Los cultivos de trigo pueden verse amenazados por calor y sequía sin precedentes.

Los cultivos de trigo pueden verse amenazados por calor y sequía sin precedentes.

Un nuevo estudio de la Escuela Friedman de Ciencias y Políticas de Nutrición de una universidad de Tufts (Massachusetts, Estados Unidos) muestra que la probabilidad de clima extremo en las áreas productoras de trigo de Estados Unidos y China ha aumentado significativamente.

Laura Castañón | Massachusetss, EE.UU | Universidad de Tufts | Todo El Campo | El mundo se está calentando, causando cambios en los patrones estacionales y aumentando la cantidad de clima extremo, como sequías severas y olas de calor, que pueden afectar los rendimientos de los cultivos y el suministro de alimentos. Un estudio reciente dirigido por un investigador de la Escuela Friedman de Ciencias y Políticas de Nutrición de la Universidad de Tufts encontró que la probabilidad de temperaturas extremas que podrían afectar los rendimientos de los cultivos ha aumentado significativamente en las regiones productoras de trigo de los Estados Unidos y China.

Los hallazgos predicen que las olas de calor que ocurrieron aproximadamente una vez cada cien años en 1981 ahora probablemente ocurran una vez cada seis años en el medio oeste de los Estados Unidos y una vez cada 16 años en el noreste de China. El trabajo muestra la gama de condiciones para las que las personas deben prepararse, incluso si aún no han ocurrido.

“El registro histórico ya no es una buena representación de lo que podemos esperar para el futuro”, dijo Erin Coughlan de Pérez, profesor en la Escuela Friedman y autor principal del artículo, que fue publicado el 2 de junio en la publicación científica NPJ Climate and Atmospheric Science. «Vivimos en un clima cambiado y la gente está subestimando las posibilidades actuales de eventos extremos”, añadió.

Según el informe más reciente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, la temperatura media de la superficie mundial en la última década fue 1,1 grados centígrados más alta que entre 1850 y 1900. Para evaluar cómo esto ha cambiado nuestro riesgo de clima extremo, Coughlan de Pérez y sus colegas recopilaron un gran grupo de pronósticos estacionales de los últimos 40 años. Utilizaron este conjunto para generar miles de posibles variaciones en la temperatura y la lluvia, esencialmente mostrando todas las cosas que podrían haber sucedido en un año determinado. Con este método, conocido como el Conjunto Extremo Simulado sin Precedentes o enfoque Unseen, los investigadores pudieron estimar la frecuencia probable de temperaturas extremas que exceden los umbrales críticos de crecimiento para el trigo.

Los cultivos de trigo de invierno comienzan su crecimiento en el otoño y se cosechan el verano siguiente. Las altas temperaturas en primavera, cuando la planta está floreciendo, pueden afectar el desarrollo del trigo. A temperaturas superiores a 27,8 grados Celsius, las plantas comienzan a sufrir estrés por calor. A temperaturas superiores a 32,8 grados Celsius, las enzimas importantes en el trigo comienzan a descomponerse.

“En el Medio Oeste, solíamos tener temporadas en las que se veía un promedio de tal vez cuatro o cinco días de ese umbral de descomposición de enzimas que se excedía, era bastante raro”, dijo Coughlan de Pérez, quien también forma parte del Centro Internacional Feinstein en la Escuela Friedman. “Pero nuestra investigación mostró posibles realidades alternativas del clima actual que generaron 15 días por encima de este umbral, lo que suponemos que sería muy perjudicial”.

El calor récord también tiende a asociarse con una sequía récord, dijo Coughlan de Pérez. La combinación de estos dos peligros podría afectar gravemente la temporada de crecimiento. Tanto Estados Unidos como China se consideran graneros globales, áreas que producen cantidades significativas de granos del mundo. Si estos cultivos fallaran simultáneamente, o al mismo tiempo que otros cultivos básicos, podría tener graves impactos en el precio y la disponibilidad de alimentos en todo el mundo.

