Con esa decisión del Gobierno de Trump, el mundo podría estar comenzando a reformular el vínculo entre la industria de la alimentación y el consumidor.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | En noviembre de 2024 el republicano Donald Trump ganó las elecciones a la demócrata Kamala Harris, y uno de los primeros anuncios del ganador fue la designación de Robert F. Kennedy Jr. (foto) como secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), quien tiene la peculiaridad de haber pertenecido activamente al partido Demócrata hasta 2023 y desde entonces se define como “independiente”; es hijo del exsenador demócrata Robert Kennedy, y sobrino del expresidente demócrata John Fitzgerald Kennedy.
Pero el que sea o haya sido demócrata no debería ser un problema para integrar un Gobierno republicano, tampoco su apellido. Según sus críticos, el problema está en que no tiene idoneidad para cargo que desempeña, de todas formas, es un cargo político por lo que con un buen asesoramiento y mejor equipo podría desempeñar la tarea que se le encomendó sin mayores contratiempos.
Sin embargo, no solo carece de formación científica, Robert F. Kennedy Jr. ha sido un militante antivacunas, incluidas las del Covid contra la que ha tenido señalamientos tan fuertes como difíciles de aceptar, como que poseen una letalidad “jamás fabricada”, y la señala como dirigida étnicamente para favorecer a judíos y chinos.
Así y todo, Trump cree que puede hacer un gran papel al frente de la Secretaría de Salud y Servicios Humanos: “El Sr. Kennedy restaurará estas agencias a las tradiciones de la investigación científica de referencia y los faros de la transparencia, para poner fin a la epidemia de enfermedades crónicas y hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande y saludable”, escribió el mandatario en sus redes sociales.
En su posteo en X Trump también sorprendió por el tono que empleó al hacer el anuncio metiendo en la misma bolsa las industrias de los alimentos y farmacéuticas, acusándolas de engañar y desinformar: “Durante demasiado tiempo, los estadounidenses han sido aplastados por el complejo industrial de alimentos y las compañías farmacéuticas que han participado en el engaño, la desinformación y la información errónea cuando se trata de salud pública. La seguridad y la salud de todos los estadounidenses es el papel más importante de cualquier administración, y el HHS desempeñará un papel importante para ayudar a garantizar que todos estén protegidos de los productos químicos nocivos, los contaminantes, los pesticidas, los productos farmacéuticos y los aditivos alimentarios que han contribuido a la abrumadora crisis de salud en este país”.
Por otra parte, Robert F. Kennedy Jr. ha criticado fuertemente la mala alimentación, en especial los alimentos ultraprocesados que anunció eliminará de las escuelas, al igual que los aditivos dañinos.
CAMBIOS EN LA ALIMENTACIÓN.
Desde el primer día, Robert F. Kennedy Jr. inició el plan Make America Healthy Again -MAHA- (en español Hacer Estados Unidos Saludable de Nuevo), que busca reformar la industria alimentaria y proteger la salud pública, con los niños como prioridad.
Con el plan MAHA en la mira, el HHS y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) anunciaron este mes el plan con el cual buscan eliminar de manera gradual los colorantes alimentarios sintéticos derivados del petróleo que deberán ser sustituidos por naturales.
Algunas medidas concretas que se anunciaron son: revocar permisos para determinados colorantes sintéticos con antecedentes polémicos; eliminación antes de que comience 2027 de seis tipos de colorantes autorizados hasta el momento; aprobar el uso de colorantes naturales; trabajar colaborativamente con los institutos nacionales de Salud para evaluar los impactos de los aditivos en la salud y el desarrollo infantil.
“PELIGROS PARA LA SALUD Y EL DESARROLLO DE NUESTROS NIÑOS”.
