Horacio Jaume: No llover sobre mojado

Horacio Jaume: No llover sobre mojado

En un editorial en el programa Diario Rural cuestionó el comportamiento de las gremiales e instituciones que por defender intereses particulares omitieron el interés general del rubro ovino.

Montevideo | Todo El Campo | El periodista Horacio Jaume cuestionó a las instituciones que deberían implementar políticas capaces de atender el rubro ovino y explotar toda la capacidad productiva de esa especie.

En su editorial del lunes 29 de enero en el programa Diario Rural (radio Rural) leyó el titular del diario El País en el cual el presidente del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), Alfredo Fros dijo que “hay que trabajar en ir a las lanas más finas en todas las razas”.

“Ante esas declaraciones, lo que yo me pregunto es ¿cuánto hace que sabemos eso?, ¿antes de Fros hubo alguna declaración de algún presidente del SUL con esa claridad que ahora vemos?, poque esto que se dice ahora sobre las lanas lo sabemos desde hace mucho tiempo” pero nos negábamos a la realidad.

Ante la eventualidad de que “mañana venga la señal de que las lanas medias cotizan más, ¿qué le correspondería decir a una institución como el SUL?”, se preguntó. Pues, debería decirnos que el mercado va hacia allá y “nosotros deberíamos prepararnos para tratar de enfrentar esa nueva situación de la mejor manera posible sin negarnos a ver esa realidad, porque si lo hacemos vamos a cometer un gran error”.

Para el periodista de radio Rural y Todo El Campo, “habría que preguntar, pero ya sabemos la respuesta: los técnicos no tenían la orden de decir hacia donde iba el mercado de la lana y qué era lo que había que hacer cuando todos sabíamos, también, cuál era la mayoría del rodeo nacional, que se hacía y cómo se abastecían de determinado tipo de genética mientras el mercado iba hacia otro lado. Eso no lo podemos negar y todas las gremiales deberían plantearse la pregunta”, planteó.

De la misma manera, en el Instituto Nacional de Carnes (INAC), “¿cuánto hace que se promueve la carne ovina y cuál es el motivo por el cual no pagamos la carne de acuerdo al tipo de animal que se comercializa, la famosa tipificación de la carne?”

“¿Las gremiales hacen hincapié con las industrias para que pongan eso en el primer plano?”, inquirió.

“¿Por qué Nueva Zelanda puede comercializar 20 millones de corderos por año y todos tienen la misma característica?” Nueva Zelanda tendrán los vaivenes del mercado, “pero coloca ese total de corderos mientras que nosotros si colocamos un millón tiramos cohetes. Porque nosotros en carne ovina y en corderos no hemos creado el mercado ni la reputación necesaria”, sostuvo, y añadió que “todos dicen que nuestros productos son buenos, pero los prestigios hay que ganarlos y los mercados hay que conquistarlos con permanencia, constancia y promoción.

En lana y e carne “no debemos equivocarnos en las orientaciones y si nos equivocamos porque obedecemos a determinados tipos de intereses, eso está mal y es lo que deben reconocer” quienes así actuaron.

La carne ovina tiene campo para desarrollarse, sin embargo “no le damos la importancia ni le brindamos las posibilidades para que progrese” y eso se hace “apoyándola de la misma manera que se apoyan otras carnes”.

El ovino es una “solución para mucha gente dado que en este momento en nuestro país hay más productores ovejeros que antes, porque hay más personas con ovejas pero son productores chicos, y para ellos la oveja es una solución importante”.

En otro pasaje de su editorial, recordó que el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) “tenía una línea de investigación del tambo ovino que desarmó y dijo que sobre ese tema se investigó lo suficiente y no vale la pena seguir. Bueno, hay tambos ovinos que están en plena evolución e importan ejemplares, pero la investigación paró. ¿Eso está bien?, no, está mal, se equivocaron”.

AUDIO COMPLETO.

