Oct 1, 2024 | Información, Noticias
La capacitación se realizará a través del MGAP junto a IICA, a través del curso “Cambio Climático y Recuperación Verde para Mujeres Rurales”, presentado en la Expo Prado.
Montevideo |Todo El Campo | Casi 1.600 mujeres rurales del Uruguay serán capacitadas a través de herramientas prácticas y teóricas para abordar de mejor manera la crisis climática por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) de ese país, en una iniciativa que contará con el apoyo técnico del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
El curso “Cambio Climático y Recuperación Verde para Mujeres Rurales” forma parte del Programa de Inclusión Digital y Acceso a la Información Agropecuaria para la toma de decisiones ante el cambio climático, conocido como “Formadas para transformar”. Este programa del gobierno uruguayo tiene como objetivo favorecer la adaptación de los sistemas productivos al cambio climático, mediante el conocimiento y el uso de las tecnologías de la información y la comunicación.
Los contenidos de la capacitación son de creación conjunta del MGAP e IICA, que tiene un rol protagónico a nivel técnico en la iniciativa.
COMIENZA EN OCTUBRE.
En octubre se desarrollará la primera de las cuatro ediciones del curso, cada uno de ellos con un cupo de 400 inscriptas. La formación será virtual, autogestionada, con facilitación conjunta del IICA y el Ministerio y será gratuito para las participantes. Contará con diferentes niveles de capacitación en habilidades digitales y proveerá de dispositivos con conexión a internet a aquellas participantes que lo necesiten.
La presentación del curso fue realizada en Montevideo durante la Expo Prado, la mayor muestra anual agropecuaria del Uruguay, que se realiza anualmente desde 1913.
“Es muy importante este plan de capacitación digital para formar a las mujeres. Además, se les da oportunidad de tener un dispositivo tecnológico sencillo pero que les abre muchas puertas. Se trata de capacitarse, conectar con otras mujeres, aprender y trabajar”, destacó la directora de la Dirección General de Desarrollo Rural del Uruguay, Mercedes Yacosa.
“Cuando tomamos la decisión de llevar adelante el Plan Nacional de la Agricultura Familiar (PNAF) empezamos a buscar aliados estratégicos para ver cómo y quién lo van a llevar adelante”, recordó, por su lado, la directora general del MGAP, Fernanda Maldonado, al destacar la experiencia de IICA en el acceso de las mujeres rurales a herramientas de capacitación.
Braulio Cantera, de IICA, explicó que desde la Dirección de Desarrollo Rural del Uruguay se convocó al IICA para colaborar en la capacitación a las mujeres rurales en temas de cambio climático, de manera que puedan tomar decisiones. “Hemos estado en contacto con las mujeres rurales en territorio –afirmó- para conocer sus experiencias de primera mano y aprovechar las ventajas que nos da la tecnología. Se trata de un curso hecho por mujeres rurales, para mujeres rurales, ya que son ellas mismas las que brindarán testimonio y plantearán soluciones aplicadas para combatir la crisis climática”.
Ago 31, 2024 | Información, Noticias
Actualmente, el costo económico del cambio climático es seis veces mayor de lo estimado. Así y todo, la economía continuará creciendo: “Es posible que en 2100 todavía seamos más ricos de lo que somos hoy. Pero seríamos el doble de ricos en 2100 si no hubiera cambio climático”.
Montevideo | Todo El Campo | El cambio climático resulta más caro de lo que se preveía. Un estudio publicado en National Bureau of Economic Research, (*) encuentra que cada aumento adicional de la temperatura en 1°C significa un impacto del 12% en el PIB mundial. El mundo ya es 1°C más cálido que en la época preindustrial.
Los profesores Adrien Bilal (docente asistente de Economía en la Universidad de Harvard y especializado en cambio climático y economía espacial) y Diego R. Känzig (docente asistente de la Universidad Northwestern) han trabajo juntos sobre el impacto del cambio climático, y profundizaron sobre los desafíos de estimar las consecuencias económicas de ese fenómeno.
