Influenza Aviar. Junto a la FAO, especialistas discuten el uso de vacunas para controlar el virus.

Influenza Aviar. Junto a la FAO, especialistas discuten el uso de vacunas para controlar el virus.

FAO hizo un llamado a la población a consumir con total seguridad productos de origen avícola, correctamente cocinados.

FAO | Todo El Campo | La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) realizó entre el 4 y 6 de julio la segunda reunión técnica de América Latina y el Caribe para conocer la evolución que ha mostrado la influenza aviar en los países de la región y compartir metodologías, y con eso, poder ajustar las estrategias regionales.

Desde octubre de 2022 a la fecha, ya son 18 países en el continente americano que han confirmado brotes de virus de Influenza Aviar Altamente Patógena (IAAP). Una situación sin precedentes a nivel regional.

El apoyo entregado por FAO se enmarca en el llamado realizado por los países del continente para enfrentar esta crisis, disponiendo apoyo técnico, logístico y de recursos para intentar contener la propagación y el impacto del virus.

El encuentro, que convocó a los jefes y representantes de los servicios veterinarios de nueve países de América Latina y el Caribe, expertos internacionales, así como representantes de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), además profundizó sobre la discusión técnica sobre la decisión e implementación del uso de vacunas como apoyo a la estrategia de prevención y control para la influenza aviar altamente patógena (IAAP).

“Desde la FAO hemos sido claros que la única forma de afrontar esta emergencia es de manera regional y de forma coordinada. La influenza aviar no respeta fronteras, por lo que decisiones tan trascendentales como el uso de la vacunación como medida complementaria para el control, debe hacerse con la mayor cantidad y calidad de antecedentes científicos y técnicos” expresó Andrés González, oficial de Ganadería Sostenible, Sanidad Animal y Biodiversidad de la FAO para América Latina y el Caribe.

Los representantes desarrollaron un análisis exhaustivo de las ventajas y desventajas de la vacunación, la utilización de diferentes tipos a nivel mundial y las opciones disponibles en la región. Se consideraron varios aspectos clave para el desarrollo de un programa para ello, incluyendo la selección de vacunas de alta calidad, la identificación de la población objetivo, la duración prevista, la estrategia de salida y sus desafíos logísticos asociados, entre otros aspectos. Se presentaron ejemplos prácticos de varios países y se discutieron temas como el diagnóstico diferencial entre aves vacunadas y no vacunadas para el seguimiento eficiente de un programa específico para IAAP.

“Creemos que el resultado de la discusión ha sido tremendamente satisfactorio. Hemos logrado un acuerdo de carácter regional con directrices técnicas, así como un plan de trabajo acordado con temas relevantes como el seguimiento epidemiológico, el diagnóstico de laboratorio, los planes de vacunación de aves domésticas contra la influenza aviar altamente patógena, teniendo en cuenta las particularidades de cada uno de los países” agregó el oficial de la FAO.

Además, compartieron actualizaciones sobre la situación epidemiológica en cada uno de sus países, las medidas de control en vigor y el status de la vacunación en los países que ya incorporan esta medida. La FAO recomendó a todos los servicios veterinarios oficiales seguir extremando las medidas de bioseguridad y vigilancia en cada uno de los países, ante el escenario que representa la próxima temporada de migración de aves en el mes de septiembre del presente año.

Asimismo, la FAO hizo un llamado a la población a consumir con total seguridad productos de origen avícola, correctamente cocinados.

Los países de América Latina y el Caribe producen el 20,4% de la carne de ave y el 10% de los huevos que se consumen en el mundo, un sector de gran importancia para el sustento de millones de pequeños y medianos productores agrícolas. Se han reportado casos de influenza aviar en Argentina, Brasil, Bolivia, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Estados Unidos de América, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.

La primera reunión de emergencia de influenza aviar se realizó durante el mes de marzo pasado, en Santiago de Chile, y tuvo como objetivo definir un plan de acción de carácter regional para enfrentar la enfermedad en la región. Aquel encuentro, también convocado por la FAO, forma parte del trabajo para la prevención y protección que la Organización viene realizando desde 2022 a nivel continental.

Foto: Jefes y representantes de los servicios veterinarios de nueve países de América Latina y el Caribe, expertos internacionales, así como representantes de la FAO, OMSA y OPS participaron en la Reunión técnica de respuesta a la emergencia de Influenza Aviar en Cali, Colombia. FAO | Andrés Bolaño.

