Según datos de la FAO, Irán cerró varias planas de amoniaco y urea, mientras que Egipto detuvo su producción. Así, el mundo pierde el 40% de urea.
Montevideo | Todo El Campo | La guerra en Medio Oriente puso la atención de todos en el precio del petróleo. La preocupación es legítima, si este producto sube se encarece el funcionamiento del mundo.
En el caso de Uruguay, la suba del Brent se verá reflejado inmediatamente en el precio de los combustibles con un efecto dominó al alza de todos los precios, y así ocurre en muchos otros países, porque aunque contaminante, ese sigue siendo un elemento clave en el buen y adecuado funcionamiento de las economías y las sociedades. Aunque claro, otros países se beneficiarían de una escalada del precio del barril. Por ejemplo, México, que por cada dólar que suba el barril ganaría US$ 680 millones extra, y algo más.
Lo que no todos observaron, y muy pocos lo pensaron, fue el efecto que la guerra podría tener en los insumos de uso agrícola. Es que la guerra Israel – Irán afectó la producción y distribución de fertilizantes, un insumo clave para la producción.
Medios internacionales señalaron que desde el comienzo del conflicto el valor de la urea aumentó 13%, de US$ 510 a US$ 580 por tonelada.
El Comité de Agricultura (COAG) de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) dijo que Irán cerró siete de sus plantas de amoniaco y urea, mientras que Egipto detuvo su producción por el corte de gas israelí.
Esa situación, continúa la COAG, deja “fuera de juego” al 40% de la urea uno de los fertilizantes nitrogenados más utilizados en el campo.
India y Brasil son los dos principales importadores de urea en el mundo, y el recorte en la disponibilidad global llega cuando ambos países están en el período de mayor demanda.
El incremento afecta a todos los países e impacta en los productores de alimentos que realizan aplicaciones en cualquier chacra del planeta, lo que se trasladará a mayor costo productivo y mayor precio de los alimentos en el mundo, incluso a la menor disponibilidad de alimentos, otro factor que empujará al alza.
La urea que proviene de zonas alejadas de los conflictos ven incrementar la demanda de forma importante, y como es natural, el mercado reacciona con subas de precios.
Datos publicados internacionalmente dicen que los países exportadores ubicados fuera del conflicto de Medio Oriente cuidan su stock tratando de entender cómo será el comportamiento global.
En definitiva, menor disponibilidad, suba de precios, incertidumbre, pero según se comenta, por el momento no se esperan, en general, problemas de abastecimiento.
El ataque de Irán el 1° de octubre hizo subir el Brent, pero la respuesta de Israel de este fin de semana fue específica sobre objetivos militares y no petroleros, lo que mantuvo el precio.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | El ataque de Israel a Irán era un hecho que todos los analistas aseguraban que iba a suceder sin ninguna duda. Así lo había advertido Israel y ese es un país que no hace anuncios de ese tipo si realmente sus gobernantes no están seguros de cumplir con su palabra. La credibilidad es una de sus armas de persuasión más potentes en la zona más inestable del mundo.
Lo que nadie sabía y todos esperaban atentos era el cuándo, dónde y qué objetivos tendría Israel.
La operación israelí, en respuesta del ataque iraní del 1° de octubre finalmente se dio y además del obvio horror de cualquier guerra con sus pérdidas en vidas, lo que todo el mundo temió fue que hubiera una disparada del petróleo, lo que afectaría a todos los países del mundo, incluso a Uruguay tan lejano del conflicto.
La respuesta de Israel se dio el sábado 26. A diferencia de las acciones bélicas de Irán que dispara misiles a cualquier punto del país, sin importarle la población civil, la aviación israelí puso el foco en objetivos y bases militares, destruyendo los sistemas de defensa aérea, con lo cual el mensaje es claro: podemos volver a atacarlos y no tendrán capacidad de respuesta.
