La salud animal es un tema estratégico en el Cono Sur.

La salud animal es un tema estratégico en el Cono Sur.

En Montevideo se realizó la primer reunión que involucró a varios institutos agrícolas de la región, a partir de la cual trabajarán de manera coordinada en investigaciones y vigilancia de enfermedades que afectan los diferentes sistemas de producción animal. El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina coordinará las acciones durante los próximos cuatro años.

Buenos Aires, Argentina | Todo El Campo |  Con el objetivo de contribuir al fortalecimiento del estatus sanitario regional, el Programa Cooperativo para el Desarrollo Tecnológico Agroalimentario y Agroindustrial del Cono Sur (Procisur), que reúne a institutos agrícolas de la región, conformó el Grupo de Trabajo en Salud Animal. Durante los primeros cuatro años, el INTA coordinará las acciones de la agenda común.

Entre los temas considerados prioritarios se encuentran: resistencia a acaricidas de las garrapatas, mejoras en el diagnóstico de babesia y anaplasma, mosca de la bichera, salud reproductiva y pérdidas de gestación en bovinos y salud animal y economía.

EN MONTEVIDEO DEFINIERON LOS CINO TEMAS DE INTERÉS.

En la primera reunión, que se realizó en Montevideo participaron Alejo Menchaca del INIA -Uruguay-; Hugo Araya del SAG -Chile-; Luizinho Caron de Embrapa -Brasil-; Mirtha Zarza del IPTA -Paraguay-; Ariel Pereda del INTA -Argentina-; y Cecilia Gianoni, secretaria general del Procisur, quienes definieron cinco temáticas de interés común para los países y priorizaron las que representan problemáticas importantes y, además, las muestran mayor brecha entre los países de la región, ya sea en la generación de conocimiento local o en las capacidades disponibles para controlar dichas problemáticas.

Ariel Pereda, especialista en Salud Animal del INTA y coordinador del nuevo grupo de trabajo del Cono Sur dijo que “este grupo tiene por objeto la búsqueda de intereses comunes en investigación y desarrollo en el ámbito del fortalecimiento de la Salud Animal en la región”. Agregó que la apuesta es por “desarrollar una agenda común para la generación de conocimiento y el desarrollo de tecnologías, mediante el trabajo colaborativo”.

En “ambos criterios se tuvieron en cuenta tanto por el impacto económico como por el productivo, debido a que generan enfermedades o problemas sanitarios transfronterizos y que están presentes en todos los países de la región”, indicó Pereda quien añadió que también se consideraron aspectos relacionados al impacto ambiental por la baja eficiencia productiva y en el contexto de la interdependencia de los sistemas sanitarios humanos, ambiental y animal, en el marco de Una Salud.

Entre los temas considerados como prioritarios, el Grupo de Trabajo en Salud Animal indentificó: Resistencia a acaricidas de las garrapatas, mejoras en el diagnóstico de babesia y anaplasma, mosca de la bichera, salud reproductiva y pérdidas de gestación en bovinos y salud animal y economía. “De las diversas problemáticas que se discutieron, se seleccionaron estas cinco temáticas para ser promovidas por Procisur en los próximos cuatro años”, señaló Pereda.

Fuente INTA adaptado para Todo El Campo.

Argentina publicó el primer mapa del país sobre carbono en el suelo.

Argentina publicó el primer mapa del país sobre carbono en el suelo.

Por la gran importancia que posee el carbono orgánico del suelo a escala mundial, “existe un interés creciente por estimar y mapear las reservas que quedan y su potencial de cambio para secuestrar carbono con mayor precisión y en resoluciones espaciales más finas y extensiones geográficas más grandes”.

Buenos Aires, Argentina | Todo El Campo | El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) publicó el mapa de carbono de los suelos de Argentina, resultando que “almacenan el 2 % de la reserva mundial de carbono”.

Para determinarlo, INTA realizó un trabajo sobre “la reserva de carbono orgánico que poseen los suelos argentinos en los primeros 30 centímetros de profundidad. Estudios preliminares anticipan que poseen un gran potencial para modificar el balance de CO2 del país y contribuir a la mitigación del cambio climático a escala global”, se informó por el Instituto argentino.

El nuevo mapa fue elaborado por un equipo de investigación del INTA, la Secretaría de Agricultura de la Nación, Aapresid y CREA; son él se busca conocer y comprender la distribución espacial de este elemento necesario para el diseño de estrategias de conservación de suelos.

