La tecnología y los datos basados en ciencia serán clave para el comercio de bienes agropecuarios desde América a la Unión Europea.

La tecnología y los datos basados en ciencia serán clave para el comercio de bienes agropecuarios desde América a la Unión Europea.

El subdirector general de IICA dijo que los países de la región están llamados a consolidar su rol fundamental para la seguridad alimentaria.

Montevideo | Todo El Campo | El uso de datos basados en ciencia y de la tecnología con los agricultores como protagonistas de la trasformación productiva, son elementos clave para el fortalecimiento del comercio de productos agropecuarios de las Américas en mercados de la Unión Europea, se discutió en un panel especializado en el que participó el subdirector general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Lloyd Day.

En el evento virtual, titulado ¿Cómo la Unión Europea exporta sus políticas de protección de cultivos al mundo en desarrollo?, Day enfatizó que los países de las Américas son responsables de una cuarta parte de la producción de alimentos y representan un tercio de todas las exportaciones del mundo, por lo que la participación de las economías basadas en la agricultura de esta región en los mercados europeos está en crecimiento.

Sin embargo, añadió, las políticas de protección de cultivos de la Unión Europea están impactando los mercados regionales y no permiten el crecimiento de las exportaciones. “Las Américas representan el 50% de la biodiversidad del planeta, por lo que la producción agropecuaria de estos países es el garante de la seguridad alimentaria del mundo y las voces de sus representantes deben ser escuchadas en Europa también”, acotó Day.

El seminario web fue organizado por Agri-Pulse Communications y patrocinado por la Coalición de Acción para la Protección de Cultivos para el Comercio (CPACT, por sus siglas en inglés).

En el seminario también participaron Macy Merriman, consultora independiente con sede en Bruselas; Lucy M. Namu, química analítica principal del Servicio de Inspección Fitosanitaria de Kenia (KEPHIS); Neil Nagata, presidente de Nagata Bros. Farms, de California, EE. UU.; y Hoang Thi Lien, presidenta de la Asociación de Pimienta de Vietnam.

El subdirector del IICA comentó que el Instituto está creando puentes para llevar la voz de la agricultura regional a foros globales y organismos internacionales, por ejemplo al Foro Global sobre Agricultura y Alimentación llevado a cabo en Alemania en enero del 2024.

“Hace poco tuvimos participación en reuniones con países de la Unión Europea tratando de trabajar en beneficio de los productores agropecuarios de las Américas, para acceder al mercado y mantener relaciones comerciales con Europa” explicó.

Day también hizo énfasis en que el Pacto Verde Europeo y normativas similares en el mundo deben estar basados en ciencia para realmente crear impactos positivos en las economías de los países que participan en ellos.

“La ciencia, pero no la ciencia política, sino los datos basados en ciencia, la tecnología y el protagonismo de los agricultores deben ser los pilares para una transformación de los sistemas agroalimentarios de las Américas y así garantizar la permanencia de estas economías en los mercados de la Unión Europea”, apuntó.

Finalizó su participación haciendo referencia al papel importante de la agricultura como parte de la solución a la crisis climática, a partir de las consignas de producir más con menos y generando menores impactos en el ambiente.

“Estamos ante una nueva revolución verde con innovación y tecnología en todas sus formas, desde la inteligencia artificial, informática y ciencias de la vida; y la combinación de estas ramas está creando una revolución en la agricultura” afirmó.

Crean, con edición genética, pollos resistentes a la gripe aviar.

Crean, con edición genética, pollos resistentes a la gripe aviar.

El laboratorio de la famosa oveja Dolly, trabaja en la creación de pollos resistentes a la gripe aviar con edición genética. Se trata de una prueba de concepto que aún se debe perfeccionar para conseguir una protección total y enfrentarse a los retos de su aplicación práctica.

