Sin jóvenes la lechería no tiene futuro.

Sin jóvenes la lechería no tiene futuro.

Si queremos que los tambos se mantengan abiertos y eventualmente su número incremente, es importante que valoremos el rol que cumple la juventud.

Montevideo | Todo El Campo | Cada vez hay menos tambos. Ese es un comportamiento mundial al que Uruguay no escapa, y todo parece indicar que con el tiempo seguirá disminuyendo el total de establecimientos lecheros continuando en la actividad sólo los de mayor eficiencia productiva ya sea por volumen producido como por costo de producción.

La reducción de tambos quizá no tenga un efecto catastrófico en la producción que se mantiene estable o aumentando, pero sí tiene consecuencias en lo social con el vaciamiento del campo, y a lo laboral por la pérdida de fuentes laborales; además el tambo lleva infraestructura y desarrollo al lugar donde está emplazado.

Una cosa es evidente, si queremos que los tambos se mantengan abiertos y eventualmente su número incremente, es importante que valoremos el rol que cumple la juventud. Pero ningún joven sentirá interés si no ve que la lechería es una actividad atractiva.

EN RÍO GRANDE DO SUL.

En Río Grande do Sul (Brasil) hay más de 33.000 productores de leche vinculados a la industria, según el Relatório Socioeconômico da Cadeia Produtiva do Leite no RS – 2023 (*) informe publicado en agosto pasado y elaborado por Emater (Empresa de Asistencia Técnica y Extensión Rural).

En 2015 eran 84.199 productores de leche, a la fecha la caída fue de más de 50.000.

EL VALOR DE LA JUVENTUD.

Un artículo publicado en ABC+ (diario de Río Grande do Sul cuya casa central se ubica en Novo Hamburgo, al noreste del estado) profundiza sobre el rol de los jóvenes en el tambo.

Jaime Eduardo Ries, asistente técnico estatal de la Emater/RS-Ascar, expresó a ese medio: “Lo que une es el conocimiento, no necesariamente la tecnología. Porque hay productores de diferentes tamaños, con diferentes niveles de inversión, pero se destacan los que invierten en conocimiento y logran realizar un proceso de gestión calificado”.

Un dato curioso y fundamental: Entre los tambos que mejores resultados presentan están aquellos que cuentan con la participación de jóvenes; “y eso es fundamental para que la familia invierta y tenga una perspectiva de continuidad”.

En esa misma línea, el presidente de la Asociación de Ganaderos Holandeses de Rio Grande do Sul (Gadolando), Marcos Tang, reconoció que la sucesión familiar es uno de los temas más discutidos en la actualidad.

Para que en la generación siguiente se despierte el interés por la actividad, el actual líder del predio debe allanar el camino.

Camila Rode, secretaria y coordinadora de Juventud y Educación en el Ámbito de la Federación de Trabajadores Agrícolas de Rio Grande do Sul (Fetag), dijo que “la sucesión dentro de esta cadena productiva específica tiene realmente fuertes impactos en la continuidad” sobre todo considerando que en el estado de Río Grande do Sul el 95% de la producción láctea proviene de la agricultura familiar.

“Hacer que la lechería sea atractiva es importante para las familias que la producen, para el consumidor, para los mercados y para la soberanía alimentaria”, subrayó.

Agregó que Fetag discutió el tema de la sucesión como parte de la agenda de la juventud rural, pero fuera del ámbito de los jóvenes el tema rara vez se aborda.

Sobre el papel de los jóvenes opinó que éstos “necesitan tener ingresos dentro de la propiedad. No puede ser simplemente mano de obra barata. Necesitan tener su empoderamiento económico, su participación en lo que se hace en la propiedad”.

Darlan Palharini, secretario ejecutivo del Sindicato de la Industria Láctea de Rio Grande do Sul (Sindilat), observó que “si bien hay una disminución en el número de productores, no hay disminución en la producción de leche. Esto significa que quienes se mantienen en la actividad realizan sus inversiones y también tienen una visión de mediano

y largo plazo de ganar escala. Saben que necesitan aumentar su productividad, necesitan invertir en nuevas tecnologías para poder realmente mantenerse en el negocio y ser rentables.

En base a información propia y artículo de Susana Leites, sus artículos se pueden leer en ABC+.

(*) ACCEDA AL INFORME COMPLETO.

