Según un estudio, Uruguay presenta un porcentaje positivo de animales en el eje de un 37%, y el mismo estudio plantea que el 99% de los establecimientos tienen por lo menos algún animal infectado.
¿Qué enfermedades infecciosas inciden en la productividad? La IBR es una de ellas y puede provocar hasta 50% de pérdidas productivas en un establecimiento ganadero. El Dr. Ignacio Arrospide, integrante del departamento técnico de Biogénesis Bagó, se refirió a sus características y brindó algunos consejos para su prevención.
La IBR o rinotraqueítis infecciosa bovina es causada por el herpesvirus bovino que puede estar presente bajo dos formas, el tipo 1 y tipo 5, explicó. Agregó que “una de las características de este virus es la capacidad de producir infecciones latentes”. Primero se va a ver en las mucosas, luego en los ganglios y en los nervios lo que “le permite eludir el sistema inmunológico del organismo y mantenerse”.
A su vez, aprovecha “las situaciones de baja defensa, como puede ser el estrés, para replicarse con nueva manifestación clínica”.
PÉRDIDAS.
La implicancia económica de esta enfermedad es “por las manifestaciones que tiene sobre el sistema espiratorio, el sistema nervioso y el sistema reproductivo de los animales, causando abortos, infertilidad, balanopostitis o vulvovaginitis en hembras”.
“Un estudio realizado en Uruguay arroja un porcentaje positivo de animales en el eje de un 37%, y el mismo estudio plantea que el 99% de los establecimientos tienen por lo menos algún animal infectado, lo que indica que el virus circula en casi toda la población de los vacunos del Uruguay”, advirtió el Dr. Arrospide, y agregó: “La distribución mundial, la alta prevalencia y las pérdidas provocadas por las manifestaciones clínicas de esta enfermedad, hacen de vital importancia que las vacunas contengan el agente para prevenir contra esta enfermedad”.
VACUNAS.
Biogénesis Bagó posee un portafolio amplio de vacunas, entre la que se encuentran como Biobortogen H y Biopoligen HS que contienen el herpesvirus bovino tipo 1 como el tipo 5.
Desde iniciativas simples como el correcto destino final de la yerba que consumimos a diario, hasta materias mucho más sofisticadas como el diseño de un Centro Tecnológico de Bioeconomía Circular, todos podemos contribuir al cuidado ambiental.
El Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) destacó una serie de acciones en beneficio de la sustentabilidad ambiental “en todas sus dimensiones”, lo que incluye un amplio margen de actividades, algunas tan complejas como la movilidad eléctrica, el desarrollo del hidrógeno, u otras de carácter doméstico como la gestión de los residuos. En ese sentido la Dirección Nacional de Energía, a través de la clasificación interna dispuso el reciclaje de papeles, cartones y plásticos, y el compostaje de yerba, café y té.
Dicha Secretaría de Estado
trabaja para añadir dimensiones de sostenibilidad ambiental en todas sus políticas, partiendo de la base de que no hay desarrollo posible si no es sostenible. Las líneas en las que se ha avanzado en este último año son sobre todo relacionadas al cambio climático, energía y economía circular, verde e inclusiva. Estas transformaciones promueven la innovación y generan empleo y valor en Uruguay.
El MIEM está incorporando la sostenibilidad ambiental en todas sus dimensiones, sobre la base de que no hay desarrollo posible si no es sostenible.
A continuación, se destacan algunas iniciativas clave. Todas estas transformaciones han permitido promover la innovación, la modernización de la infraestructura, la generación de empleo, la creación de valor y una mayor robustez del sistema, a la vez que han contribuido a la consecución de varios objetivos de desarrollo sostenible, como el de energía asequible y no contaminante, ciudades y comunidades sostenibles, producción y consumo responsables y acción por el clima, entre otros.
CAMBIO CLIMÁTICO.
