“Como consecuencia del aumento de la demanda, los precios del maíz en el mercado indio se han disparado por encima de los presentes en países competidores, afectando a los niveles de exportación”, informa USDA
Montevideo | Todo El Campo | A pesar del turbulento panorama presente en el mercado internacional de cereales, existe un factor estructural alcista que –si bien no tiene mucha “prensa”– representa una buena noticia para las naciones agroexportadoras.
Se espera que la India alcance un consumo récord histórico de maíz de 37,4 millones de toneladas en el ciclo comercial 2023/24 (noviembre-octubre) debido al aumento de la producción avícola y la promoción del bioetanol elaborado en base a ese cereal.
El dato es que la caña de azúcar, principal materia prima de la India para la elaboración de bioetanol, enfrenta restricciones gubernamentales ante una caída sistemática de la producción.
En enero de 2024, para compensar esta pérdida, el gobierno de India aumentó el precio oficial de compra de bioetanol a base de maíz en un 29% para ubicarlo en un monto equivalente a 0,86 dólares estadounidense por litro.
“Como consecuencia del aumento de la demanda, los precios del maíz en el mercado indio se han disparado por encima de los presentes en países competidores, afectando a los niveles de exportación”, explica un informe del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA).
“Se prevé que India, tradicionalmente uno de los principales proveedores de maíz del sur y el sudeste asiáticos, exporte en 2023/24 un 84% menos de maíz que en el ciclo previo. Por primera vez desde la campaña 1999/00, las importaciones indias de maíz igualarán a sus exportaciones”, añade.
Países como Bangladesh y Nepal, que el año anterior se abastecieron mayormente de maíz indio, ahora están intentando incentivar la producción nacional del cereal, mientras que otros, como Vietnam, están aumento las compras realizadas a Brasil y Argentina.
“El pronóstico para 2024/25 muestra que se espera que persista el fuerte consumo interno en la India. Esto requerirá que los socios comerciales de la India se ajusten a la nueva dinámica del mercado regional”, pronosticó el USDA.
“A escala mundial, el aumento de la demanda de maíz es una tendencia prometedora, sobre todo porque prevemos una gran oferta internacional y precios más bajos para los agricultores de los principales países productores”, resumió.
Se debe seguir investigando sobre “cuáles son los niveles de humedad que optimicen la conservación y el aprovechamiento del grano de arroz con cascara.
Montevideo | Todo El Campo | El 22 de agosto se realizó la 25ª Jornada Anual de la Unidad de Producción Intensiva de Carne (UPIC). En el marco de esa actividad se publicó la revista oficial de UPIC que recoge material vinculado a las exposiciones de esa jornada.
Uno de los artículos trata sobre el arroz con cáscara como alimento de corral. Oportuno es considerar esa investigación y recordar lo que el Ing. Agr. Álvaro Simeone dijo a Todo El Campo sobre el tema: “Este añosel arroz, por el buen precio que tiene, no entra en la dieta ganadera, pero los datos están y serán de utilidad ante algún tropezón del precio o la calidad” del cereal. (Artículo: Álvaro Simeone: lupino y arroz como alimento animal; y el cruzamiento como herramienta que se debe usar más. – Todo El Campo).
Hecha la precisión, volvamos a la publicación en la revista de UPIC.
El artículo de referencia se titula “Utilización del grano de arroz con cascara (GACC) en dietas de engorde a corral: ¿podemos sustituir al maíz?”, el cual señala “no es habitual” usar GACC (arroz Paddy) en la alimentación del ganado, pero podría ser de interés y utilidad “alternativa para lograr una mejor valorización del grano”.
La investigación se desarrolló con 48 novillos Hereford nacidos en 2021, los que fueron confinamiento durante 48 días, tiempo en que se investigó cuatro raciones:
1) GMm: Raciones totalmente mezcladas con 45% de maíz molido, 9% de humedad;
2) GAm: Raciones totalmente mezcladas con 45% de GACC, molido, 9% de humedad;
3) GAq: Raciones totalmente mezcladas con 45% de GACC quebrado con 9% de humedad;
4) GAgH: Raciones totalmente mezcladas con 45% de GACC quebrado, 20 % de humedad.
Los novillos se dividieron en 16 grupos de 3 animales.
