Ing. Pereira: “La gestión del pasto tiene que dejar de ser un arte para que todos lo puedan hacer”.

Ing. Pereira: “La gestión del pasto tiene que dejar de ser un arte para que todos lo puedan hacer”.

“Venimos avanzando suave, pero estamos mejorando. Una de las formas de cambiar nuestros modelos mentales son los hechos catastróficos, y una sequía sin duda que lo es”.

Montevideo | Todo El Campo | Casi todo el país está con menos de 5cm de pasto, y a medida que va pasando el invierno va aumentando el número de productores que tienen incluso menos de 3 centímetros, lo cual es lógico porque en esta época del año los campos crecen poco, comentó el Ing. Agr. Marcelo Pereira del Instituto Plan Agropecuario (PA) en declaraciones al programa Diario Rural (radio Rural).

Esa situación se da en “tres años de déficit hídrico”, el cual este último año fue “más profundo” que los anteriores, y analizando la falta de precipitaciones que ya se ha dado en otras oportunidades, señaló que “la gestión del pasto tiene que dejar de ser un arte para que pueda ser protocolizado y todos lo puedan hacer”, y por eso hay jornadas y programas que tratan ese tema, de diversos actores, entre ellos el Plan Agropecuario con el proyecto Gestión del Pasto.

Todos esos esfuerzos muestran un cambio: “Venimos avanzando suave, pero estamos mejorando”, ahora bien, “una de las formas de cambiar nuestros modelos mentales son los hechos catastróficos, y una sequía sin duda que lo es, dejando a muchas empresas fuera de juego”.

EL CONTEXTO TAMBIÉN JUEGA.

Agregó que “el 75% que tiene poco pasto no significa necesariamente que sean productores que hagan mal las cosas, sino que también hay efectos del contexto que influyen, por ejemplo la sequía”, porque aunque se hagan un buen manejo, si el pasto no crece, no hay forma.

“Si las producciones son buenas o no, no dependen solo si el productor sabe hacer las cosas bien o no, depende del contexto”, insistió, y añadió: “En el segundo año de sequía el promedio de preñez fue del 80% con determinados precios. Este año esa preñez bajó al 70% con una seca un poco más grande, pero los precios fueron la mitad. El contexto contribuye a las decisiones que se toman”.

Pereira comentó que “siempre hay escasez de agua, pero es escasez es porque se aumentan las subdivisiones en los campos, y las aguadas son caras y no pueden acompañar de cerca ese proceso de subdividir. Entonces está viendo cambios y hoy se produce más carne y es probable que nos estemos arrimando a los 90 kilos, cuando hace 30 años era de 65 kilos. El aumento fue de casi el 50% y no es nada poco, con más margen para aumentar”.

Volviendo a las pasturas, recordó que desde el punto de vista del crecimiento, el 1° de setiembre comenzaría la primavera con condiciones más propicias: “Nos queda el mes más difícil -agosto-, pero los días ya comenzaron a alargarse y eso se nota, no tanto en el campo natural, sí en los mejoramientos, verdeos y praderas”.

Ante eso “hay que afinar la puntería en la utilización de esas pasturas mejoradas, verdeos y praderas”. Los mejoramientos vienen muy bien, también los verdeos, pero las praderas “están muy tocadas por la sequía”. Por tanto hay que buscar “una correcta utilización del pastoreo con el mayor grado de subdivisiones para sacarle el jugo a esos pequeños oasis verdes y llegar a la primavera que si viene bien se podrá mejorar el desempeño animal y con bajo costo”, y ahí está “el secreto, en tener bajos costos, porque la productividad con altos costos cualquiera lo logra”.

Sobre los temas que el Ing. Pereira desarrolló, en el minuto 14,50 de la entrevista que se publica al pie de este artículo (hasta el minuto 23) se generó un recomendable intercambio con el periodista Horacio Jaume sobre el clima y su mitigación.

ENTREVISTA COMPLETA.  

Al Plan Agropecuario le interesa no sólo lo productivo, también lo humano.

Al Plan Agropecuario le interesa no sólo lo productivo, también lo humano.

La larga sequía de 3 años, cuyos efectos se sentirán por mucho tiempo más, puso al Plan Agropecuario ante una nueva realidad: la humana. El Ing. Marcelo Pereira comentó al respecto que la institucionalidad debe “encargarse del pasto y del ganado, pero también de lo humano” a través de quienes se han preparado para eso, en relación a charlas que realizo el sicólogo Alejandro De Barbieri.

Montevideo | Todo El Campo | En febrero de este año, cuando estábamos en pleno efecto del déficit hídrico, el Plan Agropecuario hizo una charla con el sicólogo Alejando De Barbieri. Al comienzo la idea fue tomada con cierta desconfianza, pero cuando la charla se realizó en Paysandú concurrieron 250 personas, comentó el Ing. Agr. Marcelo Pereira.

