Gabriel Pastor de Ceres analizó el conflictivo contexto mundial en el que Trump llegó al Gobierno por segunda vez.
Montevideo | Todo El Campo | La primerea edición de Pulso, publicación mensual del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) trata sobre la llegada Donald Trump a la Casa Blanca y el contexto en que lo hace.
El artículo, escrito por Gabriel Pastor, se titula “El Comienzo de una era” y aborda “el ascenso de Trump (que) ocurre en un contexto geopolítico de fuerte rivalidad entre Estados Unidos y China”.
Su autor va mencionando las situaciones adversas actuales, desde la invasión de Rusia a Ucrania, pasando por el conflicto Israel-Hamas, en “un contexto en el que se cuestiona el instrumento del libre comercio” que en el pasado “unió al mundo”.
Pero esos no son los únicos puntos de conflicto, hay otros que son muy importantes desde el punto de vista de la estrategia geopolítica.
Todos esos temas, y otros, aborda Pastor su artículo publicado ayer y que Todo El Campo comparte a continuación.
EL COMIENZO DE UNA ERA
Gabriel Pastor | Ceres | El retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, como el 47° presidente de Estados Unidos (EEUU), se ha convertido en el tema central de la agenda mundial. Su impacto no solo redefine el rumbo político de este país, sino que también genera repercusiones a nivel global.
Ceres dedica la primera edición del año de Pulso a examinar las implicaciones de este acontecimiento. Pulso es una publicación mensual exclusiva para los socios de la institución, en la que se abordan los sucesos internacionales más relevantes, alternando entre una mirada global y un enfoque regional.
El ascenso de Trump ocurre en un contexto geopolítico de fuerte rivalidad entre EEUU y China por la predominancia global, hoy reflejada en la competencia feroz por la IA. La irrupción esta semana de DeepSeek, el rival chino de ChatGPT, muestra que la innovación en sectores de punta pudo dejar de ser una debilidad de regímenes cerrados como el que lidera Xi Jinping.
En un mundo en constante cambio, y que desde la pandemia de Covid-19 ha estado zarandeado por eventos desgraciados como las guerras devastadoras de escala regional, en particular la que protagonizan Rusia y Ucrania, e Israel y Hamás en la Franja de Gaza -ahora en un proceso de tregua que resulta frágil- es esencial comprender estos procesos para anticipar escenarios y tomar decisiones informadas. Un contexto, además, en el que se cuestiona el instrumento del libre comercio, que unió al mundo tras la caída del comunismo y el ingreso de China a la Organización Mundial del Comercio.
También es relevante mencionar la guerra interna en la República Democrática del Congo y la participación de Ruanda. Puede parecer un conflicto distante, la enorme riqueza de su territorio en tierras raras y cobalto -elementos esenciales para la producción de tecnología moderna- lo convierte en un actor clave en el desarrollo de la nueva Guerra Fría 2.0.
No es exagerado pensar que estamos al inicio de una nueva era. La asunción del líder republicano, ahora con un poder institucional sin precedentes y una popularidad que no tuvo en su primera administración -ni en su propio país ni en el exterior- refuerza su capacidad para llevar a cabo una agenda disruptiva en diversos frentes.
La mejor prueba de ello son las decenas de órdenes ejecutivas firmadas desde el primer minuto de su presidencia, muchas de las cuales están comenzando a desmantelar el programa de bienestar social y las reformas estructurales con objetivos medioambientales implementados por el demócrata Joe Biden. Además, ha dado un revés a la agenda cultural de izquierda en cuestiones como la identidad, los derechos civiles, la moralidad, la familia, la diversidad, el feminismo y los derechos LGBTQ+. Por otro lado, se ha puesto en marcha un plan de eficiencia gubernamental que, bajo la conducción de Elon Musk, busca reducir el gasto público mediante una revisión exhaustiva de los recursos y funcionarios en las oficinas y agencias del gobierno federal.