Los resultados indican que ambas regiones han tenido suerte en los últimos años. Hay un aspecto de aleatoriedad en el clima: podría ocurrir una gama de posibilidades, algo así como cuando tiras un dado de seis caras. Hasta ahora, estas regiones han estado registrando números bastante bajos, terminando con un clima más frío de lo que podrían haber tenido. Pero el cambio climático ha cambiado el dado: el número más alto es más grande de lo que solía ser. Estas regiones no han experimentado todo el alcance de lo que es posible, y es posible que no estén preparadas para ello.

IMAGINAR LOS EXTREMOS QUE PODRÍAN SUCEDER.

Los investigadores también identificaron patrones de circulación atmosférica regional y global que podrían conducir a eventos severamente cálidos y secos, incluido un posible peor escenario en el que la producción de trigo tanto en Estados Unidos como en China se vea muy afectada en la misma temporada. Sus resultados pueden ayudar a informar los planes de adaptación climática en estas regiones y garantizar que las partes interesadas puedan prepararse para los eventos sin precedentes que se avecinan.

“Creo que, con el cambio climático, estamos sufriendo una falta de imaginación. Si no estamos imaginando el tipo de extremos que podrían suceder, entonces no nos prepararemos para ellos”, dijo Coughlan de Pérez. “No tenemos que sorprendernos. Podemos usar herramientas a nuestra disposición para tratar de entender lo que es posible y estar listos cuando suceda”.

Artículo Universidad de Tufts: Una nueva investigación sugiere que los cultivos de trigo pueden verse amenazados por un calor y una sequía sin precedentes | Tufts ahora

Artículo en NPJ Climate and Atmospheric Science: Potencial de sorprendentes eventos de calor y sequía en las regiones productoras de trigo de EE.UU. y China | npj Clima y Ciencias Atmosféricas (nature.com)

La ganadería ofrece soluciones al cambio climático de forma efectiva y económicamente viable.

La ganadería ofrece soluciones al cambio climático de forma efectiva y económicamente viable.

Gremios ganaderos de Paraguay expresaron en un comunicado conjunto que “los ganaderos de las Américas llevan años trabajando para aumentar la producción de alimentos, haciéndose cargo de la seguridad alimentaria mundial y reduciendo al mismo tiempo su huella medioambiental”.

Mariano Roque Alonso, Paraguay | ARP* | Todo El Campo | En abril se llevó a cabo el Seminario Regional de Producción Ganadera Sostenible en las Américas, en donde se dieron a conocer los principios y el compromiso del sector ganadero americano con los eventos internacionales del clima, de los sistemas alimentarios y del comercio, a través de un comunicado conjunto entre gremios referentes de la producción pecuaria regional.

El documento lleva la firma de la Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur (FARM), la Federación Panamericana de Lechería (Fepale), el Consejo de Exportadores Lácteos de Estados Unidos (Usdec), y la Federación de Productores de Leche de Estados Unidos (NMPF) y será expuesto ante la Cumbre de las Naciones Unidas sobre Sistemas Alimentarios y ante la COP 28.

El comunicado destaca que el sector ganadero de la región americana es líder mundial en producción y exportación de alimentos sustentables, pero también es vulnerable al cambio climático, y está experimentando sus efectos sobre la productividad, los medios de subsistencia y los recursos naturales.

Resalta que el sector ganadero es uno de los pocos que está ofreciendo soluciones comprobables para mitigar el cambio climático de manera efectiva y económicamente viable. “Los ganaderos de las Américas llevan años trabajando para aumentar la producción de alimentos, haciéndose cargo de la seguridad alimentaria mundial y reduciendo al mismo tiempo su huella medioambiental”, refiere el enunciado.

INVERSIONES Y FINANCIACIÓN.

Abordar más a fondo el impacto climático del ecosistema ganadero es una preocupación prioritaria y una responsabilidad compartida que requiere soluciones, innovaciones y políticas basadas en la ciencia y los datos, junto con mayores inversiones. Los costos y riesgos asociados al cambio climático y las inversiones necesarias para sistemas agroalimentarios más sostenibles no pueden ser asumidos únicamente por los productores. Es necesario facilitar financiación y crear o desarrollar mercados de capitales que sean accesibles para incentivar la producción sostenible y la reducción de emisiones, reducir el riesgo de las inversiones y facilitar los programas de educación y comunicación. Deben fomentarse las asociaciones, las plataformas multisectoriales y otros intercambios de conocimientos e innovación, destaca el comunicado.