El siguiente es el artículo titulado “Los suelos de Argentina almacenan el 2 % de la reserva mundial de carbono” difundido por INATA informa.

El documento completo, mapa de almacenamiento de carbono en Argentina en el siguiente enlace: Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (inta.gob.ar)

LOS SUELOS DE ARGENTINA ALMACENAN EL 2 % DE LA RESERVA MUNDIAL DE CARBONO.

El carbono orgánico del suelo (COS) es la base fundamental para el desarrollo de una agricultura sustentable, debido a que es el principal indicador de la calidad del suelo y su potencial productivo. Debido a que el uso agrícola modifica las propiedades que posee el suelo (físicas, químicas y biológicas), conocer y comprender la distribución espacial del carbono es indispensable para el diseño de estrategias de conservación, en línea con la necesidad de continuar con la producción de alimentos para una población mundial en franco aumento.

Por esto, un equipo de investigación del INTA, de la Secretaría de Agricultura de la Nación, Aapresid y CREA presentaron un mapa actualizado sobre la reserva de carbono orgánico que poseen los suelos argentinos en los primeros 30 centímetros de profundidad. El mapa se encuentra disponible en una plataforma online, es de acceso libre y es gratuito.

“El dato es que, a partir de este trabajo, se pudo estimar que los suelos de nuestro país almacenan 13,3 mil millones de toneladas de carbono orgánico en los primeros 30 centímetros de profundidad”, confirmó Juan Gaitán -coordinador del proyecto Monitoreo de degradación de paisajes y sistemas productivos con metas en la neutralidad de la degradación de tierras- quien agregó: “Esto representa aproximadamente el 2 % de la reserva mundial de carbono orgánico estimada por la FAO”.

Por la gran importancia que posee el carbono orgánico del suelo a escala mundial, “existe un interés creciente por estimar y mapear las reservas que quedan y su potencial de cambio para secuestrar carbono con mayor precisión y en resoluciones espaciales más finas y extensiones geográficas más grandes”, expresó Pablo Peri, coordinador del Programa Nacional Forestales del INTA.

En este sentido, un equipo de investigadores recopiló información de alrededor de 5.400 muestras de suelo (hasta 30 centímetros de profundidad) de todo el territorio nacional, procesada por diferentes proyectos de investigación entre 2015 y 2022.

Para la elaboración del mapa utilizaron técnicas de cartografía digital de suelos para estudiar la relación entre los datos medidos en 5.400 sitios y 40 variables climáticas, topográficas, edáficas y de la vegetación para generar un modelo de predicción que permite estimar la reserva de COS en los lugares no medidos y obtener un mapa de escala nacional.

De las 16 ecorregiones del país, la Estepa Patagónica, la Pampa y el Chaco Seco son las que contienen la mayor reserva del COS y, en total, estas tres ecorregiones representan aproximadamente el 55 % de la reserva del país.  Mientras que los campos y malezales, Esteros del Iberá e Islas del Atlántico Sur son las ecorregiones con menor reserva de COS, con 1,1% del total, influenciado por la superficie que ocupan estas ecorregiones. Por unidad de superficie, la ecorregión Bosque Patagónicos es la de mayor contenido con 130 toneladas por hectárea; mientras que el monte de Llanuras y mesetas es la de menor contenido con 32,5 toneladas por hectárea.

“De acuerdo con los principales tipos de suelo, el almacenamiento de COS por unidad de superficie fue mayor en los suelos de Orden Histosoles con 108 toneladas por hectárea. Mientras que los suelos Entisoles y Aridisoles son los que almacenan menos COS con 38 y 41 toneladas por hectárea, respectivamente”, detalló Gaitán.

Los suelos del Orden Molisoles contienen la mayor reserva de COS del país con 5,17 petagramos (PgC), lo que equivale a 5,17 mil millones de toneladas, luego se encuentran los Entisoles con 2,27 PgC, Aridisoles 2,14 PgC, Alfisoles 1,30 PgC e Inceptisoles 1,01 PgC. “Estos cinco órdenes de suelos contienen el 86,5 % del total de COS almacenado en los suelos de Argentina”, explicó Gaitán y agregó: “Este estudio indica que, con pequeños incrementos en el secuestro de C, los suelos tendrían un gran potencial para modificar el balance de CO2 del país y contribuir a la mitigación del cambio climático global”.

Asimismo, cabe destacar que las áreas protegidas de Argentina abarcan una superficie aproximada de 20,3 millones de hectáreas y almacenan 1,16 PgC (media de 57,2 t/ha), lo cual representa casi el 9% de la reserva total de COS del país.

