El presidente saliente de ANPL realiza un balance de sus dos años al frente de la institución, «un proceso muy enriquecedor a nivel personal» del cual destaca «haber logrado una mayor unidad entre las gremiales lecheras».
Montevideo | Todo El Campo | Leandro Galarraga finaliza su gestión al frente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), y ya cerca de pasarle la responsabilidad a su sucesor, Néstor Cabrera, analizó algunas de las páginas escritas en estos dos años en que estuvo como presidente de tan prestigiosa institución.
Recordó las divisiones que afectó al sector en las elecciones de hace dos años, sin embargo, cuando fue necesario la unidad primó: “Cuando fuimos a hacer planteos al Gobierno, ir juntos demostró una gran fortaleza”, dijo, y aseguró que la lechería no debería volver a estar divida nunca más.
Agregó que “la ANPL no solo tiene que pelear por un mejor precio de la leche, sino por medidas para que el productor viva mejor”, además de que “tiene que enfocarse en políticas de Estado para fortalecer al sector”.
La siguiente es la entrevista completa publicado por la web de la ANPL: Lechería
TRABAJAR POR LA UNIDAD DEL SECTOR: NOTA A LEANDRO GALARRAGA.
“Estoy muy agradecido con el grupo de productores lecheros que me acompañaron en la directiva, se trabajó en conjunto, siempre respaldándonos unos a los otros, y acercando los planteos de todas partes del país”, puntualizó el joven presidente saliente de la ANPL. Estar al frente de una gremial tan importante “ha sido una experiencia que me ha enriquecido muchísimo como ser humano”, aseguró Galarraga, «es un trabajo arduo en el que hay que estar muy presente, y más teniendo en cuenta que salíamos de una pandemia».
Su ingreso a la Asociación, a su vez, se hizo en un momento muy difícil por lo dividido que estaba el sector. Recordemos incluso que, en el último proceso eleccionario, se presentaron dos listas que disputaron la Presidencia. “Desde el primer día dijimos que era bueno trabajar por la unidad del sector. Somos un sector muy pequeño en donde nos conocemos todos y en esa línea trabajó todo el equipo”. Agregó que, si bien cada gremial tiene su identidad y su rol, son muchos los temas que los unen, como lo es la defensa del productor. “Creo que fueron muchas más las coincidencias que los desacuerdos y se logró trabajar hasta el día de hoy mancomunadamente con todos los actores del sector”.
Es el camino que debe seguir la lechería. “Cuando fuimos a hacer planteos al Gobierno, ir juntos demostró una gran fortaleza”, y aseguró que la lechería no debería volver a estar divida nunca más. Sobre porqué decidió́ no continuar al frente de ANPL a pesar de la propuesta de hacerlo, sostuvo que, a su entender, es importante darle lugar a otros compañeros que han trabajado en la gremial. Galarraga considera que estar mucho tiempo al frente de una institución así puede llegar a ser contraproducente.
“Esto es un trabajo en equipo donde hay que dar espacio para que otros vengan con ideas nuevas, para que la institución siga creciendo”. Agregó que es necesario seguir construyendo herramientas que ayuden al diario vivir del productor, mejorando su calidad de vida. “La ANPL no solo tiene que pelear por un mejor precio de la leche, sino por medidas para que el productor viva mejor”.
A su vez, sostuvo que para estar al frente de una institución como la ANPL, «uno debe tener la empresa consolidada y contar con el respaldo familiar y de su equipo de trabajo», ya que requiere de mucho esfuerzo y tiempo de dedicación.
De todas formas, aclaró que no se arrepiente de haberle dedicado todo este tiempo a la Asociación, reiterando que ocupar un cargo como la presidencia de la gremial es sumamente enriquecedor. “Por eso le estoy agradecido a quienes me dieron la posibilidad de ocuparlo porque no solo aprendí mucho, sino porque siento que he crecido muchísimo en todo este tiempo”. Si bien no continuará en ese cargo, adelantó que seguirá acompañando a la nueva Directiva, pero desde otro lugar: «Más adelante, el tiempo dirá si vuelvo a ser presidente”.
Teniendo en cuenta que la Asociación tiene representantes en toda la cuenca lechera del Uruguay abarcando a una gran amplitud de productores de distintos tamaños y explotaciones, “la ANPL tiene que enfocarse en políticas de Estado para fortalecer al sector”.
LEY DE LECHERÍA Y LA SEQUÍA.
