Funcionarios del MGAP se reúne en asamblea por despido de funcionario en INBA.

Funcionarios del MGAP se reúne en asamblea por despido de funcionario en INBA.

El “rechaza y denuncia el despido arbitrario de funcionario contratado del INBA”.

Montevideo | Todo El Campo | La Asociación de Funcionarios del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (AFGAP) se manifestó sobre el despido de un funcionario que, además, sufrió situaciones de violencia laboral por parte de la directora del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA), Marcela Delgado, según sostiene la Asociación en un comunicado.

El funcionario nunca accedió a presentar la denuncia de violencia laboral formalmente por miedo a las represalias, que hoy vemos concretadas al no renovarse su contrato, agrega.

Los funcionarios del MGAP también expresan “adhesión a los pronunciamientos de las diferentes organizaciones que se han expresado respecto al pésimo funcionamiento del Instituto Nacional de Bienestar Animal desde sus máximas jerarquías, y que no cumple con los cometidos para los que fue creado por la Ley de Urgente Consideración”.

Conflicto en Conaprole. El sindicato reclama renegociar categorización, y para hoy.

Conflicto en Conaprole. El sindicato reclama renegociar categorización, y para hoy.

El paro de hoy es a nivel nacional de una hora por turno, además de la hora final de cada turno; y se trabajará sin horas extras.

Montevideo | Todo El Campo | El lunes 11 se conoció la información de la Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole (AOEC), dando cuenta de un paro nacional reclamando la recategorización de diferentes oficios. Desde Conaprole se entiende implican un costo imposible para el sector.

El sindicato reclama renegociar categorizaciones a lo que el Directorio de Conaprole respondió que “plantear una recategorización general, es infundado y generaría un costo muy significativo imposible de afrontar en este momento de recuperación”.

Este martes 12 AOEC asumirá medidas a nivel nacional que consisten en parar una hora por turno, además de la hora final de cada turno; y se trabajará sin horas extras, todo con el fin de reducir la productividad.

COMUNICADO DE CONAPROLE.

En respuesta, Conaprole emitió un comunicado en el que expresa que ante la reivindicación de AOEC sobre la recategorización de algunos oficios, el Directorio “lamenta la actitud asumida por el gremio en uno de los momentos más difíciles para el sector lechero”.

También realiza algunas “precisiones”. Expresa que “Conaprole ha cumplido siempre con todas sus obligaciones laborales, y acuerdos firmados”

Agrega que “es importante destacar que los trabajadores de Conaprole perciben salarios muy competitivos a lo que se agregan buenas condiciones laborales”.

Además, “la Cooperativa, como siempre, ha estado abierta a las negociaciones con el gremio, en base a propuestas fundadas, y siempre apostando al diálogo responsable y constructivo”.

Añade que “después de uno de los años más desafiantes para la lechería, producto de la mayor sequía en los últimos 40 años con caída en los precios internacionales, baja de precio al productor, aumentos de endeudamientos financieros y cierres de tambos, el planteo del gremio de una recategorización general, es infundado y generaría un costo muy significativo imposible de afrontar en este momento de recuperación”.

Por lo anterior, el Directorio “rechaza la posición del gremio y las medidas adoptadas de cara a los próximos días”.

Esas medidas “perjudicarán a los productores, a los consumidores, y a la industria y trabajadores en general”, concluye.

Galarraga: Las medidas sindicales “conspiran contra la mano de obra uruguaya”.

Galarraga: Las medidas sindicales “conspiran contra la mano de obra uruguaya”.

El sector lácteo sufrió 7 años de momentos muy duros, y recién se está recuperado, un conflicto permanente es un golpe muy grande para toda la cadena, desde el productor hasta el vendedor final, y la pérdida de puestos de trabajo es una amenaza real.

“Lo que queremos es paz para trabajar y tener garantías de que nuestra leche sea retirada de los establecimientos y de que se elaboren los productos”, dijo Leandra Galarraga, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL) sobre el conflicto lácteo. Lejos de eso “vivimos en una inestabilidad continua con un gremio que tiene excelente salario y excelentes condiciones de trabajo” pero vive en “un reclamo y una disconformidad permanente, eso es algo que no soportamos más, estamos cansados”.

PÉRDIDA CONSTANTE DE TAMBOS.

En declaraciones que publicó este domingo el semanario La Mañana, Galarraga señaló que hubo un aumento en el precio internacional de la leche, pero “los costos de producción también han subido mucho”, por lo tanto ese aumento internacional es menor.

