Ceres: El próximo Gobierno no tendrá margen para aumentar gasto ni impuestos, y deberá mejorar la eficacia del Estado.

Ceres: El próximo Gobierno no tendrá margen para aumentar gasto ni impuestos, y deberá mejorar la eficacia del Estado.

Claves en la antesala del año electoral: La ruta para avanzar hacia el desarrollo

Montevideo | Todo El Campo | El director de Ceres, Ignacio Munyo, advirtió que “Uruguay avanza lento, pero bien orientado, aunque es clave acelerar la marcha y evitar retrocesos”, y que el próximo gobierno “no tendrá margen para aumentar el gasto ni para subir impuestos” por lo que habrá que apelar a incrementar la “eficacia del Estado”.

El economista afirmó que eso “es un gran cuello de botella para el desarrollo” y que será clave lograr un “adecuado diseño de las políticas públicas” con “buena implementación para que funcionen correctamente”.

“Uruguay arranca el año electoral con una economía con bajo crecimiento, relativamente cara y con una situación fiscal delicada”, dijo Munyo, y destacó que “el próximo gobierno debería extremar esfuerzos para lograr incorporar gerentes profesionales n cargos de alta especialización dentro el Estado”.

En la presentación de fin de año de Ceres ante sus socios, Munyo dijo que “es hora de avanzar en la calidad de un Estado que ayude, impulse, trate a las personas con justicia y dignidad, pero que jamás sustituya a la sociedad en la toma de decisiones”.

El encuentro empresarial fue este martes 28 en el Club de Golf de Punta Carretas, con la conferencia, titulada “¿Qué necesita Uruguay para avanzar en el camino del desarrollo? Reflexiones en la previa del año electoral”.

Munyo presentó un Monitor de Desarrollo de Uruguay, diseñado para comprender con ecuanimidad la situación del país en la materia. Este monitor no solo ayuda a visualizar “lo que se está haciendo”, sino también lo que se debe continuar haciendo, y a una mayor velocidad, explicó.

Advirtió que un “serio inconveniente” en ese sentido sería la eventual aprobación del plebiscito que impulsa el PIT-CNT para incluir en la Constitución un régimen único de seguridad social en manos del Estado. “El efecto dañino es muy grande”, afirmó ante unos 400 invitados.

UNA DESACELERACIÓN GLOBAL.

Dado que los factores externos ejercen una fuerte influencia en la dinámica económica de Uruguay, representando dos tercios de los movimientos de la actividad económica, el director ejecutivo de Ceres describió la tendencia tanto a nivel mundial como regional.

El mundo experimenta una «fragmentación global» debido a conflictos como la guerra en Ucrania y el enfrentamiento entre Hamás e Israel, con impacto internacional. La economía muestra una desaceleración, proyectándose un crecimiento del 3% en 2023, menor al del año anterior, y una disminución aún más pronunciada en 2024. Se anticipan precios de alimentos y petróleo estables, aunque condicionado al desarrollo del conflicto en Medio Oriente.

En el ámbito regional, destaca la transición en Argentina hacia el gobierno de Javier Milei, que se compromete con un riguroso plan de reducción del gasto equivalente al 15% del PBI, a implementar en un gobierno con minoría legislativa. En Brasil, se observa una mejor performance inflacionaria y de crecimiento, con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva apurado por concluir el acuerdo Mercosur-UE.

Estabilidad macro En medio de la incertidumbre, Uruguay demuestra una gestión macroeconómica como política de Estado, siendo apreciada por inversores y calificadoras de crédito a nivel internacional. Esta percepción favorable de los mercados se refleja en un riesgo país de 87 puntos básicos, el más bajo de la región.

No obstante, Munyo precisó que el crecimiento es “escaso” y, además, como muestra el tipo de cambio real bilateral con los principales socios comerciales, es “muy caro” para los negocios.

Por otra parte, expresó su preocupación por la evolución del déficit fiscal del país (4,4% a setiembre), el mismo que en 2019, así como por el aumento de la deuda pública (68,2% del PBI), mayor a cuatro años atrás. En ese sentido, también mencionó que en el periodo actual hubo un incremento del gasto público de 2,9%, lo que deja niveles de gasto público en el entorno del 30% del PBI, similar a lo que se tuvo en los últimos 10 años.

