El presidente vetó los artículos que quitaban potestades a INAC.
Montevideo | Todo El Campo | A partir del veto del presidente Luis Lacalle a los tres últimos artículos de la Rendición de Cuentas que restringían las competencias del Instituto Nacional de Carnes (INAC) para el registro, habilitación y control de carnicerías y pollerías en el interior del país, el Gobierno ratifica el camino de promover la formalización de todas las empresas de la cadena cárnica en Uruguay.
Esta competencia fue dada por la ley de urgente consideración (LUC) a INAC con el fin de garantizar la calidad y seguridad de los productos cárnicos ofrecidos a los consumidores uruguayos a nivel nacional.
INAC vuelve a exhortar a carnicerías y pollerías que regularicen su situación en el Registro Único Nacional de Empresas Cárnicas (Runec), gestión sencilla que se lleva a cabo 100% en formato online a través de la web, que no implica desplazarse hasta las oficinas en ninguna etapa.
La regularización se realiza a través de un Protocolo de Especificaciones Técnicas de alcance nacional aprobado por el Poder Ejecutivo actuando la Presidencia en acuerdo con los ministerios de Salud Pública, Industria, Energía y Minería, Economía y Finanzas y Ganadería, Agricultura y Pesca mediante el Decreto N° 31/021, de 21 de enero de 2021 que consolida un reglamento nacional que establece condiciones para conservar la inocuidad en carnicerías y pollerías.
La redacción de este protocolo fue validada con el Congreso de Intendentes y la participación de los distintos actores formales de la cadena: Cámara Uruguaya de Procesadores Avícolas (Cupra), Unión de Vendedores de Carne (UVC), Asociación Nacional de Carniceros (ANC), Asociación de Distribuidores e Importadores de Carne del Uruguay (Adicu), Asociación de Supermercados de Uruguay (ASU), Cámara de Industria Frigorífica (CIF), Asociación de Industria Frigorífica del Uruguay (Adifu) y Asociación de Plantas de Faena de Mercado Interno (Apemi).
INAC reitera que está a disposición para colaborar con la regularización de todos los eslabones de la cadena cárnica, con información y asesoramiento técnico, herramientas financieras, exoneraciones y capacitaciones como lo ha venido haciendo hasta el momento.
Foto INAC | Texto de INAC con adaptaciones para Todo El Campo.
Lo positivo es que se superó un obstáculo y que el presidente, en su discurso, ya enumeró las cosas que inmediatamente debe encarar.
Horacio Jaume | La Administración Lacalle Pou acaba de sortear un obstáculo realmente difícil. El propio presidente, en más de una ocasión lo ha dicho, que la LUC (Ley de Urgente Consideración) es su libreto u hoja de ruta.
Ese libreto había sido cuestionado en algunas partes medulares y puesto a la consideración popular. El poder haber salido airoso de tal momento demuestra o asegura algunas cosas.
En primer lugar, que el Gobierno tiene crédito para poder actuar, cosa que no es menor ya que después de haber sorteado una pandemia que exigió el máximo de los esfuerzos en algo que nadie imaginaba, le asegura que va a poder aplicar lo que él considera particularmente como su hoja de ruta.
Eso fue lo que se votó el domingo. Los argumentos eran otros, la realidad era esa.
Lo otro que también quedó demostrado el domingo fue quiénes eran los reales opositores. Cuando las cámaras de televisión mostraron el estrado de las figuras del Sí, eran todos sindicalistas y su principal jugador el Partido Comunista. Es de las pocas veces, salvo el 1° de mayo que esta fuerza política se muestra de esa manera.
El contenido del discurso de Fernando Pereira fue muy parecido al de Daniel Martínez, alentando a sus seguidores, usando un término futbolero cuando dijo que si el partido duraba 15 minutos más lo ganaban. Fue en el único momento que aceptó la derrota porque inmediatamente agregó que tenía fe en que iban a ganar.
El discurso de Lacalle habló de otras cosas, las cosas que quedan por realizar, diciendo además que el tiempo no es mucho y la oposición parece que va a ser muy fuerte.
Lo positivo es que se superó un obstáculo y que el presidente, en su discurso, ya enumeró las cosas que inmediatamente deben encarar, como por ejemplo la Seguridad Social y la Educación.
“Seguimos con las mismas ganas, con una coalición que ha ofrecido firmeza en la diversidad”, dijo el presidente Luis Lacalle.
Hébert Dell’Onte | “Es una cabeza a cabeza -me dijo un viejo burrero que con atención seguía la evolución de los resultados que publicaba la Corte Electoral-, pero finalmente solo uno pasará primero el disco”.
Y así fue. En política nunca hay empates, menos en un referéndum que debe derogar o ratificar una ley o parte de ella, como en este caso. Finalmente, el resultado fue a favor del No que se impuso “ajustadamente”, como dijo un politólogo en un canal de televisión. Pero la verdad es que en los hechos se mantienen los 135 artículos y eso es tremendamente importante para el Gobierno que contará con las herramientas que consideró necesarias para una buena gestión. A su vez es fundamental para el mejor funcionamiento de la coalición que sale más unida y fortalecida.