Montevideo | Todo El Campo | En julio de 1996 nació la oveja Dolly, el primer mamífero clonado. Para lograr esa hazaña científica, el Instituto Roslin de la Universidad de Edimburgo, debió invertir mucho conocimiento -y también dinero- en un logro sin precedentes. Ahora lo está haciendo para generar pollos resistentes a la infección por gripe aviar que tantos estragos productivos y económicos está causando en el mundo entero, poniendo en peligro la seguridad alimentaria y la sanidad animal en general, pero también la humana ya que no se descarta que el virus que la causa mute de tal forma que nos haga vulnerables.

Este martes 10, el suplemento Salud y Bienestar (El País de Madrid) informó que un grupo de investigadores británicos, que publicó sus resultados en la revista Nature Communications (*), ha probado el potencial de modificar pequeñas secciones del ADN de los pollos para evitar, aunque solo en parte, la infección de gripe.

“La gripe A necesita una proteína de las células de los pollos, la ANP32A, para replicarse. El equipo de científicos, liderado por Mike McGrew, investigador de la Universidad de Edimburgo, utilizó la técnica de edición Crispr para modificar el gen que produce la proteína en las células germinales de los pollos, algo que les permitiría transmitir el cambio a su descendencia. De esta forma, se crearon animales que apenas se infectaron de gripe cuando se les expuso a otras aves infectadas (9 de 10 lo hicieron) y no contagiaron después a otros pollos. En una prueba posterior, cuando se les inoculó una dosis mil veces superior, cinco de diez se infectaron”, explica el artículo firmado por el periodista Daniel Mediavilla.

El genetista Lluis Montoliu, del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, que no ha participado en el estudio, valora el resultado el comienzo de la generación de “animales resistentes a infecciones por gripe, que requerirán no una sino varias modificaciones genéticas. Generar más de una modificación en un mismo animal hubiera sido todo un reto hace unos años”, comentó, pero “ahora es mucho más sencillo con las herramientas Crispr de edición genética”, Es una técnica que permite trasladar “mutaciones existentes ya en la naturaleza”, porque “hay pollos resistentes a gripe con dos mutaciones en ANP32A”, “a la producción de aves editadas. Aprovechamos la variabilidad genética existente para generar resistencias”.

Las investigaciones y los avances están llenas de complicaciones que se deberán ir superando a medida que se desarrolla. Una de ellas en qué aves se puede aplicar la tecnología.

Víctor Briones, investigador del Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, consideró que es “una prueba de concepto interesante”, pero cree que su aplicación solo sería posible “en la avicultura industrial”.

Recuerda, que “los grandes reservorios de la gripe aviar son las anátidas”, unas aves, habitualmente migratorias, de la familia de los patos. Es difícil de introducir ese tipo de cambios genéticos en aves salvajes y migratorias.

Sin embargo, Mike McGrew, señaló a Salud y Bienestar que los tres genes modificados “se encuentran conservados en todas las especies de aves y esa edición debería funcionar con cualquier especie”. Incluso entre los pollos domésticos, la gran cantidad de variedades haría necesario que los cambios se introdujesen por separado en cada una de ellas. Los autores trabajan ahora en la resolución de estos y otros problemas para convertir en una solución práctica un interesante trabajo científico.

(*) Creación de resistencia a la infección por influenza aviar a través de la edición del genoma de la familia de genes ANP32 | Comunicaciones de la Naturaleza (nature.com)

La Unión Europea en un cambio de paradigma ante tecnologías agrícolas que antes censuraba.

La Unión Europea en un cambio de paradigma ante tecnologías agrícolas que antes censuraba.

Las nuevas tecnologías genómicas aplicadas a la agricultura ayudarían en el cumplimiento del Pacto Verde de la Unión Europea.

Montevideo | Todo El Campo | Desde la Unión Europea sigue llegando información sobre el cambio que ese bloque está protagonizando sobre determinadas tecnologías agrícolas cuestionadas y hasta prohibidas mediante criterios políticos y no científicos.

Una de las últimas novedades al respecto, es que los ministros de la UE están divididos sobre los riesgos y el potencial de reglas de edición de genes más laxas, informó Euractiv, un sitio web paneuropeo de noticias especializado en políticas de la UE.