Ing. Molina: “Ver tantos jóvenes es un éxito en sí mismo”.

Ing. Molina: “Ver tantos jóvenes es un éxito en sí mismo”.

Ya pasaron 15 días de finalizada la Expo Melilla. No por olvido sino por elección hemos dejado atrás una nota al Ing. Agr. Carlos Molina, realizada en la exposición sobre un tema que la trasciende, los jóvenes.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Uno de los visitantes de Expo Melilla (11 al 14 de abril) fue el Ing. Agr. Carlos Molina, técnico del Plan Agropecuario, pero también docente de la Facultad de Agronomía, a quien le pedimos que hiciera una valoración de la exposición por la presencia de los jóvenes: “Esto es parte de la formación”, dijo.

Desde el primer día la exposición tuvo la presencia de mucha juventud. “Ver tantos jóvenes visitando la Expo Melilla es un éxito en sí mismo. La participación de los jóvenes y la presencia de escuelas agrarias que recorren el predio es destacable. No es aquello del padre acompañado del hijo, sino que también hay grupos de jóvenes que vienen porque les interesa, y esos son el reemplazo natural de productores, de colaboradores, técnicos y trabajadores”, agregó.

“En algún momento, más temprano que tarde, estos muchachos son los que se van a ocupar de desarrollar la agricultura y la ganadería del país, así que es muy buena cosa que vengan, que estén interesados, que se capaciten porque esto es parte de la formación”, recalcó.

Comentó que “el Plan Agropecuario desarrolla muchas actividades con jóvenes con esa mirada de relevo generacional para que estén lo mejor preparados posible y sean capaces de tomar decisiones en el trabajo que les toque desarrollar en cualquier empresa vinculada al agro, y así contribuir al desarrollo de las distintas empresas”.

Por otra parte, Molina recordó que una de las “líneas estratégicas del Plan Agropecuario es la capacitación, y dentro de esa definición tiene la capacitación con jóvenes y para los jóvenes, con el objetivo de arrimarles los conocimientos disponibles”, por lo que se valora especialmente todo lo que implique la transmisión de conocimientos.

Agregó que el concepto de “conocimientos disponibles es muy amplio porque incluye todo lo que se genera desde la investigación, por ejemplo del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) o de las facultades de Agronomía y Veterinaria, hasta herramientas tecnológicas como software o aplicaciones”.

UN LENGUAJE PARA TODOS

El profesional hizo referencia al “lenguaje llano y de fácil comprensión” que se debe utilizar por quienes transmiten conceptos y mensajes vinculados a la agropecuaria porque “si nos limitamos a lo técnico hay muchos que no lo entienden y que cuando quieren acercarse o interesarse encuentran una barrera”.

Hay que tratar de atraer a jóvenes y no tan jóvenes a esto tan lindo e importante para nuestro país que es la agropecuaria”, y de ahí “lo fundamental de que los mensajes se entiendan en general y no solo por un público específico”.

LOS VISIONARIOS QUE LO HICIERON POSIBLE

Consultado sobre la Expo Melilla, Molino comentó la evolución que ha tenido la exposición en más de una década y subrayó la importancia de que se realice en Montevideo permitiendo llegar a mucha gente que vive y trabaja en la capital.

“A quince minutos del centro se llega a una exposición que tiene varias facetas vinculadas a lo agropecuario”, expresó, y celebró la visión de quienes adquirieron el predio como de quienes idearon la exposición.

“A alguien de gran visión en la Asociación Rural del Uruguay (ARU) se le ocurrió comprar el predio, alguien que seguramente midió la cercanía a la mayor área metropolitana que tiene el país”.

Esa “gran visión” también la tuvieron los que hace 13 años empezaron con la muestra, “logrando hoy una exposición consolidada, con mucho público visitante, con muchas empresas, muchas actividades técnicas y la participación de la institucionalidad agropecuaria. Y cada una de esas instituciones, desde sus cometidos, aportan a la jerarquía y el nivel del que hoy disfrutamos”.

Encuentro de juventudes rurales plantean necesidad de mejorar la vida en el medio rural.

Encuentro de juventudes rurales plantean necesidad de mejorar la vida en el medio rural.

“Sembrando cambios, cosechando oportunidades” fue la consigna que este año motivó la participación para generar los cambios necesarios para mejorar las condiciones de vida a las personas que viven en el medio rural.

