“Como FAO, ratificamos el compromiso de continuar trabajando de la mano de los Estados para seguir fortaleciendo la agricultura familiar en su rol central, el de garantizar la alimentación y la nutrición de todos y todas”.
Asunción, Paraguay | Todo El Campo | Autoridades de gobierno y organizaciones de la sociedad civil de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Uruguay participaron en la 40ª REAF-Mercosur para impulsar una agenda de cooperación y políticas públicas para la agricultura familiar.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) refrendó el compromiso de fortalecer la agricultura familiar en durante la XL edición de la Reunión Especializada de Agricultura Familiar del Mercosur (REAF/Mercosur), celebrada en Paraguay los días 18 y 20 de junio, evento que marca las primeras dos décadas de existencia de este órgano asesor del Mercosur.
El evento contó con la destacada presencia del presidente de Paraguay, Santiago Peña, y reunió a agricultores familiares, representantes institucionales y organizaciones del sector, consolidándose como un espacio esencial para el intercambio y la formulación de políticas diferenciadas para el sector.
En sus palabras de apertura, el presidente Peña indicó, que en el marco de la REAF “tenemos la oportunidad de pensar juntos, de compartir, sabiendo que no hay receta única”. En ese sentido, agregó: “No porque funcione en Uruguay va a funcionar en Paraguay, no porque funcione en Brasil va a funcionar en Paraguay. Pero sí hay condimentos que nos permiten tomar experiencias exitosas que podamos compartir”.
El representante de la FAO en Paraguay, Ivan León, destacó el rol que la Organización viene cumpliendo en apoyar los países en su esfuerzo de fortalecer la agricultura familiar y señaló: “Como FAO, ratificamos el compromiso de continuar trabajando de la mano de los Estados para seguir fortaleciendo la agricultura familiar en su rol central, el de garantizar la alimentación y la nutrición de todos y todas”.
Además, llamó los países a seguir centrando acciones hacia la implementación del Decenio de las Naciones Unidas para la Agricultura Familiar: “La agricultura familiar es un actor central en el diseño y la implementación de las políticas rurales en la región, y eso debe estar vinculado también a hacer frente a los desafíos impuestos por el clima, por el ambiente, por las profundas desigualdades”.
Maria Conceição Dantas, subsecretaria de mujeres del Ministerio del Desarrollo Agrario y Agricultura Familiar (MDA) de Brasil expresó: “Esta REAF es muy importante porque celebra los 20 años de un proceso de elaboración de políticas públicas basado en la experiencia de la sociedad civil y basado en las mejores formas de elaboración de políticas de los gobiernos de las Américas, y de la América Latina”.
FERNANDA MALDONADO DE URUGUAY.
A su vez, María Fernanda Maldonado, directora general del Ministerio Ganadería Agricultura y Pesca de Uruguay, destacó la construcción de su Plan Nacional de Agricultura Familiar, a la luz de los diferentes insumos que salieron de las Comisiones Temáticas de la REAF/Mercosur: “La agricultura familiar hoy tiene un gran desafío, pero también tiene grandes oportunidades en ese contexto. Y es en ese marco es que nuestro país hace unos días, con la presencia de las más altas autoridades del presidente de la República, lanzó, dio a conocer su plan Nacional de Agricultura Familiar”.
La autora del artículo, Hivy Ortiz Chour, es oficial de Mejor Medioambiente de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), para América Latina y el Caribe.
Hivy Ortiz Chour (FAO) | Montevideo | Todo El Campo | La biodiversidad es esencial para la vida en nuestro planeta. Pese a los avances tecnológicos del mundo actual, como seres humanos siempre dependeremos de ecosistemas saludables para conseguir agua, alimentos, medicamentos, ropa, combustible, refugio y energía, entre otros elementos esenciales.
Los ecosistemas saludables son fundamentales para mantener sistemas agrícolas, forestales, acuícolas, ganaderos y de producción de alimentos, así como para combatir el cambio climático, reducir el riesgo de pandemias y proteger los medios de vida. La falta de protección de la biodiversidad, especialmente cuando se promueven prácticas agrícolas que ignoran el entorno natural, pone en riesgo nuestro bienestar y futuro.
La celebración del Día Internacional de la Diversidad Biológica de este año hace un llamado especial a cada uno de nosotros a “Ser parte del plan. De esta forma, se busca motivar a gobiernos, pueblos indígenas, comunidades locales, ONG, legisladores, empresas y ciudadanos a colaborar activamente en la implementación del Plan de Biodiversidad aprobado en la COP15, compartiendo sus aportes y comprometiéndose con la causa. Cada uno tiene un papel esencial y puede contribuir al éxito del plan.
