La comunidad internacional está trabajando para reducir emisiones, y eso debe ser aplaudido. Pero en esa tarea gigante se entreveran intereses de todo tipo, desde comerciales hasta geopolíticos.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Durante siglos el mundo fue ancho y ajeno (como el título de la novela de Ciro Alegría), con distancias extremas entre los continentes, separados por miles de kilómetros de océanos o tierra que obligan a largos viajes que se medían en semanas o meses. Hoy las distancias siguen siendo las mismas, allá están Europa y Asia, y acá está América, sin embargo, la tecnología hizo que esos kilómetros se redujeran en tiempo de viaje y el mundo se nos hizo más pequeño: sigue siendo igual de ancho, pero menos ajeno, en todos los sentidos.
La globalización llegó y lo invadió todo, ya no somos solo ciudadanos de uno u otro país, somos ciudadanos del planeta y cualquier cosa que ocurra en cualquier lugar repercute en todos, también en aquellos que no se enteran de lo que está sucediendo o no tienen interés en las cosas. Esconder la cabeza, como dicen que hace el avestruz, no nos salvará. (Aclaremos que en realidad el avestruz no hace tal estupidez).
Hasta la naturaleza se globalizó, y lo que ocurre en alguna región repercute en el resto de la humanidad, algunos casos más que otros. Pero la globalización de la naturaleza no se da solo en las consecuencias, también en los hechos en sí mismos: no hay rincón del mundo que esté libre de las arremetidas del cambio climático, con duras inundaciones seguidas de graves sequías, calores o fríos extremos, incendios forestales, y todo con solo meses de diferencia.
Recorrer las noticias sobre esos asuntos nos llevan a los incendios en Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia, Ecuador. Incendios que devoran todo ser vivo y destruyen paisajes favorecidos por tierras secas y sin humedad capaz de enlentecer la ferocidad de las llamas. Grandes nubes de humo cruzan fronteras y se trasladan a través de los océanos.
Hasta el río Amazonas -cuyo nombre se debe a las guerreras del mito- parece haber perdido su fuerza y exhibe una deficiencia histórica, y con él otros cursos de menor envergadura pero no menos importantes como el río Paraguay. Estamos en la peor sequía regional en más de cien años.
ESTADOS UNIDOS.
Eso ocurre aquí en la región, pero si nos vamos un poco más allá, a Estados Unidos, el último informe del Monitor de Sequía de los Estados Unidos (unl.edu) señala que las lluvias “aliviaron la sequía” en la zona oeste, “en partes de las llanuras centrales y meridionales y en el valle medio del Mississippi”; también llovió “en el norte de las Altas Llanuras y sus alrededores, incluidas partes de Montana”.
Asimismo, “grandes zonas del país permanecieron secas y las condiciones de sequía empeoraron. Algunos de los aumentos más notables ocurrieron en la parte superior del Medio Oeste y el noreste, así como en partes de la región de la costa occidental del golfo y el interior del sureste. A nivel nacional, casi la mitad (45%) de los pastizales y pastos estaban clasificados en condiciones de muy malas a malas el 22 de setiembre, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) frente a un mínimo de principios del verano (del hemisferio norte) del 19%”.
EUROPA.
¿Y qué pasa en Europa? Más de lo mismo. Un reporte de EFE informó que en el verano Andalucía, España, perdió una cuarta parte de sus reservas de agua. La caída de sus embalses fue tal que apenas lograron cubrir el 29% de la capacidad.
The New York Times publicó un artículo en que aborda el tema climático en Europa: “Algunas zonas del sur de Italia y otras regiones mediterráneas como Grecia y el sureste de España están experimentando una de sus peores sequías en décadas. Es especialmente devastadora, dicen los expertos, porque la falta de lluvias se ha agravado por el aumento de las temperaturas provocado por el cambio climático”. (Sequías en Italia, España, Grecia y Portugal: ¿turismo o agricultura? – The New York Times).
Hasta la lejana y remota Rusia está sufriendo problemas similares (ver nota aparte).
MEZCLA DE INTERESES.
