Nueva Zelanda. Proteína derivada de la lana apunta a un mercado de 2.000 millones de dólares.

Nueva Zelanda. Proteína derivada de la lana apunta a un mercado de 2.000 millones de dólares.

El primer ministro neozelandés dijo que “la lana ha sido cuestionada en los últimos 30 años por no innovar lo suficiente”, y remarcó la importancia de obtener más valor agregado de sus productos.

Wellington, Nueva Zelanda | Todo El Campo | La queratina extraída de la lana de Nueva Zelanda pronto podría encontrar su camino en productos utilizados para minimizar la osteoporosis, promover la salud intestinal y otros antiinflamatorios, dijo Howard Moore, director ejecutivo de Keraplast, una empresa de biotecnología especializada en recuperar proteínas de queratina bioactivas de lana de Nueva Zelanda cultivada de forma regenerativa.

La queratina es una proteína que se encuentra en las células epiteliales que revisten las superficies internas y externas del cuerpo. Las queratinas ayudan a formar los tejidos del cabello, las uñas y la capa externa de la piel.

Moore agregó que una investigación publicada recientemente por la Universidad de Otago también sugiere que podría ayudar a minimizar la resistencia a la insulina.

La compañía de biotecnología organizó recientemente una visita del primer ministro de Nueva Zelanda, Christopher Luxon, a sus nuevas instalaciones en la ciudad de Christchurch (Isla Sur), donde extrae queratina de la lana y la procesa en una variedad de ingredientes únicos de marca, la mayoría de los cuales se exportan para su uso en una variedad de productos de belleza y cuidado personal. Ahora tiene como objetivo expandirse a nutracéuticos y productos farmacéuticos.

La empresa comenzó en Keratec, una empresa de cartera de los brazos comerciales de la entonces New Zealand Wool Board, y fue adquirida en 2009 por la empresa estadounidense Keraplast Technologies. Aunque ahora es 100% de propiedad estadounidense, la compañía opera totalmente dentro de Nueva Zelanda, dijo Moore.

Agregó que con la investigación y el desarrollo se “garantiza que sigamos liderando la tecnología de queratina, impulsando innovaciones que beneficien a los consumidores en nuestros mercados internacionales”.

Un componente clave de la estrategia de sostenibilidad de Keraplast fue que toda su lana proviene de ovejas neozelandesas criadas de forma regenerativa. Precisamente, se dice que la agricultura regenerativa ofrece numerosos beneficios ambientales, como una mejor salud del suelo, una mayor biodiversidad, el secuestro de carbono y una mejor gestión del agua.

UN MERCADO MILLONARIO.

Moore dijo que el mercado global de queratina tenía un valor de alrededor de 2.000 millones de dólares, la mayoría de los cuales eran productos básicos fabricados en Brasil, China y México y gran parte de ellos fabricados con plumas de pollo. “Sin duda, somos únicos en los productos de queratina de valor añadido que fabricamos a partir de lana”.

En 2023 procesó 77 toneladas de lana. La nueva instalación, donde opera desde julio, podría manejar hasta 300 toneladas al año.

“La lana ha sido cuestionada en los últimos 30 años por no innovar lo suficiente”, comentó Luxon, que también valoró la importancia de obtener más valor agregado de sus productos, y añadió que el valor que Keraplast estaba extrayendo de la lana era “muy diferente de lo que otros van a obtener, haciendo alfombras o aislamiento, francamente, o cualquier otra cosa”.  (En base a reporte de Rural News).

Convencer al consumidor de las bondades de la lana.

Convencer al consumidor de las bondades de la lana.

Los bajos ingresos de la lana se explican por la preferencia por los sintéticos. Corregir eso requiere de dos herramientas: que el consumidor conozca los beneficios de usar lana y que los sintéticos paguen un arancel.

Wellington, Nueva Zelanda | Todo El Campo | En Nueva Zelanda, al participar de un concurso de ideas innovadoras, Matthew Coogan, estudiante de agronegocios, obtuvo el tercer lugar por presentar un material aislante alternativo hecho de lana. “Los consumidores pagan más por el café y el chocolate de origen ético. Por tanto, es necesario abordar los productos de lana de la misma manera: convencer al consumidor cotidiano de que la lana es un producto premium, que vale un precio superior”, expresó.

Dado que el precio de la lana se mantiene bajo, tanto los agricultores como los fabricantes están buscando formas innovadoras de mejorar su valor.

Al igual que el estudiante de la Licenciatura en Agronegocios, Matthew Coogan, quien recientemente obtuvo el tercer lugar por presentar un material aislante alternativo hecho de lana de Nueva Zelanda en la Competencia de Grandes Ideas organizada por la Universidad de Massey en setiembre.