La Dirección Nacional de Energía (DNE) forma parte del Sistema Nacional de Respuesta al Cambio Climático (SNRCC), un ámbito de coordinación horizontal en el que participan instituciones públicas y privadas que trabajan en temas de cambio climático o que son afectadas por él. Su objetivo es coordinar y planificar las acciones necesarias para la prevención de riesgos y la mitigación y adaptación al cambio climático.
En este sentido, el país se encuentra trabajando, en el marco del SNRCC, en la elaboración de las segundas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, que incluyen metas, objetivos y medidas concretas para la mitigación de gases de efecto invernadero y adaptación al cambio climático con horizonte 2030.
En este marco, la DNE se encuentra elaborando un Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático del sector energía (NAP-E), en el marco de la implementación de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), que busca fortalecer la capacidad de resiliencia, prevención y respuesta del sector energético ante los impactos del cambio climático.
Otro hito importante es que en 2021 se lanzó el Sistema de Certificación de Energía Renovable. Se trata de un mecanismo de acreditación por el que el país reconoce la cantidad de energía consumida por medianos y grandes consumidores que ha sido generada a partir de fuentes renovables. Posteriormente estos certificados podrán ser emitidos por el resto de las empresas.
ENERGÍA.
Uruguay cuenta hoy con una matriz eléctrica con un fuerte componente renovable, que supera el 94%, lo que ha contribuido a disminuir el consumo de combustibles fósiles y, por tanto, ha llevado a una disminución sustantiva de emisiones de CO2.
Para reforzar este compromiso ambiental, recientemente Uruguay empezó a presidir el consejo de la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena), que posiciona al país como un ejemplo a nivel mundial. Así, la DNE busca, a través de distintas políticas públicas, promover el sector energético, con la sostenibilidad ambiental como una de sus premisas.
Tras los progresos mencionados, el país se enfrenta ahora a una segunda transformación energética, con gran potencial de descarbonización en los sectores más complejos, como son el transporte y la industria.
Se comenzó a trabajar en la gestión del Fondo para la Innovación en Energías Renovables (REIF, por sus siglas en inglés), que busca la articulación público-privada del financiamiento de iniciativas disruptivas e innovadoras en materia de energía, con énfasis en el hidrógeno verde y el almacenamiento y gestión de la demanda.
Se destaca también el avance que se ha logrado en el último año en el tema de hidrógeno verde, un vector energético clave para los sectores en que es más difícil reducir la dependencia del carbono, ya que no es posible basarse en energía eléctrica renovable directamente. En este sentido, el 14 de junio se presenta la Hoja de Ruta de Hidrógeno Verde, fruto del trabajo de un grupo interinstitucional liderado por el MIEM junto al Ministerio de Ambiente (MA), el Ministerio de Economía y Finanzas y el Ministerio de Transporte y Obras Públicas; la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII); la Administración Nacional de Puertos (ANP); Uruguay XXI; Ancap, UTE, y el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU).
Asimismo, el MIEM, junto a ANII y el LATU, lanzó el Fondo Sectorial de Hidrógeno Verde, cuya convocatoria cierra el 8 de junio y busca brindar apoyo no reembolsable para el desarrollo de los primeros proyectos de hidrógeno verde y derivados, por un monto total de 10 millones de dólares que serán entregados durante 10 años.
El desarrollo futuro de este sector puede presentar oportunidades importantes, sobre todo en áreas que aún presentan mayor dificultad para su descarbonización, como la del transporte pesado, los fertilizantes verdes, el cemento y otras industrias pesadas.
MOVILIDAD ELÉCTRICA.
Uruguay avanza hacia la segunda transformación energética, liderada por el MIEM, y con ese objetivo apuesta a “atacar ahora los usos energéticos que todavía no han sido alcanzados por las renovables” y que dependen del petróleo, según explicó el ministro Omar Paganini en el lanzamiento de nuevos anuncios vinculados con la movilidad eléctrica, realizado en junio de 2022. Para cumplir con ese objetivo, el transporte es uno de los sectores clave.
