Es fácil pensar en los colibríes como animales lindos, elegantes y adorables, ¿verdad? Son las aves más pequeñas del mundo. Pero sí, pasan gran parte de su tiempo peleando y enfrentan aves más grandes y peligrosas.
Dyer Oxley | Washington, EE.UU. | Kuow | Todo El Campo | Al principio no sabía lo que estaba viendo: una pequeña mancha en el borde de un arbusto en el vecindario Wedgwood de Seattle, de la que salía un grito dramático y agudo.
Entonces la escena se aclaró: dos colibríes estaban peleando, violentamente, en un bar a la 1 de la madrugada. Y uno claramente estaba perdiendo.
Me di cuenta de que los colibríes no solo son adorables. También son imbéciles.
Sí, imbéciles. Pero no te fíes solo de mi palabra.
Alyssa Sargent, candidata a doctorado en la Universidad de Washington que trabaja en el laboratorio de ecofísica del comportamiento, dijo “los colibríes son idiotas” y que usa frase para describirlos porque “pelean todo el tiempo”.
Fui testigo de cómo el vencedor final golpeaba a su enemigo contra el suelo mientras se sostenía con los pies, apuñalando a su competidor con su pico en forma de aguja todo el tiempo.
Fue un momento aleccionador. ¿Debería haber interrumpido la pelea? ¿Tal vez le ofreció a cada pájaro néctar de cortesía y los dejó gorjear sus problemas hasta que se calmaran?
“Al tratar de interrumpir una pelea de colibríes, estarías peleando una batalla perdida”, dijo Sargent.
Claro, los colibríes son famosos por su belleza y su vuelo rápido y elegante. Son una delicia en cualquier jardín y, por lo general, son recibidos con alegría.
Alejo Rico-Guevara, profesor asistente en el Departamento de Biología de la Universidad de Washington, y también curador de aves en el Museo Burke, comentó: “Los colibríes son tan rápidos que cuando pelean, la mayoría de las veces se ve un borrón”, y así es.
“A menudo los ves cuando están bajando tranquilamente la cabeza en un comedero y en las ramas”, dijo Rico-Guevara. “Es posible que no te des cuenta de que están manteniendo una burbuja a su alrededor. Y la forma de mantener esa burbuja es ahuyentando a otros, muy ferozmente, lejos de sus territorios”.
En el caso que observé, probablemente un colibrí se acercó a una flor y a otro no le gustó, produciéndose la pelea hasta que ambos estuvieron en el suelo”.
Me alejé mientras el vencedor volaba más alto, y el otro se quedó en tierra. Ese encuentro no fue una anomalía.
TÁCTICAS DE ESCALADA.
Para investigadores como Rico-Guevara y Sargent, que se ganan la vida observando a estas aves, la agresividad es un rasgo que se extiende por toda la especie.
Para nosotros, los colibríes parecen deslizarse serenamente de flor en flor. Pero desde la perspectiva de los colibríes, viven en un paisaje infernal de “Mad Max”, en una competencia maníaca por los recursos.
Aun así, la interacción observada en Seattle no es demasiado común en todo el estado de Washington. Rico-Guevara dijo que la mayoría de los comportamientos agresivos de los colibríes comienzan y terminan sutilmente: “La mayoría de las veces es sutil, no quieren ir a la batalla total. Por lo general, comienzan gritándose unos a otros. Tienen vocalizaciones muy agudas”. Pero la agresividad puede escalar. “Puedes verlos yendo hasta el piso, en espiral”, dijo Rico-Guevara.
Los colibríes están constantemente buscando comida. Su metabolismo es tan rápido, sus movimientos son tan rápidos que requieren una energía considerable para sobrevivir. Y cada flor tiene una cantidad limitada de néctar. Si un colibrí llega en segundo lugar a la flor, es posible que no quede mucho.
Los machos son los luchadores de la especie, con picos lo suficientemente fuertes como para la batalla. Los picos femeninos son más romos y suaves.
“Es fácil pensar en los colibríes como estos animales lindos, elegantes y adorables, ¿verdad? Son las aves más pequeñas del mundo. Son hermosos”, dijo Sargent. “Tenemos nombres muy interesantes para ellos: Ángel del Sol, Esmeralda, Amatista. Y beben principalmente agua azucarada, por lo que es una receta para un animal realmente carismático. Pero sí, pasan gran parte de su tiempo peleando”.