DESDE MEDIO ORIENTE A ALEMANIA.
La llegada de Trump también se hizo sentir en el alto al fuego acordado entre Israel y Hamás, por el cual se detuvieron los bombardeos israelitas. El entendimiento significa el cumplimiento de un calendario para la libertad de los rehenes en poder de Hamás, el regreso de palestinos en prisiones de Israel y el regreso a la Franja de Gaza de la población que huyó del ataque bélico.
El acuerdo no es muy diferente al que promocionó la administración Biden durante el año pasado. ¿Qué fue lo que cambió?
La terna conformada por el primer ministro de Qatar, el jeque Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, el negociador de Joe Biden, Brett McGurk, y el emisario de Trump, Steve Witkoff, lograron convencer a las dos partes del alto al fuego. Cada uno de ellos, de ideas diferentes, terminaron jugando un papel complementario para anunciar el acuerdo con la llegada de Trump a la Casa Blanca, tal como quería el líder estadounidense.
Sin duda, Europa también sentirá el impacto de una nueva administración de Trump, lo que probablemente se refleje en las elecciones anticipadas del próximo mes en Alemania, un país inmerso en una crisis de gobernabilidad y un marcado declive económico.
El próximo canciller alemán enfrentará el desafío de formar y liderar un gobierno de coalición mientras asume la tarea de impulsar una agenda de reformas clave para que Alemania recupere el dinamismo que la convirtió en la gran locomotora europea. Sin ese impulso, será difícil que el viejo continente pueda plantar cara o competir frente a Estados Unidos bajo el liderazgo de Trump y a China de Xi Jinping.
Mientras tanto, Corea del Sur atraviesa una crisis política inédita desde su retorno a la democracia en la década de 1980, en un contexto en el que los gobiernos deben enfrentar reformas cruciales para abordar los retos que plantean las democracias consolidadas.
La polarización ha llegado a niveles tan extremos en Seúl que ha derivado en una verdadera fractura social y política. Este mes, el presidente Yoon Suk Yeol fue suspendido de sus funciones por una moción de destitución en la Asamblea Nacional y detenido como parte de una investigación penal, tras invocar la ley marcial, lo que rompió el orden constitucional y desató movilizaciones de protesta.
Si bien los desafíos internos, las tensiones geopolíticas en torno al Mar de la China Oriental y la agresiva presencia de su vecino Corea del Norte son parte del trasfondo, la crisis también refleja los males que aquejan a las democracias contemporáneas: sociedades que, frente a la incertidumbre, recurren a liderazgos con tintes autoritarios, lo que radicaliza aún más el panorama político y envenena el debate y la convivencia social.
El drama coreano ilustra crudamente los riesgos que corre la institucionalidad de un país debido a la falta de diálogo o la incapacidad de los líderes en gestionar la gobernanza democrática.
El turismo es uno de los sectores clave para acelerar el crecimiento de la economía. Pero no podemos esperar que a Argentina le vaya bien.
Montevideo | Todo El Campo | En el marco del brindis de fin de año de la Cámara Uruguaya de Turismo (Camtur), celebrado en el Aeropuerto Internacional de Carrasco, Ceres presentó el pasado martes 17 su nuevo Monitor de Actividad Turística. El informe analiza el estado actual del turismo en Uruguay y propone un plan estratégico para potenciar el crecimiento del sector, con Brasil como eje central de las oportunidades a futuro.
EL TURISMO URUGUAYO EN RECUPERACIÓN.
Ceres estima, a raíz de la elaboración de la Cuenta Satélite de Turismo, que el turismo representa el 5,8% del PIB en 2024. Esto refleja una recuperación progresiva postpandemia, pero se encuentra aún por debajo del 8,4% de 2017. Para la temporada de verano se estima un ingreso de no residentes 10% mayor a la temporada anterior (105.000 personas más). Para el total del año 2025, se proyecta que la participación aumentará al 6,3% del PIB, con 15% más de visitantes y 16% más de gasto que en 2024, a raíz de diferentes factores:
Factores positivos:
Incremento de turistas argentinos, debido a la mejora en la paridad de precios con Uruguay, que también genera baja de turismo emisivo a Argentina.
