Para el economista, es esencial la creación de un Consejo de Productividad Asesor, basado en el modelo de Australia.
Montevideo | Todo El Campo | El Ec. Ignacio Munyo, director ejecutivo del Centro de Estudios de la Realidad Económica Social (Ceres), afirmó que la principal prioridad del próximo período de Gobierno debería ser la transformación del gasto público, con el objetivo de posibilitar un conjunto de políticas públicas orientadas al desarrollo sostenible del país.
La propuesta, presentada ante unos 400 empresarios en el primer encuentro del Ciclo de Reuniones para Socios de Ceres del año, celebrado el martes 11 en el Radisson Montevideo y de cara a las próximas elecciones nacionales, fue parte de la conferencia de Munyo titulada “Uruguay se mira al espejo: perspectivas realistas en un mundo crispado”.
LOS FACTORES EXTERNOS.
Desde la década de 1990, aproximadamente dos tercios de las variaciones en la actividad económica del país a corto plazo, para bien o para mal, se pueden explicar por factores externos. En esta línea, el expositor advirtió que en los próximos años este impulso global no será positivo.
Algunos de los factores perjudiciales para la economía local se reflejan en los siguientes aspectos: la profundización de los efectos del cambio climático; el alto costo del financiamiento; la estabilidad de los precios de los bienes primarios de exportación; el enfriamiento de la economía de Brasil debido a un modelo de “capitalismo estatal” que no asusta pero tampoco convence a los inversores; y la incertidumbre proyectada por Argentina debido a un cuadro de inestabilidad política, cuyo Gobierno intenta lograr que el ajuste fiscal se traduzca finalmente en inversiones y crecimiento económico.
Sin el viento a favor del exterior, y con el fin de que la economía uruguaya crezca a las tasas necesarias para el desarrollo, “se precisa mejorar su productividad con acciones complejas de implementar y sostener internamente”, advirtió Munyo.
AGENDA DE LA PRODUCTIVIDAD.
En esa línea de pensamiento, considera que es necesario implementar “reformas para una mejor asignación de inversión en emprendimientos productivos y para el desarrollo de capital humano, tanto en cantidad como en calidad”, las cuales constituyen una agenda que trasciende períodos de Gobierno.
Para Munyo, es esencial la creación de un Consejo de Productividad Asesor, basado en el modelo de Australia, similar al Consejo Fiscal Asesor que en Uruguay brinda asesoramiento independiente al Ministerio de Economía y Finanzas. Esta institución ha sido ampliamente respaldada por organismos internacionales y agencias calificadoras de crédito, y se buscará perfeccionar en los próximos gobiernos.
Sería un órgano “que vele por el crecimiento”, señaló.
También propone un nuevo impulso a la apertura comercial, estancada hace décadas, como una medida para aumentar la productividad, ya que beneficia la competencia.
Esta estrategia, que Munyo calificó como un “sinceramiento”, debería ser implementada con realismo, reconociendo la permanencia de Uruguay en el Mercosur, el liderazgo de Brasil y la importancia de trabajar en estrecha colaboración con el sector privado. En esta línea, señaló que las empresas necesitan invertir “para generar mayor producción exportable”, lo cual requiere que el Estado proporcione “mejor promoción internacional además de reglas de juego claras”.
El director de Ceres destacó que el actual encarecimiento del país es un desafío que la próxima administración deberá abordar. Subrayó que la dinámica del dólar, debido a la no intervención del Banco Central (BCU), implica “una decisión política que resulta en una transferencia significativa de recursos del sector transable al no transable de la economía, y que no sabemos cuánto tiempo será sostenible en el futuro”.
Como medida paliativa para abordar los problemas de competitividad, propuso destinar una parte relevante de las ganancias de UTE a una rebaja del 30% en la tarifa industrial de la energía eléctrica.
EL DESAFÍO DEL GASTO.
Munyo destacó la importancia de invertir en sectores fundamentales de cara al futuro para poder avanzar en el desarrollo. Señaló que existe un “amplio consenso” político en aumentar la inversión en áreas clave como la primera infancia, la investigación y desarrollo (I+D), la educación y la seguridad, aspectos en los que los programas de los partidos políticos coinciden.
Sin embargo, advirtió que “la situación fiscal actual exige que cada nuevo gasto deba ser también una reducción equivalente de otro gasto”.
“No hay mucho margen para nuevos gastos”, dijo Munyo ante los empresarios.