COLIBRÍES: GUERREROS DEL JARDÍN.
El hecho de que los colibríes estén buscando una pelea en realidad no es información nueva. Las culturas de América Central y del Sur, por ejemplo, han admirado históricamente a los colibríes por su naturaleza feroz. Rico-Guevara ha señalado que para los aztecas, los colibríes eran símbolos guerreros.
“En las culturas centroamericanas y sudamericanas, y tiene más sentido que haya ocurrido allí con más frecuencia que en otros lugares, porque las especies que tienen estas armas o que tienen algunas estrategias especiales para luchar la mayor parte del tiempo, están en esas áreas”, agrego Rico-Guevara.
Más especies en estas áreas han desarrollado armas naturales que no se ven en el estado de Washington. Algunos incluso tienen picos con bordes dentados para morder y apuñalar de manera más eficiente en la batalla.
En algunos casos, se sabe que los colibríes son tan valientes que se enfrentan a aves rapaces más grandes. Rico-Guevara dijo que es probable que esto se deba a que estas aves más grandes se acercan demasiado a sus nidos. Vuelan hasta un halcón y usan sus picos de aguja para apuñalar y pinchar, o incluso se posan en su cabeza y llueven picotazos sobre ellos.
Aparte del suministro de alimentos, a los machos les gusta mantener territorios alrededor de sus flores y comederos. “Los machos, de nuevo, son los luchadores, impresionan a las hembras, y la única forma en que pueden aparearse con ellos en algunas especies es teniendo grandes territorios, territorios muy deseables”, dijo Rico-Guevara.
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Dyer Oxley es periodista en Kuow, estación de radio de noticias de Puget Sound, en el estado de Washington, Estados Unidos. Foto de portada de Alan Graph en Unsplash.
En carne de pollo se espera que en 2024 el crecimiento sea de 3,7%, lo que implica una producción de 15,35 millones de toneladas. Las exportaciones en 2024 rondarían los 5,3 millones de toneladas (3,9% de aumento).
Brasil | El Sitio Avícola | Todo El Campo | La Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA) prevé que en 2023 la producción de carne de pollo alcance un alza del 2,6%, hasta los 14,8 millones de toneladas, superando los 5,1 millones de toneladas en exportación, un 6,8% más. Para 2024 el crecimiento esperado ronda el 3,7% y llevaría al país a producir 15,35 millones de toneladas de carne de pollo. Las exportaciones en 2024 rondarían los 5,3 millones de toneladas al esperarse un crecimiento del 3,9%.
En cuanto a la demanda nacional, el consumo estará en alrededor de los 9,8 millones de toneladas, un 1% más que en 2022, y la compra crecería un 3,6% en 2024, sumando algo más de 10 millones de toneladas, con un consumo per cápita de 47 kg/persona.
“Tras una primera mitad del año desafiante, el sector de la carne de pollo ha encontrado un mayor equilibrio entre oferta y demanda en la segunda mitad del año. Las exportaciones mantuvieron niveles elevados durante todo el año, y existe la perspectiva de mantener el flujo en 2024, reforzando la posición de Brasil y la confianza del mundo en la capacidad avícola del país para apoyar la seguridad alimentaria de los países socios”, destacó Ricardo Santín, presidente de ABPA.
CERDO.
En cuanto al crecimiento de la producción de carne de cerdo se espera que incremente hasta un 2,3% respecto al año pasado, con una producción de hasta 5,1 millones de toneladas. Las exportaciones alcanzarían hasta 1,22 millones de tonelada, un aumento de hasta el 8,9% en comparación con 2022.
ABPA cree que en 2024 la producción porcina podría crecer un 1% hasta los 5,15 millones de toneladas y las exportaciones subirían un 6,6%, rondando los 1,3 millones de toneladas.
La demanda interna seguirá estable con 3,8 millones de toneladas, rondando una demanda de 18 kg/persona.
“Hay buenas perspectivas de aumento de las exportaciones a partir de la apertura de nuevos mercados y la expansión a destinos ya consolidados, debido también a la desaceleración de los envíos de importantes competidores, como la Unión Europea y Canadá. En cambio, en el mercado interno se está consolidando un nuevo nivel de consumo, en torno a los 18 kilos por habitante y año, muy por encima de lo visto hasta hace unos años”, valora el director de mercados, Luis Rúa.
