El martes 21 casi todo Uruguay se pintó de verde, lo que indica bajo riesgo de incendios, pero en el correr del miércoles 22 el panorama cambió.
Montevideo | Todo El Campo | Las últimas precipitaciones registradas en todo el país, cambiaron el color del mapa que el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) elabora sobre los riesgos de incendios.
El martes 21 había desaparecido el riesgo de incendios en todo el país (mapa 1), pero eso no duró mucho tiempo y el miércoles 22 casi medio país continuaba con “riesgo bajo”, y el resto desde “riesgo medio” a riesgo “muy alto” (mapa 2).
DE “RIESGO MUY ALTO” A “RIESGO BAJO”.
Desde el lunes 13 de enero al domingo 19, Uruguay pasó de un “riesgo muy alto” en todo el país, con algunos días matizado con “riesgo alto” o “riesgo medio”, a un país casi completamente con “riesgo bajo” (color verde).
Las lluvias del fin de semana modificaron esa situación llevando a que Inumet elaborara el mapa con un casi total verde, con parte de Artigas y Salto en tonalidad amarilla (“riesgo medio”) y áreas puntuales en naranja (“riesgo alto”).
PROHIBICIÓN DE HACER FUEGO.
La prohibición de realizar fuegos o quemas al aire libre se mantiene, por lo que las autoridades exhortan a cumplir con la normativa y tener los debidos cuidados, a pesar de la mejora en los índices de riesgo.
Desde el 1° de noviembre y hasta el 30 de abril la prohibición está vigente para todo el territorio nacional.
Por primera vez desde 2019, las formaciones forestales fueron las más afectadas, superando a las áreas de pastizales.
Carolina Bataier | São Paulo, Brasil | Todo El Campo* | Con la sequía extrema que afectó a Brasil en 2024, la peor de los últimos 74 años, los incendios aumentaron un 79% en comparación con 2023. El año pasado, los incendios consumieron más de 30,8 millones de hectáreas, un área equivalente al tamaño de Italia, según datos publicados por la plataforma MapBiomas Fire Monitor.
Los incendios devastaron principalmente formaciones forestales, que por primera vez desde 2019, cuando comenzó a funcionar el Monitor de Incendios, superaron las áreas de pastizal, como señala Felipe Martenexen, del equipo de Bomberos de MapBiomas.
“Este cambio en el patrón de incendios es alarmante, ya que las áreas forestales afectadas por el fuego se vuelven más susceptibles a nuevos incendios. Cabe destacar que el fuego en la Amazonía no es un fenómeno natural y no forma parte de su dinámica ecológica, siendo un elemento introducido por la acción humana”, sostuvo.
Del total del área quemada, el 73% fue vegetación nativa, principalmente en formaciones forestales, que totalizaron el 25% de los incendios en el país. Entre las áreas de uso agrícola destacaron los pastos, con 6,7 millones de hectáreas quemadas entre enero y diciembre del año pasado. En cuanto a los biomas, la Amazonía fue la más afectada. Entre los estados, Pará lidera el ranking de incendios.
“Este récord en la Amazonia fue impulsado por un régimen de lluvias por debajo del promedio histórico, lo que agravó las condiciones ambientales”, explicó Martenexen.
En datos publicados anteriormente, los investigadores de MapBiomas llaman la atención sobre los incendios en tierras públicas no designadas (*), regiones bajo la responsabilidad de los gobiernos estatales o federales que aún no se han transformado en asentamientos, Unidades de Conservación (UC) u otros territorios protegidos, como Tierras Indígenas (TI) y Territorios Quilombolas (TQ).
En estos lugares, donde el fuego se utiliza para la práctica de acaparamiento de tierras, los incendios aumentaron un 64% en 2024, en comparación con el año anterior. “Parece que en 2024 la forma más fácil de impactar un bosque público no era llevar tractores, motosierras y contratar mano de obra para talarlo, era solo para rascar la cerilla que el bosque era tan inflamable que el fuego cumplía su función”, explicó Ane Alencar, directora de Ciencias del Ipam y coordinadora de MapBiomas Fogo.
SIN UNA DISMINUCIÓN EN LA DEFORESTACIÓN, PODRÍA SER PEOR.
