La forestación integrada a la ganadería y a la agricultura.

La forestación integrada a la ganadería y a la agricultura.

Asociar forestación con cultivos agrícolas y ganadería permite diversificar los sistemas productivos. Hace 15 años un equipo de especialistas del INTA Alto Valle investiga su implementación como alternativa productiva para pequeños y medianos productores.

Río Negro, Argentina | Todo El Campo | Un estudio del Instituto Nacional del Tecnología Agropecuaria (INTA) combina la producción forestal con la producción agrícola, en lo que se denomina sistemas agrosilvícolas; o con producción ganadera, que se llaman silvopastoriles.

Esa integración sirve para diversificar los ingresos a nivel predial y mejora la estabilidad del sistema productivo”.

El siguiente es el artículo del INTA completo.

SISTEMAS AGROFORESTALES COMO ALTERNATIVA PRODUCTIVA.

 Durante las últimas dos décadas ha disminuido la superficie ocupada por montes frutales destinados principalmente a la producción de frutas de pepita -manzanas y peras- en los valles del norte de la Patagonia. Por ello, un equipo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Alto Valle, investiga hace 15 años cómo implementar sistemas agroforestales con álamos y sauces en la región.

El objetivo de estos sistemas es consociar las forestaciones de estas especies con diversos cultivos agrícolas durante los primeros años -sistemas agrosilvícolas- y con ganadería durante el resto del ciclo forestal -sistemas silvopastoriles-.

Esteban Thomas -especialista en producción forestal del INTA Alto Valle- explicó que “a partir de los ensayos y experiencias con productores se obtuvo información relevante para recomendar los modelos de sistemas agroforestales a quienes buscan reconvertir y diversificar los sistemas productivos en chacras”.

Como consecuencia de la disminución de los montes frutales en la región, una proporción de esas hectáreas se reemplazó por diversos cultivos como alfalfa, hortalizas, maíz, nogales, almendros, cerezos, etc., mientras que otras fueron desmontadas y no se utilizaron para la implantación de nuevos cultivos.

La implementación de los sistemas agroforestales permite diversificar los cultivos, esto se produce con la asociación de la producción forestal -madera para aserrado o debobinado, postes y leña- con la producción forrajera -fardos y rollos de alfalfa, sorgo, avena, cebada u otras pasturas-, de cereales -granos de maíz, sorgo u otros cereales-, hortícola y ganadera.

En aquellos sitios que no están ocupados por montes frutales, el equipo del INTA Alto Valle propone como alternativa productiva la implementación de los sistemas agroforestales. “Estos combinan la producción forestal con la producción agrícola en sistemas denominados agrosilvícolas o con producción ganadera en sistemas denominados silvopastoriles”, detalló Thomas.

Y agregó: “La integración de las actividades agrícolas con la producción forestal permite diversificar los ingresos a nivel predial y mejora la estabilidad del sistema productivo”.

ENSAYOS DE CLONES: ÁLAMOS Y SAUCES.

Los ensayos realizados por el equipo del INTA Alto Valle evalúan la adaptabilidad y crecimiento de nuevos clones de álamos y sauces, lo que permite recomendar aquellos que mejor se adaptan a las características de cada sitio en los que se implementarán los sistemas agroforestales.

En los valles del norte de la Patagonia utilizan álamos y sauces como cortinas rompevientos para proteger diferentes cultivos -frutícolas, vitícolas, hortícolas, forrajeros- y forestaciones en macizo destinadas a la producción de madera y postes de calidad.

Thomas explicó: “La madera de estas especies es utilizada por las industrias del aserrado y debobinado, principalmente en la producción de envases y embalajes para el transporte y comercialización de productos frutihortícolas, como también para la obtención de vigas, tablas, tirantes y machimbres utilizados por el sector de la construcción. Un porcentaje menor se destina a la industria celulósica, que puede aprovechar los rollizos de menor diámetro”.

En función de los resultados obtenidos, se incorporaron nuevos álamos híbridos euroamericanos –Triplo y Ragonese 22 INTA–, nuevos álamos deltoides –Ñacurutú INTA, Carabelas INTA y Paycarabí INTA– y nuevos sauces híbridos –Los Arroyos INTA-CIEF, Agronales INTA-CIEF y Tehuelche INTA–.

