La inseguridad alimentaria puede causar problemas de salud mental.

La inseguridad alimentaria puede causar problemas de salud mental.

Las madres son las que “a menudo cambian sus hábitos alimenticios cuando la comida se agota”, y lo hacen “para proteger a los demás, especialmente a los niños”.

Virginia, Estados Unidos | Todo El Campo | La Universidad Tecnológica de Virginia publicó un estudio en el que se señala que las madres sufren la inseguridad alimentaria de forma diferente al resto de las personas.

Un artículo publicado por la citada casa terciaria en su web el 23 de julio señala que “las personas no experimentan la inseguridad alimentaria de la misma manera, y que en el caso de “las madres y cuidadores que se enfrentan a la inseguridad alimentaria familiar, necesitan ayuda que sea algo más que la comida”. “La salud mental de las madres se ve afectada cuando sus familias carecen de recursos alimenticios”, advierte.

Las madres son las que “a menudo cambian sus hábitos alimenticios cuando la comida se agota”, y lo hacen “para proteger a los demás, especialmente a los niños”.

Los investigadores de la Universidad Tecnológica de Virginia (Virginia Tech), indagaron en qué se necesita para ayudar a que todos tengan suficiente para comer, para lo cual realizaron un estudio con madres y cuidadores de bajos ingresos.

Sarah Misyak, profesora asistente en el Departamento de Nutrición Humana, Alimentos y Ejercicio y directora asistente de la Programa de Nutrición Familiar, expresó: “Queríamos ver cómo se veía afectada la salud mental de las madres cuando los niveles de seguridad alimentaria variaban dentro del hogar”.

“Las madres experimentan impactos negativos en la salud mental debido a la inseguridad alimentaria en el hogar, especialmente si son ellas las que se quedan sin alimentos o usan una porción de ellos. Esta evidencia muestra que la salud mental de una madre se ve perjudicada en función de quién en el hogar se ve afectado por la inseguridad alimentaria”.

Los resultados de la investigación fueron publicados en Nutrients bajo el título “Texto completo gratuito | Los diferentes estados de seguridad alimentaria dentro del hogar se asocian con diversos resultados de salud mental materna”

“Las madres de hogares con inseguridad alimentaria tenían una peor salud mental y tenían que usar más estrategias para hacer frente a la escasez de alimentos, en comparación con las madres de hogares con seguridad alimentaria”, dijo Misyak.

“También reportaron niveles más altos de ansiedad y depresión que los que vivían en hogares con seguridad alimentaria”, acotó.

Eso muestra la necesidad de desarrollar estrategias para ayudar a las madres o cuidadores a gestionar su salud mental cuando alguien en el hogar experimenta inseguridad alimentaria, dice el artículo de Virginia Tech, y agrega que la educación nutricional sobre la gestión de los recursos alimentarios, necesita apoyo adicional para ayudar a las madres o cuidadores con su salud mental.

Por otro lado, en muchos casos, la inseguridad o la seguridad alimentaria no es un estado permanente para muchas familias, varía según el período del año. Por ejemplo, en vacaciones ocurren mayor cantidad de casos de inseguridad porque es cuando no se ofrecen comidas escolares.

Misyk señaló que para futuras investigaciones, los análisis se deben enfocar en evaluar y determinar “exactamente qué miembros del hogar experimentan inseguridad alimentaria”. “De esta manera, podemos conectar a las familias con los recursos que necesitan para garantizar que todos tengan suficiente para comer”.

Imagen de portada: “Vieja friendo huevos”, cuadro de juventud de Velázquez, pintado en Sevilla en 1618.

No erradicar el hambre y la malnutrición tiene un costo superior al de las soluciones.

No erradicar el hambre y la malnutrición tiene un costo superior al de las soluciones.

Un nuevo reporte especial realizado por FAO, Cepal, WFP e IICA apunta a la importancia de invertir en la agricultura y la necesidad de realizar otras intervenciones para reducir la inseguridad alimentaria y la malnutrición.