Los resultados indicaron que “a igual grado de procesamiento y nivel de humedad, no se encontraron diferencias en la ganancia de peso, consumo o eficiencia de conversión, al sustituir maíz por GACC”, lo que significa un potencial “importante del uso del GACC si se logra un correcto ajuste para su molienda, aspecto que no había sido contemplado en la mayor parte de los antecedentes revisados”.
Con igual humedad, “no se encontraron diferencias” en la “ganancia de peso o consumo entre animales que recibieron el GACC molido o quebrado, pero sí a nivel de la eficiencia de conversión del alimento”. El mayor nivel de procesamiento del GACC “permitió mejorar un 7% la eficiencia de conversión”.
“Se observó una respuesta positiva en eficiencia de conversión cuando se trabajó con distintos niveles de humedad utilizando el GACC quebrado”. Los novillos a los que se proporcionó GACC quebrado a mayor humedad (20% contra 9%) tuvieron un 8% mejor eficiencia de conversión.
En términos generales no hubo diferencias entre los tratamientos y el resultado en el peso de faena y carcasa, tampoco en el rendimiento, dressing, grasa dorsal (EDG), área ojo de bife (AOB) ni en los niveles de marbling.
CONCLUSIÓN.
Sustituir el maíz molido y seco por GACC “no tuvo afectación en el desempeño del animal ni la calidad de carne y canal, siempre que sea utilizado a igual nivel de molienda y humedad”, por lo que se puede usar GACC de calidad insuficiente y menor valor, como alimento de novillos de engorde.
Se debe seguir investigando sobre “cuáles son los niveles de humedad que optimicen la conservación y el aprovechamiento del GACC”; o sobre la sustitución total del maíz, porque los trabajos se hicieron con una dieta que contenía 60% de maíz, “lo que plantea la interrogante en relación al efecto si la sustitución por GACC hubiera sido total”.
Mayor nivel de molienda del GACC mejora en un 7% la eficiencia de conversión del alimento respecto al uso del GACC quebrado, y utilizar GACC quebrado pero conservando 20% de humedad en el ensilaje, se mejora un 8% la eficiencia de conversión del alimento.
El alimento animal tiene un alto valor nutricional.
Montevideo | Todo El Campo | Esta semana el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) inició la carga de 300.000 kilos burlanda de maíz en la planta de ALUR Paysandú en apoyo a pequeños productores lecheros afectados por el déficit hídrico.
El aporte es por un total de US$ 100.000 en alimento animal de ALUR, y el destino son 80 familias de productores rurales del sector lechero que integran el proyecto Cuencas que se desarrolla desde el Ministerio.
La entrega de burlanda desde ALUR hacia el MGAP continuó realizándose este miércoles 23 de agosto, tal como lo consignan las fotografías del MGAP.
El alimento animal entregado procede de la destilación de etanol y tiene un alto valor nutricional.
La medida incluye 20 alimentos y se extiende por 180 días.
Montevideo | Todo El Campo | Este miércoles 22 de marzo el subsecretario de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ignacio Buffa, anunció que está firmado el decreto que reduce costos en la compra de alimento animal.
“Firmado el decreto que reduce la tasa consular para la importación de alimentos para animales. Buena noticia que contribuye a reducir un costo relevante en este momento”, escribió en redes sociales, a lo que el productor lechero Justino Zavala respondió: “¡Buena noticia, se siente bien cuando se escuchan los planteos de las gremiales! ¡Pa’ delante están las casas!
En el decreto se señala que se pretende, ante el carácter extremo de la emergencia por sequía, “contribuir a recuperar las capacidades perdidas de los productores afectados”. Por lo cual es “necesario asegurar el pleno abastecimiento en plazo de los insumos”.
Se incluyen 20 productos y se extiende la medida por 180 días.
Los productos son: Maíz en grano excepto para siembra. Sorgo en grano excepto para siembra. Pellets de soja. Pellets de cáscara de soja. Pellets de girasol. Pellets de afrechillo de trigo. Granos de destilería desecados con solubles. Cebada forrajera en grano excepto para siembra. Residuos de destilería, burlanda de sorgo o maíz. Afrechillo de maíz o lex de maíz. Afrechillo de arroz entero o desgrasado. Harinas/pellets/tortas de germen de maíz. Harinas/pellets/tortas de algodón. Harinas/pellets/tortas de lino. Harinas/pellets/tortas de colza. Harinas/pellets/tortas y demás residuos sólidos de la extracción de gracias o aceites vegetales, incluso molidos o en pellets. Cáscara de cítricos deshidratada y molida o pelleteada. Preparaciones forrajeras con adición de melaza o de azúcar. Cáscara de soja.