Agregó que en otros países, por ejemplo Australia o Estados Unidos, se ha estudiado el efecto que los fenómenos adversos tienen en los productores, “y no hay cosa que afecte más la sicología del productor que el efecto de la sequía, más que la bajada de los precios”, por la incertidumbre que genera el hecho de que “con la sequía a veces no se sabe cuándo está empezando y cuándo terminando”. Por tanto “el efecto de la sequía deteriora a quien tiene que gestionar el recurso, eso se contagia a la familia y muchas veces los caminos se cierran”.

Cuando se decidió hacer la charla con De Barbieri “fue porque teníamos datos de que había gente muy complicada, y a veces es necesario pedir ayuda. Eso en Australia está estudiado, y el máximo deterioro en la sicología del productor se da cuando hay tres sequías acumuladas”, lo que justo coincidió con lo que estábamos viviendo en Uruguay.

Los trabajos realizados en Australia tienen un valor a considerar dado que ellos han sufrido hasta 8 y 11 años de sequía acumulada.

Pasados esos 3 años “empiezan a operar otros mecanismos humanos como la resiliencia” que logran una estabilización, pero en el tercer año hay un momento de quiebre y “justamente por eso hicimos la charla que luego se repitió en Young con otro éxito” en cuanto a la concurrencia.

Los técnicos “hablamos de temas productivos y económicos, pero no estamos capacitados para hablar de los temas de la gente, para eso están los especialistas” porque “la dimensión humana se complejiza aún más”, subrayó.

“Son fenómenos que deprimen a la gente y no es algo lineal, son cosas hay que tenerlas en cuenta, porque ocurren cosas muy graves”, reiteró. “Incluso el Ministerio vio la gravedad del tema”, por tanto “es necesario encargarnos, además del pasto y del ganado, también de lo humano” a través de quienes se han preparado para eso.

En base a entrevista de la periodista Estela Apollonio, programa Diario Rural (radio Rural). Foto captura video.

Los desastres naturales como la sequía extrema afectan a los productores más que los problemas económicos.

Los desastres naturales como la sequía extrema afectan a los productores más que los problemas económicos.

La Universidad de Florida (EE.UU.) asegura que el éxito individual de los agricultores es un complemento directo de las comunidades rurales económica y físicamente sanas.

Montevideo | Todo El Campo | En una reciente entrevista, el Ing. Agr. Marcelo Pereira Machín, coordinador del proyecto Gestión del Pasto del Plan Agropecuario, dijo que los efectos de la seca en los productores supera lo económico, también son emocionales.

Estamos acostumbrados a ver en las noticias que la falta de precipitaciones golpea la producción y causa pérdidas millonarias, pero también se genera una afectación humana y emocional.

El Plan Agropecuario “detectó” ese “problema” y organizó charlas presentadas por el sicólogo Alejandro De Barbieri, agregó Pereira Machín.

“La sequía causa desesperación y eso lleva a una cadena de malas decisiones” que se extiende a varios niveles: personal, familiar y productivo. Pero no es algo nuevo, sino que Australia y Estados Unidos “han estudiado” el fenómeno.

Por eso este año el Plan Agropecuario realizó charlas con muy buenos resultados, y están en una etapa de planifican otras en los departamentos de Rivera y Durazno, agregó.

INICIATIVAS QUE APOYAN Y SALVAN VIDAS.

En ese sentido, a fines de 2020, la Universidad de Florida (Estados Unidos) divulgó un artículo en el que refiere al “esfuerzo” que realiza el Instituto de Ciencias Agrícolas y Alimentarias de esa casa de estudios “para combatir el estrés de agricultores y ganaderos”.

El texto se elaboró cuando la pandemia de Covid-19 hacía estragos en el mundo y aún no se conocía mucho de ella generando una fuerte incertidumbre. La pandemia también agravó los efectos aún muy vivos de varios huracanes que afectaron la zona.

Todo eso llevó a que “el nivel de estrés en las comunidades rurales estuviera fuera de control”, un problema que se arrastraba desde antes: “Según un informe de 2015 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, cinco años completos antes de que llegara la pandemia de Covid-19, las tasas de suicidio en las comunidades rurales midieron el doble que en las áreas urbanas”.

Para atender ese problema, “El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) financió cuatro redes regionales de asistencia” a productores que sufren estrés extremo, iniciativa de la cual participó el Instituto de Ciencias Agrícolas y Alimentarias de la Universidad de Florida (UF/IFAS).

El proyecto implicó tuvo una inversión de US$ 7,2 millones; al sur del país la coordinación estuvo a cargo del Instituto de Agricultura de la Universidad de Tennessee.