Montevideo | Todo El Campo | El nuevo informe Financiamiento para la seguridad alimentaria y la nutrición en América Latina y el Caribe (*), realizado en conjunto por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Programa Mundial de Alimentos (WFP) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), advierte que los costos de no combatir el hambre y la malnutrición pueden llegar a ser más altos que los de las soluciones para garantizar la seguridad alimentaria y una mejor nutrición.

Según el reporte, se estima que el gasto producido por la inacción ante el impacto del hambre y la malnutrición representa en promedio un 6,4% del PIB de los países estudiados.

En contraste, el promedio del costo de trabajar para cerrar la brecha de ingresos con transferencias para el acceso a dietas saludables es 1,5 % del PIB, sin incluir costos de gestión e implementación.

El informe identifica diferentes tipos de financiamiento para la seguridad alimentaria y la nutrición en América Latina y el Caribe y su relación en el PIB regional: el financiamiento del consumo y la producción de alimentos; el gasto público relacionado a gastos agropecuarios y de protección social; los flujos internacionales de desarrollo; y el financiamiento proveniente del sistema bancario y los mercados de capitales.

La publicación destaca la importancia de invertir en la agricultura y la necesidad de realizar otras intervenciones para reducir la inseguridad alimentaria y la malnutrición, evidenciando que el problema principal no proviene de la escasez de alimentos, sino de la falta de acceso físico y económico, especialmente en zonas rurales pobres y con poblaciones vulnerables.

El documento realza la necesidad de hacer una estimación de los costos asociados a la implementación de políticas, programas e intervenciones como elemento previo al análisis del financiamiento de la seguridad alimentaria y la nutrición. También destaca la importancia de mejorar la recopilación de información sobre los distintos flujos de financiamiento.

“Alinear las políticas sociales, económicas y comerciales y los objetivos de mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición en América Latina y el Caribe es fundamental, más aún cuando el gasto en alimentos representa el 22% del PIB regional”, señaló Mario Lubetkin, subdirector general y representante regional de la FAO para América Latina y el Caribe.

Lubetkin enfatizó, además, que las intervenciones integrales que aborden los ingresos y el acceso a alimentos nutritivos, las preferencias de los consumidores y las regulaciones sobre etiquetado frontal nutricional de alimentos, así como el apoyo a la agricultura familiar mediante sistemas de compras públicas pueden contribuir a fortalecer los sistemas agroalimentarios y el acceso equitativo a dietas saludables.

El director general del IICA, Manuel Otero, enfatizó: “La tarea que tenemos por delante ahora es realizar a nivel de país análisis similares en el contexto de planes y programas integrales para el fortalecimiento y mejora de los sistemas alimentarios, operacionalizando los objetivos, instrumentos e institucionalidad, con una clara estimación de costos y, por supuesto, su financiamiento, tomando una visión amplia de los seis flujos financieros principales, como se plantea en el documento”.

“Los ministros de Agricultura de las Américas nos han encomendado trabajar conjuntamente para una Alianza Continental para la Seguridad Alimentaria y el Desarrollo Sustentable. Este trabajo con el resto de agencias forma parte de esos esfuerzos, y el IICA está siempre a disposición de sus estados miembros para lograr estos objetivos, trabajando conjuntamente con nuestros colegas del sistema interamericano”, concluyó.     

Por su parte, el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, indicó que “la incidencia de la pobreza extrema en la región fue de 11,4% en 2023, según estimaciones de la Cepal, lo que significa que más de 70 millones de personas en la región no tienen ingresos suficientes para adquirir una canasta básica de alimentos”.

“Esa incidencia es más más alta entre las mujeres, la población indígena y las personas que viven en zonas rurales. Por ello, es imperativo fomentar políticas públicas inclusivas y promover una mejor focalización del gasto público, capaz de impactar directamente a las poblaciones en situación de vulnerabilidad. En la actualidad, más de la mitad del total de las transferencias monetarias en América Latina y el Caribe se destina a hogares con ingresos per cápita superiores a la línea de pobreza”, destacó Salazar-Xirinachs.

