La Asociación Rural del Uruguay (ARU) celebró la decisión de bajar los combustibles.
Montevideo | Todo El Campo | El Gobierno anunció una baja en los precios de los combustibles. La modificación de los precios comenzará a regir a partir del domingo 1° de junio a l ahora cero.
Bajaron las naftas, levemente, y el gasoil; el gas continúa sin cambios.
El domingo 1° de junio el gasoil bajará de $ 49,42 a $ 47,03, son $ 2,39 menos.
La nafta, de $ 78,54 a $ 78,47, una reducción de $ 0,07.
La Asociación Rural del Uruguay (ARU) celebró la decisión de bajar los combustibles, especialmente el gasoil que es el que usa en la producción y en toda la cadena de movilización de productos.
En la red social X, la Asociación Rural del Uruguay (@AsocRuralUy), escribió: “Desde ARU saludamos la decisión del Gobierno de acompañar la paridad de precio de importación (PPI) en la fijación del precio del gasoil, reflejando la baja internacional del mercado”.
“Esta medida llega en un momento clave: aún resta cosechar una parte importante de la soja, casi la totalidad del maíz de segunda y encarar buena parte de la siembra de invierno.”, agregó.
Para concluir definiendo que “el gasoil es un insumo esencial para el trabajo en el campo, y decisiones como esta acompañan el esfuerzo productivo”.
Es la primera corrección a la baja de los precios de los combustibles del Gobierno de Orsi, que generó polémicas por no reflejar el informe de la Ursea que indicó bajas más importantes para el gasoil y las naftas.
Montevideo | Todo El Campo | El primer mes en que el Gobierno de Yamandú Orsi debe resolver e informar sobre el precio de los combustibles se generaron polémicas por la forma en que actúa el Ejecutivo. Además, desde el Ministerio de Industria se informó que se cambiará el período de los ajustes.
Desde la oposición se considera que se está utilizando esta sensible variable como herramienta de recaudación. De todos modos, la tarifa en el precio del litro del gasoil 50S, como la del queroseno, tuvieron una baja.
Los nuevos precios que comenzarán a regir a partir de hoy 1° de abril, son los siguientes:
Nafta Súper 95: $ 78,54 el litro.
Nafta Premium 97: $ 81,08 el litro.
Gasoil 10S: $ 58,10 el litro.
Supergás: $ 88,46 el kilo.
Gasoil 50S: $ 50,17 el litro – bajó $ 0,75 respecto al precio anterior de $ 50,92.
Queroseno: $54,63 el litro – el precio anterior era $55,80, bajó $ 1,17.
LA POLÉMICA.
Según el informe de la Unidad Reguladora de Servicios de energía y Agua (Ursea), el precio de paridad de importación de la nafta Premium 97 tuvo una caída de 2,60%, y el de la nafta super del 2,58%, lo que no se ve reflejado en la resolución del Ministerio de Industria.
El gasoil 50S bajó 8,30%, igual el 10S, lo que tampoco se ve reflejado en los precios que comienzan a regir hoy.
En la UE, en 2030, el 6% de los combustibles deben ser sostenibles. Apenas faltan cinco años, pero se esta muy lejos de llegar, los inconvenientes son de carácter mayor difícil solución.
Montevideo | Todo El Campo | La carrera hacia un mundo más verde se enfrenta permanente a dificultades que desaniman a quienes se embarcan esa batalla titánica. Por ejemplo, la industria aérea enfrenta serios obstáculos para alcanzar los objetivos de uso de biocombustibles y eso es una amenaza para el futuro de la aviación ecológica capaz de cumplir con las metas de la Unión Europea (UE) para 2030.
El mandato de la UE, exige que dentro de cinco años, el 6% del combustible utilizado por las aerolíneas sea sostenible, sin embargo, los altos costos de producción, la escasez de suministro y las limitaciones tecnológicas actuales se combinan para crear una situación incierta para la industria, señala un informe de Cambio 16 publicado el viernes 28 de marzo.
Están en riesgo los objetivos ambientales y se generan preocupaciones sobre la competitividad de las aerolíneas europeas en el mercado global.
La industria aeronáutica se ha convertido en un foco de atención en la lucha contra el cambio climático, y es importante contextualizar su contribución real a las emisiones globales. En términos absolutos, el sector aéreo no es el mayor emisor. Representa alrededor del 2,5% de las emisiones globales de CO2 y el 1,9% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. Industrias como la del acero (7,2%) y el transporte por carretera (11%) generan un impacto mayor, subraya Cambio 16.
Hay una característica peculiar, y es que el sector aéreo tiene una desigual distribución de sus emisiones: la gran mayoría de la población mundial nunca ha volado en avión, lo que significa que un porcentaje pequeño de la población es responsable de la mayor parte de las emisiones generadas por la aviación. A medida que el acceso al transporte aéreo se democratice y más personas vuelen, se espera que las emisiones aumenten.
La comparación con otros medios de transporte revela la magnitud del desafío. Un pasajero de un vuelo doméstico emite aproximadamente 246 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, mientras que un pasajero de tren emite solo 35 gramos.
El aéreo es el medio de transporte más difícil de descarbonizar. No existen alternativas económicamente viables para sustituir con la rapidez que se quiere al combustible de jet tradicional, formado por diferentes tipos de derivados del petróleo.
El combustible de aviación sostenible (SAF) se ha posicionado como pieza clave en los planes para descarbonizar la industria aérea. Producido a partir de recursos renovables como aceites usados, residuos agrícolas y forestales, promete reducir las emisiones de carbono en comparación con el queroseno tradicional.