Rivera | Todo El Campo | En el último Encuentro Nacional de Jóvenes Rurales, que se desarrolló en el Polo de Educación Superior de Rivera, se reunieron jóvenes de todo el país bajo la convocatoria de mejorar la vida en el medio rural.

Unos 300 asistentes de todo el país trabajaron en talleres sobre salud mental, participación, acceso a tierras, agricultura familiar, comunicación, producción y sustentabilidad.

“Sembrando cambios, cosechando oportunidades” fue la consigna que este año motivó la participación para generar los cambios necesarios para mejorar las condiciones de vida a las personas que viven en el medio rural.

 

El encuentro es organizado por la Comisión Honoraria para el trabajo con las Juventudes Rurales (CHJR) que es un espacio de diálogo y cooperación entre el Estado y las organizaciones juveniles rurales que tiene el objetivo es promover y fortalecer políticas públicas que garanticen el ejercicio de los derechos de los jóvenes vinculados al medio rural. Asimismo, poner el acento en el fortalecimiento de las organizaciones y colectivos juveniles rurales desde el Estado contribuye con el ejercicio de la participación e incidencia de las juventudes rurales en la construcción de la agenda pública.

En la apertura participaron por las autoridades el director de Desarrollo Rural del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca, Carlos Rystrom; del Instituto Nacional de la Juventud (INJU), Apareció Saravia y del Instituto Nacional de Colonización (INC), el director, Rodrigo Herrero; por las organizaciones, Richard Long (ANPL), Lucia Cordero (CNFR), Martin Cantera (FR), Martin Mainardi (ARJU) y Alfonsina Rocha (Red de Semillas Nativas y Criollas).

Buffa en el encuentro de los jóvenes: “La juventud está para discutir y aportar en los grandes temas nacionales”.

Buffa en el encuentro de los jóvenes: “La juventud está para discutir y aportar en los grandes temas nacionales”.

Convocados por la Comisión Honoraria para el trabajo con las Juventudes Rurales, unos 300 jóvenes de todo el país participan del Encuentro Nacional de Juventudes Rurales en la Sociedad Rural de Durazno.

Unos 300 jóvenes rurales de todo el país participaron el sábado 12 del Encuentro Nacional de Juventudes Rurales en Durazno que tuvo lugar en la Sociedad Rural de Durazno.

Los objetivos de la actividad fueron: identificar y celebrar las diferencias de las juventudes rurales; generar espacios de diálogo, intercambio y reflexión en torno sus condiciones de vidas; y visibilizar a las juventudes rurales organizadas, conocer sus colectivos y agendas de trabajo.

La convocatoria se hizo bajo la consigna “La campaña se renueva, podés ser parte del cambio”. Durante todo el día se realizaron actividades lúdicas y recreativas, talleres temáticos y muestras de organizaciones e instituciones.

En la mesa de apertura participaron el ministro interino de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) Ignacio Buffa; la directora general del MGAP, Fernanda Maldonado; el director de Desarrollo Rural del MGAP, Carlos Rydström; el subdirector del INJU, Aparicio Saravia; el asesor del Programa de Educación para el Agro de UTU, Gastón Bruzzone; y la gerenta de Colonización, Ana Laura Pérez.

Por las organizaciones lo hicieron Romina Werner, del Movimiento de la Juventud Agraria; Lucía Codero, de Comisión Nacional de Fomento Rural; Matías Aliguertti, de Cooperativas Agrarias Federadas; Martín Cantera, de la Federación Rural de Jóvenes; Martín Mainardi, de la Asociación Rural de Jóvenes del Uruguay y Gabriela Solinger, de la Red de Semillas Nativas y Criollas.

RYDSTRÖM: SEMBRADORES DE ÁRBOLES.

El director de Desarrollo Rural, Carlos Rydström, felicitó a los jóvenes por participar: “Me parece que hoy es un día muy importante para vivir y estar presentes en el ahora, pero también por lo que nos puede dejar esto hacia adelante”, dijo.

“Se trabaja por respuestas, por soluciones, por el acceso a oportunidades”. Agregó que “quienes estamos trabajando en esto somos sembradores de árboles que no los vamos a ver crecer, pero qué importante es cuidar de esos árboles”, expresó.

Al finalizar hizo referencia a la importancia de “que hagamos sentir con más fuerza las voces de las juventudes rurales”.

