Oferta muy alta, superinflación, tipo de cambio atrasado, precios FOB un 25% inferiores a un año atrás, caída de los salarios reales. Es difícil apostar a una recuperación significativa de los precios reales. Dato: las existencias ganaderas resultan hoy las mismas que 30 años atrás.
Ignacio Iriarte | Buenos Aires, Argentina | Todo El Campo | En el actual contexto de superinflación y tipo de cambio atrasado, con alta ocupación de los feedlots, es difícil apostar a una recuperación significativa de los precios.
En el último año, de abril a abril, los precios reales del novillo han caído un 20%. El novillito de consumo, un 20%, y el novillo Hilton, un 25%; mientras que la vaca gorda ha perdido un 30%; la vaca conserva un 45%, y el ternero de invernada, un 36%. La faena se mantendrá muy alta por lo menos hasta agosto-setiembre: en el caso de la vaca, se espera que la faena se acerque a los récords históricos hacia mediados de año, con tactos que se están haciendo más tarde y con campos –y vacas– en muy mal estado en gran parte del país.
En el caso de la hacienda liviana de consumo, los altísimos niveles actuales de ocupación en los feedlots aseguran que por varios meses más (¿hasta setiembre u octubre?) la oferta de los corrales será también cercana a los récords históricos.
Si el invierno viene mal, aumentaría la faena de vacas y se mantendría muy alta la ocupación de los feedlots.
Oferta muy alta, superinflación, tipo de cambio atrasado, precios FOB un 25% inferiores a un año atrás, caída de los salarios reales. Hasta bien entrada la primavera, cuando se recuperen pasturas y pastizales naturales y el productor recupere margen de maniobra, es difícil apostar a una recuperación significativa de los precios reales.
STOCK
Al 31 de diciembre del 2022, el stock ganadero nacional alcanzaba los 54,24 millones de cabezas, unas 827.000 (+1,5%) más que a fines de 2021.
La provincia de Buenos Aires incrementa su stock en 198.000 cabezas (+1%); Entre Ríos, en 188.000 cabezas (+4,3%); Santa Fe, en 94.000 (+1,5%); Chaco, en 127.000 (+5,5%); Formosa, en 58.000 (+3,7%), y La Pampa, 133.000 cabezas (+4,1%). Mientras que las existencias caen en Córdoba (-0,2%), en San Luis (-1,3%) y en Santiago del Estero (-7%), y se mantienen sin cambios en Salta y en Corrientes.
Por otra parte, al 31 de diciembre pasado se registraron 672.000 terneros más (+4,6%) que a fines de 2021, y Buenos Aires aportó 168.000 terneros adicionales; Entre Ríos, 109.000; Chaco, Santa Fe y La Pampa, unos 70.000 terneros más cada provincia, mientras que Formosa tiene 61.000 terneros más y Córdoba, 44.000 terneros adicionales.
Este aumento de 672.000 terneros en el stock registrado a diciembre último se dio con un incremento simultáneo de 313.000 vacas, lo que revela que la relación ternero/vaca habría mejorado unos dos puntos porcentuales en 2022, hasta llegar a un cociente del 66%, el índice más alto de los últimos 20 años. La productividad de la cría viene creciendo sostenidamente, con una mejora ostensible de los índices reproductivos en los últimos 10 años.
Es muy probable que la seca traiga un fuerte retroceso en los índices de procreo del ejercicio 2022/2023, pudiéndose estimar que una caída de 4-5 puntos en la tasa de preñez significaría una caída superior al millón de terneros en la parición 2023 (destete 2024).
Al efecto menor preñez, habrá que agregar el menor número de vacas que probablemente se encuentren a fines de 2023, como consecuencia de una faena de vientres superior a la de equilibrio y también de la mortandad de vacas que podría registrarse el próximo invierno.
Pese al módico aumento del stock registrado durante 2022, las existencias ganaderas resultan hoy las mismas que 30 años atrás. La relación stock bovino/población humana, que hace 45 años era de 2,20 a 1, hoy se ha reducido a 1,18 cabezas por habitante. (www.salvadordistefano.com.ar).