En preludio a la campaña electoral, afirmó que “no hay margen para aumentar el gasto ni subir impuestos”.

MONITOR DE DESARROLLO.

Durante su conferencia, Munyo presentó el Monitor de Desarrollo de Uruguay de Ceres, el cual abarca cuatro pilares de progreso multidimensional: crecimiento, bienestar, convivencia social y sostenibilidad ambiental. Este monitor exhibe la evolución de los últimos años y realiza comparaciones a nivel internacional.

Hasta mediados de la década de 1950, Uruguay se situó dentro del rango del crecimiento económico en comparación con los países que integran el Grupo Objetivo (GO), compuesto por 17 países que comparten tamaño y calidad de la democracia, y tienen un alto estándar de desarrollo humano. Sin embargo, el país gradualmente comenzó a alejarse de esa tendencia en los años subsiguientes.

En el pilar de Crecimiento (inserción internacional, inversión, crédito y capital humano), Uruguay se encuentra significativamente por debajo de este grupo de referencia.

En materia de inserción internacional, Munyo comentó que el país no ha cambiado mucho en la última década. La apertura comercial es menos de la mitad del GO.

Estimó que es posible acercarse a los países de referencia mediante la aprobación de acuerdos como el del Mercosur y la Unión Europea. Además, según estudios de CERES, sectores como las energías renovables, el riego y la pesca se destacan como áreas que podrían contribuir significativamente al aumento de la oferta exportadora.

Otro componente clave del crecimiento, como es el crédito, también enfrenta problemas debido a la falta de un mercado de capitales robusto y una excesiva regulación que genera costos elevados que limitan la rentabilidad y desincentivan el negocio.

El pilar de Bienestar (salud, vivienda e ingreso) también indica la necesidad de un esfuerzo mayor, dijo el director ejecutivo de Ceres.

Con una esperanza de vida de 78 años, el país se encuentra aproximadamente cuatro años por debajo del promedio del GO, lo que indica la necesidad de introducir mejoras.

En el caso de la pobreza, la situación que muestran las cifras es peor con relación al GO. Mientras 9,9% de la población está en una situación de pobreza, en los países comparables es apenas 1,4%.

Munyo dimensionó la “delgada línea de la pobreza”: más de 200 mil personas viven, en promedio, en condiciones similares a las de los 353 mil definidos como pobres.

El énfasis debería centrarse en la primera infancia, ya que es durante esta etapa de la vida donde se define gran parte del futuro. Es aquí donde “se juega el partido”, señaló.

La situación habitacional podría considerarse mejor que otros indicadores de bienestar, aunque esto no significa que esté exenta de problemas. Esta observación del director ejecutivo de Ceres resalta una realidad preocupante: más de 200.000 personas viven en más de 650 asentamientos.

Reconociendo las políticas para paliar el déficit habitacional, criticó la dispersión de programas que involucran hasta siete entidades públicas.

El pilar de Convivencia Social (equidad, marginalidad y seguridad) también suscita inquietud. Mientras que en el conjunto del GO, el 10% de mayores ingresos es 7,7 veces más rico que el 10% más pobre; en Uruguay esta brecha es de casi el doble.

La desigualdad educativa es motivo de preocupación para Munyo. Aunque reconoce el impacto positivo de diversas políticas, resalta la falta de coordinación entre los distintos actores institucionales, poniendo especial énfasis en la “vulnerabilidad laboral” derivada de la exposición a la automatización y la inteligencia artificial (IA).

Otra inquietud de gran magnitud, que él considera “un drama”, es la marginalidad, un componente crucial de la Convivencia Social. La tasa de 438 presos por cada 100.000 habitantes (15.000 personas) supera en más del cuádruple la realidad del GO, y resaltó que la reincidencia es del 70%.

El economista destacó la efectiva orientación de las políticas gubernamentales para abordar la liberación diaria de 26 personas, un problema social.

Reconoció que la agenda de seguridad avanza en la dirección correcta, pero al mismo tiempo señaló que el país aún se encuentra distante de la realidad del GO en este ámbito.

En la exposición de Munyo, se destacó el progreso en la sostenibilidad ambiental en la producción de energía a partir de fuentes renovables y en la reducción de emisiones netas de gases de efecto invernadero. Sin embargo, no se observa el mismo avance en la gestión de residuos plásticos, área en la que aún queda mucho por hacer.