Para enfrentar el desafío fiscal, Munyo presentó una hoja de ruta que busca mejorar la asignación del gasto público, tomando en consideración las mejores prácticas internacionales.
Esta iniciativa se fundamenta en un hecho innegable para Ceres: no hay margen para aumentar impuestos sin afectar negativamente las perspectivas de crecimiento económico del país.
HERRAMIENTAS PARA LA TRANSFORMACIÓN DEL ESTADO.
El economista expuso los resultados de un “trabajo de arqueología” del Estado uruguayo realizado por Ceres, que permitió identificar y analizar 832 cometidos distribuidos en 331 entidades públicas, abarcando 101 programas vigentes.
Por otro lado, el conferencista presentó resultados de un estudio para el cual Ceres desarrolló nuevas herramientas de inteligencia artificial (IA) con el fin de revelar fragmentación y superposición en la distribución del gasto público en Uruguay, tal como se mostró de forma contundente en las áreas de vivienda, primera infancia y apoyo a pymes.
Munyo ofreció al próximo Gobierno, y a la sociedad uruguaya en general, libre acceso a estas nuevas herramientas de IA que permiten analizar cualquier problemática similar en cualquier área estatal.
En la agenda de Uruguay para el próximo período de Gobierno, dijo el director de Ceres, es imperativo establecer un plan de transformación del gasto público. Propuso un presupuesto público que incorpore una “revisión permanente del gasto” y se base en resultados. De esta manera, señaló que se podrían logran “ahorros sustanciales”, tal como lo han hecho los países de referencia que avanzaron por este camino, que pueden destinarse a reforzar áreas críticas o implementar nuevas políticas públicas decisivas para avanzar en el desarrollo del país.
Ceres propone invertir en equipos de riego para crear un fondo de reserva forrajera.
Montevideo | Todo El Campo | El jueves 16, el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) difundió en la Sociedad de Productores de Leche de Florida (SPLF) un informe sobre el sector lácteo, que por diferentes motivos no ha logrado crecer significativamente en la última década.
Ese estancamiento se debe a una serie de factores estructurales y coyunturales.
Entre los estructurales, el recambio generacional, baja capacitación, escasa incorporación de tecnología, alto nivel de arrendamiento, acceso restringido a mercados; y entre los coyunturales, baja demanda de China, factores climáticos, bajos precios.
El sector cuenta con un fideicomiso “con el objetivo de generar estabilidad en el sector lechero”, establecido por ley por hasta 10 años (desde 2026 a 2036), de una magnitud de unos US$ 50 millones. Invertir estos recursos en riego sería la mejor alternativa para generar estabilidad, mejorar la productividad y prepararse para inclemencias climáticas.
En la @_splf escuchando la propuesta de trabajo para potenciar el riego en los sistemas lecheros. Propuesta que surge a partir del instrumento del fondo de estabilidad, una demanda muy fuerte del sector, diseñada en esta administración. Buen trabajo de @CERES_UY@IgnacioMunyopic.twitter.com/NoPFgDx67Y
— juan ignacio buffa (@ignacio_buffa) May 16, 2024
El subsecretario Ignacio Buffa participó de la presentación del Ec. Munyo en la SPLF.
Ceres propone invertir en equipos de riego para crear un fondo de reserva forrajera (5.000 hectáreas regadas) que se distribuya principalmente entre pequeños productores que no tienen acceso a una alta disponibilidad de forraje e impulsar el riego a nivel predial y multi predial (6.000 hectáreas), para lograr alcanzar al 25% de los establecimientos.
Esto generaría un aumento del 11% de las exportaciones (+US$ 100 millones), sumado a un alto impacto indirecto de US$ 133 millones (es el sector de la economía con mayor impacto indirecto) e inducido. Además, se plantea un repago por ganancia de productividad para que el fondo se mantenga en el futuro.
La exitosa experiencia de Australia muestra claros beneficios de esta alternativa. Con la extensión del riego a más de la mitad de los productores, la inclusión de tecnología y mejores prácticas, la cantidad de vacas por hectárea es más del doble que en Uruguay y la producción de leche por hectárea lechera es más del triple.
El think tank cumple con este tipo de misiones para recabar información de relevante que pueda servir para elevar la calidad del debate público, intercambiar información y nutrir posibles lazos comerciales a futuros.