Ignacio Iriarte analiza la evolución de la oferta y de los precios ganaderos y el alto nivel de encierre en los corrales.
Ignacio Iriarte | Buenos Aires, Argentina | Fifra* | Todo El Campo | Toda la recuperación de los precios de la hacienda, que en algunas categorías como el novillo desde diciembre pasado supera el 50%, se ha dado en el marco de una elevada oferta ganadera.
La mayoría de los operadores ha atribuido la reciente suba de precios de la hacienda a una restricción de la oferta. En enero la faena fue la más alta de los últimos quince años, y en febrero los datos provisorios de faena (Senasa, DTE**) que se van conociendo indican que la faena del último mes alcanzó las 57.000 cabezas diarias, un 3% por encima de los ya elevados niveles de enero pasado. No hubo una restricción de oferta, al contrario, la faena se ubica en el primer bimestre de 2023 en un nivel mucho más alto que en los meses anteriores.
No puede atribuirse esta suba del precio del novillo a la incipiente recuperación de los precios FOB, que es importante en el caso del Hilton (+50% en dos meses), pero que es muy modesto en el caso de China.
Es cierto, por otro lado, que la treintena de grandes plantas exportadoras les sorprendió esta suba del ganado en un nivel importante de actividad (Hilton, 481, Israel, Rusia) y no tuvieron más remedio -en el caso del novillo- que acompañar desde atrás la suba del novillo, convalidando semana a semana los incrementos.
El recurso de parar las plantas uno o dos días a la semana, o de adelantar las vacaciones del personal, no logró interrumpir la escalada de precios.
Ahora, con los primeros días de marzo se observa una aceleración de los envíos a faena, con mucha vaca en ferias y en Cañuelas y una importante oferta de novillos, la mayoría “feedloteado”.
Sorprende el nivel de reservas forrajeras con que trabaja en general el invernador argentino, reservas que le han permitido mantener alta la oferta de novillos en una situación forrajera extremadamente crítica.
Al 1° de marzo, y según Senasa, habría 1,64 millones de cabezas encerradas en los feedlots, un 4,2% más que en marzo del 2022.
Pese al elevado nivel de pérdidas económicas de los meses previos, la cantidad de hacienda encerrada sigue siendo muy alta. El ganado engordado por cuenta de matarifes y frigoríficos que no ha sido repuesto al finalizar su ciclo, ha sido reemplazado por hacienda propiedad de invernadores y criadores, que a causa de la seca ya no tienen capacidad de recría o de engorde en sus campos.
Durante el trimestre noviembre-enero último, los ingresos a los feedlots, según los datos de Senasa, alcanzan los 1,1 millones de animales, un 16% más que en igual trimestre del año previo. En cuanto a los egresos, en el mismo período fueron de 1,24 millones de cabezas -unos 413.000 animales mensuales-, un 15% más que a noviembre-enero del 2021/2022.
En lo que va del año, la ecuación económica del feedlot ha mejorado, al subir el precio del gordo liviano un 65%, frente a una suba de la invernada del 31% y del maíz de sólo el 13%.
Ahora, el costo por kilo ganado en los corrales se ubica claramente por debajo del precio del gordo. Los feedlots, que han perdido en el segundo semestre del año pasado el 20-25% del capital de trabajo, desconfían de la situación positiva actual. “Nadie sabe cuánto va a valer el gordo dentro de tres meses, cuando finalicen los ciclos de engorde iniciados ahora, y nadie sabe lo que va a valer el maíz a lo largo del próximo trimestre, y si además se va a conseguir”.
Muchos feedloteros e invernadores ven que durante el próximo invierno no contarán con el volumen habitual de maíz y silaje, y son muy cautelosos en sus compras de invernada.
* Fifra es la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales de Argentina.
** Senasa DTE: Documento de tránsito electrónico del Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria).
¿Cuándo volverá China?, nadie lo sabe. Todo el mundo está detrás de esto: el que vende lana, acero, aluminio, todos están mirando a ver cuándo se termina esta política Covid cero, porque hay un problema generalizado, no sólo de la carne.