“Es importante poner en evidencia que la cría de ganado en muchos países, es gestionada principalmente por pequeños y medianos productores. Por lo tanto, reconocemos que el comercio es importante para el sustento de nuestras cadenas agroindustriales, así como para los consumidores de todo el mundo, y que desempeñamos un papel importante en la economía de nuestros países. Además, reconocemos que la COP 28 y otros eventos futuros sobre el clima y los sistemas alimentarios presentan importantes oportunidades para la colaboración de los actores agrícolas de las Américas”, destaca el comunicado.

COMPROMISO DEL SECTOR GANADERO DE AMÉRICA PARA LA COP 28.

-Fomentar una mayor cooperación pública-privada, con la presencia de los Ministerios y Secretarías de Agricultura, Ganadería y Pesca en la deliberación de políticas climáticas; con el apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y otras organizaciones pertinentes.

-Defender la importancia crítica del ecosistema de producción ganadera en los sistemas agroalimentarios sostenibles y las principales contribuciones de los alimentos de origen animal y los productos de origen animal a los mismos.

-Elevar el enfoque en la seguridad alimentaria y nutricional en todas las deliberaciones sobre sistemas agroalimentarios y destacar las compensaciones nutricionales, sociales y económicas asociadas con el cambio de políticas.

-Apoyar las decisiones basadas en ciencia que promuevan el crecimiento sostenible de la productividad, así como la producción de alimentos nutritivos, seguros y accesibles.

-Promover el papel esencial del comercio para lograr sistemas agroalimentarios más sostenibles.

-Ampliar el acceso a los conocimientos científicos y técnicos y a la información para los productores ganaderos y los responsables políticos con el fin de informar el diseño y la implementación de acciones para responder a los impactos del cambio climático.

-Reforzar los esfuerzos colectivos para compartir y promover las mejores prácticas, como las destinadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar la gestión del agua, aumentar el secuestro de carbono y la salud del suelo, reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, y otras medidas que proporcionan múltiples co-beneficios.

-Apoyar un mayor acceso a la financiación climática y a los incentivos basados tanto en el mercado como en incentivos directos para que los productores de las Américas fortalezcan la adaptación, promuevan la mitigación y amplíen la implementación de prácticas, tecnologías e innovaciones basadas en la ciencia.

-Reconocer que la gran diversidad de sistemas de producción agroalimentaria existentes en las Américas requiere soluciones adaptadas a las realidades locales y que cualquier transición no debe dejar atrás a ningún sector o productor.

-Rechazar los productos de imitación que intentan utilizar el valor nutricional de nuestros productos como los lácteos y la carne para promover productos químicos o vegetales deficientes nutricionalmente.

-Expresar nuestro apoyo y esperanza de un resultado exitoso de la COP 28 y otros eventos climáticos y de sistemas alimentarios que resalten la relevancia, contribuciones y necesidades de la agricultura en las Américas y el valor de la contribución del sector ganadero a la seguridad alimentaria y nutricional y al desarrollo sostenible.

EL SEMINARIO.

El Seminario Regional de Producción Ganadera Sostenible en las Américas realizó el 19 y el 20 de abril en la ciudad de Buenos Aires, donde profesionales y referentes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, Uruguay, México, República Dominicana y Estados Unidos escucharon a expertos mundiales y debatieron formas de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del sector, que sean viables también para las próximas generaciones de ganaderos.

*ARP, Asociación Rural de Paraguay.

Foto toros Hereford | SCHU.

Uruguay emitió bono indexado a indicadores de cambio climático por US$ 1.500 millones.

Uruguay emitió bono indexado a indicadores de cambio climático por US$ 1.500 millones.

Es un bono pionero porque es innovador, único en el país y en el mundo, destacó Arbeleche. Añadió que es la primera vez que las finanzas y el ambiente se entrelazan.

Del total de la emisión, unos 1.000 millones de dólares fueron realizados a cambio de efectivo y la demanda superó ampliamente el monto emitido, mediante 188 inversionistas de Estados Unidos, Europa, Asia, y Latinoamérica.

A pesar del contexto de alta incertidumbre global, Uruguay logró conseguir financiamiento de gran escala, a plazos intermedios, mediante un instrumento innovador, destacó la ministra Azucena Arbeleche.

