Del congreso participarán figuras como el vicepresidente de INIA, Walter Baethgen; el analista y consultor Salvador Distéfano y el también consultor Víctor Tonelli, entre otros.
Rosario, Santa Fe, Argentina | Todo El Campo | El jueves 9 de noviembre se realizará el 2° Congreso Federal Ganadero, en la Bolsa de Comercio de Rosario. En la oportunidad se analizará y profundizará sobre los temas acuciantes del sector.
Este año, el congreso tiene dos ejes. En el primero, por la mañana del jueves, se desarrollará en profundidad los temas vinculados a la ganadería y la sustentabilidad ambiental. En la tarde de esa jornada, será el turno de los temas productivos de la cadena.
El segundo eje se realizará al mediodía, en el corazón del congreso, con una disertación acerca del tema que preocupa a todos los empresarios argentinos: lo financiero.
BAETHGEN EN EL CONGRESO.
El congreso será inaugurado por el presidente de Rosgan, Walter Tombolini, quien estará acompañado por el presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, Miguel Simioni junto a funcionarios de primera línea del Gobierno provincial y municipal. Luego será el turno del inicio de cada panel.
En lo que respecta a los temas vinculados a la sustentabilidad, disertará en esta oportunidad Walter Baethgen, vicepresidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y especialista en el área de regulaciones y protocolos ambientales que tiene un largo recorrido no sólo en Uruguay, sino que desarrolla proyectos especiales para la Universidad de Columbia en Estados Unidos.
Además, se destaca luego un panel que tratará las nuevas regulaciones internacionales respecto a la deforestación, un tema que afecta de lleno a la ganadería.
La Unión Europea marcha hacia el 2025 con la prohibición de ingresar productos de zonas deforestadas y es por eso que desde la Unión Europea disertará en el congreso de Rosgan Enrico Prezio para explicar estas restricciones.
Junto a Prezio estará el médico veterinario Pablo Fiore, director de Ganadería del programa libre deforestación de Santa Fe, provincia que en Argentina es la única en el país que viene realizando la puesta en marcha de un programa de trazabilidad catastral y de certificación de producto.
En ese panel, en representación del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de Argentina (Senasa), estará Emiliano Grave, coordinador General de Campo de la Dirección Nacional de Sanidad Animal.
LO FINANCIERO Y LA PARTICIPACIÓN DE SALVADOR DISTÉFANO.
Al mediodía del jueves 9 será el turno de repasar un tema crucial para lo que se viene en el 2024. En ese punto estará Salvador Distéfano, especialista en finanzas, para dar su visión acerca de las variables económicas que se pueden esperar para los próximos meses de cara al cambio de Gobierno. Y, por supuesto, cómo esto se vincula con los negocios ganaderos.
Durante la tarde llegarán los temas vinculados al corazón de la producción. Se destaca la disertación del especialista Roberto Bisang con una visión amplia que promete dejar en claro cuánto tiene de proyección y futuro la ganadería, con una charla que se interroga acerca de ¿cómo armar la scaloneta de la cadena de ganados y carnes para lograr un buen triunfo del sector?
También hay paneles claves con referentes de los principales frigoríficos de Argentina, como Paladini, Marfrig o el Grupo Beltram.
Estará el consultor Víctor Tonelli dando su visión, y además se destacará un panel de modelos exitosos de producción como el de la Cabaña Pilagá, entre otros.
MESAS.
Por otra parte, habrá mesas con referentes de la Mesa Nacional de Carnes, también estará presente el Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina (Ipcva), entre otras entidades.
Es decir, una nutrida agenda de especialistas que vuelven a Rosario para hacer de este congreso una gran jornada para desarrollar contenidos que permitan seguir haciendo fuerte al sector frente a todo contexto.
Se vienen meses muy duros para el consumo. Luego del fuerte salto de precios que se vio en agosto tras la devaluación y un mes de septiembre que, lejos de moderarse, continuó su marcha ascendente, los meses que siguen no parecen mostrar señales de estabilización.