Pero lo fundamental es que se mantienen cambios que fueron concebidos en función de la gente. Si fue por mayor o menor margen, o “ajustadamente” como dijo aquel politólogo, esos son cuestiones que hacen al análisis y las lecturas políticas más finas, que por tales están lejos de las preocupaciones e intereses de la población que pasan por poder alquilar sin garantía, cobrar en efectivo si es su decisión, y un largo etcétera de temas mil veces debatidos en los últimos meses y que no voy a repetir aquí.
LOS TEMAS TRASCENDENTES QUE SE VIENEN.
Lo que sigue ahora ya lo dijo el presidente Lacalle, que es quien debe encabezar la agenda país. Vamos a “seguir trabajando en los temas urgentes para Uruguay” y mencionó algunos de ellos: educación, seguridad social, la erradicación de asentamientos, la apertura comercial, obra pública y reducción de impuestos.
Cada tema ofrece sus particularidades y complejidades. Uno se pregunta si la oposición y el Gobierno lograrán trazar caminos juntos, y si una vez transitados no habrá un cambio de actitud como ocurrió con la LUC que fue conformada y votada por todos los partidos políticos con representación parlamentaria, pero luego uno de ellos decidió desandar lo avanzado porque no supo negarse al reclamo de los sindicatos.
Eso es algo que el tiempo nos lo dirá. Por ahora tenemos la palabra del presidente: “Seguimos con las mismas ganas, con una coalición que ha ofrecido firmeza en la diversidad”.
LOS RESULTADOS.
El No triunfó en 16 departamentos: Artigas, Sato, Rivera, Tacuarembó, Cerro Largo, Río Negro, Durazno, Soriano, Colonia, Flores, San José, Florida, Lavalleja, Treinta y Tres, Rocha y Maldonado.
El Sí triunfó en Paysandú, Canelones y Montevideo.
“Si comparamos los 2 años de este Gobierno, con los últimos 2 años del FA, se refleja el cambio: 163 homicidios menos, 10.697 rapiñas menos, 60.508 hurtos menos. En global de delitos y faltas, hay 58.124 menos”, escribió el director general del Ministerio del Interior.
“La LUC ayudó a mejorar la seguridad pública”, afirmó el director general del Ministerio del Interior, el Dr. Luis Calabria. “A pocas semanas del referéndum es bueno aportar datos para que la discusión sea sobre hechos y no sobre especulaciones”, agregó en un post publicado el sábado 12 de sus redes sociales personales.
A dos años de gestión del actual Gobierno el jerarca comparó los logros de la actual administración con la anterior: “Hay 163 homicidios menos (una baja de 20,2%); hay 10.697 rapiñas menos (lo que representa una variación de -17,2%); hay 60.508 hurtos menos (-21,1%) y en global de delitos y faltas, hay 58.124 menos (lo que representa un 9% menos)”.
La caída de la delincuencia se debe a “tres motivos”. El primer factor determinante fue el cambio de Gobierno con el presidente Luis Lacalle “a la cabeza y la magnífica ejecución de Jorge Larrañaga” al frente del Ministerio del Interior, pero también “porque cambió la política de seguridad, y porque cambiaron las normas”.
Fue la nueva gestión la que trajo los cambios, “desde un nuevo despliegue territorial, con un enfoque que pasó de la reacción a la prevención, con cambios en la organización de las jefaturas de Montevideo y Canelones, con la realización de operativos de alto impacto, con la recuperación de espacios y reapertura de nuevas unidades policiales en todo el país, con la creación de la Seguridad Rural, con la lucha frontal contra el narcotráfico, y luego, desde julio de 2020 con los cambios normativos que apuntalaron la gestión”.
La Ley de Urgente Consideración (LUC) “plasmó el cambio y constituyó el soporte normativo, tributario de la nueva política de seguridad”, subrayó.
LOS DATOS OBJETIVOS MUESTRAN LA CONVENIENCIA DE LA LUC.
Los datos “son la prueba irrefutable de la conveniencia de los cambios. Si comparamos los datos de los principales delitos, luego de la puesta en vigencia de la LUC, los registros mejoran, es decir, se comprueba con datos que la LUC ayudó a mejorar la seguridad pública”, escribió el Dr. Calabria.
En el período marzo-julio 2019, comparado con marzo-julio 2020 que fue donde se produjo el cambio en la política de seguridad, “vemos que se pasa de un promedio mensual de 28,4 homicidios a un promedio de 28,2”.
Si la comparación es con el período marzo-julio de 2021, con la LUC en plena vigencia, “pasamos a un promedio mensual de 22” homicidios, “o sea, hay una reducción de 22,5%”.
“Similar es lo que sucede con las rapiñas. El promedio mensual para el período marzo-julio de 2019 (gestión FA) fue de 2.520,2. El promedio en el período marzo-julio 2020, con el cambio de gestión, se mejoró pasando a 2.211 (o sea una mejora de 12,3%). En el período marzo-julio 2021, con plena vigencia de la LUC, pasamos a un promedio mensual de 1.923,4”. La caída de ese delito es de 23,7%.