Tal como informa el sitio oficial de Presidencia, Arbeleche realizó el anuncio en la tarde de este viernes 21 en Torre Ejecutiva, acompañada por los ministros de Ambiente, Adrián Peña, y de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini; el subsecretario de Ganadería Agricultura y Pesca, Ignacio Buffa, y la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Ache.

La emisión al mercado global de un nuevo bono indexado a indicadores de cambio climático (BIICC) fue realizada este jueves 20, en dólares, y con vencimiento final en 2034. Asimismo, se realizó una oferta de recompra de bonos globales en dólares de menor plazo.

Entre los objetivos de la operación están completar las necesidades de fondos del Gobierno en el mercado internacional, y vincular la estrategia de financiamiento soberana con los objetivos ambientales de Uruguay, con la implementación de un nuevo mecanismo simétrico de ajuste en la tasa de interés que indexa el costo de capital al logro de las metas climáticas y de conservación del capital natural del país.

Además, la operación apuntó a diversificar la base de inversionistas y mitigar el riesgo de refinanciamiento y aumentar los plazos promedio de la deuda.

En el diseño del bono participaron los ministerios de Economía y Finanzas; Ambiente; Ganadería, Agricultura y Pesca; Industria, Energía y Minería, y Relaciones Exteriores. El proceso obtuvo la asistencia técnica y financiera del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La transacción se ejecutó en un solo un día y comprendió, además de la emisión de un nuevo BIICC global en dólares con vencimiento final en 2034, la oferta de recompra de los bonos globales en dólares con vencimiento final en 2024, 2027, y 2031, conocidos como «bonos elegibles».

La emisión alcanzó unos 1.500 millones de dólares, de los cuales 1.000 millones de dólares fueron a cambio de efectivo, mientras que el remanente fue emitido para recomprar bonos elegibles. La demanda total llegó a unos 3.960 millones de dólares, con interés de 188 inversionistas de Estados Unidos, Europa, Asia, Uruguay y otros países de Latinoamérica. Unas 40 cuentas participaron por primera vez en una operación de Uruguay y muchas de ellas con un foco específico en emisiones de bonos sostenibles.

Es un bono pionero porque es innovador, único en el país y en el mundo, destacó Arbeleche. Añadió que es la primera vez que las finanzas y el ambiente se entrelazan, y la primera vez que en Uruguay se define un costo de financiamiento ligado al comportamiento ambiental. Para ello, hubo un largo trabajo de interacción con los inversores, indicó.

OBJETIVOS AMBIENTALES: REDUCCIÓN DE GASES DE EFECTO INVERNADERO Y CONSERVACIÓN DE BOSQUES.

La ministra explicó que el bono lanzado al mercado implica dos objetivos ambientales asociados. El primero de ellos es la reducción de gases de efecto invernadero y el segundo la conservación de bosques nativos. “El costo de la deuda tomada por Uruguay ayer estará ligado al cumplimiento de esos objetivos”, apuntó.

A su vez, esas dos metas adoptan los indicadores de los compromisos alcanzados en el Acuerdo de París y se medirán en 2025. Lo que está mostrando Uruguay con este producto innovador es que el ambiente importa y que tienen una consecuencia concreta si se cumplen o no, indicó.

Además, el instrumento permitirá al país disponer de una mayor información climática, con medición en una base anual, en el caso de los gases de efecto invernadero, y cada 4 años en lo que refiere a la forestación.

Consideró que es un instrumento importante porque, por un lado, alcanza al bienestar de los uruguayos, y por otro, porque el sello de calidad ambiental será cada vez más solicitado a la hora de concretar inversiones,  productos y exportaciones.

AGENCIA RATING AND INVESTMENT INFORMATION, CALIFICACIÓN BBB+

En igual sentido, Arbeleche valoró como una señal de credibilidad y confianza en Uruguay, el aumento de la calificación crediticia a BBB+, realizado por la agencia japonesa Rating and Investment Information. Es importante porque hace que nuestro financiamiento sea más barato en términos relativos y permite destinar esos recursos en áreas prioritarias para el país, señaló.

Se realizó el taller de Ganadería y Mitigación, con expertos en el tema.

