Primera exportación de carne certificada libre de deforestación de Uruguay a Europa

Primera exportación de carne certificada libre de deforestación de Uruguay a Europa

LSQA en alianza con FMS, certifica el primer embarque de carne vacuna de Uruguay y la región con destino al mercado europeo, producida y exportada por la empresa Mosaica con su marca Sol Dorado.

Montevideo | Todo El Campo | La preocupación global por la biodiversidad y particularmente la deforestación ha llevado a la implementación de regulaciones y directrices internacionales; en este marco, la Regulación Europea (EU) 2023/1115 para productos libres de deforestación, conocida como EUDR, establece criterios precisos para garantizar que las materias primas (ganado vacuno, cacao, café, aceite de palma, caucho, soja y madera), utilizadas para la producción de sus derivados (como la carne, el cuero, el chocolate, la harina y aceite de soja, productos elaborados a partir de madera, entre otros), y que ingresan al mercado europeo, no contribuyan a la deforestación. Según se establece, la fecha de corte definida es el 31 de diciembre de 2020, y la Regulación entra en vigencia el 1 de enero de 2025.

La Regulación Europea involucra a los importadores y operadores comerciales que introducen el producto en Europa, a los exportadores que industrializan y al productor primario.

Para dar soluciones al sector agroindustrial, LSQA ha desarrollado un estándar voluntario para la certificación de tercera parte del estatus de “deforestation-free” en productos agrícolas y forestales, permitiendo aportar evidencia referida a la libre deforestación en la producción de las materias primas agropecuarias asegurando además la cadena de custodia del producto y la segregación de materias primas no certificadas.

Este nuevo servicio, se brinda en alianza con FMS (Profesionales SRL y Farm & Forestry Management Services SRL), quien ha desarrollado una metodología para que el productor o exportador pueda demostrar que las parcelas o establecimientos donde se produce la materia prima están libres de deforestación desde el 31 de diciembre de 2020; LSQA realiza una verificación de esta documentación, que incluye la revisión de imágenes satelitales, fotos aéreas y visitas a campo (cuando es necesario) como base para tomar la decisión de certificación de tercera parte.

Para la verificación de tercera parte de los predios, LSQA cuenta con diferentes proveedores tecnológicos de comprobada calidad y especificidad técnica, en esta verificación de Mosaica se seleccionó al grupo profesional Ploxat.

LSQA como organismo de certificación de tercera parte líder en Uruguay para el sector agroexportador, integra actualmente el Directorio de la Mesa Global de Carne Sostenible (GRSB) se encuentra comprometido para la búsqueda de este tipo de soluciones para viabilizar el acceso a los mercados del producto carne.

Este hito, lo alcanza hoy Sol Dorado quien demuestra nuevamente su liderazgo en el sector de la producción cárnica, habiendo sido ya pionero en 2021 cuando realizará la primera exportación de carne Carbono Neutro del Uruguay y de Sudamérica; hoy nuevamente muestra su liderazgo en el sector con una nueva certificación de LSQA.

Paraguay. El 99,9% de la soja cultivada en 2022 no afectó a zonas con bosque nativo.

Paraguay. El 99,9% de la soja cultivada en 2022 no afectó a zonas con bosque nativo.

En el país se afirma que las exigencias de la Unión Europea en lugar de buscar cuidar la forestación global son un pretexto para quitar competitividad a la producción paraguaya.

Asunción, Paraguay | Todo El Campo | Los datos del informe elaborado por el Sistema Nacional de Monitoreo Forestal del Instituto Forestal Nacional (Infona) muestran que el 99,9% de las 2.978.795 hectáreas de soja sembrada en la Región Oriental el año 2022, provienen de áreas no deforestadas desde el periodo que exige la Unión Europea (UE). Es decir, solo 2.739 hectáreas de la superficie de soja sembrada en esa campaña agrícola corresponden a nuevas áreas deforestadas después del 31 de diciembre del 2020, informó la Unión de Gremios de la Producción (UGP).

Paraguay produce un total estimado en 10.000.000 toneladas anuales de soja, por lo cual únicamente 9.500 toneladas provendrían de las áreas desmontadas después de diciembre del 2020, un porcentaje mínimo (0,1%) de la producción total del país.

La UGP señaló que “durante una reunión con agricultores del interior del país se recogieron varias preguntas en torno a las exigencias de la UE. De acuerdo con los datos proporcionados por el Infona, ¿es razonable la exigencia de la UE de tener que someter al proceso de diligencia debida a la cadena productiva por la simple sospecha o presunción de que se deforestó para producir la soja?”, se planteó la institución.

En la reunión también se cuestionó que se ponga “la carga de la prueba sobre el productor paraguayo de modo que sea este quien tenga que demostrar que produce soja libre de deforestación generando sobrecostos y demoras con procesos o trámites para exportar”.