Horacio Jaume | Diario Rural.
“Los problemas del ovino están de la portera hacia afuera”

“Los problemas del ovino están de la portera hacia afuera”

Salto/TodoElCampo-La producción ovina está dando algunas señales que son claras y otras que no tanto. Por el lado de las lanas, prácticamente ha dejado de ser un tema de discusión el afinar la fibra o migrar hacia un sistema de producción de lanas finas, porque más allá de las variabilidades de precios que se pueden verificar en el mercado, este tipo de finuras tiene una demanda más fluida.

La situación es más compleja cuando se analiza el rubro desde el punto de vista cárnico. “Creo que porteras hacia adentro los productores deberían solucionar varios problemas”, dijo el Ing. Agr. Gianni Bianchi, ex catedrático de la Universidad de la República y actualmente asesor de varios productores. Sin embargo, advirtió que la principal problemática está porteras afuer,a donde “no hay una señal clara de la industria, que claramente es vaquera y la oveja entra cuando no hay ganado, salvo honrosas excepciones”.

Bianchi reconoció que “como país tenemos restricciones de tipo arancelario. No le podemos exportar a países que quisiéramos exportar y tenemos restricciones también de tipo sanitario” pero entiende que la falta de señales claras, el ingreso del ovino cuando falta el vacuno y el límite en el peso de las carcasas, “es como poner un freno de mano” a la producción. “Sí tenés corderos que perfectamente se van a 18, 20, 22 kilos, 24 kilos de carne y eso la mayoría de las veces no lo quieren y si tenés oveja de descarte y no tenés consumo de carne y quieres venderla, es un drama”.

El técnico recordó que el precio del cordero este año cerró en un piso histórico. “Cerramos el año con un precio del cordero a US$ 2,85. Yo no recuerdo un precio tan bajo del cordero pesado. Del 96 para acá, un promedio de muchos años andaban US$ 3,60 si mal no recuerdo. O sea que estamos 25% abajo de ese precio. Entonces es complicado”.

Bianchi remarcó que la señal más importante para el ovejero es el precio que recibe por su producción. En este sentido dio como ejemplo la producción de lanas finas. “¿Por qué alguien decide adoptar el paquete tecnológico de afinar? Compra carneros mejoradores con negativos en el diámetro de la fibra, hace esquila preparto, certifica la lana, hace acondicionamiento, etcétera. ¿Por qué hace todo eso? Lo hace porque más allá de la volatilidad del mercado en general por la lana fina, al final obtiene un diferencial de precio importante”.

En este sentido recordó que estos sistemas productivos, ubicados en su gran mayoría en el norte del país, se encuentran sobre suelos superficiales donde tienen muy poca competencia, pero en el resto del país tiene que competir con otros rubros y “más allá de que sea un animal muy noble, que tenga una sinergia importante con la agricultura, que tenga un techo productivo muy alto, si a la hora de comercializar el producto resulta que te va mejor en la agricultura, te va mejor con la forestación, mejor con la lechería, mejor en la carne vacuna y bueno, la gente opta por algo más rentable”.

Si bien existen varias razas en el país que permitirían un avance rápido de la producción ante señales claras del mercado, Bianchi dijo que “si uno ve los indicadores nacionales, la respuesta es que no estamos preparados. Pero yo creo que esos indicadores se pueden mover. Hay un paquete tecnológico disponible para adoptarse y, si se dan señales claras, rápidamente”.

En el caso de la producción de carne ovina, también la lana es una limitante desde el punto de vista de los productores, que en las razas carniceras tienen micronajes altos y eso determina un bajo valor por las mismas, pero además dificultad en la colocación. Al respecto, Bianchi recordó que, con el incremento de la señalada de corderos, rápidamente se cubre esta problemática.

“La esquila anda en US$ 2,0-2,5 por oveja y en el mejor de los casos la vendes a 0,50 centavos, por lo que si tenés cuatro kilos de lana por oveja, a 0,50, prácticamente estás pagando los costos de esquila”, señaló el profesional, quien dijo que al no cubrirse ese costo “la cuenta tiene que ser, corderos extra, es decir ¿cuánto más eficiente tengo que ser en la producción de carne para matar el costo?”.