“La coordinación interinstitucional fue clave para lograr este trabajo”, señaló Agustín Pérez Andrich -director nacional de Agricultura de la SAGYP- quien resaltó la labor de muestreo de suelos realizada por los delegados de las diferentes provincias, quienes contribuyeron a la elaboración del mapa de almacenamiento de carbono.

Según Pérez Andrich, “la implementación de buenas prácticas de manejo de los cultivos extensivos en los suelos pampeanos (donde se encuentra suelos del Orden Molisoles en los que se cultiva gran parte de los granos) puede maximizar la capacidad de estos suelos para secuestrar carbono, lo que representa una estrategia importante para su conservación, como así también de mitigación del cambio climático”.

En esta línea, Ana Wingeyer, investigadora de INTA Paraná -Entre Ríos- y coordinadora del proyecto Estrategias de producción que incrementen el secuestro de C en suelo para la mitigación del Cambio Climático, señaló que “el trabajo presentado proporciona una línea de base para desarrollar los esquemas de comercio de bonos de carbono y puede ayudar a identificar y priorizar ubicaciones potenciales para proyectos de secuestro de carbono basados en el suelo”.

“El concepto de que los suelos y la agricultura puedan representar al mismo tiempo soluciones para problemas globales, como el cambio climático y la falta de seguridad alimentaria, dio lugar a varias iniciativas internacionales que buscan conservar e incrementar la reserva de carbono orgánico”, añadió Wingeyer.

En línea con las acciones internacionales, el Acuerdo de París (COP21) en el contexto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2015 promueve la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y el aumento de los sumideros para la mitigación del cambio climático. Mientras que la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación adoptó el mapeo de las reservas de COS, como uno de los indicadores para estimar el área de tierras degradadas en el contexto de monitorear la meta de alcanzar la neutralidad en la degradación de las tierras hacia el año 2030.

“Por esto, el mapa y sus futuras actualizaciones contribuirán a reportar el avance en las metas comprometidas, ante estas iniciativas internacionales, de realizar acciones locales para limitar las emisiones y para conservar y aumentar los sumideros y reservorios de los gases de efecto invernadero”, subrayó Peri.

En esta línea, Carolina Sasal, coordinadora del Programa Nacional de Recursos Naturales del INTA, puntualizó que resulta fundamental sostener redes de sitios de monitoreo permanentes y a largo plazo que permitan la actualización periódica del mapa. “Los muestreos y análisis de suelos que dan origen a este mapa surgen del esfuerzo conjunto entre instituciones del ámbito público y privado, fortaleciendo vínculos y abriendo paso a nuevas líneas de investigación y desarrollo para Argentina y con relevancia a nivel global”, señaló.

DÍA MUNDIAL DE LA TIERRA.

Con la necesidad de alertar sobre el cuidado del ambiente, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas estableció el 22 de abril como el día dedicado a reconocer a la Tierra como nuestro hogar y a generar conciencia sobre los principales problemas ambientales, como la creciente contaminación y la pérdida de biodiversidad.

Frente al gran desafío de promover la armonía con la naturaleza y, a su vez, satisfacer las necesidades económicas y sociales de la población, el Manejo sostenible de tierras (MST) es una estrategia diseñada para obtener bienes y servicios suficientes y de calidad sin comprometer el estado de los recursos naturales renovables y su capacidad de resiliencia.  

En este sentido, “el INTA es un actor importante en el monitoreo y reporte de los indicadores globales de tendencia en la cobertura del suelo, tendencia en la productividad primaria y tendencias en las reservas de carbono”, expresó Wingeyer quien señaló que “con el fin de combatir y mitigar los efectos de la degradación de las tierras, se han adoptado un conjunto de prácticas de conservación y manejo de los recursos naturales”.

“Desde el INTA colaboramos con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en la elaboración de los reportes del monitoreo (PRAIS). El MAyDS es el punto focal para la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación Degradación y Manejo sostenible de tierras (MST)”, explicó Marcelo Wilson -especialista del INTA Paraná-.

La degradación de tierras es uno de los mayores problemas ambientales que afecta a Argentina y conlleva fuertes consecuencias socio-económicas. De hecho, más del 80% del territorio cubierto por zonas secas del país se encuentra afectado por desertificación que, en muchos casos, es causada principalmente por el manejo ganadero y agrícola inapropiado, como así también la sobreexplotación forestal, e implica la pérdida de la biodiversidad y la degradación de los suelos.