Crece el hambre en el mundo, y gana valor la seguridad alimentaria que países como Uruguay pueden brindar.

Crece el hambre en el mundo, y gana valor la seguridad alimentaria que países como Uruguay pueden brindar.

FAO: Hay 122 millones de personas más que en 2019 afectadas por el hambre debido a múltiples crisis, según revela un informe de las Naciones Unidas.

Montevideo | Todo El Campo | La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) difundió una nota informativa en la que advierte el aumento del hambre en el mundo: respecto a 2019 ahora hay 122 millones de personas más afectadas por el hambre. Las últimas investigaciones muestran que alrededor de 735 millones de personas padecen hambre en la actualidad, en comparación con los 613 millones de 2019.

Los factores que la FAO expone como responsables de ese incremento son “la pandemia y a las reiteradas perturbaciones relacionadas con el clima y los conflictos, incluida la guerra en Ucrania”, así se señaló en “la última edición del informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (SOFI)*, que se publicó el miércoles 12 de julio conjuntamente por cinco organismos especializados de las Naciones Unidas.

El informe no lo menciona, pero de lo anterior podemos inferir que en el mundo ganan importancia los países productores de alimentos, como Uruguay; y si tenemos una mirada regional, como el Mercosur.

“Si las tendencias continúan como están, el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de poner fin al hambre para 2030 no se podrá alcanzar”, se advirtió por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

El siguiente es el texto elaborado por FAO.

UNA LLAMADA DE ATENCIÓN PARA LUCHAR CONTRA EL HAMBRE.

La edición de 2023 del informe revela que entre 691 y 783 millones de personas padecieron hambre en 2022, por lo que el punto medio del intervalo se sitúa en 735 millones. Esta cifra representa un incremento de 122 millones de personas en comparación con 2019, antes de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (Covid-19).

Si bien las cifras mundiales del hambre se han mantenido relativamente estables entre 2021 y 2022, hay muchos lugares del mundo que se enfrentan a crisis alimentarias cada vez más graves. En 2022 se observaron progresos en la reducción del hambre en Asia y América Latina, pero el hambre siguió aumentando en Asia occidental, en el Caribe y en todas las subregiones de África. África sigue siendo la región más afectada, ya que una de cada cinco personas se enfrenta al hambre, más del doble de la media mundial.

“Hay rayos de esperanza, algunas regiones están en vías de cumplir ciertas metas nutricionales para 2030. No obstante, en general, necesitamos un intenso esfuerzo mundial inmediato para rescatar a los ODS. Debemos fomentar la resiliencia frente a las crisis y perturbaciones que causan inseguridad alimentaria, desde los conflictos hasta el clima”, señaló el Sr. António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, en un mensaje de vídeo durante la presentación del informe en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York.

Los jefes de los cinco organismos de las Naciones Unidas -Qu Dongyu, director general de la FAO; Álvaro Lario, presidente del FIDA; Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS; Sra. Cindy McCain, directora ejecutiva del PMA; y Catherine Russell, directora ejecutiva del Unicef- escriben en el prólogo del informe: “Sin duda, cumplir la meta de los ODS de alcanzar el hambre cero de aquí a 2030 supone un reto abrumador. De hecho, se prevé que casi 600 millones de personas seguirán padeciendo hambre en 2030”. Los principales factores de inseguridad alimentaria y malnutrición son la “nueva normalidad”, añaden, y “no tenemos otra opción más que redoblar nuestros esfuerzos para transformar los sistemas agroalimentarios y aprovecharlos para alcanzar las metas” del ODS 2.

MÁS ALLÁ DEL HAMBRE.

La situación de la seguridad alimentaria y la nutrición siguió siendo desalentadora en 2022. En el informe se constata que alrededor del 29,6 % de la población mundial, que equivale a 2.400 millones de personas, no tenía acceso constante a los alimentos, a juzgar por la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave. Entre ellas, unos 900 millones de personas se enfrentaban a una situación de inseguridad alimentaria grave.

Entretanto, la capacidad de las personas para acceder a dietas saludables se ha deteriorado en todo el mundo: más de 3.100 millones de personas en el mundo, esto es, el 42% de la población mundial, no podían permitirse una dieta saludable en 2021. Esto representa un incremento global de 134 millones de personas en comparación con 2019.