La falta de ingresos para acceder a una dieta saludable y nutritiva está entre las principales causas del hambre y la inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe. De hecho, esta región tiene la dieta saludable más cara del mundo”, aseguró Lola Castro, directora regional de WFP para América Latina y el Caribe, agregando que “es inaceptable que las poblaciones más vulnerables sigan pagando un costo tan alto por cuenta de la desnutrición, sobrepeso y obesidad o doble carga de la malnutrición, cuando el continente produce suficientes alimentos para alimentar a toda su población”.

(*) Acceda al documento: Financiamiento para la seguridad alimentaria y la nutrición en América Latina y el Caribe (iica.int).

Seguridad alimentaria. Urge reconocer igual jerárquica de países libres de aftosa sin o con vacunación.

Seguridad alimentaria. Urge reconocer igual jerárquica de países libres de aftosa sin o con vacunación.

La afirmación es de Patrick Buholzer, referente internacional de salud animal e investigador sobre enfermedades animales transmisibles y su relación con la seguridad alimentaria.

Brasilia, Brasil | Todo El Campo | Es urgente reconocer la misma jerarquía a los países cuya ganadería está libre de fiebre aftosa sin o con vacunación, también es necesario para apuntalar la seguridad alimentaria, dar más estabilidad a los productores agropecuarios y favorecer el bienestar animal. Hacerlo, en consecuencia, beneficiaría a toda la sociedad, dijo Patrick Buholzer, director ejecutivo del TAFS Forum, organización internacional con sede en Suiza, dedicada a la investigación de enfermedades animales transmisibles y su relación con la seguridad alimentaria.

“La distinción entre países libres de aftosa con o sin vacunación tenía sentido en el pasado. Es hora de reconocer que los dos status son equivalentes, ya que hoy las vacunas son de calidad y, junto con los métodos de diagnóstico muy avanzados y precisos que se han desarrollado en los últimos años, son una excelente herramienta para contener la enfermedad”, dijo Buholzer durante una entrevista con el programa AgroAmérica, que se emite por el canal de TV Agro Mais, de Brasil.

En la oportunidad se explayó sobre la necesidad de un nuevo abordaje de esta enfermedad viral. Durante la conversación, abogó por una comprensión global en común del problema.

En ese sentido consideró que desde el punto de vista de la seguridad y el acceso a mercados internacionales de carne, lo decisivo para los países es probar la ausencia de aftosa y el funcionamiento de un sistema de vigilancia consistente, pero es secundario si esto es con o sin vacunación.

“URUGUAY ES UN CASO MUY SIGNIFICATIVO”.

El experto subrayó que muchos países sudamericanos tienen un excelente desempeño en cuanto a la calidad y seguridad de su producción ganadera con el estatus de libres de aftosa con vacunación: “Un caso muy significativo es el de Uruguay, cuya producción accede a múltiples mercados internacionales y, lejos de ser considerada de riesgo, es reconocida por su seguridad”.

Buholzer dijo que la equivalencia entre estas dos situaciones es conveniente tanto desde el punto científico como comercial. “Aunque el comercio hoy no tiene restricciones para los países que vacunan, daría más seguridad igualar las situaciones. Incluso los productores ganaderos tendrían más estabilidad y previsibilidad”, puntualizó.

Buholzer explicó que, debido a la diferencia que se establece hoy, se crean incentivos incorrectos, que hacen que muchos países busquen pasar al status de libre de aftosa sin vacunación, a veces con apuro, lo que tiene riesgos potenciales: “La decisión de dar por terminada la vacunación debe ser basada en evaluaciones de riesgo, que consideren la situación epidemiológica local y en la región. Es riesgoso eliminar la vacunación sin un análisis cuidadoso, con la motivación de tener más oportunidades de acceder a nuevos mercados”.

También aseguró que este paso contribuiría a que no se sacrifiquen animales sanos, ya que habría menos brotes de aftosa. “Sacrificar animales sanos –advirtió- hoy ya no es aceptable para las sociedades y lo hemos comprobado en diferentes oportunidades”.

SEMINARIOS EN ASIA.