La respuesta a dicha interrogante, según explicó Bianchi, es cuando “tenés razas que pueden señalar 1,3, 1,4, 1,5 corderos por oveja. Hay una cuenta que es bien sencilla, si estamos con una esquila de US$ 2,5 por oveja, si vos tenés 100 ovejas son US$ 250 para cubrir el costo. Aún con el precio de sótano que tenemos hoy para el kilo de cordero pesado a US$ 2,85, con 6 corderos más que produzcamos por cada 100 ovejas, estamos matando los costos de esquila”.

El profesional reconoció que “esto no es lo ideal”, pero remarcó que muchas veces “la solución está en la estancia. Si vos mejoras los indicadores reproductivos rápidamente estarías matando ese costo”.

Fuente: Luis Silva y Tardaguila

Acerca de la reciente importación de genética ovina desde el Paraguay.

Acerca de la reciente importación de genética ovina desde el Paraguay.

“No descarto la idea de importar una raza de pelo, pero considero que ésta debería contar con las dos características que se necesitan para un sistema de producción de corderos: prolificidad y aptitudes carniceras. La Dorper es carnicera, pero no es prolífica y el Santa Inés es algo prolífica, pero no es carnicera”.

Ing. Agr. Dr. Gianni Bianchi Olascoaga | Montevideo | Todo El Campo | Más allá de que la decisión de importar una nueva raza está librada a cualquiera, vale la pena reflexionar sobre dos puntos a mi entender muy importantes (*):

1. Qué impacto se espera puede traer aparejado el desarrollo de ese material genético en el país.

2. Independientemente de la raza y dando por descontado de que se tomaron todos los recaudos sanitarios hay una serie de aspectos técnicos que deberían tenerse en cuenta, a saber: ¿qué información genética se dispone de los ejemplares importados?, ¿cuál es su origen?, ¿cuán representativos son los animales respecto de la raza en cuestión? y finalmente ¿cuántos animales (machos y hembras) se introducen?

En este caso particular se trata de dos razas de pelo, una ya existente en el país, Dorper, aunque desconozco el número de ejemplares puros disponibles y otra nueva como es el caso del Santa Inés. A priori se podría pensar que lo que se fue a buscar es razas que no sea necesario esquilarlas, habida cuenta de las dificultades que atraviesa la comercialización de lana en el Uruguay, salvo que se trate de fibra por debajo de 21 micras. Ahora bien, existen muchas razas de pelo en el mundo y en la región. No parece ser ésta una razón determinante para decidir su importación. Sin perder de vista, que el Dorper no sólo ya existe en el país, sino que también hay información científica generada en el ámbito local con esta raza en cruzamientos terminales y en forma comparativa con otra raza carnicera de las más antiguas del país como es el Southdown. Esa información se generó en la Facultad de Agronomía en Paysandú, cuando la Institución todavía consideraba importante el rubro y en forma muy resumida se concluyó que el cordero cruza Southdown no sólo no tiene nada que envidiarle al cordero cruza Dorper, sino que a pesos elevados se comparta mejor aquella que ésta, en virtud de la alta precocidad en lo que a deposición de grasa subcutánea se refiere que muestra la raza de origen sudafricano. Vale decir que la única diferencia entre el Dorper, y yo me atrevería a decir, y cualquiera de las demás razas carniceras existentes en el país, es que no tiene lana y que manifiesta rapidez en su terminación. Característica esta última que ya posee, sin ir más lejos, el Southdown y también el Hampshire Down.

Respecto al Santa Inés, como raza foránea que es, no hay información a nivel local. Sin embargo, es muy común en el noreste brasilero y a priori diría que es una raza maternal, pero no tengo expectativas en cuanto a su aporte carnicero.

En definitiva, no descarto la idea de importar una raza de pelo, pero considero que ésta debería contar con las dos características que se necesitan para un sistema de producción de corderos: prolificidad y aptitudes carniceras. La Dorper es carnicera, pero no es prolífica y el Santa Inés es algo prolífica, pero no es carnicera.