Por esto, “el manejo sostenible de tierras es el modelo de trabajo adaptable a las condiciones de un entorno específico, que permite el uso de los recursos disponibles en función de un desarrollo socioeconómico que garantice la satisfacción de las necesidades crecientes de la sociedad, el mantenimiento de las capacidades de los ecosistemas y su resiliencia”, añadió Wilson.

Foto: INTA.

INTA. Producir carne enfocados en las demandas de los consumidores

INTA. Producir carne enfocados en las demandas de los consumidores

Se sabe que las preferencias y las preocupaciones de los consumidores definen el consumo y, por esto, resulta clave producir en línea con sus expectativas. ¿Qué aspectos ponderan quienes consumen carne de vacuno?

Buenos Aires, Argentina | Todo El Campo | De acuerdo con dos estudios recientes del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), las preocupaciones y preferencias de los consumidores están vinculadas con la calidad de la carne, su impacto ambiental, la salud y las características éticas de la producción. Para cumplir con estas demandas de mercado, los especialistas destacan la necesidad de considerar la genética animal, las estrategias de alimentación y el manejo de los animales.

Se sabe que las preferencias y las preocupaciones de los consumidores definen el consumo y, por esto, resulta clave producir en línea con sus expectativas. Ahora bien, ¿qué aspectos ponderan quienes consumen carne de vacuno? ¿qué valores entran en juego a la hora de elegir? Y, estas preferencias, ¿varían según la edad, los hábitos o el propósito de la comida?

Gabriela Grigioni, investigadora del Centro de Investigación de Agroindustria, Instituto Tecnología de Alimentos (ITA) del INTA Castelar, se refirió a los dos estudios del INTA que buscaron indagar sobre las preferencias de los consumidores de carne vacuna, en especial, a partir de la pandemia por Covid-19 que modificó hábitos y costumbres.

Según la especialista, los hábitos alimentarios son dinámicos y pueden variar según las experiencias de los consumidores, tanto propias como del contexto social en donde viven y se desarrollan. A partir de la emergencia sanitaria generada por la pandemia se incrementó la preocupación por la inocuidad de los alimentos, el riesgo que pueden presentar y el aporte que realizan a nuestra salud y bienestar.

Grigioni no dudó en asegurar que “los consumidores juzgan a la calidad de la carne en función de sus expectativas y, en el caso de carne vacuna, suelen decidir su compra principalmente en función de su color y contenido de grasa. Además, deciden si vuelven a comprar la carne en función de su terneza”. Así y todo, reconoció que estos requisitos varían según el género, los ingresos, el país, la cultura, la edad, los hábitos y el propósito de la comida.

LA CALIDAD.

Ahora bien, ¿qué se entiende por calidad? Para la especialista, “la calidad de la carne es un concepto complejo que considera aspectos organolépticos, ambientales y sociales” y no dudó en subrayar que “está determinada por la genética animal, las estrategias de alimentación, el manejo de los animales antes y durante la faena, por lo que deben ser consideradas por los productores ganaderos, a fin de dar respuesta a las demandas del mercado”.

En cuanto a los atributos de calidad, Grigioni realizó una distinción entre los intrínsecos y los extrínsecos. Los primeros se refieren a las características del producto en sí e incluyen aspectos tales como la inocuidad, la conveniencia y sensoriales como la terneza, el sabor y la jugosidad. Por otro lado, están las características extrínsecas que se vinculan a rasgos asociados con el sistema de producción –que incluye el bienestar animal y el impacto ambiental– y a la de comercialización –precio, origen y trazabilidad–.

COLOR Y GRASA: LOS ATRIBUTOS MÁS CONSIDERADOS

De acuerdo con la encuesta realizada por el INTA, el 90% de los consumidores consultados aseguran que el color de la carne y su contenido de grasa son los dos aspectos que definen la calidad de la carne y son considerados en el momento de la compra.

A su vez, el 86% de los encuestados prefiere al bife con menor nivel de marmoreo y lo asocia con aspectos vinculados a la jugosidad y sabor de la carne, al tiempo que un 87% eligió el bife menos graso por considerarlo saludable y con un adecuado nivel de grasa.

El estudio, además, permitió identificar tres grupos de consumidores argentinos de acuerdo con sus características sociodemográficas, estilo de vida y preferencias: hedónico, saludable y de apariencia. Entre los grupos no se encontraron diferencias entre sexo, edad y frecuencia de consumo de carne, pero sí en la ocupación que tenían.