La incursión israelí fue puntual, y mientras duró generó una sacudida global que en el caso del petróleo se recompuso rápidamente y el temor de una suba desmedida se moderó: para alivio de los mercados parece estar estabilizado dentro de los márgenes “normales”.
En el último mes el barril del Brent tuvo un máximo superando los US$ 80, con la primera semana del mes empujado el precio por las tensiones en Medio Oriente, la suba fue de US$ 71 a US$ 81. A mediados de mes entró en una franja más moderada y lejana de los 80, para cerrar este lunes en los US$ 71, como se ve en la siguiente gráfica de Investing.com.
El lunes 28 Irán aseguró que no quedará pasivo y utilizará todos los medios a su alcance para responder a Israel: “Usaremos todos los medios a nuestra disposición para dar una respuesta decisiva”, dijo Ismail Baghaei, portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, según informó Press TV.
Paralelamente reconoció que en la región se están llevando a cabo conversaciones en las que también interviene Estados Unidos, lo que hace pensar que no hay una decisión de ataque asumida. “La diplomacia y el campo de batalla son complementarios”, comentó Baghaei.
¿Qué sucederá con el petróleo? Difícilmente la respuesta bélica de Irán se dé antes que finalice el mes por lo que no cabe esperar sorpresas sino hasta después iniciado noviembre.
A nivel local hay que esperar que el próximo informe de la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) sea lo suficientemente moderado como para no sugerir una suba importante y por un mes más se mantengan incambiados los precios de los combustibles.
Desde que estalló el conflicto en Israel, el precio de las acciones de las compañías de fertilizantes se mantiene en alza, informó Bloomberg.
Montevideo | Todo El Campo | La agresión terrorista de Hamas a Israel, y la guerra que se ha desatado, tendrá efectos negativos en la agricultura por su afectación en el mercado de fertilizantes, como por la posibilidad de que se afecte negativamente el tránsito de buques por la región.
Otra vez, en este mundo hiperglobalizado, en el que todo lo que ocurre parece que sucede aquí nomas, aunque estemos a casi 12.000 kilómetros, que es la distancia que separan a Uruguay de Israel.
Primero fue la invasión Rusia a Ucrania, ahora la agresión terrorista a Israel. En este último caso, la agencia Bloomberg informó que el puerto de Asdod (uno de los dos principales de Israel para el manejo de mercancías), vive una situación muy particular a estar a apenas 30 kilómetros de la frontera norte con la Franja de Gaza. Su posición geográfica pone un halo de incertidumbre a las operaciones que pueda realizar.
Desde Asdod parte el 3% del suministro mundial de potasa, un insumo clave para el mercado de fertilizantes.
Por eso, desde que estalló el conflicto, según la misma agencia, el precio de las acciones de las compañías de fertilizantes se mantiene en alza.
Pero no es sólo el puerto Asdod, sin que el cuadro se agrava con el rol de Irán, un aliado clave de Palestina en su enfrentamiento con Israel. Además, Irán es un abastecedor esencial del gas necesario para la producción de fertilizantes.
Actualmente nadie descarta que, ante una escalada en el conflicto, haya una presión alcista en el precio de los fertilizantes para la agroindustria global.
Esteban Moscariello, analista de la corredora Díaz Riganti Cereales (DRG), citó los principales ítems clave para tener en cuenta en este contexto:
1) Los fabricantes de fertilizantes han experimentado un aumento en el valor de sus stocks debido al ataque sorpresa de Hamás en Israel.
2) Este ataque ha suscitado preocupaciones sobre el posible impacto del conflicto en el suministro global de fertilizantes.
3) La interrupción de las operaciones en el puerto de Asdod en Israel, un importante centro de exportación de fertilizantes de potasa, ha puesto en riesgo aproximadamente el 3% del suministro mundial de potasa.
4) Si Irán, un gran exportador de nitrógeno en la región, se involucra en el conflicto, podría haber restricciones en el suministro de fertilizantes a base de nitrógeno y aumentos de precios.