Crecen salarios en dólares de argentinos, se elimina el Impuesto País para argentinos y hay altos precios en Miami.
Crece masa salarial local.
Factores negativos:
Actividad argentina sigue rezagada a pesar de la reciente mejora.
Brasil está más barato para argentinos.
Uruguay sigue caro para el resto del mundo.
Crece turismo emisivo a Brasil.
No obstante, Ceres destaca que, para un impulso sostenido de la actividad, más allá de la coyuntura actual, se debe mirar más a Brasil a través de un esfuerzo coordinado y acciones proactivas para incrementar de manera significativa el flujo de turistas desde el país norteño: “El turismo es uno de los sectores clave para acelerar el crecimiento de la economía. Pero no podemos esperar que a Argentina le vaya bien para que le vaya bien al turismo: hay que crecer por mérito propio con más promoción, abaratamiento del destino e infraestructura”.
El informe destaca que, si el turismo recuperara su participación histórica del 8,4% del PIB como en 2017 (hoy es 5,8%), se generaría un impacto económico significativo:
18.000 nuevos empleos, con especial impacto en jóvenes y personas con menor formación educativa.
US$ 273 millones adicionales en salarios al año.
Un aporte impositivo adicional de US$ 142 millones en impuestos directos y US$ 66 millones en indirectos.
PLAN DE ATRACCIÓN AL MERCADO BRASILEÑO.
El informe propone acciones concretas de corto y mediano plazo para posicionar a Uruguay como un destino prioritario para los turistas brasileños, un mercado que cuenta con más de 14 millones de personas de alto poder adquisitivo entre el sur de Brasil y un radio a 1.000 km de San Pablo. Además, destaca que “Uruguay tiene lo que el turista brasileño busca: turismo de lujo, casinos, playa, enoturismo, gastronomía, cultura, patrimonio, frío, calidad de vida, seguridad y cercanía”.
Uno de los factores clave es incrementar la conectividad con el país norteño. Para ello, Ceres propone que, para aquellos turistas que viajen hacia San Pablo para ir luego a Uruguay, se otorgue la conexión gratis desde Belo Horizonte, Curitiba, Cuiaba, Brasilia y Campo Grande a San Pablo, por 90 días como puntapié inicial (abril-junio por baja temporada) y que una aerolínea se posicione como la oficial.
Luego, para lograr abastecer el incremento de demanda por la bonificación de la conexión, Ceres propone premiar a aerolíneas por pasajero adicional. Esto consiste en una reducción de la tasa de aterrizaje y espacios publicitarios en la terminal del aeropuerto, y/o descuentos impositivos por parte del Estado, con tope anual y por pocos años. Esto permitiría, además, mejorar conexión al resto del mundo. Ceres destaca que una propuesta de esta índole se viene trabajando desde hace tiempo dentro de un Plan de Conectividad por parte de MIintur, MTOP y Uruguay XXI en conjunto con Aeropuertos Uruguay, pero no se ha concretado aún.
Además, propone una serie de acciones inmediatas, que incluyen aumentar la promoción en ferias, medios digitales y eventos sectoriales, con el enoturismo y la gastronomía como productos estrella, generar más paquetes turísticos de invierno, que equipos brasileños de fútbol realicen pretemporadas en Uruguay, simplificar trámites fronterizos para brasileños, que más influencers brasileros visiten el país, y generar más contenido audiovisual para difundir en el país vecino. Por otra parte, afirma la pertinencia de posicionar aún más el turismo de reuniones y eventos (MICE), así como la oferta y promoción de turismo premium.
