Se argumenta que tienen muchas propiedades y seguramente así es, pero hay factores culturales, tradicionales y hasta de política alimentaria que impiden la aceptación.
Montevideo | Todo El Campo | ¿Qué hay de nuevo en el consumo de insectos y que veracidad tiene la afirmación de que a los europeos se los obliga a comerlos, incluso los que pueden ser peligrosos para la salud?
Euroverify -un servicio de EuroNews brindado por un equipo de periodistas especializados en investigar, y desmentir rumores y noticias falsas que afectan a Europa y la Unión Europea- se preguntó si es cierto que “se obliga a los europeos a comer insectos peligrosos”, como se afirma de forma “engañosa” en varios sitios de internet.
Al comenzar febrero la Unión Europea permitió la comercialización de un producto con gusanos de la harina amarillos tratados con rayos ultravioleta. Esa decisión generó la reacción de Florian Philippot, presidente del partido Les Patriotes quien afirmó que por la “locura ecológica” la autoridad alimentaria europea “corre el riesgo de envenenar a todo un continente para competir con la ganadería”. Las palabras del político fueron publicadas en X.
Euroverify califica las afirmaciones de Philippot de “engañosas” y prevenientes de un sector “euroescépticas” y “conspiracionista”, pero esas son afirmaciones de valor que también deberían ser demostradas.
LOS HECHOS.
Los hechos objetivos son que cada vez que los europeos compren pan, queso o pastas se exponen al consumo de gusanos ya que recientemente “la Comisión Europea aprobó el uso de hasta un 4% de gusano amarillo de la harina tratado con rayos UV en productos como el pan, el queso y la pasta. Este es el quinto tipo de alimento a base de insectos que Bruselas ha autorizado desde 2021” publicó EuroNews.
El error de los detractores está en afirmar que se pone en riesgo la salud del consumidor, eso también debería probado científicamente, es una acusación demasiado seria que no debería expresarse solamente en un video a través de las redes sociales.
Lo que la Comisión Europa busca con la introducción de gusanos en la dieta es reducir el impacto ambiental de la cadena de suministro de alimentos, y se entiende que -volviendo a Euroverify- los insectos son “una fuente de proteínas alternativa a la carne de granja, ya que la población mundial sigue aumentando”.
Para que un producto sea autorizado como alimento, debe contar con la evaluación y aprobación de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), un organismo científico independiente que trabaja junto a la Comisión Europea.
El responsable científico de EFSA, Ermolaos Ververis, declaró a EuroNews: Consumir gusanos no genera “ningún problema de seguridad”; pueden “consumirse sin peligro porque hemos realizado una evaluación exhaustiva de su composición y nuestros expertos no han encontrado ningún problema. Cuando evaluamos la seguridad de los nuevos alimentos, incluidos los productos de la vida de los insectos, tenemos en cuenta los diferentes peligros microbiológicos y químicos que podrían estar relacionados con el nuevo alimento”.
RESISTENCIA A LOS INSECTOS.
De todas formas, en Europa hay resistencia a los insectos como alimento. Según la publicación citada, hay motivaciones políticas en esa oposición.
Ververis agregó otro factor, la “neofobia alimentaria”, o sea “el miedo a los alimentos nuevos” por el cual se puede “experimentar asco porque hemos asociado los insectos con algo desagradable”, explicó.
En conclusión, la oposición y la resistencia que generan los gusanos tiene motivaciones culturales, de fobia o incluso políticas, las que son legítimas y entendibles. En la oposición al consumo de gusanos también hay una defensa de las tradiciones, la cultura y la producción agropecuaria como base histórica de alimentación humana. El origen de la sociedad, tal como la conocemos, tuvo su inicio hace varios miles de años y la agricultura como la ganadería tuvieron un rol aglutinador fundamental, ahora hay quienes pretenden cambiar esa realidad, pero será el consumidor final el que decidirá cómo se alimenta.