Ricardo Santín destacó el buen posicionamiento que tiene Brasil de cara a exportar a los países asiáticos que actualmente son los que mayor demanda están realizando, especialmente China. También sostuvo que ABPA va a reforzar sus esfuerzos para promocionar cómo Brasil trabaja en materia de sostenibilidad buscando transmitir que es algo que está implícito en el ADN productor y exportador de Brasil.
Sobre al cierre del mercado mexicano a la carne de cerdo brasileña, aseguró que es un tema meramente burocrático y que próximamente se resolverá.
Redacción de El Sitio Avícola con datos de El País.
El laboratorio de la famosa oveja Dolly, trabaja en la creación de pollos resistentes a la gripe aviar con edición genética. Se trata de una prueba de concepto que aún se debe perfeccionar para conseguir una protección total y enfrentarse a los retos de su aplicación práctica.
Montevideo | Todo El Campo | En julio de 1996 nació la oveja Dolly, el primer mamífero clonado. Para lograr esa hazaña científica, el Instituto Roslin de la Universidad de Edimburgo, debió invertir mucho conocimiento -y también dinero- en un logro sin precedentes. Ahora lo está haciendo para generar pollos resistentes a la infección por gripe aviar que tantos estragos productivos y económicos está causando en el mundo entero, poniendo en peligro la seguridad alimentaria y la sanidad animal en general, pero también la humana ya que no se descarta que el virus que la causa mute de tal forma que nos haga vulnerables.
Este martes 10, el suplemento Salud y Bienestar (El País de Madrid) informó que un grupo de investigadores británicos, que publicó sus resultados en la revista Nature Communications (*), ha probado el potencial de modificar pequeñas secciones del ADN de los pollos para evitar, aunque solo en parte, la infección de gripe.
“La gripe A necesita una proteína de las células de los pollos, la ANP32A, para replicarse. El equipo de científicos, liderado por Mike McGrew, investigador de la Universidad de Edimburgo, utilizó la técnica de edición Crispr para modificar el gen que produce la proteína en las células germinales de los pollos, algo que les permitiría transmitir el cambio a su descendencia. De esta forma, se crearon animales que apenas se infectaron de gripe cuando se les expuso a otras aves infectadas (9 de 10 lo hicieron) y no contagiaron después a otros pollos. En una prueba posterior, cuando se les inoculó una dosis mil veces superior, cinco de diez se infectaron”, explica el artículo firmado por el periodista Daniel Mediavilla.
El genetista Lluis Montoliu, del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, que no ha participado en el estudio, valora el resultado el comienzo de la generación de “animales resistentes a infecciones por gripe, que requerirán no una sino varias modificaciones genéticas. Generar más de una modificación en un mismo animal hubiera sido todo un reto hace unos años”, comentó, pero “ahora es mucho más sencillo con las herramientas Crispr de edición genética”, Es una técnica que permite trasladar “mutaciones existentes ya en la naturaleza”, porque “hay pollos resistentes a gripe con dos mutaciones en ANP32A”, “a la producción de aves editadas. Aprovechamos la variabilidad genética existente para generar resistencias”.
Las investigaciones y los avances están llenas de complicaciones que se deberán ir superando a medida que se desarrolla. Una de ellas en qué aves se puede aplicar la tecnología.
Víctor Briones, investigador del Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, consideró que es “una prueba de concepto interesante”, pero cree que su aplicación solo sería posible “en la avicultura industrial”.
Recuerda, que “los grandes reservorios de la gripe aviar son las anátidas”, unas aves, habitualmente migratorias, de la familia de los patos. Es difícil de introducir ese tipo de cambios genéticos en aves salvajes y migratorias.
Sin embargo, Mike McGrew, señaló a Salud y Bienestar que los tres genes modificados “se encuentran conservados en todas las especies de aves y esa edición debería funcionar con cualquier especie”. Incluso entre los pollos domésticos, la gran cantidad de variedades haría necesario que los cambios se introdujesen por separado en cada una de ellas. Los autores trabajan ahora en la resolución de estos y otros problemas para convertir en una solución práctica un interesante trabajo científico.
La empresa forestal amplió la certificación FSC® por el servicio ecosistémico en el área de palmares de Butiá Yatay, ubicado en Paysandú. Esto la convierte en la primera compañía en obtener esta certificación en Uruguay.
