Ing. Agr. Gonzalo Gutiérrez | Montevideo | Todo El Campo | Antoine Agustin Cournot fue un académico francés que hizo los primeros aportes en lo que luego conoceríamos como Teoría de Juegos. Se trata de modelos matemáticos que buscan echar luz sobre la forma de tomar decisiones entre actores racionales que luego se popularizo con los aportes de Von Neuman y John Nash.
En Teoría de Juegos, una de las cosas básicas es no llevar adelante amenazas que no se pueden cumplir. Es la base una estrategia de coacción creíble. ¿Por qué es importante ahora saber de teoría de juegos?, porque es lo que explica lo que hacen los grandes actores de la economía mundial, solo que no es un tema técnico sino político.
Luego de dos rondas de conversaciones donde las cosas parecían alinearse, China anunció el jueves cambios en su política de exportación de tierras raras, productos de los cuales tiene un cuasi monopolio de refinación y que es un elemento crítico en varias cadenas de suministro globales. La noticia no cayó bien en Occidente, que se sabe dependiente de China en este aspecto, y en particular EE.UU., donde Donald Trump que disfrutaba de sus éxitos en política exterior tiene que volver a dedicarse a China.
Por si quedaban algunas dudas, China también impone en espejo un arancel a los barcos de EE.UU. que lleguen a puertos chinos, similar a la que EE.UU. impone a partir de hoy a los buques chinos.
Claramente las cosas no están mejorando y las medidas son una escalada más que un camino de soluciones.
Entonces, ¿cuál es el fin? Demostrar que se tiene el poder de doblegar al otro, y quedar como victorioso. Trump empezó esto, así que tiene mucha presión para demostrar que puede salir victorioso. Xi Jinping la tiene también complicada porque es la primera vez que se desafía su liderazgo. Y de solucionar esto ni hablemos.
Naturalmente los mercados no se tomaron bien esta escalada y todo se cayó como un piano el viernes (acciones, crudo, agrícolas). En los mercados agrícolas, la noticia de que la soja que es la más complicada, quedó en medio del fuego cruzado, resultó en que fue especialmente afectada por las bajas. Esto nos lleva a que Trump va a soportar artificialmente a sus agricultores que pierden dinero desde hace tres campañas con un nuevo paquete de ayuda para superar la crisis que el mismo creó, pero solo compra tiempo.
Un punto importante aquí: la oferta de soja sigue creciendo a nivel global, mientras que las economías más desarrolladas (China en particular) tienen un riesgo importante con la guerra comercial. Por lo tanto, compensar el ingreso del farmer americano solo compra tiempo pero no cambia la dinámica de la oferta y la demanda, por ende, no va a tener un efecto sostenido en los precios.
Y estamos del lado equivocado del mundo: estamos al lado del mayor productor de soja y los chinos cuando vengan a comprar la nueva cosecha saben que pueden presionar a la baja a los precios, lo cual nos va a afectar, aunque no nos guste.
Lamentablemente esto alarga las posibilidades de una solución y nos muestra que el equilibrio es muy frágil. Por detrás, los fundamentos macro siguen siendo de cuidado: el oro subió un 50% en un año, las acciones parecen inmunes a los riesgos geo políticos y los bonos de largo plazo siguen subiendo lo cual es una indicación de que los que tienen el dinero piden más para prestarlo porque temen que la trayectoria de la economía global (y especialmente de la deuda) son insostenibles en el largo plazo. Y de hecho lo son y la guerra comercial no colabora en eso.
El único punto positivo de la semana fue el fin temporal de la guerra en Gaza luego de 2 años. No tiene efectos en las materias primas agropecuarias pero si en el comercio de energía.
En otro orden, sin información del USDA por el cierre del gobierno federal estamos a ciegas en cuanto a información general y no hay una solución a la vista. Así como se ve, el trigo es el primero que tiene que repuntar y la soja y el maíz todavía tienen para bajar. Y claramente el dólar no ayuda al fortalecerse frente a una cesta de monedas.
TRIGO.
El trigo en el mercado internacional es como una película de terror, donde el malo de la película no se cansa de hacer de las suyas. El trigo (otra vez) logró bajar un nuevo escalón y ahora está abajo de los 500 cents con los fondos muy vendidos (no tenemos la cuenta oficial). Siguen apareciendo millones de toneladas y lo único alcista es que la nieve irrumpió antes de tiempo en Siberia y esto puede reducir su producción, cosa de la cual el mercado no parece muy asustado ni mucho menos. No tiene un piso firme y puede seguir bajando tranquilamente, pero a estos precios ya no es rentable para nadie el trigo pero aun así lo piensan sembrar o al menos no hay indicaciones de bajas de área en el corto plazo. Veremos que nos depara, pero no pinta bien y es difícil imaginarse un trigo al alza.