La FAO ha recibido el mandato del Convenio sobre la Diversidad Biológica para integrar criterios de uso y conservación de la biodiversidad en los sistemas agro-productivos. Esto significa que los sistemas agrícolas deben ser analizados de manera integral, considerando suelos, agua, organismos vivos, corredores biológicos y polinizadores, todos esenciales para lograr sistemas productivos eficientes y que generen bienestar a las comunidades.
La FAO debe velar por estos aspectos, y los ministros de Agricultura en la última Conferencia Regional, el principal órgano de gobierno de la Organización en América Latina y el Caribe, destacaron la importancia de promover una agricultura más sostenible y resiliente.
Ciertamente, este tema será central en la COP16 de Biodiversidad, que comenzará el 21 de octubre en Cali, Colombia. En la instancia, los 196 países participantes deberán comprometerse con las 23 metas del Marco Mundial de Kunming-Montreal, firmado hace dos años en Canadá, para restaurar ecosistemas.
La FAO viene impulsando una sólida agenda de trabajo en la promoción de prácticas productivas sostenibles en diversas regiones. En Brasil, el proyecto Redeser impulsa manejos agroforestales sostenibles para conservar la biodiversidad y mejorar los medios de vida locales. En Chile, el proyecto +Bosques se centra en la restauración considerando la biodiversidad nativa, reduciendo emisiones y recuperando paisajes. En Guatemala, se están recuperando tierras boscosas y gestionando bosques naturales.
En Honduras, se avanza en la creación de un corredor biológico que conecta áreas protegidas, facilitando el movimiento de la vida silvestre y promoviendo la conservación. En Paraguay, el pueblo indígena Ava Guaraní, con el apoyo de la FAO, planta árboles de yerba mate para preservar su tradición y proteger el medio ambiente.
En Perú, la FAO lidera proyectos de manejo sostenible y restauración de bosques secos en la costa norte, además de iniciativas en los bosques amazónicos. En Venezuela, el proyecto Conservación y uso sustentable de la diversidad biológica cuenca río Caroní busca fortalecer capacidades para el uso sostenible del paisaje.
La FAO también impulsa la cooperación técnica en áreas protegidas y la creación de redes para abordar desafíos comunes en la región, como la salud forestal y las especies invasoras; entre otras varias iniciativas.
Preservar, recuperar y usar la biodiversidad de forma sostenible es una tarea monumental que requiere el compromiso de todos los sectores: gobiernos, sociedad civil y sector privado deben unirse para garantizar un futuro sostenible para nuestro planeta.
Es momento de pasar del acuerdo a la acción, para asegurar un mundo más saludable y próspero para las generaciones venideras. Un Mejor Medioambiente es clave para una Mejor Producción, una Mejor Nutrición y Una Vida Mejor, sin dejar a nadie atrás.
Será el martes 7 de mayo. La actividad es abierta a todo público.
Montevideo | Todo El Campo | El próximo martes se realizará un conversatorio para intercambiar visiones sobre el futuro del agro y la producción sostenible en Uruguay.
El conversatorio “Diálogos sobre el futuro de Uruguay: agro y producción sostenible”, busca intercambiar visiones sobre los desafíos que debe superar Uruguay para avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Será el martes 7 de mayo de 09.30 a 12.30 horas en el salón de actos de la Torre Ejecutiva (Liniers 1324).
La actividad abordará diferentes miradas sobre el futuro productivo del país, con énfasis en la producción agropecuaria. En particular, sobre uno de los principales rubros y carta de presentación de Uruguay ante un mundo demandante de alimentos: la ganadería.
¿Cuál es el futuro de la producción? ¿Cómo se conjuga la productividad y la sostenibilidad? ¿Qué papel juegan el ambiente y los recursos naturales, en particular el campo natural? ¿Cómo aumentar las oportunidades de acceso a los mercados, minimizar el impacto ambiental y mejorar la resiliencia de los sistemas de producción ganadera ante las crisis climáticas? Estos temas, entre otros, serán objeto de un intercambio con especialistas en la materia.
El conversatorio forma parte del ciclo “Diálogos sobre el futuro de Uruguay”, que Naciones Unidas Uruguay promueve. En esta ocasión, se realiza en conjunto con la FAO.
PROGRAMA.
09.30 horas, café de bienvenida.