Entre las medidas promovidas por el Gobierno se encuentran beneficios impositivos, como IMESI 0 para los vehículos eléctricos, y próximas acciones, que incluyen la extensión de la red de cargadores a través de convenios y un llamado a privados, la regulación de medidas de seguridad de estos cargadores a través de un decreto, la formación de técnicos en convenio con organizaciones nacionales e internacionales, y la creación de una Mesa de Movilidad Eléctrica que reúna a los sectores público y privado y a la academia.
Además, el MIEM lleva adelante programas para que personas y empresas adquieran vehículos eléctricos. Se destaca Subite, y pronto se creará un programa de pruebas gratuitas para empresas de pequeñas localidades.
El cambio cultural de la eficiencia energética es considerado de gran importancia por el MIEM, y por ello está llevando a cabo diferentes iniciativas. Entre ellas se destaca el programa Localidades Eficientes, que ha permitido que 20 pequeñas localidades desarrollen iniciativas de eficiencia energética. En 2022 se replicó el llamado y se amplió, en una segunda convocatoria, a organizaciones sociales. En 2021, los proyectos elegidos representan un ahorro anual de $ 3 millones y que benefician a más de 450.000 personas.
ECONOMÍA CIRCULAR, VERDE E INCLUSIVA.
El Uruguay forma parte, desde el año 2017, de la Alianza para la Acción hacia una Economía Verde o Partnership for Action on Green Economy (PAGE, por sus siglas en inglés), una iniciativa del Sistema de las Naciones Unidas en la que el MIEM es punto focal para Uruguay.
Con este programa, se han desarrollado numerosas actividades de capacitación en economía verde y economía circular, tanto para funcionarios públicos, como para micro y pequeños empresarios de los sectores ecoturísticos y funcionarios de gobiernos subnacionales, entre otros sectores.
Se creó un fondo para promover la investigación y la innovación en economía circular, en acuerdo con la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi), y con la participación y financiamiento de ANII y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
También se enfocaron recursos para el fortalecimiento de capacidades en química verde en el país. En concreto, se propone estudiar la producción de carbón activado para la potabilización de agua a partir de materia prima nacional.
Adicionalmente, con el liderazgo del MIEM y Onudi, a través del apoyo de PAGE y con el acompañamiento del MA, se comenzó el diseño de la Estrategia Nacional de Economía Circular.
Por otro lado, a través de un programa del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés), Onudi y otros organismos del Estado se encuentran promoviendo la economía circular en los sectores de alimentos y energía, a través de proyectos demostrativos y aceleración de emprendimientos innovadores y de tecnologías limpias en el proyecto GEF 7.
Otra actividad a destacar es la relevante participación del MIEM en el Proyecto de la Iniciativa para el Río Negro para la mejora de la Calidad del Agua de la Cuenca de ese río. El ministerio forma parte del Comité de Coordinación Ejecutiva, junto al MA y Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. En este marco, el MIEM está llevando a cabo dos proyectos: uno relacionado con la evaluación del nivel basal de fósforo asociado a la estructura geológica de la cuenca alta del río Negro, y otro enfocado a la mejora del desempeño ambiental en el sector productivo de la cuenca.
Adicionalmente, se está trabajando en el marco del Fondo de Innovación Sectorial de Uruguay y UPM en el diseño de un Centro Tecnológico de Bioeconomía Circular, con el objetivo de promover la producción basada en el conocimiento y la utilización de recursos biológicos, procesos y métodos biológicos para promocionar bienes y servicios de forma sostenible en todos los sectores productivos, considerando la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
Por último, la DNE ha iniciado un proceso de mejora de la gestión de los residuos a través de la clasificación interna en su edificio, para el posterior reciclaje de papeles y cartones, plásticos y el compostaje de yerba, café y té. (Foto y texto de MIEM).