En cuanto a la Ley de lechería, sostuvo que luego de recibir los aportes del Instituto Nacional de la Leche (Inale) y del resto de las gremiales, hoy por hoy estamos en la redacción final. “Esto nos ha llevado mucho más tiempo del que nosotros hubiéramos deseado, pero entendemos que va a ser una herramienta fundamental para fortalecer el sector, por lo cual es imprescindible escuchar a todos los actores y plasmarla de la mejor manera posible. No sé si podré presentarla antes de dejar la Presidencia, de lo contrario, será presentada a la brevedad posible,” puntualizó.
Por otro lado, se refirió a las reuniones zonales que lleva adelante la Asociación en distintos puntos del país, asegurando que siempre son de gran importancia, pero más en momentos tan complejos como el actual por la crisis climática. “La cuenca lechera tradicional está muy complicada, siendo esta sequia de las más graves que hemos tenido. Si bien las últimas lluvias alivian un poco la situación, hay mucho daño ya realizado por la sequía que es difícil de recuperarse”.
Por eso consideró que llevar adelante reuniones en las que se puedan dar a conocer las líneas de trabajo y las herramientas con las que cuentan los productores para salir de esta crisis de la mejor manera posible, son fundamentales. “Es importante poder mostrar qué pueden hacer ahora y cómo encarar la situación una vez que se normalicen las lluvias”. Destacó que, si bien la mayoría de los productores tienen acceso a esta información, hay otros tantos que necesitan de estas instancias de intercambio. “No queremos que alguien se sienta solo en un momento tan angustiante como este”.
RELACIÓN ANPL Y EL GOBIERNO.
Por último, Galarraga analizó la relación de esta Directiva con el Gobierno, destacando que siempre han tenido las puertas abiertas para ser recibidos. “Las veces que los hemos necesitado, hemos levantado el teléfono y nos han escuchado. Lógicamente hubo planteos que se llevaron a cabo y otros que no, o que llevan más tiempo del esperado, pero siempre hemos sido escuchados y se han buscado soluciones”.
Recordó el beneficio de UTE sobre todo el sector lácteo solicitado para productores e industria que la gremial viene pidiendo su renovación año a año desde 2017 cuando fue otorgado por primera vez.
Además, destacó la buena disposición del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca con quien se trabajó junto a las gremiales de Campo Unido para concretar el proyecto de erradicación de la mosca de la bichera, el cual va a comenzar este año, así como el trabajo en otras políticas agropecuarias a nivel nacional. También remarcó las gestiones con el Banco República, resaltando que en este caso se logró concretar un planteo histórico del sector, que era disponer de líneas de crédito a largo plazo.
Foto: Leandro Galarraga durante la Asamblea General de ANPL | Web ANPL.
El sector lácteo sufrió 7 años de momentos muy duros, y recién se está recuperado, un conflicto permanente es un golpe muy grande para toda la cadena, desde el productor hasta el vendedor final, y la pérdida de puestos de trabajo es una amenaza real.
“Lo que queremos es paz para trabajar y tener garantías de que nuestra leche sea retirada de los establecimientos y de que se elaboren los productos”, dijo Leandra Galarraga, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL) sobre el conflicto lácteo. Lejos de eso “vivimos en una inestabilidad continua con un gremio que tiene excelente salario y excelentes condiciones de trabajo” pero vive en “un reclamo y una disconformidad permanente, eso es algo que no soportamos más, estamos cansados”.
PÉRDIDA CONSTANTE DE TAMBOS.
En declaraciones que publicó este domingo el semanario La Mañana, Galarraga señaló que hubo un aumento en el precio internacional de la leche, pero “los costos de producción también han subido mucho”, por lo tanto ese aumento internacional es menor.
A su vez recordó que la lechería sufrió “7 años muy duros”, período en el cual el número de tambos cayó de 2.700 a 2.200. Ahora que hay una mejora “toda la cadena láctea debe colaborar para sacar la producción adelante, sino vamos a seguir perdiendo productores y son familias que dejan de producir, dejan el medio rural y eso es un capital que no se vuelve a recuperar”.
La mejora en el precio “apenas lleva 7 u 8 meses”, lo cual es un tiempo muy acotado si consideramos que “el negocio requiere una gran inversión y los productores nos estamos poniendo al día con deudas e inversiones que se hicieron en el pasado. Estamos esperando la primavera que es cuando podemos diluir nuestros costos”, sin embargo llegaremos a ella “con una conflictividad enorme que no sabemos cómo va ser nuestra situación en lo que refiere al recibo de la leche y su procesamiento”.
EXPORTACIÓN O VENTA EN EL MERCADO LOCAL, ¿QUÉ PESA MÁS?
Por otro lado, Galarraga dijo que Uruguay exporta el 75% de lo que produce, por el momento y a pesar de la conflictividad las ventas al exterior “todavía se realizan de manera normal, pero más allá de eso estamos teniendo un perjuicio a todo el mercado interno por el desabastecimiento que se está generando”.