10.00 horas, mesa de apertura. Con la participación de Pablo Ruiz Hiebra, coordinador residente de las Naciones Unidas, y los ministros Fernando Mattos, de Ganadería, Agricultura y Pesca, y Robert Bouvier, de Ambiente.
10.30 horas, panel: “Impulsando la ganadería del futuro, sostenibilidad, emisiones y productividad: ¿dónde estamos y hacia dónde vamos?”
Introducción con material audiovisual.
Carolyn Opio, oficial técnica de Política Ganadera de FAO Américas se referirá a “Las claves de la ganadería del futuro: productividad y sostenibilidad”.
Verónica Durán, directora de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria del MGAP abordará la temática “El agro uruguayo y el futuro: la mirada desde Senda”.
Verónica Ciganda, Coordinadora del Área de Recursos Naturales, Producción y Ambiente del INIA tratará sobre “Ganadería, emisiones y sostenibilidad”.
Gerardo Evia, director Nacional de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos del MA tratara respecto a “Producción y sostenibilidad: una mirada desde el presente hacia el futuro”.
Gianni Motta, jefe de Innovación de INAC, tratará el tema “La carne vacuna y el futuro. Escenarios posibles en tiempos inciertos”.
Álvaro Simeone del Departamento de Producción Animal y Pasturas de Udelar, hablará sobre “La intensificación ganadera dentro del futuro de la producción nacional: complementariedades, alternativas, escenarios”.
Un nuevo reporte especial realizado por FAO, Cepal, WFP e IICA apunta a la importancia de invertir en la agricultura y la necesidad de realizar otras intervenciones para reducir la inseguridad alimentaria y la malnutrición.
Montevideo | Todo El Campo | El nuevo informe Financiamiento para la seguridad alimentaria y la nutrición en América Latina y el Caribe (*), realizado en conjunto por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Programa Mundial de Alimentos (WFP) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), advierte que los costos de no combatir el hambre y la malnutrición pueden llegar a ser más altos que los de las soluciones para garantizar la seguridad alimentaria y una mejor nutrición.
Según el reporte, se estima que el gasto producido por la inacción ante el impacto del hambre y la malnutrición representa en promedio un 6,4% del PIB de los países estudiados.
En contraste, el promedio del costo de trabajar para cerrar la brecha de ingresos con transferencias para el acceso a dietas saludables es 1,5 % del PIB, sin incluir costos de gestión e implementación.
El informe identifica diferentes tipos de financiamiento para la seguridad alimentaria y la nutrición en América Latina y el Caribe y su relación en el PIB regional: el financiamiento del consumo y la producción de alimentos; el gasto público relacionado a gastos agropecuarios y de protección social; los flujos internacionales de desarrollo; y el financiamiento proveniente del sistema bancario y los mercados de capitales.
La publicación destaca la importancia de invertir en la agricultura y la necesidad de realizar otras intervenciones para reducir la inseguridad alimentaria y la malnutrición, evidenciando que el problema principal no proviene de la escasez de alimentos, sino de la falta de acceso físico y económico, especialmente en zonas rurales pobres y con poblaciones vulnerables.
El documento realza la necesidad de hacer una estimación de los costos asociados a la implementación de políticas, programas e intervenciones como elemento previo al análisis del financiamiento de la seguridad alimentaria y la nutrición. También destaca la importancia de mejorar la recopilación de información sobre los distintos flujos de financiamiento.
“Alinear las políticas sociales, económicas y comerciales y los objetivos de mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición en América Latina y el Caribe es fundamental, más aún cuando el gasto en alimentos representa el 22% del PIB regional”, señaló Mario Lubetkin, subdirector general y representante regional de la FAO para América Latina y el Caribe.
Lubetkin enfatizó, además, que las intervenciones integrales que aborden los ingresos y el acceso a alimentos nutritivos, las preferencias de los consumidores y las regulaciones sobre etiquetado frontal nutricional de alimentos, así como el apoyo a la agricultura familiar mediante sistemas de compras públicas pueden contribuir a fortalecer los sistemas agroalimentarios y el acceso equitativo a dietas saludables.