Rosario, Santa Fe, Argentina | Rosgan | Todo El Campo | La economía argentina toda ha entrado en un proceso de aceleración inflacionaria que parece no tener pausa. Por segundo mes consecutivo el dato de inflación se mantuvo en el terreno de los dos dígitos, 12,5% en agosto y 12,7% en setiembre, acumulando así una escalada de precios minoristas del 103,2% en lo que va del año.
En este contexto y ante un consumidor tan golpeado, resulta inevitable entrar en una puja de precios que llevan a trasladar de manera parcial o imperfecta estos aumentos generando una tensión constante en cada una de las cadenas productivas.
Particularmente, la carne es uno de los productos más sensibles de la canasta básica. Mas allá del lugar real que ocupe hoy en la dieta de los argentinos -que, por seguro, es muy inferior a lo que representaba 20 años atrás- es sin duda el termómetro social que marca el aumento de los alimentos.
De acuerdo al relevamiento de precios minoristas que realiza mensualmente el IPCVA (Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina), en el último mes los distintos cortes de carne vacuna registraron un aumento promedio del 19,4% luego de un agosto con incrementos del orden del 30% mensual.
Al analizar los aumentos registrados por los distintos cortes de carne vacuna que integran el sondeo del IPCVA, observamos a su vez que los cortes ‘más económicos’ mostraron en estos últimos dos meses mayores incrementos de precios que los cortes ‘más caros’, afectando de manera directa a los consumidores de menores ingresos. A su vez, un dato que también se viene repitiendo en las mediciones del propio Indec (Instituto Nacional de Estadísticas y Censo) -a pesar de los programas de “precios cuidados”- es una inflación en alimentos superior al índice general, algo que también afecta de manera más directa a los sectores de menor poder adquisitivo, dado el mayor peso que tiene el gasto en alimentos dentro de su presupuesto mensual.
Bajo este escenario se vienen meses muy duros para el consumo. Luego del fuerte salto de precios que se vio en agosto tras la devaluación y un mes de septiembre que, lejos de moderarse, continuó su marcha ascendente, los meses que siguen no parecen mostrar señales de estabilización. Por el contrario, ante el elevado nivel de incertidumbre político y económico que probablemente se sostenga hasta los primeros meses de asumido el nuevo Gobierno, el mercado en general tenderá a cubrirse retrayendo oferta y elevando el valor de lo que necesariamente deba vender en este período.
Esto es precisamente lo que se está viendo en el mercado de hacienda. En lo que va del mes de octubre, los valores de la hacienda para la faena volvieron a marcar importantes subas.
En agosto, el valor de referencia para este tipo de hacienda (Igmag) subió un 53,6% mensual. Seguidamente, en setiembre, ese mismo indicador registraba un incremento de apenas 3,8% en un escenario en el cual la salida de hacienda continúa siendo elevada -especialmente en zonas donde la falta de lluvias sigue siendo el factor de venta más determinante- y el consumo muestra un fuerte rechazo a convalidar nuevos aumentos de precios.
Sin embargo, clima mediante, este escenario para la hacienda indefectiblemente deberá revertirse a partir de los próximos meses.
De momento, los datos de faena comienzan a mostrar incipientes signos de moderación a pesar de la situación climática vigente. De acuerdo a los datos publicados por el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de Argentina), en lo que va del mes de octubre el ritmo de remisiones diarias a faena no solo logra estabilizarse sino que, por primera vez en el año, resulta inferior a nivel lo registrado en 2022, marcando una tendencia claramente decreciente contrariamente a lo que indica su patrón de comportamiento estacional.
Esta aparente retracción de la oferta sumado al posicionamiento pre electoral que comenzó a percibirse en el mercado es lo que está motivando estos nuevos incrementos de precios. En las dos primeras semanas de octubre, el precio de las diferentes categorías de hacienda para la faena comercializadas en el MAG (Mercado Agroganadero) acumula un alza nominal del 25%, en relación al Igmag promedio de la última semana de setiembre.
Sucede que, independientemente del resultado de los próximos comicios, el mercado ya descuenta un escenario futuro de menor oferta ganadera y una creciente participación de la exportación, factores que, en conjunto, presionarán hacia una recuperación de los valores de la hacienda.