BUFFA: “RESCATAR VERDADES DIVERSAS”.

El ministro interino se refirió a lo importante que es plantear las diferentes verdades, “darle valor a la diversidad” para “rescatar verdades diversas”.

Agregó que la juventud no está para discutir temas específicos de juventud, sino para decidir y aportar en los grandes temas nacionales: “Todos los temas son de la juventud porque el futuro es de ustedes”.

Queremos la opinión de las juventudes en todos los temas que hacen al quehacer nacional”, enfatizó.

SARAVIA: HAY QUE MIRAR A LAS JUVENTUDES RURALES.

El subdirector del INJU, Aparicio Saravia, mencionó que “hay un montón de jóvenes comprometidos con la ruralidad del país y nosotros dándole acompañamiento”.

Es fundamental impulsar la voz de las juventudes rurales, subrayó, y “estamos orgullosos de estar impulsando esta voz”.

“Si el Gobierno no mira a las juventudes rurales está ignorando a la juventud”, aseguró.

ACCESO A LA TIERRA JUNTO A OTRAS POLÍTICAS.

Romina Werner (MJA) mencionó la importancia de que el acceso a la tierra sea acompañado de otras políticas y que haya trabajo conjunto entre la institucionalidad.

También planteó la importancia del acceso a la educación, a la información, a los servicios y a la calidad de vida y señaló la necesidad de que “se siga permitiendo que aquellos jóvenes que quieran seguir en el campo, puedan hacerlo”.

La juventud no se rinde. Jóvenes de Montevideo instalaron invernáculos apoyados por La Bujía.

La juventud no se rinde. Jóvenes de Montevideo instalaron invernáculos apoyados por La Bujía.

El MGAP a través del programa La Bujía aportó US$ 10.000, pero el grupo de jóvenes puso su trabajo haciendo invernáculos y preparando la tierra. Ahora tienen el desafío de producir más y venderlo, como han hecho hasta ahora.

La producción agropecuaria bien encarada es una fuente laboral importante con posibilidades reales de crecimiento para los jóvenes. Son varias las instituciones que ofrecen programas financieros, de formación técnica, asesoramiento, etc., para todo los que quieran incursionar en un sector de la actividad que desde hace mucho se convirtió en el motor económico del país.

El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y sus direcciones juegan un rol fundamental en el desarrollo rural y la incorporación de jóvenes de todo el país, incluso Montevideo. Hace unos días la página web de esa Secretaría de Estado publicó la historia de un grupo de jóvenes que desde hace algunos años llevan adelante la producción hortícola. Todo lo producido lo venden a la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM), ferias o comercios del barrio. El trabajo los ha llevado a ampliar su producción con lo cual enfrentan nuevos desafíos.

Ian Tadich es estudiante de Agronomía, egresado de la Escuela Agraria de Montevideo vive en Puntas de Manga (Montevideo) y forma parte de un grupo de cuatro jóvenes que en 2018 se presentaron a la quinta edición de la convocatoria del programa Somos de Acá trabajando en la producción hortícola y posteriormente se presentan a un llamado de La Bujía.

Cabe recordar que la primera convocatoria del programa La Bujía -que lleva adelante la Dirección General de Desarrollo Rural (DGDR) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP)- se realizó en octubre de 2019 poniendo el foco en los jóvenes rurales ya que su fin es convocar jóvenes rurales e instarlos a presentar propuestas productivas y de desarrollo de servicios para la producción agropecuaria. Además, La Bujía ofrece apoyo económico no reembolsable para financiar propuestas productivas y de desarrollo de servicios. Como requisitos, los jóvenes deberán tener entre 18 y 29 años, y presentar las propuestas en grupos de al menos 5 integrantes, con el apoyo de un técnico privado de las ciencias agrarias, habilitado por el Registro y Habilitación de Técnicos Privados de la DGDR-MGAP.

CRECER Y EXPANDIRSE.

Ian dijo que el grupo buscaba expandirse: “Queríamos crecer, queríamos arrendar un campo y conseguir financiamiento para comprar más terneros para dedicarnos a un negocio de ese tipo. Fue cuando le propusimos al grupo presentar esa idea” y “fuimos a hablar al Ministerio”, contó.

El desafío “no era fácil”, reconoció. Las dificultades pasan “por las complicaciones que lleva arrendar el campo; al mismo tiempo sufrimos robos y tuvimos que dejar la actividad ganadera. Pero ya que veníamos trabajando con el grupo en el tema hortícola, presentamos un proyecto”.