“También se evaluó el crecimiento diferencial de los árboles y la productividad de diferentes cultivos en sistemas agroforestales con distintas densidades -marcos de plantación- y manejo silvícola -podas y raleos- para maximizar la producción de los cultivos consociados a los macizos forestales”, describió Thomas.

Entre los antecedentes de las investigaciones regionales, en 2009 se instaló una parcela demostrativa con un modelo de plantación tradicional de álamos euroamericanos Guardi y dos alternativas agroforestales con cultivos consociados -álamos con alfalfa y álamos con cultivos hortícolas- a una densidad de 555 árboles por hectárea -6 metros por 3 metros-.

En las subparcelas del cultivo de álamos consociado con alfalfa se produjeron fardos durante los primeros tres años, mientras que en las subparcelas de álamos consociados con cultivos hortícolas se produjo zapallo anco durante el primer año y maíz dulce durante el segundo y tercer año.

“En aquellas subparcelas que no tuvieron cultivos intercalares se controló la vegetación espontánea mediante desbrozado. Durante los primeros 5 años, se observó un mayor crecimiento en el diámetro de los álamos en los sistemas agroforestales respecto del modelo forestal tradicional”, destacó el investigador.

Por otro lado, en 2012 se evaluó la producción de verdeos invernales en un macizo de álamos híbridos, raleado a los 14 años para disminuir la densidad de 280 árboles por hectárea -6 metros por 6 metros- a 140 árboles por hectárea -12 metros por 6 metros.

Los verdeos fueron sembrados de manera consociada -la primera: triticale y vicia, y la segunda: avena, cebada y vicia- en los callejones de 12 metros de ancho. Allí se obtuvieron 1.968 kilos de materia seca por hectárea de la consociación de triticale y vicia, y 2.445 kilos de materia seca por hectárea de la consociación de avena, cebada y vicia.

“Esto permite inferir que el raleo en los sistemas silvopastoriles con álamos y sauces, a partir del cual se logra disminuir la restricción lumínica, permite producir mayor cantidad de forraje a partir de pasturas puras o consociadas”, indicó Thomas.

MODELOS PARA IMPLEMENTAR SISTEMAS AGROFORESTALES.

En este sentido, con base en las investigaciones del INTA Alto Valle junto a experiencias de productores, se pueden sugerir modelos de sistemas agroforestales con álamos y sauces bajo riego que respondan a diversos objetivos productivos en diferentes momentos del ciclo forestal.

Thomas señaló que “los modelos agroforestales que se proponen para la región se basan en la implantación de forestaciones con distanciamientos amplios -8 a 12 metros entre filas y 4 a 6 metros entre plantas dentro de las filas-, con densidades bajas de 150 a 350 árboles por hectárea, o distanciamientos menos amplios -6 a 8 metros entre filas y 3 a 4 metros entre plantas dentro de las filas- con densidades intermedias de 350 a 650 árboles por hectárea-”.

La disponibilidad de agua de riego produce durante los primeros años, en los interfilares de esos macizos, fardos o rollos de alfalfa, granos o ensilado de planta entera de maíz, rollos de sorgo u otras forrajeras anuales -moha, mijo, centeno, cebada, avena, triticale, vicia, etc.- y diferentes productos hortícolas.

“Según los cultivos asociados elegidos es posible realizar dos cultivos por año en forma secuencial, por ejemplo, verdeos de invierno y verdeos de verano, o verdeos de invierno y cultivos hortícolas de primavera-verano”, aclaró Thomas.

Luego de esta etapa inicial y antes de que los niveles de luz sean limitantes para su implantación, se puede realizar la siembra de pasturas perennes –puras o consociadas– con festuca, pasto ovillo y tréboles, o verdeos invernales con avena, cebada, triticale y vicia para el pastoreo directo de los animales.

En los macizos con densidades iniciales intermedias -350 a 650 árboles por hectárea- deberá realizarse un raleo con el fin de favorecer el ingreso de luz y permitir la implantación de las pasturas tolerantes a la sombra -umbrófilas-.

“La factibilidad técnica de cada cultivo consociado y del planteo ganadero en los diferentes momentos del ciclo forestal estará en función de la densidad de plantación inicial, de la planificación de las podas y eventuales raleos, y de la tolerancia a la sombra de cada cultivo en particular”, concluyó el especialista.