El sector productivo paraguayo coincide con que “más que una preocupación por la deforestación, las exigencias son un pretexto para quitar competitividad a la producción paraguaya con medidas que generan trabas comerciales solapadas bajo preocupaciones ambientales”.

¿Se aplicará la norma europea sobre deforestación?

¿Se aplicará la norma europea sobre deforestación?

Bs As/TodoElCampo-Un investigador de la Universidad de Columbia analiza la factibilidad de que a fin de año entre en vigencia la regulación de la UE que prohíbe el ingreso de carne importada desde áreas que destruyeron bosques o montes nativos. Quiénes están detrás de la iniciativa y cómo se preparan los países exportadores para este desafío.

El Ing. Agr. Walter Baethgen es investigador de la Escuela de Clima en la Universidad de Columbia y vicepresidente del INIA de Uruguay. Desde hace años brinda soporte científico, tanto a nivel de productor como de política pública, en temas asociados al cambio climático. Con esta trayectoria, habló con Valor Carne sobre la regulación de la UE que prohíbe la importación de carne que provenga de áreas deforestadas a partir de 2020 y explicó qué hacen algunos países del Mercosur para afrontar esta amenaza. ¿Entrará en vigencia el 31/12/2024, sí o no?

“Soy nacido en Uruguay, donde la ganadería es parte de la cultura. En mi país y también en las pampas de la Argentina y en el sur de Brasil, tenemos uno de los pocos sistemas de producción del mundo en el cual el logro de la rentabilidad, la posibilidad de generar ingresos sostenibles, depende en gran medida de la capacidad del productor de aprovechar y mantener los pastizales naturales. Es el secreto de nuestra carne, pero la mayoría de los consumidores no lo sabe”, sostuvo Baethgen.

En tal sentido, hoy, el 90% de la gente vive en ciudades, está alejada de la actividad rural y no distingue si los cortes que se exhiben en las góndolas fueron producidos talando un bosque, un monte o degradando una pastura. “Es más, asocian más carne con más deforestación. Por eso no me sorprende que se haya aprobado esta norma, es una cosa que tarde o temprano se iba a venir”, planteó, refiriéndose a la regulación 2023/1115 enmarcada en el Pacto Verde Europeo que apunta a la neutralidad de carbono del bloque a 2050.

Otro aspecto a tener en cuenta es que la agenda ambiental del mundo la define la Unión Europea. “A mí, a decir verdad, esto no me agrada, pero es la realidad. Y una de las razones de esta preminencia es que las demás naciones o bloques no han sido capaces de organizarse como para tener más peso en las decisiones. Los territorios de las Américas, desde el norte de Canadá hasta la Patagonia, no tenemos un accionar común”, lamentó.

Volviendo a la diferenciación de la producción de carne, el investigador piensa que hay una falla en la comunicación del sector. A modo de comparación, hoy, si bien el común de la gente no tiene en cuenta que el 77% de los gases de efecto invernadero proviene de los combustibles fósiles ya se empieza a entender que no todos los vehículos tienen el mismo impacto. “No es lo mismo un auto que permite hacer 3 kilómetros por litro, que un híbrido que rinde 35 kilómetros y menos aún uno eléctrico que no emite”, aseveró. En Madrid, por ejemplo, sólo se puede circular con híbridos o eléctricos y esto sí es de conocimiento público. Hay reglas y sanciones al respecto.

Con la ganadería, sin embargo, se habla de carne como si fuera toda homogénea. “Y tú tienes sistemas de producción industriales, como son los feedlots de Estados Unidos, con varios miles de cabezas de ganado encerradas, y otros de base pastoril, donde el negocio cierra manteniendo y mejorando los recursos naturales. Y también hay algunos que directamente no son sostenibles. Ya los brasileños se dieron cuenta de que producir en base a la deforestación de la Amazonia no tiene futuro”, advirtió.

Por eso, para Baethgen, es razonable que los sistemas de producción que destruyen ecosistemas importantes para el equilibrio ambiental del mundo sean penalizados. “Pero también es cierto que ese tipo de restricciones ayudan al productor europeo, cuyo territorio se deforestó hace ya 300 o 400 años. No seamos ingenuos, cuantas más trabas le pongan a la carne vacuna importada, más le sirve al producto local”, subrayó.

En este marco, el investigador le ha dedicado mucho tiempo y esfuerzo a diferenciar los sistemas de producción sostenibles de otros que no lo son. “Desarrollamos indicadores científicamente robustos que permitan evaluar cómo fue producida la carne. La idea es que, si una empresa regional le vende a Europa, un importador alemán, por ejemplo, pueda visitarla y comprobar que el método de medición es igual al suyo y da el mismo resultado. Y, por supuesto, buscamos un sello ambiental que genere confianza en el consumidor”, explicó.