Buholzer dio detalles durante la entrevista de un trascendente seminario internacional en el que importantes actores discutieron recientemente este tema en Seúl, la capital de Corea del Sur. La actividad captó el interés de diferentes países asiáticos, donde el consumo de proteína animal ha venido creciendo. Asia es un comprador principal de carne sudamericana y las perspectivas es que las ventas seguirán creciendo en los próximos años.

“En Seúl tuvimos una muy buena discusión y encontramos un gran compromiso de los participantes. Asistieron representantes de organizaciones internacionales, del sector industrial y también de compañías de vacunas y otras vinculadas a la salud animal. Fue un debate muy abierto”, contó, indicando que TAFS planea dos nuevos y próximos seminarios, en Tailandia y en Taiwán.

Buholzer explicó que los países asiáticos presentaron su situación en cuanto a la fiebre aftosa, que es muy distinta a la de América: “En Asia todavía la aftosa está muy presente en distintos países. La propia Corea del Sur tuvo un brote hace muy poco tiempo, que felizmente pudo ser contenido rápidamente. En cambio, en Sudamérica, la mayoría de los países son libres de aftosa con vacunación desde hace muchos años. No hubo brotes en muchos años en la mayoría de los países sudamericanos”.

La vacuna es como una póliza de seguro y reconocer de la misma manera el estatus con o sin vacunación dará beneficios a todos. Lo venimos repitiendo y estamos obteniendo una muy positiva repercusión. La gente entiende que este cambio es necesario desde un punto de vista científico y también para garantizar la seguridad alimentaria, en un momento en que la crisis climática crea condiciones muy desafiantes para la producción agroalimentaria”, concluyó.

Agro América es un programa emitido por el canal brasileño de TV Agro Mais, del Grupo Bandeirantes de comunicación, cuya producción es fruto de una alianza con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura. (IICA).

Es posible tener un plantea habitable si resignar producción y seguridad alimentaria.

Es posible tener un plantea habitable si resignar producción y seguridad alimentaria.

¿Es posible conjugar, en un mismo modelo de país y sin conflictos, conceptos y acciones como “cambio climático”, “productividad económica”, “seguridad alimentaria e hídrica”, y “salud”?

Montevideo | Todo El Campo | Los desafíos mundiales, como el cambio climático, la productividad económica, la seguridad alimentaria e hídrica, y la salud, podrían superarse si los países utilizan sus recursos naturales con mayor eficiencia y, según un nuevo informe, esto puede lograrse sin sacrificar el ambiente ni la prosperidad humana.  Los países tienen la capacidad necesaria para casi duplicar su desempeño, ya sea en términos de rentabilidad económica o de resultados ambientales al mejorar en una dimensión sin sacrificar la otra.

Mediante una combinación de ciencia innovadora, fuentes de datos, y modelos biofísicos y económicos, en el informe Las fronteras de la naturaleza: Lograr sostenibilidad, eficiencia y prosperidad con el capital natural, se ofrece una forma novedosa de abordar el desafío fundamental de la sostenibilidad.

En dicho informe se señala cómo y dónde los países pueden utilizar los recursos naturales de manera más eficiente para prosperar sin dañar el planeta ni traspasar sus límites en el uso de los recursos naturales.

“Esta labor nos ayuda a entender lo que está sucediendo a nivel de los países y la manera en la que estos pueden alcanzar sus objetivos de desarrollo sin sacrificar las metas en materia de biodiversidad o cambio climático”, dijo Richard Damania, economista en jefe de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial.

“Los países pueden tomar determinadas medidas ahora para brindar a sus habitantes una vida mejor y, al mismo tiempo, mantener un planeta habitable”, aseguró Damania.

En el informe, preparado por el Banco Mundial, el Natural Capital Project (Proyecto de Capital Natural) y el Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA), se concluye que casi todos los países presentan importantes brechas de eficiencia en el uso de sus recursos naturales. Superar estas diferencias puede servir de ayuda para enfrentar muchos de los problemas económicos y ambientales más apremiantes del mundo: el cambio climático, la productividad económica, la seguridad alimentaria e hídrica, y la salud. En general, los países tienen la capacidad necesaria para casi duplicar su desempeño, ya sea en términos de rentabilidad económica o de resultados ambientales al mejorar en una dimensión sin sacrificar la otra.