Fotos y texto de INTA.

VAR, la aplicación de INTA para los cultivares de soja.

VAR, la aplicación de INTA para los cultivares de soja.

SoyVAR, un desarrollo surgido de la demanda de productores y asesores. Reúne de forma práctica y con un entorno digital amigable, la información de la Red Nacional de Ensayos de Cultivares de Soja. Permite comparativos y múltiples variables. De acceso libre y gratuito.

Buenos Aires, Argentina | Todo El Campo | Un equipo de investigación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Marcos Juárez, Córdoba, desarrolló SoyVAR, una aplicación que reúne y clasifica toda la información generada anualmente a partir de los resultados de la Red Nacional de Ensayos de Cultivares de Soja (RECSO), en convenio de vinculación y asistencia técnica con la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA).

Según detalló, Cristian Vissani -coordinador de la Red Nacional de Ensayos de Cultivares de Soja del INTA-, “técnicamente, SoyVAR es una aplicación interactiva de consultas, con el objetivo de brindar información y servicios complementarios a lo que se venía ya ofreciendo en cada campaña con el informe técnico de resultados de la RECSO”.

Además, la plataforma cuenta con la posibilidad de realizar comparaciones y una multiplicidad de variables que anteriormente no permitía el formato en que estaban presentados los resultados, esta nueva herramienta digital otorga a productores, asesores y técnicos una mayor elasticidad en el manejo de los datos, y de esta forma pueden concretar mejores decisiones al momento de la elección de un cultivar.

De acuerdo con Vissani, “este desarrollo surge a partir de la demanda de los productores, técnicos y asesores, acompañada por un recambio generacional que busca hacer más simple y amigable la elección de cultivares”. Es que, según explicó, los archivos PDF en los que se carga toda la información de la RECSO incluyen más 400 páginas, al tiempo que reconoció que “en algún sentido, esto resulta incómodo, hay que saber dónde ir a buscar los datos”.

La plataforma está dirigida, además, a profesionales e investigadores que pueden consultar el informe de cada campaña y discriminar los resultados de cada variedad con su rendimiento, ambiente y fechas de siembra, entre otros factores. Si bien por ahora se puede descargar la versión para PC de escritorio, el equipo integrado por Cristian Vissani, Marcos Murgio y Alejandro Carrio (el desarrollador), se encuentra trabajando para que próximamente esté disponible para cualquier dispositivo móvil (celular o tablet).

LOS BENEFICIOS DE IMPLEMENTAR LA APP

La RECSO es una usina de información donde los interesados pueden bucear en la búsqueda de las mejores opciones de soja de acuerdo con las necesidades puntuales. “Lo que viene a concretar SoyVAR, es la disponibilidad de todo ese cúmulo de conocimiento y experiencia de las últimas 15 campañas, de manera rápida y accesible, pero sobre todo con la opción de poder realizar múltiples comparaciones”, indicó Vissani.

Entre los principales beneficios de la App, Vissani destacó: “En SoyVAR se puede comparar la performance de cada cultivar por grupo de madurez, por localidad y por campaña. Pero lo bueno de esto es que permite seleccionar varias localidades y poder ver sus resultados; es decir, de cada una en particular, pero también el promedio de todas las variedades en las localidades que uno pretenda comparar”.

“Otra cosa que ofrece la app es ver el comportamiento de cada cultivar en distintos ambientes través de los gráficos de regresión, que esto sí es novedoso porque no estaba en el informe técnico”, explicó.

“El productor puede ver dos materiales y cómo se comportan en distintos ambientes, porque hay variedades que se comportan mejor en ambientes más restrictivos y otras en ambientes más productivos”, detalló el coordinador de la RECSO.

A su vez, SoyVAR permite comparar variedades de distintos grupos, algo que según Vissani “es la demanda del productor”. Si bien no van a tener los mismos ambientes donde fueron evaluadas, te permite ver las dos en rendimiento, cómo anduvieron. (En base a información de INTA).

Elaboraron el primer mapa de calidad de la soja argentina con su primer mapa de calidad.

Elaboraron el primer mapa de calidad de la soja argentina con su primer mapa de calidad.