A su vez, destaca como acciones necesarias, pero de mediano plazo, profundizar negociaciones con agencias brasileras para que conozcan más y vendan sistemáticamente paquetes de turismo en Uruguay, trabajar en acciones en conjunto con consulados, con mayor seguimiento de conexiones generadas en eventos y que turismo sea prioridad en agenda del consulado, instalar una oficina comercial y/o agencia de turismo en San Pablo, recomponer relaciones públicas en Porto Alegre, implementar portugués obligatorio en liceos de departamentos intensivos en turismo e incrementar propuestas de shows y eventos orientados al mercado brasilero en Rocha, Atlántida, Colonia y Piriápolis, entre otros.
El informe hace hincapié en que Uruguay se posiciona de muy buena manera en las principales tendencias que, según la Organización Mundial de Turismo, impulsarán al sector en el futuro: turismo sostenible, de lujo, de experiencias y de proximidad.
A raíz de todo lo anterior, Ceres concluye que el turismo tiene el potencial de ser un motor clave para el crecimiento económico del país, pero requiere “un Plan estratégico para el desarrollo, con mayores alianzas y difusión, y allanar el camino para la inversión con priorización en inversiones y facilitando trámites planificación y decisión”.
Si producimos más para los mismos mercados la suba de los aranceles van a ser un freno importante, por eso es fundamental llegar a más mercados.
Montevideo | Todo El Campo | El jueves 12 se presentó por parte de Ceres (Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social) una presentación sobe el impacto y el potencial del sector cárnico en Uruguay.
Al finalizar su exposición, el Ec. Martín Alesina comentó a Todo El Campo la importancia de conseguir nuevos mercados.
Alesina es investigador de Ceres, y expresó que el sector de la carne tiene mucho potencial pero también “una carga arancelaria muy alta, cercana al 12%, y en caso de que la producción aumente -supongamos un 20%- a esos mercados se tendría un incremento muy grande los aranceles porque las cuotas con aranceles bajos ya estarían cubiertas”.
Por tanto, aumentar la producción en los mercados que ya tenemos, significa “un freno” para la cadena que se enfrentaría a un arancel alto.
Hay que buscar mecanismos “para reducir la carga arancelaria o trabajar más fuertemente en la promoción y acceso a más mercados”.
Asimismo, “si Uruguay accediera de la mejor manera a los mejores mercados, en cuotas pequeñas porque tampoco es que van a aumentar mucho más, la carga arancelaria seguiría siendo del 12% mientras que “Australia ronda el 5%”.
Uruguay tiene “capacidad ociosa en la fase industrial” y si se compara la capacidad probada que es el mes que más se faenó por doce, con e último año, tenemos un 31% de capacidad ociosa”.
“Hay que penar en un aumento del 20% de la producción, no sería algo loco y la capacidad está”, subrayó Alesina.
Agregó que trabajar en los mercados es muy complejo, aunque efectivamente se está insistiendo en ese aspecto. “Hay que seguir por ese camino porque los frutos lo vemos en los números, hay que incrementar presencia aún más, hay que incrementar la distribución de personas dispuestas y capacitadas para hacer habilitaciones sanitarias porque no nos puede pasar que tangamos que hacer dos o tres habilitaciones al mismo tiempo falta de recursos humanos”.
Tenemos que estar en los mercados porque estando se ven las dificultades específicas de cada mercado y con los recursos humanos necesarios.
El consumo estimado de proteínas de origen animal en 2024 alcanzaría los 97,3 kg por persona; situándose en un valor 3,0 kg por encima del año anterior (+3,2%) que lo ubican como el mayor registro en el consumo de los últimos 9 años, pero con diferente comportamiento entre carnes.
Montevideo | Todo El Campo | En un auditorio con participación de más de 250 personas vinculadas al sector cárnico, realizamos la tradicional presentación de los indicadores de las carnes.
Seguidamente el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) presentó un informe especial, y cerró la actividad el Instituto Nacional de Carnes (INAC) con una propuesta y evaluación que contribuye al crecimiento del complejo.