5) Los aumentos de precio podrían agravarse debido a primas más altas en el gas natural holandés de referencia TTF, un componente clave en la producción de fertilizantes a base de nitrógeno.
COMBUSTIBLES.
A su vez desde Brasil también hay cautela por la situación. el presidente de Petrobras, Jean Paul Prates, señaló sobre el precio del petróleo: “Con la guerra, probablemente habrá una mayor volatilidad. Habrá variaciones muy especulativas al respecto y la situación mostrará cuán útil es la actual política de precios, al menos en Petrobras, y cómo es capaz de mitigar un poco esos efectos”.
Con datos de Infocampo | Mapa de Google | Foto de portada Diario Neuquino.
Las negociaciones para un nuevo acuerdo de granos del mar Negro no están cerradas del todo, en algunas semanas Putin viajaría a Turquía a dialogar con Erdogan.
Montevideo | Todo El Campo | Varios líderes globales han pedido a Rusia que retome el acuerdo por el cual se permite la salida de granos desde el mar Negro con el objetivo de que no haya inconvenientes con la seguridad alimentaria de los países más necesitados, y para evitar la disparada de precios por la escasa oferta. Mientras tanto, Rusia disparó contra un buque de carga.
LOS HECHOS– El lunes 17 de julio Rusia se salió del acuerdo impulsado por Turquía y las Naciones Unidas, por lo que aquellos buques que ingresen a la zona de guerra no contarán con garantías de ningún tipo, decisión que Antonio Guterres, secretario general de la ONU, lamentó porque se rompió con un instrumento que oficiaba de “salvavidas” y que era “un faro de esperanza en un mundo convulso”, expresó.
En el mismo sentido se manifestó recientemente el presidente turco, Recep Erdogan. Incluso el líder religioso más importante del mundo, el papa Francisco, dirigió un mensaje a las autoridades rusas: “Hago un llamado a mis hermanos, a las autoridades de la Federación Rusa, para que se restablezca la iniciativa del mar Negro y el grano sea transportado con seguridad”.
Ucrania era uno de los mayores exportadores del mundo de maíz y trigo. Luego de la invasión rusa y gracias al acuerdo entre el invasor y el invadido, Ucrania logró exportar por un año más de 33 millones de toneladas de cereales, los cuales lograron llegar a aquellos países con mayor inseguridad alimentaria (por ejemplo Afganistán, Etiopía, Somalia y Yemen).
Sin embargo, los esfuerzos para reestablecer el acuerdo no han dado resultados. Este domingo trascendió que militares rusos hicieron fuego e interceptaron un buque carguero que se dirigía al puerto Izmail, el puerto ucraniano más grande ubicado sobre el río Danubio.
LA POSICIÓN RUSA – Cuando el presidente ruso Vladimir Putín informó sobre la no renovación del acuerdo de granos (el lunes 17 julio) argumentó que su país cumple con lo pactado, no así la otra parte que no atiende su posición sobre las sanciones a los bancos respecto al sistema Swift que mejoraría la capacidad rusa de exportar alimentos y fertilizantes. Cabe recordar que occidente excluyó a Rusia del sistema bancario Swift como respuesta a la invasión a Ucrania.
De todas formas, las negociaciones no están cerradas. Medios internacionales han informado que a fines de agosto o comienzos de setiembre Putin viajaría a Turquía a visitar a Erdogan.
RUSIA INTERCEPTÓ BUQUE CARGUERO – Un dato que no se puede pasar por alto y que constituye una muestra de firmeza de la decisión de Moscú, este domingo 13 el Ministerio de Defensa de Rusia reportó que la marina de su país interceptó, detuvo y registró un carguero que se dirigía al puerto ucraniano de Izmail, el más importante ubicado sobre el río Danubio.
