El uso de drones en la agricultura está cada vez más presente, tanto en cantidad como en diversidad de aplicaciones
Brasilia, Brasil | Todo El Campo | ¿Comprar su propio dron para la fumigación agrícola o contratar a un proveedor de servicios? ¿Qué cultivos agrícolas ya están utilizando esta tecnología? ¿Son prometedores los resultados?, son preguntas que se hace todo productor antes de invertir en drones para incorporar esa tecnología en su predio.
En Brasil, expertos investigaron sobre todas esas interrogantes y elaboraron un documento, “Uso de drones agrícolas en Brasil: de la investigación a la práctica, Documento 474” (*) cuyos autores son Rafael Moreira Soares, investigador de Embrapa Soja (PR), y el empresario Eugênio Passos Schröder. El documento presenta los aspectos regulatorios, el uso de la tecnología por parte de los proveedores de servicios y los agricultores, analiza los resultados de investigaciones nacionales e internacionales y describe ejemplos prácticos de su aplicación en varios cultivos relevantes, informó Embrapa.
El uso de drones en la agricultura está cada vez más presente, tanto en cantidad como en diversidad de aplicaciones.
Rafaél Moreira explicó: “Los modelos más comunes son los multirrotores y los modelos de ala fija, con motorización eléctrica por baterías”.
Agregó que “se clasifican según su peso y altura máxima de vuelo permitida, disponiendo de numerosos tipos de hardware, software, cámaras y sensores, que permiten la ejecución de diversos procesos, como, por ejemplo, el mapeo georreferenciado, la monitorización, la producción de imágenes y, en el caso de los drones agrícolas, la aplicación de productos líquidos y sólidos de forma automatizada”.
El investigador expresó que los drones agrícolas tienen sus propias características en su proceso de fumigación, diferenciándose tanto de los pulverizadores terrestres como de los aviones agrícolas, lo que representa una tecnología intermedia entre estos sistemas. “Por lo tanto, es fundamental un análisis cuidadoso antes de su adopción, asegurando que la tecnología agregue beneficios a la actividad agrícola”.
Explicó que todavía faltan datos e investigaciones para determinar, por ejemplo, la tasa de aplicación de la pulverización, la velocidad y la altura del trabajo, el rango de pulverización, la deposición y la uniformidad de las gotas, la deriva, la mezcla de productos y el control del objetivo biológico. “Algunas ventajas inherentes de la fumigación con drones no requieren pruebas mediante la investigación, aunque la medición de algunas de estas ventajas puede proporcionar información valiosa sobre el uso de la tecnología”.
El científico también destacó que la zona aún necesita muchos ya que el equipamiento está en plena evolución y se moderniza cada año. “Es un trabajo incesante, porque, además de actualizar las máquinas, la diversidad de cultivos, productos y objetivos involucrados es cada vez mayor”, evaluó Soares.
Un ejemplo de cambio en la tecnología es la tendencia de adoptar boquillas rotativas en los principales modelos de drones utilizados en el mercado, reemplazando las tradicionales puntas hidráulicas. “La boquilla giratoria consta de una punta con un disco giratorio de alta velocidad que divide el líquido en gotas y ofrece la opción de controlar el tamaño de las gotas generadas, lo que puede aumentar la uniformidad del espectro de gotas en comparación con las puntas hidráulicas, ya que elimina las gotas muy finas que causan deriva”, sostuvo, al tiempo que enfatiza que la mayoría de las boquillas rotativas pueden operar desde gotas finas hasta ultra gruesas.
EL DRON COMO NEGOCIO.
Con el lanzamiento de modelos de drones con tanques de 40 litros o más, a partir de 2022, se permitió fumigar más de 100 hectáreas por día con un solo dron, lo que aumentó su atractivo en el campo. Según Soares, la inversión en la estructura de apoyo para el uso del dron por parte del agricultor suele ser menor que la de un proveedor de servicios. “Esto se debe a que es probable que el agricultor ya tenga un vehículo para transportar el dron, un empleado o familiar para ayudar, un mezclador de pulverización de suelo para adaptarse al uso con el dron, entre otras cosas”.