Arabia Saudita, Riad | Todo El Campo | El director ejecutivo del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), Ignacio Munyo; su director de Comunicación Estratégica, Daniel Supervielle; y la gestora de contenidos externos, Constance Wansart; fueron invitados por el Gobierno de Arabia Saudita a participar de una misión comercial exploratoria para analizar las posibilidades de un potencial crecimiento de las relacionadas de negocios con nuestro país.
La misión comenzó el 22 de febrero y se extenderá durante 10 días. En esta instancia, Ceres mantendrá reuniones con funcionarios del reino de Arabia Saudita, recorrerán lugares emblemáticos que hacen a la cultura saudí, proyectos, centros de estudios y recolectarán información relevante tanto económica como cultural para compartir con los empresarios uruguayos.
El objetivo de este viaje es contribuir desde el sector privado a construir un puente entre el Reino Saudí y nuestro país, mostrando el potencial comercial que puede existir entre ambas naciones.
“Desde Uruguay deberíamos mirar a Arabia Saudita con más atención. Es un país que está apostando a la apertura comercial y cultural, con una clara complementariedad con las posibilidades y necesidades de la economía uruguaya, lo que resulta fundamental para pensar en negocios futuros”, explicó el Ec. Munyo.
Agregó que “abrir la economía, hacerla competitiva y atractiva para la inversión extranjera es vital para reducir la dependencia del petróleo. En 2017, el gobierno autorizó por primera vez la propiedad extranjera de empresas de ingeniería, salud y educación. Introdujo una nueva ley de quiebras, legislación comercial, redujo la corrupción e instituyó un programa de privatizaciones. En 2019, aprobó un sistema más abierto de residencias para extranjeros, y en 2021, eliminó restricciones a la contratación de trabajadores inmigrantes, así como para el teletrabajo desde el exterior”.
“El desarrollo del turismo es clave y para ello es determinante impulsar la cultura, los deportes y el entretenimiento. Se avanza en el lanzamiento de la mayor ciudad de entretenimiento del mundo (a 40 km de Riad), que incluye parques, centros de entretenimiento, instalaciones deportivas, academias, actividades acuáticas y de nieve, juegos de aventura, safaris, atracciones históricas y culturales. Se le suma el megaproyecto costero sobre el mar Rojo, con instalaciones de ultra lujo. También la ciudad futurista Neom será una gran atracción para visitantes: una zona franca residencial de 26,500 km2 cerca del límite con Egipto y Jordania, que funcionará en base a energías renovables y en la que se proyecta que vivan un millón de habitantes”, concluyó el director ejecutivo de Ceres.
MISIÓN COMERCIAL EXPLORATORIA.
Por su parte, el director de comunicación estratégica, Daniel Supervielle, expresó que «Ceres realiza esta misión comercial exploratoria para conocer y aprender de un mercado gigante y en expansión; en un reino que busca abrirse al mundo. Incluso, desde hace años Ceres tiene como objetivo -y entre sus horizontes- contribuir a la apertura comercial del país, por eso ha realizado misiones a Emiratos Árabes Unidos, India, Unión Europea, Australia y países africanos, para conocer esas realidades y a partir de lo aprendido empezar a abrir nuevos caminos para los empresarios uruguayos”.
El Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social, cumple con este tipo de misiones para recabar información de relevante que pueda servir para elevar la calidad del debate público, intercambiar información y nutrir posibles lazos comerciales a futuros.
La cifra forma parte de un informe presentado por Ceres durante la celebración por los cien años del Régimen de Zonas Francas en el país.
Montevideo | Todo El Campo | La exoneración de impuestos a las zonas francas deriva en una ganancia considerable para el país, ya que las mismas generan más de siete dólares por cada dólar exonerado, a lo que se suman beneficios adicionales como el aumento de la productividad por las capacitaciones, la adopción de prácticas innovadoras empresariales y de estándares de calidad.
La evaluación es parte de un informe presentado por el economista Ignacio Munyo, director ejecutivo del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), durante la celebración del centenario del Régimen de Zonas Francas en el país.
El evento fue organizado por la Cámara de Zonas Francas del Uruguay y tuvo lugar en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo.
El presidente de la Cámara de Zonas Francas del Uruguay, Enrique Buero, realizó un reconocimiento a quienes han impulsado el régimen de zonas francas y señaló que su éxito “es un fiel reflejo de los activos que tenemos en el país, que es la confianza en su seguridad jurídica, en una clase política madura que ha sabido transformar este régimen en una política de Estado, en sus recursos humanos calificados, en un sector privado pujante, que ha desarrollado infraestructura y servicios que son ejemplo en el mundo de las zonas francas”.