LA EFICACIA DEL ESTADO.

Según la exposición de Munyo, se infiere que la dificultad del modelo uruguayo no reside en la orientación, sino en la velocidad.

En sus palabras, “el Estado no es operativo para salir de la inercia en la que estamos”.

Según evidencia de recientes estudios internacionales, Uruguay se enfrenta al desafío de mejorar la calidad, la confianza y la efectividad de sus normativas gubernamentales, lo cual Munyo describió como las prácticas de un “buen gobierno”.

Para superar los obstáculos, el director ejecutivo de Ceres ve con optimismo la actual reforma del Estado en marcha, la cual busca mejorar los incentivos a través de cambios en la carrera administrativa. No obstante, advirtió que estos cambios serán lentos, ya que no son fáciles de implementar.

En la misma línea, hizo alusión al proyecto de ley aprobado en Diputados que busca mejorar la coordinación y el ordenamiento de las políticas públicas dirigidas a la atención de la primera infancia, niñez y adolescencia.

Con el objetivo de abordar los problemas del Estado, Munyo propuso el plan «100 orientales», que establece puestos gerenciales profesionales para mejorar la eficacia de la administración pública.

Esta medida ayudaría a superar las deficiencias estatales en la implementación de políticas. “Es hora de avanzar en la calidad de un Estado que ayude, impulse, trate a las personas con justicia y dignidad, pero que jamás sustituya a la sociedad en la toma de decisiones”, afirmó.

El crecimiento robusto de la forestación tiene un alto efecto multiplicador en la economía, sin descuidar el medioambiente.

El crecimiento robusto de la forestación tiene un alto efecto multiplicador en la economía, sin descuidar el medioambiente.

La actividad forestal genera empleos con menor riesgo de automatización que el empleo en el resto de los sectores de la economía, según estimaciones de Ceres.

Montevideo | Todo El Campo | De acuerdo con un estudio llevado a cabo por el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), el sólido crecimiento de la industria forestal en Uruguay a lo largo del tiempo no solo genera un efecto multiplicador mayor que en otros sectores de la actividad económica, sino que también refleja un compromiso con la protección del medio ambiente.

Estos logros no se explican sin la estabilidad de políticas públicas apropiadas, de acuerdo a este informe especial que el director ejecutivo de Ceres, el doctor en Economía Ignacio Munyo, presentó el miércoles 8 en el Auditorio del Word Trade Center Montevideo.

El trabajo, titulado “La producción forestal en Uruguay: un sector líder y sostenible”, revela que la estabilidad institucional y las garantías jurídicas del país han sido los pilares del auge del sector, factores fundamentales para atraer inversiones a largo plazo. Asimismo, se destaca la implementación de políticas tributarias favorables en el comienzo que han impulsado el desarrollo productivo y que han sido respaldadas por gobiernos de diferentes orientaciones políticas, para luego ser retiradas en el caso de las plantaciones con destino celulósico, de acuerdo con su crecimiento.

En la actualidad, las plantaciones con destino a la industria celulósica, componente mayoritario de la forestación recibe un tratamiento fiscal comparable a otras actividades primarias.

El trabajo aborda además el desarrollo de la industria forestal, fundamentado en un análisis integral de los resultados y proyecciones de aspectos como la actividad, las exportaciones y la creación de empleo, así como su papel relevante en múltiples aspectos de la economía.

Las políticas estatales orientadas hacia un sector relativamente nuevo de la matriz productiva, junto con la disponibilidad de tierras adecuadas para plantaciones de árboles, constituyen los cimientos de un crecimiento sostenible.

A su vez, la actividad forestal genera empleos con menor riesgo de automatización que el empleo en el resto de los sectores de la economía, según estimaciones de Ceres.

La industria forestal no solo es un sector relevante, sino que también representa un paradigma positivo de la economía circular, lo que implica que su enfoque de desarrollo contribuye de manera significativa a la reducción del desperdicio de recursos y a la minimización de la generación de residuos. Esto se traduce en la promoción de la reutilización, la reparación, el reciclaje y la renovación de productos y materiales, fomentando la creación de un ciclo continuo en el que los recursos y productos se mantienen en uso durante el mayor tiempo posible.

Desde la perspectiva del calentamiento global, se destaca su papel clave en la reducción de las emisiones netas de carbono.