Me interesa analizar, aunque sea superficialmente los aspectos señalados en el segundo punto que entiendo vale la pena considerar cuando se piensa importar una raza. Es decir, más allá de los gustos personales y la disponibilidad de ejemplares en el país, la información disponible y la calidad de ésta es clave. Es muy importante la elección del lugar de dónde se trae y la cabaña seleccionada, pensando sobre todo en cómo se está trabajando la raza desde el punto de vista de los programas de mejora genética en el país de origen. También es importante cuántos ejemplares se traen y cuál es el objetivo de multiplicación que quien lo importa tiene pensado llevar adelante. Para que se entienda, pongo un ejemplo de lo que imaginó no pasó, ni va a pasar: se trajeron 10-12 ovejas y 2 carneros puros por cruza, sin considerar su origen por raza y sin ninguna evaluación genética y al año se empiezan a vender animales media sangre o 3/4 de la raza en cuestión. Creo que queda claro que si ese fuera el escenario (repito no creo o quiero no creerlo), no se tendría certeza de cuan representativa es la raza, qué puede trasmitir a la descendencia y además la presión de selección para la reposición y eventual venta sería nula. 

Sin considerar, además, que sería deseable antes de difundir dicha genética (aun tomando los recaudos anteriores), contar con información objetiva y neutral. De ahí la importancia de que algún organismo de investigación apoye de alguna manera la decisión de importar nuevos materiales genéticos. Por el momento, eso no sólo no ha pasado, sino que nadie de ninguna institución vinculada al rubro, al menos que yo sepa, se ha expedido sobre esta noticia. Seguramente tenga que ver con lo reciente del tema y las fechas que transitamos y más temprano que tarde alguna de las instituciones que están dirigiendo los programas de mejora genética ovina nacional se expidan técnicamente al respecto, sobre todo cuando además tienen como objetivo promover el desarrollo del rubro ovino.

Foto de portada: Facebook Grupo TV Rural.

(*) Artículo sobre la exportación de ovinos paraguayos a Uruguay: Paraguay exportó ovejas Santa Inés y Dorper a Uruguay. – Todo El Campo

300 productores lo confirman, los Maremma son la solución para los ataques de perros.

300 productores lo confirman, los Maremma son la solución para los ataques de perros.

Pequeños productores de todo el país han logrado combatir el tema perros, y el elemento más usado son los Maremma que vigilan las majadas de los ataques de diversos depredadores.

Horacio Jaume | Montevideo | Todo El Campo | Muchas veces, cuando a alguien le ocurre algo malo, se plantean interrogantes que lo hacen sentir culpable. Por ejemplo, si una persona sufre el robo de la radio del auto y cuenta eso que le sucedió siempre alguien pregunta “¿pero cómo, no sacaste la radio?, y se plantea: “¡Cómo no te la van a llevar si no la sacaste del auto!”, como si la víctima fuera el responsable.

Pero en realidad el tema no es así, sino que lo que está mal no es dejar la radio sino robar, aunque uno puede tomar medidas de precaución para tratar de evitar que le suceda el robo.

Digo esto por una sencilla razón: el ataque de perros en nuestras majadas es un caso preocupante, serio, y que no se ha encarado en forma correcta porque los resultados que se obtienen de esas medidas que se adoptan no son los mejores. El problema de los perros sigue latente y provoca que muchas veces por ese motivo los afectados, aún convencidos de las bondades de la producción, abandonen la misma porque les es imposible solucionarlo y continuar.

Ahora bien, existen alternativas para tratar de combatir esos perros sin que los responsables de dar una solución definitiva dejen de tomar medidas más importantes.

¿Cuáles son esas alternativas? Hay algo muy concreto que nos hace pensar que determinadas medidas puedan ser muy positivas: hace no mucho tiempo se formó una gremial de criadores de ovejas de pequeños productores. Actualmente son 300 los productores que integran esa gremial y están desparramados en todo el territorio nacional. Lo interesante es que esos 300 productores han logrado combatir el tema perros, y el elemento más usado son los perros Maremma que vigilan las majadas de ataques tanto de perros como de otros animales.