Coogan, que tiene una ferviente pasión por el sector de los alimentos y las fibras, dijo que su idea se originó en la pequeña ciudad en la que se crió, a 10 minutos al norte de Taihape, una ciudad ubicada en la Isla Norte de Nueva Zelanda y con mucha actividad agropecuaria.

“Conocer el trabajo que requiere producir esta increíble fibra, y al mismo tiempo saber que está tan infrautilizada, los que estamos en la industria y yo nos sentimos frustrados”, contó. Por eso, su esfuerzo, entre muchas personas, para abordar algunos de los problemas que enfrenta la industria del sector.

El aislamiento a base de lana mejoró la experiencia de los instaladores, aisló naturalmente las casas y ayudó al medio ambiente, resaltó.

“Los consumidores ahora están dispuestos a pagar una prima por el café y el chocolate de origen ético”, por tanto también “necesitamos abordar los productos de lana de la misma manera: convencer al consumidor cotidiano de que la lana es un producto premium, que vale un precio superior”.

ARANCEL PARA EL SINTÉTICO.

Daryn Pedersen, propietario y operador de Wool Wairarapa, con sede en Waingawa (Isla Norte), dijo que los precios de la lana son bajos, pero que han mejorado ligeramente desde un mínimo de diez años en 2022.

Agregó que el aumento no llega a colocar los precios ni cerca de donde deberían estar.

Dado que cada oveja produce de dos a tres kilogramos de lana y la esquila cuesta alrededor de 5 dólares por animal, sigue habiendo pocos incentivos monetarios.

Atribuyó los bajos ingresos de la lana a las alternativas sintéticas.

A menos que haya una transformación radical en la regulación gubernamental o en la innovación, dijo que no habrá un cambio significativo en los precios.

“Necesitamos un ángulo completamente diferente porque tradicionalmente las lanas fuertes solo se encuentran en las alfombras, la tapicería y el aislamiento”, planteó, y dijo que los sintéticos llegaron a los mercados y seguían cortando la industria de la lana por los pies.

Explicó que sus clientes querían usar lana en sus casas, pero optaron por la versión sintética “porque era como la mitad del precio”, y criticó que “las políticas gubernamentales permiten el uso de fibra sintética para competir contra ella”.

Necesitamos una regulación gubernamental: la fibra sintética va a tener que tener un arancel o algo parecido”, sugirió.

Pedersen dijo que ciertos nichos de mercado hacen más atractivo el uso de lana y citó sus propiedades biodegradables. La lana, “si se tira, se convierte directamente en tierra”, pero “la alfombra sintética tarda unos 400 millones de años en descomponerse”. En base a artículo de Kate Judson en Stuff, con adaptaciones para Todo El Campo.

Nueva Zelanda iniciará ensayos de campo con pastos transgénicos desarrollados por científicos locales.

Nueva Zelanda iniciará ensayos de campo con pastos transgénicos desarrollados por científicos locales.

Las pruebas de laboratorio han demostrado que podría reducir las emisiones de metano entre un 10 y un 15 %, mejorar la nutrición animal y reducir la excreción urinaria de nitrógeno, reduciendo las emisiones de óxido nitroso y la lixiviación de nitrato.

Montevideo | Todo El Campo | AgResearch, un centro de investigación público, lanzará un ensayo de campo con plantas forrajeras transgénicas en Nueva Zelanda, innovaciones que podrían reducir el uso de pesticidas, así como la emisión de metano y los riesgos de toxicidad en el ganado. Solicitarán permiso a la EPA para realizar investigaciones “confinadas al aire libre”.

AgResearch y sus socios están buscando la aprobación del Gobierno para ensayos al aire libre de raigrás (o pasto forrajero) editado genéticamente.

Se presentará una solicitud a la Autoridad de Protección Ambiental (EPA) para obtener aprobación para cultivar raigrás que incluye endófitos Epichloë (hongos endófitos) editados genéticamente en un ensayo al aire libre.

“Estos endófitos de Epichloë viven dentro del raigrás y forman una relación mutuamente beneficiosa con el raigrás”, según información contenida en un boletín de AgResearch.

“Las sustancias naturales liberadas por los endófitos disuaden a las plagas de insectos de comerse el raigrás y mejoran el crecimiento y la persistencia de las plantas, lo que en conjunto resulta en una menor necesidad de pesticidas químicos y aumenta la eficiencia en la producción de leche y carne en Nueva Zelanda”.

AgResearch dijo que existe un riesgo muy bajo de que el material genético viaje fuera del sitio contenido y cualquier material genético reproducido esta confinado a ese sitio.

Los científicos, junto con los socios comerciales PGG Wrightson Seeds y Grasslanz Technology, han identificado cambios en la edición de genes que resultan en una mayor protección de las plantas y menos daño al ganado.

La variedad de raigrás se está probando al aire libre en Australia y, si se aprueba en Nueva Zelanda, permitirá a los científicos probarla en condiciones exteriores.

