La coalición republicana no será lo mismo si gana Delgado que si gana Ojeda; y tampoco lo será si las elecciones son ganadas por el Orsi y debe readecuar su existencia a un funcionamiento opositor.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Quedan 15 días para las elecciones de octubre donde sólo pasarán dos candidatos a disputar al balotaje, y aunque el Partido Colorado se acerca con Andrés Ojeda, parece claro que no le dará tiempo quedando en tercer lugar por detrás de Yamandú Orsi (Frente Amplio) y Álvaro Delgado (Partido Nacional), por lo que es correcto manejar un escenario poselectoral con dos columnas encabezada por el candidato frenteamplista y el candidato nacionalista.
Por otro lado, se realizó la tercera edición de la cena del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) que se llevó a cabo el jueves 10, y que convocó a todos los candidatos, asistiendo Álvaro Delgado, Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto), Pablo Mieres (Partido Independiente) y Andrés Ojeda (Partido Colorado). Entre el público presente, que totalizaron unas 600 personas, se encontraba el presidente Luis Lacalle. Aunque no era un debate, el único ausente fue Yamandú Orsi.
Cada expositor hizo uso de la palabra de forma libre, pero en todos el común denominador fue la vigencia de la coalición y cualquiera sea el ganador el 27 de octubre (Delgado u Ojeda), la voluntad y el compromiso manifestado es de apoyarlo en la segunda vuelta en noviembre.
Pero es fundamental pensar en todos los escenarios del día después.
¿Y SI GANA OJEDA?
Aunque es difícil que no sea Delgado, no podemos soslayar la pregunta de qué pasará si el ganador resulta ser Ojeda.
Para empezar el ánimo de los ciudadanos blancos, y de los votantes del Partido Nacional en la primera vuelta, ya no será el mismo, y por supuesto que tampoco lo será en la dirigencia partidaria. El desánimo será un factor difícil de remontar al día siguiente. La interrogante es válida, pero de todas maneras insisto que es poco probable que eso ocurra.
¿Y SI GANA EL FRENTE AMPLIO?
La pregunta que realmente debemos plantearnos es la del título: ¿Cómo se estructurará la coalición republicana en caso de que gane el Frente Amplio?
Mantener la unidad para gobernar, donde cada uno hace aportes que el ganador incorporará, es algo muy distinto que mantener la unidad para ser oposición.
El problema es que la coalición no tiene un liderazgo común, por lo que cada partido (PN, PC, CA, PI) se sentirá con libertad de acción frente a cada tema de debate nacional.
En caso de ganar el FA, su estrategia debería ser la de apelar al diálogo con cada partido de forma individual, según los intereses y las propuestas de cada uno.
Por varias razones (históricas, políticas) es difícil que el FA logre atraer a los partidos tradicionales, pero ¿por qué no podría hacerlo con CA y en menor medida con el PI?
Los independientes son de izquierda, una izquierda muy diferente a la que caracteriza al Frente Amplio, pero es la izquierda que le está faltando a la coalición de izquierda hoy dominada por los sectores más radicales. La estrategia parece fácil de entender: buscar puntos en común con el programa del PI y negociar.
Los cabildantes por su lado ya han demostrado ser capaces de votar junto con el FA sin traumas y sin aquella rencilla histórica de blancos y colorados.
Si el FA -en un eventual Gobierno suyo- logra quebrar el rol opositor en bloque de la coalición republicana, no sólo se aseguraría un Gobierno más tranquilo, sino que socavaría su unidad pensando en las elecciones de 2029.
Para lograrlo, es imprescindible elaborar una estrategia de acercamiento con los partidos que podrían tener puntos en común, y para eso designar a una persona encargada de negociar caso a caso. Esto último es clave.
Por el contrario, si desde la coalición republicana se busca mantener la unidad y el trabajo conjunto aun siendo oposición, el partido mayoritario también debería elaborar una estrategia con acuerdos permanentes o circunstanciales según el caso, pero también bien negociados atendiendo a todas las partes, para que el acuerdo al que se arribe no se desate y termine siendo nada.
Foto de portada: Pablo Mieres exponiendo en la cena de CED.
Sobre la ausencia de los frenteamplistas Yamandú Orsi y Carolina Cosse, Jorge A. Rodríguez dijo que “cada uno sabe”, pero que prefiere “resaltar a los que estuvieron” y se tomaron una fotografía que simboliza la institucionalidad democrática.
Estela Apollonio | Soriano | Todo El Campo | El presidente de la Federación Rural y vicepresidente de la Asociación Rural de Soriano, Jorge A Rodríguez, dijo que las abundantes lluvias de las últimas semanas “es mucho mejor” que la sequía vivida hace un año.