Las conclusiones más destacadas del estudio revelaron que el contenido promedio de proteínas en las 544 muestras analizadas fue del 36,6 % en base seca, mientras que el contenido promedio de aceite fue del 23%.

Buenos Aires, Argentina | Todo El Campo | El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (Acsoja) evaluaron la calidad de la soja producida en el país, en ocho zonas productivas. El resultado fue la elaboración del primer mapa de la calidad de la oleaginosa.

El estudio, realizado por técnicos de esas dos instituciones, mostró datos de, por ejemplo, la proteína en base seca y aceite, lo que ayudó a determinar que existen diferencias significativas entre algunas regiones respecto a promedios alcanzados en.

Para explicar la importancia del estudio y las conclusiones alcanzadas, INTA destacó que la soja es uno de los pilares fundamentales de la economía argentina, y que el objeto del estudio fue generar el primer mapa nacional de la calidad de soja a partir de muestras obtenidas de productores, mediante la gestión con las agencias de extensión de INTA, cuyos datos de calidad han sido geoposicionada y extrapoladas con técnicas de geomática.

Diego José Santos, especialista de INTA Paraná, Entre Ríos, y uno de los autores del estudio, dijo que hasta la fecha, no se había llevado a cabo una evaluación integral de la calidad de los granos de soja evaluados con muestras de productores genuinos en las diversas regiones productoras de la Argentina.

“Esta información es esencial para el posicionamiento de la harina de soja en los mercados internacionales y el aumento del valor agregado del producto”, aseguró.

Los investigadores de INTA, en colaboración con agencias de extensión de ocho regiones del país, estableció una red de muestreo y análisis de granos de soja recolectados en campos de productores de todas las regiones sojeras.

 Juan Martín Enrico, especialista del INTA Oliveros, Santa Fe, expresó: “Durante la primera etapa del estudio, se recolectaron muestras de soja junto con información detallada sobre las variedades utilizadas, las fechas de siembra, la dosis y el tipo de fertilizante utilizado y la ubicación geográfica de los lotes de producción”, agregó que los resultados fueron caracterizados por un equipo multidisciplinario de expertos en diferentes áreas.

CONCLUSIONES DESTACADAS.

De las conclusiones INTA compartió las “más destacadas”, que “revelaron que el contenido promedio de proteínas en las 544 muestras analizadas fue del 36,6 % en base seca, mientras que el contenido promedio de aceite fue del 23%”.

Otros datos: “La región de Santa Fe centro lideró en contenido promedio de aceite con un 24,7%, mientras que el NOA (noroeste argentino) mostró los niveles más altos de proteína (38,0%) y contenido de grasa y proteína combinados -Profat- (60,6%)”.

Sobre el perfil de aminoácidos, “los resultados mostraron que los aminoácidos clave para la nutrición animal y humana representaron el 14,36% de las proteínas analizadas, mientras que los restantes aminoácidos no clave constituyeron el 85,64%”.

El estudio también destaca la importancia de la lisina, un aminoácido esencial, cuyos niveles variaron según la región. “La región de Santa Fe Centro presentó niveles altos de lisina a pesar de tener un contenido general de proteína relativamente bajo”, describe el informe.Fernando Giménez, coordinador del Programa de Cereales y Oleaginosas del INTA, consideró que los resultados obtenidos en este estudio están “alineados con los estándares internacionales de calidad de la soja y sus derivados”.

“Innovación para la gestión del pasto”, el proyecto que busca incrementar la cosecha de pasto para pastoreo y reservas

“Innovación para la gestión del pasto”, el proyecto que busca incrementar la cosecha de pasto para pastoreo y reservas

El objetivo general es incrementar al menos 30% la cosecha de pasto (pastoreo + reservas) en predios de productores de Costa Rica, Argentina y Uruguay.

Montevideo | Todo El Campo | Desde el 2019, Fontagro viene apoyando al sector agropecuario de América Latina, el Caribe y España, en el desarrollo y fomento de herramientas digitales, comúnmente denominadas AgroTech o Agtech, y con el objetivo de mejorar la toma de decisiones a campo por parte de los productores y técnicos.

Entre los proyectos financiados en este tema, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) de Uruguay, junto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina; y el Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA) de Costa Rica, están poniendo a punto una nueva herramienta para la ganadería: poder medir con mayor eficiencia y precisión la producción de pasto a lo largo del año, destaco Eugenia Saini, secretaria ejecutiva de Fontagro.

