Productores, técnicos, transportistas. Toda la cadena agrícola trabajando a marcha forzada.
Montevideo | Todo El Campo | Los cultivos de verano “han sido un caos con una cosecha de a retazos y muy forzada por las condiciones del clima, la humedad y la calidad del grano”, dijo el Ing. Agr. Ignacio Russi al programa Diario Rural (CX4 Rural).
Aún queda área por cosechar pero cuesta decir cuánta porque hay chacras que empezaron y no se terminaron, hay chacras en el sur sin trillar”.
“Recién ahora se están dando las condiciones como para poder entrar a las chacras y por suerte en la mayoría de los casos en la zona centro el grano se conserva con calidad”, agregó; la calidad en la zona este es una situación aparte.
“En resumen la cosecha ha sido muy dura, muy cansadora, forzando el sistema de recibo con los camiones, el recibo y secado”.
Sobe las siembras de invierno dijo que van “bastante retrasada en la zona centro” donde las lluvias se sienten más que en otras áreas.
La mayoría de las siembras también “se hacen forzadas” con “implantaciones relativamente malas”.
En soja “se perdió mucho, ya lo estamos viendo en las chacras, soja tirada por la calidad mala, en el barro; también hay pérdida por los enormes aumentos de costos entre fletes que llevan granos con humedad y no se toman como granos, más el secado que tiene un costo de dólares por tonelada”.
Es decir que “hay pérdidas físicas, lo más grosero son las áreas sin cosechar, áreas que se cosechan de forma desprolija con pérdida de granos, y la pérdida por deficiencias como secado y transporte que elevan los costos”, sintetizó.
Aportar números a esa pérdida no es posible porque son datos muy personales y hay mucha variabilidad con chacras que cosecharon el cien por ciento hace un mes y chacras que les falta cosechar el cien por ciento hoy.
Sobre la situación financiera de las chacras, Russi dijo que después de 2023 con la seca de ese año, “nadie puede pensar que las cuentas iban a desaparecer de forma inmediata”. 2024 era un año “para ponerse a tiro porque los rendimientos de los cultivos venían muy buen y en un año normal la soja ayudaba a pagar esas cuentas; el horizonte era mejor. Pero con todo lo que pasó los números se achicaron y los problemas financieros de los productores van a persistir”.
El tema es cómo bajamos riesgos, subrayó, porque las cuentas no se terminan de pagar y los rendimientos están más bajo de lo esperado hace unos meses.
“El concepto de que tenemos que tener un buen año, que tenemos que tener un año perfecto en lo logístico y técnico sin poder errar en nada, está instalado en el productor”
Montevideo | Todo El Campo | “Estamos en un punto de inflexión, es el momento en que se empieza a fijar rendimientos de los cultivos de invierno y toda la programación de los cultivos de verano que son una esperanza, todo lo que vivimos el verano pasado de sufrimiento lo vivimos ahora de esperanza renovada”, dijo el Ing. Agr. Ignacio Russi.
Entrevistado en el programa Diario Rural (radio Rural), el técnico aclaró que para el trigo y la cebada aún “falta octubre” que es el mes “en el que se decide todo”. Como pronto “en la última semana de setiembre y también en todo octubre se generan las floraciones y el llenado de grano y eso hace que los cultivos tengan rindes”, y en el caso de los cereales mencionados “aparece la calidad que es lo que venden los productores y es lo que pagan las cuentas”.
Por tanto “es muy importante lo que ocurra de acá para adelante”, subrayó.
Sobre las lluvias, las que “aparecieron hace 60 días”, señaló que “complicaron un poco el manejo sanitario, pero es un tema que tiene solución con el manejo” adecuado.
COLZAS Y SOJAS.
En cuanto a las colzas, “arrancaron más desparejas y también son hijas del clima, pero se han armado y creo que vamos a tener buenos cultivos”, aunque “sin tanta presión de calidad”.
Lo que sucede es que “el concepto de que tenemos que tener un buen año, que tenemos que tener un año perfecto en lo logístico y técnico sin poder errar en nada, está instalado en el productor”.
Por eso, en la soja de segunda “está bien encaminada también, con cultivos adelantados y aunque falta gran parte de ese proceso hay gran expectativa por los cultivos de verano”, y si las cosas se hacen bien tendremos un buen año.
“HACER LAS COSAS BIEN.