“En la zona venimos de un escenario de cultivos y pasturas muy bueno, en una primavera extendida desde que se revirtió la seca, y en el espíritu del productor” eso es positivo, porque la sequía tiene eso que uno se va metiendo y cuando nos damos cuenta que nos afectó “golpea mucho en lo económico”.
“El exceso de agua lleva a que no podamos hacer los trabajos planificados e incómoda, pero es mejor esta situación que la que teníamos”.
Calificó como “muy buena” la visita del presidente Luis Lacalle. “Eso habla del reconocimiento del sector por el Gobierno. También hubo varios ministros y eso es beneficioso”.
UNA EXPOSICIÓN DE SOLUCIONES TECNOLÓGICAS.
Al ser consultado si la exposición es un lugar para hacer reclamos, Rodríguez recordó que la Expoactiva se hace “para lograr soluciones tecnológicas para los temas de la agricultura. Empezó para los socios de la ARS, después se extendió a todos el sector agrícola ganadero. En ese sentido se hace el evento, no es para dar palos sino para invitar a que vengan a ver qué posición tiene Uruguay, las oportunidades y la solución de problemas a través de la tecnología”.
Esa es la razón de la Expoactiva, pero también están abiertas las puertas para los planteos gremiales que se quieran hacer, pero “el sentido de ubicación de la muestra en el mapa nacional es dar respuestas tecnológicas al sector cuando arranca el año”.
PRESENTACIÓN DE LOS PRECANDIDATOS.
Uno de los eventos destacados fue la presentación de los precandidatos que expusieron sobre competitividad, impuestos y concentración frigorífica, quedando en evidencia la falta de los frenteamplistas Yamandú Orsi y Carolina Cosse, ambos del Frente Amplio, partido del cual sólo concurrió Mario Vergara.
Sobre la ausencia de Orsi y Cossi, Rodríguez dijo que “cada uno sabe”; pero “quiero resaltar a los que estuvieron y la foto del final es la foto de la institucionalidad democrática y republicana de nuestro país”.
Además, mientras los precandidatos exponían también estaban presenten recorriendo la muestra los embajadores de China, Estados Unidos y Argentina, y “eso es lo que hay que rescatar”.
El presidente Luis Lacalle está ante una oportunidad única de dar un mensaje correcto y contundente de diálogo y acercamiento a la oposición.
Hébert Dell’Onte | Esta semana el Frente Amplio entregó en la Torre Ejecutiva una serie de propuestas para atender la situación económica del país, las familias y los trabajadores en general. El Gobierno las estudiará y responderá oportunamente.
El primer y gran error que tiene el documento del Frente Amplio es que carece de financiación, pero no es descabellado pensar que algunas de las medidas sean aceptadas y puestas en práctica ya que también es muy probable que muchas de ellas estén siendo evaluadas y estudiades por el equipo económico del Gobierno de forma previa a la presentación de la oposición.
La oportunidad que tienen el presidente Lacalle respecto a la oposición no es contestarle afirmativamente a uno, dos o cinco de las medidas propuestas, sino convocar al presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, a su despacho para tener una instancia de diálogo e informarle allí lo que se resuelva.
En la historia democrática de Uruguay el diálogo y las conversaciones entre los diferentes sectores y partidos ha sido una herramienta primordial y básica. Hoy el mundo nos reconoce ese valor, y si supimos llegar hasta aquí debemos saber conservarlo y tratar de seguir mejorándolo.
Muy cerca tenemos ejemplos de lo que se ha llamado la “grieta”, un concepto que refleja lo que los uruguayos no queremos, pero sobre todo no somos, aunque hay algunos que en su afán de crecer políticamente o de beneficiar a su corriente prefieren la división y la voladura de puentes.
Pero los uruguayos en su mayoría no somos así. Nos gustan los puentes, valoramos cuando los presidentes de Nacional y Peñarol trabajan juntos para erradicar la violencia en el deporte, y valoramos cuando Gobierno y oposición buscan y abren esas ventanas de diálogo que no significa estar de acuerdo, sino plantear puntos de acuerdo para trabajar en ellos.
No recuerdo cuando fue la última vez que el presidente del Frente Amplio y el presidente de la República se reunieron e intercambiaron opiniones. Se sí que el debate sobre la Ley de Urgente Consideración dividió las agua, las encrespó y alguna vez las encolerizó, pero ese debate quedó atrás y estamos en el tiempo de recomponer.
Ya vendrán instancias en las que exponer diferencias y discursos encendidos. Pero no nos adelantemos, sepamos que es tiempo de dialogar. Por el bien del país.
El Frente Amplio presentó una serie de propuestas con el fin de reactivar la economía, pero no explica ni sugiere cómo financiarlas.