El punto es, frente a eso, ¿qué? Da la impresión que mucho hablamos del cuidado del medio ambiente pero poco conscientes somos de qué es lo que enfrentamos. Cualquier cosa que hagamos en el sentido correcto está bien, pero estamos llegando tarde.
La comunidad internacional está trabajando para reducir emisiones, y eso debe ser aplaudido. Pero en esa tarea gigante se entreveran intereses de todo tipo, desde comerciales hasta geopolíticos.
Si la convicción del cuidado del medio ambiente se condiciona o depende de ideologías y asuntos políticos, entonces aceptemos que la batalla está perdida.
Son tantos los intereses entremezclados que hace un tiempo Greta Thunberg (en la foto), símbolo y promesa joven del cuidado medioambiental, se ha preocupado más por hacer campaña contra Israel que de atender la catástrofe climática mundial.
En la foto la activista climática Greta Thunberg participando en la manifestación Stop Israel contra la participación de Israel. Foto TT News Agency/Johan Nilsson via Reuters.
Montevideo | Todo El Campo | Hoy cierra el balance de contenido de agua en el suelo para los segundos diez días de junio. En los primeros diez días de junio, los contenidos de agua en el suelo tuvieron buenos valores, arriba del 80% en todo el país, con una disminución en los suelos más superficiales (este de Salto y Artigas), pero igualmente los valores fueron muy buenos, dijo Guadalupe Tiscornia en el programa Diario Rural (CX4 Rural).
El agua no retenida que es la que escurre y termina en cursos de agua o tajamares, se vio en el este y sur con volúmenes no muy grandes, de entre 20 y 30 milímetros, agregó.
Sobre qué esperar para los segundos diez días que cierran hoy, la profesional dijo que a mediados de mes hubo precipitaciones bastante extendidas territorialmente pero no tan abundantes, por lo que se esperan valores incambiados.
En cuanto a las temperaturas señaló que mayo cerró por debajo de lo esperado (temperaturas más frías), y a nivel de las estaciones INIA se vio un rebote en los primeros diez días de junio con más grados que en el promedio.
TRIMESTRE JULIO, AGOSTO, SETIEMBRE.
El Instituto IRI (International Research Institute for Climate and Society) de la Universidad de Columbia actualizó la información para el trimestre julio, agosto, setiembre, y se muestra para casi todo el país, salvo la región noreste, mayores probabilidades de que las precipitaciones acumuladas en esos tres meses estén por debajo de lo normal.
En relación a las temperaturas, la tendencia es de mayor probabilidad de que estén por encima de lo normal. El invierno no sería tan frío en términos promedio.
Finalmente comentó que sobre todo para la horticultura es necesario que se vaya acumulando frío. Ahora los valores de acumulación son buenos, por arriba de la media en Las Brujas como Salto Grande, pero hay que ver cómo sigue la tendencia.
¿Cambio climático? Hay una reducción de muertes por desastres naturales como en el riesgo para la humanidad, pero los medios de comunicación no lo informan. ¿Por qué?
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | ¿Es el clima y el cambio que vemos en la naturaleza son tan fatales como transmiten la mayoría de los medios de comunicación y cómo la opinión pública parece creer?
El escritor, profesor y ambientalista danés, Bjorn Lomborg (foto), asegura que los humanos hemos vivido tiempos peores
“Los desastres relacionados con el clima han disminuido más del 97% durante el siglo”, afirma en sus redes sociales.
Agrega que las “sociedades más ricas, inteligentes y resilientes han reducido las muertes de sus integrantes por desastres” naturales, sin embargo eso no se informa. ¿Por qué?, se pregunta. “En cambio, los medios sólo transmiten la fatalidad climática”.
El siguiente gráfico muestra el descenso de las muertes relacionadas con el clima entre 1920-1923, una disminución superior al 97%.
También se registra una disminución del 99,4% en el “riesgo de morir por desastres relacionados con el clima”.
“A medida que la población mundial se cuadruplicó a lo largo del siglo, el riesgo por millón disminuyó de 241 en la década de 1920 a 1,5 en la década de 2020”, escribió Lomborg. “En comparación, el riesgo global de morir en un accidente de tránsito es de 163”.