Los números hablan por sí solos. “Es por tanto esencial mantener una ley que ha servido y que además del resultado en números, ha respaldado moral y -jurídicamente- a la Policía”, concluye.
LA FOTO – En la fotografía de portada, Calabria en la reinauguración del Destacamento de Luján.
Por circunstancias ajenas a Uruguay, el petróleo se ha disparado y eso repercute en todos los países del mundo que han debido subir sus combustibles. En los últimos 12 meses Italia tuvo un incremento del 52,6%, Brasil 42,7%, Argentina 41,1% y Uruguay 28,3%.
Hébert Dell’Onte | A diferencia de lo que a veces se escucha en el debate sobre la Ley de Urgente Consideración (LUC) las variaciones que ha tenido el precio de los combustibles no se deben a lo que esa norma establece sino que responde a otras cuestiones más complejas que no se arreglan con derogar o modificar algún artículo de una ley.
CED, el Centro de Estudios para el Desarrollo publicó un documento titulado ¿Qué pasa con los combustibles en el mundo y en Uruguay?: un aporte al debate riguroso y de calidad en el que se analiza el tema del combustible en Uruguay que tiene “dos principales variables de referencia para Ancap”, que son “el precio del petróleo Brent y el tipo de cambio”. En base a ellas el ente petrolero fija “sus precios de venta al público en función de sus costos”.
En febrero, el promedio del barril Brent fue de US$ 97, esto es un 57% más que en febrero de 2021, y “en los últimos días de febrero y comienzo del mes de marzo, los precios se dispararon, superando los 100 dólares por barril, cifras no registradas desde 2014”.
Eso se da “en un contexto de fundamentos sólidos y consistentes con un precio internacional del petróleo elevado” en un marco de mayor demanda por “mayor consumo de combustibles”, entre otros factores relevantes.
Mientras tanto, “la oferta se adapta con lentitud”, presenta “problemas en el suministro para los países de la OPEP y niveles de inventarios en mínimos de los últimos años”.
A su vez inciden fuertemente “los conflictos geopolíticos desatados en los últimos días”, principalmente la invasión de Rusia a Ucrania. Rusia es el segundo principal exportador de petróleo del mundo.
Pero no es único conflicto preocupante, se debe sumar el de Estados Unidos e Irán, “en el cual el primero impuso sanciones sobre las ventas de petróleo iraní”, recuerda CED. Irán es el sexto exportador del mundo.
El escenario descrito parece inmejorable para que el petróleo siga fortaleciéndose “cual seguirá añadiendo presión sobre la oleada de inflación que está golpeando a casi todas las economías del mundo” por el generalizado aumento de los combustibles.
VARIACIÓN DEL PRECIO DEL COMBUSTIBLE EN EL MUNDO.
El siguiente cuadro muestra la variación del precio de la nafta en los últimos 12 meses de 9 países, con Italia encabezando la lista (52,6%), siguen Francia (51,5%), Alemania (49,8%), España (46,5%), Brasil (42,7%), Argentina (40,1%), Estados Unidos (36,4%), Chile (35%), y Uruguay (28,3%).
LA LUC NO GENERÓ CAMBIOS RELEVANTES.
El documento agrega que los artículos de la LUC referentes al combustible “no parecen haber generado ningún cambio relevante en la política de fijación de precios. También parece claro que su espíritu (precios que rápidamente reflejen las variaciones de los costos) está siendo dejado atrás por el gobierno”.
A esa conclusión lleva CED luego de observar que desde noviembre de 2021 “el Poder Ejecutivo decidió apartarse de la recomendación técnica de la Ursea que asumía ajustes al alza en noviembre, diciembre; así como ajustes mayores a los efectuados en febrero y marzo”.
Agrega que desde 2010 en adelante los precios del combustible al público “no reflejaron (en ningún sentido) los costos asumidos por Ancap para producir y distribuir los combustibles. Según estimaciones propias basadas en datos de ventas de combustibles (en litros) y series históricas de precios de venta al público y de PPI, se obtuvo el sobreprecio en millones de dólares pagado por los consumidores uruguayos o asumidos como pérdida por Ancap (subsidio) en los casos respectivos”.
Entre 2010 y 2014 “la nafta habría tenido un precio subsidiado por US$ 78 millones de dólares, mientras que, en caso contrario, el gas oíl evidenció un sobreprecio pagado por los uruguayos de aproximadamente US$ 1.181 millones”.
De 2015 a 2019 el sobreprecio de la nafta fue de US$ 443 millones, y del gas oíl de aproximadamente US$ 1.337 millones más que la referencia de precio de paridad de importación.
Y del 2020 al 2021 “se registraron sobreprecios en la nafta por US$ 14 millones y el gas oíl por US$ 67 millones. Sin embargo, los resultados son sustancialmente distintos entre 2020 (cuando ambos combustibles pagaron sobreprecios) y 2021 (donde se vendieron por debajo del PPI)”.
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