La cría de insectos, promovida como una revolución para la sostenibilidad alimentaria, está ahora en el centro de un acalorado debate.
Roma, Italia | Todo El Campo | En Europa se debate sobre la pertinencia de usar insectos en la elaboración de alimentos para la ganadería. Resulta que los insectos -que se suponen llegaron para favorecer la sostenibilidad-, cuando son alimentados con cereales y no de residuos de alimentos, pueden tener mayores impactos ambientales que los ingredientes convencionales como la harina de soja.
Según el Eurogrupo para los Animales, desde 2017, gracias a la mayor permisividad de la normativa europea, nueve especies de insectos, entre ellos la mosca soldado negra y el gusano de la harina, han sido autorizadas para la producción de alimentos, para consumo humano y animal. Sin embargo, a pesar de que sus defensores presentan esta práctica como una solución a algunos problemas relacionados con el sector agrícola y ganadero, cada vez surgen más críticas.
Eurogrupo para los Animales es un grupo activista con sede en Bruselas que a fines de 2024 publicó un documento sobre el cultivo animal, en el que señala que un problema clave refiere al hecho de que la industria de los insectos no se centra principalmente en el consumo humano, sino más bien en el consumo animal, principalmente para su uso en las explotaciones ganaderas.
Ese enfoque no resuelve los problemas ambientales que se asocian a la agricultura convencional. Estudios recientes indican que las proteínas de los insectos, especialmente cuando se alimentan con cereales en lugar de residuos de alimentos, pueden tener mayores impactos ambientales que los ingredientes convencionales como la harina de soja.
Además, a pesar de las afirmaciones de que la cría de insectos contribuye a la economía circular al convertir los residuos de alimentos en proteínas, ese es un concepto difícil de poner en práctica. Debido a los desafíos logísticos y económicos, muchos productores de insectos terminan utilizando materias primas, como granos y subproductos agrícolas, que podrían usarse directamente para el consumo humano o animal.
UNA CUESTIÓN DE BIOSEGURIDAD.
Otra preocupación relevante son los riesgos de bioseguridad.
Los insectos cultivados, a menudo especies no nativas, podrían representar una amenaza para los ecosistemas locales si se liberan accidentalmente, según el informe.
Además, el uso cada vez mayor de técnicas de manipulación genética para aumentar su productividad añade nuevos riesgos, ya que las especies modificadas genéticamente podrían propagarse a la naturaleza, causando posibles daños ecológicos.
La cría de insectos se presenta a menudo como una solución para reducir la dependencia europea de las importaciones de alimento animal. Sin embargo, el documento señala que gran parte de la producción de insectos de Europa se está desplazando a regiones de bajo costo, como el sudeste asiático, lo que socava la autosuficiencia alimentaria de la Unión Europea.
Asimismo, la inocuidad de los subproductos de la cría de insectos, como el excremento utilizado como fertilizante, es objeto de debate. Investigaciones recientes han puesto de manifiesto los posibles riesgos para la salud de las plantas relacionados con el uso de estos subproductos.
En esencia, aunque la cría de insectos tiene beneficios potenciales, al menos para la industria del alimento animal, Eurogrupo para los Animales destaca los numerosos problemas críticos relacionados con la sostenibilidad medioambiental, la seguridad alimentaria y el bienestar animal.
Por lo tanto, antes de fomentar su expansión, se necesita una evaluación más profunda de los impactos reales de esta nueva práctica y un marco regulatorio más estricto.
ACCEDA AL DOCUMENTO DE EUROGRUPO PARA LOS ANIMALES.
En la Introducción, el documento llama la atención que no se preste más atención al informe de la FAO de 2021 titulado “Mirando a los insectos comestibles desde la perspectiva de la inocuidad de los alimentos” el cual destaca que “aún no se ha prestado la debida atención a los aspectos de sostenibilidad y los impactos ambientales del aumento de la producción de insectos” y pide cautela en muchos aspectos, como la inocuidad de los alimentos, la manipulación genética y los riesgos de bioseguridad.