La puesta a punto de las proyecciones de cierre de año estuvo a cargo del gerente de Información Jorge Acosta.
A partir de características de demanda internacional y climáticas que fueron algo más propicias que lo previsto al inicio del año, la actividad de faena cerrará en valores similares a 2023, pero con evoluciones.
Un primer semestre con recuperación de la actividad (+7%) y un segundo semestre con caída (-8%) respecto al año anterior. Con alguna incertidumbre sobre el nivel efectivo de actividad que se podrá cumplir, es posible estimar que 2024 completaría una faena anual de 2.265.000 cabezas.
Se observa una recuperación de valores de hacienda a partir de mejoras en los ingresos de las exportaciones que muestran equilibrio en los indicadores. Con un crecimiento más o menos constante a lo largo del año, las variaciones acumuladas a noviembre observadas para el precio del novillo total (+23,7%), reflejan el aumento del valor de la carne exportada (+23,1%) y de la media res al mercado interno (+20,7%), con una evolución opuesta a lo observado en 2022 y 2023. En el caso de la vaca y vaquillona se observaron comportamientos similares.
El consumo estimado de proteínas de origen animal en 2024 alcanzaría los 97,3 kg por persona; situándose en un valor 3,0 kg por encima del año anterior (+3,2%) que lo ubican como el mayor registro en el consumo de los últimos 9 años, pero con diferente comportamiento entre carnes.
En materia de exportaciones, Acosta mostró que la reestructuración de mercados permitió mantener los niveles de ingresos de las exportaciones. Los ingresos totales del sector cárnico en 2024 estarán cercanos a 2.600 millones de USD; un valor similar a 2023, por lo cual, se encuentra por encima de los promedios históricos en valores corrientes.
CERES PRESENTÓ INDICADORES CLAVE.
En elcierre estadístico 2024 de INAC, Ceres presentó un nuevo Informe Especial llamado “Estado actual, impacto y potencial del sector cárnico del Uruguay”, donde se destaca su impacto económico y social, y plantea los desafíos necesarios para superar el «estancamiento productivo» que atraviesa el sector desde hace años, garantizando la sostenibilidad y competitividad en el mercado global.
El informe presentado por el Ec. Ignacio Munyo +director ejecutivo de Ceres- y el coordinador de investigación Martín Alesina, da muestras de estabilidad en indicadores clave del sector como el stock vacuno (11,3 millones de cabezas) y la faena (alrededor de 2,4 millones de cabezas anuales).
Entre los factores que explican este concepto de estancamiento se encuentran la elevada carga arancelaria efectiva en mercados clave y la necesidad de mejoras en eficiencia productiva, tecnología, inserción externa y logística. Sin estas transformaciones, Uruguay no logrará un crecimiento significativo, sobre todo con competidores con acuerdos comerciales más favorables y con menores costos de transporte.
El sector emplea directamente a cerca de 90.000 personas y tiene un impacto significativo en la economía, ya que entre su impacto directo y todos los encadenamientos que genera en diferentes sectores (impacto indirecto) supera el 10% del PBI. En tanto, su aporte impositivo –analizado por impuesto y por fase en el estudio– totaliza casi US$ 700 millones al año entre impuestos directos e indirectos.
El informe destaca que un crecimiento del 20% en la producción podría generar un aumento del 1,5% en el PIB y la creación de aproximadamente 3.000 empleos adicionales. Experiencias como la Cuota 481 han demostrado que, ante señales claras de demanda, el sector puede responder con incrementos en producción.
Con una parición récord de más de 3 millones de terneros proyectada para 2025, Uruguay tiene la oportunidad de superar los desafíos actuales y consolidar su posición en los mercados de alto valor.
EL SECTOR EN UN PUNTO DE INFLEXIÓN.
Uruguay se posiciona de buena forma ante una demanda global de carne que se proyecta pujante. Por un lado, porque el país produce carne de la mejor calidad a nivel global, en un entorno natural en base a pasturas nativas, ideal para la cría de animales. Por otro, por la sostenibilidad y trazabilidad de su producción, altamente valorada por mercados exigentes como el europeo.