Dado que los países enfrentan necesidades contrapuestas y tienen presupuestos limitados, abordar las ineficiencias sigue siendo una de las formas más eficaces en función de los costos y más atractivas desde el punto de vista económico para alcanzar los objetivos mundiales de sostenibilidad. Asignar y gestionar la tierra, el agua y otros recursos naturales de una mejor manera podría aumentar el total de los ingresos anuales de alrededor de US$ 329.000 millones en todo el mundo, que se derivan de la agricultura, el pastoreo y la silvicultura, y producir una cantidad de alimentos suficiente para la población mundial hasta 2050, sin una pérdida neta de bosques y hábitats naturales.

“Este trabajo novedoso ayudará a integrar el valor que la naturaleza proporciona a la sociedad en las decisiones importantes”, señaló Steve Polasky, profesor de Economía Ecológica/Ambiental de la Universidad de Minnesota e integrante del Natural Capital Project.

“En las herramientas innovadoras que se desarrollaron para este informe, se aprovechan los datos ambientales y económicos a nivel mundial, con el fin de proporcionar información práctica para la toma de decisiones políticas, financieras y de gestión por parte de los responsables de esta tarea”, señaló.

Según el informe, evitar la deforestación podría ayudar a secuestrar 85.600 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono adicionales (o hasta 1,7 años de emisiones mundiales), sin afectar el crecimiento económico. Además, gastar los montos actuales en la prevención de la contaminación atmosférica de una manera más eficiente podría ayudar a salvar 366.000 vidas más cada año. Muchas de estas oportunidades se encuentran en países de ingreso bajo y mediano, es decir, los que más se beneficiarían con estas medidas.

No hay una solución única para todos, dadas las enormes diferencias que existen entre los países y los desafíos que enfrentan. En el informe, por tanto, se identifican los cambios necesarios y en qué parte de un país es preciso implementarlos. Asimismo, se proporcionan indicadores para evaluar las ventajas relativas y se identifica la combinación de políticas más adecuada para el país. El resultado es una hoja de ruta detallada que puede ayudar a los países a seleccionar el enfoque más viable y asequible para satisfacer sus necesidades ambientales y de desarrollo. (BM)

El informe Nature’s Frontiers se puede descargar aquí (en inglés): Aquí.

China busca garantizar su seguridad alimentaria.

China busca garantizar su seguridad alimentaria.

“Si hay un cliente sensible al precio en el mundo, son los chinos. Si no les gusta el precio cancelan los contratos, pero si el precio se vuelve lo suficientemente barato, volverán y comprarán”.

Beijing, China | Todo El Campo | Hay un país que es el hogar del 20% de la población mundial, pero representa solo el 10% de la tierra cultivable del mundo, y a pesar de tener como objetivo declarado ser autosuficiente en granos para 2032, ha aumentado las importaciones de maíz, trigo y soja en doce veces en los últimos cinco años.

Ese país, es China, y ninguna nación en los últimos años ha sido más agresiva, tanto a nivel nacional como en el extranjero, al abordar sus problemas de seguridad alimentaria.

Para aumentar la producción nacional de granos, China ha hecho lo siguiente:

  • Reconsideró su posición sobre el maíz y la soja genéticamente modificados y está en camino de adoptar la tecnología de semillas transgénicas.
  • Recientemente se aprobó la seguridad de una variedad de soja editada genéticamente.
  • Instó a los agricultores a plantar hileras más estrechas de maíz y otros cultivos y a duplicar el cultivo siempre que sea posible.
  • Proporcionó mayores incentivos financieros para que los agricultores plantaran soja para intentar disminuir su dependencia de las importaciones.

Sin embargo, si todos esos planes se implementan con éxito, es dudoso que China pueda alimentarse con rendimientos de maíz y soja actualmente estimados en un 60% por debajo de los de los Estados Unidos y con una superficie tan limitada.