Paysandú | Todo El Campo | La ampliación de la certificación FSC® al servicio ecosistémico para el área de palmares de Butiá Yatay, ubicado en el predio Santo Domingo, en Paysandú, reconoce el aporte en mejorar la biodiversidad de un ecosistema endémico y amenazado de Sudamérica.
Los servicios del ecosistema son los beneficios que las personas obtienen de la naturaleza. FSC® ofrece la posibilidad de certificarlos demostrando el impacto positivo de la gestión forestal responsable y sostenible en la protección y conservación de un ecosistema. A raíz de esto, Montes del Plata es la primera empresa en Uruguay en obtener este reconocimiento.
Para obtener la certificación se demostró el efecto de las actividades de manejo sobre la biodiversidad en el ecosistema de palmares. Para esto, Montes del Plata trabajó junto al Grupo Biodiversidad y Ecología de la Conservación de la Facultad de Ciencias de la Udelar – conformado por el coordinador Dr. Alejandro Brazeiro, la Lic. Alejandra Betancourt, el Lic. Federico Haretche, Lic. Alexandra Cravino y Lic. Pablo Fernández-, con el fin de definir y evaluar los indicadores clave en los palmares con y sin pastoreo de ganado.
En este caso, los servicios están relacionados con el hábitat, refugio y alimentación, que va desde las flores hasta los frutos, y también con lo cultural, por ser un elemento identificatorio de la zona: “los palmares de Quebracho”.
Con respecto a los indicadores, se utilizaron mamíferos de mediano y gran porte, identificados con cámaras trampa y aves.
Se estudió también la complejidad de la estructura vegetal a través de una serie de variables medidas a campo.
En la zona sin pastoreo, la estructura vegetal mostró mayor cantidad y variabilidad de especies, con mayor cobertura y altura de arbustos, herbáceas y estratos de palmeras adultas, y se detectaron mayor cantidad de especies de aves y mamíferos; incluso algunas especies fueron encontradas únicamente en esta zona. “La exclusión del ganado en Santo Domingo ha sido una medida de manejo favorable para mejorar el hábitat y por consiguiente el estado poblacional, la expansión y densificación de la palmera Butiá Yatay, y generar una mayor complejidad de la vegetación. Todo esto permite mantener comunidades de aves y mamíferos”, afirmó Horacio Giordano, responsable de medio ambiente de Montes del Plata.
INIA aporta elementos para comprender la relación entre los pastizales y las aves, orientando a la vez sobre condiciones de pastoreo y gestión del campo natural que permiten una relación ganar – ganar entre productividad y conservación.
Ing. Agr. Oscar Blumetto* | Montevideo | INIA | Todo El Campo | El sistema de producción ganadera pastoril, basado en campo natural, es un ecosistema potencialmente muy rico en términos de especies de aves. Este artículo de la revista del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), N° 72, de marzo de 2023, aporta elementos para comprender la relación entre los pastizales y las aves, orientando a la vez sobre condiciones de pastoreo y gestión del campo natural que permiten una relación ganar – ganar entre productividad y conservación.
INTRODUCCIÓN.
La biodiversidad de plantas, animales y otros organismos vivos es esencial para el sostenimiento de diversos servicios ecosistémicos que contribuyen al bienestar, como por ejemplo la producción de biomasa; el ciclado de nutrientes, la formación del suelo, la fijación de nitrógeno, la polinización, el control de plagas y enfermedades, la regulación del clima, etc.
Uruguay alberga un elevado número de especies de animales y vegetales (2.750 especies de plantas superiores y alrededor de 859 vertebrados) que habitan una gran variedad de ambientes como pastizales, bosques, sabanas arboladas, humedales y dunas arenosas. Entre estos ambientes, los pastizales, conocidos como campos naturales, son los más importantes en cuanto a extensión y, a su vez, son el principal recurso forrajero de la ganadería.
La ganadería, al igual que otras actividades agropecuarias, genera impacto ambiental a través de la modificación de los hábitats naturales y de las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático.
Sin embargo, la ganadería basada en pastizales naturales y manejada con adecuado ajuste de intensidad de pastoreo, puede tener también impactos positivos y mitigar varios efectos negativos. La producción extensiva mantiene hábitats de pastizales seminaturales que sustentan a un gran número de especies silvestres y que proveen importantes servicios ecosistémicos.