Además, se sostiene que el impacto ambiental se controla significativamente mediante el cumplimiento de certificaciones internacionales, reglamentaciones de los ministerios de Agricultura, Ganadería y Pesca, y el de Medio Ambiente, que garantizan una supervisión adecuada, además del extendido cumplimiento del Código Nacional de Buenas Prácticas Forestales.

El informe arriba a conclusiones de suma relevancia para el desarrollo, destacando que la forestación genera encadenamientos productivos significativos y tiene un efecto multiplicador mayor que otros sectores de actividad.

Sentencia que, con demanda internacional pujante y ante un incremento en las inversiones en el sector, la industria forestal se posiciona como un poderoso impulsor para el desarrollo de la economía uruguaya.

Ec. Munyo: La baja del dólar es “una situación problemática muy grave” que no se va a solucionar en los próximos años.

Ec. Munyo: La baja del dólar es “una situación problemática muy grave” que no se va a solucionar en los próximos años.

El economista dijo que es una situación problemática muy grave con un atraso cambiario importante en el entorno del 25%. No hay una solución en el corto plazo porque salir de esta trampa implica conflictos importantes.

Montevideo | Todo El Campo | El director ejecutivo del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), el Ec. Ignacio Munyo, sostuvo que la caída del dólar es un problema muy grave que no va a solucionarse en los próximos dos años, y que cualquier movimiento que se haga en ese sentido puede generar conflictos de diversa índole.

El economista expresó que actualmente, y a diferencia del año pasado, se está dando una caída global del dólar: “En el mundo el dólar hoy tiene una tendencia decreciente”, y explicó que lo que pasa en Uruguay con la caída del peso no muestra una “gran diferencia respecto a las demás monedas del mundo porque es el dólar el que ha caído”.

Diferente era lo que sucedió el año pasado cuando la tendencia de la moneda estadounidense en el mundo era al alza y en Uruguay bajaba: Se observa una “diferencia con de lo ocurrido el año pasado donde ahí sí se dio un divorcio claro y muy grande entre el comportamiento del dólar en Uruguay y el resto del mundo” porque “mientras el dólar aumentó en todo el mundo en Uruguay cayó y eso hizo que Uruguay quedara caro”, expresó.

Lo que está pasando este año en Uruguay es que continúa ese proceso bajista, “pero acompañado por el resto de los países”.

Esa es “una situación problemática muy grave” con un “atraso cambiario importante en el entorno del 25%”, pero “no va a tener una solución en el corto plazo porque salir de esta trampa implica conflictos importantes”.

Por ejemplo, conflicto “con la planificación macroeconómica establecida, conflicto con los sindicatos, con las pautas del Gobierno y el compromiso de recuperación del salario real”.

Además, si uno quisiera llevar a Uruguay a una mejor competitividad ante este dólar, se generarían “conflictos con empresas de distintos sectores que compiten entre sí”, agregó.

Las declaraciones de Munyo fueron a la prensa en el marco del primer Desayuno Ceres que se realizó el miércoles 21 de junio en el Club de Golf.  Foto de Karen Spalter.

¿Cuáles son las claves para un crecimiento sostenido y a largo plazo?

¿Cuáles son las claves para un crecimiento sostenido y a largo plazo?

En un evento de ACDE participaron Ana Balsa, Javier de Haedo, Ignacio Munyo, Gabriel Oddone y Ricardo Pascale.

Montevideo | Todo El Campo | Buscando fomentar la reflexión y el intercambio de ideas acerca de los desafíos de Uruguay para crecer, la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) llevó adelante un conversatorio con la consigna “Claves para un mayor crecimiento sostenido en Uruguay”, que reunió a diversas autoridades del ámbito público y privado.

Con la moderación del periodista Emiliano Cotelo, los oradores fueron la profesora e investigadora de la Universidad de Montevideo (UM), Ana Inés Balsa; el director del Observatorio de la Coyuntura Económica de la Universidad Católica del Uruguay, Javier de Haedo; el director ejecutivo del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), Ignacio Munyo; el socio de CPA Ferrere, Gabriel Oddone; y el profesor de la Universidad de la República e investigador Ricardo Pascale.

Cada uno compartió su postura sobre qué debería hacerse para lograr un mayor crecimiento, en el entendido de que esto permitirá dedicar mayores y mejores recursos para abatir la pobreza, la marginalidad, generar más y mejores trabajos y un mayor bienestar de la sociedad en general.