El jueves 3 de noviembre, en el local Campanero de la Sociedad Agropecuaria de Lavalleja, se llevó a cabo la exposición “Situación actual y perspectivas del mercado internacional de la carne vacuna” a cargo del Ing. Agr. y Ec. Ignacio Iriarte, quien fue invitado a esa exposición por Jaso & Jaso y frigorífico San Jacinto.
En el marco de su visita a Uruguay el reconocido analista destacó el papel de china en el mercado mundial especialmente para Sudamérica y particularmente para Uruguay. En declaraciones al programa Hora del Campo dijo que “el 40% de la demanda de carne en el mundo es china, y estamos pasando un momento muy difícil, especialmente Uruguay que está muy expuesto a China”.
Efectivamente, Uruguay “exporta el 80% de su producción y de ese total, el 65% va a China”. Ahora, cuando computas esos dos datos resulta que “el 55% de la producción de carne del país va a China, ¿qué pasa si se te cae un cliente que te lleva más de la mitad de la producción? Eso es lo que ha sucedido”.
En contraste con China, “todos los demás mercados se han quedado en el tiempo y con cuotas. Una de las cosas más asombrosas de China es que en estos cuatro meses previos a este parate compró un millón de toneladas de carne vacuna, son cifras fuera de escala, y el 75% lo compró en Sudamérica y con Paraguay fuera del mercado porque hace negocios con Taiwán”.
“Yo diría que esto se va a ir arreglando con el paso de los meses, los chinos están utilizando todo esto para bajar los precios, ya lo hicieron una vez”.
UN PUNTO PERTURBADOR – Iriarte llamó la atención sobre el comportamiento de Brasil, porque “es muy grande el volumen” de carne que este país “está mandando a China, ese es un punto muy perturbador porque está mandando una cantidad de contratos sin precio y eso no los vimos nunca. Brasil dice ‘yo necesito vender, después vemos el precio’, cosa que no pueden hacer Argentina ni Uruguay”, apuntó.
Pero Iriarte es optimista: “Esto se va a arreglar, porque ya pasó una vez, y los chinos están, el gusto por la carne está, las tendencias de comprar carnes y cortes de mejor calidad se va a afirmar”, lo que pasa es que “la gente está encerrada en sus casas, se ven los shoppings, los lugares públicos, las rutas, las peatonales, todo está vacío y eso es porque la gente en China tiene miedo de contraer Covid porque los encierran por 20 o 30 días e involucran a toda su familia, para ellos es un estigma”. La situación es grave y no sería raro que en las próximas semanas viéramos un piso en el volumen y de precios, porque el tema es más de precios que de volúmenes”, añadió.
Lo que sucede, también, es que los chinos “son extraordinarios produciendo cerdo y pollo, pero no carne vacuna” que “recién está comenzando con consumo por habitante de 8 kilos, muy por debajo del nivel mundial y de otros países asiáticos”.
“En China no aparecieron aún las steak house, las parrillas, y siendo el país con la clase media más grande del mundo la posibilidad es que eso se afirme. O sea que los mercados están, los chinos están, la plata la tienen en el bolsillo, están aislados en sus casas, y cuando toda esta situación sanitaria se resuelva, el mercado va a volver”, aseguró.
“¿Cuándo volverá?, no lo sabe nadie” a pesar de que “todo el mundo está detrás de esto: el que vende lana, acero, aluminio, mineral de hierro, cualquier producto, todos están mirando a ver cuándo se termina esta política Covid cero”, porque hay un problema generalizado, no sólo de la carne.
Sobre eso, tuvimos “la primera noticia en mucho tiempo de que (las autoridades chinas) están dispuestos a revisar (la política Covid cero), porque, así como está, los asesores dicen que China se está debilitando” porque ya no es el país que creía 8% o 12% y que llegó a crecer 15% anual: “Este año China va a crecer 3,5% o 4%”.
