En el último mes el petróleo Brent bajó 7,5; el oro sigue subiendo, pero bajan los metales industriales. La mayoría de los cultivos presentan buenas perspectivas, los más importantes subieron.
Montevideo | Todo El Campo | El índice general de commodities cedió 4,3% en el último mes, con desempeños sectoriales mixtos. Este resultado estuvo influenciado por la baja generalizada en los precios de hidrocarburos y metales industriales, a contramano de los alimentos y los metales preciosos, en especial el oro, que continúa subiendo, en un entorno de creciente volatilidad por la política proteccionista de Donald Trump.
La expectativa para la economía global en 2025 es de crecimiento más moderado al año previo y mayor inflación, aunque resulta incierto hacer una estimación concreta mientras no se tenga un esquema definitivo de aranceles al comercio.
La persistencia de las tensiones geopolíticas en Medio Oriente y entre Rusia y Ucrania continúan representando un foco de incertidumbre en torno a los hidrocarburos. Por otro lado, la perspectiva para los metales preciosos denominados “activos refugio” es que mantengan su atractivo, en medio de una creciente volatilidad global por las tensiones comerciales. Finalmente, dado que se espera que la Reserva Federal (FED) continúe bajando la tasa de referencia, debería atenuarse la presión sobre el dólar, beneficiando los precios de los commodities.
ENERGÍA: COTIZACIONES A LA BAJA.
Las cotizaciones del crudo agudizaron sus caídas en el último mes, en un entorno donde continúan los riesgos geopolíticos, las tensiones comerciales por la política arancelaria puesta en marcha por Estados Unidos, la ampliación de oferta por parte de la OPEP+ y la incertidumbre sobre el crecimiento global. El conflicto en Medio Oriente entre Irán e Israel por la importancia del Mar Rojo, y entre Rusia y Ucrania, sigue siendo un foco de preocupación para el suministro de energía.
El precio del Brent se ubica en US$ 65,3 por barril, anotando -7,5% en el último mes, mientras que el WTI marcó -7,8% hasta US$ 62 por barril.
La actualización de perspectivas de abril de la OPEP+ revela una corrección a la baja en la proyección de demanda mundial de crudo para 2025 estimada en 105 millones de barriles diarios (mb/d).
METALES: EL ORO CONTINÚA ESCALANDO ANTE LA CRECIENTE VOLATILIDAD MUNDIAL
Los metales preciosos presentaron desempeños mixtos en el último mes. El orocontinúa con tendencia alcista dado los riesgos económicos y geopolíticos que se traducen en una sostenida demanda por parte de bancos centrales como activo refugio. Se ubica en USD 3.207 la onza, un alza de +7,5% en los últimos 30 días, tras alcanzar un máximo histórico de USD 3.237 a finales de la semana pasada. Así, acumula una ganancia de +22,2% en el año. La expectativa es que se ubique en torno a los USD 2.900 la onza a fines de 2025. En cambio, la plata retrocedió -5,5% hasta USD 31,9 por onza en el último mes, acumulando +10,5% en 2025.
Con respecto a los metales industriales, el índice de referencia descendió -8,3% en los últimos 30 días, con el cobre anotando -5,8% y el aluminio un -13,4%, en contraposición al acero que avanzó levemente (+0,1%). La perspectiva de un crecimiento global más modesto este año impactaría sobre estos commodities.
AGRÍCOLAS: EXPECTATIVAS FAVORABLES EN SU MAYORÍA PARA LA CAMPAÑA 2024/2025
Las cotizaciones de los principales cultivos subieron en el último mes.
El maíz lideró la dinámica con +9,8%, seguido por la soja con +4,7%, y a menor ritmo por el trigo con +0,5%.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos mantuvo sus proyecciones agrícolas de abril para la campaña 2024/2025.
Para el trigo estima una leve suba (+0,7%) en la producción hasta 797 millones de toneladas (mt); en el caso de la soja, la expectativa es un alza de producción de +6% anual hasta 421 mt; mientras que para el maíz se espera una merma de producción de -1% anual hasta 1.215 mt.
Montevideo | Todo El Campo | La leche en polvo entera tuvo una suba del 2,8% hasta los US$ 4.171 la tonelada, el precio más alto desde igual mes de 2022.
En el segundo evento de Fonterra del mes de abril, se comercializaron 16.718 de toneladas, una baja del 5% respecto al anterior. La duración fue de dos horas y media.
A pesar de realizar el remate en una semana de características especiales, las colocaciones fueron totales.
Carlos Sabatini | Minas, Lavalleja | Todo El Campo | Se llevó a cabo el pasado lunes 14 de abril la primera feria del mes del escritorio de Montero & Fernández Negocios Rurales en el Parque Campanero de la Sociedad Agropecuaria de Lavalleja.
