Ucrania es una de las zonas más fértiles del mundo por sus recursos naturales; se ha denunciado que Rusia ha robado miles de toneladas de cereales desde Rusia, incluso en las últimas horas se supo que robó un buque cargado de granos.
El experto agrícola Lajos Braunmüller dijo que la agricultura es, en el sector agroalimentario, el primer afectado por la guerra generada a partir de la invasión Rusia a Ucrania. Otros analistas han señalado que escasez, y aumento de precios son palabras que dominarán la agricultura y la industria alimentaria, publicó ayer Euronews.
Braunmüller explicó sus conceptos señalando que el encarecimiento de alimentos provocado por la invasión de Ucrania y las sanciones contra Rusia, empieza desde la tierra; y recordó que la agricultura ucraniana es especialmente importante para la seguridad alimentaria de Europa y afectará todo el mundo.
“Ucrania es una de las zonas más fértiles del mundo por sus recursos naturales. Tiene tierras de muy buena calidad aptas para la agricultura. Se trata del chernozem, un suelo de color negro con un contenido mineral muy alto y una buena estructura. Se puede cultivar en 42 millones de hectáreas, aproximadamente diez veces más que en Hungría”, dijo.
A eso se suma el aumento del precio del gas natural, lo que hace que el fertilizante sea a su vez más caro. De hecho, Rusia, Bielorrusia y Ucrania representan una cuarta parte de la producción mundial de fertilizantes. Y los dirigentes rusos han prohibido su exportación debido a las sanciones.
Dávid Csont, director General Adjunto de la única fábrica de fertilizantes de Hungría, contó: “Tras el estallido de la guerra, los precios del gas subieron a más de 250 euros por megavatio hora. Podemos producir, pero el fertilizante es invendible y ya no vale la pena que los agricultores lo compren a ese precio”.
Las opciones posibles son sólo dos. Una comprar fertilizantes cares y esperar cubrir costos con buenos rendimientos, o confiar en que la naturaleza los ayudará: El aumento del costo de los fertilizantes afecta a todos los agentes del sector agrícola. Los agricultores tienen ahora que apostar. O bien compran fertilizantes caros con la esperanza de obtener mejores rendimientos y luego vender la mercancía a un precio más alto, o bien, se abandonan a los caprichos de la naturaleza.
GUERRA ALIMENTICIA. UCRANIA DENUNCIA QUE RUSIA LE ROBA GRANOS.
Por otra parte, medios europeos informaron que Ucrania denunció a Rusia por el robo de 400.000 toneladas de trigo y otros granos. Taras Vysotsky, viceministro ucraniano de Agricultura dijo que las fuerzas rusas han incautado varios cientos de miles de toneladas del grano, de las zonas de Zaporiya, Jersón, Donetsk y Lugansk, al sureste del país.
Son reservas que en parte los ucranianos utilizarían como harina para la elaborar pan en un país donde la guerra a afectado la elaboración y disponibilidad de productos.
Además, considerando los altos precios internacionales de los commodities, se trata de cientos de millones de dólares.
El robo no solo afecta a Ucrania sino que esos granos al ser trasladados a Rusia se sacan del mercado internacional y por tanto no llega al mundo poniendo en peligro la seguridad alimentaria del mundo cuando las estimaciones de las Naciones Unidas indican que 1.700 millones de personas están en riesgo de sufrir hambre y pobreza. En las últimas horas CNN informó que un buque ruso cargado de grano robado a y en Ucrania fue rechazado en al menos un puerto del Mediterráneo y se encuentra en el puerto sirio de Latakia.
La invasión de Rusia a Ucrania, que ya generó aumentos de precios en productos agropecuarios, fertilizantes y energía, refuerza la importancia de las políticas públicas de apoyo a los agricultores familiares, principales abastecedores de alimentos en la región.
Empresas del sector agroalimentario con actuación global -y fuerte presencia en las Américas- coincidieron en la necesidad de elaborar estrategias conjuntas, que articulen los esfuerzos de los sectores público y privado destinados a afrontar los riesgos para la seguridad alimentaria que generó el conflicto bélico en Europa del Este.
Convocados por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) a un diálogo sobre los desafíos que plantea la coyuntura, representantes de las compañías señalaron que la invasión de Rusia a Ucrania, que ya generó aumentos de precios en productos agropecuarios, fertilizantes y energía, refuerza la importancia de las políticas públicas de apoyo a los agricultores familiares, principales abastecedores de alimentos en la región.