MAÍZ.
El maíz, a pesar de su demanda externa muy firme no pudo escapar de las malas noticias que implico una escalada en la guerra comercial y corrigió fuerte a la baja el viernes. La presión de la cosecha, la siembra sin problemas en Brasil y Argentina y la falta de nueva información que confirme algún riesgo en la oferta y una baja en la demanda solo marcan que el camino de menor resistencia será a la baja.
SOJA.
Luego de varios twits de Donald Trump que hablaban de la soja la realidad de un recrudecimiento de la guerra comercial la mandó a la baja a un paso de los 1000 cents. No ayuda la falta de información y los agricultores norteamericanos se preparan para lo peor, la falta de acuerdo para su soja y la necesidad de colocarla fuera de China. Y no es que les vaya mal con colocar a destinos no chinos, pero el volumen y la competencia especialmente contra Argentina hacen la empresa difícil. Así como se la ve tiene todo para seguir bajando y sería un milagro que soporte por encima de los 1000 cents. La verdad es que se me cae la mano vendiendo a estos niveles, pero la verdad es que tiene que bajar, yo creo que a sus mínimos previos, en el entorno de 980.
Informe de mercado. En Uruguay los cultivos de invierno aceleran su desarrollo y hay optimismo en los agricultores en cuanto al resultado de la zafra, aunque reina la desazón sobre los precios.
Ing. Agr. Gonzalo Gutiérrez | Montevideo | Todo El Campo | El gobierno de EE.UU. entró nuevamente en pausa y con ello la información que solemos necesitar para seguir el pulso de los mercados. En el medio de tales circunstancias, Donald Trump hizo de las suyas y puso nuevamente sobre la mesa el tema de la soja y la falta de compras chinas.
Trump tiene varias opciones sobre la mesa. La primera es negociar con los chinos a que compren más soja como parte de un acuerdo que de momento se muestra esquivo al que los chinos accederán si no aparecen como perdedores o desesperados. El segundo mecanismo es soportar a sus agricultores con pagos suplementarios como hacen regularmente los gobiernos a sus agricultores en problemas (más en período de elecciones). Finalmente puede toquetear el mandato de biocombustibles para subir artificialmente el precio del aceite. Yo creo que será una combinación de los tres. Pero mi planteo va un poco más allá: la receta es la misma que en la anterior administración de Trump, solo que hoy el mercado es diferente, sobre todo del lado de la oferta, con una mayor preponderancia de Brasil. Así pues, la pregunta es: ¿podrá un eventual acuerdo entre China y EE.UU. por la soja cambiar drásticamente la situación de precios? ¿No será que si China accede a comprar soja en EE.UU. (comprando menos en Brasil) pagaremos eso como un descuento en las primas? Y ¿cuánto pesa el aumento de la oferta y la incertidumbre climática siendo que se junta la cabeza con la cola del programa de exportación de Brasil?
¿Por qué es relevante el tema? Porque la clave reside en saber si queda margen de baja a la soja y cuanto es ese potencial para saber que estrategia usaremos.
En lado macro la misma falta de información que afecta al mercado agrícola afecta también a los mercados financieros y eso hace que dependemos de indicadores privados e indirectos para el pulso de la economía que no parece muy afectada por las tarifas hasta el momento. En ese escenario todo depende de cuanto dure el cierre, pero no tendremos datos de exportaciones ni datos de inflación y desempleo (que no viene bien), con lo que la baja de tasas está asegurada en octubre.
El último dato interesante que tuvimos en los granos es el reporte de existencias que no fue muy amigable y mostró que hay más de todo. Eso llevó al trigo a un nuevo escalón para abajo, marcando nuevos mínimos históricos y le puso una pausa a la suba del maíz. La soja aparece subiendo en la semana pero es más que nada por el optimismo entre la futura reunión entre Trump y Xi en cuatro semanas donde se hablará de la soja.
En el entorno regional Argentina vuelve al tembladeral hasta las elecciones a fin de mes. 15 ruedas de vértigo para aguantar el dólar a como dé lugar y un final abierto en las elecciones. Se habla también de una posible reunión entre Trump y Lula, donde seguramente se hablará de mucha cosa y también de Venezuela.
En Uruguay los cultivos de invierno aceleran su desarrollo y hay optimismo en los agricultores en cuanto al resultado de la zafra, aunque reina la desazón sobre los precios. La siembra de maíz avanza a muy buen ritmo y en breve arrancamos con la soja con un pronóstico desafiante de enero en adelante en cuanto a lluvias.