Otra abultada oferta en cantidad y calidad anunció la firma, con casi 1.000 vacunos en todas las categorías entrando destacadísimos lotes de terneros, terneras, vaquillonas, vacas de invernada y piezas de cría, una buena fila de ganado carnudo y gordo, con animales muy completos y pesados; algo más de 150 ovinos mayoría de consumo; y completaron la oferta 30 yeguarizos de andar y potros, con animales mansos recomendados.
La feria fue todo un desafío ya que estamos en una semana especial y no se sabía cómo responderían los interesados, pero todo quedó develado rápidamente ya que fue muy importante el número de asistentes al Campanero dispuestos a pujar por los muy buenos ganados ofrecidos.
Las colocaciones fueron totales.
Con ese marco, el destaque de valores fue para la muy buena oferta de terneros que logró muy buenos precios para lotes puntuales que se despegaban del resto de la oferta. Además, las vacas de invernada siguieron muy demandadas y algunos lotes excepcionales lograron promedios más que destacados. Las terneras, vaquillonas, piezas de cría y novillos obtuvieron también muy buenos valores finales; la fila de ganado carnudo y gordo estuvo firme y bien cotizada.
En los ovinos, la escasa oferta se fue vendiendo con buenos números finales.
Los yeguarizos se despacharon todos con agilidad.
LOS VALORES. OVINOS.
Ovejas entre US$ 25 y US$ 51.
Ovinos de consumo entre US$ 50 y US$ 80.
Carneros de refugo entre US$ 35 y US$ 49.
VACUNOS.
Terneros entre US$ 358 y US$ 695.
Novillos de más de 2 años entre US$ 502 y US$ 620.
Novillos de más de 3 años entre US$ 650 y US$ 798.
Novillos formados entre US$ 860 y US$ 875
Terneras entre US$ 315 y US$ 442.
Vaquillonas entre US$ 380 y US$ 522.
Vacas de invernada entre US$ 570 y US$ 755.
Vacas preñadas entre US$ 755 y US$ 762.
Piezas de cría entre US$ 407 y US$ 457.
Ganado de manufactura y conserva entre US$ 315 y US$ 640.
Toros de industria entre US$ 710 y US$ 1.180.
GANADO GORDO.
Terneros entre US$ 850 y U$ 890.
Vaquillonas entre US$ 670 y US$ 696.
Vacas carnudas entre US$ 750 y US$ 788.
Vacas gordas entre US$ 848 y US$ 992.
Vacas gordas especiales entre US$ 1.050 y US$ 1.170.
Novillos entre US$ 1.005 y US$ 1.498.
YEGUARIZOS.
Potrancos entre US$ 82 y US$ 230.
Caballos mansos de andar entre US$ 402 y US$ 675.
Caballos potros entre US$ 332 y US$ 602.
PRÓXIMA ACTIVIDAD.
El martes 22 de abril, la firma realizará su segunda actividad del mes, en el local Campanero, para la cual ya tiene muy interesantes consignaciones en todas las categorías. Por más información dirigirse a Wilson Ferreira Aldunate 1045 o comunicarse por los teléfonos 4443.53.76 – 099.843.651 – 098.253.012.
Informe Rosgan. Una nueva caída del stock ganadero surge de los datos oficiales. El factor climático ha sido determinante, pero no es el único factor de análisis.
Rosario, Santa Fe, Argentina | Rosgan | Todo El Campo | Finalmente se confirmó el dato que gran parte del sector ya descontaba, es decir, una nueva caída en el stock ganadero nacional. De acuerdo a los datos oficiales publicados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, en base a los datos que los ganaderos ingresan al Sistema Integrado de Gestión de Sanidad Animal (Sigsa), la cantidad de vacunos existentes al 31 de diciembre de 2024, era de 51.626.909 cabezas. La cifra representa una baja del 2,2% del rodeo nacional respecto del mismo indicador del año anterior, equivalente a 1,16 millones de animales menos en el stock.
Sin dudas, el factor climático ha sido el mayor determinante de la caída que se observa en los últimos dos años. Sin embargo, al analizar la evolución que ha tenido el stock ganadero en los ciclos, se observa una tendencia decreciente prácticamente desde el año 2018, cuando Argentina apenas lograba recuperar los 55 millones de cabezas, luego de la gran primera caída finalizada en el año 2010.
Por lo tanto, más allá de esta última seca, también deben considerarse otros factores intervinientes dentro de este proceso de estancamiento y pérdida de hacienda que Argentina viene sufriendo en los últimos años.