Debido a que Rusia y Ucrania son importantes productores de granos y Rusia es también un exportador significativo de energía y fertilizantes, la guerra ha generado mayor volatilidad en mercados mundiales que ya atravesaban una época complicada, en un contexto de crisis superpuestas, por la pandemia de Covid-19 y los cada vez más evidentes efectos del cambio climático.
En ese sentido, las diferentes crisis que se retroalimentan están haciendo retroceder en materia de pobreza y seguridad alimentaria a América Latina y el Caribe, región que se encuentra en una situación difícil de la que solo podrán salir con un buen diagnóstico, dijo Manuel Otero, director general del IICA, al abrir el debate.
La directora de Asuntos Gubernamentales de PepsiCo en tanto señaló que “estamos hablando de fenómenos externos como la pandemia, el cambio climático y el conflicto bélico en Europa que están afectando la seguridad alimentaria y en ese sentido consideramos muy importante que el tema forme parte de la agenda de la Cumbre de las Américas que se realizará en Los Ángeles. Es necesario que se realice un ´side event´ en la Cumbre, que genere compromisos serios por parte de los gobiernos de la región, del sector privado y de organismos como el IICA alrededor de este tema”.
“La convocatoria es una muestra del espíritu de apertura del IICA y de su voluntad de cooperación con el sector privado”, señaló Facundo Etchebehere, vicepresidente global para Asuntos Públicos y Corporativos de Danone, quien señaló la necesidad de que el sector agroalimentario tenga una fuerte presencia en la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 27), en la que la agricultura debe ser considerada parte de la solución a los desafíos ambientales globales.
José Perdomo, presidente de CropLife Latin America, afirmó que uno de los grandes capitales que tiene la región es la presencia de pequeños agricultores con el potencial de producir más de lo que producen actualmente, si pueden acceder a las soluciones que aporta la ciencia y la tecnología.
Matt O´Mara, director senior de ADM, valoró el papel jugado por el IICA para asegurar que la agricultura esté presente en la mesa de las discusiones internacionales. “En las actuales circunstancias, Europa y América tienen que estar más cerca para discutir y acordar sobre políticas agrícolas, sostenibilidad y la agenda sobre el clima”, puntualizó.
Anne Murphy, de Cargill, se refirió a la preocupación que genera la disponibilidad de insumos como fertilizantes y combustibles debido a los aumentos de los precios. “La respuesta de los productores a los precios altos –dijo- es una pregunta todavía abierta. Y otra incógnita es qué pasará con el comercio, tema que está en la agenda del IICA”.
Ronald Romero, de Fresh del Monte, consideró que los productores agropecuarios afrontan problemas para trasladar sus aumentos en los costos al resto de la cadena de suministros, lo que va a impactar negativamente en los niveles de producción y va a ralentizar la inversión en desarrollo sostenible e investigación.
“Nos preocupamos por producir cada vez más, pero lo que sucede en toda la cadena de abastecimiento es que existe un altísimo porcentaje de desperdicio de los alimentos. Y eso no puede seguir sucediendo”, sostuvo Ricardo Coto, director global de Alimentos Frescos en Price Smart.
Servando Valdez, también de PepsiCo, consideró que las empresas “tenemos responsabilidad, como así también recursos humanos y financieros para dar apoyo en esta crisis. Debemos continuar ayudando a los pequeños y medianos agricultores con financiamiento y esquemas de productividad, ya que son ellos los que enfrentan el reto más difícil”.
“Hemos observado que los agricultores medianos y pequeños van a reducir la cantidad de insumos que utilizan en la producción y como consecuencia vamos a tener una caída lógica de los rendimientos. Eso es preocupante para cultivos estratégicos en la región como maíz, arroz y frijol, cuyos precios van a subir y por lo tanto van a generar más pobreza”, advirtió, a su turno, Carlos Torres, director regional para América Central y el Caribe de Syngenta.
En la misma línea, Martín Zúñiga, director para América Central y el Caribe en CropLife, anticipó que la actual crisis podría volverse más grave. “Actualmente –afirmó- el problema no es de disponibilidad de alimentos, pero sí de precios. Los estados tendrán que hacer un esfuerzo fiscal para ayudar a familias que no podrán adquirir los alimentos. Hay que ayudar a los agricultores que están enfrentando problemas de costos, porque si no tendremos, ya no un problema de precios, sino de escasez relativa de alimentos”.