En el siguiente gráfico se muestra la caída del riesgo de muertes relacionadas con el clima en el período 1920-2023.
“El clima solía matar a muchas, muchas más personas que hoy. Solo en 1921, más de un millón de personas murieron en Eurasia debido a olas de calor, sequías y hambrunas”, y agrega un artículo de New York Herald titulado: “Mueren millones en la ola de calor récord de 1921”.
Por último afirma que “el clima acostumbraba ser mucho más mortífero” matando unas 50 veces hace apenas un siglo, pero en la década de 1870, de manera casi incomprensible, mató a otras diez veces más, y así lo muestra en la siguiente gráfica de Cuando el clima era perfecto – por Roger Pielke Jr. (substack.com).
BJORN LOMBORG, MUCHO MÁS QUE ESCRITOR, PROFESOR Y AMBIENTALISTA.
El danés Bjorn Lomborg, autor de los comentarios previos es escritor, profesor y ambientalista, lo que fue dicho antes. También se ha especializado en investigar las medidas más inteligentes para mejorar el medio ambiente global, lo que le ha merecido el reconocimiento como una de las cien personas más influyentes de la revista Time; una de las 75 personas más influyentes del siglo XXI por Esquire; y una de las cincuenta personas que podrían salvar el mundo, según The Guardian. A su vez, ha sido incluido repetidamente en la lista de los cien intelectuales globales de Foreign Policy.
Es profesor adjunto en la Copenhagen Business School y colabora habitualmente con varios de los más prestigiosos economistas del mundo, incluyendo siete premios Nobel.
También participa frecuentemente en medios de comunicación internacionales como The New York Times; The Wall Street Journal; The Guardian; CNN; FOX, y la BBC. Su columna mensual se publica en 19 idiomas, más de 30 periódicos con más de 30 millones de lectores en todo el mundo.
Se destinarán 100 millones de pesos, con la finalidad de brindar soluciones que mitiguen las consecuencias de eventos climáticos extremos. En todo el país hay 1.046 empresas que producen bajo cubierta.
Montevideo | Todo El Campo | La Dirección de la Granja impulsa nuevos planes de apoyo para el sector hortícola, que incluyen la recomposición de coberturas de nailon para invernáculos y la implementación de estructuras metálicas para la producción hortícola bajo cubierta, viveros y floricultura.
Las convocatorias a interesados se originaron en el marco de la declaración de emergencia agropecuaria en el sector de la granja, con el objetivo de brindar a los productores soluciones que permitan mitigar el impacto de eventos climáticos extremos.
Este martes 27, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, explicó que los planes de reconversión y modernización de la producción hortícola bajo protección y recomposición de cobertura, que implementa la Dirección General de la Granja, son una respuesta a partir de daños causados por episodios climatológicos en varias zonas del país.
También informó que se destinará unos 100.000.000 de pesos para esta política y precisó que el subsidio comprende distintos canales de financiación de acuerdo con la dimensión de los productores, desde apoyos sin retorno hasta otros de asistencia a la financiación.
Indicó que la producción hortícola está sometida a los fenómenos atmosféricos y detalló que en Uruguay hay cerca de 1.000 hectáreas bajo cubierta.
Asimismo, añadió que muchas estructuras que están basadas en madera no ofrecen las condiciones de protección y de seguridad frente a la realidad del clima.
Agregó que el cambio de la madera al metal ofrecerá más garantías a los productores y mayores facilidades para la construcción.
“Vale la pena el esfuerzo para dar mejores condiciones a los productores para que estén más protegidos y adaptados a una realidad del cambio climático que golpea cada vez más a la producción”, concluyó.
INNOVACIÓN EN LAS ESTRUCTURAS DE PROTECCIÓN METÁLICAS ES UN FACTOR FUNDAMENTAL.
El director general de la Granja, Nicolás Chiesa, señaló que en todo el país hay 1.046 empresas que producen bajo cubierta agrupadas principalmente en la zona sur y norte del país. El objetivo es comenzar un proceso de modernización, para potenciar el uso de nuevas tecnologías y brindar un mejor control de los factores de producción.