Continúa señalando que “en la última década, se han planteado una serie de preocupaciones con respecto a la cría de insectos, que exigen una evaluación más exhaustiva de sus credenciales de sostenibilidad y seguridad, y de su potencial real, antes de flexibilizar aún más las regulaciones para fomentar su expansión en la Unión Europea”.
El informe (en inglés) que se publica a continuación aborda las diferentes partes del problema y proporciona una revisión del potencial del sector de la cría de insectos como revolución alimentaria, sus credenciales de sostenibilidad y circularidad, y los riesgos inducidos por su desarrollo.
El desafío es que “tenemos el cambio climático” y con él “la necesidad de impulsar la productividad y la sostenibilidad, esa es la estrategia transversal”, dijo Jens Hartmann, director de Bayer Crop Science.
Montevideo | Todo El Campo | En los últimos días Bayer volvió a estar en el centro de atención por razones ajenas a función y objetivos específicos, sino debido a la caída de las acciones en un -6,7% como consecuencia de la decisión de un tribunal estadounidense de revisar un caso sobre los daños causados a tres profesores por la exposición a productos de Monsanto, hoy propiedad de la empresa alemana.
Sobre la decisión del tribunal, Jens Hartmann, director de Bayer Crop Science para Europa, dijo que el Tribunal Supremo de Washington ya había cerrado el caso y ahora “creemos que no hay base para un resultado diferente al de la instancia anterior”; además de que el producto en cuestión es PCB, el que Monsanto “dejó de producir hace casi 50 años”.
IMPULSAR LA AGRICULTURA SOSTENIBLES ATENDIENDO LAOS DESAFÍOS ACTUALES.
En entrevista concedida a El Economista, Hartmann dijo que la estrategia de Bayer Crop Science en Europa consiste en “impulsar la agricultura sostenible”.
Subrayó “la importancia de Europa” como continente productor de alimentos, que como tal contribuye “a la seguridad alimentaria mundial”. Pero “también conocemos los retos que tenemos”, por ejemplo con “el cambio climático” que es un factor “importante”, sobre cual “la sensación” es que “cada año es probablemente peor que el anterior”.
Para Europa “este año es muy húmedo en ciertas partes, lo que no es ideal para para los agricultores. Así que nuestra estrategia es, por un lado, ver cómo podemos apoyar la seguridad alimentaria y la productividad”, y evaluar “cómo podemos impulsar la agricultura sostenible” partiendo de la base de que “no se trata solo de producir más, o de mantener la productividad, sino de cómo podemos restaurar más la naturaleza”.
Cualquiera sea la región, mediterránea o no, cualquiera sea el país europeo, España, Inglaterra, Francia o Alemania, “los fundamentos son los mismos”, con la consideración de que “en España, o en el Mediterráneo (en general), sea un poco diferente debido a la cadena alimentaria, debido a la horticultura (…). Pero la estrategia es la misma”.
Sin embargo, hay que considerar que ahora tenemos un cambio climático que “tiende más a la sequía en el Mediterráneo. El cambio climático que hemos visto más hacia el norte de Europa es más una especie de patrón de lluvia. Si nos fijamos en Europa del Este, como Rumanía, Polonia y Ucrania, también van más hacia el calor y la sequía. Y eso determina tu estrategia”, explicó.
El desafío es que “tenemos el cambio climático” y con él “la necesidad de impulsar la productividad y la sostenibilidad, esa es la estrategia transversal”.
¿Cómo opera la tecnología en ese escenario?, bueno “en España se trata sobre todo de semillas, por ejemplo, de maíz. Pero también se aplica mucha protección de cultivos y cultivos biológicos. Los productos biológicos son una parte muy importante de la solución global al problema de los alimentos. Forman parte de la lucha contra plagas y enfermedades, y también de la gestión de todo ello al final de la temporada”.