MINISTROS DE AGRICULTURA COMENZARON A DISCUTIR FLEXIBILIZACIÓN DE LAS NORMAS.

El martes 25 de julio se llevó a cabo la reunión de ministros de agricultura de la UE donde debatieron por primera la propuesta de la Comisión Europea sobre nuevas técnicas genómicas (NTG) utilizadas para modificar genéticamente características específicas de los cultivos.

En una primera discusión sobre nuevas técnicas genómicas, muchos ministros de agricultura de la UE dieron la bienvenida a la flexibilización propuesta por la Comisión Europea de las reglas de edición de genes del bloque como un componente básico para la agricultura sostenible, mientras que otros expresaron su preocupación por los riesgos potenciales, escribió desde Bruselas, la periodista Julia Dahm.

Fue a inicios de julio que la Comisión Europea propuso desregular algunas NTG, manteniendo algunas restricciones y requisitos de trazabilidad para todos los cultivos editados genéticamente.

LAS NTG CONTRIBUYE CON EL PACTO VERDE.

La Comisión Europea señala que las NTG constituyen un elemento fundamental para que la UE pueda continuar en su esfuerzo de hacer que la agricultura sea más sostenible, como se consagra en los objetivos del Pacto Verde, al tiempo que garantizan niveles suficientes de producción de alimentos.

Stella Kyriakides, comisionada de Seguridad Alimentaria, dijo que la propuesta a estudio “ilustra nuestro compromiso de brindar a los agricultores las herramientas que necesitan”.

“La innovación es parte integrante del Pacto Verde de la EU. Queremos dar a nuestros agricultores las herramientas para producir alimentos sanos y seguros que también respeten nuestro planeta”, expresó.

Luis Planas (foto principal), ministro de Agricultura de España y presidente del Consejo de Agricultura de la UE encargada de debatir el documento borrador, dijo al iniciar la sesión que “es muy importante no solo para la ciudadanía sino también para el sector agrario”. Agregó que es vital mostrar a los agricultores que “tenemos problemas que resolver, pero estamos buscando alternativas para avanzar”.

Julia Dahm explicó que no es habitual que el presidente de la comisión opine sobre un tema en debate, pero Planas lo hizo.

El viceministro italiano, Luigi D’Eramo, dijo que los NTG representan «el instrumento más eficaz que tenemos a nuestra disposición en el sector agrícola para mejorar la sostenibilidad de la producción».

El ministro de Agricultura de Francia, Marc Fesneau, también elogió la propuesta como un “paso importante y largamente esperado”. Fesneau también pidió un rápido progreso en el expediente, que corre el riesgo de no ser adoptado antes de las elecciones de la UE en junio de 2024.

Otros defensores de la liberalización de los NTG señalaron la necesidad de salvaguardar la competitividad de la producción de alimentos de la UE en comparación con otras partes del mundo.

Al hacer que las NTG estén disponibles, “se refuerza la posición de la UE en los mercados internacionales y podemos alcanzar a nuestros competidores que ya utilizan estas técnicas genéticas”, dijo el ministro finlandés Sari Essayah.

Director de IICA: “Las acciones climáticas deben sustentarse en la ciencia”.

Director de IICA: “Las acciones climáticas deben sustentarse en la ciencia”.

Además, llamó a unidad para poder salir adelante, y dijo que para enfrentar la crisis climática, la agricultura debe ser intensiva en conocimiento y con rostro humano.

Montevideo | Todo El Campo | El director general del Instituto Interamericano de Cooperación Agrícola, Manuel Otero, dijo que “la agricultura está cambiando de manera muy acelerada y nosotros tratamos de defender una actividad intensiva en conocimientos y con rostro humano que tiene que hacer frente a esta crisis climática”.

“Sé que solo si estamos todos juntos vamos a salir adelante. Nadie se salva solo. Por eso la importancia de la alianza continental para la seguridad alimentario y el desarrollo sostenible”, agregó Otero, quien explicó que el IICA cree en una cooperación técnica “no burocrática, digital y en tiempo real”.