Se realizó el taller de Ganadería y Mitigación, con expertos en el tema.

La actividad contó con la participación de representantes del MGAP, los ministerios de Ambiente, Economía e Industria; también Inumet, INIA y la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República.

El jueves 16 de junio se realizó el taller de Ganadería y Mitigación, convocado por la Secretaría Nacional de Respuesta al Cambio Climático y el proyecto Ganadería y Clima. El objetivo del taller fue aportar insumos para el proceso de la elaboración de la segunda Contribución Nacional Determinada (NDC) que se está construyendo en el marco del acuerdo de París.

Al llegar, los asistentes explicaron por qué fueron invitados al taller, el objetivo de esa acción era poder elaborar un rápido perfil de quienes participaron. Enseguida, la coordinadora de la Unidad de Sostenibilidad y Cambio Climático del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca presentó como se construyó la primera NDC y cuáles son los avances en la construcción de la segunda NDC.

Luego el especialista Hyden Montgomery presentó cuáles son los avances a nivel mundial en cuanto a reducción de emisiones y captura de carbono en sistemas ganaderos.

Hyden centró su presentación en las oportunidades de secuestro de carbono en suelos de Latinoamérica y el Caribe.

A continuación, Verónica Ciganda, del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) presentó la situación de Uruguay y los aportes de esa prestigiosa institución para las estrategias de reducción de emisiones y la captura de carbono en ganadería.

Posteriormente se presentaron los resultados del proyecto ganadería y clima, donde se evidenció que mejorando la gestión del pastoreo se puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Seguidamente se trabajó en dos grupos donde los participantes se centraron en responder qué medidas se podían tomar para la reducción de emisiones y para la captura de carbono en la ganadería, en el marco de la segunda NDC.

Finalmente se realizó un intercambio entre ambos grupos. Para dar cierre a la actividad, se dio paso a Walter Baethgen de INIA quién valoró positivamente la instancia y agradeció a los participantes por sus aportes.

La actividad contó con la participación de representantes de los ministerios de Ganadería (MGAP), Ambiente (MA), Economía y Finanzas (MEF) y de Industria, Energía y Minería (MIEM), también del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), INIA y la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República. (En base a reporte del MGAP).

Plataforma de Participación Ciudadana Digital: Elaboración de la Segunda Contribución Determinada a nivel Nacional sobre Cambio Climático – Plataforma de Participación Ciudadana Digital (plataformaparticipacionciudadana.gub.uy)

La agricultura es una de las soluciones principales para mitigar el cambio climático.

La agricultura es una de las soluciones principales para mitigar el cambio climático.

Un estudio determinó que la región podría consolidarse como líder en el impulso de seguridad alimentaria y el avance hacia la sostenibilidad mediante buenas prácticas en el uso de los suelos.

Emplear las principales metodologías para medir las reservas de carbono del suelo y las emisiones de gases de efecto invernadero en el campo, el uso de la tierra y el secuestro potencial de carbono en el suelo al adoptar prácticas de manejo sostenible son clave en los esfuerzos para alcanzar la sostenibilidad.

Un estudio desarrollado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el Centro de Manejo y Secuestro de Carbono de la Universidad Estatal de Ohio (C-MASC) titulado Secuestro de carbono en el suelo mediante la adopción de prácticas de manejo sostenible: potencial y oportunidad para los países de las Américas (*), proporciona una síntesis de conocimientos relacionados con el potencial de secuestro del carbono para los suelos de las Américas.

El trabajo fue desarrollado por un grupo de expertos liderados por Carlos Eduardo Cerri, de la Facultad de Agricultura Luiz de Queiroz de la Universidad de São Paulo (ESALQ/USP), Brasil, y Rattan Lal, director del Centro de Manejo y Secuestro de Carbono (C-MASC) de la Universidad Estatal de Ohio.

El estudio tiene como objetivo orientar los nuevos protocolos enfocados a frenar la degradación de las tierras, así como promover la salud del suelo y el secuestro de carbono en el suelo en el continente americano.

El uso intensivo de los suelos para satisfacer la creciente demanda de alimentos, fibra y energía ha ocasionado pérdidas de carbono del suelo y, en consecuencia, aumentado las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Por esta razón, es vital contar con prácticas sostenibles de secuestro de carbono en el suelo y agendas políticas bien encaminadas que deben elevarse hasta los niveles regionales y nacionales para ayudar a mitigar el cambio climático y contribuir a la seguridad alimentaria.