Estamos en una situación más grave que la crisis del petróleo de los años 70. En ese momento el problema era sólo el petróleo, hoy además se suma el gas natural y la electricidad.
Mientras la inflación bate récord en toda la eurozona, el precio de los combustibles en algunos países europeos marca valores máximos. ¿Hasta dónde se llegará con esta situación?, es difícil saberlo, sobre todo cuando las soluciones no están a la vista y se suman más problemas y desafíos.
Ayer la Agencia Internacional de Energía advirtió que durante el verano europeo faltaría combustible, mientras el crudo supera los 124 dólares.
Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) dijo que la falta de oferta y los precios altos, podrían generar falta de combustible en Europa, durante los meses del verano en ese continente.
“Cuando la temporada principal de verano empiece en Europa y Estados Unidos, la demanda de combustible crecerá. Y entonces podría haber cuellos de botella, por ejemplo con el diésel, la gasolina o el querosén, especialmente en Europa”, dijo Birol al diario alemán Der Spiegel, uno de los más importantes de ese país.
En Europa hay países que dependen de la importación de petróleo, peo también de sus derivados y refinados. A su vez China ha limitado algunas exportaciones con el argumento de que antes debe asegurar el suministro a sus ciudadanos.
La crisis que se avecina es “mucho más grande” que la del crudo en los años 70, generada por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que decidió embargar las exportaciones de crudo a determinados países en respuesta a la guerra de Yom Kipur (en octubre de 1973 Egipto y Siria atacaron Israel). El agravante hoy es que hace cincuenta años solamente era una crisis de petróleo, pero ahora es una crisis conjunta de petróleo, gas natural y electricidad, comentó Birol.
Con el apoyo de UPM y UTEC se generó gas que hace funcionar la cocina escolar, permite ahorrar el 25% del consumo de gas de la escuela, y el biofertilizante es donado a huertas de la comunidad.
UTEC | Durazno | La cocina de la escuela pública 22 de Carlos Reyles tiene movimiento todos los días. Allí se prepara comida para las maestras y los niños que allí concurren. Los residuos que se generan iban directo a la basura y de allí al vertedero. Eso ocurría antes.
En 2021 la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC) instaló allí con el apoyo de Fundación UPM un biodigestor con la participación del área de Cultura Científica del Ministerio de Educación y Cultura (MEC). Se trata de un dispositivo al que se le colocan dentro los residuos orgánicos. Estos se degradan y mientras lo hacen generan gas. El biodigestor es una suerte de bolsa que se va inflando a medida que se llena de gas.
El biodigestor se carga con unos dos kilos de residuos por día, esto implica que media tonelada de residuos al año ahora dejarán de llegar desde la escuela al vertedero.
Pero, ¿para qué gas? Este gas puede ser usado para generar energía y, por ejemplo, ahorrar gastos de electricidad a la vez que se le da nueva utilidad a los residuos. El biogás se usó en este caso para hacer funcionar el anafe de la cocina que se alimentó del biogás generado con los residuos.
En el biodigestor de la escuela entraron los residuos orgánicos de la cocina, cáscaras de fruta y verdura y todo tipo de restos de alimentos mezclados con agua. Luego de un cerrado hermético, dentro quedan los microorganismos que se encargan de la degradación de la materia orgánica. Resultado de este proceso se genera gas y un líquido llamado digestato o biofertilizante, que se puede aplicar a plantas. “Lo estamos donando para aplicar en huertas en la comunidad”, contó Alice Martins, profesora Asociada de Ingeniería en Agua y Desarrollo Sostenible de UTEC.
El gas luego sale hacia la cocina por un ducto y hace funcionar el anafe de la escuela.
“A corto plazo solucionamos la gestión de los residuos orgánicos de la escuela que ya no se destinan al vertedero. A mediano y largo plazo cambia la conciencia de los niños”, agregó.