La innovación en las estructuras de protección metálicas es un factor fundamental para la proyección de la producción hortícola bajo cubierta, viveros y floricultores, aseguró.
También consideró que facilitan la implementación de tecnologías de automatismo, mayor eficiencia en el aprovechamiento de la energía, mejor ventilación, rápida instalación y una mayor vida útil, entre otras ventajas con respecto a la estructura tradicional de madera.
En tanto, la recomposición de coberturas de nailon en invernáculos y macrotúneles bajo los cuales se desarrolle una producción hortícola procura apoyar a los productores en el mantenimiento de las condiciones de sus estructuras y disminuir la vulnerabilidad de los sistemas productivos a eventos climáticos adversos. (Con datos de Presidencia).
La meteorología es una ciencia que estudia los fenómenos atmosféricos y climáticos que ocurren en el planeta, pues entonces respetémosla como tal.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Los reportes meteorológicos, los presentadores del clima en los canales de televisión o en las radios son periodísticamente subvalorados. Considerando que cada vez más la naturaleza nos presenta desafíos más agudos, bueno sería empezar a valorizar a quienes pronostican, estudian, analizan y nos informan sobre el comportamiento y los eventos climáticos. Porque una cosa es cierta: a la naturaleza solo se gana previniendo lo que puede venir.
Para saber qué es lo que puede venir necesitamos de meteorólogos de primer nivel y periodistas capaces de informar adecuadamente. Sin embargo, no parece que estemos preparados ni que le demos a esa rama de la ciencia y del periodismo el lugar que debe ocupar.
Porque la meteorología es una ciencia que estudia los fenómenos atmosféricos y climáticos que ocurren en el planeta, pues entonces respetémosla como tal, es lo mínimo que podemos hacer y poner a los meteorólogos en el lugar que se merecen.
BUENOS PERIODISTAS PARA BUENOS METEORÓLOGOS.
Pero los meteorólogos necesitan de buenos periodistas que sean capaces de difundir lo pronostican a partir de sus estudios y observaciones que realizan. Una cosa buena es que hay quienes desde la meteorología ejercen ellos mismos el periodismo escribiendo o presentado sus pronósticos y advertencias, quizá esa sea la mejor forma de divulgar su trabajo.
Pero hay una rama del periodismo meteorológico del cual en Uruguay se habla poco. Por suerte, porque hasta ahora no hemos tenido que especializarnos en eventos climáticos extremos, cosa que sí ha sucedido en otras partes del mundo. Así como existen cronistas de guerra, también los hay en desastres vinculados al clima.
Reuters Institute for the Study of Journalism publicó un artículo titulado “La crisis climática también afecta la salud mental de los periodistas” (*) en el cual se señala que la profesión periodística suele exponernos a entornos peligrosos y perturbadores”.
“Cuando se trata de catástrofes provocadas por el cambio climático, también nos enfrentamos a la idea de cubrir el mismo tipo de catástrofes una y otra vez, desgastando nuestro sentido de capacidad de lidiar con la adversidad”, dice el texto.
Para la cobertura de “catástrofes relacionadas con el clima”, la preparación “es casi inexistente”.
Es tiempo “de arreglarlo” porque “los periodistas que cubren catástrofes climáticas deberían recibir un control de salud mental que indique lo que harán sus redacciones antes, durante y después de una misión potencialmente estresante. El sector también tiene que preparar a los periodistas para que se recuperen cuando su salud mental se vea afectada. En general, la comunicación sobre la salud mental, incluidas la ansiedad y la depresión, debe formar parte de la cultura de las redacciones”, señala Reuters.
En el mundo, el tema meteorológico y climático (no son lo mismo) comienza a ser observado con otra mirada. No es para menos teniendo en cuenta que las adversidades que la naturaleza nos depara. Por eso se requiere profesionalismo en el abordaje de esos temas. Las preguntas son ¿cómo vemos en Uruguay la meteorología y el periodismo vinculado a ella y al clima?, y ¿cómo nos estamos preparando?