Según el empresario Eugênio Passos Schröder, la inversión necesaria para montar un negocio de drones para fumigación requiere inversión no solo en el dron, sino también en la adquisición de accesorios, vehículos para atender la operación; estructura administrativa y capital de trabajo. “Esto significa que, en un cálculo aproximado, la inversión total equivale a unas tres veces el valor del equipo de drones que se pretende comprar”.
“Es necesario hacer una planificación detallada de sus necesidades y un análisis financiero cuidadoso para determinar la inversión necesaria para comenzar a proporcionar servicios de fumigación”, añadió.
Mejoramiento genético, gestión y biotecnología impulsan el crecimiento del trigo brasileño.
Brasilia, Brasil | Todo El Campo | Los avances científicos en mejoramiento genético, gestión y biotecnología son herramientas claves para que los productores brasileños de trigo superen los desafíos que enfrentan, expandan su producción de manera sostenible y recorran con este cultivo la misma trayectoria de crecimiento que ha experimentado la soja.
Esta fue una de las conclusiones presentadas por el director de Trigo de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), Jorge Lemainski, durante un seminario desarrollado en la Representación en Brasil del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
El evento fue organizado por el IICA en colaboración con Embrapa y reunió a representantes de los sectores público y privado, instituciones de investigación, organizaciones internacionales, personal de embajadas y organizaciones de productores, para debatir los desafíos de la cadena de suministro de trigo y su contribución a la seguridad alimentaria, los avances tecnológicos y cómo la ciencia está garantizando la producción y expansión de este cultivo en el Cerrado brasileño, un bioma con características similares a la sabana africana.
La presidenta de Embrapa, Sílvia Massruhá, resaltó el papel de la ciencia y la cooperación en el desarrollo de la agricultura. Mostró, en ese sentido, que entre 2018 y 2023 (solo 5 años) la superficie sembrada con trigo creció aproximadamente un 110% en el centro-oeste de Brasil y la producción, un 130%.
“La agricultura brasileña es impulsada por la ciencia y nos complace enormemente colaborar con el IICA para mejorar el trigo en Sudamérica y Brasil, posicionando a nuestros países como los mayores productores de alimentos y contribuyendo a la agenda global de paz”, declaró Massruhá.
Según el director de Embrapa Trigo, los resultados de la investigación en mejoramiento genético y la erradicación de enfermedades podrían llevarse al país a la autosuficiencia en trigo. También demostró por qué el trigo podría tener el mismo éxito que la soja en el Cerrado.
“La investigación ha llevado a Brasil de ser un importador a convertirse en el mayor exportador neto de alimentos del mundo. Con el trigo, nuestro objetivo es alcanzar un volumen de producción de 20 millones de toneladas para 2030”, explicó.
Un estudio pionero publicado por Embrapa en abril, demostró que el trigo producido en Brasil tiene una huella de carbono menor que el promedio mundial. El análisis, realizado en fincas y en la industria molinera del sudeste de Paraná, indicó que la adopción de prácticas y tecnologías sostenibles ya disponibles puede reducir aún más la huella de carbono del trigo, lo que hace que este cultivo sea atractivo en un escenario de lucha contra el cambio climático, como destacó Jorge Lemainski.
Además de la presentación sobre las posibilidades de expansión del cultivo de trigo en Brasil, los participantes debatieron sobre la evolución genética y los desafíos que enfrenta la industria molinera, así como sobre las posibilidades comerciales del trigo brasilero en el mercado internacional.
Federico Trucco, director Ejecutivo global de Bioceres, destacó la necesidad de buscar tecnologías sostenibles. «El trigo puede alcanzar un nivel de competitividad diferente mediante la biotecnología. En Brasil, es evidente que la oportunidad reside en la región central (Cerrado), ya que no hay lugar en el mundo donde se pueda triplicar la superficie dedicada al trigo. Hay un conjunto de soluciones que podemos aportar. Creemos que podemos trabajar juntos para fomentar la inversión en investigación y hacer realidad este sueño de 20 millones de toneladas”, explicó.
TRIGO EN BRASIL: DE 600 KILOS/HECTÁREA A 3.000 KILOS/HECTÁREA.