Por su lado, el presidente de DSM Latin America, Mauricio Adade advirtió que las complicaciones del actual escenario de ninguna manera pueden llevar a pensar en postergar las prioridades ambientales. “Llevamos varios años retrasados”, apuntó.
Manuel Otero entregó algunos datos que reflejan el impacto directo que la crisis en Europa del Este tiene para la producción agropecuaria y las exportaciones de la región y en ese sentido apuntó que el precio de los fertilizantes es “el talón de Aquiles” de muchos países de las Américas.
Brasil, por ejemplo, importa el 85% de los fertilizantes que consume de Rusia y Bielorrusia. Rusia es el principal destino de las exportaciones de carne de res congelada de Paraguay y Colombia y compra el 20% de las ventas de banano ecuatoriano. Además, el aumento del precio de los commodities alimentarios impacta fuertemente en países vulnerables como Haití y los del este caribeño.
Recordó que IICA lanzó en marzo pasado, pocos días después de la invasión a Ucrania, un Observatorio de Políticas Públicas para los Sistemas Agroalimentarios (OPSAa), que ya se ha constituido en un instrumento relevante para ayudar a los países a navegar este periodo de incertidumbre e inestabilidad.
“La seguridad alimentaria –cerró Otero- está al tope de la agenda global, como ya lo explicitaron los principales líderes del mundo. Debemos tener claro que la agricultura, además de abastecer alimentos y generar divisas y empleo, es, por sobre todo, un instrumento para la paz. Las Américas es garante de la seguridad alimentaria y nutricional y de la sostenibilidad ambiental global. Y este tiempo de crisis nos da la oportunidad de profundizar el sendero de una producción sustentable”.
Ante la FAO, el ministro Mattos reclamó “una solución rápida y drástica. Se deberían levantar los embargos comerciales y restricciones” impuestos por la comunidad internacional “sobre los países no involucrados en la guerra” para que se pueda “comercializar insumos agropecuarios”.
Culminó una nueva Conferencia Regional de FAO para América Latina y el Caribe. Fue la 37ª Conferencia Regional para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El evento nucleó a 33 países de América Latina y el Caribe la cual tuvo varios objetivos, destacándose la discusión sobre las formas de mitigar los efectos del alza de los precios de los alimentos y los fertilizantes sobre la región.
América Latina y el Caribe constituyen la mayor zona de exportación neta de alimentos del mundo.
Uruguay estuvo representado por el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca Fernando Mattos, y del subsecretario Ignacio Buffa.
PRECIO DE ALIMENTOS.
Una cuestión urgente que se abordó fue el aumento de los precios de los alimentos y los fertilizantes, agravado por la guerra en Ucrania. El director general de la FAO QU Dong Yu, dijo que es de suma importancia para la región, ya que plantea riesgos para los productores, los consumidores y la recuperación económica.
Sobre ese tema, durante la 3ª jornada de la conferencia, el ministro Mattos opinó que la escasez de fertilizantes debido a la guerra entre Rusia y Ucrania está provocando una pérdida de productividad y un encarecimiento de los alimentos.
Esa situación requiere “una solución rápida y drástica”, reclamó. “Se deberían levantar los embargos comerciales y restricciones” impuestos por la comunidad internacional “sobre los países no involucrados en la guerra” para que se pueda “comercializar insumos agropecuarios”.
Al cierre Mattos, como presidente de la Comisión de Desarrollo Ganadero para América Latina y el Caribe (Codegalac), subrayó que existe marcada preocupación en cuanto al aumento de los costos en los sistemas productivos e insumos.
“La dificultad sobre los fertilizantes encarece las producciones intensivas en particular las que aplican grano, además del costo de los combustibles. A este factor se suma el cambio climático, las dificultades logísticas en el transporte marítimo, además de un proceso de inflación global”, comentó.
“Así como lo planteamos en la Codegalac consideramos que la promoción e intercambio entre los sistemas pecuarios logrando la cooperación entre ellos, podrá asegurar el aprovisionamiento de insumos”, señaló.
Añadió que “muchos países están tomando medidas unilaterales, ante la falta de provisión, restrictivas en la venta y compensatorias que altera la formación natural de los precios y por lo tanto perjudica a otros países”.
La participación del ministro Mattos puede verse en los siguientes videos del día 3 y 5 de la conferencia.
Día 3, a partir del minuto 57 (duración 5 minutos).
Día 5, a partir del minuto 38 hasta el minuto (duración 5 minutos).