Desde 2023, Brasil ha registrado una caída en la deforestación en la Amazonía y el Cerrado. Sin embargo, los datos del Monitor de Incendios llaman la atención sobre la necesidad de políticas de prevención y control de incendios e inspección de delitos ambientales.
“Creo que este aumento podría ser mayor si el Gobierno, especialmente el Gobierno federal, no hubiera actuado para reducir la deforestación a la mitad en los últimos dos años”, comentó Alencar. “Pero ciertamente sirvió como una advertencia de que solo reducir la deforestación no es suficiente para combatir la degradación ambiental”.
Según una nota enviada a Brasil de Fato por el Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático, en 2025 comenzó la Política Nacional de Manejo Integrado del Fuego, ya en funcionamiento, para garantizar el fortalecimiento de la articulación con los estados y municipios, factor crucial para lograr respuestas más rápidas en relación a los incendios”.
El Ministerio también informó que durante 2024 “el Fondo Amazonia aprobó la asignación de cerca de R$ 280 millones a los Cuerpos de Bomberos de siete de los nueve estados de la Amazonía Legal: Acre, Amapá, Amazonas, Maranhão, Pará, Rondônia y Roraima. Los montos financiarán la expansión de las acciones de prevención y combate de incendios en estos estados, para fortalecer su capacidad de combate al fuego en 2025. La oferta de recursos para Mato Grosso y Tocantins está en análisis”.
EN LA AGRICULTURA, LOS PASTOS FUERON LOS MÁS AFECTADOS.
En el estado de São Paulo, que tuvo un número récord de incendios en 2024, los cinco municipios con más incendios suman un área de más de 179.000 hectáreas de cultivo de caña de azúcar, según informó Brasil de Fato.
Sin embargo, en el ranking nacional de territorios ocupados por actividades agropecuarias se destacan las áreas de pastos, que corresponden a 6,7 millones de hectáreas quemadas entre enero y diciembre del año pasado.
São Félix do Xingu (estado de Pará), donde se encuentra el rebaño más grande del país, fue el municipio brasileño más afectado por el incendio, con 1,47 millones de hectáreas quemadas de enero a diciembre.
Corumbá (Mato Grosso del Sur), con el segundo rodeo ganadero más grande del país, ocupó el segundo lugar entre los municipios con mayor superficie quemada en 2024. Allí, el fuego consumió 841.000 hectáreas.
Los aviones de extinción de incendios están arrojando agua del océano en los incendios de Los Ángeles (Estados Unidos), pero el uso de agua salada suele ser el último recurso.
Montevideo | Todo El Campo | Los Ángeles, Estados Unidos, vuelve a ser noticia por sus incendios forestales, y el uso de agua dulce para combatirlos ha sido un problema por la limitación en la disponibilidad. Los bomberos debieron acudir al agua de océano, y aprovechan la disminución del viento para verterla con precisión en los puntos claves y estratégicos de los incendios.
Los profesionales del fuego prefieren no usar agua salada porque corroe los equipos y daña los ecosistemas: pequeñas cantidades de sal utilizadas como fertilizantes no daña las plantas, pero las sales excesivas pueden estresar y matar las plantas.
CIENTÍFICOS ESTUDIAN LOS EFECTOS DEL AGUA SALADA EN LOS MONTES.
Si bien las consecuencias de agregar agua de mar a los ecosistemas aún no se comprenden bien, podemos obtener información sobre qué esperar al considerar los efectos del aumento del nivel del mar, señala un artículo publicado en The Conversation el 13 de enero, cuyo autor Patricio Megonigal, ecólogo de ecosistemas, investigador de Global Change Research Wetland y especialista en Ecología de Ecosistemas, Biogeoquímica, Ciencia del Suelo, Ecología de Humedales, Ecología Forestal, Ciencia del Cambio Climático y Ciencia del Carbono Azul. (Más información en Centro de Investigación Ambiental del Smithsonian).
En su calidad de ecólogo, Megonigal dirige un novedoso experimento llamado Tempest (*) que fue diseñado para comprender cómo y por qué los bosques costeros históricamente libres de sal reaccionan a sus primeras exposiciones al agua salada.