Millones de niños menores de cinco años de edad siguen padeciendo malnutrición: en 2022 se registraron 148 millones de niños menores de cinco años (22,3%) sufrían retraso del crecimiento, 45 millones (6,8%), emaciación y 37 millones (5,6%), sobrepeso.

Se han registrado progresos en la lactancia materna exclusiva: el 48% de los lactantes menores de seis meses de edad se beneficiaron de esta práctica, cerca de la meta para 2025. Sin embargo, se precisarán medidas más concertadas a fin de alcanzar las metas para 2030 en materia de malnutrición.

NUEVOS DATOS: LA URBANIZACIÓN ESTÁ IMPULSANDO CAMBIOS EN LOS SISTEMAS AGROALIMENTARIOS.

En el informe se analiza el aumento de la urbanización como una “megatendencia” que incide en los alimentos que consumen las personas y el modo en que lo hacen. Dado que se prevé que en 2050 casi siete de cada 10 personas vivirán en ciudades, los gobiernos y otros agentes que trabajan para combatir el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición deben intentar comprender estas tendencias de la urbanización y tenerlas en cuenta al formular sus políticas.

En particular, el concepto de división entre el medio urbano y el medio rural ya no es suficiente para comprender de qué manera la urbanización está configurando los sistemas agroalimentarios. Se necesita una perspectiva más compleja de todo el continuo rural-urbano que tenga en cuenta tanto el grado de conectividad que tienen las personas como los tipos de conexiones que existen entre las zonas urbanas y rurales.

Por primera vez, esta evolución se documenta de forma sistemática en 11 países. En el informe se muestra que las compras de alimentos son significativas no solo entre los hogares rurales, sino también a lo largo del continuo rural-urbano, incluidos los que residen lejos de los centros urbanos. Asimismo, los nuevos datos indican que el consumo de alimentos altamente procesados también está aumentando en las zonas periurbanas y rurales de algunos países.

Lamentablemente, sigue habiendo desigualdades espaciales. La inseguridad alimentaria afecta más a las personas que viven en las zonas rurales. La inseguridad alimentaria moderada o grave afectaba al 33% de los adultos que viven en las zonas rurales y al 26% de los que viven en las zonas urbanas.

La malnutrición infantil también muestra particularidades urbanas y rurales: la prevalencia del retraso del crecimiento en niños es mayor en las zonas rurales (35,8%) que en las zonas urbanas (22,4%). La emaciación es mayor en las zonas rurales (10,5%) que en las urbanas (7,7%), mientras que el sobrepeso es ligeramente superior en las zonas urbanas (5,4%) en comparación con las zonas rurales (3,5%).

En el informe se recomienda que, para promover eficazmente la seguridad alimentaria y la nutrición, las intervenciones en materia de políticas, las medidas y las inversiones deben guiarse por una mayor comprensión de la compleja y cambiante relación que existe entre todo el continuo rural-urbano y los sistemas agroalimentarios.

EN SUS PALABRAS.

Qu Dongyu, director general de la FAO: “La recuperación de la pandemia mundial ha sido desigual, y la guerra en Ucrania ha afectado a la disponibilidad de alimentos nutritivos y dietas saludables. Esta es la ‘nueva normalidad’ en la que el cambio climático, los conflictos y la inestabilidad económica están alejando a las personas marginadas todavía más de la seguridad. No podemos seguir haciendo simplemente lo que se ha hecho toda la vida”.

Álvaro Lario, presidente del FIDA: “Un mundo sin hambre es posible. Lo que nos falta son las inversiones y la voluntad política para llevar a la práctica soluciones a gran escala. Podemos erradicar el hambre si se convierte en una prioridad mundial. Las inversiones en los pequeños agricultores y en su adaptación al cambio climático, el acceso a insumos y tecnologías y el acceso a financiación para establecer pequeños agronegocios pueden marcar una diferencia. Los pequeños productores son parte de la solución. Si reciben el apoyo adecuado, pueden producir más alimentos, diversificar la producción y abastecer a los mercados tanto urbanos como rurales, ofreciendo a las zonas rurales y las ciudades alimentos nutritivos de producción local”.

Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef: “La malnutrición es una amenaza importante para la supervivencia, el crecimiento y el desarrollo de los niños. La escala de la crisis nutricional exige una respuesta más firme centrada en los niños, que incluya la priorización del acceso a dietas nutritivas y asequibles y servicios esenciales de nutrición, la protección de los niños y adolescentes frente a los alimentos ultraprocesados y pobres en nutrientes y el fortalecimiento de las cadenas de suministro alimentario y nutricional, entre ellas las de alimentos enriquecidos y terapéuticos para niños”.

Cindy McCain, directora ejecutiva del PMA: “El hambre está aumentando al tiempo que los recursos que necesitamos urgentemente para proteger a los más vulnerables se están reduciendo peligrosamente. Como trabajadores humanitarios, nos enfrentamos al mayor desafío que hemos visto. Necesitamos que la comunidad mundial actúe de manera rápida, inteligente y compasiva para revertir el curso e invertir la tendencia del hambre. En el PMA estamos comprometidos a trabajar con todos nuestros asociados, tanto antiguos y nuevos, para crear un mundo en el que nadie se pregunte cuándo será su próxima comida”.

Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS: “La emaciación infantil sigue siendo inaceptablemente elevada y no se han realizado progresos en la reducción del sobrepeso infantil. Necesitamos políticas públicas, inversiones y medidas específicas a fin de crear entornos alimentarios más saludables para todos”.

GLOSARIO DE LOS TÉRMINOS PRINCIPALES.

Inseguridad alimentaria aguda: la inseguridad alimentaria aguda se define como un estado de inseguridad alimentaria, en un área concreta y en un momento determinado, que reviste una gravedad tal que amenaza las vidas humanas o los medios de subsistencia, independientemente de las causas, el contexto o la duración. A este respecto, resulta pertinente proporcionar orientación estratégica que se centre en objetivos a corto plazo para prevenir, mitigar o reducir los efectos de la inseguridad alimentaria aguda grave. Este indicador se utiliza en el Informe mundial sobre las crisis alimentarias (Red de Información sobre Seguridad Alimentaria y Red mundial contra las crisis alimentarias, 2023).

Hambre: sensación incómoda o de dolor causada por un consumo insuficiente de energía alimentaria. En este informe, el término “hambre” es sinónimo de subalimentación crónica y se cuantifica mediante la prevalencia de la subalimentación.

Malnutrición: estado fisiológico anormal debido a un consumo insuficiente, desequilibrado o excesivo de macronutrientes o micronutrientes. La malnutrición incluye la desnutrición (retraso del crecimiento y emaciación infantiles y carencias de vitaminas y minerales), así como el sobrepeso y la obesidad.

Inseguridad alimentaria moderada: nivel de gravedad de inseguridad alimentaria en el cual las personas afrontan incertidumbres sobre su capacidad para obtener alimentos y se han visto obligadas a reducir, en ocasiones durante el año, la calidad o la cantidad de alimentos que consumen debido a la falta de dinero u otros recursos. Hace referencia a una falta de acceso continuado a los alimentos, lo cual disminuye la calidad de la dieta y altera los hábitos alimentarios normales. Se mide mediante la escala de experiencia de inseguridad alimentaria y contribuye al seguimiento de los progresos realizados en relación con la meta 2.1 de los ODS (indicador 2.1.2).

Inseguridad alimentaria grave: nivel de gravedad de inseguridad alimentaria en el cual, en algún momento del año, las personas se han quedado sin alimentos, sufren hambre y, en el caso más extremo, pasan uno o más días sin comer. Se mide mediante la escala de experiencia de inseguridad alimentaria y contribuye al seguimiento de los progresos realizados en relación con la meta 2.1 de los ODS (indicador 2.1.2).

Subalimentación: condición en la cual el consumo habitual de alimentos de un individuo es insuficiente para proporcionarle la cantidad de energía alimentaria necesaria a fin de llevar una vida normal, activa y sana. La prevalencia de la subalimentación se emplea para medir el hambre y los progresos realizados en relación con la meta 2.1 de los ODS (indicador 2.1.1).

(*) Descargue informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo: FAO

Fueron presentados los excelentes resultados del Proyecto Ganadería y Clima.

Fueron presentados los excelentes resultados del Proyecto Ganadería y Clima.

El Proyecto Ganadería y Clima permitió mejorar resultados productivos, económicos y ambientales de la ganadería en Uruguay en contexto de déficit hídrico.