El sector ganadero enfrenta el desafío de aumentar la producción y limitar sus impactos negativos sobre la biodiversidad. En el caso de los impactos positivos, para que estos sean tenidos en cuenta, es necesario cuantificar el impacto de la actividad productiva y generar información científica válida que pueda ser utilizada para comprender qué opciones existen para mejorar la sostenibilidad general de la producción ganadera.
El presente artículo es una adaptación de la reciente publicación “Los agroecosistemas ganaderos, importante hábitat para las aves: análisis cualitativo del efecto del manejo productivo en especies prioritarias para la conservación en Uruguay” (Blumetto, 2022) de la Revista Recursos Rurais, al cual puede accederse libremente. Para agilizar su lectura, hemos realizado una síntesis y minimizado las citas bibliográficas (**).
El objetivo es dar una referencia de la riqueza de especies que utilizan hábitats dentro de estos sistemas productivos y realizar un análisis cualitativo de la presencia de algunas especies especialistas de pastizal, prioritarias para la conservación, en función de condiciones de manejo ganadero.
¿DE DÓNDE PROVIENE LA INFORMACIÓN?
Este trabajo resumió los datos obtenidos en 30 establecimientos ganaderos y cuatro campos experimentales del INIA distribuidos por el territorio uruguayo (Figura 1). Los estudios se efectuaron en el transcurso de siete proyectos de investigación realizados durante 15 años. Los establecimientos dedicados a la ganadería representaron varios sistemas de producción, desde criadores a ciclo completo, con producción mixta de bovinos y ovinos y superficies entre 18 y 5.500 hectáreas. La base de alimentación del ganado es el campo natural, con la presencia variable de siembras de leguminosas en cobertura y pasturas sembradas. La sustitución de campo natural por estas pasturas sembradas osciló entre un mínimo de 0% a un máximo de 30%.
Por tratarse de un análisis cualitativo del uso de hábitat por diferentes especies, se pudieron considerar diferentes metodologías empleadas en los diferentes proyectos (desde listados a conteos).
Se consideró la presencia de las especies que utilizan hábitat dentro de los límites de los establecimientos y, dentro de estas, se determinaron las especies prioritarias para la conservación (Soutullo et al, 2013). Esa prioridad para la conservación está definida por nueve criterios: (1) Especies globalmente amenazadas según la Lista Roja de la UICN, (2) Especies nativas de Uruguay cuya distribución global no exceda los 175.000 km2, (3) Especies migratorias que utilizan parte del territorio nacional en alguna etapa de su ciclo anual, con una fracción mayor al 10% de su población global o biogeográfica presente en Uruguay, (4) Especies con área de distribución restringida en Uruguay (menos del 10 % del territorio), (5) Especies que han sufrido una disminución significativa en el tamaño de su población nacional, (6) Especies únicas desde el punto de vista taxonómico (únicas de una familia u orden, especies únicas de un género en el mundo) y/o ecológicas (papel destacado en el funcionamiento del ecosistema) con problemas de conservación, (7) Especies con valor cultural y/o económico (actual o potencial) con problemas de conservación, (8) Especies raras (pero de presencia regular) con problemas de conservación y (9) Especies amenazadas a nivel nacional según la Lista Roja de aves de Uruguay.
ANALIZANDO LOS RESULTADOS.
En la totalidad de sitios de estudio se registraron 274 especies de aves, de las cuales, 37 cumplen al menos uno de los criterios de prioridad. En el cuadro 1 se presenta la totalidad de especies prioritarias para la conservación registradas.
De esta lista, las especies marcadas con asterisco son consideradas especialistas de ambiente de pastizal. De estas especies, en función del conocimiento ecológico disponible, enfatizando en sus preferencias de hábitat, se analiza la posibilidad de lograr las condiciones de hábitat necesarias para estas especies en sistemas ganaderos.
Para simplificar el análisis se clasifica las especies en tres grupos por sus necesidades de hábitat. El grupo “A” se refiere a aquellas que requieren tapices herbáceos bajos, menores a 10cm de altura promedio, el grupo “B” son especies que pueden alimentarse de pastizales relativamente bajos, pero necesitan perchas y parches de pastizales de matas altas para refugiarse y anidar y el grupo “C”, especies que necesitan pastizales altos (altura de 0,8 a 1,5m) donde cumplen todo su ciclo biológico.