Känzing dijo que calcularlo “es realmente difícil, porque la economía siempre está creciendo debido a otros factores”, pero “al mismo tiempo, uno de los subproductos de ese crecimiento son las emisiones que alimentan el cambio de temperatura”
Bilal en tanto comentó: “Cuando hace un poco más de calor en Alemania, se tiende a ver más olas de calor, pero no más viento ni precipitaciones. Pero cuando la temperatura mundial sube, se ven más de los tres. La temperatura global está mucho más correlacionada con los fenómenos meteorológicos extremos”.
Ambos investigadores trabajaron en la variable de temperatura global, y señalaron que la economía continuará creciendo: “Es posible que en 2100 todavía seamos más ricos de lo que somos hoy. Pero seríamos el doble de ricos en 2100 si no hubiera cambio climático”, especificó Bilal.
Para comprender las implicaciones de estos resultados para la política de descarbonización, los expertos aplicaron la temperatura global al “costo social del carbono”, un modelo desarrollado en la década de los ‘90 noventa por William D. Nordhaus, estadounidense ganador del premio Nobel de Economía.
En definitiva, Bilal y Känzig estimaron que el costo social a nivel mundial es de US$ 1.056 por tonelada, o sea seis veces mayor que las estimaciones más altas existentes hasta el momento que son de US$ 185 por tonelada
Utilizando su nuevo método para recalcular el costo social sólo para Estados Unidos, los coautores obtuvieron US$ 211 por tonelada.
MÁS CALENTAMIENTO, MENOS CRECIMIENTO.
Otro estudio, publicado en Nature (*), analizó cómo han respondido las economías locales a los últimos 40 años de calentamiento y proyectó esos efectos hacia 2050.
Descubrieron que ya estamos inmersos en un calentamiento que reducirá el crecimiento de la economía mundial en un 20%. Esto sitúa el costo económico de un período determinado de cambio climático en aproximadamente seis veces el precio estimado de poner al mundo en la senda de limitar el calentamiento a 2°C.
Existen límites en cuanto a la medida en que este proceso funcionará en el futuro. La incertidumbre de los modelos climáticos aumenta con el tiempo. La economía futura empieza a parecerse mucho menos a la actual, y aspectos como las temperaturas extremas empiezan a alcanzar niveles en los que el comportamiento de la economía en el pasado ya no es aplicable.
El estudio de Maximiliano Kotz, Andrés Lvermann y Leonie Wenz coincide con el de Bilal y Känzig en que el cambio climático resta prosperidad y crecimiento económico.
¿Qué ocurrirá en 2050? El modelo de los investigadores sugiere que “los daños ocasionados suponen una reducción permanente de los ingresos del 19% en promedio a nivel mundial”. En comparación con el nivel al que nos habría llevado el crecimiento, debido a las incertidumbres, el rango probable oscila entre el 11% y el 29%. Utilizando un escenario intermedio para el crecimiento económico sería un golpe a la economía de 38 billones de dólares.
En base a artículo de Mariela León en Cambio16.
(*) Ver estudio aquí. (nber.org)
(**) Artículo en Nature: El compromiso económico del cambio climático | Naturaleza (nature.com).
Ago 12, 2024 | Agricultura, Noticias
Quien fuera ministra de Ambiente en el primer Gobierno de Lula y luego de Rousseff dijo que en el Congreso Aapresid que “no se puede aceptar a quienes ponen presión sobre la agricultura como si fuera la fuente de todos los problemas”
Montevideo | Todo El Campo | ¿La agricultura enfrenta el negacionismo por su papel como descarbonizador de la economía global? De acuerdo a las palabras de la exministra brasileña Isabella Teixeira, así es: “Como rechazamos el negacionismo climático, debemos rechazar el negacionismo de la agricultura y el de su papel para descarbonizar la economía global”, dijo la exministra de Medio Ambiente de Brasil y asesora del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en el Congreso Aapresid (Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa) realizado del 7 al 9 de agosto.
Teixeira, fue ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil entre 2010 y 2016, durante los gobiernos de Luiz Inácio Lula Da Silva y Dilma Rousseff. Actualmente es negociadora jefe de la delegación de su país en la COP 21 en la que se adoptó el histórico Acuerdo de París.