Florida | Todo El Campo | El pasado 3 de junio se presentaron los resultados del proyecto Ganadería y Clima, de los que se destacan importantes logros. Algunos de ellos son que “el ingreso neto familiar en los predios del proyecto se incrementó un 28% respecto a la línea de base al inicio del proyecto; otro, que la producción de carne vacuna se incrementó en promedio un 8%; o que las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyeron un 7% por hectárea y un 18% por Kg de carne producida; y el impacto del proyecto en las 28.000 hectáreas de superficie de pastoreo involucradas fue una reducción de 3.528 toneladas de gases de efecto invernadero por año.

El evento que contó con la participación del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, el ministro de Ambiente y el responsable de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Uruguay.

El proyecto Producción ganadera climáticamente inteligente y restauración del suelo en pastizales uruguayos, más conocido como Proyecto Ganadería y Clima, presentó sus resultados de campo en el marco de un taller de dos días que reunió a productores, técnicos y autoridades en Paso Severino, Florida.

Esta es una iniciativa financiada por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF), implementada por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) con apoyo del Ministerio de Ambiente (MA) y la asistencia técnica de la FAO. El trabajo de campo estuvo a cargo del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República.

Desde el 2023, 60 predios de productores familiares, que cubren cerca de 30.000 hectáreas de cuatro regiones del país, recibieron asistencia técnica para mejorar la gestión productiva y ambiental.

El proyecto contribuyó a generar prácticas de ganadería climáticamente inteligente que mejoraron la producción y los ingresos económicos. Al mismo tiempo, se logró disminuir la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero, aumentando la resiliencia frente a eventos climáticos extremos sin poner en riesgo los servicios ecosistémicos del campo natural.

Con un encuadre de coinnovación entre técnicos y productores, la iniciativa se planteó contribuir a enfrentar los desafíos del sector a través de un enfoque integral, midiendo la reducción de la intensidad de emisiones por kilo de carne y la captura de carbono en pastizales.

Su metodología participativa buscó rediseñar los sistemas de producción con procedimientos y tecnologías de bajo costo y alto impacto, mientras se monitorearon los resultados físicos, económicos, ambientales y sociales del proceso de cambio.

“UN PROYECTO ESTRELLA”.

El ministro Fernando Mattos resaltó “la interacción interinstitucional de ganadería y clima” y explicó que el proyecto es “emblemático” y que será necesario desarrollarlo a una mayor escala. 

Por su parte el titula de Ambiente, Robert Bouvier, resaltó que “obtener datos, información y experiencia científica probada es lo que va a respaldar al Uruguay a la hora de presentar sus productos al mundo”.

En cuanto a los componentes de producción y sostenibilidad del proyecto, Gonzalo Kmaid de la FAO en Uruguay hizo hincapié en el hecho de que nuestro país “hizo una definición muy precisa en cuanto a contribuir con su desarrollo sin sacrificar la calidad ambiental. En este sentido, este es un proyecto estrella”.

ALGUNOS RESULTADOS CLAVE:

  • El ingreso neto familiar en los predios del proyecto se incrementó un 28% respecto a la línea de base al inicio del proyecto. 
  • La producción de carne vacuna se incrementó en promedio un 8% comparado a la línea de base, pasando de 78 Kg/ha a 84 Kg/ha. En la producción de carne ovina se observó un incremento promedio de 17%, pasando de 12 Kg/ha a 14 Kg/ha.
  • Las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyeron un 7% por hectárea y un 18% por Kg de carne producida.
  • El impacto del proyecto en las 28.000 hectáreas de superficie de pastoreo involucradas fue una reducción de 3528 toneladas de gases de efecto invernadero por año.
  • A pesar del contexto de déficit hídrico, y en comparación con los vecinos, los predios de los productores participantes del proyecto aumentaron la biodiversidad de especies vegetales en un 7,4%. 

La mejora en los indicadores presentados por el Proyecto Ganadería y Clima se dio en un contexto adverso de déficit de lluvias durante los tres años de trabajo.

Los resultados de la implementación del proyecto son auspiciosos para el cumplimiento de los compromisos nacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Asimismo, explicitan un camino para construir resiliencia en sistemas ganaderos con base en campo natural.

Los datos científicos emergentes permiten aportar al diseño de políticas públicas como insumos para la construcción participativa de una ganadería sostenible; como también, se constituyen en recursos para la calibración de factores nacionales y para la estimación de indicadores de sostenibilidad. Su caracterización y comunicación posibilitará el posicionamiento de la producción ganadera del Uruguay. (FAO).