Es difícil predecir los mercados con información, pueden imaginarse lo que es no tener los insumos básicos. No creo que haya mucha volatilidad en el mercado y lo que se mira es lo que dice Trump, la evolución de la cosecha en EEUU y la falta de lluvias en Brasil y el enlentecimiento de las siembras. Eso, y el cierre del gobierno federal en EEUU.
TRIGO.
El trigo promete matarnos del aburrimiento, con precios y noticias que son siempre lo mismo. Empezando por que cada semana sigue apareciendo más y más trigo en el mundo y siguiendo porque los fondos especulativos están muy cómodos haciendo bajar y moviendo los precios con muy poco. El mercado FOB sigue muy tranquilo y los futuros de trigo ni siquiera copian lo que pasa en el maíz. Si me pongo optimista, estos precios son fuleros para cualquiera, pero no veo muchos motivos para que suba al menos para que suba mucho más de la actual tendencia que esta entre 540 y 510. Yo creo que sigue en lo mismo en la semana, aunque la tendencia alcista de los últimos días nos da cierta esperanza. Las exportaciones de EE.UU. siguen siendo muy buenas, pero no cambia el hecho que sobra trigo en todo el mundo.
MAÍZ.
Asumimos que las exportaciones siguen siendo muy buenas pero la realidad es que el maíz sigue en su tendencia a la baja de mediano plazo con pocas noticias nuevas: la presión de la cosecha sigue siendo un tema pero los rindes son algo menores a los esperados. pero sigue siendo una cosecha enorme. La siembra avanza en Brasil y Argentina. Yo creo que va a tener que seguir corrigiendo a la baja y es ahí donde me gusta la idea de comprarlo (si volvemos a los 400).
SOJA.
Mucha expectativa con lo que pueda pasar con las negociaciones por la soja. Veremos qué pasa en las próximas cuatro semanas, pero por las dudas el primer hito es el paquete de ayuda a los agricultores que se develaría el martes próximo. Luego el plazo hasta que Trump hable con Xi en Corea (a fin de mes) y todo lo que pueda pasar en el medio que es básicamente la presión de la cosecha en EE.UU. y cómo van con los rindes. La verdad es que ha mostrado una gran resistencia a bajar de los 1.000 cents. pero yo creo que vamos a intentar llegar nuevamente a algo entre los 1.000 y los 970. El paquete de ayuda es más de lo mismo (deja a todo el mundo caliente) y no resuelve los problemas de fondo (que es el exceso de oferta).
ACEITE DE SOJA.
Sin resolverse el problema de los bio combustibles en EE.UU., el aceite logra cierta estabilidad en la semana en el entorno de los 50 cents. por libra. Para comprarlo me gustaría que esté un poco más abajo, pero entiendo que tal vez es pedir mucho. El mercado físico se mantiene firme. Sigue siendo el foco de mayor estabilidad en materia de precios de cara al futuro.
HARINA DE SOJA.
Los futuros de la harina lograron repuntar el jueves de la mano de las noticias de la soja pero sus fundamentos siguen siendo complicados, con una feroz competencia entre los oferentes de harina y con argentina a la cabeza de las ventas. No le veo mucho potencial de suba, pero es bueno el que haya salido de la cornisa. El 275 es un piso convincente aunque le queda volatilidad de cara al final del año.
Ing. Agr. Gonzalo Gutiérrez | Montevideo | Todo El Campo | El presidente argentino, Javier Milei, es más ortodoxo que los más ortodoxos de la escuela austríaca. Ni Carl Menger se atrevió a tanto. Pero el liberalismo argentino tiene su primer escollo en que le faltan brazos para llevar adelante su plan y con el tiempo aparecen las viejas costumbres que tiñen a la política. Es cierto que bajaron la inflación y que devolvieron cierto equilibrio fiscal a base de cortar todo lo que sea social, causando mucho sufrimiento a una sociedad muy castigada. Pero, esa sociedad que apostó por un cambio empieza a pensarlo dos veces y, como siempre pasa, deja de creer en el mandamás de turno y vuelve a las viejas reservas de valor. Milei, en su desesperación porque no le estalle el dólar antes de unas elecciones que posiblemente le hagan la vida muy difícil recurrió a una baja de aranceles para que ingresaran los tan necesarios dólares del campo en un intento de lograr los dólares tan necesarios.