En informe conjunto @FAOAmericas@cepal_onu@WFP_es@IICAnoticias, presentamos una primera aproximación sobre cómo no erradicar el hambre y la malnutrición en #ALC tiene un costo superior al de las soluciones. La inacción representa en promedio 6,4% del PIB de países estudiados. pic.twitter.com/9bZzx75wBV
El director general del IICA, Manuel Otero, enfatizó: “La tarea que tenemos por delante ahora es realizar a nivel de país análisis similares en el contexto de planes y programas integrales para el fortalecimiento y mejora de los sistemas alimentarios, operacionalizando los objetivos, instrumentos e institucionalidad, con una clara estimación de costos y, por supuesto, su financiamiento, tomando una visión amplia de los seis flujos financieros principales, como se plantea en el documento”.
“Los ministros de Agricultura de las Américas nos han encomendado trabajar conjuntamente para una Alianza Continental para la Seguridad Alimentaria y el Desarrollo Sustentable. Este trabajo con el resto de agencias forma parte de esos esfuerzos, y el IICA está siempre a disposición de sus estados miembros para lograr estos objetivos, trabajando conjuntamente con nuestros colegas del sistema interamericano”, concluyó.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, indicó que “la incidencia de la pobreza extrema en la región fue de 11,4% en 2023, según estimaciones de la Cepal, lo que significa que más de 70 millones de personas en la región no tienen ingresos suficientes para adquirir una canasta básica de alimentos”.
“Esa incidencia es más más alta entre las mujeres, la población indígena y las personas que viven en zonas rurales. Por ello, es imperativo fomentar políticas públicas inclusivas y promover una mejor focalización del gasto público, capaz de impactar directamente a las poblaciones en situación de vulnerabilidad. En la actualidad, más de la mitad del total de las transferencias monetarias en América Latina y el Caribe se destina a hogares con ingresos per cápita superiores a la línea de pobreza”, destacó Salazar-Xirinachs.
“La falta de ingresos para acceder a una dieta saludable y nutritiva está entre las principales causas del hambre y la inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe. De hecho, esta región tiene la dieta saludable más cara del mundo”, aseguró Lola Castro, directora regional de WFP para América Latina y el Caribe, agregando que “es inaceptable que las poblaciones más vulnerables sigan pagando un costo tan alto por cuenta de la desnutrición, sobrepeso y obesidad o doble carga de la malnutrición, cuando el continente produce suficientes alimentos para alimentar a toda su población”.
De esa manera puso presión a la baja sobre los mercados, mientras que las perspectivas favorables para la cosecha de 2024 en Rusia y Estados Unidos también contribuyeron a la caída de los precios.
Montevideo | Todo El Campo | En marzo, los precios del trigo bajaron por tercer mes consecutivo, según el informe mensual que realiza la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El organismo internacional señaló que el índice de cereales de marzo alcanzó un promedio de 110,8 puntos, es decir 3,0 puntos menos que en febrero (-2,6 %), y 27,7 puntos por debajo a marzo de 2023 (-20,0%).
La FAO explica el rol de China en esa caída: “Los precios mundiales del trigo para la exportación bajaron en marzo por tercer mes consecutivo, principalmente debido a la fuerte competencia de las exportaciones entre la Unión Europea, Rusia y Estados Unidos”, comienza diciendo.
Sucede que frente a suministros “abundantes” China canceló compras de trigo a Australia como a los Estados Unidos, lo que “ejerció una presión a la baja sobre los mercados, mientras que las perspectivas favorables para la cosecha de 2024 en Rusia y Estados Unidos también contribuyeron al tono más tenue de los precios”.
Cabe consignar que los científicos chinos desarrollaron un nuevo tipo de trigo que logra mayores rendimientos para la producción de pan, según un artículo de investigación publicado en Plant Biotechnology Journal, según publicó Todo El Campo a inicios de marzo.
MAÍZ. DIFICULTADES LOGÍSTICAS DE UCRANIA Y LA COSECHA DE ARGENTINA Y BRASIL.
Volviendo a la FAO, el organismo dice que “los precios del maíz para la exportación evolucionaron ligeramente al alza respecto del mes anterior. El aumento del interés de los compradores, especialmente de China, ante las dificultades logísticas de Ucrania y otros lugares, reforzó en cierta medida los precios del maíz, pero se vio contrarrestado por la presión estacional de la Argentina y el Brasil”, estos dos países se está recogiendo la cosecha.
CEREALES SECUNDARIOS Y ARROZ.
Sobre los cereales secundarios, la FAO dice que “en marzo bajaron los precios mundiales de la cebada, mientras que subieron los del sorgo”; y “para todos los tipos de arroz” el índice FAO “disminuyó un 1,7% en marzo, principalmente a consecuencia de la débil demanda mundial de importaciones”.
Foto de portada: trigo en China | Spanish.china.org.