Gobierno avanza para construcción de casas de madera en 2023. La madera mantiene la calidad y reduce los tempos de la construcción en un 50%.
Esta semana, el miércoles 9, se realizó un taller internacional sobre modelos y formas de promover la construcción de madera de calidad en Uruguay. El objetivo es potenciar el uso de la madera en viviendas sociales, se trata de aprovechar las ventajas de esas construcciones que están creciendo en todo el mundo.
Irene Moreira, ministra de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT), dijo que el Gobierno, desde el comienzo, definió la construcción de viviendas en madera como buque insignia, porque es un material con variadas prestaciones que posibilitará mejorar en un 50% los tiempos de construcción sin perder la calidad.
Para atender las necesidades habitacionales, la reducción en el tiempo de construcción es fundamental.
En tal sentido se ha trabajado de manera conjunta con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y con organizaciones privadas y públicas para establecer una normativa que habilite que la construcción de casas en madera sea una realidad.
Nicola Lindertz, embajadora concurrente de Finlandia para Uruguay, que participó del evento, dijo que la mejora técnica de la construcción en madera es un ejemplo de colaboración entre ambos países porque focaliza en experiencias prácticas en temáticas como técnicas constructivas, protocolos de evaluación, directrices técnicas para acondicionamientos acústicos, térmicos y contra incendios, normas de protección y temas digitales.
La diplomática sostuvo que estimular el valor de este recurso en construcción implica promover aspectos sociales, ambientales y climáticos.
LA MADERA CONTRIBUYE A LA SOSTENIBILIDAD.
Por otra parte, Markus Handke, director de Cooperación de la Delegación de la Unión Europea, señaló que la tercera parte de los residuos sólidos del mundo provienen de la construcción, por lo que pensar en este tipo de edificaciones significa un desafío para la sostenibilidad futura.
Son fondos no reembolsables que suman US$ 750.000 dólares y se destinarán a gestionar la cooperación técnica de la iniciativa. Además del beneficio medioambiental, se concretará la producción de vivienda social en madera y fortalecer las prácticas forestales.
El lunes 1° de agosto se concretó la firma del acuerdo del que participaron la participación de la ministra y viceministro de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT), Irene Moreira y Tabaré Hackenbruch, respectivamente; el representante del Grupo BID en Uruguay, Matías Bendersky, el embajador de Japón, Hideki Asari, el intendente de Río Negro, Omar Lafluf, el presidente de la Agencia Nacional de Vivienda (ANV), Klaus Mill von Metzen, y otras autoridades.
El convenio consiste en la entrega de una partida de hasta 750.000 dólares no reembolsables que otorga el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través del Fondo Especial de Japón, destinada a apoyar al ministerio en el desarrollo de acciones que promuevan la utilización de madera nacional en proyectos de vivienda.
El plazo para la ejecución del programa será de 24 meses a partir de la fecha de vigencia del acuerdo.
El BID utilizará los recursos económicos para contratar y pagar los servicios de consultoría necesarios para el cumplimiento de las metas. Por otro lado, el ministerio colaborará con los consultores y con el BID, a la vez que brindará apoyo técnico, logístico y administrativo.
Hackenbruch señaló que el comienzo de los trabajos con este material representa un eslabón en la cadena forestal, que se suma al movimiento productivo.
Recordó que la secretaría estatal ha trabajado con otros ministerios y con el Congreso de Intendentes, con el fin de promover la eficiencia en la temática.
El jerarca añadió que el presente acuerdo “está apalancado” por la Hoja de Ruta para la Construcción de Vivienda Social en Madera en Uruguay (*), documento presentado en el Palacio Legislativo en mayo pasado.
Finalmente, resaltó la importancia de la construcción en madera en cuanto al descenso de la emisión de dióxido de carbono, gas contaminante que se encuentra en las construcciones que utilizan sistemas tradicionales.
Por su parte, Matías Bendersky sostuvo que el organismo está interesado en reinvertir en toda América en el marco de una visión hacia el 2025, y destacó que la construcción de viviendas en madera es una de las formas más eficaces para conservar el ambiente.
Está previsto que esta cooperación técnica incluya una actualización de la normativa nacional y departamental, un concurso internacional de proyectos piloto, una estrategia de comunicación efectiva y el fortalecimiento de las instituciones, según consignó.
Marcelo Bendersky, representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Uruguay, destacó algunas de las virtudes de la madera como materia prima en la construcción.
El desarrollo de la madera en la construcción de viviendas es una materia pendiente para Uruguay, pero el Gobierno se impuso, a través del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT) cambiar esa realidad. Así lo dijo la ministra Irene Moreira: Se desarrollará “una política de fortalecimiento de la industria forestal agregando valor a la madera nacional a través de la generación de productos de ingeniería aplicables a la construcción”.