Destacó el compromiso del sector con la competitividad, generación y retención de talentos, eficiencia de la cadena logística, reformas regulatorias y trabajo conjunto con las autoridades para enfrentar los desafíos, como la llegada del Impuesto Mínimo Global.
“Queremos estar a la vanguardia para captar oportunidades que hoy el mundo nos ofrece, como el eCommerce, la captación de industrias tecnológicas y otras industrias y servicios de alto valor agregado, que nos permiten generar empleo de calidad y transmisión y generación de conocimiento para el país”, puntualizó.
EL INFORME CERES.
Luego de la entrega de reconocimientos a las zonas francas de Nueva Palmira y Colonia, las primeras que tuvo el país, Munyo presentó el informe elaborado por Ceres y advirtió sobre la necesidad de “levantar barreras que hoy limitan la expansión, como el encarecimiento del país y la oferta limitada de capital humano”.
Respecto a las perspectivas para el futuro, señaló que existen “riesgos latentes que requieren atención”, como el Impuesto Mínimo Global, cuya implementación está prevista para 2024, que “pone en la lupa la esencia misma del régimen”.
Uruguay cuenta con 12 zonas francas operativas que comprenden a más de mil empresas y que representan más del 6% del Producto Bruto Interno (PBI). “El 15% de la inversión total del país proviene de zonas francas y ha sido creciente. Las grandes inversiones provienes de la industria (74%), comercio (13%) y servicios (12%)”, comentó Munyo.
Por otra parte, las mismas brindan empleo directo a más de 20.000 personas, que equivalen al 1,3% del total de ocupados de la economía. Estos trabajadores, en su mayoría con formación terciaria, perciben el triple de ingresos que el promedio del país. “Es una forma clave de detener la fuga de cerebros. Si hay oportunidades para traerlos, muchas de ellas están dentro del régimen de zonas francas”, explicó.
Si se suman los empleos generados en forma indirecta, las zonas francas involucran a más de 66.000 puestos de trabajo, el 4,1% del total de las personas empleadas en Uruguay.
En materia de exportaciones de bienes y servicios desde zonas francas, los datos recopilados por el Ministerio de Economía y Finanzas en 2021 indican que las mismas alcanzaron los US$ 5.124 millones, un 13% más respecto a 2020. La expectativa es que a esta cifra se le sumen US$ 1.155 millones anuales cuando UPM II llegue al pico de su producción.
POLÍTICA DE ESTADO.
El cierre de la jornada estuvo a cargo del secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, quien destacó el hecho de que el régimen haya sido asumido por todos los gobiernos como una política de Estado.
Delgado llamó a “trabajar siempre en un concepto de mejora continua, adaptando este régimen a los nuevos desafíos, esforzándonos en ser cada vez más competitivos, y esto tiene que ver con generar mejores regulaciones, bajar los costos y buscar tener menor burocracia”.
“En vez de pensar que las zonas francas no contribuyen con los impuestos, hay que ver que por cada uno que se exonera derraman siete en la economía. Eso nos reafirma en la necesidad de abroquelarnos y pensar todos juntos en el nuevo régimen para adelante”, concluyó.
Claves en la antesala del año electoral: La ruta para avanzar hacia el desarrollo
Montevideo | Todo El Campo | El director de Ceres, Ignacio Munyo, advirtió que “Uruguay avanza lento, pero bien orientado, aunque es clave acelerar la marcha y evitar retrocesos”, y que el próximo gobierno “no tendrá margen para aumentar el gasto ni para subir impuestos” por lo que habrá que apelar a incrementar la “eficacia del Estado”.
El economista afirmó que eso “es un gran cuello de botella para el desarrollo” y que será clave lograr un “adecuado diseño de las políticas públicas” con “buena implementación para que funcionen correctamente”.
“Uruguay arranca el año electoral con una economía con bajo crecimiento, relativamente cara y con una situación fiscal delicada”, dijo Munyo, y destacó que “el próximo gobierno debería extremar esfuerzos para lograr incorporar gerentes profesionales n cargos de alta especialización dentro el Estado”.
