Argentina, Javier Milei, el Pacto de Mayo y la ausencia del campo.

Argentina, Javier Milei, el Pacto de Mayo y la ausencia del campo.

El pacto en sí mismo “resulta un acierto”, pero se lamenta que el campo no haya sido invitado a participar con su presencia, al menos simbólica.

Buenos Aires, Argentina | Todo El Campo | Hace unos días, la provincia de Tucumán fue escenario del Pacto de Mayo presidido por el presidente argentino, Javier Milei, acompañado de 18 gobernadores, con ausencia del sector rural que no fue invitado y que algunas gremiales lamentan no haber sido consideradas.

El Pacto de Mayo significa el acuerdo de diez puntos clave:

  • La inviolabilidad de la propiedad privada.
  • El equilibrio fiscal innegociable.
  • La reducción del gasto público a niveles históricos, en torno al 25% del Producto Bruto Interno.
  • Una educación inicial, primaria y secundaria útil y moderna, con alfabetización plena y sin abandono escolar.
  • Una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva, simplifique la vida de los argentinos promueva el comercio.
  • La rediscusión de la coparticipación federal de impuestos para terminar para siempre con el modelo extorsivo actual que padecen las provincias.
  • El compromiso de las provincias argentinas de avanzar en la explotación de los recursos naturales del país.
  • Una reforma laboral moderna que promueva el trabajo formal.
  • Una reforma previsional que le dé sostenibilidad al sistema y respete a quienes aportaron.
  • La apertura al comercio internacional, de manera que la Argentina vuelva a ser protagonista del mercado global.

El Pacto de Mayo, que se firmó en julio, lleva ese nombre porque la intención de Milei era rubricarlo el 25 de mayo Día de la Revolución de Mayo de 1810, sin embargo la fecha debió postergarse por no coincidir con los tiempos políticos.

¿Y EL CAMPO?

CRA, la Confederaciones Rurales Argentinas emitió un comunicado en el que cuestiona el Pacto de Mayo por “la ausencia del campo”.

La institución rural señaló que la firma del Pacto de Mayo dejó “una serie de impresiones generadoras de expectativas y esperanzas de un proceso nuevo, tanto político como social, capaz de encontrar un destino común y un acuerdo de políticas públicas consensuadas, tan necesarias como urgentes”.

Por eso “el pacto resulta un acierto”, subraya.

No obstante, menciona la ausencia del campo que debió estar de forma simbólica: “Para que lo firmado nos contenga a todos, la representación, aunque mas no sea simbólica, debió contar con la presencia del campo en su genuina composición, ello en virtud de su distribución territorial y su aporte tanto al proceso productivo como al erario público”.

“CRA, con sus rurales de base, con su federal distribución, a lo largo y ancho del país, lamenta no haber sido convocada pese a la adhesión pública que la misma efectuara sobre los puntos contenidos en el acuerdo”, agrega.

Esa “queja” no se genera desde la vanidad, “sino que consideramos necesario que el diálogo con el campo sea con todos, incluso con quienes podemos tener ideas, propuestas o gestiones que no encuadren con las medidas dispuestas por el actual Gobierno”. “Confiamos en que las autoridades nacionales ampliarán la mirada sobre el sector productor y en el futuro, éstas serán convocadas en mérito a su historia y representación”, concluye.

A Milei no le gusta la libertad de prensa.

A Milei no le gusta la libertad de prensa.

Los autoritarios no ven la diversidad de opinión como un valor en sí mismo, sino como una molestia y una amenaza continua a sus objetivos políticos y de conducción del país que lideran.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Una forma de medir el sentido de la libertad que posee y rige el accionar del presidente de turno de cualquier país democrático es su vínculo con el periodismo y los periodistas.

Mala señal es que la principal figura de un país -cualquiera sea este- tenga una predisposición negativa para con los medios de comunicación y sus trabajadores. Muchas veces ocurre que cuando al mandatario no le gusta los ángulos de la información o las opiniones que se dan por parte de un periodista o medio, opte por ignorarlos, enojarse e incluso maltratarlos, incluso muchas veces en público y sin disimulo.

Una de las maneras de medir el estado de las libertades fundamentales de las personas y las sociedades en un país democrático y libre es la libertad de prensa. Los autoritarios no ven la diversidad de opinión como un valor en sí mismo, sino como una molestia y una amenaza continua a sus objetivos políticos y de conducción del país que lideran. Por eso los autoritarios lo primero que hacen es clasificar los medios y a los periodistas de amigos o enemigos para luego actuar en consecuencia dando entrevistas, asignando publicidad, y hasta tratarlos de una manera u otra según esa cercanía o simpatía.