Este viernes 27 de mayo, en un acto encabezado por la ministra de Vivienda se lanzó la iniciativa que apuesta por la madera para la construcción de viviendas sociales. Se trata de una materia prima que reduce el tiempo de construcción y es afín a los objetivos ambientales hacia los que el mundo quiere caminar.
Es por eso que Uruguay avanzará en “una política de fortalecimiento de la industria forestal agregando valor a la madera nacional a través de la generación de productos de ingeniería aplicables a la construcción”.
Para eso llamó a todas las áreas involucradas a que “impulsen el uso de madera en la construcción de viviendas sociales”, algo en lo que Uruguay ya tuvo una reciente y exitosa experiencia con Mevir y la Intendencia de Rivera.
“El valor del metro cuadrado de la madera es significativamente menor que el de la construcción tradicional, y la obra se reduce en tiempo de trabajo en un 50%”, aseguró.
Adelantó que Uruguay también realizará construcciones en altura, una novedad para nuestro país.
El acto contó con la presencia del representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en nuestro país, Marcelo Bendersky, quien destacó algunas de las virtudes de esa materia prima.
“Es el único material de construcción renovable y reciclable, si el bosque se maneja de manera sustentable los árboles pueden ser renovables”. Es un producto que “requiere mucho menor energía para ser procesado”. Absorbe carbono y “acumula grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) y su industrialización genera gases de efecto invernadero mucho menores que otros materiales, por ejemplo, producir una tonelada de madera genera 33 kilos de emisiones netas” contra el cemento que genera 264 y el acerco con 694 kilos.
Además de la inversión en los módulos habitacionales por parte de UPM que supera los US$ 2 millones, serán utilizados dos predios en Durazno y Tacuarembó cuya infraestructura fue desarrollada por UPM.
La iniciativa surge de la firma de un acuerdo suscripto este 20 de mayo entre el Ministerio de Vivienda y la empresa UPM, que se comprometió a ceder 500 de los módulos utilizados durante la construcción de la planta una vez que finalizara la obra. La ministra Irene Moreira destacó que serán casas de uno o dos dormitorios que cumplirán con los estándares de calidad y se entregarán en el primer trimestre de 2023.
El acuerdo fue suscripto, asimismo, por los intendentes de Durazno y Tacuarembó, Carmelo Vidalín y Wilson Ezquerra, respectivamente, dado que las soluciones habitacionales se pondrán a disposición de familias de ambos departamentos.
La empresa cederá a la secretaría de Estado 500 módulos, que ocupan un área de 25 hectáreas. El ministerio se hará cargo de la construcción de las 100 viviendas y las intendencias colaborarán para instalar estas estructuras.
Moreira señaló la importancia de buscar mecanismos que permitan reducir el déficit habitacional existente. En tal sentido, dijo que estos dispositivos se convertirán en 100 hogares dignos para familias uruguayas. Resaltó que estas viviendas cumplirán con todos los estándares establecidos en materia de calidad, incluirán uno o dos dormitorios y serán entregadas durante el primer trimestre de 2023.
El subsecretario de Vivienda, Tabaré Hackenbruch, mencionó que la Constitución de la República establece que la vivienda digna es un derecho de los ciudadanos y que el aporte privado permite alcanzar esos logros. Agregó que, con esta donación, se ve la sinergia de los diferentes niveles de gobierno en complementación con la actividad privada. Asimismo, subrayó el compromiso social de la empresa UPM al donar los insumos para la edificación de estas casas.
GONZALO GIAMBRUNO: “UN HITO RELEVANTE”.
Para Gonzalo Giambruno, director de Proyecto de UPM, “este es un hito relevante en el avance de nuestro proyecto. El concepto con el que se planificaron y ejecutaron los alojamientos temporales permitió lograr una integración positiva de los trabajadores de la construcción a la región. Una vez finalizada la obra esta modalidad nos garantiza una desmovilización ordenada, y mediante este acuerdo también permite generar soluciones permanentes de vivienda de calidad para los departamentos de Durazno y Tacuarembó”.
BENEFICIOS QUE TRASCIENDEN AL PROYECTO DE INSTALACIÓN DE LA NUEVA PLANTA.
Además de la inversión en los módulos habitacionales por parte de UPM que supera los 2 millones de dólares, serán utilizados dos predios en Durazno y Tacuarembó cuya infraestructura fue desarrollada por UPM para permitir el alojamiento de trabajadores durante la fase de construcción de la nueva planta. Otros nueve predios cuentan con mejoras de infraestructura y serán transferidos al Estado una vez finalizado el proyecto.
El diseño de proyectos de gran escala como el de UPM permite generar beneficios permanentes para las comunidades aledañas incluso durante el plan de desmovilización de los trabajadores, donde se generan soluciones permanentes de vivienda para familias uruguayas.