En efecto, las últimas proyecciones de oferta y demanda mundial de carnes realizada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) muestran para Argentina una reducción en la producción de carne vacuna para el próximo año del orden del 3%, pasando de 3,2 a 3,1 millones de toneladas proyectadas. Asimismo, pese a esta menor producción, el organismo norteamericano proyecta para nuestro país un crecimiento de 7 puntos porcentuales en exportaciones.
Definitivamente, comienza un nuevo ciclo en cual el balance entre exportación y consumo deberá hallar un nuevo equilibrio en que, inevitablemente, el precio de la hacienda tenderá a revalorizarse.
La característica de esta proteína, hace diferente al extrusado respecto a otras fuentes proteicas.
Río Negro | Panarmix* | Todo El Campo | El extrusado de soja es un concentrado proteico obtenido por medios mecánicos (extrusión) a partir del poroto de soja. Se caracteriza por presentar un alto contenido de proteína y un valor energético destacable porque queda junto a la proteína un 7-8% de aceite si el producto es además prensado.
La característica de esta proteína, hace diferente al extrusado respecto a otras fuentes proteicas, porque:
1) Presenta una proporción alta (mayor a 50%) como proteína pasante, es decir que no se degrada en el rumen por efecto de la flora sino que alcanza el intestino donde es digerida y aprovechada para las distintas funciones. Esto es muy necesario en rumiantes que no han madurado su función ruminal (terneros) y en vacas de alta producción de leche. En ambos casos es importante que la dieta ofrezca una proporción de proteína pasante.
Debemos recordar que los pastos de primavera, aunque abundantes y de buena oferta proteica, tienen la característica de que su proteína es altamente soluble -degradable- en el rumen y sólo podrá ser aprovechada por el animal cuando las bacterias de la flora la degraden y transformen en proteína bacteriana. Para que toda la proteína que el animal come pueda ser incorporada a las bacterias ruminales, tiene que disponerse de una cantidad de energía en el mismo momento, lo que no siempre ocurre.
El extrusado de soja es entonces el suplemento ideal de buenas pasturas cuando con estas no se logra alcanzar la meta proteica en la dieta. Buena pastura aportará proteína degradable y el extrusado proteína degradable y pasante.
2) La soja es la fuente de proteína vegetal con mejor perfil de aminoácidos. Por ejemplo es rica en el aminoácido esencial que es referencia de valor nutricional: la lisina. Otros concentrados proteicos son pobres en lisina, como es el caso de los subproductos del maíz.
3) Como el extrusado se obtiene por un proceso mecánico, no hay daño a la proteína de la soja, conservando su valor nutricional y aun mejorándolo porque al ser sometida a presión y temperatura, las cadenas proteicas se hacen más digestibles por el animal.
4) Las pasturas tienen un alto porcentaje de agua, la que oscila entre 76 y 81 %. Por ello es difícil alcanzar una dieta con un aporte alto de proteína como requieren algunas categorías, sólo con pasto.
El extrusado tiene sólo 10% de humedad y con una pequeña cantidad incluída en la dieta, estará aportando mucha proteína, con un perfil complementario a las pasturas.
En el sector cárnico paraguayo la incertidumbre del escenario internacional llevó a una disminución de la faena, a tal punto que 4 de las 11 plantas exportadoras decidieron no procesar vacunos algunos días.
Asunción, Paraguay | Todo El Campo | La Asociación Rural del Paraguay compartió un resumen de las condiciones del mercado nacional e internacional en torno a la comercialización de la carne vacuna.
El rubro de carne vacuna se enfrenta a varias condiciones de mercado que repercuten en las actividades productivas del sector. Algunos factores desafiantes son la disminución del precio, menor faena, entre otros.
DISMINUCIÓN DEL PRECIO.
El precio del ganado gordo de exportación suma varias semanas con bajas en todas las categorías, en el acumulado son 80 centavos de dólar desde finales de julio. El macho llegó a US$ 2,80 y la vaca a US$ 2,40.
Desde el sector primario e industrial se especula que la próxima semana pueda darse una nueva baja en las categorías.