Pero la jugada no salió tan bien. Si juntaron los dólares, pero los que se apropiaron de los beneficios fueron los exportadores de granos y el productor de a pie se quedó mirando la fiambrera sin ver un peso de esa baja de retenciones. Salió mal porque ese agricultor que sueña con que le saquen esas distorsiones se sintió traicionado por una economía rapaz de las manos del que venía a arreglar todos los problemas y ahora tiene un motivo más para dudar de si darle el voto o no en un mes. Mientras tanto, la foto de Milei con Donald Trump y su apoyo, así como el préstamo que el tesoro de EE.UU. pueda darle a Argentina son una aspirina para un paciente cada vez más enfermo y con pronóstico reservado. Y esas cosas no son gratis, todavía estamos por ver que pide el amo del norte a su desafortunado colega del sur.
La movida argentina fue lo que más movió los mercados en la semana y le dio a China la oportunidad de oro para seguir comprando soja en el barrio a precios de descuento. Se comenta que compró 20 barcos de 60.000 toneladas (algunos para la cosecha nueva), cantidad suficiente como para llegar a la cosecha nueva brasileña. Mientras tanto, China le dice a EE.UU. que con gusto le comprará soja si bajan los aranceles, cosa que es poco probable que Trump quiera o pueda hacer ya que significa una muestra de debilidad. Mientras tanto, los agricultores norteamericanos reciben la noticia que se está preparando un paquete de ayuda para ellos en base a tarifas. Yo causo el problema y vengo con la solución. La pregunta del millón es como será la ayuda y que tanto el dolor que sufren los agricultores norteamericanos logra cambiar en algo el resultado eventual de las urnas el año que viene.
Los datos macro de la semana siguen dando cuenta de una gran resiliencia de la economía norteamericana frente a los desmanes de Trump y su banda. Sin noticias en el frente de las negociaciones comerciales, el rumbo de los mercados agrícolas sigue con una pelea entre la falta de noticias comerciales alentadoras (salvo para el maíz), la ausencia de China en las compras de soja y las dudas sobre los rendimientos de maíz y soja en EE.UU. En trigo cada semana que pasa aparecen más toneladas en varios exportadores relevantes lo que nos garantiza una campaña de ventas muy pesada. Y de hecho, no encuentro a ningún analista de mercado honesto que tenga una visión alcista del mercado a menos que el clima en América del Sur nos dé un susto importante (y no nos afecte a nosotros) es casi la única oportunidad de que los precios se recuperen. Incluso con un acuerdo entre Trump y los chinos que algún día llegará, si China logra llegar a la cosecha nueva de Brasil se abre un escenario totalmente nuevo desde el punto de vista comercial.
La semana próxima tenemos el informe de stocks a setiembre que no se espera tenga cambios importantes. El USDA tarde o temprano tendrá que tomar cuenta que su expectativa de exportación de soja es un poco optimista a la luz de los hechos. Mientras tanto la presión de cosecha en las próximas semanas, de la mano de buen tiempo pondrá presión a los precios en el mercado de Chicago.
TRIGO.
Una de cal y dos de arena es el mercado del trigo que lleva casi dos meses en el mismo rango paupérrimo de precios. Canadá dice que tiene algún millón de toneladas más, Rusia que tiene un poco menos, pero la realidad es que sobra trigo en el mundo. Es cierto que EE.UU. tiene un muy buen ritmo de exportaciones (mayor al previsto). Los fondos siguen muy vendidos, aumentando levemente su posición vendida lo que los deja propensos a una cobertura corta en caso que aparezca alguna amenaza alcista, que por ahora nadie ve. Yo creo que seguiremos en este rango entre 540 y 510 por un tiempo más.
MAÍZ.
Una semana relativamente estable el maíz empieza a sentir la presión de la cosecha en EE.UU. a pesar de los reportes de rindes menores a los esperados y al peaje de la sequía. Pero, las exportaciones semanales siguen siendo estelares y la apuesta del millón es a que pasa si la demanda externa se ausenta por un tiempo. Tal vez le quede un ajuste a la baja al maíz, pero la pregunta es hasta dónde llega. Yo creo que debería corregir a la baja.
SOJA.
La soja no hizo mucho en la semana pero sintió fuerte el efecto de Argentina sin retenciones y le permitió a todo el complejo soja concretar muchos negocios. Hay que ver la semana que viene con que ánimo arranca el mercado, pero yo le apuesto a una corrección a la baja a a ver si quiebra el 1000. Los fundamentos son bajistas para soja a menos que pase algo con la siembra de Brasil.
ACEITE DE SOJA.