Kennedy Jr. escribió en X (@SecKennedy): “Durante demasiado tiempo, algunos productores de alimentos han estado suministrando a los estadounidenses productos químicos derivados del petróleo sin su conocimiento ni consentimiento. Estos compuestos tóxicos no ofrecen ningún beneficio nutricional y representan peligros reales y mensurables para la salud y el desarrollo de nuestros niños. Esa era está llegando a su fin. Estamos restaurando la ciencia de referencia, aplicando el sentido común y comenzando a recuperar la confianza del público. Y lo estamos logrando trabajando con la industria para eliminar estos colorantes tóxicos de los alimentos que nuestras familias consumen a diario”.
“COMO YA HACEN EN EUROPA Y CANADÁ”.
Otra nominación temprana y posterior nombramiento que hizo Trump pocas horas después de ganar las elecciones, fue la de Marty Makary como comisionado de la FDA.
Makary ha sido claro: “Le pedimos a las empresas alimenticias que reemplacen los colorantes petroquímicos con ingredientes naturales, tal como ya hacen en Europa y Canadá. No hay que correr riesgos innecesarios con la salud de los niños, menos cuando estamos en medio de una epidemia de diabetes, obesidad, depresión y TDAH infantil”.
¿EL FIN DE LOS COLORANTES DERIVADOS DEL PETRÓLEO?
Un artículo publicado en El Economista (de Argentina) da tres razones de por qué es relevante la nueva política estadounidense sobre los colorantes.
Económicamente, 1) porque Estados Unidos es uno de los países con mayor consumo per cápita de aditivos sintéticos en el mundo; 2) la iniciativa podría influir en regulaciones de otros países, incluidos los de América Latina, donde muchos productos importados contienen estos aditivos.
Y 3), sanitariamente, diversos estudios han vinculado algunos colorantes con hiperactividad, alergias y problemas de conducta en niños.
Algunos comentaristas señalan que se aproxima el fin de los colorantes no naturales, y quizá, estemos comenzando un tiempo de reformular el vínculo entre la industria de la alimentación y el consumidor. El tiempo dirá.
Según los datos que proporciona la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el 91% de la composición de las frutas es agua. Y en el caso de las hortalizas, hablamos de hasta un 95%.
Montevideo | Todo El Campo | Es importante beber agua todo el año, pero particularmente beneficioso ante los intensos días de calor.
Pero beber agua no es la única forma de hidratarse, hay otras maneras que sirven de complemento a los vasos de agua que nos acompañen en cada jornada. Incluir en nuestra dieta frutas y verduras, compuestas en su mayoría por ese valioso recurso, es clave para mantener una alimentación saludable.
Fundación Aquae publicó una lista con los alimentos más ricos en agua y sus beneficiosas propiedades.
El agua está presente en los alimentos y los consumimos de tres maneras diferentes. La más evidente es a través de las bebidas que tomamos como el té. Otra de ellas es a través de la metabolización de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas que tienen los alimentos que ingerimos. Existe una tercera vía, a través de los alimentos con agua que compramos y comemos a diario.
Según los datos que proporciona la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el 91% de la composición de las frutas es agua. Y en el caso de las hortalizas, hablamos de hasta un 95%.
ALIMENTOS CON AGUA PARA MEJORAR TU SALUD
Los alimentos con mucha agua reportan grandes beneficios a nuestra salud. Como ya avanzábamos, las frutas y las verduras encabezan la lista porque su composición es fundamentalmente agua. Estas son las frutas y las hortalizas que recomiendan desde organismos como la FAO con los que podrás conseguir una alimentación más saludable.
1. SANDÍA.
El 93% de la sandía es agua y aporta fibra, azúcares, antioxidantes y vitaminas, como la B o la C. Cabe destacar que esta fruta contiene una amplia variedad de vitaminas y minerales. Uno de los grandes beneficios para la salud de esta fruta, al ser baja en calorías, es que ayuda a prevenir enfermedades y problemas cardíacos, reduce el colesterol y mantiene nuestro corazón saludable.