En Uruguay, desde 1985 a la fecha, el periodismo ha gozado de respeto y la debida consideración por parte de los gobernantes de turno. Salvo hechos puntuales no se puede decir que ninguno de los que presidieron el país desde entonces a la fecha, haya tenido al periodismo como enemigo, a pesar de que hay hechos puntuales que en su momento fueron debidamente condenados.

De todas formas, es importante estar atentos, porque la persecución a la liberad de prensa rara vez llega de un momento a otro, suele darse por etapas, aunque siempre termine en la censura o clausura definitiva de un diario, radio o canal de televisión.

Pero antes de la clausura o la censura abierta e indisimulada siempre hay pasos o escalones previos, que no son tomados por la sociedad con la seriedad que el hecho merece.

Reitero que afortunadamente en Uruguay no tenemos ejemplos de eso. Este Gobierno y particularmente el propio presidente Luis Lacalle han tenido un vínculo muy cercano con los medios, tanto que llega a contradecir algunas teorías sobre la excesiva exposición y el desgaste al que se expone.

Lamentablemente, la historia es distinta en nuestro país vecino, Argentina. Durante muchos años el kirchnerismo ha dado lecciones sobre cómo atropellar medios y periodistas solo porque piensan y opinan diferente.

La llegada de Javier Milei hizo pensar que las cosas podrían cambiar. No se esperaba menos de un hombre que en sus discursos hace de la libertad su mayor valor, pero no fue así y tomemos por ejemplo lo ocurrido esta semana.

Entrevistado por Alejandro Fantino en radio Neura 89.7, Milei manifestó alegría por los problemas económicos que tendría el diario Perfil y se burló infantilmente de su director, Jorge Fontevecchia.

Se refirió al periodista como “tinturelli” y explicó que lo llama así “porque está carmeleado que da miedo”. Y respecto a la situación financiera de Perfil, medio al que calificó de “pasquín”, agregó: “Al margen de eso… pero bueno está camino a la quiebra, así que… ¡qué bueno! Ya quebró una vez y lo salvó un empresario, después lo salvaron los políticos y ahora como no tiene pauta va a la quiebra”.

No es la primera vez que Milei ataca la prensa y a todo periodista que plantea algún cuestionamiento que a él no le gusta.

La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) emitió un comunicado en donde alertó sobre el peligro del discurso del presidente contra el periodismo. Además la respuesta de Fontevecchia no se hizo esperar. En el diario Perfil y los programas de radio en que participa fue enfático: “Le vamos a decir al presidente (Milei): no pudo quebrarnos la dictadura militar, Menem en el momento de los 30 juicios, el asesinato de José Luis Cabezas, tampoco Néstor Kirchner poniendo cero de publicidad oficial, entonces tampoco va a poder quebrarnos usted”.

Es curioso como un presidente de valores tan opuestos al kirchnerismo puede parecérsele tanto en ese escaso sentido de la libertad de opinión y de prensa. No debería sorprendernos, aunque distintos, son dos modelos autoritarios.

Si eso no fuera grave, tampoco se entiende la alegría de Milei por el eventual cierre de una empresa que da trabajo a unas 600 personas.

Video de Lucas Morando.

Milei destraba las importaciones.

Milei destraba las importaciones.

En Argentina “la burocracia estatal ya no tendrá el poder de decidir quién importa un bien y quien no”, aseguró el ministro de Economía de la Nación.

Buenos Aires, Argentina | Todo El Campo | Tal vez ningún Gobierno latinoamericano implementó tantos cambios tan rápidamente como los que está llevando a cabo el presidente Javier Milei que asumió hace apenas 17 días.

Una de las medidas fue la implementación del Sistema Estadístico de Importaciones (SEDI) y la supresión del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), que equivale a decir que liberalizó las compras en el exterior, lo que representa un paso clave en la transformación del país.

El ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, publicó en su cuenta de X @LuisCaputoAR que la medida “normaliza el proceso de importaciones que se encontraba absolutamente trabado, generando mayor presión inflacionaria y desabastecimiento”.

A su vez, defendió la emisión del nuevo bono Bopreal, “que ayudará a los importadores a saldar sus obligaciones atrasadas”.

La primera medida asegura que cualquier emprendedor podrá importar sin esperar el visto bueno estatal como ocurría hasta ahora en una medida que no tiene lugar ni razón de ser en un mundo donde el libre movimiento de mercadería debería ser la norma y no la excepción; y la segunda pone al día a los importadores con sus pagos para que los proveedores vuelcan a confiar en las empresas y en el país.

Caputo comentó en X que “por el lado del flujo” y “después de 15 años, dejan de existir las SIRAs y cualquier otro permiso de importación. La burocracia estatal ya no tendrá el poder de decidir quién importa un bien y quien no”.