Los “hedónicos” son consumidores que se basan en el criterio de tierno, sabroso y jugoso de la carne y, a su vez, eligen bifes con mayor contenido de grasa. Es decir, eligen de acuerdo a la palatabilidad de la carne en general. La ocupación de la mayoría de los consumidores de este grupo estaba relacionada con la producción de cultivos.

El grupo “saludable” se destacó por preferir la carne más magra basados en criterios de “fresco”, “tierno” y “saludable”. Se trata de consumidores que considera y da relevancia a la relación entre la alimentación y la salud. No se observó una ocupación predominante en este grupo.

Por último, el grupo “de apariencia” eligió basándose en los criterios de “fresco”, “saludable”, “menor desperdicio”, “mejor color de la grasa” y “mejor color en general”. Por lo que se desprende que se trata de consumidores que eligen según la apariencia general del producto. Tampoco se logró definir al grupo según la ocupación de los consumidores que lo integran.

HÁBITOS Y PREFERENCIAS QUE VARÍAN SEGÚN LA EDAD.

Otro estudio reciente, realizado por el INTA, analizó los hábitos alimentarios sobre el consumo de carne y fuentes proteicas alternativas. De la encuesta surgió que, según la dieta adoptada, un 84,1% de los encuestados se autoperciben como omnívoros, un 8,7% como flexitarianos, un 6,4% como vegetarianos y un 0,8% como veganos, con mayor proporción de mujeres en estos dos últimos grupos.

Además, se observó que quienes no consumen carne, en general, son menores de 30 años, seguidos, en menor cantidad, por los incluidos en el rango etario entre 41 a 50. Y entre las causas del consumo nulo o reducido se destacan la conciencia ambiental y animal, seguido por la salud y el bienestar.

Por último, el 61% de los omnívoros consume principalmente carne vacuna, mientras que para el 30% prefiere la aviar. Entre los flexitarianos se observó una similar proporción entre consumo de carne vacuna (38%) y aviar (39%), seguidas por la carne de pescado (18%).

Fuente: Argentina.gob.ar.

Hay que dejar de mirar al cielo esperando lluvias y tomar medidas inmediatamente.

Hay que dejar de mirar al cielo esperando lluvias y tomar medidas inmediatamente.

La falta de agua exige un mayor cuidado y atención de los ganados.

El déficit hídrico que sufre Uruguay por estas horas también se hace sentir, y de forma más extrema, en Argentina. La semana pasada, el analista Ignacio Iriarte dijo que para ese país la sequía es “obsesión”.

Invitado por Jaso & Jaso y frigorífico San Jacinto, el 3 de noviembre Iriarte ofreció una charla sobre el carne vacuna y mercado internacional, evento que tuvo lugar en el Campanero de la Sociedad Agropecuaria de Lavalleja. Luego, en declaraciones al programa Hora del Campo, señaló que ahora en Argentina la sequía es el foco de atención.

“Ahora estamos obsesionados con la seca, hay que ir bajando la carga del campo porque ya no queda pasto. La seca en Argentina es grave, yo venía para acá (Melo) y veían charcos, veía verde, algo llovió, tienen la esperanza, por lo menos les cambió el color del campo”. En Argentina “no hay nada, un tercio del país está en una situación terminal desde el punto de vista de la seca”, expresó en declaraciones que Todo El Campo recoge en una nota publicada el 7 de noviembre (*)

Frente a esa descripción de la realidad argentina respecto al déficit de precipitaciones, la pregunta es ¿qué está haciendo ese país ante la falta de agua?

Respecto a la ganadería, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) publicó y divulgó un material sobre el manejo de los rodeos, se trata de un material de especialistas y técnicos de INTA Cuenca del Salado (en Buenos Aires) en el que ofrecen recomendaciones para el cuidado del ganado, que no difieren de las que en Uruguay hacen los técnicos de instituciones como INIA o Plan Agropecuario.

Las recomendaciones son: hacer un diagnóstico corporal por cada animal, tomar medidas inmediatamente y dejar de esperar las lluvias. Según el estado del animal será la opción que se seguirá.

En cuanto a las pasturas, clasificar los potreros en función del pasto.

En lo sanitario considerar que pueden aparecen enfermedades como queratoconjuntivitis infecciosa, neumonía, enfermedades clostridiales. Por eso hay que estar atento y respetar el calendario sanitario.

El siguiente es el artículo completo.