“Así como debemos rechazar el negacionismo del cambio climático, debemos rechazar el negacionismo de la agricultura y el de su papel para incrementar la descarbonización de la economía global, que no se basan en evidencias científicas y la responsabilizan de todos los problemas”, dijo en su exposición que reunió académicos, empresarios y referentes de la escena local e internacional, en búsqueda de soluciones y proyectos para una agricultura más sustentable.
En el Congreso Aapresid fue una de las expositoras que generó mayores expectativas. Participaron unas 7.500 personas.
“Existe hoy un dilema entre ambición, visión y narrativas que concilien los desafíos en materia de seguridad alimentaria, energética y la ruta hacia la descarbonización de la economía global. Brasil es un ejemplo de la importancia de la agricultura para la seguridad alimentaria y energética, además de la seguridad ambiental. Si se combate a los negacionistas del cambio climático, tampoco se puede aceptar a quienes ponen presión sobre la agricultura como si fuera la fuente de todos los problemas. Aunque la agricultura tiene dificultades, debemos saber que no podemos cambiar las economías de los países en desarrollo sin la agricultura. Y las transformaciones que deben hacerse solo deben realizarse sobre la base de la ciencia y de datos que sean confiables”, advirtió Teixeira.
EL CAMBIO CLIMÁTICO EXCEDEN EL TEMA AMBIENTAL.
Izabella Teixeira, que es una bióloga respetada mundialmente, expuso en el panel “El futuro de los sistemas agroalimentarios de las Américas”, que formó parte de una sección especial diseñada por Aapresid junto al IICA, como parte de su alianza estratégica orientada a favorecer en la región la diseminación de buenas prácticas y la transferencia de tecnologías que posibiliten la regeneración del suelo y el ambiente y la mitigación y adaptación al cambio climático.
La experta explicó que el debate y las negociaciones sobre el cambio climático exceden el tema ambiental, y por lo tanto no se circunscriben apenas al ámbito de las COP, de Naciones Unidas, sino que se trata de un tema fundamental sobre y para el desarrollo, que involucra la geopolítica y al comercio internacional, y es constitutivo de las relaciones de poder.
“La discusión ganó una importancia estratégica global -explicó-; es cómo vamos a impulsar el desarrollo y quién va a pagar por las transformaciones. Y eso ya no se discute solamente en el ámbito de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático sino también afuera: en el G20, G7, en los Brics o en la OCDE”.
“Tenemos que prestar atención a la ciencia para mirar los datos y entender las métricas en el tema del cambio climático, de manera que la sociedad pueda tener una dimensión correcta del problema y sepa cómo la agricultura lo afronta con sus tecnologías para adaptarse y emitir menos gases de efecto invernadero”, señaló.
En esa línea, llamó la atención sobre los intereses que mueven las acusaciones contra la agricultura y niegan su papel como proveedora de soluciones: “Se debe entender el papel de la agricultura en la seguridad alimentaria y nutricional y también en la seguridad energética y en la paz social. Hoy hay una agricultura que produce energía y que agrega valor permanente”.
Teixeira cuestionó el llamado proteccionismo verde, que pone trabas injustificadas al comercio internacional de productos agrícolas con motivaciones ambientales. Advirtió, de todas maneras, que hoy hay nuevas demandas de los consumidores que van a generar una suba de costos para los productores.
“Hay que salir de los discursos que niegan la crisis climática y la importancia de la agricultura como proveedora de soluciones. Hoy cuando uno piensa en la seguridad alimentaria y nutricional, esta está asociada a la seguridad energética. La agenda de la agricultura anuncia el futuro”, subrayó.
VIDEO.
Video de Aapresid que incluye la participación de Izabella Teixeira a partir del minuto 2:36:40: Viví el Congreso Aapresid – DIA 1 (youtube.com)
May 21, 2024 | Noticias, Tecnología
Ayudan a pronosticar y enfrentar crisis hídricas que son cada vez más frecuentes y severas debido al cambio climático.