En este sentido, desde aquella gran caída del stock ganadero causada tras la sequía de los años 2008/09, donde se perdieron cerca de 10 millones de cabezas, no hubo a nivel nacional un programa concreto de apoyo al sector para la recuperación de ese stock. Por el contrario, lo sucedieron años de intervenciones y restricciones comerciales que limitaron y desincentivaron fuertemente el crecimiento de la producción, sumados, en los últimos años, a un fuerte desajuste macroeconómico que terminó de configurar un escenario muy poco propicio a una fase de reconstrucción.
En este contexto, sobre un sector ya castigado, la sequía que sufrió gran parte del territorio nacional en los últimos dos años, terminó haciendo estragos, golpeando el corazón productivo de la ganadería nacional.
Entre las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Córdoba y Santa Fe, el año pasado se perdieron más 850.000 cabezas de vacunos, lo que explica el 75% de la caída a nivel nacional. Se trata de provincias que reúnen cerca del 65% del stock nacional pero que, por su elevada productividad, aportan el 70% del total de terneros logrados anualmente.
En efecto, este año el número de terneros y terneras registrados por stock asciende a 14,6 millones, prácticamente sin cambios respecto de los logrados durante el ciclo previo, pero lejos de los 15,1 millones registrados en 2022. El dato a destacar positivamente en este sentido es la ligera mejora lograda en la relación ternero/vaca -medido siempre sobre el stock de vientres del año previo-. Este indicador que en 2024 arrojó un 65,2%, mejora levemente respecto del 63,8% registrado en 2023 y se ubica como el segundo mejor dato de la serie, luego del 66,7% conseguido precisamente en el año 2022.
No obstante, más allá del número de terneros logrados, aún existen categorías que siguen sin recuperar terreno. El caso más emblemático es el novillo, donde la caída del stock ya es estructural, desde los 4,7 millones de novillos registrados en 2007 a los 2,23 millones contados en este último stock. En efecto, el año pasado se perdieron casi 100.000 novillos del stock, por lo que, lejos de moderar su caída, registra la baja más pronunciada en los últimos siete años.
Este dato pone de manifiesto el gran desafío que enfrenta el sector frente a la necesidad de aumentar la producción de carne con un stock ganadero cada vez más restringido. En definitiva, frente a una ecuación que indefectiblemente obliga a recomponer estas categorías de animales más pesados pero que tanto cuesta incentivar en contextos tan cambiantes e inestables como los que ha tenido que atravesar la ganadera argentina en las últimas décadas.
Pero además de los novillos, existe otra categoría en alerta cuya caída no debe soslayarse. Se trata de las vaquillonas, una categoría esencial para sostener la reposición de vientres en producción, que viene resignando existencias desde el año 2017 y cuya caída se ha acelerado en los últimos dos ciclos.
En 2024, la faena anual de vaquillonas superó los 4 millones de cabezas sobre un total de existencias al inicio del ciclo de 7,36 millones, lo que refleja una extracción del 54% del stock inicial. Como consecuencia de ello, sumado a una aparente menor reposición de terneras, el stock de vaquillonas al cierre del año pasado cayó en 475.000 cabezas arribando a una existencia final de 6,88 millones, quedando así cada vez más distante de los 8,25 millones de vaquillonas en stock contabilizadas en 2016.
Algo similar sucede con las vacas. Si bien comparativamente contra el 2023, año en se registró el pico de liquidación como producto de esta última seca con casi 3 millones de vacas faenadas, el ritmo de faena tendió a moderarse al bajar durante 2024 a 2,62 millones, lo cierto es que la categoría sigue sin revertir la caída. El stock al cierre del año pasado registra 22,08 millones de vacas, es decir, unas 324.000 menos que en 2023 y 924.000 menos si se lo compara contra los 23 millones alcanzados al cierre de 2022.
En suma, durante los últimos dos años atravesados por este severo escenario de sequía, la ganadería argentina resignó más de 1,7 millones de vientres -entre vacas y aquillonas- cifra que, expresada en términos de producción potencial resignada, resuena en casi 1,5 millones de terneros y terneras menos en los últimos dos años.
Por último, centrados ya en el presente ciclo comercial y en un contexto climático mucho más benigno del que estuvimos transitando en los dos últimos años, el dato que también emerge como una luz de alarma es la elevada faena que se sigue registrando, especialmente en la categoría de hembras jóvenes.
Si bien los números generales de faena del primer trimestre del año, con 3,2 millones de cabezas faenadas, muestran una desaceleración del 2,4% respecto del año previo, el número de vaquillonas que componen esta faena sigue siendo elevado.