En la década de 1970, la productividad del trigo en Brasil era de 600 kilos por hectárea (kg/ha). Hoy la productividad media nacional supera los 3.000 kg/ha e incluso supera los 10.000 kg/ha en el trigo de regadío. La investigación para maximizar la eficiencia del cultivo, con sostenibilidad económica y ambiental, acompaña el crecimiento.
En el período de 2017 a 2021, la producción de trigo en Brasil creció un 80%, mientras que la superficie se incrementó un 43%. Se están incorporando rápidamente nuevas áreas aptas para el cultivo al sistema de producción, con la seguridad de contar con el conocimiento necesario para sustentar la producción.
Un estudio reciente realizado por investigadores del INTA, Conicet, Embrapa (Brasil) y UPM (Uruguay), demostró que la selección genómica puede acelerar significativamente este proceso de crecimiento de los árboles.
Buenos Aires, Argentina | Todo El Campo | Durante décadas, mejorar genéticamente a los árboles ha sido un proceso largo y costoso, ya que se necesitaban muchos años de observación en el campo para evaluar características como el crecimiento y la calidad de la madera. Sin embargo, un estudio reciente realizado por investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), ambas instituciones de Argentina; la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), de Brasil; y UPM-Forestal Oriental, de Uruguay, demostró que la selección genómica puede acelerar significativamente este proceso.
Eduardo Cappa -investigador del Instituto de Recursos Biológicos del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN) del INTA e investigador independiente del Conicet-, explicó que “a diferencia de los métodos tradicionales, que requieren muchos años de observación en el campo para evaluar el crecimiento y la calidad de la madera, la selección genómica utiliza información del ADN para predecir el desempeño de los árboles sin necesidad de esperar tanto tiempo”.
Los científicos que llevaron adelante la investigación analizaron cuatro generaciones de Eucalyptus grandis y compararon las predicciones genómicas con los datos reales de crecimiento y calidad de la madera obtenidos en el campo. Esta herramienta utiliza información genómica y de caracteres observables de un grupo de árboles de referencia para estimar el potencial de otros árboles que solo cuentan con datos genómicos, pero que aún no fueron evaluados en el campo.
“Los resultados mostraron que la selección genómica es especialmente efectiva para mejorar características como la densidad de la madera y el rendimiento pulpable, mientras que el crecimiento en volumen sigue siendo más difícil de predecir con precisión”, indicó Cappa.
Sin embargo, el investigador explicó que “se confirmó que entrenar los modelos genómicos con información de parientes cercanos a los candidatos a la selección mejora significativamente la capacidad de predicción, lo que podría ser clave para aplicar esta tecnología en programas de mejoramiento forestal a gran escala”.
De acuerdo con Cappa, “este estudio resalta el enorme potencial de la selección genómica para hacer más eficiente el mejoramiento de los árboles, reduciendo costos, tiempos de evaluación, y permitiendo seleccionar individuos superiores con mayor precisión”. Con estos avances, “el sector forestal podrá optimizar la producción de madera y otros productos derivados, contribuyendo al desarrollo sustentable de los bosques plantados”, puntualizó el investigador. En consecuencia, “se reduce, o incluso se podría eliminar, la necesidad de realizar pruebas de campo prolongadas y costosas de la descendencia, que normalmente se requieren para la evaluación genotípica”, afirmó el especialista. En ese sentido, este trabajo resalta la capacidad del INTA para llevar a cabo investigaciones de vanguardia y aplicar herramientas de última generación en el mejoramiento genético de programas forestales. (Fuente: INTA).
El lanzamiento del proyecto Diálogos Climáticos, se llevó a cabo en la sede de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria, en Brasilia.
Brasilia, Brasil | Todo El Campo | Se realizó el lanzamiento del proyecto Diálogos Climáticos, desarrollado en la sede de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), en Brasilia. El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) participó del evento y dejó el mensaje de que la agricultura es parte de la solución: Los productores rurales deben estar en la vanguardia de las discusiones y es esencial que unan fuerzas con los principales actores del sector público y privado en la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 30), que se realizará en Belem do Pará, de modo de posicionar a la agricultura como parte de la solución a los desafíos que enfrenta el planeta.