Montevideo | Todo El Campo | La tecnología digital brinda herramientas de gran utilidad para diagnosticar y mitigar los impactos de las sequías, reveló un estudio presentado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en el contexto de la preparación para la tercera edición de la Semana de la Agricultura Digital (SAD) 2024, que se realizará en setiembre próximo.
El documento ofrece una muestra no exhaustiva de algunos recursos digitales producidos por entidades públicas y privadas en América Latina y el Caribe, que ayudan a pronosticar y enfrentar crisis hídricas que son cada vez más frecuentes y severas debido al cambio climático.
La SAD 2024, cuyo lanzamiento oficial se realizó a través de una serie de webinars donde se anticiparon las temáticas a ser tratadas, convocará a agtechs, fondos de inversión, grandes compañías, organizaciones de agricultores, institutos de investigación, ministerios y organismos públicos y multilaterales para debatir sobre digitalización agroalimentaria y favorecer la colaboración. Se trata de una iniciativa, liderada por el IICA desde 2022, que este año será nuevamente organizada junto a aliados estratégicos del Instituto como CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Centro International de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt).
La postulación para las agtechs de países de las Américas con soluciones digitales ya disponibles para su uso está abierta hasta el 1º de julio y el formulario puede bajarse en la página web www.semanaad.iica.int.
Quince agtechs serán seleccionadas para viajar a San José de Costa Rica entre el 23 y el 27 de setiembre, con todos los gastos pagos, mientras que las que no sean elegidas para viajar podrán participar de manera virtual e integrarse a la Red de Agtechs de las Américas del IICA.
Durante el webinar se debatió el rol que pueden tener las tecnologías para anticipar y mitigar efectos de sequías y ser más resilientes.
“Cada vez que hay una sequía son afectados miles o millones de productores agropecuarios y todas las sociedades, porque se reduce la producción y disponibilidad de alimentos. Hay innumerables ejemplos en la historia del impacto dramático de las sequías. Hoy el cambio climático nos hace vivir tanto sequías como inundaciones más frecuentes y extremas. La buena noticia es que los países de las Américas tienen cada vez más herramientas para que esas circunstancias golpeen cada vez un poco menos”, dijo Federico Bert, gerente del Programa de Digitalización Agroalimentaria del IICA.
TRES PILARES.
Uno de los autores del estudio, el académico Guillermo Podestá, señaló que existen tres pilares que pueden ofrecer las tecnologías digitales en relación a las sequías: monitoreo, predicción y alerta temprana; caracterización y gestión de riesgo e impactos; planificación, preparación y respuesta.
“La naturaleza compleja de la sequía dificulta su gestión. Pero hay una creciente disponibilidad de recursos, tanto públicos como privados, para el monitoreo y gestión de esta amenaza. La mayoría de ellos no existía 10 o 15 años atrás”, dijo Podestá.
“De todas maneras -advirtió- la tecnología es necesaria pero no suficiente. Hacen falta enfoques proactivos y no reactivos por parte de los gobiernos”.
En el webinar también participaron los agricultores chilenos Macarena Valdés y Marco Aceituno, fundadores y dueños de la Granja La Pachamama, que prosperó en la producción de alimentos en medio de la fuerte sequía que ha castigado al país en los últimos años y llevó a la realidad la premisa de producir más con menos. Ambos fueron reconocidos como “Líderes de la Ruralidad» de las Américas por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), debido a su aporte a la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental del continente y el planeta.
“Por una cuestión de supervivencia, empezamos a aplicar técnicas para mejorar la calidad de suelos y regenerarlo. Y así llegamos a hacer varias producciones que han ido complementándose y generamos una economía circular”, contaron.
Macarena y Marco relataron que comenzaron con el uso de forraje verde hidropónico para alimentar al ganado y luego comenzaron a emplearlo también como cubierta vegetal para el suelo.
La pareja de agricultores explicó que el año pasado llovieron solo 50 milímetros en la región central de Valparaíso, donde viven y producen, pero ellos pudieron adaptarse a la situación: “Recuperamos agua de lluvia gracias a los techos y la almacenamos en cisternas, para tener riego durante todo el año para nuestros 300 árboles frutales”.