En otro pasaje de la entrevista, Hartmann dijo que Bayer puede “contribuir” con sus “tecnologías, a la protección de cultivos, a los cultivos biológicos, a la semilla, y en la parte digital. Podemos ayudar con la excelencia agronómica” y poder “ver una granja como un ecosistema único durante un período de 12 meses, y no sólo para los tres meses de maíz”. Entrevista completa Aquí.
Investigadores gallegos presentan una tecnología con la que conocer el origen alimentario de las muestras de la leche. El trabajo acaba de ser premiado en el Congreso Europeo de Pastoreo.
Galicia, España | Todo El Campo | Disponer de herramientas con las que identificar el origen de la leche es uno de los retos que se encuentra el sector para garantizar la trazabilidad de la leche de pastoreo, en un momento en el que el consumidor está cada vez más interesado en conocer el modelo de producción que hay detrás de la leche que compra. Hasta el momento, en Galicia varias empresas comercializan leche de pastoreo, acreditando por parte de entidades privadas, que esas vacas pasaron un período mínimo de permanencia en el pasto. Sin embargo al margen de esa verificación, se precisaba un sistema para acreditar el origen de la leche que esté adaptado a las rutinas diarias del laboratorio.
Ahora, un trabajo conjunto del Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM) y el Laboratorio Interprofesional Gallego de Análisis de la Leche (Ligal) presenta una nueva tecnología que permite garantizar la trazabilidad del origen alimentario de muestras de leche de vaca en Galicia. Esta nueva metodología permite identificar la presencia o no de pasto en la dieta de las vacas y puede convertirse en una herramienta de apoyo al control de la marca de calidad Leche de Pastoreo de Galicia.
“El objetivo central del proyecto ha sido obtener una tecnología de discriminación del origen alimentario de muestras de leche en base al análisis del espectro óptico de las muestras”, explica la investigadora Sonia Pereira Crespo del CIAM, que desarrolló el trabajo.
CALIDADES QUE DIFERENCIAN LA LECHE DE PASTOREO.
Uno de los objetivos del proyecto se centró en examinar el efecto de la proporción de pasto fresco en la ración y del tiempo pasado por las vacas en el pasto sobre el perfil de ácidos grasos (AG) de la leche. Una vez obtenido esto, se debía definir un conjunto de marcadores con capacidad de asegurar una buena discriminación de las muestras de leche procedente de vacas que consumieron hierba en pastoreo, y para poder distinguir también entre leche ecológica y convencional.
“Los resultados obtenidos permiten evidenciar que diferentes sistemas de producción producen leche con diferentes características, en particular del perfil de ácido grasos, dependiendo de la proporción de hierba y de almidón en la ración”, concreta Pereira.
Así, la leche de las vacas que pastorean presenta valores más altos de ácidos grasos con características bioactivas (vaccénico, CLA y alfa-linolénico) y una relación Omega-6/Omega-3 más favorable en comparación con la leche de las vacas estabuladas alimentadas con ensilados y con niveles más altos de concentrados.
Además, el tiempo de permanencia en el pasto y el aumento de la proporción de pasto en la ración ejercen un claro efecto positivo sobre la mayor presencia de compuestos bioactivos y una relación Omega-6/Omega-3 más favorable. Teniendo en cuenta la variabilidad en la composición del perfil de ácidos grasos de la leche y dada su relación con la dieta consumida por las vacas, es posible utilizar determinados ácidos grasos para construir ecuaciones discriminantes del origen alimentario de la leche.
“Es posible adscribir, con una alta probabilidad de acierto (79-86% en validación cruzada y 85-90% en validación externa), las muestras de leche a los grupos con presencia o ausencia de hierba fresca en la ración de las vacas, utilizando ecuaciones discriminantes que utilizan ácidos grasos como preditores”, aclara la investigadora.