A través de los Diálogos Climáticos, Embrapa será anfitriona de una serie de reuniones en preparación para la COP30, que tendrá lugar del 10 al 21 de noviembre.
Hasta octubre se realizarán eventos en seis regiones diferentes de Brasil para contemplar los biomas Cerrado, Caatinga, Pantanal, Amazonia, Pampa y Mata Atlántica.
En el lanzamiento, la presidenta de Embrapa, Sílvia Massruhá, valoró la alianza de esa institución con IICA, y destacó la importancia de reunir a líderes de diferentes segmentos.
“El rol de la agricultura frente al cambio climático –señaló- es un tema urgente, estratégico y profundamente transformado” dijo Massruhá; agregó que “los Diálogos son un llamado a la acción que exige respuestas colectivas».
Massruhá destacó que Brasil puede contribuir con otros países, compartiendo tecnologías que han transformado al país en una potencia agrícola. “La integración de cultivos, ganadería y bosques; la agricultura baja en carbono; el uso de bioinsumos; la siembra directa, la fijación biológica de nitrógeno, son algunas tecnologías que aumentan la productividad y serán presentadas en la COP 30”, anticipó.
PONER A LOS PRODUCTORES EN EL CENTRO DE LAS DISCUSIONES.
El director de Cooperación Técnica del IICA, Muhammad Ibrahim, fue uno de los oradores y presentó el tema “Convergencia pública y privada en el continente americano para atender las necesidades de producción de alimentos ante las adversidades climáticas”.
Ibrahim recordó el papel protagónico del IICA en las tres últimas COP (en Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Azerbaiyán) y anticipó que en la COP 30 de Brasil volverá a estar presente en la Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas.
Esa será una vez más la denominación del pabellón del IICA, en el que se debatirá la agenda de la agricultura como parte de la solución y se promoverá el diálogo entre los sectores público y privado, las organizaciones de pequeños productores, los científicos, la sociedad civil y los organismos internacionales.
Esta integración tiene un único objetivo: poner a los productores en el centro de las discusiones, ya que son ellos quienes enfrentan los impactos climáticos y quienes siguen avanzando para encontrar soluciones.
En ese sentido, Ibrahim explicó que las variaciones climáticas afectan la seguridad alimentaria: “Los sistemas de producción siguen viéndose afectados por esos impactos, lo que provoca una reducción en la productividad de varios cultivos y perjudica a los productores. Para actuar en este escenario, nos encontramos en el umbral de una nueva industrialización, basada en la biotecnología, la digitalización, la economía circular y el conocimiento local. Los desafíos son tan grandes que nadie puede superarlos solo. Se necesitan alianzas y acciones colectivas”, advirtió.
BRASIL COMO LÍDER GLOBAL HACIA UNA AGRICULTURA REGENERATIVA.
También participó Roberto Rodrigues, exministro de Agricultura de Brasil y Cátedra IICA por sus contribuciones al conocimiento científico y la resolución de problemas que limitan el desarrollo sostenible de nuestra América.
“Brasil tiene la capacidad de liderar la transición global hacia una agricultura regenerativa, inclusiva y baja en carbono. La idea es llevar todo lo que hemos hecho a la COP 30 y defender el papel de Brasil en el mundo, en la seguridad alimentaria y energética, el cambio climático y la creación de empleo”, afirmó.
Durante el encuentro se presentaron varias iniciativas de IICA para el desarrollo de una agricultura sostenible basada en la integración de actores clave de la ciencia, la tecnología y la innovación, como el Programa Centroamericano de Gestión Integral de la Caficultura (Procagica), y Suelos Vivos de las Américas en alianza con el Centro de Carbono LAL de la Universidad Estatal de Ohio, encabezado por el científico Rattan Lal.
También se mencionaron varias acciones para el desarrollo, promoción e incorporación de nuevas tecnologías entre los jóvenes y las agritechs para fomentar el ecosistema de innovación, como la Semana de la Agricultura Digital, que tendrá una nueva edición en septiembre, y el FAB Lab.