En el grupo A se encuentran el Ñandú (Rhea americana) y varios chorlos como el Chorlo cabezón (Oreopholus ruficollis), Chorlo pampa (Pluvialis dominica), Playerito canela (Tringites subruficollis) y el Batitú (Bartramia longicauda). Son especies que prefieren pastizales naturales con pasto corto (Aldabe et al, 2019), situación muy común en los sistemas ganaderos tradicionales. Todos pueden utilizar eventualmente pasturas sembradas para alimentarse cuando la altura del tapiz es baja, pero algunas como el ñandú prefiere los pastizales naturales para nidificar.
Las especies de chorlos mencionadas son especies migratorias, no nidificantes en Uruguay, y solo requieren esas condiciones específicas para alimentarse (insectos y otros pequeños invertebrados).
En el grupo B se incluyen especies que requieren otro tipo de condiciones ambientales. Por ejemplo, el Dragón (Xanthopsar flavus) y la Viudita blanca grande (Xolmis dominicanus) son especies que pueden alimentarse de pastizales relativamente bajos, pero necesitan perchas y parches de pastizales de matas altas o caraguatales para refugiarse y anidar. Las comunidades de caraguatá de bañado (Eryngium pandinifolium), son muy importantes para la nidificación del dragón; estas comunidades son comunes en zonas húmedas y la especie es tolerante al pastoreo. Sin embargo, en sitios donde no se dan las condiciones para este caraguatá, puede nidificar en pastizales altos, condiciones que necesitan de pastoreo de baja intensidad. En el caso de la viudita blanca grande la nidificación se produce mayoritariamente en matas de especies de gramíneas cespitosas como, por ejemplo, las pajas mansas (Paspalum spp.) o paja estralladora (Erianthus angustifolius).
Las condiciones aptas para estas especies de aves pueden alcanzarse en sistemas ganaderos, cuyo manejo procure mantener disponibilidades de forraje altas en el campo natural la mayor parte del año. Esto es lograble con la aplicación de tecnología de procesos disponible (Jaurena et al, 2021), con bajos costos y resulta además en un aumento de la productividad ganadera (Aguerre y Albicette, 2018). En la evaluación de este proceso, denominado intensificación ecológica, se detectó una gran heterogeneidad en la estructura y esta heterogeneidad era aún mayor a medida que aumentaba la altura media del tapiz, acompañando la mejora de los resultados productivos (Aguerre y Albicette, 2018). Este manejo implica el aumento de matas, parches de pasto alto y arbustos, lo cual probablemente es el efecto más importante para este grupo de aves. Estas condiciones ambientales son las ideales para otras especies prioritarias como la martineta (Rynchotus rufescens), ratonera aperdizada (Cistothorus platensis) y monterita de cabeza gris (Donacospiza albifrons).
Existe un caso particular que podríamos considerar en este grupo que es la Loica pampeana (Leistes defilipii). Esta especie es considerada en peligro de extinción y su población ha disminuido dramáticamente en las últimas décadas. La permanencia de los pastizales naturales con buena conservación es la principal determinante de la presencia de la Loica Pampeana (Aspiroz et al, 2017).
Según nuestras observaciones, las necesidades de anidación de la Loica pampeana, que es colonial, implican pastizales densos con alturas de pasto superiores a 10 cm en áreas amplias y homogéneas. Aunque hay menos información, es asumible que dichas condiciones son las que requiere también la Cachirla dorada (Anthus nattereri), especie considerada vulnerable.
Estas características del campo natural son raras en los sistemas ganaderos tradicionales de la cuesta basáltica, donde hoy se encuentran las escasas poblaciones de ambas especies. Normalmente, las condiciones se logran en planicies no inundables de suelos profundos, con pastoreo de baja intensidad. Esta situación tradicionalmente solo se observaba en potreros reservados para categorías de ganado de engorde (novillos) y en condiciones de buena disponibilidad de humedad en el suelo en primavera. Las nuevas propuestas de manejo de baja intensidad de pastoreo en campo natural, podrían lograr esas condiciones en forma más amplia.
Por último, podemos considerar un tercer grupo de especies “C” que necesitan pastizales altos (altura de 0,6 a 1,5 m) en donde cumplen todo su ciclo biológico. Un ejemplo son el grupo de los Capuchinos (Sporophila spp.), el Volatinero (Volatinia jacarina), Tachurí canela (Polystictus pectoralis) y los Coludos (Emberizoides herbicola y Emberizoides ypiranganus).