Consultado sobre qué entiende cuando dice “hacer las cosas bien”, Russi contestó: “Acceder temprano a los campos que vienen de la ganadería, eso es una lucha constante y positiva para que la fase ganadera entregue los campos en tiempo y forma, muchos de ellos vienen de verdeos, se produjo carne durante todo el invierno y se entregaron o se están entregando a la fase agrícola” y allí se hace siembra directa o algún laboreo dependiendo del pastoreo y el uso durante el invierno. “Por otro lado hay campos naturales que se meten al sistema”, campos que “se están limpiando y analizando el tema de nutrientes en el suelo para empezar con números más finos toda la parte de fertilización”.
REPETICIÓN DEL ÁREA.
Russi espera que haya una repetición del área con “un pronóstico alentador sobre el tema lluvias, con perfiles cargados como no estaban hace 2 o 3 años, y hay que pagar muchas cuentas”. Todos esos “son factores que hacen que el área no baje” y más allá del costo, particularmente en semillas, “la parte de la fertilización y otros insumos están por debajo del año pasado”.
Asimismo “el precio de la soja aún se mantiene a niveles propicios, por lo cual ese cultivo seguro se mantiene o capaz que sube un poco”.
El maíz, dependiendo de los sistemas, lo que se ve es un “negocio ganadero bastante golpeado, nos armamos con todo para producir carne pero el mercado, la industria, no están respondiendo como esperábamos y eso puede afectar un poco la intensificación de uso”.
Pero el maíz “tiene su nicho”, también los maíces más tardíos, y “atrás de los cultivos de invierno es donde mejor calza, sobre todo en la zona centro, sur y este”.
Dicho eso, “la soja es más estable que el maíz para la gran mayoría del área.”
“Las únicas sojas que se salvan son las que están bajo riego”, dijo el Ing. Russi.
Montevideo | Todo El Campo | Para todos los que vivimos en el campo y del campo, el año es desafiante, dijo el Ing. Agr. Ignacio Russi de la Unión Rural de Flores. “No hay rubro que haya quedado tranquilo, el desafío es incluso a nivel de relaciones personales porque los agrónomos hacemos de sicólogos, pero se va a saliendo adelante aunque vamos a demorar en cerrar algunas cicatrices, sobre todas las económicas”.
Comentó que “en la agricultura la magnitud de la pérdida es importantísima”, y señaló que recorre muchas zonas del país: “Maldonado, Canelones, Florida, Lavalleja, Durazno, Tacuarembó, y son pérdidas importantes en todos los departamentos”.
“LAS ÚNICAS SOJAS QUE SE SALVAN SON LAS QUE ESTÁN BAJO RIEGO”
“Existen algunos lugares donde hoy vemos 1.500 kilos de soja, pero sabemos que la cuenta se paga con dos mil kilos y algo, o sea que estamos todos ‘bajo el agua’ en la agricultura de verano, y eso demora un año y pico o dos años en recuperarse”, señaló.
“Las únicas sojas que se salvan son las que están bajo riego y las del este que agarraron un poco más de agua”, precisó, y aclaró que en aquellas chacras donde se ven plantas éstas no tienen granos, por efecto de la seca.
Ahora hay que mirar al futuro. “Porteras adentro hay que ver cuál es la mejor solución para salir del problema, si es con intensificación de la agricultura, la diversificación de rubros o vendiendo algunas vacas”, y serán “los granos de invierno los que paguen los insumos de invierno y los costos no cubiertos del verano”.
Sobre los antecedentes de las zafras, Russi dijo que no está de acuerdo con afirmaciones que refieren a que antes de la sequía veníamos de dos megazafras. “Se venía de una muy buena zafra de verano, la del año pasado en la que llovió el 15 de enero, tuvimos muy buenos rindes y muy buenos precios de verano; el invierno, dependiendo de las zonas fue bueno o más o menos bueno”.
“Eso de que fue bueno el verano y el invierno es para el litoral, el resto del país es más variable”, añadió.
De todas formas, “nunca es que sobra” porque “cuando se ganan US$ 800 por hectárea como el verano pasado, sucede que siempre hay cosas para atrás, asuntos que están por resolverse y hasta que se tiene un año de esos no se resuelven, entonces nunca se guarda el dinero (pensando en) la próxima zafra mala”, razonó, porque la actitud de los productores es de invertir.
“Todos los días miramos el pronóstico del tiempo y pensamos que ‘la próxima semana capaz que tenemos suerte”, y así las siguientes. Pero las lluvias apenas son “en lugares puntuales”.
Durazno | Todo El Campo | Ignacio Russi, presidente de la Sociedad Rural de Durazno dijo que lleva 15 años trabajando con agricultura, campo natural y pasturas, pero la situación actual “se hace cada vez más compleja”. “Está complicado”, agrego.