BRASIL. “LULA DIJO QUE DE SER NECESARIO VA A PONER LÍMITES A LA EXPORTACIÓN”.
Consultado por la situación de Brasil, Iriarte destacó que la carne estuvo presente en la campaña política y en las promesas electorales en las últimas elecciones realizadas en octubre en las que ganó el candidato opositor Luiz da Silva (Lula).
Lula “dijo que Brasil va a volver a comer picaña”, diferenciándose del actual presidente, Jair Bolsonaro, en cuyo mandato se “redujo el consumo de carne, pasando de 46 a 27 kilos, es un descenso drástico. Todos los países expuestos a la demanda china han reducido el consumo porque el consumidor promedio de Sudamérica no puede competir con el poder de compra de los chinos”.
“Pero ojo con Brasil que está entrando en un gobierno populista, no sabemos qué va a hacer” el próximo presidente, “pero Lula advirtió que si es necesario se va a poner límites a la exportación de carne, con toda la experiencia que tenemos en el Rio de la Plata”.
“Una de las remeras que usaban los partidarios de Lula en esta campaña decía ‘picaña y cerveza’, y para Brasil picaña es comer algo rico y tiene un sobreprecio”, apuntó el analista.
“La carne estuvo en la campaña y una de las promesas de Lula es ‘algo vamos a hacer’, no puede ser que el brasilero coma tan poca carne a precios imposibles de acceder”. Frente a eso, “la buena noticia es que el real está firme, porque sería mala la combinación de un Brasil vendedor con un real devaluado lo que le permitiría bajar los precios más de lo que ya ha bajado”.
ARGENTINA, LA INCÓGNITA.
Respecto a su país, Argentina, Iriarte dijo que “una incógnita absoluta”, pero que ahora la sequía es el foco de atención.
“Ahora estamos obsesionados con la seca, hay que ir bajando la carga del campo porque ya no queda pasto. La seca en Argentina es grave, yo venía para acá (Melo) y veían charcos, veía verde, algo llovió, tienen la esperanza, por lo menos les cambió el color del campo”.
En Argentina “no hay nada, un tercio del país está en una situación terminal desde el punto de vista de la seca”.
Mientras los precios internacionales siguen sin mejorar los valores de la hacienda continúan en niveles altos medidos en dólares y en función de la competitividad exportadora local, señaló la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra).
Buenos Aires, Argentina | El Gobierno decidió acotar las exportaciones de carne vacuna desde mayo del año pasado y a esas limitaciones se suman en las últimas semanas una mayor incertidumbre cambiaria y la persistencia de las dificultades en el mercado internacional que según indican los exportadores derivan en precios más bajos por la carne.
Pese a la seca se está achicando la oferta de novillos. En junio su faena cayó 8% y en el arranque de julio el faltante se agudizó por los temores que genera la política y la situación cambiaria que no es otra cosa que el reflejo de la crisis económica.
Los exportadores consultados dicen que los precios internacionales están en baja y a eso se agrega la crisis local que hace que los productores que pueden posterguen ventas.
Encima el euro se devaluó y su cotización es de 1 dólar lo que afecta las ventas a la Unión Europea.
El precio de la cuota Hilton cayó a 13.500 dólares por tonelada, sigue lejos del piso que hubo en la pandemia pero también se redujo notablemente respecto de los picos de 16.000/18.000.
Esa baja en los valores redujo el precio del novillo, “aunque el Gobierno te deje exportar no es negocio en las condiciones actuales” explicó Ignacio Iriarte. Luego el analista indicó: “La exportación ha perdido fuerza: el tipo de cambio se ha atrasado marcadamente, los precios FOB experimentan una nueva baja y la demanda china, si bien todavía es muy alta, parece estar acusando los efectos de las estrictas cuarentenas”.
El precio de la carne que se vende a China cayó 20% desde abril. Los embarques de garrón y brazuelo que se exportaron a 8.200 y 8.500 dólares ahora se negocian 6.700 según la información publicada por la Asociación de Productores Exportadores. Y los cortes de sets de vacas que se vendían a 6.500 dólares ahora valen 5.300/5.500 dólares. En la misma proporción cayó el precio de las vacas en el Mercado de Cañuelas.