La última vez que se aprobó un ensayo al aire libre de una planta genéticamente modificada fue en 2010, cuando Scion obtuvo permiso para pinos radiata genéticamente modificados.

Mientras tanto, el desarrollo del raigrás de alta energía metabolizable (HME) de AgResearch continúa en Nueva Zelanda y los científicos reemplazaron con éxito un componente de sésamo por uno de arroz para brindar mayor tranquilidad sobre el riesgo de reacciones alérgicas.

Un componente de la modificación incluye una proteína conocida como oleosina de sésamo de la planta de sésamo, que ayuda en la formación y estabilización del aumento de grasas en la planta.

Cuando el año pasado se presentó una solicitud ante la Oficina del Regulador de Tecnología Genética (ORTG) de Australia para realizar ensayos en cultivo de raigrás HME, surgieron preocupaciones sobre el riesgo del sésamo, un alérgeno alimentario conocido.

“Si bien los científicos de AgResearch confiaban en que esta oleosina de sésamo no se expresaba en el polen del raigrás HME, se tomó la decisión de identificar una oleosina alternativa para brindar certeza a partes externas como la ORTG”.

Se eligió el arroz porque se consume en todo el mundo y las oleosinas del arroz no se consideran alergénicas. Además, no afecta la calidad ni la función del raigrás.

Las pruebas de laboratorio del HME han demostrado que podría reducir las emisiones de metano entre un 10 y un 15 %, mejorar la nutrición animal y reducir la excreción urinaria de nitrógeno, reduciendo las emisiones de óxido nitroso y la lixiviación de nitrato.

Los científicos de AgResearch han estado trabajando con el gobierno de Nueva Zelanda, Grasslanz Technology, PGG Wrightson Seeds y DairyNZ en el desarrollo del raigrás HME.

Los ensayos con ganado comenzarán a finales de este año.

Continúan los ensayos de campo en Australia con el trébol blanco con alto contenido de taninos condensados ​​(HiCT), que potencialmente ofrece beneficios ambientales y para la salud animal.

Los científicos de AgResearch junto con PGG Wrightson Seeds y Grasslanz Technology han modificado genéticamente el trébol blanco con un gen tomado de otra especie de trébol para aumentar el contenido de taninos condensados ​​en las hojas.

Los resultados de laboratorio sugieren que se podrían lograr reducciones en las emisiones de metano de más del 15% y al mismo tiempo reducir los problemas de exceso de existencias.

El trébol se está cultivando bajo una carpa aislante de abejas en pruebas de campo en el estado australiano de Victoria.

Fuente: AgResearch lanzará una oferta de prueba de raigrás transgénico en Nueva Zelanda (farmersweekly.co.nz). Foto: Chile Bio.

Nueva Zelanda y el talón de Aquiles de suspender obligaciones de pago por emisiones.  

Nueva Zelanda y el talón de Aquiles de suspender obligaciones de pago por emisiones.  

Una buena noticia que tiene aspectos que juegan en contra del sector productor primario, porque los consumidores seguirán reclamando medidas de control de emisiones, y muchos países los querrán en los tratados comerciales que firmen.

Montevideo | Todo El Campo | En 2008 Nueva Zelanda puso en marcha el Régimen de Comercio de los Derechos de Emisión (ETS) que abarcó en ese momento varios sectores de la actividad económica, entre ellos la agropecuaria. Pero en junio pasado se supo que el Gobierno eliminó la obligación de que productores paguen por las emisiones ganaderas, lo que fue bien recibido por el sector rural (*). Sin embargo, esa buena noticia tiene su talón de Aquiles: los clientes globales reclaman productos con una huella más baja, y no tomar medidas en ese sentido puede llevar a un adormecimiento de los productores que resultará adverso en el corto plazo, dijo -palabras más, palabras menos- Todd Charteris, presidente ejecutivo de Rabobank, en el marco de la Cumbre de Industrias Primarias en la ciudad de Wellington.

Charteris enfatizó en que más allá de las resoluciones del Gobierno de Nueva Zelanda, el consumidor seguirá pidiendo que se tomen todas las medidas de control de emisiones.

“Hay voces que se están haciendo más fuertes. Estas son las voces de los consumidores, las crecientes expectativas de las empresas de procesamiento y comercialización de alimentos más poderosas del mundo, y las voces de la cadena de suministro en general, incluidos los inversores, que también enfrentan una presión regulatoria significativa para minimizar las emisiones de alcance tres”, expresó.

Agregó que un análisis resultó en que “más del 80% de las exportaciones de Nueva Zelanda se dirigen a países con exigencias obligatorias relacionadas con el clima, que ya están vigentes o en camino de estarlo”.