A su vez recordó que la lechería sufrió “7 años muy duros”, período en el cual el número de tambos cayó de 2.700 a 2.200. Ahora que hay una mejora “toda la cadena láctea debe colaborar para sacar la producción adelante, sino vamos a seguir perdiendo productores y son familias que dejan de producir, dejan el medio rural y eso es un capital que no se vuelve a recuperar”.

La mejora en el precio “apenas lleva 7 u 8 meses”, lo cual es un tiempo muy acotado si consideramos que “el negocio requiere una gran inversión y los productores nos estamos poniendo al día con deudas e inversiones que se hicieron en el pasado. Estamos esperando la primavera que es cuando podemos diluir nuestros costos”, sin embargo llegaremos a ella “con una conflictividad enorme que no sabemos cómo va ser nuestra situación en lo que refiere al recibo de la leche y su procesamiento”.

EXPORTACIÓN O VENTA EN EL MERCADO LOCAL, ¿QUÉ PESA MÁS?

Por otro lado, Galarraga dijo que Uruguay exporta el 75% de lo que produce, por el momento y a pesar de la conflictividad las ventas al exterior “todavía se realizan de manera normal, pero más allá de eso estamos teniendo un perjuicio a todo el mercado interno por el desabastecimiento que se está generando”.

Los productos lácteos de la región, particularmente de Argentina, “han incrementado su ingreso a Uruguay en un 50%”, eso es algo “muy angustiante” por la forma en que Conaprole ha trabajado en lo interno y por el lugar que ocupa.

Las exportaciones son básicamente en leche en polvo, pero “el mercado interno es fundamental para los subproductos que se elaboran en la fábrica y van a los almacenes. Estos productos se venden y se cobran inmediatamente”.

La leche en polvo entera que se exporta tiene una mecánica diferente porque “requiere de fletes internacionales, llegar a destino y el margen que queda para la cooperativa es menor”, por tanto afectar el mercado local, es pérdida para Conaprole y para los productores y “va a repercutir en el precio de leche” que se paga a los tambos.

De modo que Conaprole deja un vacío que es ocupado por empresas argentinas y eso “conspira contra todo lo que es mano de obra uruguaya, no solo de productores, también de los trabajadores de la industria, de los distribuidores”.

REUNIÓN.

Galarraga anunció que esta semana la ANPL mantendrá una reunión con la cadena de distribución de productos lácteos. Ese es “un eslabón que está muy preocupado porque son trabajadores cuyo trabajo se está viendo seriamente afectado y de continuar así es probable que mucha gente vaya al seguro de paro porque no tienen productos para levantar”.

Los tambos siguen cerrando mientas el conflicto sindical se agrava.

Los tambos siguen cerrando mientas el conflicto sindical se agrava.

Justino Zavala: “En mayo cerraron 20 tambos. Son los que no tienen voz, los que cierran en silencio, dejando en muchos casos una vida de sacrificio y trabajo. Nos debemos la respuesta a la pregunta: ¿No hay nada para evitar esta sangría permanente de tamberos?”.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Ante un conflicto sindical con medidas que afectan al rubro en el que se desarrolla, lo primero que se debe hacer es preguntarse cuán legítimos son los reclamos; en caso de serlo -y muchas veces lo son- la pregunta pasa a ser cuán pertinentes y legítimas son las medidas que se adoptan para ser atendidos en esos reclamos; y lo tercero hasta qué punto la sociedad y el país puede soportar esas medidas sindicales.

Los pedidos de aumento de sueldos y mejores condiciones laborales, por mencionar un tema común en las plataformas sindicales, suelen ser legítimos.

Las medidas sindicales también son, en principio, legítimas y pertinentes. En un Estado de Derecho la legitimidad la da la ley y las normas, pero la pertinencia es mucho más discutida porque a veces los gremios, para hacer escuchar su reclamo y lograr el objetivo buscado, toman medidas en momentos de mayor sensibilidad para el rubro en cuestión.

Por ejemplo, en el transporte parar en los últimos días de diciembre es mucho más efectivo a los objetivos de los trabajadores que hacerlo en otra fecha del año. Demos por legítimo el reclamo en sí, la medida de suspensión de actividades también lo es, pero la pertinencia está cuestionada en cuanto que se trata de un momento de mayor traslado de ciudadanos dentro y fuera del país, por lo que la afectación a la empresa es mayor y además se perjudica a quienes compraron sus pasajes y organizaron un reencuentro familiar para esas fechas tan especiales. Otro ejemplo que se me ocurre entre los muchos que hay es el paro de guardavidas en la temporada de playas.

Lo más difícil de medir es hasta qué punto la sociedad puede soportar una medida sindical.