BALSA: LOS CAMBIOS DISRUPTIVOS EN LOS PROCESOS PRODUCTIVOS.

En su intervención, Balsa hizo referencia a la era actual y a los cambios disruptivos que se han producido en los procesos productivos, que registran una alta automatización y digitalización, además de innovaciones permanentes.

Si bien destacó que el ritmo acelerado de la innovación “tiene la potencialidad de aumentar la productividad y de darnos mayores ingresos y niveles de bienestar”, advirtió que “también marca desafíos asociados a los procesos de automatización”, relacionados con la incertidumbre, los altos niveles de estrés, la desigualdad y la desprotección financiera provocada en quienes son sustituidos por dispositivos tecnológicos.

DE HAEDO: LAS REFORMAS ESTRUCTURALES SON EL CAMINO PARA EL CRECIMIENTO.

A su turno, De Haedo mencionó que según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) la tasa de crecimiento de la economía a largo plazo está en 2,1% y las proyecciones para fin de este siglo la hacen bajar a 1,7%.

Consideró que “es muy bajo ese crecimiento económico a largo plazo para un país en nuestro estadio de desarrollo y más todavía para la demanda de políticas públicas que tiene nuestra sociedad”.

Por lo tanto, opinó que “las reformas estructurales son el camino para el crecimiento a largo plazo, tal como nos enseña la historia”.

MUNYO: EL EJE DE LA AGENDA DEBE SER EL TRABAJO.  

Por su parte, Munyo señaló que la agenda del futuro del Uruguay debe tener como eje el futuro del trabajo, porque implica una transformación central en las personas y alinea una serie amplia de políticas públicas.

A su vez, resaltó la necesidad de “sostener la inversión pública con crecimiento”, pero “repartiendo diferente”.

“Hay que pensar en nuevos instrumentos para la reconversión y reinserción de las personas, que son muchas y van a necesitar una intensa ayuda del Estado, pero siempre pensando en que la decisión final en las políticas sociales de recapacitación, de reinserción, la tiene el individuo y no un Estado que toma las decisiones”, agregó.

ODDONE: REFORMAR PARA ACHICAR LA BRECHA CON AQUELLOS QUE QUEREMOS PARECERNOS.

Para Oddone, Uruguay debe “acelerar el crecimiento para acortar la brecha con los países con los que queremos parecernos, porque nuestro modelo de convivencia depende exclusivamente de generar más riqueza”.

Afirmó que es necesario “hacer un esfuerzo decidido en mejorar la productividad de los factores en Uruguay y eso requiere reformas que tienen que ver con la inserción externa, que está obsoleta”.

“El problema que tenemos es que el 80% de la población uruguaya trabaja en el sector no transable. ¿Dónde va a trabajar la gente de este sector, que tiene que ser reducido en su tamaño? ¿Es el sector transable que lo va a ocupar? ¿Dónde están las habilidades educativas del sector no transable, al que tenemos que mover hacia el transable? El punto central es que hemos hecho las cosas mejor en los últimos 30 años frente a lo que veníamos haciendo antes, pero nuestro crecimiento no es sostenible en el tiempo y hemos vuelto a nuestro crecimiento mediocre. Si no introducimos reformas en la nueva generación, tenemos un problema”, apuntó.

PASCALE: LA ESTABILIDAD Y LA CULTURA ECONÓMICA.

En la misma línea, Pascale indicó que Uruguay ha tenido un lento crecimiento con sinuosidades y “lo que más preocupa es la divergencia que estamos teniendo con otros países que eran nuestros referentes”. En este contexto, su proyección es que “la divergencia será mayor aún”.

De todas formas, destacó la estabilidad y la cultura económica del país, así como su democracia plena y “una distribución del ingreso que es de las mejores de América Latina”.

ROSARIO GONZÁLEZ: FACILITAR EL DIÁLOGO EN UN MOMENTO DE INCERTIDUMBRE REGIONAL Y MUNDIAL.

La presidenta de ACDE, Rosario González Stewart, resaltó que “la misión” de esa institución es la de dar apoyo “a los dirigentes de empresas para transformar sus negocios e incidir en el entorno a través de una gestión basada en la dignidad de las personas y el bien común”. Esos son “valores presentes a la hora de dirigir nuestras organizaciones, con las personas en el centro de nuestra actividad”.