Los productos lácteos de la región, particularmente de Argentina, “han incrementado su ingreso a Uruguay en un 50%”, eso es algo “muy angustiante” por la forma en que Conaprole ha trabajado en lo interno y por el lugar que ocupa.
Las exportaciones son básicamente en leche en polvo, pero “el mercado interno es fundamental para los subproductos que se elaboran en la fábrica y van a los almacenes. Estos productos se venden y se cobran inmediatamente”.
La leche en polvo entera que se exporta tiene una mecánica diferente porque “requiere de fletes internacionales, llegar a destino y el margen que queda para la cooperativa es menor”, por tanto afectar el mercado local, es pérdida para Conaprole y para los productores y “va a repercutir en el precio de leche” que se paga a los tambos.
De modo que Conaprole deja un vacío que es ocupado por empresas argentinas y eso “conspira contra todo lo que es mano de obra uruguaya, no solo de productores, también de los trabajadores de la industria, de los distribuidores”.
REUNIÓN.
Galarraga anunció que esta semana la ANPL mantendrá una reunión con la cadena de distribución de productos lácteos. Ese es “un eslabón que está muy preocupado porque son trabajadores cuyo trabajo se está viendo seriamente afectado y de continuar así es probable que mucha gente vaya al seguro de paro porque no tienen productos para levantar”.
Es “sumamente penoso” porque “con el daño que hacen” con medidas de conflicto, el gremio sale “totalmente impune”, a pesar de los antecedentes en cuanto a industrias que quedan “por el camino” perdiendo fuentes de trabajo.
El miércoles 6 de julio el presidente Luis Lacalle recibió en la Torre Ejecutiva a las gremiales lecheras, el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), Leandro Galarraga, dijo que en total fueron 7 las instituciones de productores que participaron de la reunión.
En esa oportunidad “presentamos al presidente nuestra gran preocupación acerca de este conflicto que parece no tener fin, llevamos más de 6 meses con una situación incambiada y las medidas del gremio se van recrudeciendo día a día”, expresó.
Agregó que “cuesta creer” a los funcionarios de la industria respecto a sus dichos a través de sus gremios cuando dicen que quieren hacer efectiva la cláusula de paz vigente; además “dicen que en ningún momento se incumplió, pero en 6 meses ya llevamos tres conflictos diferentes”.
“Las declaraciones del gremio de la industria está lejos de la verdad”, subrayó, y por eso “creemos que es imprescindible tener una cláusula de paz efectiva”, pero el gremio “se reúsa a firmar un convenio salarial” que económicamente le es muy favorable, para poder “permanecer en permanente conflictividad”.
Explicó que amparado en sus derechos laborales el gremio opta por “hacer lo que se le cante, sin generar perjuicio, sin ninguna consecuencia” y eso es “sumamente penoso” porque “con el daño que hacen salen totalmente impunes”, y los antecedentes son que “con estas manifestaciones se han llevado alguna industria” que quedó “por el camino con trabajadores sin trabajo”.
La gravedad se reitera hoy cuando “hay industrias que están en dificultades y ellos (el gremio de trabajadores) no entra en razón sobre lo que están haciendo”, recalcó.
Las negociaciones están “trancadas”.
“Trancada”, así definió Galarraga el estado de las negociaciones al día de hoy. Las partes están de acuerdo en firmar la corrección económica, pero la cláusula de paz es lo que impide avanzar. El gremio se niega a aceptarla y la industria a obviarla.
Si la cláusula de paz no se firma, el sector pasará a una situación de “conflicto permanente por todos los subsectores de trabajo en la industria, como el reclamo que ya tuvimos sobre el área de mantenimiento y electromecánico que pedían aumentos del 40%, por eso desarrollaron medidas”.
ENTREVISTA COMPLETA.
En la foto principal, el presidente de ANPL Leandro Galarraga, en conversación -de espaldas en la fotografía- el presidente Luis Lacalle.
El presidente Luis Lacalle recibirá hoy a los productores lecheros, la conflictividad del sector no estará ausente de las conversaciones.
Previo a reunirse con el presidente de la República, Dr. Luis Lacalle, el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), Leandro Galarraga, dijo que el conflicto lácteo causó “un gran desabastecimiento”.
Este miércoles 6 de julio los productores lecheros se reunirán con el mandatario y el tema del conflicto estará sobre la mesa.
En declaraciones a VTV Noticias Galarraga dijo que los productores “estamos cansados de los conflictos”, y que se está en un enfrentamiento de “trabajadores contra trabajadores, porque los productores tenemos derechos y se ven vulnerados constantemente por las medidas del gremio”.