Incluso parece que el impulso bien intencionado de China para aumentar la producción nacional de soja puede estar afectando negativamente la producción de otros cultivos y la rentabilidad de sus agricultores. En los últimos años, más agricultores están plantando soja, que en este momento son de menor rendimiento y menos rentables que cultivos como el maíz y el trigo. Eso podría cambiar si China decide comprometerse completamente con la soja genéticamente modificada, pero por ahora puede estar contribuyendo a un cambio hacia más importaciones de trigo y maíz.

En los últimos tres años, China ha importado 29 millones, 21 millones y 18 millones de toneladas, respectivamente, de maíz. Antes de la campaña comercial 2020-21, el récord de importaciones de maíz fue de 7,5 millones de toneladas. China ha seguido un patrón similar con el trigo, importando 10,6 millones y 9,5 millones de toneladas en 2020-21 y 2021-22, respectivamente, y un estimado de 12 millones de toneladas este año, lo que sería un récord. Antes de eso, el récord de importaciones de trigo fue de 6,7 millones de toneladas en 2013-14.

Steve Nicholson, estratega global del sector de granos y oleaginosas en Rabobank, dijo que en términos de estrategias de consumo, China está tratando de reducir el volumen de soja requerido para la producción de alimento animal.

“Están haciendo cambios en sus raciones de alimento para su rebaño de cerdos”, dijo Nicholson. «Habían estado usando una inclusión del 12% al 15% (de harina de soja) en sus raciones, pero básicamente quieren reducirlo a la mitad, lo que requerirá menos soja».

Si bien la retórica del Gobierno chino se centra en la autosuficiencia, el mensaje se contradice de alguna manera con una gran cantidad de inversiones en infraestructura y tierras agrícolas en países extranjeros.

“Si van a ser autosuficientes, ¿por qué invertirían en el extranjero en lugares como América del Sur y África?”, preguntó Nicholson. “Eso es un rasguño de cabeza para mí. Hay una razón por la que están haciendo inversiones en esos lugares. Necesitan tierra para producir para su población”.

CUBRIENDO SUS APUESTAS.

China ha cubierto sus apuestas de autosuficiencia con inversiones extranjeras, sobre todo en Brasil, el mayor productor y exportador de soja por un margen que ha ido aumentando cada año. La producción brasileña de soja casi se ha duplicado en los últimos 10 años, pasando de 82 millones de toneladas a 154 millones, según el Servicio Agrícola Exterior (FAS) del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Las exportaciones se han más que duplicado de 41,9 millones de toneladas a 92,7 millones durante ese tiempo.

Por el contrario, se estima que China producirá 20,2 millones de toneladas de soja en la campaña comercial 2022-23. Aunque eso representaría un aumento del 53% con respecto a hace 10 años, todavía representa solo el 18% de lo que consume anualmente.

Dado que los chinos ya han invertido varios miles de millones de dólares en la mejora de la infraestructura agrícola de Brasil y a través de la compra de tierras, los funcionarios brasileños están cortejando una nueva ronda de inversiones de Cofco, una agroindustria estatal china y uno de los mayores comerciantes de granos del mundo, según informes recientes de los medios.

Según Cofco, Brasil representa más del 40% de las inversiones globales de la compañía y dos tercios de su personal global de 11,000 se encuentran allí. Cofco ya ha invertido en Santos, el principal puerto de soja de Brasil, y actualmente está ampliando su capacidad de terminal de exportación a 14 millones de toneladas para ayudarlo a alimentar la voraz demanda de soja de China.

China también ha realizado importantes inversiones relacionadas con la agricultura en África, aunque es probable que no se logre un retorno total de la inversión durante muchos años, dijo Nicholson, debido a problemas crónicos con la estabilidad política y económica. Pero con una gran cantidad de tierra cultivable sin explotar o subutilizada, el potencial a largo plazo está ahí.