De esa manera Rusia cumplió con su advertencia ya que había dicho con claridad que consideraría como potenciales objetivos bélicos a todos los barcos que transiten a los puertos ucranianos.
Hoy se cumplen 17 meses de aquel 24 de febrero de 2022 en que Rusia invadió Ucrania. Una guerra que se supone sería de fácil triunfo para Moscú, que se ha convertido en un dolor de cabeza para Putin.
Hebert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | La invasión a Ucrania ha resultado un acto fallido. Por ahora nadie puede adivinar la forma ni cuándo terminará la guerra, tampoco si Ucrania se rendirá y cederá a las exigencias de Moscú, o si por el contrario Vladimir Putin será humillado y expulsado del territorio ucraniano que ahora ocupa. Lo que sí sabemos es que una invasión que Rusia -potencia bélica del mundo- esperaba que fuera rápida y fulminante se extiende ya por 17 meses y no hay miras de que vaya a terminar en el corto plazo. Casi un año y medio es demasiado tiempo para un agresor tan poderoso.
Paralelamente, como en toda guerra, los campos de batalla en que se desarrolla son muchos. El belicismo cruento -entendiéndose por tal el costo de vidas humanas y la destrucción de ciudades como de infraestructuras- es sólo una parte de muchas que conforman un todo. Otra de esas partes es comunicacional y tiene que ver con los mensajes que llegan al resto del mundo y la idea que el mundo se va haciendo sobre quien tendría razón (o se acerca más a ella) y quien no, o quién genera más simpatía.
Esa simpatía no va a decidir el resultado de la guerra, pero constituye un aliciente o apoyo moral para unos, y una condena para otros y eso repercute en el posicionamiento de los distintos países.
UN HECHO CLAVE Y DETERMINANTE.
Más allá de los bombardeos y la destrucción que causa toda guerra, hay hechos determinantes en esa batalla por la simpatía de la opinión pública. El último, muy negativo para Rusia, fue la decisión de ese país de retirarse del acuerdo que aseguraba cereales a millones de personas que nada tiene que ver con el conflicto, lo que se suma al bombardeo de infraestructuras portuarias y la amenaza de que ningún buque, incluso comercial, está seguro en el mar Negro.
Menos cereales en el mundo equivale a precios más altos, riesgo de disparada inflacionaria y perjuicio para millones de personas que verán amenazada su seguridad alimentaria. Personas que, también, son las más pobres de los países más pobres, y aunque no lo fueran, también merecen tener acceso seguro a los alimentos.
Si Occidente logra explicar con claridad que la ausencia de cereales del mar Muerto es consecuencia de una decisión unilateral de Rusia, no debería haber nadie que en su sano juicio pudiera decir que Moscú está actuando bien. Punto para Ucrania.
“UCRANIA TIENE SU PROPIO PLAN”.
Pero hay algo más. Mientras Rusia intenta cerrar el suministro de cereales al mundo, Ucrania afirmó que seguirá proveyendo granos y que cuenta con un plan propio.
“El Estado ucraniano tiene su propio plan. Tras asegurarse el consentimiento político de los países socios, particularmente Turquía, y la confianza de las aseguradoras, Ucrania está preparada para allanar su camino económico. Seguiremos ayudando a otros países de todo el mundo, porque sólo con la lucha conjunta y el apoyo mutuo lograremos la victoria”, afirma el Departamento de Comunicaciones Estratégicas de las Fuerzas Armadas ucranianas.
Citando a las Naciones Unidas agrega que “la escasez de cereales y el aumento de los precios de los alimentos han puesto a 50 millones de personas en peligro de inanición. El estado terrorista de Rusia amenaza con sus acciones la supervivencia de naciones enteras de África y Oriente Próximo”.
Si efectivamente ese plan ucraniano de enviar cereales al mundo existe y se puede efectivizar, Rusia quedará muy mal parada frente a la opinión pública internacional.
En la foto, puerto de Mariúpol (Ucrania) | The Logistics World.