El ciclo de trabajo en esta escuela de Carlos Reyles ha terminado. El equipo logró que la escuela ahorre un 25% de gas gracias al uso del gas generado por el biodigestor.
Se destinan 2 kg de residuos orgánicos al día (unas 0,5 toneladas por año). Así se evita trasladar estos residuos al basurero local. “Contribuye a la reducción de la contaminación de suelos y recursos hídricos”, comentó Martins. La docente explicó que el biodigestor tiene una capacidad de tratar hasta una tonelada al año y que en caso de recibir la colaboración de la comunidad y recibir residuos orgánicos, la escuela podría beneficiarse con mayor generación de gas.
El anafe de la cocina logró funcionar durante 2 horas al día con el gas del biodigestor, un 25% del total de horas que se utiliza a la semana.
El trabajo ha servido para mostrar “el potencial” que tienen los biodigestores instalados en escuelas tanto para generar energía a base de residuos como para impulsar la educación ambiental de los niños a partir de esta práctica, comentó Martins.
EL DESAFÍO DE INVOLUCRAR A LOS NIÑOS.
Erika Pedraja es auxiliar de cocina en la Escuela 22 de Carlos Reyles desde hace dos años. Es ella quien alimenta al biodigestor y además ha colaborado en las charlas informativas a los niños, explicándoles cómo funciona y su utilidad.
“Cuando me comentaron sobre la colocación del biodigestor me pareció muy útil para el funcionamiento de la cocina. Además, es una forma de concientizar tanto a los niños como a los adultos ya que de esta forma se utilizan los residuos orgánicos que antes iban a la basura”, planteó Pedraja.
Ana Laura Casavieja es maestra de ese centro escolar y trabaja hace 10 años allí. “Al principio no sabía lo que era un biodigestor ni para qué servía. Comencé a interesarme cuando vinieron a instalarlo, me explicaron su funcionamiento y desde ahí busqué más información”, recordó Casavieja. Su mayor desafío como maestra fue lograr asociar los contenidos de aula al proceso del biodigestor y presentarlo a los niños como una herramienta de trabajo que ayuda al medio ambiente y sus familias. Casavieja recuerda que los niños comparaban el olor del biofertilizante con el del chiquero.
El vínculo no fue solo con la escuela. “Logramos interacción con la comunidad local mediante acciones con la agrupación A Todo Ritmo y América Solidaria”, destacó Martins. Los docentes formaron mentores en la comunidad y ahora ellos también están recolectando residuos para aplicar en huertas.
Maestros y estudiantes desarrollan proyectos sobre economía circular, degradación, reutilización y transformación con la guía del equipo de Cultura Científica del MEC en colaboración con UTEC, con el objetivo de desarrollar el pensamiento científico y fomentar la gestión integral de los residuos sólidos, contó María Ruiz, integrante de la Dirección de Educación del MEC.
Se desarrollaron proyectos educativos con la participación de cuatro maestras. Unos 140 estudiantes trabajaron en conceptos como economía circular, y el uso de palabras como descomponer”, “reutilizar” y “económico” fue asociado al biodigestor.
Lucía tiene 11 años y cursa sexto año en la escuela. “Lo que más me gustó de las actividades que hice en reciclaje fue cuando pintamos unas botellas para hacer canteros y también todo lo que aprendí”, contó Lucía. Gabriel, también de 11 años, coincide que la actividad con las botellas fue una de sus favoritas.
EL CAMINO A SEGUIR.
El grupo de trabajo de UTEC de Ingeniería en Agua y Desarrollo Sostenible prevé continuar trabajando con biodigestores en el interior del país en 2022 con apoyo de Fundación UPM y la embajada de Estados Unidos.
“Es importante el trabajo de UTEC con la comunidad, trayendo la tecnología al alcance de todos y fomentando el pensamiento crítico y la innovación en distintos niveles educativos. El conocimiento y la tecnología ya están disponibles. Hace falta ponerlos en práctica para desarrollar una sociedad más sostenible y circular”, como ocurrió en la Escuela 22 de Carlos Reyles, comentó Alice Martins.