El aceite de soja en CME sigue pagando el precio de la falta de claridad en las medidas de Trump sobre los bio combustibles. Mientras el aceite logro algo de estabilidad en el entorno de los 50 cents, veremos si lo logra mantener como piso (yo creo que sí). Tiene mucho potencial, pero necesitamos algo de claridad para poder salir del pozo.
HARINA DE SOJA.
Una semana negra para la harina que llegó nuevamente a sus pisos y se enfrenta a una duda difícil: ¿este piso aguanta con EE.UU. teniendo que colocar un mar de harina y la demanda externa con buenos abastecimientos de otras harinas que actúan como competencia? Continuará…
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Imagen de portada: Javier Milei conversa con Carl Menger, creación de IA ChatGPT.
Llega la primavera, necesitamos buen clima y buenos rindes.
Davy Dufour | Soriano | Todo El Campo | Que la primavera entre con precipitaciones no es menor para encarar la etapa más demandante de los cultivos de invierno y los cultivos forrajeros. Necesitamos buen clima por delante y buenos rindes porque por el lado de los precios según los fundamentos no hay mucho por hacer si bien la geopolítica está siempre latente para influir en los precios.
Si bien los cultivos vienen algo rezagados en relación con los últimos años, retrasados fenológicamente, lo que seguramente pueda incidir en retrasos en las fechas de cosecha pero todavía falta con un pronóstico de Niña que cada vez se habla más terminando la primavera.
Hoy nos encontramos con precios a la baja que no son los que deseamos y necesitamos lo que hace que los rindes de equilibrio sean muy desafiantes. Mirando para adelante en el corto plazo no hay muchas chances de que esto cambie más cuando el Consejo Internacional de Granos pronostica una producción mundial de 2.412 millones de toneladas lo que sería un récord histórico para la zafra 25/26, con un aumento del 2,5% en los 819 millones de toneladas y un aumento del 5% en la producción de maíz alcanzando los 1.297 millones de toneladas. En tanto la soja se mantendría estable en el eje de los 429 millones de toneladas.
Obviamente no está fácil por estos lados del mundo y en Europa tampoco. Tal es el caso de Francia que si bien este año tendría buenos rindes los agricultores sobre todo de trigo y cereales están atravesando por una severa crisis como consecuencia de los fracasos en sus cosechas de los últimos tres años. Se suma además la baja en los precios lo que hace que el rinde de equilibrio sea muy elevado, no obstante, este año se pronostica una producción de trigo (excluyendo trigo duro) en el orden de los 147,4 millones de toneladas contra los 125,6 millones de toneladas del año pasado.
En Uruguay hoy tenemos a favor que la ganadería tracciona y esto tenemos que valorarlo.
Tengamos en cuenta que los maíces de segunda se vendieron en un promedio de US$ 170/180 la tonelada a levantar de chacra sin acondicionamiento y hoy la posición diciembre Chicago está en el orden de los US$ 167 la tonelada (seco, sano y limpio) lo que sería una referencia para la exportación nacional.
Por suerte el stock bovino en nuestro país creció un 1,17% alcanzando los 11.454 millones de cabezas dentro de los cuales hay 3.039 millones de terneros. De mantenerse los precios actuales donde el novillo alcanzó los US$ 5,31 (ACG) llevando prácticamente ocho meses de ascensos y con una demanda firme, la agricultura tiene allí un importante aliado no solo para el maíz sino también los granos forrajeros que puedan salir de la próxima cosecha de invierno.
Por el lado de las fijaciones o ventas anticipadas a esta altura del año las mismas son muy por debajo de la habitual. Con una cebada cotizando en el orden de los US$ 192 no seduce a nadie y está por debajo de lo presupuestado (recordemos que el precio de la cebada es el 100% de la posición del trigo diciembre en Chicago) y con pocas chances de cambio como la mayoría de los granos en el corto plazo. En el caso del trigo zafra 25/26 la exportación con precios en el orden de los US$ 195 la tonelada puesta en acopio Palmira/Montevideo no da para apurarse más teniendo en cuenta todos los ítems de calidad del trigo.
En el caso de la colza están un poco más activas las fijaciones cuando toca los US$ 500 la tonelada algún productor decide fijar algunos kg, en tanto por el lado de la soja futura si bien todavía no está sembrada algunos productores han realizado alguna venta con precio en el orden de los US$ 365/370 acopio Palmira/Montevideo, pero sobre todo muchos han fijado puntos aprovechando los precios de la misma sobre la posición julio 2026.
Por el lado del maíz nacional disponible seco, sano y limpio se cotiza en el entono de los US$ 215/220 a levantar de planta con demanda estable. Está entrando maíz paraguayo en contenedores en el entorno de los US$ 230 la tonelada, puesto en destino; en tanto el mismo maíz a granel llega a destino en el eje de los US$ 240 la tonelada.