Técnicos destacaron que “con los agricultores y ganaderos en Panhandle (zona de Florida) y en toda Florida recientemente afectados por grandes huracanes como Michael (octubre de 2018), Sally (setiembre 2020) e Irma (agosto 2017) y los impactos adicionales de la pandemia de Covid-19, esta financiación y asociación traerán un apoyo muy necesario”.

“Los agricultores y ganaderos son la columna vertebral de la agricultura de Florida y contribuyen significativamente a la economía del estado”, dijo Nick Place, decano de UF/IFAS Extensión. “Son trabajadores y resistentes, pero los efectos combinados de los desastres naturales, una pandemia global y otros problemas en curso pueden conducir a menos oportunidades comerciales, lo que contribuye al estrés y la ansiedad”. Por lo cual el proyecto es oportuno para abordar “los desafíos y proporcionar soluciones para superar el costo de la salud mental”, agregó.

Una herramienta de apoyo es la conformación de una red que coordina varias estrategias específicas diseñadas para ayudar a los ciudadanos y comunidades rurales: el establecimiento de líneas directas para la accesibilidad inmediata, el desarrollo de un sitio web integral con información y recursos para abordar situaciones individuales, y la curación y creación de recursos para el sitio web.

Se incluye la capacitación de representantes que trabajan dentro de las comunidades rurales para apoyar a las personas a través de servicios directos o grupos de apoyo; la investigación sobre cómo aliviar el estrés de los agricultores y ganaderos, así como los problemas endémicos de las comunidades rurales, todo eso también es parte del esfuerzo, publicó la Universidad de Florida.

Las investigaciones “muestran que los desastres naturales y otros choques económicos como la pandemia de Covid-19 han afectado duramente a los agricultores de Florida en los últimos años”, dijo Christa Court, directora del Programa de Análisis de Impacto Económico de UF/IFAS en el departamento de economía de alimentos y recursos.

“Esperamos asociarnos con grupos de salud mental, médicos, bancarios, de productos básicos, entre otros, para brindar recursos muy necesarios a nuestras comunidades agrícolas y ganaderas en Florida”, dijo Stephen Greer de UF/IFAS, quien enfatizó: “Este tipo de apoyo no solo puede mejorar, sino también salvar vidas”.

Foto de Lote 21.

Artículo completo de la Universidad de Florida: UF/IFAS une esfuerzos para combatir el estrés de agricultores y ganaderos – Noticias (ufl.edu)

Marcelo Pereira: “Hay problemas serios de falta de agua para las pasturas y el ganado, pero la condición del ganado ha mejorado notablemente”.

Marcelo Pereira: “Hay problemas serios de falta de agua para las pasturas y el ganado, pero la condición del ganado ha mejorado notablemente”.

“Hay una tendencia clara” en los cambios sobre los potreros, con un “aumento día a día del nivel de empotreramiento. “Hace 5 años en Uruguay había 168.000 potreros; hoy debe haber más de 200.000 porque se va subdividiendo”.

Montevideo | Todo El Campo | En junio comenzará el inverno, el período del año más difícil para la producción ganadera. Marcelo Pereira del Instituto Plan Agropecuario dijo que de acuerdo a la cantidad de pasto que tenían los establecimientos al comenzar el otoño “daban que el 70% los productores llegaron a marzo con poco menos de 5 centímetros” de pasto, y “eso es poco pasto”.

El dato es importante porque “en marzo se produce muy bien y a partir de ahí empieza un tobogán que llega a su piso en junio. Si comparamos este otoño con los anteriores, la cantidad de productores con poco pasto ha aumentado notablemente”, y “el 89% reportó que la condición de los ganados era menor a cuatro”.

Hoy la situación sigue “con poco pasto”, pero lo que “está cambiando y asombra, es la condición de los ganados, no puedo decir que sea en todos los establecimientos, pero sí en muchos”, precisó. Agregó que “sigue habiendo problemas serios de falta de agua para las pasturas y para el ganado, pero lo bueno es que la condición del ganado, en los últimos meses, ha mejorado notablemente”, insistió el ser entrevistado en el programa Diario Rural de radio Rural.

Sintetizando, Pereira comentó que “no se ha podido juntar pasto en el campo, pero en muchos lugares ese pasto se está juntando en los ganados. Y no es un detalle menor, el pasto se puede almacenar en pie, se pueden hacer fardos, silos, muchas cosas, o se puede enfardar en el lomo de las vacas” y eso generó un cambio en los animales.

Agregó que cuando el pasto supera los 5 centímetros es considerado “forraje rápidamente disponible, porque está pronto para comer y va a desembocar en buenos desempeños ganaderos”, por tanto es un dato “muy interesante” que “se vincula con la producción de carne”.