Las expresiones del titular de IICA fueron el marco del encuentro realizado en Costa Rica y del que participaron representantes del sector agropecuario de 25 países de las Américas.

LA CIENCIA COMO SUSTENTO.

En la oportunidad, Otero también invitó a todos los ministros y funcionarios del sector agropecuario de las Américas a estar presentes en octubre en Costa Rica, donde se realizará la Conferencia Ministerial de Agricultura de las Américas, máximo órgano de gobierno del IICA, y en la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 28), que se realizará a fin de año en Dubái (Emiratos Árabes Unidos).

Con el apoyo de países y del sector privado, el IICA ya instaló el año pasado, en la COP 27 de Egipto, la Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas, desde la cual defendió el rol que la agricultura cumple en la mitigación y la adaptación al cambio climático, en la mayor negociación ambiental del mundo.

“Debemos dejar claro que las acciones climáticas para lograr una agricultura más sostenible deben ser basadas en ciencia, de manera que resguarden e incrementen la productividad y no profundicen la crisis alimentaria”, afirmó.

Finalizó: “Seguiremos trabajando en este proceso junto a los países y otros actores del ámbito privado, sociedad civil y la academia para que la agricultura resuene con fuerza y sea protagonista en las negociaciones climáticas. Nunca más debemos estar afuera de esa mesa de negociación”.

Es tiempo de invertir en ciencia, tecnología e innovación agropecuaria.

Es tiempo de invertir en ciencia, tecnología e innovación agropecuaria.

La investigación es un camino imprescindible, y se debe recorrer si lo que se quiere es avanzar hacia una agricultura más sostenible, que afiance el rol de la región como garante de la seguridad alimentaria y ambiental del planeta.

Montevideo | Todo El Campo | Expertos afirman que en América Latina y el Caribe existen condiciones para incremente inversión en ciencia, tecnología e innovación para el sector agropecuario. El uruguayo Rubén Echeverría, asesor senior de Desarrollo Agrícola de la Fundación Bill & Melinda Gates, opinó que “dado el valor económico y social del sector (agropecuario), no hay ninguna razón para que los presupuestos de investigación pública sigan disminuyendo”.

La sede central del Instituto Interamericano de Cooperación Agropecuaria (IICA) en Costa Rica fue el escenario del evento denominado Diálogo regional sobre ciencia, tecnología e innovación en los sistemas agroalimentarios de América Latina y el Caribe, el cual contó con la participación de destacadas figuras de la investigación científica, y que tuvo como eje las formas de financiamiento que deben explorar los países del continente para cimentar una agricultura intensiva en conocimientos.

Estuvieron presentes más de 100 autoridades y expertos internacionales convocados por el IICA, CGIAR (una asociación global de investigación para un futuro con seguridad alimentaria dedicada a transformar los sistemas de alimentos, tierra y agua en una crisis climática) y el Banco Mundial.

Los expertos internacionales que expusieron fueron Rubén Echeverría, asesor senior de Desarrollo Agrícola de la Fundación Bill & Melinda Gates; Eugenio Díaz Bonilla, economista e investigador con más de 40 años experiencia internacional en asuntos de desarrollo agropecuario y rural; y Martín Piñeiro, director general emérito de IICA y director de Agricultura del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), y aseguraron que existen las condiciones para que América Latina y el Caribe aumente su inversión en investigación orientada a la transformación de los sistemas agroalimentarios.

Entre los asistentes, que enriquecieron los debates posteriores a las exposiciones, se contó con la presencia de autoridades de Fundación Gates, del Centro Francés de Investigación Agrícola para el Desarrollo Internacional (Cirad), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y los mencionados CGIAR, Banco Mundial e IICA.

También participaron miembros de la comunidad científica, secretarios ejecutivos de mecanismos americanos de cooperación para la ciencia, la tecnología y la innovación de los sistemas agroalimentarios, y autoridades de los institutos nacionales de investigación y tecnología agropecuaria de los países de las Américas y de organizaciones de agricultores, las cuales cumplen un rol activo en los sistemas de innovación.