La investigación en agricultura espacial debería acelerar el mejoramiento genético y aportar innovaciones a la agricultura practicada en la Tierra, especialmente con el avance del cambio climático.
Montevideo | Todo El Campo | El lunes 14 de abril se lanzó el vuelo suborbital de Blue Origin, el que transporta plantas desarrolladas por científicos brasileños en el marco de los programas de mejoramiento genético de Embrapa (Corporación Brasileña de Investigación Agropecuaria). La investigación en condiciones espaciales forma parte de las acciones de la Red Agricultura Espacial Brasil, una asociación entre Embrapa y la Agencia Espacial Brasileña (AEB), que reúne las principales investigaciones del país sobre producción de alimentos en ambientes fuera de la Tierra, con alta radiación y baja gravedad.
La inclusión del material brasileño en el vuelo fue posible gracias a una invitación del profesor Rafael Loureiro, de la Universidad Estatal de Winston-Salem (WSSU), en el estado de Carolina del Norte, Estados Unidos. La astronauta que llevará a cabo los experimentos con las semillas brasileñas, Aisha Bowe, es una excientífica de cohetes de la Agencia Espacial Norteamericana (NASA) y tiene una asociación con Odyssey, la compañía de operaciones y ciencias espaciales de la universidad que hizo posibles los experimentos en la misión Blue Origin.
Se eligieron papas y garbanzos porque reúnen ventajas agronómicas y nutricionales, al considerar los desafíos tecnológicos y científicos del cultivo de plantas en el espacio. Son especies adaptables y resistentes, de rápido crecimiento y fácil manejo, que pueden desarrollarse bien en condiciones adversas, incluso con el mínimo insumo a lo largo del ciclo productivo.
Como aporte a la dieta de los astronautas, las papas son una fuente de hidratos de carbono con un índice glucémico bajo y sus hojas ofrecen una alternativa para el consumo como proteína vegetal.
Conocido como el grano de la felicidad, la elección de los garbanzos tiene en cuenta su alto contenido en proteínas.
LA BÚSQUEDA EN EL ESPACIO DE RESPUESTAS A LA TIERRA.
La investigación con garbanzos busca desarrollar plantas más productivas, con menor altura y ramas más erguidas, de un tamaño más adecuado a las limitaciones del entorno espacial.
El cultivo de plantas en el espacio requiere tanto el desarrollo de sistemas de producción sin suelo o con regolito (“suelos”) de la luna y marcianos, como cultivares seleccionados para condiciones de baja disponibilidad de agua y nutrientes. Estos desafíos también son demandas reales del sector productor de papas para las condiciones del cultivo brasileño.
La investigación en agricultura espacial debería acelerar el mejoramiento genético y aportar innovaciones a la agricultura practicada en la Tierra, especialmente con el avance del cambio climático. Además, se espera que logre varios impactos capaces de promover saltos en el conocimiento agronómico brasileño y generar nuevas tecnologías.
56 INVESTIGADORES Y 22 INSTITUCIONES.
La Red Agricultura Espacial Brasil está compuesta por 56 investigadores de 22 instituciones diferentes:
La Agencia Espacial Brasileña (AEB), el Centro de Energía Nuclear en Agricultura de la Universidad de São Paulo (Cena-USP), la Corporación Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz de la Universidad de São Paulo (Esalq-USP), el Instituto Agronómico (IAC), el Instituto de Estudios Avanzados (IEAv)), Instituto de Geociencias de la Universidad de São Paulo (IGc-USP), Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe), Instituto de Química de la Universidad de São Paulo (IQ-USP), Instituto Tecnológico de Aeronáutica (ITA), Universidad Tecnológica de Florida (FIT), Parque de Innovación Tecnológica de São José dos Campos (PITSJC), Universidad de Florida (UFl), Universidad de Newcastle (NCL), Universidad Federal del ABC (UFABC), Universidad Federal de Lavras (Ufla), Universidad Federal de Pelotas (UFPel), Universidad Federal de Rio Grande do Norte (UFRN), Universidad Federal de São Carlos (UFSCar), Universidad Federal de Santa Maria (UFSM), Universidad Federal de Viçosa (UFV) y Universidad Estadual Winston Salem (WSSU).