En mayo, el índice de precios de los alimentos de la FAO retomó la tendencia bajista.

En mayo, el índice de precios de los alimentos de la FAO retomó la tendencia bajista.

En el índice de la FAO de mayo bajaron de forma significativa los aceites vegetales, los cereales y los productos lácteos. Los índices del azúcar y la carne aumentaron.

Montevideo | Todo El Campo | La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) registró una caída en el índice de precios de mayo con un promedio de 124,3 puntos, lo que significa una caída de 3,4 puntos (-2,6%) respecto a abril y 35,4 puntos (-22,1%) por debajo del máximo histórico que alcanzó en marzo de 2022.

El descenso de mayo se explica por caídas significativas en los índices de precios de los aceites vegetales, los cereales y los productos lácteos. Los índices del azúcar y la carne aumentaron.

LOS CEREALES CAYERON 4,8%

Comparado con abril, en mayo el índice promedio de los cereales de la FAO bajó 6,5 puntos (-4,8%) hasta 129,7 puntos, y 43,9 puntos (-25,3%) por debajo del valor récord que alcanzó hace un año.

Los precios internacionales del trigo disminuyeron 3,5% desde el mes anterior, como consecuencia de las perspectivas de abundantes suministros a nivel mundial en la próxima campaña 2023/24 y de la prórroga de la Iniciativa sobre la Exportación de Cereales por el Mar Negro.

Los precios del maíz cayeron 9,8% en mayo, deprimidos por las perspectivas favorables para 2023/24, que apuntan a una recuperación de la oferta mundial, dadas las previsiones de aumento de la producción en el Brasil y los Estados Unidos, dos de los exportadores principales. El lento ritmo de las exportaciones de los Estados Unidos, sumado a la cancelación de compras por parte de China, ejerció asimismo una presión a la baja sobre los precios mundiales del maíz.

También ajustaron a la baja los cereales secundarios. La cebada -9,5% y el sorgo -9,7%, influenciados por los descensos de los precios del trigo y del maíz.

Por el contrario, los precios internacionales del arroz siguieron aumentando en mayo, debido al cumplimiento de acuerdos previos con compradores asiáticos y la reducción de la oferta en algunos países exportadores, como el Pakistán y Vietnam.

CAÍDA DEL 3,2% DE LOS LÁCTEOS.

El índice de los productos lácteos de mayo promedió en 118,7 puntos, una baja de 3,9 puntos (-3,2%) respecto a abril, y 25,5 puntos (-17,7%) por debajo de su valor en mayo de 2022.

El descenso de mayo obedeció a una pronunciada caída de los precios internacionales del queso, debida principalmente a las abundantes disponibilidades exportables, también procedentes de las existencias, en el contexto del pico estacional de la producción lechera en el hemisferio norte.

Tras disminuir durante 10 meses consecutivos, las cotizaciones internacionales de la leche en polvo repuntaron como consecuencia de una recuperación de las adquisiciones por parte de compradores de Asia septentrional y el descenso estacional de la oferta de leche en Oceanía.

Mientras tanto, los precios de la manteca subieron ligeramente, ya que el aumento de las cotizaciones de los suministros procedentes de Oceanía, debido al elevado nivel de adquisiciones por parte de compradores de Asia sudoriental y la caída estacional de la oferta de leche, fue compensado prácticamente en su totalidad por una disminución de los precios europeos a raíz de las abundantes disponibilidades exportables.

ACEITES VEGETALES.

En el índice FAO los aceites vegetales hicieron un promedio de 118,7 puntos en mayo, lo que supone una disminución intermensual de 11,3 puntos (-8,7 %), ubicándose un 48,2% por debajo de su nivel de hace un año.

El continuo descenso del índice refleja la disminución de los precios mundiales de los aceites de palma, soja, colza y girasol.

Los precios internacionales del aceite de palma cayeron notablemente desde abril, al coincidir una prolongada debilidad de las importaciones mundiales con las expectativas de aumento de la producción en los principales países productores.

Los valores mundiales del aceite de soja bajaron por sexto mes consecutivo, debido en gran medida a la persistente presión ejercida por una excelente cosecha de soja en el Brasil y unas reservas superiores a lo previsto en los Estados Unidos, donde el aumento de la oferta de materias primas alternativas reemplazó en parte a la demanda de la industria del biodiésel.