MENOR FAENA.
La incertidumbre del escenario internacional, donde las industrias comunicaron que para setiembre y octubre será difícil encontrar mercados para la carne, ha llevado a que las plantas disminuyan la dinámica de faena, a tal punto que 4 de las 11 plantas exportadoras decidieron no procesar vacunos algunos días.
CHILE.
Un importador chileno dijo que para mediados de octubre se empezarán a negociar los nuevos contratos con los exportadores paraguayos, pensando en la carne que debería llegar al país antes de empezar diciembre para las fiestas de fin de año.
Comentó que lo que resta de setiembre y parte de octubre se irá especulando con la carne que estará llegando al mercado una vez se abran las fronteras.
AGOSTO.
Paraguay consiguió superar los volúmenes de carne exportada de mayo, que hasta entonces eran los más altos en colocación y facturación del 2023.
Durante agosto, los exportadores enviaron al exterior 37.721 toneladas a un precio promedio de US$ 4.594 por tonelada.
Comparando los números de agosto con julio, el precio promedio registró una caída del orden del 7%, dado que en el mes anterior marcó los US$ 4.920, y se colocaron en el mercado internacional 27.597 toneladas.
“Hace mucho tiempo que pedimos transparencia en todo el sistema cárnico, que pedimos una marca de carne Paraguay para trabajar los mercados que ya tenemos y apuntar a nuevos, pero no se nos escucha, no hay debate”, indicó el presidente de la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne (Appec), Fernando Serrati en entrevista con la consultora MF Economía.
Por su parte, Mario Balmelli, presidente de la Comisión de Carnes de la Asociación Rural del Paraguay (ARP) recordó que Paraguay es de los pocos países de la región donde la ganadería puede crecer un par de millones de cabezas de forma ambientalmente sostenible y socialmente incluyente. Informe de la Asociación Rural de Paraguay (ARP).
Montevideo | Todo El Campo | La Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG) marcó en su planilla de los lunes una nueva baja de precio del ganado en todas las categorías. También bajaron las faenas de vacunos y ovinos.
Los datos corresponden a la semana 39 del 24 al 30 de setiembre.
El comentario para los vacunos fue que “frente a un bajo nivel de actividad para la época que refleja la no convalidación de los precios por parte de la oferta, se acentúa la baja concreción de negocios”.
Los precios para el novillo gordo especial es el siguiente: en pie cayó de US$ 1,65 a US$ 1,63 (-2 centavos); a la carne de US$ 3,04 a US$ 2,98 (-6 centavos).
En vacas gordas especiales, en pie, pasaron de US$ 1,40 a US$ 1,34 (-6 centavos); a la carne de US$ 2,75 a US$ 2,69 (-6 centavos).
Las vaquillonas especiales en pie ajustaron de US$ 1,60 a US$ 1,55 (-5 centavos); a la carne de US$ 2,95 a US$ 2,88 (-7 centavos).
Los precios promedios quedaron de la siguiente forma: el novillo gordo en pie bajó 1 centavo de dólar, de US$ 1,58 a US$ 1,57; a la carne pasó de US$ 3,01 a US$ 2,96 (-5 centavos).
Las vacas gordas, retrocedieron de US$ 1,32 a US$ 1,29, en pie (-3 centavos); a la carne de US$ 2,67 a US$ 2,62 (-5 centavos).
Vaquillonas gordas, en pie, pasaron de US$ 1,59 a US$ 1,53 (-6 centavos); a la carne de US$ 2,89 a US$ 2,83 (-6 centavos).
OVINOS.
El comentario para los ovinos fue que “continúa la buena demanda” con “mercado firme”.
Corderoshasta 35kg, se mantuvieron en US$ 2,93, sin cambios respecto a la semana pasada.
Los corderos pesados, permanecen en US$ 2,93.
Para los borregos, la caída fue de 1 centavo, al ajusta de US$ 2,93 a US$ 2,92.
Capones, de US$ 2,44 de la semana pasada a US$ 2,47 (+3 centavos).
Y las ovejas subieron 1 centavo, de US$ 2,39 a US$ 2,40.