En la presentación de fin de año de Ceres ante sus socios, Munyo dijo que “es hora de avanzar en la calidad de un Estado que ayude, impulse, trate a las personas con justicia y dignidad, pero que jamás sustituya a la sociedad en la toma de decisiones”.
El encuentro empresarial fue este martes 28 en el Club de Golf de Punta Carretas, con la conferencia, titulada “¿Qué necesita Uruguay para avanzar en el camino del desarrollo? Reflexiones en la previa del año electoral”.
Munyo presentó un Monitor de Desarrollo de Uruguay, diseñado para comprender con ecuanimidad la situación del país en la materia. Este monitor no solo ayuda a visualizar “lo que se está haciendo”, sino también lo que se debe continuar haciendo, y a una mayor velocidad, explicó.
Advirtió que un “serio inconveniente” en ese sentido sería la eventual aprobación del plebiscito que impulsa el PIT-CNT para incluir en la Constitución un régimen único de seguridad social en manos del Estado. “El efecto dañino es muy grande”, afirmó ante unos 400 invitados.
UNA DESACELERACIÓN GLOBAL.
Dado que los factores externos ejercen una fuerte influencia en la dinámica económica de Uruguay, representando dos tercios de los movimientos de la actividad económica, el director ejecutivo de Ceres describió la tendencia tanto a nivel mundial como regional.
El mundo experimenta una «fragmentación global» debido a conflictos como la guerra en Ucrania y el enfrentamiento entre Hamás e Israel, con impacto internacional. La economía muestra una desaceleración, proyectándose un crecimiento del 3% en 2023, menor al del año anterior, y una disminución aún más pronunciada en 2024. Se anticipan precios de alimentos y petróleo estables, aunque condicionado al desarrollo del conflicto en Medio Oriente.
En el ámbito regional, destaca la transición en Argentina hacia el gobierno de Javier Milei, que se compromete con un riguroso plan de reducción del gasto equivalente al 15% del PBI, a implementar en un gobierno con minoría legislativa. En Brasil, se observa una mejor performance inflacionaria y de crecimiento, con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva apurado por concluir el acuerdo Mercosur-UE.
Estabilidad macro En medio de la incertidumbre, Uruguay demuestra una gestión macroeconómica como política de Estado, siendo apreciada por inversores y calificadoras de crédito a nivel internacional. Esta percepción favorable de los mercados se refleja en un riesgo país de 87 puntos básicos, el más bajo de la región.
No obstante, Munyo precisó que el crecimiento es “escaso” y, además, como muestra el tipo de cambio real bilateral con los principales socios comerciales, es “muy caro” para los negocios.
Por otra parte, expresó su preocupación por la evolución del déficit fiscal del país (4,4% a setiembre), el mismo que en 2019, así como por el aumento de la deuda pública (68,2% del PBI), mayor a cuatro años atrás. En ese sentido, también mencionó que en el periodo actual hubo un incremento del gasto público de 2,9%, lo que deja niveles de gasto público en el entorno del 30% del PBI, similar a lo que se tuvo en los últimos 10 años.
En preludio a la campaña electoral, afirmó que “no hay margen para aumentar el gasto ni subir impuestos”.
MONITOR DE DESARROLLO.
Durante su conferencia, Munyo presentó el Monitor de Desarrollo de Uruguay de Ceres, el cual abarca cuatro pilares de progreso multidimensional: crecimiento, bienestar, convivencia social y sostenibilidad ambiental. Este monitor exhibe la evolución de los últimos años y realiza comparaciones a nivel internacional.
Hasta mediados de la década de 1950, Uruguay se situó dentro del rango del crecimiento económico en comparación con los países que integran el Grupo Objetivo (GO), compuesto por 17 países que comparten tamaño y calidad de la democracia, y tienen un alto estándar de desarrollo humano. Sin embargo, el país gradualmente comenzó a alejarse de esa tendencia en los años subsiguientes.
En el pilar de Crecimiento (inserción internacional, inversión, crédito y capital humano), Uruguay se encuentra significativamente por debajo de este grupo de referencia.
En materia de inserción internacional, Munyo comentó que el país no ha cambiado mucho en la última década. La apertura comercial es menos de la mitad del GO.
Estimó que es posible acercarse a los países de referencia mediante la aprobación de acuerdos como el del Mercosur y la Unión Europea. Además, según estudios de CERES, sectores como las energías renovables, el riego y la pesca se destacan como áreas que podrían contribuir significativamente al aumento de la oferta exportadora.