En declaraciones al programa Diario Rural, destacó que en “los cultivos de verano -soja, maíz, algo de girasol- el daño es grande, con un problema importante en los cultivos de segunda, muchos no se lograron implantar por la seca, y los de primera venían un poco mejor por el perfil del agua en el suelo, pero ahora están absolutamente sufridos y muchos condenados a no ser cosechados”.
“Todos los días miramos el pronóstico del tiempo y pensamos que ‘la próxima semana capaz que tenemos suerte”, y así las siguientes. Pero las lluvias apenas son “en lugares puntuales, con algunos cultivos un poco más verdes, pero estoy seguro de que cuando pasemos la cosechadora nos va a dar un mal dato”, porque además “en casi todos los cultivos estamos por debajo de los costos”, precisó.
Otra de las cosas que se da es que los productores pueden haber vendido sus cultivos antes de la cosecha, no obstante eso, los técnicos analizan “cómo proyectar para adelante el negocio, porque no es cosa de cerrar (el establecimiento), sino que hay que seguir, pagar las cuentas, organizarse. Y eso es lo que estamos haciendo ahora, bajando a tierra los problemas, conociéndolos”, explicó.
Señaló que “todos los casos son distintos y hay que seguir mirando hacia adelante”.
En ese mirar hacia adelante “ya estamos proyectando el invierno que tiene un carácter forrajero importante dado que hay productores que también hacen ganadería y esa pata de la producción está tan golpeada como la agricultura. Tenemos que pensar en todos esos temas, no solo en lo agrícola, también lo forrajero”.
“NO ES QUEJÁNDONOS QUE SE SALE ADELANTE”.
Por otra parte, desde hoy se realiza la 109ª edición de la Expo Durazno. Evento que llega cuando el país atraviesa una de las peores secas de su historia, por lo que Russi dijo que “es importantísimo mirar para adelante, acordarnos de esta seca como en la que utilizamos todas las herramientas nutricionales posibles, porque hay que utilizar las herramientas y no morir con los ojos abiertos”, expresó en relación a la charla que brindarán el viernes 24 a las 09.00 horas el propio Russi y los también ingenieros agrónomos Alejandro Terra (Instituto Plan Agropecuario) y Luis Bahú (docente investigador en el área de riego y drenaje, UTEC). “Para sobrellevar estas crisis las herramientas para trabajar son muchas, y tenemos que aprender de ella, porque no es solamente quejándonos que se sale. Hay que trabajar e informarse, y para eso deben estar disponibles las instituciones gremiales y otras como el Plan Agropecuario”.
“Los protocolos tienen que salir muy bien medidos de acá, es casi una certificación y todos en la cadena somos responsables”
El presidente de la Sociedad Rural de Durazno, Ing. Agr. Ignacio Russi, consideró que el protocolo “es una buena noticia” porque hasta ahora en Uruguay el sorgo “básicamente se usa como alimento animal, tanto seco como húmedo”, pero hay países que importan y le dan otros usos como bebidas o harinas. Además, China es el principal importador de sorgo en el mundo con compras por US$ 3.000 millones en 2021.
El camino para lograr la habilitación tiene 4 años, comenzó en 2018 para la exportación desorgo con destino consumo animal, pero en 2021 se amplió para consumo humano acordando con China la lista de plagas cuarentenarias.
“Para el productor lo mejor es tener una opción más de negocio, plantar un grano que no va a terminar en el mercado local”, o sea que “es algo bueno porque empieza a conocer de antemano las condiciones” y ahora el sorgo podrá “competir con los cultivos de verano como la soja, el maíz y el girasol”, opinó Russi al ser consultado por La Mañana sobre el tema.
“Cuantos más negocios tenga el productor arriba de la mesa para poder elegir mejor, porque va a haber productores que ya vienen cuidando el suelo y necesitan hacer un maíz o una soja, y otros productores que necesitan cuidar el suelo y el sorgo va a ser una alternativa posible” ya que agronómica y productivamente también tiene ventajas permitiendo rotaciones, ayudando a conservar el suelo.
Respecto a los costos, dijo que básicamente son como el maíz pero se abarata con la semilla. La diferencia se da en el manejo porque “el maíz tiene tecnologías que el sorgo no, tanto de herbicidas o estratégicas contra insectos”.
“Cuando hablamos de protocolos se trata de la calidad del grano y como debe llegar a los puertos chinos. Si al llegar a destino no tiene las condiciones el comprador no tienen por qué pagar”, pero el exportador es “el responsable de regresar ese barco” con un producto que no cumple lo estipulado”. Concluyó señalando que el protocolo “es como una marca país”, por tanto “los protocolos tienen que salir muy bien medidos de acá, es casi una certificación y todos en la cadena somos responsables desde la primera línea de producción hasta cuando llega al barco”. (En base a artículo de La Mañana).