Otro factor mencionado por Charteris fue que los acuerdos de libre comercio están cada vez más cargados de obligaciones exigibles sobre emisiones y otros objetivos de sostenibilidad. Por tanto, en temas de sostenibilidad, “si nos dormimos, perdemos”.

Los 50.000 agricultores de Nueva Zelanda y muchos en el sector alimentario y agrícola en general deben estar “preparados”, expresó: “Debemos prepararnos para el viaje que tenemos por delante para reducir las emisiones de la agricultura” en el país.

Planteó que el país genere una herramienta nacional de medición de emisiones en las explotaciones agrícolas, ya que actualmente había demasiados equipos y grupos trabajando en lo mismo: “Necesitamos un punto de referencia de lo que son las buenas prácticas y las emisiones sostenibles”, enfatizó, porque los productores que trabajan para reducir las emisiones deben ser recompensados con incentivos y primas de precios.

Artículo de Todo El Campo en base a nota de Sally Murphy en Noticias RNZ

(*) Nueva Zelanda elimina obligación de que productores paguen por las emisiones ganaderas.

Golpe de timón. Nueva Zelanda elimina obligación de que productores paguen por las emisiones ganaderas.

Golpe de timón. Nueva Zelanda elimina obligación de que productores paguen por las emisiones ganaderas.

El nuevo Gobierno corrige lo implementado por el anterior. El sector productivo recibe de muy buena forma la modificación.

Montevideo | Todo El Campo | El gobierno de Nueva Zelanda anunció que eliminará la ley que obligaba a los productores a pagar por las emisiones de eructos y flatulencias del ganado, y que enviará un proyecto de ley con ese objetivo. Los productores reaccionaron positivamente ante el anuncio.

Los conservadores, ahora en el Gobierno, mantienen diferencias con sus antecesores, los laboristas.

El sector rural recibió de muy buena forma la decisión del Gobierno neozelandés de eximir a la agricultura de un régimen de comercio de derechos de emisión.

“Damos la bienvenida a la certeza de que esto se eliminará”, dijo la presidenta de Beef + Lamb New Zealand (B+LNZ), Kate Acland.

“Estamos siendo muy claros con el Gobierno en que nuestra conclusión es que no apoyamos un precio a las emisiones agrícolas como una forma de lograr reducciones. Las reducciones de emisiones en el sector ovino y vacuno ya están ocurriendo y más rápido de lo necesario”, agregó.

Desde el sector lechero, Jim van der Poel, presidente de DairyNZ, dijo que la decisión corrige la incertidumbre en que se puso al sector.

“Los productores lecheros de Nueva Zelanda se encuentran entre los productores de leche más eficientes en cuanto a los gases de efecto invernadero del mundo”, y con el cobro por emisiones podría haber causado una caída de la eficiencia, “perjudicando a los agricultores, la economía y el país”, lo cual “aumentaría las emisiones globales”, aseguró.

“Para seguir siendo competitivos a nivel internacional, todos los caminos a seguir deben basarse en un enfoque basado en la ciencia. Esto garantizará un futuro rentable y sostenible para los productos lácteos y para el resto de Nueva Zelanda”, sostuvo Van der Poel.

NUEVA POLÍTICA DEL NUEVO GOBIERNO NEOZELANDÉS.

El cambio de rumbo es tomado por el nuevo Gobierno, que asumió en noviembre de 2023, el cual ya anunció que a finales de junio remitirá al Parlamento una reforma legislativa que neutralice la política ganadera aprobada en 2022 por el Ejecutivo anterior encabezado por la exprimera ministra, Jacinda Ardern.

Todd McClay, ministro de Agricultura, expresó en un comunicado: “Estamos centrados en encontrar herramientas prácticas y tecnología para que nuestros agricultores reduzcan sus emisiones (de gases que producen el efecto invernadero) de una manera que no reduzca la producción ni las exportaciones”.

El ministro agregó que el Gobierno que integra “está comprometido a cumplir con nuestras obligaciones en materia de cambio climático sin cerrar las granjas neozelandesas. No tiene sentido enviar empleos y producción al extranjero, mientras los países menos eficientes en carbono producen los alimentos que el mundo necesita”.

Paralelamente, el ministro de Cambio Climático, Simon Watts, anunció un fondo de 50,5 millones de dólares neozelandeses (US$ 30,9 millones) en proyectos “para reducir las emisiones del sector” ganadero.

“Estas inversiones reflejan el apoyo del Gobierno a los agricultores y al mismo tiempo garantizan que Nueva Zelanda cumpla con sus obligaciones internacionales en materia de cambio climático”, remarcó Watts.

El sector agrícola representa el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) neozelandés y el 65% de los ingresos por exportaciones.

El Ejecutivo neozelandés se ha comprometido a la neutralidad de emisiones contaminantes para 2050.

Con datos de Rural News NZ y Efe Verde.

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