Si pasamos a la región, Brasil, según la Conab si el clima ayuda se proyecta una producción de soja de 177,6 millones de toneladas un 3,6% mayor a la del año pasado, esto dado por mayor producción en Rio Grande do Sul y mayor área país sembrada.
Recordemos que Brasil debido a la geopolítica de cierta forma se ha visto beneficiado con una demanda constante de soja sobre todo por parte de China, a la vez con aumento de la molienda y uso para biocombustibles en la interna. En tanto en lo que respecta a maíz se espera mayor área de siembra tanto para primera como para segunda dado un mayor consumo interno y la exportación previendo una producción de 138,3 millones de toneladas.
En tanto Paraguay viene en aumento en el procesamiento interno de soja por lo cual esto explicaría en alguna medida la menor exportación de poroto de soja que al cierre del mes de agosto llevaba exportadas 5,4 millones de toneladas contra los 6,8 millones a la misma fecha del año anterior. Argentina lidera el ranking llevándose el 81% de la soja paraguaya, Brasil el 12%, Rusia el 3%, el 4% restante entre varios países.
(*) El autor: Davy Dufour es el director de Dufour Commodities.
Informe de mercado.Si usted tenía la expectativa de que el viernes la llamada entre Donald Trump y Xi Jinping fueran de esas que cambian el destino de las cosas permítame rebajar sus expectativas.
Ing. Agr. Gonzalo Gutiérrez | Montevideo | Todo El Campo | La historia del cine está llena de momentos en los cuales una llamada de teléfono cambia toda la trama. Esos minutos entre dos personas que se supone cambian el destino de las cosas. Si usted tenía la expectativa de que el viernes la llamada entre Donald Trump y Xi Jinping fueran de esas que cambian el destino de las cosas permítame rebajar sus expectativas.
Lo que nos interesaba era que surgiera algún comentario sobre el re encausar las conversaciones comerciales y que la palabra soja apareciera en algún lugar del comunicado oficial como resultado de la charla. Pero nada de eso pasó y a la soja le empieza a pesar. Mi lectura de la charla es que los chinos no tienen mucho apuro en arreglar la soja, que van a dejar que corran los tiempos porque les conviene que Trump no esté en el poder. Trump por otro lado no quiere ser el que se rinda primero y hace que su secretaria de agricultura diga que van a generar un paquete de ayuda a los agricultores basado en las tarifas que cobran para darles apoyo (por los perjuicios que genera la guerra comercial que ellos mismos han causado). Dicho esto, la soja acusó el viernes la falta de noticias en plena cosecha.
La recolección avanza tanto en maíz como en soja con rendimientos menores a los esperados y eso es la noticia del momento. Pero siempre pasa esto, el inicio de la cosecha suele ser desafiante y el que los rindes no sean buenos es la última esperanza que tenemos para que los precios no caigan tanto. Mientras tanto China sigue comprando soja en Brasil y Argentina y está comprada hasta noviembre, por lo que le queda poco para llegar a enero que es cuando entra la cosecha nueva brasileña. Eso si, mientras tanto tiene que vender soja de su reserva estratégica y esa es la oportunidad que ve EE.UU.: de ser quien llene ese hueco. Sin nuevas noticias, Xi y Trump se encontrarán a fin de octubre en Corea del Sur y no se descarta un encuentro mano a mano, pero para entonces una parte importante de la cosecha estará ya presionando a los precios de un agricultor norteamericano que hace tres años pierde plata con la soja y el maíz.
La demanda externa tanto de maíz como soja sigue siendo buena, especialmente en el maíz. La pregunta del millón es si esto se aguanta porque es lo que salva a los precios de una eventual caída en la cosecha. Lo que han logrado los precios del maíz es excepcional porque no solemos ver subas de precios en la cosecha, pero está en un nivel interesante. A nivel regional todas las miradas siguen en Argentina que vuelve a las mismas patologías (y remedios) que antes. La previa de las elecciones son un temporal de malas noticias económicas que ponen presión sobre el dólar y hacen subir el riesgo país. Queda un mes muy largo hasta que el soberano se expida si quiere más de lo mismo o se decide a cambiar. La inestabilidad cambiaria hace que el agricultor no venda (tiene un estímulo a no hacerlo porque la devaluación de la moneda lo favorece) y eso le puede dar algo de soporte a los precios.