“Decidimos presentar proyecto para hacer cultivo bajo invernáculo. La idea era construir dos invernáculos de 40 metros por 10, que era lo que nos cubría el proyecto. Entre que se formula el proyecto, se presenta, se aprueba y se dan los fondos, pasó un año y algo, nosotros continuamos con el proyecto en la cabeza, hablando con uno y con otro y consiguiendo precios, y así logramos pasar de tener dos invernáculos, a tres. En este momento tenemos los dos que habíamos presentado en la idea original y estamos haciendo un tercero, gracias a que el grupo se movió, consiguió contactos, la madera más barata, nylon de mejor calidad y más barato”, agregó.

El grupo cortó en el monte cerca de la mitad de la madera de los dos primeros invernáculos. La cortaron, pelaron e hicieron todo el trabajo sobre la madera, lo que les permitió llegar con los fondos para cubrir un tercer invernáculo: “Fue un plus del llamado La Bujía, presentamos la idea de dos y terminamos con tres invernáculos. Es algo a valorar. Como grupo logramos adaptarnos y conectar con gente que ya tenía invernáculos, lo que nos favoreció para conseguir mejores precios”.

Los invernáculos los instalaron en la quinta del abuelo de Guillermo, otro integrante del grupo, que queda en Peñarol viejo.

El MGAP a través de La Bujía aportó 10.000 dólares, pero el grupo de jóvenes puso su contrapartida: donde se hicieron los invernáculos había un monte de pelones que hubo que arrancar, árbol por árbol, prepararon el terreno sacando las raíces, tierra que hacía años no se movía, nivelaron el suelo, hicieron el tratamiento de los palos, el pozo para los postes, abonaron la tierra.

Al momento tienen plantado tomates en invernáculo y ya están por empezar a cosechar. Además, están preparando la tierra para plantar alguna verdura más, a campo.

“Desde que nos presentamos al llamado tuvimos que aprender muchas cosas en cuanto al seguimiento, la presentación, la rendición.  Siempre teníamos contacto con la gente del Ministerio, teníamos una duda y nos respondían enseguida. Tuvimos mucho apoyo. Una cosa que fue muy buena en este proyecto fue la posibilidad de haber contado con un técnico, que es nuestro Ingeniero. Las jornadas que el Ministerio nos cubría nos permitió tener un cultivo excelente. Todo el apoyo del Ministerio fue excelente. La experiencia fue muy enriquecedora”, subrayó.

Si bien Ian y Guillermo ya estaban vinculados a la producción, los otros dos jóvenes integrantes del grupo, Cinthya y Germán, que no estaban vinculados, comenzaron su con este proyecto y les sirvió muchísimo: “Fue muy enriquecedor para ellos, para su vida profesional y laboral”, valoró Ian. “Trabajar en grupo tiene algo bastante lindo. El tema de los consensos, y además saber que siempre estás contando con alguien que además de ser tu compañero de trabajo, es tu amigo”, apreció el joven.

UN MUNDO NUEVO, CON NUEVOS DESAFÍOS.

Su idea es continuar produciendo, crecer y vincularse más al tema agroecológico. Descubrieron allí un mundo nuevo: “Algo a lo que queremos apostar. Nuestra idea es seguir en el tema y vincularnos aún más a la parte agroecológica para disminuir al máximo cualquier uso de químicos que se pueda tener en la producción”.

Un volumen muy grande de lo que producen, lo venden en la UAM, una parte se vende a feriantes de la zona y otra, directamente al consumidor. “Todo lo que se produce, hasta ahora se ha podido vender. No hemos tenido grandes descartes”.

Ahora que van a tener un invernáculo más, la idea que tienen es lograr un volumen de producción mayor y diversificar la producción. También esperan poder presentarse para vender en alguna cadena de supermercados: “Es difícil cumplir con los requerimientos que ellos tienen, pero lo venimos conversando. Tenemos el tema en mente”, dice el joven.

Sus sueños, como jóvenes rurales, son seguir vinculados a la producción y terminar la Facultad. “Quieras o no, el estar vinculados a la producción te da un plus para cuando trabajás con la gente. Una llegada más a los productores y una llegada más a lo que vivimos los productores día a día”.

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