El objetivo general de este proyecto es incrementar al menos 30% la cosecha de pasto (pastoreo + reservas) en predios de productores de Costa Rica, Argentina y Uruguay mediante la implementación de una solución digital de AgTech validada a nivel de finca.

En Argentina se estima que se cosechan entre 2 y 4 toneladas de materia seca (MS) por hectárea y año (tn MS/ha/año), mientras que el potencial puede alcanzar hasta las 15 toneladas. Mejorar los niveles de producción y consumo de pasto en la finca requiere tecnologías de manejo de pastoreo de fácil adopción que permitan optimizar su uso en cantidad y calidad a lo largo del año.

Los niveles de cosecha de forraje en los sistemas productivos de América Latina y el Caribe son muy bajos en relación a su potencial. En zonas tropicales, como Costa Rica, la producción de MS de las principales especies forrajeras oscila entre 10 y 25 tn MS/ha/año, pero en promedio los animales consumen menos de 45 % del pasto disponible.

En zonas templadas, como en Uruguay, la producción de forraje en promedio es de 4,5 tn MS/ha/año, cuando el potencial es de al menos 10 tn MS/ha/año.

El objetivo de este proyecto es mejorar la autosuficiencia y sostenibilidad de la producción ganadera incrementando al menos 30% la cosecha de pasto producido en fincas de Argentina, Costa Rica y Uruguay, mediante una mejor toma de decisiones en la gestión del pasto a lo largo del año. 

El proyecto del investigador Santiago Fariña Ph.D. de Uruguay, es financiado por Fontagro y el Ministry for Primary Industries de Nueva Zelanda, con apoyo de la Global Research Alliance. Es liderado por el INIA Uruguay, y actúan como coejecutores el INTA Argentina y el INTA Costa Rica, con apoyo de organizaciones de productores de cada país. En Uruguay trabajan en conjunto con Fucrea y la empresa Gentos.

RESULTADOS.

Uno de los primeros resultados que arroja este proyecto, y punto de partida para alcanzar los otros objetivos, es generar una plataforma digital virtual de innovación para vincular a investigadores, asesores y productores de los países que forman parte del proyecto (Argentina, Costa Rica y Uruguay). Esta plataforma tiene como objetivo el intercambio de metodologías e información entre investigadores, técnicos y productores que sean referentes en la temática de manejo del pastoreo.

Como segundo resultado, se ha generado una herramienta web (solución AgTech), de Sistema de Soporte a las Decisiones (SSD) de pastoreo y confección de reservas residente en la nube. Esta herramienta permite tomar decisiones en tiempo real sobre la secuencia de potreros, el área a pastorear o para confección de reservas, y por tanto la biomasa a través del tiempo. La validación en fincas, luego de 12 meses de uso de la herramienta, espera entregar incrementos de 30% de la cosecha de pasto, y por tanto mejoras en la autosuficiencia y sostenibilidad de la producción ganadera y lechera pastoril de estos países.

La última instancia de este proyecto será desarrollar un dispositivo de medición remota de biomasa disponible de pastura de fácil adopción por productores, con base a un protocolo consensuado para cuantificar la biomasa disponible semanalmente, mediante el uso de drones.

Como beneficiarios directos de este proyecto hay 200 productores y técnicos en Argentina, Costa Rica y Uruguay. Como beneficiarios indirectos, unos 4.000 productores tendrán acceso a las nuevas tecnologías desarrolladas mediante transferencia y difusión del conocimiento. Saini agregó que “el desarrollo de herramientas de Agtech es una gran oportunidad para dar un salto en la gestión de datos e información de los sistemas agroalimentarios. Para ello, la conformación de proyectos regionales de varios países permite la validación en simultaneo de las herramientas tecnológicas, y de esa forma el avance más rápido a lograr innovaciones que agreguen valor al sector”.

En un panorama de sequía, ¿cómo recuperar la oferta forrajera? La mirada de los técnicos del INTA.

En un panorama de sequía, ¿cómo recuperar la oferta forrajera? La mirada de los técnicos del INTA.

La sequía no perdona.