¿Qué sucedería si en la temporada alta del turismo el gremio de los hoteleros parara por tiempo indeterminado cerrando las puertas de los hoteles generando caídas de reservas con el perjuicio millonario para todo el país más allá del sector turístico en sí?

La misma pregunta vale si los trabajadores del puerto pararan las exportaciones o los UTE dejaran de cumplir servicios de mantenimiento. El reclamo tal vez sea legítimo, la medida (suspender las actividades) también, pero no la afectación a todo el trabajo nacional y a sectores ajenos.

Todo esto viene a raíz del conflicto en el sector lácteo -otra vez el conflicto lácteo- que se ha convertido en el paradigma de la torpeza y terquedad sindical, aún en contra de los intereses nacionales.

Aunque parezca alocado el gremio, cuyos representantes supongo fueron elegidos por los trabajadores, tiene todo el derecho de preferir el conflicto a la recuperación salarial. No son los empresarios ni el Gobierno los que deben decirle que están equivocados, esa tarea corresponde a los mismos trabajadores si es que consideran que sus representantes lo están.

El problema es que el conflicto ha escalado al punto de afectar las exportaciones. Para lograrlo anunciaron trabajar con sindicatos afines y dar un paso que escapa de todo sentido común: entrevistarse con embajadores de los países a los que Uruguay exporta productos lácteos para hacerles saber su situación y lógicamente empañar la imagen de nuestro país. Una actitud que de tan baja no tiene calificación.

Mientras tanto el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social se limita a negociar y presentar propuestas que no solucionan nada porque como ha sido claro los trabajadores están dispuestos a todo, incluso perder la recuperación salarial, con tal de no comprometerse a un período de paz sindical.

El sábado 9 de julio recibí un WhatsApp de Justino Zavala en el que puntualizaba sobre los tambos que cierran y cómo se afecta a los productores que son trabajadores como todos los de la cadena láctea con el agregado de que forman parte del eslabón principal sin el cual todo lo demás se desmorona.

“Ayer cerramos una semana más de conflicto en la industria láctea con la información del cierre de 20 tambos en el mes de mayo. Son los que no tienen voz, los que cierran en silencio, dejando en muchos casos una vida de sacrificio y trabajo. Nos debemos la respuesta a la pregunta, ¿No hay nada para evitar esta sangría permanente de tamberos?”, escribió el productor y dirigente gremial de reconocida trayectoria.

Con esa breve reflexión nos plantea el tema y una interrogante que todos nos hacemos, los que están en el sector como los que observamos de afuera.

Se me ocurre un par de interrogantes más: ¿Son los sindicatos -avalados por el PIT-CNT- capaces de hacer todo lo posible con tal de trancar las exportaciones? Ante eso, ¿el Gobierno sólo apela a negociar?

Productor denuncia muerte de pollos por medida sindical.

Productor denuncia muerte de pollos por medida sindical.

El valor de la pérdida fue estimado en unos 100.000 pesos aproximadamente.

Las aves son animales sensibles a los cambios de temperatura. El calor y el frío suelen ser fatales sin equipos de refrigeración y calefacción que mantenga la temperatura estable y acorde a sus necesidades.

En San Bautista un productor denunció la mortandad de 5.000 pollos por la falta de gas que se usa para dar calor a los criaderos. El producto no llegó al establecimiento debido al conflicto en el supergás.

Daniel Bigliante, el productor afectado, dijo el viernes a radio Monte Carlo que en la noche se quedaron sin gas y los pollos no soportaron las bajas temperaturas, la consecuencia fue la muerte de los animales.

Bigliante pidió, a través de la citada emisora, que trabajadores y empresarios se “pongan la mano en el corazón” y que lo auxilien con el abastecimiento para tratar de salvar al resto de los pollos que por ahora han sobrevivido.

El valor de la pérdida fue estimado en unos 100.000 pesos aproximadamente. Si el conflicto no se soluciona, las aves continuarán muriéndose y las pérdidas se multiplicarán.

CADENA DE IMPACTOS.

Aunque la pérdida para el productor es innegable y tiene su propia gravedad, cabe recordar que en el último verano, a raíz de la ola de calor que afectó al país, Uruguay registró la muerte de 400.000 aves ponedoras que semanas después se tradujo en una importante suba de precios de los huevos.

La denuncia de Bigliante es por 5.000 pollos, un total muy inferior por lo que el impacto en el comercio también lo será. Sin embargo, en caso de no alcanzarse una solución al conflicto sindical, cabe esperar que la muerte de animales se de en otros establecimientos incrementando así el número y eso podría generar una cadena de impactos con pérdidas para el productor y toda la cadena, incluso para el consumidor final que deberá pagar más.

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