Pero, para dar un salto en la producción y la productividad hay que ser más competitivos. El sector cárnico en Uruguay se encuentra en un punto de inflexión, donde para superar la estabilidad se deben dar cambios que logren mejorar las expectativas de toda la cadena de valor. Para lograrlo, es imperante alivianar la carga arancelaria, aprovechar los nichos de mercado con altos precios y promover mayor diferenciación y valor agregado a lo largo de la cadena productiva.
Con las señales actuales, la baja productividad seguirá conviviendo con una capacidad ociosa elevada en fase industrial y altos aranceles que perjudican la competitividad y desincentiva aumentos de producción. El sector y el país necesitan un impulso para la actividad más tradicional de Uruguay; y superar los obstáculos que lo frenan es posible.
ES NECESARIO LOGRAR UN CRECIMIENTO DEL PBI SUPERIOR AL 3%.
Hacia el final de las presentaciones, el gerente de Estrategia e Innovación de INAC Pablo Caputi centró su exposición en los estímulos al crecimiento necesarios para apuntalar al sector, neutralizando aranceles. Su análisis incluyó las premisas del contexto macro-económico. En ese sentido, comentó que para satisfacer las crecientes demandas de la sociedad uruguaya, es necesario lograr un crecimiento del PBI superior al 3%. Esto depende del nivel de actividad económica, que influye en la cantidad y calidad del empleo, los salarios y la productividad.
El sector cárnico vinculado a vacunos-ovinos es un gran empleador: cerca de 90.000 puestos de trabajo. En particular en el interior del país. Emplea además en el sector primario una fuerza laboral con menor escolarización y con mayor edad promedio (un sector con dificultad de encontrar empleos alternativos). Como referencia, la construcción emplea 55.000 puestos directos aproximadamente.
Los salarios mensuales generados (dependientes y no dependientes) totalizan 64 millones de dólares, equivalente a la suma de los salarios en la actividad agrícola-forestal-láctea en conjunto. El gasto de esos salarios luego genera empleo inducido en el interior del país, fundamentalmente (en el sector servicios).
Agregó que la sostenibilidad del crecimiento requiere aumentar la inversión (doméstica y externa), superando el 20% del PBI, lo que generaría un círculo virtuoso entre inversión, actividad y empleo. Sin embargo, Uruguay enfrenta vulnerabilidades debido a su mercado interno limitado y su exposición a las fluctuaciones de los precios internacionales de commodities y las barreras comerciales.
El proteccionismo internacional está en aumento, y aunque Uruguay trabaja para mejorar el acceso a mercados, no se puede esperar una mejora rápida, especialmente para el sector cárnico. Esta situación limita el crecimiento de la actividad, la inversión, y el empleo en todo el sector.
El Plan Estratégico de INAC propone un aumento en la producción de carne vacuna, con un incremento del 25% en el volumen físico, alcanzando hasta 750.000 toneladas equivalente peso canal (ton epc). Este aumento contribuiría al crecimiento económico, generando un círculo virtuoso de estímulo, inversión, actividad y empleo.
El stock de vacunos en Uruguay ha oscilado por debajo de 12 millones de cabezas, con una extracción promedio del 22%. El Plan Estratégico propone elevar este porcentaje a 25%, alcanzando 3 millones de cabezas, con un stock de 12 millones.
Se espera una alta parición en 2024/25, superior a 3 millones de terneros. Si la demanda interna no es suficiente, la alternativa será la exportación en pie de los terneros excedentes. Aunque esta opción ofrece señales de largo plazo al criador, el mercado es imperfecto y limitado, y el país pierde la oportunidad de agregar valor al engordar y faenar. Se requiere asegurar una buena demanda interna para las futuras pariciones.