MANEJO DE LOS RODEOS: QUÉ HACER FRENTE A LA FALTA DE AGUA.

INTA | Luego de un invierno muy seco, con gran cantidad de heladas acumuladas, escasas precipitaciones y una primavera retrasada, gran parte de los rodeos se encuentran con una baja condición corporal. Por esto, especialistas del INTA Cuenca del Salado dan recomendaciones para minimizar el impacto.

En este sentido, Sebastián Maresca, investigador y especialista del INTA, explicó que “el primer punto para tener en cuenta es el diagnóstico, es decir, saber en cada caso en dónde estamos situados, midiendo el estado corporal del animal, realizando ecografías para ver actividad sexual de las vacas, para tener más precisión y decidir sobre la reasignación de los recursos”. Y agregó: “El segundo paso es tomar medidas ya y no esperar que llueva”.

En cuanto a la fertilidad, Maresca indicó que, según el estado corporal en el que se encuentren las vacas, existen tres alternativas. “La primera es utilizar los tratamientos hormonales para reiniciar la actividad sexual de la vaca. Por otro lado, para casos un poco más severos de estado corporal, se puede utilizar la ‘lata’ o la mocheta plástica para que el ternero no mame –eso coloca de 7 a 14 días y permite que se reinicie la actividad sexual en las vacas–”, detalló.

Asimismo, para casos más complicados, donde las vacas se encuentran en muy mal estado, se recomienda el destete precoz. “Una alternativa un poco más compleja desde el punto de vista de manejo, con un poco más de costos, pero muy efectiva a la hora de hacer que la vaca reinicie su actividad sexual”, expresó Maresca.

FORRAJE Y PASTURAS.

La nutrición es uno de los principales factores que determina el éxito productivo en los sistemas, ya que de ella depende el porcentaje de preñez, el desarrollo adecuado de los terneros y la sanidad de los rodeos.

José Otondo, especialista en sistemas ganaderos de cría vacuna del INTA Chascomús (Buenos Aires), puntualizó que debido a las condiciones climática de la zona la oferta forrajera se redujo un 30% en el último año, con índices inferiores al 20% de agua útil en el suelo. Frente a esta situación, “es clave clasificar los potreros en función de la cantidad y la calidad del pasto y tratar de utilizar los mejores recursos con nuestra categoría principal que es la vaca de cría parida que está en servicio, que es nuestra fábrica de terneros”, remarcó.

A su vez, Otondo señaló que “en el caso de los campos naturales, en este momento prácticamente lo único que está creciendo son ambientes con festuca naturalizada que abunda en toda la región, por lo que, es aconsejable aprovechar estos recursos, siempre monitoreando y rotar los animales ante la aparición de síntomas de festucosis

“Además, cuidar en lo posible los potreros de bajo dulce, que tienen especies de verano que van a generar alimentos de acá en adelante si se recupera un poco de humedad”, indicó Otondo quien analizó que para el caso particular de potreros con alfalfa, se debe pensar que, si bien su productividad va a estar un poco disminuida, no va a ser tan afectada como las otras pasturas porque es una especie que tolera bastante bien la sequía.

“Se debe tomar como un recurso muy estratégico, utilizándola de la forma más racional posible y, si venía siendo utilizado con recría o como categoría de engorde, quizás mejor asignárselo a la vaca en servicio, o como una especie de flushing para estimular la entrada en celo de estos animales”, subrayó el especialista del INTA.

Para el resto de los pastizales y pasturas, “se debe tratar de racionar lo más posible su utilización, de manera tal que haya para darle todos los días un poco a las vacas, por más que sea menor cantidad de la que necesitan, no abrir todo de golpe y que en pocos días nos quedemos sin nada”, añadió Otondo.

Asimismo, en caso de que el régimen de precipitaciones se acomode un poco, Otondo explicó que se puede evaluar la siembra de sorgo o maíz como una estrategia para generar comida de calidad y rápida para el fin del servicio, sea sorgo o maíz, que son los dos cultivos que más se utilizan.

PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES.

Por su parte, Alejandro Rodríguez, especialista en salud animal del INTA en Cuenca del Salado, focalizó en las enfermedades que pueden aparecer en una situación de sequía como la que atraviesa la región, especialmente en los terneros logrados.