El documento La sequía en la agricultura: recursos disponibles para diagnosticar su ocurrencia y reducir sus impactos en América Latina y el Caribe está disponible en: La sequía en la agricultura: recursos digitales disponibles para diagnosticar su ocurrencia y reducir sus impactos en América Latina y el Caribe.
Feb 6, 2024 | Agricultura, Noticias
No es solo el clima lo que afectará el rendimiento de los cultivos. A medida que el clima se calienta y cambia, las plagas y enfermedades se propagan más ampliamente, generando otra capa de imprevisibilidad para la agricultura.
Montevideo | Todo El Campo | El efecto que tendrá el cambio climático en los cultivos es un tema de preocupación. La organización humanitaria Acción contra el hambre hizo una lista de los 8 cultivos que verán disminuidas sus producciones por esa causa que se traduce en calentamiento global, cambios en los patrones de las lluvias, etc.
En 2019 la Universidad de Minnesota publicó un estudio en el que encontró que los rendimientos de cultivos como el arroz y el trigo ya están disminuyendo, mientras que las cosechas de sorgo, que es más resistente a la sequía, aumentaron durante el mismo período.
Sin embargo, no es solo el clima lo que afectará el rendimiento de los cultivos: a medida que el clima se calienta y cambia, las plagas y enfermedades se propagan más ampliamente, otra capa de imprevisibilidad para la agricultura.
El almacenamiento de alimentos también puede ser más difícil, ya que el aumento de las temperaturas hace que sea más probable que los insectos o el moho destruyan los cultivos que se almacenan al aire libre o en áreas protegidas, pero no refrigeradas.
También se espera que la crisis climática aumente la malnutrición al reducir la disponibilidad de nutrientes y la calidad de los alimentos, al tiempo que aumenta los precios. Las temperaturas más altas y el aumento de las concentraciones de CO2 en el aire conducen a niveles más bajos de nutrientes como el hierro, el zinc y las proteínas en cultivos como la soja, el trigo y el arroz. Este problema es especialmente preocupante en los países con menos diversidad alimentaria y donde las personas dependen de uno o dos alimentos básicos para su nutrición.
Así es como el cambio climático puede afectar a 8 cultivos clave que proporcionan ingresos a millones de pequeños agricultores. También son fuentes vitales de calorías y cultura para miles de millones de personas en todo el mundo.
MAÍZ.
La producción mundial de maíz probablemente experimentará una reducción masiva para 2050 debido a las variaciones de temperatura y a la disminución de las precipitaciones. Todas las principales áreas de cultivo, como EE.UU. y Brasil, se verán afectadas por este cambio.
Los pequeños agricultores dependen especialmente de las lluvias regulares para cultivar maíz, y el cambio climático ya está alterando los patrones típicos de lluvia. En lugares como Mozambique, donde el maíz se cultiva para el consumo local, esto probablemente será devastador.
TRIGO.
En regiones más frías como América del Norte y Europa, la producción de trigo puede experimentar un aumento de más del 5% en los rendimientos, si las lluvias lo permiten. Sin embargo, en áreas más vulnerables como India, América Central y África, los rendimientos pueden disminuir en un 3% o más.
Dado que la India produce el 14% del trigo del mundo, la disminución de la producción en las regiones productoras más cálidas y secas tendrá un impacto significativo en las familias productoras de trigo de la India y en los millones de personas que dependen de ellas para su sustento.
ARROZ.
Para más de 3.500 millones de personas, el arroz proporciona el 20% o más de sus calorías diarias, y la demanda está aumentando. Sin embargo, los rendimientos mundiales de arroz pueden caer más de un 5,5% si las temperaturas suben 1,5 grados. Algunas estimaciones predicen que los rendimientos podrían caer un 11% para 2050.