En Uruguay se siembra maíz de primera cuando el tiempo lo permite como si no hubiera mañana. Algún día la academia se pondrá los pantalones para estudiar la conducta del agricultor que muchas veces no tiene mucho sentido desde lo económico. El aumento en el área de maíz seguramente tenga que ver más con los rindes del último año que con las expectativas del negocio a futuro porque no sabemos que van a hacer con tanto maíz. Hoy todos los agricultores te dicen que los precios del novillo a estos precios aguantan cualquier precio del maíz, pero no precisamos que el precio del novillo se desplome, basta con una caída de un dólar por kilo para complicarnos.
No esperamos cambios significativos en los precios para bien hasta el USDA de octubre que es el que nos tiene que dar un ajuste en los rindes en EE.UU. Sin eso, estamos jugados a las noticias sobre la cosecha en EEUU pero es una lotería. No hay que dejar pasar los precios buenos para armar una estrategia de comercialización inteligente.
TRIGO.
El trigo sigue sin repuntar y vuelve a bajar en la semana. Es raro que el trigo no haya copiado siquiera algo del optimismo del maíz, pero vuelve a ser una oportunidad de compra. Las siembras del trigo de invierno no se hacen en las mejores condiciones pero pesa mucho el stock abultado de trigo a nivel mundial y sobre todo lo que se viene del hemisferio sur. Los fondos siguen con una posición neta vendida cercana a los 90.000 contratos pero no lo siguen empujando a la baja. Yo creo que lo que nos queda es comprarlo mirando mayo del 2026 a ver si logramos mejorar un poco los precios porque el trigo a nivel local va a valer bastante poco.
MAÍZ.
El maíz se quedó sin piernas en su carrera al alza y la pelea es entre exportaciones estelares de EE.UU. y los datos de rendimientos mediocres en el inicio de la cosecha. Aun así sigue conservando una tendencia alcista y los fondos lentamente siguen desarmando sus posiciones vendidas. Si me preguntan quisiera ver un quiebre en la tendencia y a que la cosecha siga avanzando para comprarlo de cara al 2026 porque creo que puede ser una buena alternativa. De momento veremos a ver si logran llevarlo a menos de 420 para comprar.
SOJA.
La llamada que no tuvo efectos sobre las eventuales compras de China hizo que la soja cayera fuerte el viernes pero se las arregló para estar por arriba de 1.020 que es un soporte interesante. El 1.050 era lindo para venderlo pero yo la verdad no creo que resista en el 1.020 mucho tiempo, a menos que los reportes de la cosecha sean muy malos, cosa que de momento no aparece. Brasil tiene su primera estimación oficial de Conab (si es que les dice algo) en un nada despreciable 177 millones de toneladas (los privados esperan 180). La cosecha va en pleno curso y los fondos están neutros. Si no hizo nada aun un put spread vs un call puede ser la última carta que le quede.
ACEITE DE SOJA.
Cuando la política mete la cola, los mercados dejan de funcionar de forma eficiente. Y eso es lo que le pasa al aceite, que no termina de tener una definición de la administración Trump sobre las exenciones de los bio combustibles. Yo creo que termina en alguna medida que deje contentos a los agricultores porque es la forma más barata de no comprarse un problema y de valorizar la soja, el tema es el timing de esa definición. Yo si aguanta los 50 cents por libra lo compro mirando hacia el futuro, no le veo riesgo significativo de baja.
HARINA DE SOJA.
Menos extremo que la soja, sigue el tránsito de harina argentina hacia China y el mercado empieza a pensar cómo sacarse el problema de encima. Por ahora aguanta sobre el 284 pero tiene mal aspecto. La presión de cosecha de soja no colabora mucho con el panorama pésimo que tiene por delante.
Ing. Agr. Gonzalo Gutiérrez | Montevideo | Todo El Campo | El USDA publicó el viernes sus estimaciones de oferta y demanda global para el mes de setiembre.
Si bien las estimaciones de setiembre suelen crear un ambiente volátil, nadie se esperaba que aparecieran 700.000 hectáreas más de maíz a esta altura del campeonato. Lo curioso del informe es que aumenta la producción por aumento del área a pesar de una baja en el rinde de EE.UU. para maíz y soja lo cual sorprendió al mercado. A nivel global los stocks finales de maíz y soja bajan un poco y los de trigo aumentando forma sostenida.