“La guerra de Putin contra Ucrania nos muestra los puntos vulnerables de nuestro sistema agrícola”, dijo el ministro de Agricultura alemán.
Alemania quiere revertir algunas políticas ambientales para impulsar la producción nacional de cultivos, ya que la invasión rusa de Ucrania amenaza los suministros mundiales de granos y semillas oleaginosas.
El país permitirá a los agricultores sembrar cultivos para alimento animal en áreas hasta ahora ecológicamente protegidas, e intensificará su estrategia para aumentar la competitividad de las legumbres domésticas ricas en proteínas, como los porotos, dijo el Ministerio de Agricultura alemán. Las medidas deberían ayudar a satisfacer la demanda regional de alimento animal, amortiguar el impacto de los crecientes costos de los insumos de los agricultores y garantizar la autosuficiencia.
“La guerra de Putin contra Ucrania nos muestra los puntos vulnerables de nuestro sistema agrícola”, dijo el ministro de Agricultura, Cem Oezdemir, en un comunicado. “Por lo tanto, nuestras medidas están dirigidas a proporcionar asistencia rápida y a hacer que la agricultura en su conjunto sea menos vulnerable a las crisis”.
La Unión Europea es un importante importador de maíz, que a menudo se utiliza en alimento animal, y más de la mitad de sus suministros esta temporada provienen de Ucrania. Los estados miembros ahora están luchando por granos en otros lugares, ya que la guerra amenaza con diezmar los cultivos y las exportaciones ucranianas, y los agricultores no pueden acceder a los campos.
Las áreas ambientalmente protegidas de Alemania, que alguna vez estuvieron fuera de los límites para la agricultura, se extendieron sobre aproximadamente 1,2 millones de hectáreas a partir de 2021.
Otras medidas anunciadas por el ministerio incluyen la racionalización de la burocracia en los programas que promueven la energía renovable en la agricultura. El país también ayudará con la alimentación amigable con los animales en la agricultura orgánica, que se encuentra entre las más afectadas por la pérdida de importaciones de alimentos de Ucrania.
Alemania también está montando un impulso contra el proteccionismo alimentario como parte de su presidencia este año de las naciones del Grupo de los Siete.
Artículo de Irina Anghel | Bloomberg. Fuente: Time.
Ante el incremento del precio de los fertilizantes, nuestro país ha desplegado una serie de contactos con países proveedores, de tal forma de asegurar los insumos al mejor precio posible.
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, se refirió a la problemática de los fertilizantes que se han encarecido de forma importante debido al la guerra Rusia-Ucrania, y anunció que se realizan gestiones con Brasil para solucionar esa dificultad.
El problema de los fertilizantes “es una consecuencia directa” de la guerra, “no solo porque Rusia era el segundo proveedor de fertilizantes de Uruguay luego de China”, sino también porque China “había tomado medidas conteniendo el proceso exportador para mantener aprovisionamiento propio”.
Todo eso causó “una inquietud generalizada por la escasez que se pueda generar y ya sufrimos la primera consecuencia que es la multiplicación de los costos de los fertilizantes en el mundo, no solo por un tema de disponibilidad sino también por un tema logístico: todo lo que provenga de la zona del mar Negro está impedido de transitar, así que Rusia está fuera del mercado”, enfatizó.
Para solucionar esa situación Uruguay está “articulando con otros países las posibilidades de importación”, y por eso “hemos tenido contacto con distintas representaciones diplomáticas, incluso cuando estuvimos en Medio Oriente hicimos contactos y lo estamos trasladando al sector privado, tanto en Egipto como en Emiratos, y otros países como Canadá, Bolivia e Irán. Es decir que hay alternativas de aprovisionamiento, pero todo el mundo está buscando esas alternativas”.
Uruguay tienen “un adicional de complejidad y es que es un mercado chico para el mundo y por eso hablamos con la ministra de Brasil (Tereza Correa da Costa) para articular algunos embarques que lleguen a Brasil, ya que ella ha hecho gestiones importantes visitando algunos países que mencionó y podremos articular de forma conjunta el tema de la disponibilidad de fertilizantes”, apuntó.
Mattos aclaró que la importación de fertilizantes la haría el sector privado, el Gobierno solo hace contactos para trasladarles las posibilidades de nuevos proveedores que sustituyan los que están en la zona del conflicto bélico.
Las declaraciones del ministro fueron realizadas el jueves 17 en rueda de prensa. Foto: MGAP.