A eso se suman costos en alza para el funcionamiento de las plantas. Con este tipo de cambio tenemos inflación en dólares y el tema gasoil también afecta al negocio. Un flete con carne que enviamos a Paraná hace pocas semanas a 140.000 pesos ahora nos cuesta 200.000.
En el sector hay expectativa de la cuestión se revierta. Entramos en el segundo semestre en cual se achica la oferta de vacas y se acercan los festejos por el año nuevo lunar en China lo que obliga a programar compras a los importadores. Eso derivaría en mejoras en los precios de la carne y de la hacienda.
En el caso del mercado europeo la cuestión dependerá más de la evolución de la crisis económica derivada de la crisis entre Rusia y Ucrania y de la situación cambiaria local.
“China puede producir mucho volumen de cerdo, pero no de carne de vacuna” porque “no sabe”. Por tanto “todo lo que aumente el consumo lo va a tener que importar”.
El analista ganadero Ignacio Iriarte dijo que China seguirá comprando carne porque la demanda en ese país no se detiene y todo lo que su población desee consumir lo tendrá que importar, además destacó que la carne de vacuno se proyecta de mejor manera que la de cerdo.
En las últimas semanas los precios internacionales de la carne, por ejemplo Hilton o la destinada a China, han bajado. “Claramente a nivel internacional hay una baja de valores, hay una menor demanda de China y se enfrió mucho la Hilton”, comentó. “Estamos ante un cambio que creo que es circunstancial” pero consiste “en una baja muy fuerte de todas las materias primas”.
En ese panorama global, “la carne viene resistiendo bien una ofensiva de China por bajar los valores que paga por ella”, y los frigoríficos exportadores del Mercosur pero básicamente de Argentina, Brasil y Uruguay, están “resistiendo una nueva caída de valores dentro de niveles (que son) muy altos”.
Según Iriarte, “lo que sorprende es que en julio el nivel de exportación de esos países y Oceanía a China siguió siendo extraordinariamente alto”. En su objetivo de bajar los valores, China se encuentra con la resistencia de los vendedores, puntualizó.
La carne de vacuno, “después de haber subido un 40% respecto a un año y medio atrás, estamos arriba del 30 o 35% arriba (del precio de hace) un año atrás”.
El analista recordó que el lunes 11 se publicó el nuevo informe del USDA, y “lo que sorprende es que se siguen proyectando un aumento de las importaciones chinas de carne vacuna y un derrumbe de las importaciones de carne de cerdo que según ese informa es de un 40 o 45% menos. Eso marca que la carne vacuna se está diferenciando cada vez de la de cerdo”.
Por otro lado, destacó la capacidad de China para producir cerdo, pero su incapacidad de producir vacunos: “China puede producir mucho volumen de cerdo, pero no de carne de vacuna” porque “no sabe”. Por tanto “todo lo que aumente el consumo lo va a tener que importar”.
“En la crisis China sigue comprando volúmenes altísimos” alcanzando “récords históricos” mientras “reduce drásticamente las compras de carne de cerdo”, subrayó.
La carne en Argentina.
Sobre la situación de la carne en Argentina, Iriarte dijo que “a pesar de la crisis” que vive ese país, “el sector agropecuario sigue produciendo y con una regularidad extraordinaria. La regularidad en la producción de carne es asombrosa, a diferencia de Uruguay tienen caídas estacionales”.
Agregó que en el complejo cárnico “con la importancia del feedlot, la producción de carne argentina es un reloj”. Esa regularidad se sustenta “en la exportación que es el factor dinámico”. “En mayo exportamos 80.000 toneladas peso carcasa, que en el equivalente anual son 960.000 toneladas. Ese factor más la suba de los precios internacionales, más la ampliación de la capacidad de las fábricas exportadoras que en 2018 y 2019 ganaron plata e hicieron grandes inversiones, y son un factor autónomo de demanda”.