“Tenga en cuenta que China ve el retorno de la inversión de manera diferente que, por ejemplo, Estados Unidos”, dijo Nicholson. “Son una operación estatal. ¿Una compañía de granos estadounidense iría a algún lugar y perdería dinero durante 10 años? Probablemente no. Lo harán por un tiempo y verán si funciona, pero si no funciona durante un período de tiempo más largo, subirán las apuestas”.

Los chinos no tienen los mismos obstáculos que los ABCD (ADM, Bunge, Cargill y Louis Dreyfus), o cualquier otra empresa agroindustrial privada o pública. Son pensadores a largo plazo. Creen que eventualmente funcionará y se les pagará esos dividendos en una fecha posterior».

INICIATIVA DE LA FRANJA Y LA RUTA.

Otra empresa costosa diseñada para reforzar la seguridad alimentaria de China es la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI). Lanzada en 2013 por el mandatario chino, Xi Jinping, la vasta colección de iniciativas de desarrollo e inversión fue ideada para vincular Asia oriental y Europa a través de la infraestructura física. Desde entonces, China ha firmado documentos de cooperación agrícola y pesquera con más de 80 países, y se han llevado a cabo más de 650 proyectos de cooperación de inversión agrícola en países a lo largo de la Franja y la Ruta.

“La región de la Franja y la Ruta, con su vasto territorio y ricos recursos agrícolas, es un área importante para la cooperación y el comercio agrícola de China y desempeña un papel importante para garantizar la seguridad alimentaria y la seguridad de los productos agrícolas”, dijo Ma Lili, de la Escuela de Economía y Administración de la Universidad del Noroeste, en un sitio web del Gobierno chino.

Ma dijo que el BRI ha creado condiciones favorables para la cooperación agrícola en términos de conectividad, facilitación del comercio y la inversión, integración monetaria y promoción de intercambios.

Según datos de la Administración General de Aduanas, en 2021, China importó 326.55 millones de yuanes (unos 47.84 millones de dólares) de productos agrícolas de los países de la BRI, un aumento del 26% interanual.

Nicholson dijo que aunque el BRI sigue siendo parte de la ecuación en la seguridad alimentaria de China, algunos países «se han vuelto un poco más escépticos porque los carga con la deuda que le deben a China».

COMPRADORES PRAGMÁTICOS

Aunque la creciente tensión geopolítica entre China y Estados Unidos, que tradicionalmente ha sido uno de los mayores proveedores de granos y semillas oleaginosas de China, llevó a una guerra comercial que duró casi dos años hacia fines de la década de 2010 y el reciente rechazo del plan de China de construir un molino de maíz en Dakota del Norte, Nicholson dijo que la decisión de comprar soja estadounidense, maíz o trigo finalmente bajarán al precio.

Señaló que el anuncio de China a fines de abril de que cancelaría la compra de 560.000 toneladas de maíz estadounidense probablemente fue un problema de precios, no político.

“Si hay un cliente sensible al precio en el mundo, son los chinos”, dijo Nicholson. “No están cancelando los contratos porque no quieren maíz estadounidense; simplemente no les gusta el precio. Si el precio se vuelve lo suficientemente barato, volverán y lo comprarán”.

Con Brasil y Argentina aumentando la producción de maíz y China fortaleciendo sus lazos políticos y económicos con esa región, los productores de granos y oleaginosas estadounidenses, particularmente los productores de soja, se han preocupado por la posible pérdida de una parte significativa del mercado chino en los próximos años. Incluso con los miles de millones de dólares que ha invertido en tierras agrícolas e infraestructura en América del Sur, Nicholson cree que cuando la soja estadounidense sea la opción más barata, China no dudará en retroceder.

“China es extremadamente pragmática y hará lo que sea bueno para ellos al final”, agregó.

Para el Gobierno chino, eso significa un esfuerzo bien coordinado para aumentar la producción nacional de granos y semillas oleaginosas, al tiempo que se vincula estratégicamente a tantas fuentes extranjeras de productos agrícolas como sea posible.

Artículo de Arvin Donley en World-Grain.com, del cual es editor | Foto: campo agrícola en China | CGTN.

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