En el cierre, González Stewart expresó que los dirigentes de empresas tienen el deber de redoblar esfuerzos para profesionalizar la gestión centrada en las personas y con un desarrollo empresarial inclusivo.

“También somos conscientes que todo lo que hoy hemos conversado exigirá una capacidad de diálogo abierto y honesto, que se base en la confianza de las partes. Queremos contribuir facilitando ese dialogo en un momento de la historia donde hay mucha incertidumbre regional y mundial”, agregó.

“Para promover ese diálogo, seguiremos desarrollando actividades para intercambiar sobre cómo llevar a cabo estas claves del crecimiento y así poder comprometer a quienes son actores relevantes para lograr los cambios, organizaciones empresariales, políticas, gremiales, educativas y sociales, para combatir la pobreza y la marginalidad”, concluyó.

Foto y texto en base a Quatromanos.

Extender el riego: un salto de calidad para la productividad del sector agropecuario.

Extender el riego: un salto de calidad para la productividad del sector agropecuario.

Ceres presentó informe sobre riego en la Expoactiva. Propone estudiar la viabilidad y el impacto económico de implementar una mayor cantidad de sistemas de riego en la ganadería y en los cultivos. Según Ceres, Uruguay puede dar un salto de calidad productiva.

Soriano | Todo El Campo | Uruguay tiene con la expansión del riego la oportunidad de dar un salto de calidad en su producción agropecuaria, además de promover la descentralización a partir del impacto total que generan la inversión y la producción adicional, según el estudio “Riego y productividad. Potenciales beneficios de la expansión del riego en Uruguay» presentado por Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres).

Los resultados son contundentes: en caso de alcanzar las 300.000 hectáreas bajo riego de maíz y soja en 2030 (hoy casi 40.000) y se introduzca en ganadería 250 módulos de riego cada año por ocho años, el impacto total en el año que se alcance el objetivo -justificado por el aumento de la producción adicional y la inversión- alcanzaría el 4,8% del PBI.

Luego de este año, apoyado únicamente por el aumento en la productividad en ambas prácticas, la actividad económica del país sería 3,1% mayor, cada año, en comparación a si se tuvieran las mismas hectáreas regadas que en la actualidad.

Además, la expansión del riego en la lechería, por ejemplo, genera también un incremento en la productividad que sería pertinente ahondar con mayor profundidad una vez se cuente con investigaciones más actuales que permitan analizar su impacto a nivel extendido.

ALGUNOS NÚMEROS.

Esto repercute de un modo favorable en el empleo y en los ingresos del Estado por pagos de tributos. Cada año, este aumento en las hectáreas regadas generaría poco menos de US$ 80 millones por concepto de Impuesto a las Rentas de las Actividades Económicas (IRAE) y de US$ 70 millones por un aumento del consumo de energía eléctrica.

La introducción del riego ha permitido un aumento en el rendimiento de más del 80% en maíz y del 40% en soja, en promedio en los últimos seis años. En temporadas con escasas precipitaciones, el riego logró que los rendimientos más que se dupliquen en ambos cultivos.

Por otra parte, la implementación del riego en la ganadería muestra un aumento significativo en la tasa de procreo y en los kilogramos obtenidos.

Con vista en estos resultados, Ceres propone un conjunto de políticas públicas y medidas concretas. Entre ellas, el lanzamiento de un Plan de Energía para lograr extender las líneas energéticas; conservar el régimen de la Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones (Comap) e impulsar la extensión a empresas agropecuarias que ya contribuyen a la expansión del riego y hay espacio para crecer; más alternativas de financiamiento y actividades de difusión en torno a la implementación del riego entre los productores. La instalación de sistemas de riego significa inversiones de largo plazo que solo es posible proyectar con rigor si permanecen y refuerzan las actuales políticas públicas que han contribuido al mejor desempeño del sector agropecuario.

Por esto, vale la pena remover las trabas actuales y apretar el acelerador para impulsar una política de Estado de expansión del riego que ha trascendido gobiernos en Uruguay.

INFORME COMPLETO.

A continuación, el informe completo “Riego y productividad: potenciales beneficios de la expansión del riego en Uruguay”, presentado por el Ceres en la Expoactiva.

Pin It on Pinterest