Además “está muy influenciado por el nivel de empotreramiento que se tenga, los potreros están vinculados a la cantidad de pasto que se pueda tener por encima de los 5 centímetros y esa proporción de campo se vincula con la producción de carne”.

CAMBIOS EN LA CONCEPCIÓN DE LOS POTREROS.

Pereira dijo que “hay una tendencia clara” en los cambios sobre los potreros, con un “aumento día a día del nivel de empotreramiento. “Hace 5 años en Uruguay había 168.000 potreros; hoy debe haber más de 200.000 porque se va subdividiendo”.

Explicó que “hay sistemas de pastoreos que han intensificado notoriamente le nivel de subdivisiones y todos los gobiernos, de una forma u otra, han hecho programas para que la gente tenga agua en el campo, y siempre hay problemas con la falta de agua. Eso es porque el agua va atrás de las subdivisiones, y cuesta más el manejo del agua porque es una infraestructura muy costosa, e ir de atrás con el agua es un síntoma de que hay una tendencia clara a utilizar cada vez más subdivisiones, muchas de ellas temporarias”.

POTREROS VIRTUALES.

El técnico agregó que el mundo ya está avanzando tecnológicamente en el manejo de los potreros. “En Australia y en Nueva Zelanda vi los alambrados virtuales”, contó. Explicó que se colocan “caravanas en los animales, se dibuja en la computadora el potrero en la forma que el productor quiera, y cuando el ganado se arrima a la frontera marcada recibe un pequeño choque eléctrico”.

“Se dice que son fronteras porosas porque algún animal pasa, pero el 98% se mantiene. Lo vi funcionando con ovejas y vacas, y los tamberos cambian los límites de los potreros virtuales varias veces al día”, lo que “contribuye a un mejor manejo”.

ENTREVISTA COMPLETA.

Marcelo Pereira en radio Rural.
El efecto de la sequía en el productor trasciende lo productivo o económico, también es emocional.

El efecto de la sequía en el productor trasciende lo productivo o económico, también es emocional.

Para reducir los impactos productivos, económicos y aún emocionales, lo importante es monitoreas y a partir de ahí tomar decisiones a tiempo.

Montevideo | Todo El Campo | Cada vez que llega una crisis como la falta de precipitaciones, parece que no estamos preparados como deberíamos, dijo Marcelo Pereira del Instituto Plan Agropecuario. En declaraciones al programa Diario Rural (radio Rural) señaló que la seca es de los peores golpes que recibe un productor y que sus secuelas no son solo productivas o económicas.

“Cada vez que llega una sequía, que es un fenómeno recurrente, siempre nos agarra mal parados”, pero cualquiera sea el pastoreo que se realice en el establecimiento, “estos fenómenos tiran por tierra a todos los que no tomaron decisiones a tiempo”.

Es por esa razón que el proyecto de gestión de pasto a tiene que “elaborar un manual que salga de lo tradicional que ya se conoce”, apuntó.

“Una de las cosas que quedan en claro es que hay que tener algún sistema de monitoreo que nos permita tomar decisiones a tiempo y evitar que esas cicatrices que siempre quedan luego de un fenómeno de déficit hídrico no sean muy profundas”.

No es lo mismo déficit hídrico que crisis forrajera, son dos conceptos diferentes, porque se puede tener déficit hídrico y no forrajera porque se tomaron medias a tiempo; pero para pasar un déficit hídrico con el menor impacto posible en el forraje, es crucial tener un sistema de monitoreo”, agregó.

Pereira comentó en la entrevista que “no hay ningún sistema que pueda permanecer igual ante un fenómeno de déficit hídrico como el de ahora en Uruguay que tiene zonas con tres primaveras secas acumuladas, en algunos lugares cuatro. Es imposible que quede igual”.

De ahí la importancia de monitoreas: “El monitoreo permite medir el pasto, la comida de los animales y permite tomar decisiones que pueden ser comprar comidas, vender animales, clasificarlos, reservar pasto, etc. Lo que hemos visto es que a partir de que comenzó el déficit hídrico la gente ha tomado una catarata de decisiones, ese es el tema, tomar decisiones, para que las cicatrices que siempre quedan, sean lo menor posible y las secuelas se puedan recuperar”.

Cuando hablamos de secuelas “siempre decimos el pasto, el ganado y la economía, pero hay secuelas que quedan en la cabeza de la gente. No hay un fenómeno que deprima más a un productor, incluso mucho más que una bajada de precios, como el de la sequía. Eso está estudiado a nivel internacional, está muy estudiado en Australia y Estados Unidos. El tema es que nunca se sabe cuándo termina, incluso para algunos establecimientos hoy no ha terminado y se viene el invierno”.

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