Buenos Aires, Argentina | Todo El Campo | El grupo de trabajo sobre ganado vacuno del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Pergamino, elaboró un informe sobre la situación actual de la oferta forrajera a raíz de los efectos de la sequía en la zona norte de la provincia de Buenos Aires. También aborda el manejo forrajero, cómo reconocer la presencia de nitratos y pautas para la siembra de verdeos.

El siguiente es artículo publicado por INTA, luego del cual se publica el enlace para el informe completo.

ESTRATEGIAS PARA RECUPERAR LA OFERTA FORRAJERA.

La sequía sufrida en las últimas campañas agrícolas impactó en los principales cultivos y en la oferta forrajera del norte de la provincia de Buenos Aires. El cambio del escenario climático -con mejores previsiones para la agricultura- encuentra más complejidades en el caso de la ganadería. Por esto, desde el Grupo de Bovinos de la estación Experimental Agropecuaria Pergamino del INTA, explicaron que la degradación de los suelos, las pérdidas de plantas, la disminución de la producción de materia seca y el sobre pastoreo son algunas de las consecuencias de la sequía.

Según un informe elaborado por el equipo del INTA, “la producción forrajera de los pastizales naturales y las pasturas perennes se encuentran altamente degradadas debidas a la pérdida de plantas, con la consecuente disminución de la producción de materia seca, sumado en muchos casos al sobre pastoreo durante estos años por la necesidad de forraje”.

En relación con los rodeos, Juan Mattera -especialista del INTA Pergamino- explicó que se registraron bajas ganancias de peso y bajos índices reproductivos. “En muchos casos se apeló a la liquidación de animales y achicamiento de los planteles para ajustar la carga animal a la receptividad de sus campos”, indicó.

Por otro lado, a causa de la falta de humedad en los perfiles del suelo, la siembra de verdeos de invierno se vio retrasada, y reestablecida, paulatinamente, a medida que los índices de precipitaciones se fueron restituyendo.

“En este caso, el productor deberá atrasar el primer pastoreo, y si aún no sembró, se encuentra en la fecha límite para realizarlo. En el caso de la siembra en primavera, se advierte que debería implementarse con buen paquete de herbicidas para controlar la competencia de las malezas en pasturas como la alfalfa. En estas siembras las plantas presentan un mayor crecimiento aéreo en desmedro del crecimiento de las raíces. Por lo que será es importante tener en cuenta las previsiones climáticas, ya que un verano seco y con altas temperaturas podría afectar negativamente las pasturas al tener un menor desarrollo radicular”, expresó Ezequiel Pacente, técnico del INTA Pergamino y otro de los autores del informe.

En este escenario, para incrementar la oferta forrajera y disminuir la necesidad de incorporar rollos y fardos, se puede recurrir a la fertilización nitrogenada. “El productor puede fertilizar los verdeos anuales al momento de macollaje y las pasturas de gramíneas perennes entre el final del invierno o principio de primavera”, señaló Agustina Lavarello Herbí, coautora del informe y también especialista del INTA Pergamino; y agregó: “hay que contar con condiciones de humedad que favorezcan la respuesta a la fertilización y también adecuar la carga animal para aprovechar el incremento de forraje”.

En este contexto, podría haber una acumulación de nitratos en los recursos de forrajes y volverse potencialmente tóxicos para el ganado. Desde las Agencias de Extensión Rural bonaerenses, Mercedes y Lobos, confirman que las consultas por parte de los productores se incrementaron en relación con este tema.

“Las condiciones particulares de este año pudieron haber generado acumulación de nitratos en los recursos forrajeros que los haga potencialmente tóxico para el ganado”, indica el informe elaborado por el INTA Pergamino.

Para anticiparse a esta situación, “se recomienda realizar un monitoreo de los forrajes, y observar si presentan una coloración verde azulada. La mayor concentración se encuentra en los tallos y bases de las plantas, especialmente en estadios más tempranos”, explicó Mattera y recomendó también estar atentos a “las primeras horas de pastoreo ya que serán claves para observar que no haya inconvenientes en el ganado y que no presenten dificultades respiratorias que indiquen toxicidad”.

Por último, Mattera recomendó “realizar pastoreos más livianos, evitando consumir la parte inferior de las plantas, en momentos más tardíos del ciclo de vida de la pastura, para reducir, de esta manera, los riesgos”.

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