alimentar al mundo entero con la agricultura ecológica”.
“Las vacas no están matando el planeta. Pero hay un problema: los que están ordeñando las vacas no han comunicado el buen trabajo que realizan”.
“El metano puede ser un problema pero también una solución porque también puede tener la llave hacia un enfriamiento global”.
“No deberíamos mirar al metano como algo malo; lo tendríamos que ver como algo bueno. Esto suena absurdo, pero no lo es, porque si reducimos las pérdidas de gases al aire estamos mejorando el lucro de los productores y, además, reduciendo en impacto climático”.
“En California estamos atrapando algunos de los gases del estiércol en lagunas que se mantienen bajo plástico y los convertimos en combustible para vehículos”.
“Hay que ver a la ganadería como parte de la solución al cambio climático y no como la principal causa del calentamiento global”.
“Una zona ganadera como esta con el buen trabajo de Covap y sus tres plantas de energías renovables, puede convertir a este territorio en una zona pionera en generar energías renovables alternativas”.
“Hay mucha confusión en las políticas de reducción de emisiones. Si quitamos carga ganadera para reducir emisiones, ese ganado tendrá que ir a otro lado porque seguimos teniendo demanda de carne y de leche”.
“En el mundo rural hay muchas historias extraordinarias que contar que no hemos contado”.
“Ganaderos: las personas necesitan alimentos, (por tanto, las personas necesitan a los ganaderos)”.
“Hay una premisa clara: somos muy vulnerables cuando dependemos de los demás. Esa es la verdad”.
Dr. Frank Mitloehner
UNA FUENTE DE INSPIRACIÓN.
El director general de Covap, Antonio Carmona Mora, destacó el trabajo llevado a cabo en la cooperativa en estos tres años luego de la visita de Frank Mitloehner; sigue siendo “una fuente de inspiración”, dijo.
Desde entonces se ha desarrollado un intenso trabajo, aseguró Carmona y mencionó el inicio del Proyecto Planet of Plenty en 2021, cuyo objetivo es medir y mitigar la huella ambiental; la optimización del consumo de agua y energía en las industrias; el desarrollo de envases más sostenibles, y la ejecución de la estrategia energética con la valorización de los residuos y los subproductos procedentes de las ganaderías y de los procesos de fabricación, la utilización de la materia orgánica de origen forestal y la energía solar para obtener energías limpias, con las que se cubrirá el 80% de las necesidades de la cooperativa en 2024.