Estas características del pastizal son muy raras en las áreas de pastoreo y se encuentran en parches aislados, zonas de humedales o exclusiones de mediano plazo. Como estas especies pueden usar parches relativamente pequeños y en el caso de los capuchinos y volatinero son migradores estivales, pueden aprovechar oportunidades de relictos de pastizales altos que producen rinconadas naturales o provocada accidentalmente por la infraestructura. Sin embargo, dado lo aleatorio que pueden ser la ocurrencia de estos ambientes, se constituye en otra presión adicional sobre las aves que pueden arribar de su migración y no encontrar ambiente propicio.
La razón de la poca frecuencia de la situación de pastizales requerida, es que suele implicar pastos altos y espigados. Estos pastizales tienen una gran disponibilidad de forraje, pero su calidad es menor por lo cual los productores no promueven esas situaciones.
CONSIDERACIONES FINALES.
El sistema de producción ganadera pastoril, basado en campo natural, es un ecosistema muy rico en términos de especies de aves, al incluir muchos tipos de pastizales, árboles dispersos y bosques asociados. Entre ellas se destacan un gran número de especies prioritarias para la conservación.
El manejo tradicional, con alturas del tapiz bajas, puede proporcionar un hábitat adecuado para varias especies prioritarias para la conservación clasificadas en el grupo A, como el ñandú o varias especies de chorlos. Sin embargo, hay algunas especies, principalmente las que dependen de pasto alto o parches de vegetación cespitosa (grupo B), que son favorecidas por manejos ganaderos tendientes a aumentar la disponibilidad media de biomasa herbácea (trabajar con más pasto). Esta condición de menor intensidad de pastoreo genera condiciones que permiten una relación ganar-ganar entre productividad y conservación, generando oportunidades a las aves tanto del grupo A como el B.
Para el caso del grupo C con necesidades de hábitat con pastizales altos, aunque fueron detectadas en algunos establecimientos, es difícil pensar que las mismas se den en un manejo que propenda a aumentar la productividad. Estas condiciones necesitan medidas especiales como exclusiones parciales o temporales, lo que podría tener un costo de renuncia productiva que debería considerarse para poder favorecer su ocurrencia. Para este grupo particular de aves deben generarse manejos especiales, y ello solo puede ocurrir con políticas públicas que contribuyan a generar esos ambientes, ya que estas especies están declinando en forma importante. Otra posibilidad, es generar esas “pequeñas reservas” en esquemas de certificación de los sistemas, de manera de poder permitir la valorización comercial de ese manejo.
En la actualidad se viene realizando investigación nacional para mejorar el conocimiento de las relaciones entre el desempeño productivo y la biodiversidad, de modo de poder orientar la toma de decisiones de productores, técnicos y autoridades.
BIBLIOGRAFÍA
Aguerre, V. y Albicette, M.M., (2018) Eds. Co-Innovando para el desarrollo sostenible de sistemas ganaderos familiares de Rocha-Uruguay. Serie Técnica INIA Nº 243, 146p. ISBN: 978-9974-38-393-7
Azpiroz, A. B., Jiménez, S. & Alfaro, M. (2017) (eds.). Libro Rojo de las Aves del Uruguay. Biología y conservación de las aves en peligro de extinción a nivel nacional. Categorías “Extinto a Nivel Regional”, “En Peligro Crítico” y “En Peligro”. Dinama y Dinara, Montevideo. ISBN: 978-9974-91-784-2
Blumetto,O. (2022). Los agroecosistemas ganaderos importante hábitat para las aves: análisis cualitativo del efecto del manejo productivo en especies prioritarias para la conservación en Uruguay. Recursos Rurais, (18), 5-15. https://doi.org/10.15304/rr.id8567
Brazeiro, A., M. Achkar, C. Toranza, & L. Bartesaghi. (2020). Agricultural expansion in Uruguayan grasslands and priority areas for vertebrate and woody plant conservation. Ecology and Society, 25(1): 1-15. https://doi.org/10.5751/ES-11360-250115
Jaurena, M., Durante, M., Devincenzi, T., Savian, J., Bendersky, D., Moojen, F. G., et al., 2021. Native grasslands at the core: a new paradigm of intensification for the campos of Southern South America to increase economic and environmental sustainability. Front. Sustain. Food Syst. 5:547834. doi: 10.3389/fsufs.2021.547834
(*) Ing. Agr. PhD. Oscar Blumetto del Área de Recursos Naturales, Producción y Ambiente.