Otro componente clave del crecimiento, como es el crédito, también enfrenta problemas debido a la falta de un mercado de capitales robusto y una excesiva regulación que genera costos elevados que limitan la rentabilidad y desincentivan el negocio.
El pilar de Bienestar (salud, vivienda e ingreso) también indica la necesidad de un esfuerzo mayor, dijo el director ejecutivo de Ceres.
Con una esperanza de vida de 78 años, el país se encuentra aproximadamente cuatro años por debajo del promedio del GO, lo que indica la necesidad de introducir mejoras.
En el caso de la pobreza, la situación que muestran las cifras es peor con relación al GO. Mientras 9,9% de la población está en una situación de pobreza, en los países comparables es apenas 1,4%.
Munyo dimensionó la “delgada línea de la pobreza”: más de 200 mil personas viven, en promedio, en condiciones similares a las de los 353 mil definidos como pobres.
El énfasis debería centrarse en la primera infancia, ya que es durante esta etapa de la vida donde se define gran parte del futuro. Es aquí donde “se juega el partido”, señaló.
La situación habitacional podría considerarse mejor que otros indicadores de bienestar, aunque esto no significa que esté exenta de problemas. Esta observación del director ejecutivo de Ceres resalta una realidad preocupante: más de 200.000 personas viven en más de 650 asentamientos.
Reconociendo las políticas para paliar el déficit habitacional, criticó la dispersión de programas que involucran hasta siete entidades públicas.
El pilar de Convivencia Social (equidad, marginalidad y seguridad) también suscita inquietud. Mientras que en el conjunto del GO, el 10% de mayores ingresos es 7,7 veces más rico que el 10% más pobre; en Uruguay esta brecha es de casi el doble.
La desigualdad educativa es motivo de preocupación para Munyo. Aunque reconoce el impacto positivo de diversas políticas, resalta la falta de coordinación entre los distintos actores institucionales, poniendo especial énfasis en la “vulnerabilidad laboral” derivada de la exposición a la automatización y la inteligencia artificial (IA).
Otra inquietud de gran magnitud, que él considera “un drama”, es la marginalidad, un componente crucial de la Convivencia Social. La tasa de 438 presos por cada 100.000 habitantes (15.000 personas) supera en más del cuádruple la realidad del GO, y resaltó que la reincidencia es del 70%.
El economista destacó la efectiva orientación de las políticas gubernamentales para abordar la liberación diaria de 26 personas, un problema social.
Reconoció que la agenda de seguridad avanza en la dirección correcta, pero al mismo tiempo señaló que el país aún se encuentra distante de la realidad del GO en este ámbito.
En la exposición de Munyo, se destacó el progreso en la sostenibilidad ambiental en la producción de energía a partir de fuentes renovables y en la reducción de emisiones netas de gases de efecto invernadero. Sin embargo, no se observa el mismo avance en la gestión de residuos plásticos, área en la que aún queda mucho por hacer.
LA EFICACIA DEL ESTADO.
Según la exposición de Munyo, se infiere que la dificultad del modelo uruguayo no reside en la orientación, sino en la velocidad.
En sus palabras, “el Estado no es operativo para salir de la inercia en la que estamos”.
Según evidencia de recientes estudios internacionales, Uruguay se enfrenta al desafío de mejorar la calidad, la confianza y la efectividad de sus normativas gubernamentales, lo cual Munyo describió como las prácticas de un “buen gobierno”.
Para superar los obstáculos, el director ejecutivo de Ceres ve con optimismo la actual reforma del Estado en marcha, la cual busca mejorar los incentivos a través de cambios en la carrera administrativa. No obstante, advirtió que estos cambios serán lentos, ya que no son fáciles de implementar.
En la misma línea, hizo alusión al proyecto de ley aprobado en Diputados que busca mejorar la coordinación y el ordenamiento de las políticas públicas dirigidas a la atención de la primera infancia, niñez y adolescencia.
Con el objetivo de abordar los problemas del Estado, Munyo propuso el plan «100 orientales», que establece puestos gerenciales profesionales para mejorar la eficacia de la administración pública.
Esta medida ayudaría a superar las deficiencias estatales en la implementación de políticas. “Es hora de avanzar en la calidad de un Estado que ayude, impulse, trate a las personas con justicia y dignidad, pero que jamás sustituya a la sociedad en la toma de decisiones”, afirmó.