Sin embargo, la realidad de la producción y distribución del SAF no ha sido como se esperaba. El costo de producción, que puede ser entre tres y cinco veces mayor que el del combustible convencional, representa un obstáculo importante para su adopción generalizada. Además, la capacidad de producción está muy por debajo de los niveles necesarios para cumplir con los objetivos establecidos por la Unión Europea.
La escasez de instalaciones de producción y la competencia por materias primas sostenibles con otros sectores industriales complican aún más el panorama. Son factores combinados que han llevado a que el SAF represente actualmente menos del 0,1% del combustible de aviación utilizado a nivel global, muy lejos del 6% requerido para 2030 en la UE.
“Vamos en la dirección positiva, pero no a la velocidad que necesitamos”, explicó de forma precisa Pelayo Losada, director gerente de Boston Consulting Group.
Además, la brecha entre las aspiraciones políticas y la realidad del mercado se hace evidente cuando se consideran los problemas prácticos. La producción del biocombustible no está aumentando al ritmo necesario para cumplir con los objetivos ecológicos para la aviación. Además, los costos siguen siendo prohibitivos para muchas aerolíneas.
Las aerolíneas y los aeropuertos están invirtiendo solo entre el 1% y el 3% de sus ingresos o presupuestos para este fin, una cifra que parece insuficiente dada la magnitud del desafío.
Más alarmante aún es la desaceleración de la construcción de nuevas instalaciones de producción. Entre 2022 y 2023, los anuncios de proyectos cayeron entre un 50% y un 70%. La disminución se atribuye a la incertidumbre económica global y al aumento de los costos operativos y energéticos.
La combinación de inversiones limitadas y desaceleración del desarrollo de proyectos ha llevado a BCG a proyectar que la oferta del biocombustible caerá entre un 30% y un 45% por debajo de los objetivos de la aviación comercial para 2030. La brecha plantea serias dudas sobre la viabilidad de los mandatos actuales y subraya la necesidad de un replanteamiento estratégico.
HIDRÓGENO VERDE: CERO EMISIONES.
El hidrógeno verde espera su turno, es una alternativa prometedora en la búsqueda de soluciones sostenibles para la aviación. A diferencia del SAF, que utiliza infraestructuras existentes, el hidrógeno requiere una transformación más profunda en la industria, pero ofrece la posibilidad de vuelos con cero emisiones.
Varias aerolíneas y fabricantes están invirtiendo en proyectos piloto de aviones propulsados por hidrógeno. Airbus, por ejemplo, ha anunciado planes para desarrollar el primer avión comercial de hidrógeno para 2035. Los esfuerzos se complementan con investigaciones en almacenamiento criogénico y sistemas de propulsión adaptados.
El desafío principal para la adopción del hidrógeno verde radica en la infraestructura. Los aeropuertos necesitarán instalaciones de producción, almacenamiento y repostaje de hidrógeno, lo que implica inversiones significativas, además, la producción de hidrógeno verde a gran escala enfrenta obstáculos en términos de eficiencia y costos.
El precio del gasoil 50S que hoy tiene un costo de $ 50,92 el litro, pero hace un año (marzo 2024) era de $ 54,89.
Montevideo | Todo El Campo | En el último día de Gobierno, el Poder Ejecutivo decretó que en marzo se mantienen los precios de los combustibles sin cambios respecto a febrero.
Por tanto, al momento de pasar por la estación de servicio, el precio máximo por tipo de combustible es el siguiente:
Nafta Súper 95: $ 78,54.
Nafta Premium: $ 81,08.
Gasoil 50S: $ 50,92.
En tanto que el supergás: $ 88,46.
Garrafas de 13 kilos para familias con beneficio del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), 50% de descuento.
GASOIL 50S $ 4 MÁS BARATO QUE HACE UN AÑO.
En la comparación con marzo, se destaca el precio del gasoil 50S que hoy tiene un costo de $ 50,92 el litro, pero hace un año (marzo 2024) era de $ 54,89.
En los últimos 12 meses, la nafta Super 95 subió $ 2 por litro (Pasó de $ 76,54 en marzo 2024 al valor actual de $ 78,54). Lo mismo la nafta Premium que hace un año estaba en $ 79,08.
El producto que más subió fue el supergas, +$ 7,71, que en 2024 tenía un valor de $ 80,75).
PRECIOS SIMILARES A ENERO 2025.
Cabe precisar que en comparación a enero de 2025, los precios se mantienen casi sin cambios:
La nafta Super 95 se mantuvo al mismo valor que en enero.
El gasoil 50S subió un peso.
El supergas gas se mantiene sin cambios en $ 88,46.
Durante la pandemia el consumo de nafta volvió a bajar, retomando rápidamente la senda de crecimiento.
Montevideo | Todo El Campo | En los primeros nueve meses del año, Uruguay registró un importante aumento en la venta de combustibles, lo que SEG Ingeniería estampó en una gráfica en la que se puede observar la evolución creciente en el período indicado, pero también se muestran las ventas de nafta y gasoil desde el año 2000.
El mayor consumo es una constante, principalmente y en especial de nafta, con una fuerte caída en los años de la crisis y el repunte a partir de 2004.
Durante la pandemia el consumo de nafta volvió a bajar, retomando rápidamente la senda de crecimiento.
“Entre enero y setiembre de 2024, la venta de combustibles en Uruguay alcanzó niveles récord para este período”, señaló SEG Ingeniería al comentar la gráfica en sus redes sociales.
“Las ventas de naftas crecieron un 2,9% en comparación con 2023, mientras que las de gasoil lo hicieron un 5,6%”, agrega.