2. ANANÁ.
El ananá es un excelente diurético natural que nos ayuda a depurar nuestro cuerpo, aportando una buena dosis de líquido, fibra y antioxidantes. Una de sus peculiaridades es que contiene la enzima bromelina que solo se encuentra en este tipo de fruta y que se utiliza como antiinflamatorio. Además fortalece el sistema inmunológico y algunas investigaciones están intentando ver si efectivamente ayuda a mejorar la salud del intestino.
3. MELÓN.
Otra de las frutas propias del verano que destaca ente los alimentos con mucha agua. Por eso es una gran opción para refrescarnos, apagar la sed y también para ingerir vitaminas y fibra que favorecen nuestra salud y bienestar.
4. PEPINO, EL REY DE LOS ALIMENTOS CON AGUA.
Uno de los alimentos que contiene mucha agua es el pepino que, además, es rico en propiedades beneficiosas para la salud
Además de ser la hortaliza de los tratamientos cosméticos por antonomasia, porque ayuda a eliminar ojeras y bolsas, también sirve para drenar nuestro cuerpo. Todo debido a su aporte de agua y a su característica frescura. Un 96% de su contenido es agua.
5. ESPÁRRAGOS.
Los espárragos no son simplemente alimentos con mucha agua; tienen propiedades diuréticas que favorecen la eliminación de toxinas. Además, cuentan con una buena cantidad de agua y fibra y nos ayudan a estar nutridos, hidratados y saludables por muy pocas calorías.
6. TOMATE.
Además de su aporte de agua, es una alternativa llena de antioxidantes, fibra y vitaminas muy beneficiosa para nuestro cuerpo y de gran versatilidad en la cocina. El tomate ayuda a disminuir los niveles de colesterol y reduce la posibilidad de sufrir hipertensión arterial. Además, gracias a que contiene potasio y aminoácidos esenciales, ayuda a nuestros dientes, pelo y piel a mantenerse sanos.
7. NARANJA.
Es conocida por ser rica en Vitamina C pero tiene muchas más propiedades beneficiosas para la salud. La naranja contiene un gran aporte de hidratos de carbono, fructosa y minerales como calcio, fósforo, magnesio y potasio. De cada 100 gramos de naranja, 86,34 son agua. Uno de los beneficios para la salud de la naranja es que ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y del corazón. Además, evita resfriados ya que fortalece el organismo gracias a sus propiedades.
BENEFICIOS PARA LA SALUD DE LOS ALIMENTOS CON AGUA.
Mantener el organismo hidratado, disminuir la retención de líquidos y regular la presión arterial son algunos de los beneficios para la salud que aportan los alimentos ricos en agua. Suelen tener propiedades diuréticas que favorecen a la eliminación de exceso de líquido del organismo.
Uno de alimentos que contienen mucha agua es la naranja cuyos beneficios para la salud ayudan a prevenir resfriados y otras enfermedades
Otros de los beneficios de estos alimentos es que mejoran la salud intestinal ya que, gracias a su cantidad de agua, hidratan y alivian el estreñimiento. Además, aportan fibras al organismo que ayudan a disminuir el apetito y estimular los movimientos intestinales. Artículo de Fundación Aquae con adaptaciones para Todo El Campo.
En Reino Unido, el 23% de los adultos dicen que compran carne de origen vegetal una vez al mes”.
Montevideo | Todo El Campo | Las tendencias en el consumo de alimentos siguen siendo indefinidas, aunque es evidente que los productos vegetales como carnes alternativas forman parte de la dieta, con más o menos preferencia, de cada vez más personas.
La semana pasada la fundación y laboratorio de ideas Good Food Institute Europe (GFI Europe) difundió un estudio titulado “Información sobre el mercado minorista de alimentos de origen vegetal en España” en el que destaca que en 2023 el 40,4% de los hogares españoles compraron leches vegetales, y un 20% carnes alternativas. Además, el año pasado las ventas del sector minorista de productos vegetales creció un 7,5% y sumó en total 451 millones de euros.
El análisis se realizó en comercios de ventas minoristas en hipermercados y supermercados, no en restaurantes.