Está en marcha un trabajo con el apoyo de la Embajada de Estados Unidos para trabajar en residuos sólidos en Durazno que incluye composteras domiciliarias y biodigestores en 2022, trabajo educativo en escuelas y biodigestores y que también incluirá un relevamiento de los residuos que se generan en la ciudad de Durazno a cargo de grandes centros como supermercados, el hospital o restaurantes y se hará luego una propuesta de plan de gestión.
Para Alice, el gran desafío es lograr involucrar a la comunidad. Una experiencia previa de trabajo en Durazno permitió formar y apoyar a tres mujeres en situación de vulnerabilidad social para hacer la tarea de compostaje y poder vender el compost resultante como abono (con el apoyo de UTEC, la Intendencia de Durazno, el Ministerio de Desarrollo Social, Barrios Unidos en Marcha, BUEM). “Ellas trabajaron en un predio de BUEM, pero el proyecto finalizó debido a falta de recursos. Para hacer de esto un negocio viable necesitan una mayor red de recolección de residuos orgánicos clasificados y compradores de grandes volúmenes de compost” agregó. “Para esto es necesario que se involucren las instituciones gubernamentales y privadas”, planteó Martins. (UTEC).
La Directiva de Pantalla Uruguay se renueva cada dos años.
Otto Fernández es el nuevo presidente de Pantalla Uruguay. Desde las redes sociales del escritorio Otto Fernández Negocios Rurales se manifestó el “gran orgullo” que implica esa responsabilidad.
Otto Fernández es el nuevo presidente de Pantalla Uruguay. Desde las redes sociales del escritorio Otto Fernández Negocios Rurales se manifestó el “gran orgullo” que implica esa responsabilidad.
La firma Otto Fernández Negocios Rurales, de dilatada trayectoria, es fundadora del consorcio.
Lo acompañarán: Alejandro Dutra (de escritorio Dutra) como vicepresidente; y los directores Federico aso (Jaso & Jaso), José Aicardi (Megaagro), Martín San Román (Berch, Correa y San Román), Fernando de la Peña (F de la Peña) y Jorge Strauch (de Jorge Strauch).
La Directiva de Pantalla Uruguay se renueva cada dos años y se elige por votación de los integrantes (17 escritorios) del consorcio.
En la segunda transformación energética se “pretende atacar los usos energéticos que todavía no han sido alcanzados por las renovables” y continúan dependiendo del petróleo.
El miércoles 1° de junio, el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) presentó los principales lineamientos y programas en materia de promoción de la movilidad eléctrica que se desarrollarán en el marco de la segunda transición energética. Las políticas incluyen beneficios impositivos, la creación de una Mesa de Movilidad Eléctrica que incluirá a privados y a la academia, la extensión de la red de cargadores eléctricos, la apuesta a la formación de nuevos técnicos y el fortalecimiento de programas de apoyo para la adquisición de estos vehículos por parte de personas, empresas, organizaciones y gobiernos departamentales.
El acto se realizó en la Torre Ejecutiva y contó con la participación del ministro de Industria, Omar Paganini; el subsecretario Walter Verri; y el director nacional de Energía, Fitzgerald Cantero.
El ministro Paganini dijo que en Uruguay “el Gobierno está convencido de que tiene que impulsar políticas que converjan hacia poner en valor y desarrollar con más profundidad nuestro perfil de responsabilidad de triple impacto” ambiental, sociales y de gobernanza.
Con la segunda transformación energética se “pretende atacar los usos energéticos que todavía no han sido alcanzados por las renovables” y continúan dependiendo del petróleo. Uno de esas áreas es la del transporte y se avanzará en planes para el transporte colectivo.
