Apoyaron a los productores y expresaron que quien ocupe la Dirección Ejecutiva del INBA, hoy vacante por la renuncia del Dr. Gastón Cossia, estará “sujeto a la jerarquía del Consejo” y “debe ser el brazo ejecutor de las decisiones” que allí se tomen. Además tomaron posición sobre la manifestación del viernes 28 de enero.
La Sociedad de Medicina Veterinaria del Uruguay (SMVU) y la Academia Nacional de Veterinaria dijeron que los ataques de perros se dan “fundamentalmente en ovinos, pero también en vacunos, equinos, aves y suinos” y lamentaron “profundamente” esa situación.
Son ataques que “no solo provocan pérdida de vidas y lesiones irrecuperables en los animales atacados, sino también importantes pérdidas económicas a los productores y sus familias”, afirman, y “nos solidarizamos con los productores afectados y comprendemos la indignación, la frustración, el desestimulo y la rabia frente a estas circunstancias”.
La “problemática es multicausal” con una “superpoblación canina, falta de control sobre la reproducción de la especie, la carencia de identificación de los animales y principalmente, la conducta irresponsable de los tenedores de estos animales, constituyen las causas más relevantes”.
“Vale destacar que la evidencia indica que la inmensa mayoría de los ataques son realizados por perros con dueño y solo un pequeño número de los ataques se puede adjudicar a caninos asilvestrados o en estado salvaje”, precisan.
Por tanto “volvemos a hacer énfasis en las conductas humanas irresponsables, que no respetan los criterios de tenencia responsable y de bienestar animal, como principal causa de estos eventos desafortunados”.
Como parte del Consejo Directivo del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA), la SMVU mantiene “la genuina esperanza de que el INBA pueda cumplir con los cometidos para los que fue creado”, aunque “tiene problemas de funcionamiento que son inocultables”.
Por eso es “esencial establecer criterios lógicos de funcionamiento de la institución, a través de los que el Consejo Directivo defina las políticas de acción y los instrumentos para llevarlas a cabo”.
Sobre quien ocupe el cargo de director ejecutivo, hoy vacante por la renuncia del Dr. Gastón Cossia, señalan que está “sujeto a la jerarquía del Consejo” y que “debe ser el brazo ejecutor de las decisiones” que allí se tomen.
“Esperamos sinceramente que la designación de un nuevo director ejecutivo habilite a esa forma de trabajo y permita que el INBA pueda cumplir con las expectativas generadas”.
SOBRE LAS OVEJAS MUERTAS O HERIDAS EN LA PLAZA INDEPENDENCIA.
La Sociedad de Medicina Veterinaria del Uruguay y la Academia Nacional de Veterinaria se pronunciaron también sobre la concurrencia de algunos productores a la Plaza Independencia con ovejas muertas o heridas por mordeduras de perros, hecho ocurrido el viernes 28 de enero.
“Comprendemos la intención de los manifestantes de visibilizar, en toda su crudeza, la problemática y mostrar la gravedad de estas frecuentes situaciones, no podemos avalar que se haya prolongado innecesariamente el sufrimiento de los animales heridos”, reflexionan.
De esa forma se “ofende los principios de bienestar animal y tenencia responsable. Para nuestra profesión, estas acciones van en contra de uno de sus postulados: evitar o atenuar, en lo posible, el sufrimiento de los animales”.
Por último, “más allá de la diferencia en el procedimiento señalado”, destacan que “la SMVU se encuentra siempre dispuesta a aportar para encontrar soluciones a la problemática expuesta, que se entiende como gravísima. Sabemos que no hay soluciones fáciles ni milagrosas. Sin embargo, confiamos en que, con la participación de todos los actores involucrados y sin perder de vista los objetivos comunes, es altamente posible avanzar en el abordaje de estos temas”.
“Hoy, es la ausencia del Estado la causa primaria del actual desorden, a pesar de la creación de nuevas instituciones, cuyos objetivos desbordan de buenas intenciones y soluciones utópicas, respaldadas por presupuestos y fondos disponibles para su instrumentación”.
224 veterinarios de libre ejercicio expresaron su “solidaridad e incondicional apoyo a los productores cuyos predios son atacados por jaurías de perros”. La misiva llega a la opinión pública días después de que un grupo de productores llegó a la Plaza Independencia de Montevideo, frente a la Torre Ejecutiva, con ovejas heridas y muertas como consecuencia del ataque de perros.
Expresan que “durante años que se han vuelto décadas” han sido “testigos del crecimiento de la población de caninos y de la formación de jaurías fuera de control que afectan, desde el acceso a lugares públicos, contenedores de residuos, la circulación de humanos y vehículos, en el caso del área urbana”.
En el medio rural “este descontrol se caracteriza, en forma diaria, por el ataque de esas jaurías a otros animales, causándoles heridas gravísimas que suelen derivar en su muerte, ocasionando serios perjuicios morales y económicos a la población rural, muchos de ellos pequeños productores familiares de bajos recursos”, dijeron los firmantes.
“En el caso particular de los ovinos se ha convertido en uno de los problemas centrales que limitan la actividad productiva, dada la naturaleza violenta, impredecible e incontrolable de los ataques. Cientos de testimonios gráficos, que hoy permite recabar y difundir la tecnología, inundan un día sí y otro también, nuestros teléfonos”.
Esas imágenes “son de ovinos muertos, mutilados, muchos de ellos sufriendo lastimosamente, parcialmente destrozados, en números que llegan a cientos en un solo episodio”, enfatizan.
PROBLEMA HISTÓRICO CON “AUSENCIA DEL ESTADO HOY”.