La leche y el queso vegetal fueron los mayores responsables del aumento de las ventas; se estima que cuando se analice el mercado de 2024 se mantendrá la demanda con una firmeza similar a 2023.
TAMBIÉN LOS BRITÁNICOS.
Otro estudio de GFI Europe, pero este centrado en Gran Bretaña, considera que “los alimentos de origen vegetal son parte de un cambio pequeño pero razonablemente generalizado en los hábitos de compra del Reino Unido: el 23% de los adultos ahora dicen que compran carne de origen vegetal una vez al mes”.
Los hallazgos son una oportunidad para mejorar la salud metabólica de las personas y y descubrir los mecanismos involucrados en la digestión del almidón y el metabolismo de la glucosa.
Tom Dinki | Nueva York, EE.UU. | Universidad de Búfalo | Todo El Campo | Si alguna vez has luchado por reducir tu ingesta de carbohidratos, el ADN antiguo podría ser el culpable.
Se sabe desde hace mucho tiempo que los humanos portamos múltiples copias de un gen que nos permite comenzar a descomponer el almidón de carbohidratos complejos en la boca, proporcionando el primer paso para metabolizar alimentos con almidón como el pan y la pasta. Sin embargo, ha sido notoriamente difícil para los investigadores determinar cómo y cuándo se expandió el número de estos genes.
Ahora, un nuevo estudio dirigido por la neoyorkina Universidad de Búfalo (UB) y el Laboratorio Jackson (JAX) revela cómo la duplicación de este gen, conocido como el gen de la amilasa salival (AMY1), no solo puede haber ayudado a dar forma a la adaptación humana a los alimentos con almidón, sino que puede haber ocurrido hace más de 800.000 años, mucho antes del advenimiento de la agricultura.
El estudio, publicado en la revista Science (*), muestra cómo las primeras duplicaciones de este gen preparan el escenario para la amplia variación genética que todavía existe hoy en día, influyendo en la eficacia con la que los humanos digieren los alimentos con almidón.
«La idea es que cuantos más genes de amilasa tengas, más amilasa puedes producir y más almidón puedes digerir de manera efectiva», dice Omer Gokcumen, profesor del Departamento de Ciencias Biológicas de la Facultad de Artes y Ciencias y autor del estudio.
La amilasa, explican los investigadores, es una enzima que no solo descompone el almidón en glucosa, sino que también le da al pan su sabor.
Gokcumen y sus colegas, entre los que se encuentra el coautor principal Charles Lee, profesor y presidente de la cátedra Robert Alvine Family en JAX, utilizaron el mapeo óptico del genoma y la secuenciación de lectura larga, un avance metodológico crucial para mapear la región del gen AMY1 con extraordinario detalle. Los métodos tradicionales de secuenciación de lectura corta tienen dificultades para distinguir con precisión entre las copias de genes en esta región debido a su secuencia casi idéntica. Sin embargo, la secuenciación de lectura larga permitió a Gokcumen y Lee superar este desafío en los humanos actuales, proporcionando una imagen más clara de cómo evolucionaron las duplicaciones de AMY1.
MÚLTIPLES COPIAS AMY1 PARA CAZADORES-RECOLECTORES.
Al analizar los genomas de 68 humanos antiguos, incluida una muestra de 45.000 años de antigüedad de Siberia, el equipo de investigación descubrió que los cazadores-recolectores preagrícolas ya tenían un promedio de cuatro a ocho copias de AMY1 por célula diploide, lo que sugiere que los humanos ya caminaban por Eurasia con una amplia variedad de copias de AMY1 mucho antes de que comenzaran a domesticar plantas y comer cantidades excesivas de almidón.
El estudio también encontró que las duplicaciones del gen AMY1 ocurrieron en neandertales y denisovanos.
«Esto sugiere que el gen AMY1 puede haberse duplicado por primera vez hace más de 800.000 años, mucho antes de que los humanos se separaran de los neandertales y mucho más atrás de lo que se pensaba«, dice Kwondo Kim, uno de los autores principales del estudio del Laboratorio Lee en JAX.