También hay otras posibles medidas, entre ellas las llamas o las burras, pero en este caso particular lo más usado son los perros Maremma, animales que son vigilantes, que tienen un período de adaptación con la majada, durante su crecimiento conviven con los ovinos, y posteriormente van al campo y lo único que hay que hacer es atenderlos en el sentido de que hay que llevarles la comida, el resto del tiempo ellos realizan su trabajo que consiste en vigilar.

Sabemos que el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) les ha puesto GPS a esos perros para saber cómo vigilan, cuánto caminan, y realmente impresiona la cantidad de kilómetros.

Un día, a través de distintas medidas que se toman, los encargados del INIA sacaron a los perros Maremma produciéndose un destrozo brutal por parte de perros depredadores.

Lo que digo es que hay elementos para combatir ese problema de una manera preventiva, como el ciudadano que se lleva la radio para evitar el robo.

Esto que cuento es lo que a mí me cuentan. Y creo que es un buen ejemplo que 300 productores hayan encontrado una solución para seguir en la producción ovina, y algo más interesante, permite iniciarse como pequeños productores, y cuando decimos “pequeños productores” son establecimientos que suelen estar cerca de los pueblos, en zonas donde hay más perros, y también allí han obtenido resultados muy positivos.

Cuando se hace una radiografía de la producción ovina surge que hay menos ovejas, pero hay más productores que tienen menos ovejas; también es cierto que esos pequeños productores al estar más cerca de sus animales logran hacerles una vigilancia más directa; también es cierto que los predios que están en zonas más alejadas no sufren tanto el ataque de los perros aunque hay casos en que algún cazador pierde algún perro que queda en el campo.

Lo que trato de comunicar es que en este caso de los ovinos y los perros se ha buscado una alternativa; que no se puede dejar de decir que hay otra manera de combatir a los perros y que las herramientas que se usan no son las mejores porque los resultados dejan mucho que desear, pero también decimos que hay instrumentos que permiten a muchos productores permanecer en la producción ovina y más que nada que se inicien en la producción porque los perros Maremma han dado una respuesta por demás interesante en lo que tiene que ver con este tipo de dificultades.

AUDIO COMPLETO DEL EDITORIAL.

Horacio Jaume | Diario Rural | Radio Rural.
¿Qué costo tienen los perros depredadores para la ganadería nacional?

¿Qué costo tienen los perros depredadores para la ganadería nacional?

¿Cuántos son los establecimientos ovejeros que dejaron de serlo por accionar de los depredadores, y a cuánto llega el total de pérdidas por mordeduras de perros en animales de producción?

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Una de las mayores preocupaciones de los productores ovinos es el de los depredadores, principalmente perros -aunque no son los únicos-, que causan verdaderos estragos en las majadas que se transmiten en pérdidas económicas muy importantes y causan desazón, desánimo e impotencia en el productor que sufre una situación así.

Según dicen son varios los establecimientos que han abandonado el rubro porque no pueden con la acción destructiva de los perros. Analizado el problema desde el lado de la economía, se hace insostenible seguir cubriendo pérdidas.

En realidad no se posee el detalle de cuántos predios ovejeros han dejado de serlo por esa razón, así como tampoco no se han cuantificado las pérdidas. Si esa información existiera se debería dar a conocer: la cantidad de productores ovejeros que ya no lo son por culpa de los depredadores, como los números en miles de dólares de pérdidas por ese motivo.

Contabilizar los establecimientos como cuantificar las pérdidas por ovejas heridas y muertas por acción de los depredadores, discriminando perros de otros animales de campo, sería el comienzo serio para entender la magnitud objetiva del problema que enfrentamos. De lo contrario continuaremos como ahora, que todos sabemos que es un problema preocupante y grave pero desconocemos la dimensión del mismo.

A esos datos hay que agregarle cuánto aporta la sociedad uruguaya a los refugios para perros sin dueños y a qué monto asciende la inversión por las curaciones, castraciones y chipeos a perros con y sin dueño que se está desarrollando en todo el país.

NO SOLO OVEJAS.

Hay que decir que el impacto negativo de los perros implica también a lo vacunos, principalmente animales jóvenes, que se registran en una medida mucho menor pero no por eso se debe despreciar el dato de que ha sucedido.

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