REPOSICIÓN.
El comentario de la ACG para la reposición es que “con readecuación de valores en la oferta, mejora la dinámica de los negocios”.
Los terneros bajaron de US$ 2,29 a US$ 2,21; las terneras en cambio subieron de US$ 1,92 a US$ 1,95; y la vaca de invernada cayó de US$ 1,32 a US$ 1,30.
SE FAENARON MENOS VACUNOS Y OVINOS.
La faena de vacunos fue de 39.733 cabezas, 4.146 menos que la semana anterior.
De los 39.733 vacunos faenados, 14.771 fueron novillos (37,2%); 18.989 vacas (47,8%); 5.100 vaquillonas (12,8%); 283 terneras (0,7%); y 591 toros (1,5%).
Los ovinos faenados fueron 30.669, total 5.675 cabezas menor a la semana anterior.22.348 fueron corderos (73%); 1.356 borregos (4%); 1.344 capones (4%); 5.457 ovejas (18%); y 164 carneros (1%).
El informe Rosgan de esta semana refiere a cómo la seca ha incidido sobre la faena de hembras.
Rosario, Santa Fe, Argentina | Rosgan | Todo El Campo | La seca sigue poniendo presión sobre la faena de hembras. Si bien estacionalmente el número tiende a ceder, los datos de setiembre aun muestran un elevado número de hembras trasladadas con destino a faena, algo que al sostenerse en el tiempo compromete directamente la capacidad de recuperación del stock futuro.
Aun sin poder poner un número cierto a la cantidad de terneros que se habrían perdido este año por fallas en las preñeces, claro está que la seca ha tenido su efecto y se conocerá una vez publicados las cifras de stock final al 31 de diciembre de este año. Sin embargo, más allá de este impacto ya descontado, preocupa la cantidad de hembras que se siguen sacrificando a causa de una seca que no termina de ceder y que, de prolongarse, podría comprometer una nueva temporada de procreo.
De acuerdo a los datos que surgen de los documentos de traslado (DTe), setiembre habría registrado nuevamente más del 49% de hembras en la faena, entre vacas, vaquillonas y terneras, un umbral que comienza a alertar tras seis meses de elevada participación. Si bien en años recientes como 2019 y 2020, hemos tenido picos de alta faena de hembras, estos han coincidido con los momentos pico de salida estacional (abril-mayo-junio) de vacas. Sin embargo, este año el alerta se levanta por la persistencia de estos indicadores aun por fuera de estos picos estacionales.
En este sentido, para encontrar momentos de fuerte extracción de hembras por períodos prolongados de tiempo debemos remitirnos precisamente a los años 2008-10, asociados a un marcado proceso de liquidación.
En lo que va del año, hemos sacrificado unos 5,28 millones de hembras, 740.000 más que lo registrado de enero a setiembre del año pasado. De ese total 2,35 millones son vacas, 435.000 más que el año pasado cuando la seca aún no había empezado a mostrar su peor efecto.
En términos relativos a los 23,1 millones de vacas registradas en stock a inicios del período, la faena actual representa algo más del 10% reflejando a la fecha otro dato alarmante. En el año 2008, habiendo iniciado el ciclo con 23,4 millones de vacas en stock, coincidentemente el 10% de ese stock fue enviado a faena en los primeros nueve meses del año. Como consecuencia de ese nivel de extracción, sumado a una mayor mortandad de animales y fundamentalmente al bajo nivel de reposición de hembras logrado en ese período, el stock de vacas se vio diezmado de un año a otro en 1,2 millones de cabezas.
En aquel entonces, esta menor cantidad de vientres en producción recibió a su vez el impacto de una prolongada sequía que siguió afectando los índices de procreo. Por lo que, al siguiente año, la cantidad de terneros logrados se vio reducida en 1,6 millones de cabezas, pasando de 13,1 millones contados a diciembre de 2008 a 11,5 millones, en diciembre de 2009. De aquella gran seca de 2008-2010 tardamos al menos 3 años en comenzar a reconstruir el stock de vacas perdido, recuperación que se consigue recién una década más tarde.