«Las duplicaciones iniciales en nuestros genomas sentaron las bases para una variación significativa en la región de la amilasa, lo que permitió a los humanos adaptarse a dietas cambiantes a medida que el consumo de almidón aumentaba drásticamente con el advenimiento de nuevas tecnologías y estilos de vida», agrega Gokcumen.
La duplicación inicial de AMY1 fue como la primera onda en un estanque, creando una oportunidad genética que más tarde dio forma a nuestra especie. A medida que los humanos se extendían por diferentes entornos, la flexibilidad en el número de copias de AMY1 proporcionó una ventaja para adaptarse a nuevas dietas, particularmente aquellas ricas en almidón.
«Después de la duplicación inicial, que dio lugar a tres copias de AMY1 en una célula, el locus de la amilasa se volvió inestable y comenzó a crear nuevas variaciones», dice Charikleia Karageorgiou, una de las autoras principales del estudio en la UB. «A partir de tres copias de AMY1, se pueden obtener hasta nueve copias, o incluso volver a una copia por célula haploide».
EL COMPLICADO LEGADO DE LA AGRICULTURA.
La investigación también destaca cómo la agricultura impactó en la variación de AMY1. Mientras que los primeros cazadores-recolectores tenían múltiples copias de genes, los agricultores europeos vieron un aumento en el número promedio de copias de AMY1 en los últimos 4.000 años, probablemente debido a sus dietas ricas en almidón. La investigación previa de Gokcumen mostró que los animales domésticos que viven junto a los humanos, como los perros y los cerdos, también tienen un mayor número de copias del gen de la amilasa en comparación con los animales que no dependen de dietas ricas en almidón.
«Es probable que los individuos con un mayor número de copias de AMY1 digieran el almidón de manera más eficiente y tuvieran más descendencia», dice Gokcumen. «En última instancia, a sus linajes les fue mejor durante un largo período de tiempo evolutivo que aquellos con un número de copias más bajo, propagando el número de copias AMY1».
Los hallazgos coinciden con un estudio dirigido por la Universidad de California, Berkeley, publicado el mes pasado en Nature (**) que encontró que los humanos en Europa expandieron su número promedio de copias de AMY1 de cuatro a siete en los últimos 12.000 años.
«Dado el papel clave de la variación del número de copias de AMY1 en la evolución humana, esta variación genética presenta una oportunidad emocionante para explorar su impacto en la salud metabólica y descubrir los mecanismos involucrados en la digestión del almidón y el metabolismo de la glucosa», dice Feyza Yilmaz, científico computacional asociado en JAX y autor principal del estudio. «Las investigaciones futuras podrían revelar sus efectos precisos y el momento de la selección, proporcionando información crítica sobre la genética, la nutrición y la salud».
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Otros autores de la UB en el estudio incluyen a los estudiantes de doctorado Petar Pajic y Kendra Scheer.
La investigación, una colaboración con el Centro de Salud de la Universidad de Connecticut, fue apoyada por la Fundación Nacional de Ciencias y el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano de los Institutos Nacionales de Salud.
Según el informe 2024 de “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo”, el mundo está lejos de alcanzar el objetivo hambre cero en 2030.
Montevideo | Todo El Campo | Autoridades y referentes institucionales se encontraron el pasado 16 de octubre para la conmemoración de FAO en Uruguay del Día Mundial de la Alimentación.
La fecha promueve la reflexión sobre las oportunidades y los desafíos que tiene cada país en su sistema alimentario. Cada año la FAO propone un tema, organiza actividades y hace un llamamiento a la acción en todo el mundo.
EL DERECHO A LOS ALIMENTOS PARA UNA VIDA Y UN FUTURO MEJORES.