Estudio sobre la respuesta productiva de novillos engordados a corral comparando dos fuentes proteicas, resulta que el grupo que recibió extrusado de soja logró una ganancia diaria de 140 g/día.
En la estación experimental Agropecuaria Marcos Juárez del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) se estudió la respuesta de novillos a corral respecto a expeller de soja y harina de soja de extracción por solventes.
La investigación se realizó a través del proyecto Procesos productivos agroindustriales para agregar valor en origen en forma sustentable.
El resultado fue que el grupo que recibió el extrusado de soja logró una mayor ganancia diaria de peso por 140 g/día que otros dos tratamientos, los cuales no se diferenciaron estadísticamente entre sí.
RESUMEN
Se realizó un estudio sobre la respuesta productiva de novillos engordados a corral, comparando dos fuentes proteicas: expeller de soja y harina de soja de extracción por solventes.
Los tratamientos fueron: Dieta 1: ración convencional de engorde a corral, cuya principal fuente proteica fue la harina de soja obtenida por extracción del aceite por prensado y solventes. Dieta 2: ración similar a D1, donde el mayor aporte de proteína provino del expeller de soja obtenido luego de la extracción de aceites por extrusado y prensado. Dieta 3: similar a D1, con el agregado de aceite crudo de soja equivalente a la diferencia de D2 por encima del nivel aportado por D1.
Se utilizaron 10 novillitos por tratamiento y por repetición, los cuales ingresaron con una media de 212,7 kg y se faenaron con 306,1 kg promedio.
El AMD en D1 fue de 1.420 g/d (±268); 1.560 g/d (±209) en D2 y 1.400 g/d (±268) en D3. En las condiciones del presente trabajo los animales que recibieron el extrusado de soja (D2) lograron un mayor AMD que los restantes tratamientos, superando a ambos en 140 g/día. Por su parte, D1 y D3 no se diferenciaron significativamente entre sí (p<0,05). Si bien los indicadores de consumo y eficiencia de conversión son presentados a título descriptivo, se verificó consistentemente un mayor consumo de alimento por parte del grupo D2, el cual fue acompañado por un mayor AMD, generándose también en este tratamiento la mejor eficiencia de conversión de alimento en ganancia de peso (5,4:1).
INTRODUCCIÓN
En los emprendimientos de engorde a corral, la alimentación, luego de la reposición de animales, representa el principal costo directo del sistema. Por ello, la optimización del costo y balance de los componentes dietarios, resulta clave para definir el resultado económico de la actividad (Pordomingo, 2003). En estos planteos, los subproductos de la industria aceitera tales como las harinas de soja o de girasol, son utilizados como ingredientes para elevar el aporte proteico del resto de los componentes de la dieta.
En términos muy generales, estos oferentes proteicos conforman entre un 5 y 15% de la dieta seca total, dependiendo esta participación de su contenido de proteína bruta (PB) y de los requerimientos de los animales para los cuales se formula la ración. Dado su importante costo, el componente proteico se utiliza en las cantidades mínimas necesarias para que la ración provea la cantidad y calidad de proteína requerida por los animales.
En la región pampeana, la fuente de proteína más utilizada en las dietas de la mayoría de las especies de interés comercial, proviene de los subproductos de la industria aceitera (Gallardo, 2008). Habitualmente, se recurre a la harina de soja bajo la forma de pellets, la cual, como resulta conocido, se genera como subproducto de la obtención del aceite durante el proceso de extracción por solventes.
En los últimos años se han establecido en el área central de la región pampeana, una importante cantidad de pequeñas plantas industriales que posibilitan obtener aceite a partir del grano de soja extrusado y prensado (Méndez et al, 2010). Como subproducto de este proceso, el expeller de soja, con algunas diferencias en su composición respecto a la harina de extracción por solventes, encuentra un excelente espacio para abastecer de proteína a las raciones de engorde a corral.