Los agricultores de toda Asia, incluidos los principales centros de población de China, India y Vietnam, y de África, donde Nigeria es el mayor productor de arroz del continente, se verán muy afectados. En Bangladesh, los agricultores ya han sufrido pérdidas de cultivos de arroz debido a las olas de calor y a la escasez de lluvias en la temporada de cultivo, lo que ha provocado la destrucción de más de 168.000 acres de arroz. Los campos costeros al nivel del mar corren un riesgo especial por el aumento del nivel del mar, cuando el agua de mar puede inundar la tierra firme, dañando o destruyendo los cultivos de arroz.
SOJA.
La creciente popularidad de la soja está impulsando la deforestación que contribuye a aumentar los niveles de carbono. Esta tendencia es más notable en América del Sur, donde los agricultores están aumentando la producción de soja para exportar a China y satisfacer la creciente demanda de alimentos industriales para animales.
Los efectos del cambio climático en los rendimientos de la soja son mixtos, ya que los investigadores encuentran que las plantas de soja responden favorablemente a concentraciones más altas de CO2 en el aire. Los rendimientos de la soja también pueden aumentar si los agricultores abandonan otros cultivos, como el trigo, o se expanden a tierras previamente boscosas, lo que está sucediendo en el Amazonas y puede ocurrir en áreas que hoy son demasiado frías para la producción de soja, como el estado de Nueva York y el sur de Canadá.
Sin embargo, incluso si las cosechas aumentan en el corto plazo, la mayoría de los científicos proyectan que los rendimientos disminuirán a finales de este siglo a medida que se intensifique el estrés por calor e agua.
PAPA.
Para 2050, la producción mundial de papas podría disminuir hasta en un 9%. Como las papas necesitan un suministro constante de agua para crecer, menos áreas serán adecuadas para la producción de papas. En los lugares productores de papa que dependen del derretimiento de la capa de nieve de las montañas, como Idaho, o de una temporada de lluvias constante, como Bolivia, los agricultores tendrán que adaptar las variedades o invertir en riego para mantener la producción.
BANANAS.
Estos productos similares se cultivan en los trópicos como cultivos comerciales o como fuentes locales de alimentos. Los investigadores encontraron que debido al aumento de las temperaturas en los últimos 20 años, la producción de plátano cayó en un 43%. Las variedades populares de plátanos también están amenazadas por enfermedades, como la raya negra de la hoja, que puede propagarse más rápido y más lejos en climas más cálidos.
Sin embargo, los cambios climáticos proyectados también podrían significar más tierra en la que cultivar bananos y plátanos para 2070.
CACAO.
La demanda de chocolate está creciendo y es poco probable que la producción de cacao pueda mantenerse al día. Costa de Marfil y Ghana, en África occidental, son responsables de la mitad de la producción mundial de cacao, y la región ya está experimentando lluvias erráticas y vientos cálidos.
Los granos de cacao solo crecen bien en condiciones muy específicas. Les gustan las temperaturas constantes, la alta humedad y las lluvias regulares. El aumento de las temperaturas está impulsando la producción de cacao a elevaciones más altas, donde simplemente hay menos tierra, o donde el cultivo podría significar deforestación.
CAFÉ.
El café es un valioso cultivo de exportación para muchos pequeños agricultores que dependen de los ingresos para comprar alimentos y suministros para sus familias.
En las principales naciones exportadoras de café, el cultivo brinda oportunidades económicas en todo el país a través de la agricultura, el procesamiento, el comercio, las finanzas y funciones relacionadas, que podrían estar en riesgo. Etiopía, que es el principal productor de café de África, podría perder el 25% de sus rendimientos de café para 2030.
¿QUÉ SE PUEDE HACER?
Entonces, ¿qué se puede hacer?, es la pregunta ineludible.
Para evitar interrupciones en el suministro, precios más altos y más personas hambrientas, es posible que los agricultores deban expandir la producción o adoptar nuevas técnicas para lograr el mismo rendimiento. Es posible que algunos cultivos específicos del clima, como el café, deban cultivarse en nuevas áreas. Es posible que los agricultores también deban comenzar a cultivar variedades de cultivos familiares más resistentes y apropiados para el clima, o nuevos tipos de alimentos.
Fuente: Acción contra el Hambre.