Hébert Dell’Onte | El FA presentó una batería de medidas que tienden a ayudar en la difícil situación del país, con una inflación que se dispara y que según se ve en todo el mundo continuará siendo así en tanto la economía, el comercio y las finanzas globales no se encausen en los senderos perdidos primero con la pandemia y luego con la invasión de Rusia a Ucrania.
Para el senador Jorge Gandini (Partido Nacional) las propuestas que presentó el Frente Amplio son bienvenidas, pero no pasan de ser “un listado de buenas intenciones.
“Lo primero que hay que destacar es el diálogo. Anoche las presentaron públicamente y hoy las recibe el presidente de la República, y se instala un espacio de diálogo directo entre el presidente del partido de la oposición y el presidente de la República, eso es muy destacable.”
No obstante ese diálogo necesario en todo sistema democrático, al profundizar en el contenido de las propuestas, el legislador dijo que es un “listado de buenas intenciones”.
“Es un listado de buenas intenciones, pero no dice como se costean. Algunas tienen un alto costo económico en materia de renuncias fiscales y de dedicación de recursos, que hay que saber de dónde salen, porque, obviamente, si hay que financiar eso a través de renuncias fiscales o dedicaciones presupuestales nuevas, eso aumenta el déficit fiscal que empuja la inflación, y la inflación le pega a los bolsillos de los trabajadores y de los jubilados, es un círculo vicioso que también hay que romper”.
“Da para analizar, hay algunas medidas que compartimos, hay otras que hay que estudiarlas mejor. El Fondo de Estabilización de los Combustibles es una medida compartible, pero hay que saber de dónde sale. Cuando lo hicimos para la energía eléctrica, cuando había exceso de producción y exceso de ingreso, se guardaba para cuando había sequía, y en lugar de prender las centrales termoeléctricas para generar combustible y aumentar la tarifa, se sacaba el dinero de allí”, expresó.
FORMACIÓN DE PRECIOS.
“Hay otras cosas que nos invitan a discutir y no están” en el documento. A mí me preocupa la formación de precios. Hoy miraba el observatorio de precios de la UAM y es claro que el precio de frutas y verduras al productor está bajando. El productor vende al mercado más barato que la semana anterior, sin embargo en el cajón del mercado, de la feria y del supermercado, no baja”, comentó.
Desde la producción al precio final “hay diferencias importantes. ¿Qué pasa en el camino?”, se preguntó.
Por otra parte, “la importación de una cantidad de alimentos de Argentina con un dólar más barato, seguramente se está comprando también más barato”, por lo que la pregunta vuelve a ser la misma: “¿Por qué aumenta en la góndola?”
“Hay que trabajar sobre la formación de precios”, insistió.
LA NUEVA PANDEMIA.
Para el senador hay “una invitación a discutir sobre estos temas que nos desvelan a todos, que es la nueva pandemia. Ahora otra vez empezamos a mover perillas”.
“El Frente Amplio en ese comunicado descalifica por insuficientes y tardías las medidas del gobierno. Lo mismo nos dijo cuando tomamos medidas en plena pandemia, y lo mismo nos dijo con las vacunas, y al final los hechos nos dieron la razón”.
Finalizó diciendo que ante las diversas propuestas que lleguen a la Torre Ejecutiva, “el Gobierno tiene que gobernar, tiene que medir cada una de las consecuencias de sus decisiones y mover todas esas perillas al mismo tiempo”.
LAS PROPUESTAS DEL FRENTE AMPLIO.
Las propuestas del Frente Amplio fueron presentadas a la opinión pública en conferencia de prensa y luego al presidente Luis Lacalle.
Sobre los precios de la canasta básica, el FA propone “la eliminación del IVA” y apoya “la minuta que se presentó en el Senado, aprobada por la unanimidad de los partidos políticos en Comisión de Hacienda del Senado, que establece la eliminación de dicho impuesto sobre 19 productos, y agregamos que debe extenderse al supergas”.
Esas medidas “deben implementarse por un período no menor a seis meses y de forma inmediata, dado el amplio consenso político que genera esta urgencia”.
Además “proponemos un aumento al doble de las transferencias monetarias y luego ajustar mensualmente por IPC durante un año el monto de las transferencias realizadas por Tarjeta Uruguay Social (TUS) y Asignación Familiar Plan de Equidad (AFAM PE)”.
Para los salarios y jubilaciones, el FA propone “un aumento inmediato de los salarios públicos” a partir del 1º de mayo; “aumento adicional del salario mínimo nacional”; “aumento permanente en las jubilaciones que no sea deducible del aumento por Índice Medio de Salarios en enero de 2023”; “aumento adicional al anterior para las jubilaciones mínimas”.