Además, la medida “tiene un impacto directo en las PYMES, que van a tener previsibilidad en sus operaciones, ahorrando tiempo y costos, ya que van a tener certeza a la hora de importar”.

“A partir de hoy (26 de diciembre) se podrá importar sin cupos ni prohibiciones de productos”, aseguró.

UNA DEUDA DE US$ 54.000 MILLONES.

El analista financiero y operador de granos, Ec. Salvador Vitelli, elaboró un informe para Romano Group en el que señala que la deuda de los importadores “asciende a US$ 54.000 millones, compuesta por US$ 43.000 millones por parte de importadores de bienes y US$ 11.000 millones de servicios”.

“El stock que más ha crecido en este último tiempo es el de bienes, con un aumento del 96% frente a diciembre de 2021 y 30% servicios”, precisó.

BARTESAGHI: “UN CAMINO MÁS CLARO”.

Sobre la resolución del Gobierno argentina, el uruguayo Ignacio Bartesaghi, director del Instituto de Negocios Internacionales (INI) de la Universidad Católica (UCU) opinó que el SIRA era un “sistema que controlaba y restringía las importaciones en Argentina”, por lo que “es muy buena noticia para Uruguay que el país vecino pueda importar libremente”.

“Si bien todavía quedan muchas otras distorsiones al comercio, el camino parece más claro”, acotó.

BONO BOPREAL.

Sobre el bono Bopreal (Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre) mencionado por Caputo, el 22 de diciembre el Banco Central de la República Argentina (BCRA) informó que “con el objetivo de proveer previsibilidad a los pagos asociados con el stock de deuda comercial de importadores acumulada hasta el 12 de diciembre de 2023” se creó ese instrumento financiero.

Esos bonos “serán ofrecidos como vehículos para canalizar la demanda de divisas de los importadores de bienes y servicios con deudas comerciales por operaciones con registro aduanero o servicio efectivamente prestado hasta el 12 de diciembre de 2023”.

De esa forma, el BCRA “ofrecerá una solución ordenada para resolver la crisis generada por la acumulación de deudas comerciales de importadores a niveles inmanejables en el corto plazo con el stock de reservas disponible, funcionando como nexo puente con la acumulación de reservas asociadas al superávit de balanza comercial proyectado para los próximos años”.

“Los importadores tendrán la posibilidad de adquirir estos instrumentos con la liquidez en pesos que tienen a disposición para hacer frente a sus compromisos con el exterior y recibirán a cambio un flujo de divisas cierto por parte del BCRA”, explicó el banco monetario.

Medidas del nuevo Gobierno argentino “van en el buen sentido”, dijo presidente del BCU.

Medidas del nuevo Gobierno argentino “van en el buen sentido”, dijo presidente del BCU.

“Vemos el paquete de medidas” anunciado por el flamante presiente “como el inicio de un cierto ordenamiento macroeconómico”, opinó. Labat, que agregó: “Por supuesto que somos cautos”

Montevideo | Todo El Campo | Diego Labat, presidente del Banco Central del Uruguay (BCU) dijo que el nuevo Gobierno de Argentina, encabezado por Javier Milei, “va en buen sentido”, y opinó que el impacto en Uruguay será “muy poco”.

“Vemos el paquete de medidas” anunciado por el flamante presiente “como el inicio de un cierto ordenamiento macroeconómico”, opinó al sr consultado por la prensa.

Destacó que Uruguay observa la situación argentina “desde siempre” porque “claramente es un país muy relevante para Uruguay”.

“En principio vimos este paquete de medidas como el inicio de un cierto ordenamiento macroeconómico. Por supuesto, somos cautos, y hay que mirar las reacciones, mirar cómo va evolucionando», dijo a la prensa.

Sobre los efectos que tendrán en nuestro país, Labat señaló: “Creo que en el muy corto plazo, muy poco en Uruguay. Lo que sí vamos a empezar a ver es un orden macroeconómico. Van en buen sentido: en el orden fiscal, en el ordenamiento del mercado cambiario”.

La inflación argentina está por encima del 140% anual, y los pasos que dará Argentina desde el punto de vista de sus políticas económicas y financieras, de lo cual es responsable el ministro de Economía Luis Caputo, son positivas para bajar el peso inflacionarios y otros “problemas” que sí “terminan impactando en la economía uruguaya”.

Respecto a la evolución que puede tener el dólar en Argentina y si eso golpeará a Uruguay, dijo que eso no sucederá: “Hace tiempo que los movimientos cambiarios no tienen mucho impacto en Uruguay, no parece que fuera a pasar”.

Bartesaghi: Con Milei “vamos hacia un nuevo Mercosur”.