“Esta sequedad, este polvo, sumado al hacinamiento, al estrés nutricional, pueden condicionar la presencia de enfermedades de tipo infecciosas, por ejemplo, queratoconjuntivitis infecciosa, problemas de neumonía, sobre todo si continúan estos cambios bruscos de temperatura entre la noche y la mañana. A su vez, no hay que descuidarse de los problemas ocasionados por enfermedades clostridiales como mancha y gangrena”, indicó Rodríguez.

Para prevenir, es necesario estar muy atento al calendario sanitario, aplicar las vacunas en tiempo y forma y establecer un protocolo de suplementación mineral para los terneros.

Por otro lado, el especialista recordó que “la deficiencia de los minerales siempre está presente en mayor o menor medida, por lo que hay que tenerlo en cuenta, no solo por el aspecto del animal, sino también por la parte inmunológica y mejorar su ganancia de peso”.

Asimismo, Rodríguez alertó que “esta situación va a duplicar el esfuerzo de los productores que deberán recorrer los potreros con mayor frecuencia”, y adelantó que “desde el INTA, una de las cuestiones a la que le estamos dando prioridad es al próximo servicio y por ende a la reducción del tiempo de anestro, que es el tiempo que ocurre desde el parto hasta el primer celo fértil, y en este escenario, se puede prolongar”.

(*) Artículo: Ignacio Iriarte: “El mercado chino va a volver”. – Todo El Campo

INTA: Plantaciones forestales almacenan 70 millones de toneladas de carbono orgánico.

INTA: Plantaciones forestales almacenan 70 millones de toneladas de carbono orgánico.

Las plantaciones forestales son muy valoradas por los numerosos servicios ecosistémicos que brindan, entre los que se destaca, la capacidad de secuestrar gases de efecto invernadero (GEI) y almacenar carbono orgánico del suelo (COS)

En Argentina, un estudio realizado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INAT) y la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de ese país analizó la capacidad de los suelos en los diversos ambientes del país determinó la alta capacidad de las plantaciones forestales para almacenar carbono orgánico.

Las plantaciones de pino son las que registran el mayor almacenamiento de carbono orgánico. Se trata de información clave para el diseño de estrategias de mitigación de gases de efecto invernadero y la obtención de certificaciones ambientales.

El siguiente es el reporte de INTA.

Argentina | Como base para la producción de alimentos, fibras y muchos servicios ecosistémicos esenciales, el suelo representa un componente importante de los sistemas productivos y un recurso clave para la mitigación y adaptación al cambio climático por su capacidad de almacenar compuestos carbonados tanto orgánicos como inorgánicos.

En esta línea, las plantaciones forestales son muy valoradas por los numerosos servicios ecosistémicos que brindan, entre los que se destaca, la capacidad de secuestrar gases de efecto invernadero (GEI) y almacenar carbono orgánico del suelo (COS). Frente a esto, un equipo de investigación del INTA y la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación estimaron las reservas de carbono orgánico del suelo con plantaciones forestales y otros usos de la tierra, en diversas regiones de Argentina.

De acuerdo con Pablo Peri -coordinador del Programa Nacional Forestal del INTA-, “este estudio constituye una referencia para organismos gubernamentales, instituciones, sector productivo, certificadoras y ONG del sector forestal a escalas local, regional o nacional”.

Entre los principales resultados, Peri explicó que “a escala nacional, en los primeros 30 centímetros de suelo de las plantaciones forestales, se almacenan unas 69.398,2 gigagramos de COS -entendiendo 1 Gg como 1.000 toneladas-, es decir unos 70 millones de toneladas de carbono orgánico”.

Además, se pudo estimar que, la región mesopotámica representa el 74% de la reserva nacional de COS de las plantaciones forestales, en correspondencia con la mayor superficie de bosques cultivados que concentra esta región. Por su parte, la región Patagonia, Pampeana y Delta del Paraná almacenan el 20,2% del total. Al expresar los valores a escala nacional, por género o especie forestal, se obtuvo que el 69% del COS se encuentra almacenado en plantaciones de pino.

En esta línea, Peri aclaró que “esa capacidad de almacenamiento puede ser modificada con el cambio de uso de la tierra, la puesta en producción -ya sea agrícola, forestal u otra- y la implementación de diferentes estrategias de manejo de suelos, cambiando la dirección de los flujos de carbono en el sistema suelo-atmósfera”.

Según Peri, “cuantificar el COS es el primer paso para dimensionar las reservas de un suelo y tomar decisiones sobre cómo mejorar el secuestro de C y/o reducir su pérdida, analizando la respuesta de los ecosistemas ante cambios ambientales como producto de la variación climática o ante decisiones relacionadas con el manejo”.