“El aumento del nivel del mar ha aumentado en un promedio de aproximadamente 8 pulgadas (unos 20 cm) a nivel mundial durante el último siglo”, y esa situación “ha empujado el agua salada a los bosques, granjas y vecindarios de EE.UU. que anteriormente solo conocían agua dulce. A medida que se acelera el ritmo de aumento del nivel del mar, las tormentas empujan el agua de mar cada vez más lejos en la tierra firme, lo que finalmente mata árboles y crea bosques fantasmas (**), como resultado del cambio climático que está muy extendido en los EE.UU. y en todo el mundo”, escribió Megonigal.
En los estudios de Tempest se bombea agua saldada que se esparce en la superficie de bosques saturando el suelo por diez horas, “esto simula una oleada de agua salada durante una gran tormenta”.
Los investigadores “están tratando de comprender todos los factores que limitan la tolerancia del bosque al agua salada y cómo nuestros resultados se aplican a otros ecosistemas como los del área de Los Ángeles”, agregó, y advirtió que la sal causó que “la arcilla y otras partículas se dispersaran y se movieran en el suelo. Tales cambios en la química y la estructura del suelo pueden persistir durante muchos años”.
El artículo concluye: “El agua del océano puede ayudar a combatir incendios”, sin embargo “hay razones por las que los funcionarios de bomberos prefieren las fuentes de agua dulce, siempre que la haya disponible”.
“Mientras tanto, las costas de Estados Unidos se enfrentan a una exposición más extensa y frecuente al agua salada a medida que el aumento de las temperaturas globales acelera el aumento del nivel del mar que ahoga bosques, campos y granjas, con riesgos desconocidos para los paisajes costeros”.
La empresa forestal presentó innovaciones que aseguran la vigilancia continua mediante un sistema satelital, que complementa las cámaras y patrullaje aéreo para reforzar la detección y respuesta ante incendios, con una inversión total de US$ 2,5 millones en 2024.
Montevideo | Todo El Campo | Con el objetivo de reforzar sus medidas de prevención y detección de incendios forestales, Montes del Plata emplea la vigilancia satelital en el 100% de sus áreas forestales. Esta iniciativa asegura que toda su extensión de bosques y áreas naturales esté monitoreada las 24 horas del día, complementando un sistema integral de prevención, detección y respuesta rápida que la compañía optimizó con esta innovación, de cara a la temporada de incendios.
Montes del Plata protege actualmente más de 300.000 hectáreas, 100.000 ha son de áreas naturales como pastizales, montes nativos, palmares y humedales, distribuidas en 16 departamentos del país, con un conjunto de tecnologías avanzadas de detección.
La incorporación del sistema satelital, que opera de manera continua las 24 horas, se complementa con una red de 65 cámaras con inteligencia artificial gestionadas en conjunto con la Sociedad de Productores Forestales (SPF), permitiendo identificar humo o fuego en tiempo real. Además, se realizan rutas con aviones de observación para llegar al cien por ciento de la superficie protegida.
De esa forma, Montes del Plata se posiciona a la compañía como empresa líder en prevención de incendios en la región.
LOS TRES PILARES.
Juan Bide, gerente de Patrimonio y referente del área de Gestión de Incendios de Montes del Plata, comentó que el “plan se basa en tres grandes pilares: prevención, detección y respuesta. El cambio climático es una realidad, por eso año a año trabajamos en un proceso de mejora continua para incorporar nuevas herramientas y reforzar estos tres pilares”,
“Desde 2021, en Montes del Plata hemos invertido en nuevas tecnologías para la prevención como es el sistema satelital que se suma a las 65 cámaras de detección; y el combate los 5 aviones y 3 helicópteros que están disponibles durante la temporada estival en un trabajo en conjunto con la SPF. Contamos, además, con 5 equipos forestales con bombas de 10.000 litros de agua, Sistemas de comunicación y georreferencia avanzados y 8 brigadas con personal especializado en diferentes puntos de país”, agregó.
Destacó que ese año se sumó “un dron térmico y un simulador de incendios, lo que nos permite predecir el comportamiento del fuego. Las capacitaciones tanto de los colaboradores de Montes del Plata, de las empresas contratistas son muy importantes para nosotros por lo que hemos capacitado a más de 1.200 personas”.