En los primeros tres meses, la faena de vaquillonas creció un 7% respecto de igual período del año pasado, totalizando unas 980.000 cabezas, casi una cuarta parte de lo faenado en todo el año.
En un cálculo muy general podríamos decir que, partiendo de un stock de terneras (7,29 millones) prácticamente sin cambios respecto del año previo y asumiendo similares tasas de mortandad y reposición, la faena de vaquillonas debería caer este año como mínimo unas 475.000 a 500.000 cabezas (12%) respecto de los 4 millones registrados el año pasado para así evitar nuevas caídas en las existencias finales. En concreto, este será un dato muy importante a testear en los próximos meses. Si como hipótesis de stock neutral tenemos que la faena anual debería mantenerse en torno a los 3,5 millones de cabezas anuales de las cuales ya se han contabilizado 980.000 en los primeros tres meses, entonces, para lo que resta del año (período abril a diciembre) el promedio mensual de faena debería rondar las 285.000 cabezas, un 17% por debajo del promedio registrado para esos mismos meses, un año atrás.
Es muy bueno que una vaca llegue al otoño con buena condición corporal, dijo el profesional. Lograrlo es adelantar el camino, de lo contrario se deberá invertir después.
Montevideo | Todo El Campo | Dr. Emilio Machado dijo que en la zona este ya se empezó con las tareas de ecografías, y aunque no posee números concretos estimó que “viene bien”, aunque “posiblemente no sea el mismo porcentaje del año pasado, lo que es totalmente entendible”.
En 2024, los datos del taller de gestación de vacunos en todo el país, indicó un porcentaje del 84,1%, y todos los departamentos superaron el 80%.
Este año el porcentaje será “un poco por debajo” de esos guarismos, lo que no significa un mal resultado, agregó, y precisó: “Por ahora no tenemos grandes caídas, salvo lotes muy puntuales y chicos que están en el eje del 70 y algo por ciento”.
Sobre el estado de las vacas, aseguró que “en este negocio y en esta época, el mejor depósito de capital, es en la condición corporal de las vacas”.
Ese buen estado es un “camino adelantado” que “no tiene mucho misterio: la plata la ponemos antes o la ponemos después; y después quiere decir que cuando está corriendo el entore y la mano viene mal, por los motivos que sean”.
Fundamentalmente y muchas veces (cuando la mano viene mal) “es por falta de condición corporal en las vacas, ahí tenemos que poner la plata. Es decir que hay que sacar los dólares de donde sea que estén o pedirlos donde sea que haya que pedirlos, y ponerlos en destete precoz, en suplementación, en lo que corresponda y lo que se decida en el momento”.
Pero hay otra forma que es la de “tomar medidas con tiempo, ir manejando la carga, ir manejando las fechas de destete, entonces capitalizarnos en condición corporal en esta época en las vacas terminadas”.
NO ES LO MISMO.
Machado ejemplificó sobre el estado corporal señalando de las vacas señalando que “no es lo mismo salir del invierno con una baja en la condición corporal, pasando de buena a mala, que bajar de una condición corporal muy buena a una buena o media”.
“Eso es fundamental. Si salimos de una vaca gorda y bajamos un punto de condición corporal, eso no nos va a afectar mucho. Si embargo, si salimos de una vaca media carne y bajamos un punto de condición corporal en el invierno, la remontada de la primavera es carísima y ahí es donde hay que poner plata para lograrla, de lo contrario no la volvemos a preñar”.
Entonces, “que una vaca entre al otoño con buena condición corporal es muy bueno”, remarcó.
Más adelante agregó: “La gente tiene claro la importancia de preñar mucho, tratar de tener puntas de parición y terneros pesados, esa también es una ecuación que cada vez se vuelve más difícil de cuestionar”. Ya “es obvio que un ternero pesado en otoño, con las posibilidades de comercializar que hay hoy, genera un buen ingreso y mejora los porcentajes de rentabilidad”.
Otro punto considerado por Machado fue que se debe tratar de “no quedarnos ni con campos superpoblados, ni con campos muy vacíos. Es fundamental manejar el concepto de condición corporal”, apuntó.
LAS CARCASAS.
Respecto a las carcasas reflexionó que se debe “contemplar y buscar el equilibrio” entre el productor y la industria.
“Lo que la industria reclama tiene sentido porque comercialmente es el canal de salida del producto que ellos tienen y lo quieren potenciar y hacer lo más eficiente posible con toda la razón del mundo, mientras que en los predios tiene que ver cómo moverse porque ir tras un objetivo que plantea la industria no debe sacrificar todo el resto de los índices de producción necesarios”.
Las manifestaciones del Dr. Machado fueron en el programa Diario Rural (CX 4 Rural).