Cabe recordar que en Uruguay rige el programa REIF que cuenta con fondos de Naciones Unidas y permite apalancar proyectos privados en energías renovables. Nuestro país fue uno de los cuatro países del mundo seleccionados para obtener estos fondos, y el único que cuenta con ese programa concreto.
FORMANDO SINERGIAS: LOS CONVENIOS.
El subsecretario Verri se refirió a los convenios que se realizarán para promover la movilidad eléctrica: “La política de movilidad eléctrica necesita sinergias, sobre todo con los operadores privados, no solamente con los públicos. En esa sinergia se enmarcan estos convenios basados en la educación, la instalación de cargadores y la movilidad sostenible”, dijo.
CARGADORES RÁPIDOS. El primero de los convenios, acordado entre la Dirección Nacional de Energía (DNE) del MIEM y la Comisión Técnico Mixta de Salto Grande, tiene como objetivo instalar un mínimo de ocho cargadores de corriente continua (rápidos) en los corredores fronterizos con Argentina y Brasil. Para ello, cada contraparte invertirá hasta $ 10 millones.
BICICLETAS ELÉCTRICAS. En segundo lugar, la DNE y la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC) crearán un sistema de bicicletas de pedaleo asistido para estudiantes. En una primera etapa, el MIEM otorgará 15 bicicletas eléctricas a UTEC, como parte de un proyecto piloto que se implementará en los institutos tecnológicos de Durazno, Rivera y Fray Bentos.
FORMACIÓN DE TÉCNICOS. Uruguay apuesta a la formación dual de docentes que luego capaciten a los técnicos en movilidad eléctrica. Esto incluye también al personal de auxilio y prevé la reconversión laboral de trabajadores que hoy se desempeñan en operaciones, escuelas de conducción o mantenimiento vehicular. El acuerdo se realiza junto al Banco Interamericano de Desarrollo, la Dirección General de Educación Técnico Profesional-UTU y la Cámara de Comercio e Industria Uruguayo-Alemana. Esto podrá implicar, a su vez, una oportunidad para que Uruguay replique estos programas en la región, afirmó Verri.
ECOSISTEMA DE MOVILIDAD ELÉCTRICA.
Cantero abordó los programas de apoyo que se desarrollarán. “Estamos creando un ecosistema de la movilidad eléctrica en Uruguay”, lo que representa desafíos que requieren coordinación, dijo, y agregó que estas iniciativas también promueven la eficiencia energética y la modificación de la matriz de transporte. Esto conlleva ventajas económicas y, al mismo tiempo, posibilita el cumplimiento de compromisos ambientales, señaló.
SUBITE. El programa Subite, que otorga beneficios para la adquisición de motos y triciclos eléctricos, se ampliará a todo el territorio.
se inició en el norte del país (Artigas, Salto, Paysandú, Rivera y Tacuarembó) y se extenderá a Río Negro, Colonia y Soriano a partir del 1 de julio.
El 1 de agosto llegará a Flores, Florida y Durazno, mientras que el 1 de setiembre arribará a Cerro Largo, Treinta y Tres, Lavalleja y Rocha.
Por último, desde el 1 de octubre los usuarios podrán recibir sus beneficios en San José, Maldonado, Montevideo y Canelones.
SUBITE BUSES. También se refirió al programa Subite Buses: Primer Bus Eléctrico, por el que el MIEM aportará $ 43 millones para apoyar a que las intendencias departamentales que no cuentan con mini o microbuses adquieran su primera unidad.
TUVE. Se seguirá apoyando el programa TUVE del proyecto Movés, que permite que empresas y organizaciones púbicas accedan a pruebas tecnológicas gratuitas de vehículos eléctricos para transporte de carga, operativa urbana y logística.
En esa línea, Cantero anunció el desarrollo de pruebas tecnológicas en logística de última milla en pequeñas localidades. De este modo, las empresas podrán probar bicicletas eléctricas y bicicletas eléctricas de carga sin costo durante un período. La experiencia comenzará en Santa Clara de Olimar y Paso de los Toros.