Este año el tema El derecho a los alimentos para una vida y un futuro mejores busca promover la reflexión sobre la importancia de la alimentación adecuada de toda la población, cada día, para tener un futuro mejor para toda la ciudadanía en el futuro. El derecho a la alimentación significa que los alimentos deben ser adecuados, estar disponibles y ser accesibles para todas las personas.
Según el informe 2024 de “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo” (SOFI, por sus siglas en inglés), el mundo está lejos de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 2 “Hambre cero” para 2030.
En 2023, alrededor 733 millones de personas estaban pasando hambre en el mundo, y 2.330 millones de personas se enfrentaron a la inseguridad alimentaria moderada o grave.
URUGUAY GARANTIZA LA SEGURIDAD ALIMENTARIA.
La jornada inició con las palabras del ministro de Relaciones Exteriores, Omar Pagani; del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos; del director general de FAO Qu Dongyu (mediante video), y el oficial a cargo de la FAO en Uruguay, Gonzalo Kmaid.
Paganini destacó el rol de Uruguay como país productor de alimentos, que produce de forma sostenible y que contribuye a alcanzar la seguridad alimentaria tanto en Uruguay como en el mundo. Remarcó, además, la determinación del Estado uruguayo de garantizar la seguridad alimentaria en la infancia: “Uruguay adhirió recientemente la declaración conjunta de la política de alimentación escolar en América Latina y el Caribe, como parte de la Red de Alimentación Escolar Sostenible (RAES)”. La RAES es una estrategia impulsada por el gobierno de Brasil con la cooperación de la FAO, para crear soluciones a los desafíos de la alimentación escolar.
PRODUCIR MÁS Y DE FORMA SOSTENIBLE.
Mattos, por su parte, se expresó sobre la necesidad de producir más alimentos y de forma sostenible: “Debemos encontrar una solución para producir más alimentos optimizando el uso de los recursos naturales, para garantizar el derecho a los alimentos de una forma sostenible”. Presentó el trabajo de su Ministerio en esta línea, y los esfuerzos en conjunto con el Ministerio de Relaciones Exteriores para ampliar la exportación alimentaria de Uruguay al mundo. Además, se refirió sobre la necesidad de evitar y reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos.
ACTUAR EN FAVOR DE LAS PERSONAS, EL PLANETA Y LA PROSPERIDAD;
Dongyu, en su mensaje pregrabado, convocó a los diversos actores sociales para cumplir el compromiso colectivo de actuar en favor de las personas, el planeta y la prosperidad; para asegurar una Mejor Nutrición, una Mejor Producción, un Mejor Medio Ambiente y una Vida Mejor para toda la población.
Presentaciones de referentes
La jornada continuó con la mesa “El derecho a los alimentos para una vida y un futuro mejores”.
Allí Daniela Godoy, oficial de Políticas de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Oficina Regional de FAO para América Latina y el Caribe, presentó el panorama regional de seguridad alimentaria y nutrición; y el trabajo que la FAO lleva a cabo para garantizar el derecho a los alimentos.
Su disertación se complementó con las palabras de Myriam de León, directora de la Escuela de Nutrición de la Universidad de la República y Carmen Rodríguez, presidenta de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo. Ambas presentaron el trabajo de sus instituciones para garantizar el derecho a los alimentos y comentaron sobre lo expuesto por Godoy.
Una segunda mesa técnica profundizó sobre las visiones de diferentes instituciones gubernamentales en relación con el derecho a los alimentos.
Allí participaron Rosa Lezué, directora del Programa de Alimentación Escolar de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria de la Administración Nacional de Educación Pública; Virginia Natero, coordinadora del Programa de Nutrición del Ministerio de Salud Pública; María Rosa Curutchet, encargada de la Dirección Técnica del Instituto Nacional de la Alimentación del Ministerio de Desarrollo Social; y Virginia Guardia, directora de Bioseguridad e Inocuidad Alimentaria del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Luego de estas palabras, la jornada culminó con un espacio de intercambio entre participantes y la visión común de no dejar a nadie atrás en la lucha contra el hambre.