En cuanto a la actividad comercial, los últimos 20 años muestran que el sector industrial exportador tiene dificultades para superar los 2,3-2,4 millones de cabezas faenadas debido a restricciones de oferta y aranceles altos en el mercado. Esto limita el crecimiento de los subsectores como cría, engorde y recría.
Para mejorar los resultados de las empresas, se necesita una mejor inserción internacional (más cuotas, menos aranceles). Dado que esto llevará tiempo, se debe evaluar mecanismos de estímulo para expandir la faena y las exportaciones, buscando un aumento en la productividad nacional del 20-25%, es conseguir una mejor inserción internacional (más cuotas, menos aranceles). Como eso tomará años, hay que evaluar algún mecanismo de estímulo que permita expandir la faena y las exportaciones.
Proyectando posibles estímulos al desarrollo, presentó un mecanismo que consiste en neutralizar los aranceles adicionales al ingresar a una colocación sin preferencias, permitiendo una faena adicional de cerca de 500.000 animales (más de 100.000 toneladas de exportación). Esto se lograría mediante una renuncia fiscal a los impuestos directos adicionales generados por el aumento de actividad.
Desde la visión fiscal de Uruguay, la recaudación no se vería afectada, ya que el régimen actual se mantendría para la actividad básica. La renuncia fiscal se aplicaría solo al nivel adicional de actividad, lo que exigiría mayor eficiencia en los servicios públicos no transables. La recaudación podría incluso aumentar por los efectos multiplicadores del incremento de actividad en sectores asociados. En el conjunto de la economía del Uruguay, el impacto sería cercano a 1,5 puntos en el PBI como efecto estático, sin considerar efectos dinámicos.
Esta dinámica se trasladaría a todos los estamentos de la cadena. Un mayor nivel de actividad (faena, exportaciones) traerá mayor empleo y mayor demanda por el ganado. Los precios finales dependerán de la respuesta de la oferta. Si se mantienen estos niveles de parición y destete, los niveles de precios (ganado gordo, reposición) serán similares.
En la medida que el país obtenga ventajas arancelarias nuevas este sistema de neutralización dejaría de operar. El sistema propuesto debe evaluarse a la luz de otros mecanismos de estímulo (Comap) que también buscan estimular el mayor nivel de actividad, empleo, exportaciones. Se entiende que esta propuesta es complementaria y pone foco en un problema: la imposibilidad de bajar aranceles en el corto plazo y cómo esto limita el crecimiento de la faena de vacunos.
Las expectativas de crecimiento para el año se proyectan en 3%, por debajo de meses atrás (3,5%).
Montevideo | Todo El Campo | La actividad económica consolida en noviembre la tendencia alcista, con la cuarta tasa positiva del Índice Líder de Ceres (ILC), que creció 0,2% en el mes. De esta forma, la economía mantiene un aumento sostenido desde hace más de un año y recupera dinamismo en los últimos meses del 2024.
Los altos niveles de empleo y salario real impulsan el consumo local, apoyado también en la reducción de la brecha de precios con Argentina.
Por otra parte, las exportaciones crecen en base a mayores colocaciones de celulosa y soja respecto al año pasado, mientras que la industria y la construcción mantienen cierta estabilidad. En este sentido, las expectativas de crecimiento para el año se proyectan en 3%, por debajo de meses atrás (3,5%).
El Índice de Difusión (ID), que muestra la proporción de los componentes del índice que crecieron en el mes, fue 65% en noviembre, lo que refleja que más de la mitad de las variables tuvieron un desempeño positivo.
PRINCIPALES INDICADORES.
Los principales indicadores sectoriales indican lo siguiente:
• Las exportaciones crecieron 5% en noviembre en relación con un año atrás, por octavo mes consecutivo.
• La carne vacuna se posicionó como el principal producto exportado en noviembre.
• El valor exportado de la celulosa en noviembre fue 3% superior, interanual.
• La faena de bovinos cayó 12,1% interanual en noviembre, pero fue la mayor desde que comenzó el año.