Los funcionarios de la industria láctea “cobran cuatro salarios mínimos, con condiciones de trabajo muy buenas”, sostuvo.
Consideró que la cláusula de paz, único punto de conflicto hoy y que el gremio se niega a firmar, es importante porque implica que no se esté “continuamente hablando del conflicto en la industria”.
Galarraga: Cuando hay conflicto “perdemos todos, pierden los productores, los trabajadores que no hacen horas extras y reciben menos salarios” por lo que “no entendemos por qué continuamente estamos teniendo estos conflictos”.
Leandro Galarraga, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL) se refirió al conflicto que se está desarrollando en el sector. Cuando se llega a estas instancias “perdemos todos”, expresó, y advirtió que “está habiendo desabastecimiento de productos”. Con esa situación la ANPL se reunió con el presidente y vicepresidente de Conaprole, Gabriel Fernández y Alejandro Pérez Viazzi, respectivamente.
El encuentro se realzó el martes 19 de abril en la sede de la ANPL y allí Fernández y Pérez Viazzi “hicieron una puesta a punto” de lo que está sucediendo.
Galarraga recordó que es un conflicto que “tiene un tiempo prolongado: En diciembre se firmó una cláusula de paz y se dio un 2% de aumento adicional a cuenta” de las negociaciones que iban a comenzar en enero.
Pero precisamente fue en enero que “el sector de funcionarios que se ocupa del mantenimiento de la planta, que son unos 170 de los 2.000 que tiene Conaprole, entendieron que el nivel de tecnificación ha aumentado y por eso creen que deben tener un 40% de aumento en su salario”.
Por otra parte, la cooperativa entiende que “paga sueldos acordes o superiores a lo que se paga en el mercado por esa función”, no otorgando el aumento solicitado. “A raíz de eso es que se ha generado la conflictividad y se pasó a trabajar a reglamento”.
Cuando el sindicato tomó esa medida, la Cámara de la Industria Láctea (CILU) “se retiró del Consejo de Salario por incumplimiento de la cláusula de paz firmada en diciembre”.
NO PODEMOS SEGUIR SIENDO REHENES.
Desde la ANPL se transmitió a la dirección de Conaprole que no ceda ante las presiones. “Los productores no podemos seguir siendo rehenes”, subrayó Galarraga, y recordó que el salario más bajo de la cooperativa “es 3 o 4 veces el salario mínimo nacional, por lo menos, y en condiciones laborales muy buenas. Eso nos tiene contentos y estamos orgullosos, pero no podemos pretender que se otorguen estos aumentos que entendemos que son descabellados, más cuando el Gobierno ha anunciado una suba del 2%”, por tanto “una suba del 40% nos parece un abuso total”, enfatizó.
Respecto a las medidas de la Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole (AOEC) “nos parecen un disparate y nuevamente los productores estamos siendo perjudicados junto con la sociedad a la que se le priva acceder a los productos” que consume habitualmente.
Galarraga agregó que la tecnología ha cambiado en todas las áreas, incluso en los tractores que se usan en los tambos que ya no son los mismos de hace 30 años, sin embargo “la modernización es para dar mejor calidad de trabajo a nuestros funcionarios y a nosotros mismos”, por tanto consideró inadecuado “pedir un aumento de esa índole”.
LA PROPUESTA RECHAZADA POR EL SINDICATO.
El Directorio de Conaprole entiende y propuso que para los funcionarios más capacitados que atienden máquinas con mayor tecnología se haga una categoría diferente y se les dé “un aumento superior al del mercado, y al resto de los funcionarios hacerle un bono por productividad, y si el trabajo se intensifica premiarlos”, pero eso “fue rechazado por el sindicato”.
Cuando hay conflicto “perdemos todos”, aseguró el productor: “Pierden los productores, los trabajadores que no hacen horas extras y reciben menos salarios” por lo que “no entendemos por qué continuamente estamos teniendo estos conflictos”.
También “tenemos claro que la mayoría de los funcionarios son muy buenos, estamos muy contentos con el trabajo que tienen, lo realizan muy bien, pero una pequeña parte o el sindicato no entiende que estamos todos en el mismo barco. Luego lamentan que cierren las industrias” como ya ha pasado.
Explicó que el sindicato “está acostumbrado a pedir cosas irracionales y en una negociación larga se termina cediendo y consiguiendo (el sindicato) menos de lo que se pide, esa es una realidad que lamentamos mucho”.
ASPECTO PRODUCTIVO.
Galarraga también hizo consideraciones desde el aspecto productivo, la caída de la producción en un 3,7% como consecuencia del retiro del grupo Olam, y otros asuntos que hacen al interés de la lechería.