MODELOS DE CONSTRUCCIÓN COMPETITIVA POTENCIANDO LA INDUSTRIA NACIONAL
Los costos y tiempos de construcción asociados a este concepto son muy competitivos. Requiere de entre un 15 y un 30% del tiempo de obra en comparación a una vivienda tradicional, y se puede construir cuatro casas en una semana. También presenta una gran flexibilidad en lo que concierne a la producción y al transporte.
Estas características permiten que este tipo de solución pueda implementarse en cualquier parte del país desarrollando la industria y el empleo nacional.
El balance de 2021 es positivo: 900 soluciones habitacionales construidas; 5.000 personas beneficiadas. En 2022 se espera llegar a un récord de obras de infraestructura comunitaria y concretar 40 planes de vivienda.
Mevir es el Movimiento de Erradicación de la Vivienda Insalubre Rural, su nombre define su ámbito de acción en estos primero 55 años que cumplió la institución, y que en los últimos se ha actualizado en sus objetivos y plantes de trabajo sin perder su esencia.
El balance de 2021 es positivo: 900 soluciones habitacionales construidas; 5.000 personas beneficiadas. En 2022 se espera llegar a un récord de obras de infraestructura comunitaria y concretar 40 planes de vivienda.
De esa manera, con un buen balance del año pasado y un mejor anuncio para el actual, se llevó a cabo el jueves 5 de mayo, en la antesala de la Cámara de Senadores del Palacio Legislativo, el lanzamiento de la conmemoración de los 55 años de la institución.
Del acto participó la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, la ministra de Vivienda, Irene Moreira; el presidente de Mevir, Juan Pablo Delgado, y el presidente del Correo Uruguayo, Rafael Navarrine.
Creado en 1967, Mevir construyó hasta ahora más de 41.000 soluciones habitacionales que incluyen viviendas, unidades productivas, refacciones, obras de saneamiento y electrificación, y más de 32.000 casas nuevas, mediante las que benefició a más de 145.000 uruguayos, se informó.
“Hablar de Mevir significa hablar de políticas públicas que realmente interpretaron la realidad social en su origen y en la actualidad”, dijo la vicepresidenta Beatríz Argimón.
Por su parte, Moreira destacó que la ayuda mutua es fundamental, porque la institución no solamente entrega las llaves de una vivienda, sino que el participante del programa construye su propia casa. Agregó que para Mevir la familia es fundamental y la mujer jefa de familia aún más.
También anunció que uno de los objetivos es continuar avanzando respecto a asentamientos en todo el país.
LAS ACCIONES DE 2021 Y LOS DESAFÍOS DE 2022.
Delgado en tanto repasó las principales acciones logradas en 2021 y los desafíos para 2022.
En el último año se construyeron cerca de 900 soluciones habitacionales, en 30 planes de obra ejecutados, lo que implicó más de 5.000 personas beneficiadas.
Además, que se efectuaron las escrituras de un 55% más de viviendas que el promedio de los últimos años, lo que implicó que 2.400 personas pasaron a ser propietarios.
También recordó que, en ese año, se desarrollaron más de 300 acciones judiciales para recuperar viviendas vacías que fueron readjudicadas, y se realizaron nuevos programas para permitir que los participantes de Mevir construyan galpones o concreten mejoras edilicias.
Agregó que comenzó un plan piloto de construcciones de madera sustentable, que permite reducir los tiempos de obra en un 50% y los costos en un 40%.
Delgado también hizo referencia al concepto de «construir comunidad», para lo cual se establecieron convenios que permiten generar infraestructura, como saneamiento, conexiones de electricidad, instalación de policlínicas o destacamentos policiales, lo que, consideró, facilita el arraigo de los pobladores.
Explicó que el instituto desarrolló una aplicación para celulares que permite notificar cuando existe una vivienda vacía, pagar la cuota mensual e inscribirse en los diferentes planes. Actualmente, el 13% de los participantes paga por la aplicación y el 70% de las denuncias se registra por este medio.
2022 SERÁ RÉCORD. El presidente de Mevir dijo que se elaboran acciones en la búsqueda de nuevas líneas de financiamiento, que pretenden realizar más planes habitacionales, y consolidar al programa como un brazo ejecutor del Ministerio de Vivienda.
Además indicó que se trabaja en la emergencia habitacional rural para eliminar los asentamientos y crear programas en línea de género, ya que el 60% de las participantes de los programas son mujeres.
Asimismo, dijo que 2022 será el año récord de obras de infraestructura comunitaria con casi 80 obras por convenio, y que este quinquenio será el período con mayor cantidad de infraestructura comunitaria en la historia de Mevir.
En cuanto a soluciones habitacionales, manifestó que están en curso 25 planes y otros 13 en la etapa de llamado, lo que totaliza unos 38 planes de vivienda para 2022, en todos los departamentos del interior.
En la oportunidad se presentó un sello personalizado realizado por el Correo Uruguayo con motivo de la celebración de los 55 años de Mevir.