TECNOLOGÍA RÁPIDA, FIABLE Y A BAJO COSTO.
Al margen de identificar la leche de pastoreo, el proyecto buscaba desarrollar una nueva tecnología analítica rápida y de bajo costo que permita identificar este tipo de leche y que pueda ser de utilidad para el Ligal en su trabajo diario de análisis de la leche de las ganaderías.
A priori, las técnicas analíticas espectroscópicas (Espectroscopía MIR y NIR), junto con el uso de la quimiometría se presentaban como una buena alternativa a los métodos de referencia tradicionales, ya que se pueden realizar medidas directas de las muestras de manera rápida y sin el uso de reactivos, permitiendo relacionar el espectro de cada muestra de leche con su composición, el proceso de producción y la alimentación de los animales. “Estas metodologías son de particular interés por su carácter no destructivo, rápido, libre de reactivos y de bajo costo de operación”, indica la investigadora.
Sin embargo, tener que determinar por métodos de referencia (cromatografía) la composición del perfil graso de la leche resta utilidad práctica a este método, debido no solo al alto costo y lentitud de los métodos de referencia, sino a la variabilidad de resultados cuando los análisis de referencia se realizan en diferentes laboratorios, lo cual puede alterar la fiabilidad de los modelos discriminantes basados en ácidos grasos.
Otra de las opciones que se valoraron en el marco de este proyecto fue la tecnología NIRS. Este método permite identificar la presencia o ausencia de hierba fresca en la ración de las vacas con una alta probabilidad de acierto (95-99% en validación cruzada y 95-96% en validación externa). “Esta innovación constituye un método rápido, fiable, fuerte y a bajo costo que no utiliza reactivos, superando por tanto a los métodos discriminantes que requieren el análisis cromatográfico de las muestras de leche”, apunta la investigadora.
Con todo, la técnica NIRS tampoco resultó ser una alternativa idónea puesto que se precisa manipular las muestras y no es posible automatizar el proceso, dos inconvenientes para ser utilizada con grandes volúmenes de muestras como los que se gestionan en el Ligal.
También evaluaron el uso de tecnología FT-MIR que resultó ser la mejor opción. Este método permite identificar la presencia de hierba fresca en la ración de las vacas con una alta probabilidad de acierto (98-99% en validación cruzada y 95-97% en validación externa).
Además, esta tecnología se puede adaptar a las rutinas analíticas del Ligal y puede ser empleada como herramienta de control y certificación de la marca “Leche de Pastoreo de Galicia”.
“Los resultados del proyecto permitieron disponer por primera vez de una metodología a disposición del Ligal que permite verificar, con un elevado grado de certeza, si las muestras de leche proceden de animales que consumieron pastos frescos”, reivindica la investigadora.
El campo español ha logrado, en dos semanas de protestas, numerosas promesas y concesiones del Gobierno que dependen de Bruselas, de donde pueden salir medidas.
España | Todo El Campo | Los agricultores y los ganaderos españoles cumplirán el martes dos semanas de protestas, durante las que el Gobierno ya les ha prometido un conjunto de 18 medidas y la Comisión Europea (CE) ha anunciado cesiones, en reacción al arranque de un 2024, en el que el campo de la UE se ha echado a las calles y a las tractoradas.
Muchas de las concesiones que han conseguido los agricultores -y que ven insuficientes- están condicionadas a los resultados del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) que se celebrará el día 26, según explicará el titular del ramo Luis Planas este lunes, en una reunión con los consejeros autonómicos.
Por su parte, la CE ultima nuevas medidas, la presidencia belga de la UE está consultando a los ministros y ya se ha conocido alguna decisión, como la flexibilidad en el barbecho.
Las políticas de la UE son el foco del descontento de los agricultores que bloquean carreteras; estas son las claves de las medidas anunciadas tras sus acciones y de lo que se puede esperar.