Pero el mercado decidió el viernes dar una mano a los precios y tuvimos una suba sostenida, especialmente en maíz que llamó la atención a todo el mundo. Y, en resumen, nos quedamos todos pensando qué quiere hacer el USDA. Es una agencia que viene perdiendo credibilidad por sus cambios un tanto erráticos y se hace difícil entender hacia donde apunta. El mercado esperaba un ajuste a la baja en los rindes de maíz y soja por un agosto seco y por la incidencia de enfermedades, pero nos quedamos con las ganas. Si se confirma un excelente prospecto en las exportaciones de maíz y sorprende que no se ajusten a la baja las exportaciones de soja, siendo que China no ha comprado un kilo de soja norteamericana. El calendario nos corre y con la cosecha de maíz ya en curso y faltando poco para la de soja es una señal importante que China no quiere dar. Estamos jugados a que la tasa de interés baje en la semana (lo cual le daría una mano a las materias primas) pero no es lo mismo 25 que 50 puntos básicos.
A nivel de los mercados el lunes viene de una corrección modesta a la baja que hay que esperar a ver qué tan abajo va. Es cierto que el maíz tiene un prospecto excelente pero en rigor es relevante si lo logra sostener porque la presión estacional de la cosecha llegará, y con ello la bajad de precios. 430 no es un valor para despreciar a las puertas de la cosecha y pasa lo mismo con la soja. China busca un acuerdo comercial y una foto con Trump que no comprometa su imagen como potencia mundial y en eso le va la vida a Trump, que quiere que Europa se suba a las sanciones secundarias contra el crudo ruso como forma de presionar por el fin de la guerra.
En la región los cultivos de invierno vienen bien, incluso con algunos excesos de agua en Argentina. La siembra arranca en Brasil y se viene una cosecha enorme. El mercado duda sobre la capacidad de China de llegar a la nueva cosecha de Brasil, pero no es imposible. Nunca pasó que China no comprara nada en EE.UU.
Para esta semana esperamos la volatilidad asociada a la baja de tasas más que a otra cosa. Las conversaciones entre EE.UU. y China si bien avanzan no lo hacen con la velocidad ni con la claridad que el mercado desea ver. Las bolsas siguen subiendo como si no hubiera mañana y los mercados se preguntan qué tan razonable es ver estas subas de precios en las acciones sin un correlato razonable de crecimiento económico cuyos fundamentos parecen débiles.
TRIGO.
Sobra trigo en el mundo y los compradores no tienen mucho apuro en comprar. Saben que el precio FOB es el más bajo en años y no hay motivos para hacerlo subir. Así, el pobre trigo logró salir un poco del abismo el viernes y sigue muy cerca de los pisos del contrato, esto es el valor más bajo de los últimos 5 años. No tiene mucho que lo ayude, y hay algunos analistas que lo ven incluso más abajo de los 500 en cuanto el maíz pierda un poco de piel. Yo lo compraría por barato y le saco 10 cents al alza y para afuera. No le veo mucho futuro. En la región, el FOB Argentina esta en 217 para enero, sin presión de oferta.
MAÍZ.
A lo ya mencionado en cuanto al informe del USDA, la base de la suba es el que el mercado cree que la estimación de rinde está mal y la demanda se va a llevar todo puesto. Es razonable pero peligroso porque asume que la demanda a estos pasos seguirá en el año. Es raro esta conducta de precios porque los fondos no salieron de su posición vendida, lo que nos llama a ser cautos. Yo lo vendo a estos precios porque creo que es lo más razonable.
El precio local anda en el entorno 235 puesto en planta, seco y acondicionado mientras que puesto en planta está entre 200 y 205 con hasta 16% de humedad.
SOJA.
La soja tuvo un salto el viernes que empieza a perder su brillo el lunes. Los fondos no saben para qué lado ir y de lo que se habla es de lo mismo: China no compra, se nos termina el tiempo y se viene la cosecha (y no hay donde guardarla). Brasil empieza la siembra con un clima algo menos que ideal por la falta de lluvias pero los locales no le prestan atención, van rumbo a los 180 millones de toneladas. Yo a estos precios la vendo pensando en la presión estacional de la cosecha. No tengo mucho para ser optimista con la soja.
ACEITE DE SOJA.
El aceite lentamente sigue su camino al alza a ver si puede encaminarse hacia una tendencia de largo plazo sostenida. En el mundo físico hay más canola de la que teníamos en el radar y la cosecha de girasol no es tan mala, lo que le pone algunas piedras en el camino. Aparte de ese factor, el mercado sigue esperando por como la EPA hará para acomodar el lío de las excepciones de mezcla de Bio en estas semanas. Se especula con el camino del medio, que no dejará contentos a todos pero que le puede poner algo de ruido al mercado.
HARINA DE SOJA.
Sin el entusiasmo de la soja la harina se contentó con sostenerse más o menos en lo mismo pero sin bajar. La pregunta del millón es donde la llevarán y quien se la come, cosa nada clara por el momento.