ECHEVERRÍA: NO HAY CAMBIO TECNOLÓGICO SINO HAY UN CAMBIO INSTITUCIONAL ATRÁS.

“Siempre nos hemos quejado porque no se financian los presupuestos de quienes hacemos investigación. En los últimos años la inversión no ha crecido y la necesidad de la sociedad ha aumentado. Pero siempre he sido optimista y creo que están todos los elementos para tejer algo muy interesante en la región en este momento”, dijo Echeverría, quien es de nacionalidad uruguaya.

El experto, con una larga experiencia en organismos internacionales, señaló que la agenda de los sistemas de investigación, sus prioridades y fuentes de financiamiento han cambiado.

“Hoy hay nuevas demandas de inversión pública, vinculadas a temas como cambio climático, conservación de la biodiversidad y restauración de ambientes degradados, y menos fuentes de financiamiento.  Estamos viendo que la inversión privada supera a la pública”, señaló.

Apuntó que Brasil, en América Latina y el Caribe, es el país que tiene mayores índices de inversión en investigación.

La región invierte poco, en general, en investigación agrícola, en relación a la contribución de la agricultura al PIB, al empleo y a la importancia de las exportaciones de alimentos de los países. Dado el valor económico y social del sector, no hay ninguna razón para que los presupuestos de investigación pública sigan disminuyendo”, afirmó.

Echeverría señaló la fortaleza del sistema de institutos públicos de investigación, universidades y entidades privadas dedicadas a la ciencia y apuntó: “No hay cambio tecnológico sino hay un cambio institucional atrás”.

DÍAZ BONILLA: CONVENCER A MINISTROS DE ECONOMÍA SOBRE LA PRIORIDAD DE LA CIENCIA AGRÍCOLA.

Díaz Bonilla dijo que la inversión promedio en América Latina en ciencia, tecnología e innovación en agricultura se ubica en el 1,4% de los ingresos generados por la producción de alimentos, cuando en los países desarrollados el índice es de aproximadamente el 3 o el 4%.

El investigador se refirió a cómo alinear los proyectos con fondos internacionales de desarrollo, bancos multilaterales de crédito, y donantes filantrópicos.

“Debemos trabajar para reorientar los fondos en función de nuestros objetivos.  Tenemos que pensar cómo financiamos proyectos, pero también ver otras posibilidades, como la generación de bonos verdes o incluso otro tipo de bonos, en función de las metas”.

Díaz Bonilla también se refirió a los presupuestos públicos y opinó que hay que ver qué tipo de fondos se orientan a cada capacidad.

“Debemos trabajar para convencer a los ministros de Economía de que cuando van a organismos de crédito multilaterales pongan entre las prioridades los fondos para la ciencia en materia agrícola. Hay que revisar el gasto público y reorientarlo en la dirección correcta”, afirmó.

MARTÍN PIÑEIRO: REPENSAR EL LA CIENCIA Y TECNOLOGÍA DE LOS SISTEMAS AGROALIMENTARIOS.

Por su lado, Martín Piñeiro señaló que el sector público sigue teniendo un papel central para el para definir el marco de las políticas públicas para ciencia y tecnología.

“Nuestra percepción es que la inversión pública se ha ido debilitando en América Latina, ya que hoy el presupuesto de los institutos de investigación ronda el 1% del PIB agropecuario”, afirmó.

Piñeiro dijo que hoy “ya no podemos pensar en términos de la agricultura, sino de los sistemas agroalimentarios. Esto introduce dimensiones adicionales a la cuestión de la producción y la productividad, como la sostenibilidad ambiental y la calidad nutricional de los alimentos”.

“Hay enormes desafíos, pero también tenemos una enorme oportunidad para repensar el sistema de ciencia y tecnología de los sistemas agroalimentarios en nuestra región, de manera de adecuarlo al nuevo escenario y alcanzar un gran desarrollo”, finalizó. En la foto Rubén Echeverría, de fundación Bill & Melinda Gates, junto a la economista agrícola del Banco Mundial, Joanne Gaskell | Foto IICA.

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