Parte de los hallazgos principales del documento son las prácticas de manejo sostenible prometedoras que se podrían adoptar en las Américas, tales como la labranza cero, los cultivos de cobertura, las enmiendas orgánicas, la restauración de pasturas mediante sistemas silvopastoriles y de cultivo-ganado-bosque integrados; y restauración de bosques, entre otros.

Al adoptar únicamente dos prácticas de manejo sostenible a gran escala, recuperación de pasturas y labranza de conservación, la acumulación potencial de carbono en el suelo de los países de las Américas se incrementaría durante 20 años en cerca de 2,68 Pg C (equivalente a 9,8 PgCO2). Este volumen representa cerca de 7.9 % de las emisiones anuales totales mundiales netas antropogénicas de gases de efecto invernadero debidas a la agricultura y el 4,1% de las emisiones globales debidas a la agricultura, la silvicultura y otros usos de la tierra. En términos financieros, el potencial de secuestro de carbono estimado en la publicación corresponde de cientos de miles de millones a más de un trillón de dólares estadounidenses que podrían beneficiar a los productores y países de la región.

De acuerdo con el estudio, pequeños cambios en las reservas de carbono pueden tener impactos considerablemente positivos en la atmósfera y el cambio climático. Existen estimados recientes que muestran que el carbono del suelo representa el 25% del potencial de soluciones basadas en la naturaleza, del cual el 40% consiste en proteger el carbono existente en el suelo y el 60% es para reconstruir las reservas agotadas, que sitúa a los sistemas agroalimentarios como un punto fundamental para el mantenimiento de la seguridad alimentaria y climática global.

Otro hallazgo sustantivo del estudio radica en que la región de las Américas tiene un gran potencial para contribuir a la mitigación del cambio climático y al establecimiento de estrategias de adaptación. Se han mostrado múltiples opciones para las prácticas de manejo sostenible que se podrían adoptar en la región para secuestrar el carbono y contribuir a mitigar el cambio climático, producir alimentos y otros beneficios ambientales, tomando en cuenta las diferentes preferencias sociales y los contextos económicos.

Para alcanzar este potencial secuestro de carbono en el suelo, se necesita establecer agendas técnicas y políticas nacionales e internacionales bien orientadas para fomentar y subvencionar la implementación de medidas prácticas y aplicables sobre la salud de los suelos y el secuestro de carbono. Además, las directrices para monitorear, verificar e informar los resultados son fundamentales para evaluar la eficacia de dichas medidas.

PROGRAMA SUELOS VIVOS PARA LAS AMÉRICAS.

El análisis es parte del programa Suelos vivos de las Américas; lanzado en 2020 por IICA y C-MASC, liderado por Rattan Lal y el director general de IICA Manuel Otero.

La coordinación estuvo a cargo del director de Cooperación Técnica de IICA, Federico Villarreal. Comparten la autoría del documento Mauricio Cherubin y Junior Damian, de la Universidad de São Paulo, y Francisco Mello, coordinador de la Secretaría Técnica de LiSAm, liderada por la Dirección de Cooperación Técnica del IICA.

El programa está conformado por una extensa red a la que pertenecen gobiernos, organizaciones internacionales, universidades, el sector privado y organizaciones de la sociedad civil que unirán esfuerzos para frenar la degradación de la tierra y, con ello, fomentar la salud del suelo y el secuestro de carbono, entre otros beneficios.

Los gobiernos de Brasil, Canadá, Chile, Colombia, El Salvador, México, Perú y Uruguay, así como las empresas Bayer, Syngenta y PepsiCo, como mecanismos de cooperación técnica y asociación de productores; ya se han unido a esta coalición que enfrenta la degradación de un recurso fundamental para la salud y la vida.

(IICA).

DESCARGUE EL DOCUMENTO.

A través del siguiente enlace se pude acceder al estudio (65 páginas) Secuestro de carbono en el suelo mediante la adopción de prácticas de manejo sostenible: potencial y oportunidad para los países de las Américas: BVE21128138e.pdf (iica.int)

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