Para los grupos que no tengan el correctivo de julio próximo, se propone su convocatoria y que “el Gobierno asegure aumento salarial en el mismo sentido de lo propuesto para el sector público”.
También “otorgar aumentos diferenciales para los trabajadores rurales de aquellos sectores que tuvieron un desempeño extraordinario en el último año, con ganancias extraordinarias”.
Para los combustibles, el FA insta al Gobierno a “crear un fondo de estabilización de precio de los combustible, con cargo a Rentas Generales para amortiguar el impacto de la suba de los combustibles”; y que se “profundice la política de protección de riesgos de los precios” con Ancap contratando “una cobertura de precio de petróleo y el tipo de cambio”.
Como últimos puntos la oposición reclama “medidas para atender a los sectores afectados por la pandemia que generaron endeudamiento”, y mayor “alivio fiscal en los comercios de frontera, con el objetivo de amortiguar las dificultades de competitividad que está sufriendo y que sufrirá con la apertura plena de las fronteras”. Cabe puntualizar que en sus propuestas, el Frente Amplio no explica cómo podrían ser financiadas.
El objetivo de la movida combinada entre el Frente Amplio y el PIT-CNT parece ser debilitar al Gobierno en cuantos frentes les sea posible y para eso todo viene bien, incluso los pequeños debates que nada tienen para aportar.
Hébert Dell’Onte| La coordinación de la arremetida sindical de los últimos días es evidente. Pero no solo los sindicatos han desarrollado una estrategia de alto impacto, también el Frente Amplio, lo cual es lógico considerando la afinidad entre ambos. El objetivo de la movida combinada parece ser debilitar al Gobierno en todos los frentes posibles y para eso todo viene bien.
Este miércoles se dieron don hechos que evidencia el “vale todo” para el juego opositor. El primero tiene que ver con la confirmación de las firmas que cuestionan la Ley de Urgente Consideración (LUC), y concretamente refiere al color de las papeletas del SI y del NO.
La Corte Electoral decidió que quienes van por SI, o sea sí derogar los 135 artículos en debate, usarán la papeleta color rosado, en tanto que los van por el NO, o sea no derogar los 135 artículos, tendrán papeleta celeste.
Conocidos esos colores, desde el PIT-CNT y el FA salieron voces a cuestionar la resolución de la Corte porque consideran que el rosado los perjudica porque “en Uruguay todos somos celestes”, dijo Pablo Abdala. “Vamos a impugnar”, anunció, sumando otro elemento de confrontación y lo que es peor pone un manto de dudas sobre el accionar de la Corte Electoral. Esto último es tan serio y preocupante como ridículo.
Es serio y preocupante porque nuestra Corte Electoral es un organismo de garantías y no se lo puede poner en duda por el color de las papeletas. Pero también es ridículo porque ya en otras oportunidades, como el referéndum sobre la Ley de Ancap (2003) durante el gobierno del Dr. Jorge Batlle, se utilizaron esos mismos colores lo que no implicó ninguna maniobra y no recuerdo que haya habido planteamientos de intenciones ocultas o manipulación a pesar de que muchos de los dirigentes sindicales de entonces eran los mismos que ahora (los cargos casi vitalicios de los sindicalistas es otro tema de debate).
Además, si el color de una papeleta incidiera significativamente en el voto, eso sucedería por dos motivos: la poca inteligencia de nuestra sociedad, lo cual es falso, o por la flojera de los argumentos de alguna de las partes.
De todas formas, en el año 2003 ganó el SI cuya papeleta era color rosado, y perdió el NO de color celeste.
OTRA DISCUSIÓN ABSURDA: EL CRUCIFIJO DE CIPRIANI.
Otra discusión de ribetes absurdos es lo plateado por el diputado Enzo Malán (Frente Amplio) por el crucifijo que el director de ASSE, Dr. Leonardo Cipriani, colocó en su despacho.
Ante eso, apenas un par de consideraciones: Las oficinas personales no son lugares públicos, no lo es la de Cipriani como tampoco la de Malán.
Además, el diputado socialista cae en una contradicción fragrante: es práctica más que habitual en los legisladores colocar banderas político partidarias y simbología político sectorial, pero no en el encierro de las cuatro paredes de sus oficinas, sino hacia el exterior donde circulan personas de todas las posiciones y posturas políticas, delegaciones o comitivas de diferentes instituciones.
A su vez hasta hemos visto ingresar al plenario de la Cámara de Representantes a algún legislador con insignias o elementos alusivos a partidos políticos o ideologías identificadas con el Frente Amplio, y hasta con referencia a otros países y dictaduras, sin que el referido legislador se mostrara afectado.
Como vemos, a Uruguay le están faltando los grandes debates que el país necesita, y la oposición sindical y política no ayudan para que eso suceda.