“Así, se ha tomado en cuenta la capacidad de los sistemas forestales de almacenar carbono tanto en biomasa como en compuestos orgánicos del suelo, para desarrollar políticas que favorezcan la instalación de plantaciones con el propósito de mitigar emisiones de GEI”, afirmó el coordinador.

Por su parte, Ana Lupi -investigadora del Instituto de Suelos del INTA- agregó: “La Selva Paranaense presenta los valores de carbono orgánico de la línea base más altos, 71 toneladas de carbono por hectárea, y no se encontraron diferencias significativas comparando los usos del suelo y las clases de uso”.

En contraste, “en el Chaco Húmedo la mayor cantidad de COS se observó en la línea base, aproximadamente 74.000 kg/ha, seguido de las plantaciones forestales, 62 toneladas por hectárea, y con un menor valor, el uso alternativo productivo, 54 toneladas por hectárea”.

Del estudio, surgió una tendencia a que el COS promedio varíe en el sentido: forestaciones-línea base-uso alternativo. Las plantaciones con pino mostraron ser más eficientes en acumular COS que las realizadas con eucaliptus, sobre todo en las ecorregiones que presentaron valores medios de COS.

“Para cada región forestal descripta para la Argentina se determinaron ecuaciones que permiten estimar el carbono orgánico en base a una o a múltiples variables ambientales (temperatura, precipitación, contenido de arcilla en el suelo) y de manejo silvícola (género y edad de la plantación)”, especificó Lupi.

EL ESTUDIO, AL DETALLE.

La estimación fue realizada por el Programa Nacional Forestal del INTA y la Dirección Nacional de Desarrollo Foresto Industrial de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Para el desarrollo del relevamiento intervinieron profesionales de ambos organismos, diversas facultades, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), y profesionales de los gobiernos provinciales.

Se analizó la cantidad de carbono orgánico del suelo a 0-30 cm de profundidad de las plantaciones forestales del país y se generó una base de datos con 862 casos, de los cuales 321 corresponden a plantaciones forestales, 356 a líneas base –sitios con cobertura vegetal natural– y 185 referidos a usos alternativos del suelo –usos productivos no forestales–.

El primer paso fue la elaboración de protocolos y la propuesta de sitios –12 ecorregiones de la Argentina–, para luego pasar al trabajo de campo y envío de muestras al laboratorio. El último paso fue la organización y depuración de datos y el análisis de los resultados.

Las ecorregiones elegidas fueron Selva Paranaense, Yungas, Esteros del Iberá, Campos y Malezales, Chaco Húmedo, Chaco Seco, Pampeana, Delta del Paraná, Espinal, Monte, Estepas y Bosques Patagónicos.

Además del relevamiento de campo, se realizó una búsqueda de datos publicados en revistas científicas e informes de INTA relacionados con el almacenamiento de carbono en suelos forestales para incrementar la capacidad de analizar las diferencias entre usos del suelo.

PROMOVER POLÍTICAS DE SECUESTRO DE CARBONO, LA META.

“Los resultados obtenidos muestran la necesidad de reforzar la intensidad de muestreo para obtener una base de datos más robusta y poder establecer conclusiones más claras en algunas regiones”, indicó por su parte Javier Gyenge, investigador de la AER Tandil del IPADS (Instituto de Innovación para la Producción Agropecuaria y el Desarrollo Sostenible).

En esa línea, recomendó “establecer una estrategia de monitoreo que permita cuantificar el estado y la evolución de las reservas de COS en suelos con plantaciones forestales, a escala nacional”.

Gyenge hizo hincapié en que “definir un esquema de monitoreo del carbono orgánico del suelo se torna indispensable para diseñar, evaluar y promover políticas de secuestro de carbono atendiendo tanto a las posibles respuestas productivas como así también, cumpliendo con los objetivos de reducción de emisiones de GEI a escala nacional”.

El estudio recomendó hacer foco en las plantaciones forestales haciendo coincidir los muestreos de suelos con las campañas de mediciones de parcelas de inventario forestal que dispone la DNDFI de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, tomando como base una frecuencia de 1 dato cada 10 años.

“Se deberían priorizar los muestreos en suelos forestales en las regiones o cuencas en donde hay poca base de dato (por ejemplo, región chaqueña y delta del Paraná) para, en segundo lugar, establecer sitios testigos en todas las regiones buscando establecer esta evolución de los suelos forestales”, señalaron los expertos.

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