Los profesionales de la salud animal mencionan que el problema “no es nuevo en nuestra historia como nación. En nuestros albores, las jaurías incontroladas ponían en riesgo la vida, no solamente animal sino humana, lo que llevó a que debieran ser controladas por las fuerzas del orden del Estado, erradicando la anarquía y la violencia imperante, y asegurando así un ambiente de seguridad esencial para la convivencia pacífica de comunidades humanas y animales, que se mantuvo por más de un siglo”.
“Hoy, es la ausencia del Estado la causa primaria del actual desorden, a pesar de la creación de nuevas instituciones, cuyos objetivos desbordan de buenas intenciones y soluciones utópicas, respaldadas por presupuestos y fondos disponibles para su instrumentación”, apuntan.
Y mientras los afectados están “abatidos y desesperados por un problema que los desborda” las autoridades están “embretados en un discurso políticamente correcto” y “nuestros gobernantes han optado por dilatar las soluciones, mientras desde la gran urbe, hay colectivos que deciden sensibilizarse por el sufrimiento de los perros que actúan en jaurías, ignorando el sufrimiento padecido por los animales que esas jaurías diezman”.
“La ley permite la eliminación de los perros que atacan a otros animales domésticos, encontrados dentro de los predios cuando están cometiendo actos como los descriptos. Esa opción es una constante muletilla de supuesta respuesta de las autoridades sobre el tema. Sin embargo, esas autoridades no detallan cómo debe llevarse a cabo esa acción. Las jaurías, con un número variable de perros, suelen actuar durante la noche. Lo hacen en forma súbita e impredecible, volviendo infructuosos y frustrantes los intentos individuales y aislados de los propietarios para contrarrestarlos, sobre todo por carecer, en la mayor parte de los casos, de los medios necesarios que se requieren”, concluyen.
Firman la misiva 224 veterinarios de todo el país.
Montevideo – TODOELCAMPO – En el mundo los desafíos sanitarios son un tema de permanente preocupación. En Uruguay la institucionalidad ha hecho hincapié en el concepto de “una sola salud”, lo que refuerza y pone en su debido lugar la función veterinaria. Animales sanos son parte clave en una sociedad que quiere ser sana. Sin embargo, en Estados Unidos faltan veterinarios.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) identificó 221 áreas en 48 estados de los 50 estados que posee, con escasez de servicios veterinarios.
Para atender y solucionar esa carencia, los funcionarios estatales de salud animal tienen hasta el 8 de noviembre para presentar nominaciones para que los lugares sean designados como áreas de escasez veterinaria en 2022, según la Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA).
Dos programas de USDA.
Esas áreas con escasez de servicio veterinario podrán recibir diversas asistencias en base a dos programas implementados por USDA y que ayudan a reclutar veterinarios para trabajar en ellas. Se trata del Programa de Reembolso de Préstamos de Medicina Veterinaria (VMLRP) y el Programa de Subvenciones de Servicios Veterinarios (VSGP).
Según AVMA, ambos programas ayudan a aliviar las brechas de acceso veterinario en las comunidades rurales, agrícolas y la práctica veterinaria de salud pública.
“Antes de cada año fiscal, el USDA recopila datos de escasez veterinaria de los funcionarios estatales de salud animal y utiliza la información para designar las áreas de escasez que deben mitigarse”, explicó la Asociación de Medicina Veterinaria.
Se espera que la lista de áreas de escasez para 2022 se anuncie en febrero de 2022, cuando se abrirá la ventana de solicitud para acceder a los programas.
AVMA es el principal defensor de los programas VMLRP y VSGP, y como tal está trabajando con el Congreso para aprobar la Ley de Mejora del Programa de Reembolso de Préstamos de Medicina Veterinaria, un proyecto de ley que extendería la capacidad del programa para llegar a más comunidades que necesitan servicios veterinarios.
En la Cámara de Representantes, la defensa sostenida de AVMA ha ampliado hasta ahora el número de copatrocinadores de la Ley de Mejora de VMLRP a 37. En el Congreso anterior, hubo 29 copatrocinadores.
Un problema que se arrastra.
La falta de veterinarios no es una problemática nueva para Estados Unidos. En 2021 USDA designó 221 áreas de escasez veterinaria en 48 estados.
Y viene de antes.
En 2007 se alertaba del fenómeno porque es económicamente más redituable la medicina en mascotas que en animales de consumo, además de situaciones familiares, por ejemplo cuando el cónyuge no le gusta o medio rural o si trabaja en la ciudad, es más difícil el traslado. Las distancias en Estados Unidos no son las mismas que en Uruguay.
En 1990 los veterinarios de animales de producción eran 4.500, según registros de la Asociación Americana de Medicina Veterinaria, y en 2007 eran menos del 10% del total de veterinarios dedicados a prácticas privadas.
“Los veterinarios desempeñan un papel clave en la seguridad nacional”.
AVMA ha destacado en su página web la importancia de los veterinarios para la sociedad, ya que “son los expertos preeminentes en salud animal, bienestar animal y comportamiento animal”.
“Los animales son importantes para la salud pública y la seguridad de muchas maneras, y los veterinarios están excepcionalmente calificados para abordar estas conexiones. Estas áreas incluyen la investigación médica, la seguridad alimentaria, la detección y prevención de enfermedades y el desarrollo de medicamentos”, agrega.
También resalta que “los veterinarios son vitales para la producción animal” debido a que “protegen nuestro suministro de alimentos seguros y nutritivos”.
“Los veterinarios son parte integral en el alcance comunitario y la educación del público sobre la interconexión de la salud animal, la salud humana y la salud ambiental”.
Como si todo eso fura poco, la medicina veterinaria juega un “papel clave en la seguridad nacional” de los países: “Al prevenir brotes de enfermedades zoonóticos y ataques de bioterrorismo dirigidos a animales de alimentación, los veterinarios desempeñan un papel clave en la seguridad nacional”.