“Pero no es solo el trabajo a la interna de la empresa. Además, hemos realizado capacitaciones a más de 1.500 personas de las comunidades vecinas que nos han pedido capacitarse”, añadió Bide.
DATOS. DEL PLAN DE PREVENCIÓN.
Algunos datos del plan de prevención, detección y combate de incendios forestales de Montes del Plata:
PREVENCIÓN:
• Más de 1200 personas capacitadas de MdP y contratistas.
• Más de 15.000 kms de cortafuegos limpios (8 veces el contorno del Uruguay) .
• 1,500 personas de la comunidad capacitadas.
• 1190 fuentes de agua relevadas, georreferenciadas y acondicionadas.
DETECCIÓN:
• 100% de los predios cubiertos con satélites.
• 65 cámaras con inteligencia artificial (En conjunto con SPF).
• 2 rutas aéreas de detección (En conjunto con SPF).
• WhatsApp Montes del Plata te escucha: 091623300.
RESPUESTA:
• 18 depósitos de herramientas distribuidos en todo el Uruguay.
• 50 frentes de trabajo con herramientas.
• 5 equipos forestales cargados con bombas de 10.000 litros.
• 20 camiones regadores con tanque de 10.000 litros.
• 20 motoniveladoras.
• +40 fire-chief.
• +70 cisternas de agua.
• 8 brigadas profesionales de combate distribuidas en Uruguay.
• Simulador de incendios.
• Dron térmico.
• 5 aviones (3 de ataque +2 coordinación) (En conjunto con SPF).
• 3 helicópteros con brigada de bomberos (En conjunto con SPF).
• 34 pistas de avión con fuentes de agua (En conjunto con SPF).
• Más de 1300 fuentes de agua para helicópteros (En conjunto con SPF).
En 2023, hubo unas mil intervenciones por este tipo de incendios, que afectaron 2.705 hectáreas.
Montevideo | Todo El Campo | El 1 ° de noviembre se presentó el Plan Nacional de Protección Integral frente a Incendios Forestales y de Campo de la temporada 2024-2025, que coincide con la entrada en vigor de la prohibición de realizar fuegos o quemas al aire libre hasta el próximo 30 de abril.
En la actividad, participaron el director del Sistema Nacional de Emergencias, Santiago Caramés; el titular de la Dirección General Forestal, del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Carlos Faroppa; el director de Meteorología y Clima, del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), Néstor Santayana; el encargado de la Dirección Nacional de Bomberos (DNB), Richard Barboza; y la presidenta de la Sociedad de Productores Forestales (SPF), Lucía Basso.
Caramés valoró el apoyo del sector privado y las organizaciones sociales que “hacen más fuerte y más largo el brazo del Estado”.
Barboza por su parte sostuvo que la coordinación interinstitucional ha permitido alcanzar un resultado muy bueno. Asimismo, recordó la reciente adquisición de herramientas tecnológicas destinadas a la detección de incendios forestales en etapa inicial, compuesta por un sistema de 20 cámaras ubicadas en la franja costera, desde Colonia hasta La Coronilla. A eso se suma la compra de dos drones, la instalación de un centro de monitoreo y la incorporación de vehículos urbano-forestales.
PREVENIR INCENDIOS.
Se trata de procura prevenir la ocurrencia de incendios forestales y de campo y, en caso de que sucedan, asegurar su detección de forma precoz, así como una inmediata respuesta. En el marco de la ejecución del mencionado programa, se construirán cortafuegos, se realizarán monitoreos permanentes de las situaciones, y se efectuarán simulacros y capacitaciones, entre otras medidas.
Desde el viernes 1° de noviembre y hasta el 30 de abril de 2025, se encuentra vigente lo dispuesto en el decreto 436/007, del 19 de noviembre de 2007, que prohíbe la realización de fuegos o quemas al aire libre en todo el territorio nacional.
La normativa establece, asimismo, que se debe mantener limpios los terrenos y extremar el cuidado en el uso de fuegos artificiales.
En 2023, hubo 1.002 intervenciones por incendios forestales y de campo, que afectaron 2.705 hectáreas.