En cuanto a los aceites de colza y girasol, los precios internacionales siguieron disminuyendo a raíz de la abundante oferta mundial.

LA CARNE SUBIÓ 1%.

El índice FAO para la carne hizo un promedio de 117,9 puntos en mayo, o sea subió 1,1 puntos (+1,0%) desde abril, con lo que se constituye el cuarto aumento mensual consecutivo, pese a lo cual el índice aún se ubica 5,0 puntos (-4,1%) por debajo del valor registrado en el mismo mes del año pasado.

La carne de ave continuó aumentando en los precios internacionales impulsados por la persistencia de una demanda de importaciones elevada, especialmente de Asia, y por cierta preocupación acerca de posibles problemas de suministro a corto plazo a causa de los brotes generalizados de gripe aviar.

La carne de vacuno aumentó ligeramente gracias a la mayor demanda mundial de suministros brasileños y a la persistente escasez de la oferta en los Estados Unidos, pese a que el nivel de sacrificio de ganado en Australia siguió siendo elevado.

Los precios de la carne de cerdo subieron por cuarto mes consecutivo, aunque solo de forma marginal, ya que las limitaciones de la oferta derivadas de los altos costos de producción y las enfermedades animales en otros países impulsaron la demanda de suministros brasileños.

Mientras tanto, los precios mundiales de la carne de ovino cayeron a raíz de la abundancia de disponibilidades exportables en Oceanía.

AZÚCAR.

El índice del azúcar promedió en 157,6 puntos, es decir, 8,2 puntos (+5,5%) más que en abril, lo que representa el cuarto aumento mensual consecutivo y hace que el índice se sitúe 37,3 puntos (+30,9%) por encima de su valor de hace un año.

Ayer se celebró, por segunda vez, el Día Internacional de la Sanidad Vegetal

Ayer se celebró, por segunda vez, el Día Internacional de la Sanidad Vegetal

El Día Internacional de la Sanidad Vegetal se celebró por primera vez en mayo de 2022.

Montevideo | Todo El Campo | El viernes 12 de mayo se celebró el Día Internacional de la Sanidad Vegetal.

El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) explicó que se entiende por sanidad vegetal “el conjunto de medidas destinadas a la prevención y protección de los cultivos frente a las plagas”.

A través de las redes sociales, el MAGP agregó que “este año, se llama a todos a tomar conciencia y acciones para mantener los cultivos sanos y ayudar a proteger el ambiente y la biodiversidad”.

“La Dirección General de Servicios Agrícolas (DGSA) es la Organización Nacional de la Protección Fitosanitaria (ONPF) de Uruguay”.

En su papel como la Organización Fitosanitaria de nuestro país, la Dirección General de Servicios Agrícolas “tiene la responsabilidad de proteger la agricultura nacional de las plagas y facilitar el comercio, implementando las medidas necesarias para prevenir su introducción y dispersión minimizando sus impactos”, se explicó.

“En este marco, el MGAP, a través de la DGSA realiza el control de las importaciones y exportaciones de productos vegetales, con el fin de asegurar el estatus sanitario del país, evitando el ingreso de nuevas plagas, que pueden ser perjudiciales para los cultivos”, se expresa en la cuenta del Twitter @MGAPUruguay

Finaliza indicando que “a través de las barreras sanitarias de la Dirección General de Bioseguridad e Inocuidad Alimentaria (Digebia) se realiza la vigilancia en la frontera para evitar el ingreso de productos de origen vegetal que pueden introducir plagas que aún no existen en el país”.

FAO: LA SANIDAD VEGETAL AYUDA A COMBATIR EL HAMBRE.

Este año, el Día Internacional de la Sanidad Vegetal 2023 hace un llamamiento a la concienciación y a la acción para mantener sanas nuestras plantas y ayudar a proteger el medio ambiente y la biodiversidad.

“Las Naciones Unidas designaron el 12 de mayo Día Internacional de la Sanidad Vegetal a fin de crear conciencia mundial sobre el hecho de que la protección de la sanidad vegetal puede ayudar a poner fin al hambre, reducir la pobreza, proteger la biodiversidad y el medio ambiente y potenciar el desarrollo económico. El Día es un legado clave de Año Internacional de la Sanidad Vegetal celebrado en 2020”, dice la FAO en su página web.

Foto de BASF.

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