No obstante, este uso despierta algunas incógnitas relacionadas a sus componentes, principalmente por su mayor contenido de aceites y las condiciones de temperatura a la que fue sometido el grano durante el proceso de extrusión. En la actualidad, a diferencia de las harinas, el extrusado de soja es un producto con un importante rango de variabilidad en sus componentes finales y otras características, debido a la diversidad de orígenes y la falta de estandarización del proceso industrial mediante el cual se genera (INTA, 2011). La normatización y protocolización de los procedimientos utilizados, así como la fijación de estándares de calidad, podrían mejorar las posibilidades de comercialización de este producto a mayores escalas.
El proceso de extrusado-prensado (E-P), como único método para la obtención de aceite del grano de soja, resulta algo menos eficiente que el uso de prensado y solventes (P-S). El expeller puede tener entre un 5-8 % de aceites, mientras que las harinas obtenidas por P-S tienen, en general, menos del 2%.
Este mayor contenido de aceites significa un aporte energético y de ácidos grasos esenciales normalmente bien utilizado por los rumiantes. No obstante, ello genera por un efecto de dilución, una disminución del contenido porcentual de PB, componente que, como se mencionó, define su participación en la ración. Por lo tanto, si se formulan raciones isoproteicas utilizando harina de soja (P-S) en un caso y expeller (E-P) en otro, podría requerirse un mayor volumen de este último, para nivelar el contenido de PB de la ración. En contrapartida, el aporte de aceites del concentrado E-P, podría sustituir parte del aporte energético del resto de la ración.
Con respecto a la calidad del componente proteico aportado por estos concentrados, se especula que el proceso de extrusado podría generar un calentamiento suficiente como para modificar la estructura de las proteínas verdaderas, incrementando la fracción que escapa a la degradación ruminal. El incremento en el contenido de esta fracción proteica (proteína pasante) podría reflejarse en un mayor aumento de peso de animales de alto potencial productivo. No obstante, algunos análisis de laboratorio preliminares, en coincidencia con lo encontrado en investigaciones in vivo, parecen mostrar que la exposición del material a temperaturas finales de 135oC durante algunos segundos en el proceso de extrusado, no parece ser suficiente para modificar significativamente las propiedades de degradación ruminal del componente proteico (Orias et al., 2012).
El objetivo del presente trabajo fue comparar desde un punto de vista productivo las propiedades del expeller de soja obtenido en extrusadoras de prensa simple representativas de las existentes en la región pampeana, con las harinas de extracción por solventes, en dietas de engorde a corral.
MATERIALES Y MÉTODOS.
La experiencia se realizó durante dos ciclos, entre julio y septiembre de 2012 y de 2013, en instalaciones de la Estación Experimental de Marcos Juárez. La prueba estuvo enmarcada en las siguientes pautas experimentales.
DIETAS Y MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN – Se compararon tres dietas con las siguientes características:
Dieta 1: ración convencional para engordes a corral, cuya principal fuente proteica fue la harina de soja obtenida luego de la extracción de aceite por prensado y solventes (P-S).
Dieta 2: ración similar a D1, donde el principal aporte de proteínas lo hace el expeller de soja obtenido luego de la extracción de aceites por extrusado y prensado (E-P).
Dieta 3: similar a D1, con el agregado de aceite crudo de soja equivalente al aporte de D2 por encima del nivel de D1.
Las tres dietas fueron isoproteicas con un valor del 13,7% en cada una de ellas. Una vez finalizado el período de acostumbramiento, la ración se suministró dos veces al día en cada corral, tratando de generar un 5 % de remanente para optimizar el consumo y evitar deterioros del alimento por acumulación de excedentes.
ANIMALES – Las diferentes dietas se suministraron a tres grupos de 10 novillitos de biotipo británico, provenientes de un mismo origen genético y de crianza y alojados en tres corrales independientes. Los animales ingresaron con un peso promedio de 212,7 (± 22,9) kg. La evaluación duró 90 días en cada ciclo que comprendió un período de acostumbramiento de 26 días y un período experimental propiamente dicho de 64 días. El ensayo se repitió durante dos años consecutivos (2012 y 2013) a fin de generar una repetición temporal de la experiencia.
DETERMINACIONES – *Evolución del peso vivo: se registró en forma individual al comienzo y al final de la evaluación con una pesada intermedia para un mejor control del proceso. Se registró el peso vivo sin desbaste, deduciéndose del peso bruto un 5 % por dicho concepto.