LA BUROCRACIA Y LAS EXIGENCIAS VERDES DE LA PAC.
Los agricultores y los ganaderos se quejan del infierno burocrático que supone la Política Agraria Común (PAC), pero en la diana están sus exigencias ambientales y, en general, la orientación verde de la UE.
España defenderá varias propuestas de simplificación de las normas sobre las condiciones agrarias y medioambientales de la PAC, tales como la derogación de la rotación de cultivos y la relativa a superficies no productivas en el regadío.
Por su parte, la CE permitirá en la campaña 2024 flexibilizar la norma que obliga a los agricultores a mantener parte de sus explotaciones en barbecho.
Esto significa que en vez de tener que dejar infructuoso el 4% del terreno cultivable, podrán plantar cultivos fijadores de nitrógeno (lentejas, guisantes o alubias) o en el 7% cultivos intermedios -los que crecen entre dos principales y pueden servir como forraje o abono verde-.
Otras concesiones españolas tienen que ver con el cómputo de los años de rotación, el suelo, el abono o un régimen simple para las explotaciones que perciban hasta 5.000 euros.
En cuanto a los ecorregímenes de la PAC -una de sus innovaciones que supone dar un quinto de las ayudas a cambio de beneficios ambientales-, España ha ofrecido ampliar las modalidades teniendo en cuenta las zonas áridas.
En la actual PAC los gobiernos tienen más poder de decisión, mediante sus planes estratégicos y si los revisan necesitan notificarlo y que Bruselas les dé el visto bueno.
CUADERNO DIGITAL.
Una de las concesiones más concretas al campo es hacer voluntario el cuaderno digital de explotación, que impuso la nueva PAC.
Fue una idea del Gobierno español, pero la CE la ve con muy buenos ojos como herramienta para modernizar la gestión, obtener ventajas digitales y registrar la actividad agraria.
PRECIOS JUSTOS Y LA CADENA ALIMENTARIA.
Los precios justos y el reparto de márgenes en la cadena -primario, industria y distribución- constituyen la principal reivindicación del campo; España propondrá a la CE actualizar la directiva sobre prácticas comerciales desleales, una norma menos desarrollada que la Ley de la Cadena española.
PROMESAS COMERCIALES Y ADUANERAS.
Controlar las importaciones es una ambiciosa reivindicación del sector y España se ha comprometido a defender la reciprocidad en el uso de fitosanitarios en la producción de alimentos importados de terceros países; aparte de mejoras en la eficacia aduanera.
La comercial es una de las políticas en las que la UE decide; la CE esgrime que las exigencias sanitarias a las importaciones no se cuestionan.
Entre las demandas del campo figuran las llamadas «cláusulas espejo», que significan igualar los requisitos de los productos internos y de los importados, desde un punto de vista ambiental o ético.
Ya se pueden aplicar si el socio comercial de la UE está de acuerdo y no contravienen las reglas de la Organización Mundial del Comercio; por ejemplo, según el acuerdo con Nueva Zelanda la carne de bovino deberá proceder de pastos, y se prohibieron insecticidas ieonicotinoides por su riesgo para las abejas.
¿QUÉ PREPARA LA CE?
La CE está trabajando en medidas de cara al próximo Consejo, que deberían hacerse públicas esta semana.
El comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, lanzó la idea de ayudas nacionales de hasta el 10 % del volumen total de la PAC para compensar la inflación, pero fuentes comunitarias señalaron más tarde que esa idea no está en las medidas.
La CE ha retirado su propuesta de reducción de fitosanitarios; pero el Ejecutivo mantiene el objetivo de su Pacto Verde, que persigue una economía neutra en carbono.
Al respecto, presentará en marzo propuestas de resiliencia sobre cambio climático, en la que se prevén alusiones al agua y a la sequía, en un tiempo de descuento hacia las elecciones a la Eurocámara de junio.
Foto de DataViva | Artículo de Mercedes Salas EFEAgro.