 Impacto en el Mercosur

Hay un cambio en los hábitos de consumo que no solamente se ve en el sector agroalimentario, sino en toda la industria, en la población de clases media y media alta, en especial entre la gente más joven, más educada, que hoy presta atención a nuevas cuestiones.

“En mi caso, tengo cuatro hijas mujeres y hay cierta marca de ropa que no compran, porque saben que esa empresa emplea mano de obra infantil. De la misma manera, en el supermercado la gente se pregunta: esta carne ¿cómo fue producida, talaron árboles? o ¿trataron bien a las vacas?”, describió. Y agregó: “En un tiempo, relativamente corto, cuando los jóvenes de hoy pasen a ser los principales consumidores, será clave el impacto ambiental en la decisión de compra”.

Poco a poco, se irán ampliando los nichos de mercado para la carne que fue producida responsablemente. “Y detrás habrá quienes estarán dispuestos a pagar un poco más si tiene un sello de libre de deforestación. Lo peligroso es que este mandato del consumidor se transforme en una barrera no arancelaria al comercio”, alertó Baethgen.

¿Cómo demostrar que la carne es libre de deforestación? “Tiene que haber un sector de ciencia y tecnología que ayude al productor a mostrar que efectivamente en su campo no ha habido destrucción de bosques ni montes”, respondió. En tal sentido hay herramientas modernas como información satelital, inventarios de boques, que permiten conocer fehacientemente qué ocurrió en esos lotes y, sobre esa base, se podrá implementar una certificación, generalmente de una empresa privada, auditada por las autoridades.

En tanto, el frigorífico necesitará saber si el animal que llega a faena pasó toda su vida en áreas que no fueron desforestadas. “Y eso requiere contar con sistemas de trazabilidad sólidos, consistentes”, resaltó.

En Brasil el monitoreo es muy complicado, no sólo por el histórico avance del agro en la Amazonia, sino por el tamaño del territorio. Puede ocurrir que un animal nacido en una zona deforestada ilegalmente, pase a otra que conservó los recursos y recién de ahí vaya al frigorífico.

“Acabo de venir de Brasil hace un mes y me impresionó el esfuerzo que están haciendo para mejorar, se lo tomaron en serio”, sostuvo Baethgen, aludiendo a que hay una acción coordinada entre gobiernos estales y federal, productores, industria y sector de ciencia y tecnología, para fortalecer la trazabilidad. “Apuntan a reducir o eliminar la destrucción de la masa boscosa y diferenciar la producción en zonas donde no hay deforestación ilegal”, reveló.

En Uruguay la situación es diferente ya que no sólo no se está deforestando, sino que se está incrementando el monte nativo. “En los últimos años creció muchísimo el área plantada para celulosa y aserraderos, y eso trajo aparejado una expansión del monte nativo. La ley establece que cada empresa forestal promueva ese recurso natural en su predio mediante siembra de especias autóctonas y prácticas de manejo”, aseveró.

Además, para el ganadero y el agricultor hay una penalización muy grande por destruir el monte nativo. “O sea, le sale muy caro. De cualquier modo, estamos hablando de áreas muy chiquitas que están en las orillas de ríos y arroyos, no es una masa forestal grande como en otros países de la región”, aseguró.  Y adelantó: “Por eso, pensamos que no habrá dificultades con la puesta en marcha de la norma europea”

¿Y en la Argentina? “Bueno, la carne de exportación necesitará un certificado que diga «libre de deforestación» y para ello tiene que haber un proceso atrás, con buena trazabilidad, que lo avale. Esto difícilmente lo podrán hacer los productores solos. Se requiere una acción coordinada público-privada y un sistema de ciencia y tecnología que apoye con indicadores que esos productores puedan usar y los compradores puedan verificar”, reiteró.

Baethgen sostiene que hay quienes piensan que esta normativa es “bien europea” y no se aplicará o que, en todo caso, la carne se podrá vender a los países asiáticos. “Pero es una cuestión de tiempo. La evolución del comportamiento del consumidor va en ese sentido. Hoy es Europa y mañana serán otros. No se puede ignorar”, destacó.

¿Están dadas las condiciones para que la UE la aplique? “Sí. Porque no solo favorece al ganadero del Viejo Continente, sino que es un tema políticamente muy popular. Ponerla en vigencia, es como decir que están siendo responsables al penalizar la carne de sistemas que destruyen el medioambiente. Eso a la gente le suena bien. Hay que ver cómo evoluciona la operatoria con los exportadores, pero no van a parar. No hay duda que va a regir”, finalizó.

Por Ing. Agr. Liliana Rosenstein, Editora de Valor Carne

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