*Consumo de alimento: fue determinado por diferencia entre alimento ofrecido y el remanente a las 24 horas. Esta estimación se efectuó en semanas alternas durante todo el período de evaluación. Los valores de consumo de alimento de cada grupo resultaron de un promedio de 5 semanas de mediciones, siendo a su vez el valor semanal, un promedio de cuatro a cinco observaciones durante dicho período.
*Composición de ingredientes: se determinó el contenido de materia seca (MS), proteína bruta (PB), materia grasa (MG), fibra detergente neutro (FDN) y fibra detergente ácido (FDA) según el componente de la dieta.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN.
En los cuadros 1 y 2 se muestran las características nutritivas de los ingredientes y la composición promedio de las tres dietas utilizadas.
El cuadro 1 muestra las características composicionales y nutritivas de los ingredientes utilizados (% de MS); el cuadro 2 la composición de las dietas sobre base seca (%); y el cuadro 3 los resultados productivos, el consumo y la eficiencia de conversión (EC) de los tres tratamientos.
De acuerdo a lo presentado en el Cuadro 1, tanto el expeller como la harina de soja utilizados tuvieron concentraciones promedio de materia grasa y de PB acordes a los valores habituales de los respectivos subproductos que se buscó representar. No obstante, y en coincidencia con hallazgos previos (INTA, 2011), debe puntualizarse que las diferentes partidas de expeller utilizadas tuvieron mayor variación en composición que las harinas. También resulta oportuno resaltar que de acuerdo a lo prefijado, se lograron tres dietas claramente isoproteicas, lo cual constituyó un requisito central del diseño de esta experiencia (Cuadro 2).
Con respecto a los resultados globales del ensayo propiamente dicho, merece destacarse el excelente desempeño alcanzado por los tres tratamientos, que superaron los 1.400 g/día de AMD con una eficiencia de conversión promedio de alimento en ganancia de peso de 5,7:1. Aun así, en las condiciones del presente trabajo, el grupo que recibió el extrusado de soja logró un mayor AMD que los otros dos tratamientos, superando a ambos en 140 g/día.
Si bien los datos de consumo y eficiencia de conversión tienen un valor descriptivo, se verificó consistentemente un mayor consumo de alimento por parte del grupo D2. Por otra parte, las observaciones de la conducta de consumo durante el suministro del alimento, sugieren una mayor palatabilidad del material extrusado aunque ello no pudo ser verificado mediante mediciones apropiadas. El mayor consumo de D2 también estuvo acompañado por un mayor AMD, generándose en este tratamiento la mejor eficiencia de conversión de alimento en ganancia de peso (5,4:1).
CONCLUSIONES.
Bajo las condiciones del presente trabajo, el grupo que recibió el extrusado de soja logró un mayor AMD que los otros dos tratamientos, superando a ambos por 140 g/día, mientras que éstos (D1 y D3) no se diferenciaron estadísticamente entre sí.
El consumo de alimento del grupo que recibió extrusado fue superior al resto de los grupos, pero dado que Esto estuvo acompañado por un AMD también mayor, se generó en este tratamiento la mejor eficiencia de conversión de alimento en ganancia de peso.
Los resultados obtenidos en este trabajo, marcan la necesidad de continuar con este tipo de estudios a fin de permitir su validación en un mayor rango de condiciones productivas.
BIBLIOGRAFÍA.
Gallardo, M. 2008. Concentrados y subproductos para la alimentación de rumiantes. XXI Curso internacional de lechería para profesionales de América Latina, pp 153-162.
INTA, 2011. Seguimiento de la calidad del expeller de sojas elaborado por diferentes plantas productoras. Informe Interno del Proyecto Nacional Procesos Productivos Agroindustriales para Agregar Valor en Origen en forma Sustentable, 4pp.
Méndez, J.M.; Covacevich, M. y Capurro, J. 2010. Procesamiento del grano de soja en la provincia de Santa Fe mediante extrusado y prensado. Para Mejorar la Producción No 45. EEA INTA Oliveros, pp 137-139.
Orias, F.; Aldrich, C.G.; Elizalde, J.C.; Bauer, L.L. and Merchen, N.R. 2002. The effects of dry extrusion temperature of whole soybeans on digestion of protein and aminoacids by steers. J. Anim. Sci. 80:2493-2501.
Pordomingo, A. J. 2003. Feedlot. Alimentación, diseño y manejo. Publicación Técnica No 62. INTA Ediciones, 228p.