• Las exportaciones de productos lácteos aumentaron 12% en noviembre, interanual.
• La producción industrial creció 2% en setiembre respecto al mes previo y 9,9% interanual.
• La construcción se mantuvo estable en el segundo trimestre, luego de un año de contracción.
• La recaudación en DGI por IVA en términos reales cayó en octubre respecto a setiembre y creció interanual.
• El consumo de energía eléctrica fue inferior en el sector residencial e industrial en octubre.
• Los créditos otorgados a las familias y empresas crecieron en octubre en comparación con el mes previo.
• Las ventas de gasoil y de nafta crecieron considerablemente en la comparación interanual en octubre.
• El movimiento de ómnibus en Tres Cruces disminuyó en noviembre, aunque es mayor al del año anterior.
• La venta de boletos en Montevideo y zona metropolitana se incrementó en octubre frente al mes previo.
CERES: SECTOR AGROPECUARIO.
En noviembre, la carne fue el principal producto exportado en el mes ante un máximo anual en el precio de la carne vacuna, seguido por la celulosa y los productos lácteos. Las solicitudes de exportación de bienes alcanzaron los US$ 1.025 millones en noviembre, 5% más que en el mismo mes de 2023, marcando el octavo aumento consecutivo según datos de Uruguay XXI. En el acumulado de enero a noviembre, las exportaciones suman USD 11.908 millones, con un crecimiento interanual del 14%.
Las exportaciones de carne en noviembre totalizaron US$ 212 millones, 21% del total. Las colocaciones a Estados Unidos se incrementaron 83% con respecto al año anterior (US$ 65 millones) mientras que las ventas al mercado chino registraron una caída de 38% (US$ 71 millones). Esto se explica por mayor oferta en el mercado asiático y una demanda sólida desde el mercado estadounidense que se vio reforzada ante la suspensión temporal de las importaciones de ganado proveniente de México debido a la aparición del gusano barrenador.
De enero a noviembre, las exportaciones de carne vacuna se mantuvieron en niveles similares a 2023 (US$ 1.852 millones en 2024 frente a US$ 1.876 millones en 2023).
En cuanto a la faena de vacunos, se sacrificaron 213.721 cabezas en noviembre, 12% menos que en el mismo mes del año pasado, de acuerdo con el INAC. En el acumulado del año, la faena asciende a casi 2,1 millones de cabezas, levemente por debajo del periodo enero-noviembre de 2023 (0,6%), lo que equivale a 13.600 vacunos de diferencia.
El precio de exportación de la carne uruguaya fue el mayor del año, superando los US$ 5.000 por tonelada. Esta mejora en el precio y la suba del precio del ganado gordo en Brasil son signos de una demanda pujante del mercado internacional para comienzos del año próximo. A su vez, las lluvias intermitentes y el empuje forrajero hacen que las perspectivas para el sector ganadero sean positivas.
Las exportaciones de celulosa totalizaron US$ 179 millones en noviembre, un incremento del 3% respecto a noviembre de 2023, posicionándose como el segundo rubro exportado, luego de cinco meses consecutivos en el primer puesto.
Por su parte, la soja, aunque ocupó el séptimo lugar, tuvo un papel significativo en el crecimiento interanual con exportaciones por US$43 millones, en comparación con el año anterior que fueron prácticamente nulas debido a la sequía.
Las exportaciones de productos lácteos en noviembre subieron 12% interanual, alcanzando los US$ 81 millones. La remisión de leche a plantas industriales en octubre fue levemente menor que en setiembre de 2023 (1%), y superior al mes anterior (1,1%). En el acumulado de enero a octubre, la remisión fue 0,9% menor a 2023.
En el sector agrícola, la siembra de arroz para la zafra 2024-2025 se encuentra casi concluida con un incremento del 20% en las hectáreas plantadas (183.000).
En cuanto a los cultivos de invierno, se espera una buena cosecha de trigo y cebada tras las recientes lluvias.