Bartesaghi: Con Milei “vamos hacia un nuevo Mercosur”.

El analista de la Universidad Católica considera que con Javier Milei comienza una nueva era para el Mercosur, que considerará de forma diferente los intereses de Uruguay sobre un acuerdo con China y el ingreso al CPTPP.

Montevideo | Todo El Campo | En las últimas horas y debido al cambio de rumbo de Argentina con la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada, y la salida del Alberto Fernández, Ignacio Bartesaghi fue entrevistado en el programa Arriba Gente de Canal 10 y el diario porteño El Economista.

Bartesaghi es doctor en Relaciones Internacionales y director del Instituto de Negocios Internacionales (INI) de la Universidad Católica del Uruguay (UCU).

Dijo que con Javier Milei como presidente de Argentina “definitivamente, vamos hacia un nuevo Mercosur y un reequilibrio de fuerzas en la región”.

Ese equilibro nuevo de las “fuerzas en la región” supone “una Argentina y un Brasil que hablan menos”, lo que sería favorable para Uruguay y Paraguay porque les “abre el juego”, dijo Bartesaghi en el programa Arriba Gente.

Los anuncios realizados por el nuevo mandatario fueron escasos, “pero sí muy coherentes en el diagnóstico que hace de la situación económica argentina, que es muy grave” respecto a los niveles de endeudamiento, la inflación, los problemas para operar en el comercio internacional, el tipo de cambio y las transacciones al exterior.

Todas esas situaciones implican que “se le han cortado las libertades a los argentinos”.

Desde ahora Argentina es el país del continente con menos ministerios debido a un recorte que hizo Milei, sobre eso, Bartesaghi comentó que se deberá observar y ver si el hecho de que haya muchos menos ministerios se traduce en un ajuste, porque aún no se anunció qué sucederá con los funcionarios de esas carteras.

También destacó la extensión del presupuesto de 2023 para 2024, lo cual es un ajuste en sí mismo, teniendo en cuenta los niveles de inflación de 142,7% a octubre.

Son señales de ajuste “que va a tener sus impactos”, y una vez que se estabilice el país generará empleo y más riqueza para los argentinos.

TEMAS DE MAYOR TENSIÓN.

Por otra parte, Bartesaghi dijo a El Economista que “en Uruguay hay mucha expectativa con Milei” porque quedó atrás la “mala” relación entre Luis Lacalle y Alberto Fernández. “Ha sido mala en lo que tiene que ver con las discusiones en el Mercosur, donde Argentina siempre se ha mostrado inflexible con la posición de Uruguay respecto a la flexibilización de bloque y la discusión sobre su modernización”.

Sobre el Mercosur reiteró el concepto vertido en Arriba Gente, y profundizó señalando: “Con Milei hay un equilibrio de fuerzas en la región”, a partir del cual “Brasil tiene que dialogar con un dirigente que piensa distinto en muchas cosas y piensa más parecido a Uruguay en otras. Por eso, si bien Brasil sigue siendo Brasil, y es definitivo en muchas decisiones que se toman en el bloque, la posición de Uruguay adquiere un poco más de fuerza”.

La mayor tensión se encuentra relacionada con cuestiones como los dragados, todos los temas portuarios, a lo que se suma la administración conjunta de los recursos, es decir, lo que tiene que ver con nuestras comisiones bilaterales. Tampoco se puede descartar que resurjan los problemas sobre las plantas de celulosa. Pero destaco fundamentalmente el tema de las comisiones, tanto del Río de la Plata como del río Uruguay”, especificó.

EL PESO ARGENTINO Y LA BRECHA CON URUGUAY.

Otro punto mencionado por Bartesaghi y de importancia para Uruguay es el valor del peso argentino: “Imaginamos una moneda argentina con mayor peso en lo que refiere a evitar esta brecha económica con Uruguay”.

Hay una gran cantidad de áreas en las cuales esperamos una mejora con Milei. Por supuesto, siempre con la incertidumbre que generaba como candidato, aunque hoy un poco más matizado tras su asunción”, expresó.

Señaló que “con Milei hay una posibilidad de que se habilite avanzar en un acuerdo bilateral con China o que Uruguay ingrese al CPTPP”. En ambos casos va a pesar la opinión de Brasil, “pero creo que hoy estamos mejor que hace un tiempo cuando teníamos los contundentes ‘no’ de Lula da Silva, (Alberto) Fernández y (Sergio) Massa”.

“Pero insisto con que Uruguay no quiere sacarle ventaja al resto de los miembros del Mercosur cerrando un TLC con China. Si lo quieren cerrar todos, fantástico. Pero si no lo quieren, necesariamente Uruguay quiere avanzar”, añadió.

Foto La Nación.

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