Es importante la “previsibilidad”, o sea “tener la materia prima de cordero para abastecer semanalmente la faena” para eso “desarrollamos la inscripción del cordero con los clientes que trabajamos y se armó un programa para tener corderos semanalmente”.
Montevideo | Todo El Campo | Hay espacio para los productores con interés en el compartimento, que junto con el procedimiento kosher, ambos “han sido la novedad y las líneas de trabajo para potenciar al ovino y tener un incremento del stock, o que por lo menos que no siga cayendo”, dijo el Ing. Agr. Rodrigo Santos de frigorífico San Jacinto.
Este año estamos iniciando de forma temprana una zafra ovina; temprana como en años anteriores, lo que es muy positivo, dijo, y agregó que “la innovación es la faena para el mercado de Israel (kosher) y eso nos ha permitido innovar en el producto y en el cordero pesado”.
El cambio está “en el peso de carcasa que podemos utilizar para el cordero pesado, además de un sistema de trabajo distinto, lo que ha permitido aumentar el peso requerido para faena”; estamos acostumbrados a la carcasa de 13 a 24 kilos, y con este nuevo mercado se pudo “reflotar el cordero superpesado y hoy podemos aumentar el peso carcasa hasta 26 kilos”, dijo al programa Diario Rural (CX 4 Rural).
Añadió que es importante la “previsibilidad”, o sea “tener la materia prima de cordero para abastecer semanalmente la faena” para eso “desarrollamos la inscripción del cordero con los clientes que trabajamos y se armó un programa para tener corderos semanalmente”.
“Esta dinámica distinta que impulsó este tipo de negocios nos ha permitido generar un programa, aumentar el peso de la carcasa, y la manera es inscribir”, lo que implica un “adelanto de fondos para incentivar esa producción”.
“Actualmente, la producción de cordero está muy diversificada, y la nueva operativa calza con la necesidad de sacar el cordero en fecha, y con corderos que vienen de sistemas con buena alimentación. Eso nos ha permitido hacer algo distinto”, señaló.
Respecto al cordero, Santos dijo que “el cordero pesado de toda la vida es la base del esquema de trabajo de producción y de ventas”, o sea que las condiciones de castración, de 12 meses, eso es “el eje central de trabajo”, y el “descole es principalmente por la limpieza con que llega el cordero al momento de la faena, ese es un requisito fundamental”. Añadió que luego de los 7 meses es un cordero castrado, con buena conformación y terminación”.
Respecto a las entradas, “Santos dijo que la faena es semanal con entradas a 10 días o dos semanas y se trata de sacar todo el cordero que se oferta, o tener cierta previsibilidad para adelantarse y desatorar noviembre y diciembre”.
MERCADO INTERNO.
Asimismo, el mercado interno presenta más oferta ovina. “Hay una colocación interesante, también de carcasas livianas, lo que permite absorber toda la gama del cordero gordo terminado que se nos ofrece”.
COMPARTIMENTO OVINO.
El compartimento ovino “está operativo y podemos decir que tenemos un flujo continuo de trabajo con posibilidad de colocación”.
Esa producción “en un momento tuvo un crecimiento explosivo”, luego “pasamos un año y medio con poca concreción de negocios, pero hoy tenemos colocación, hay compartimentos que están encerrando y a los 60 días (43 días de cuarentena sanitaria y el compartimento son 60) se nos ha permitido ir armando faenas entre compartimentos”, porque en esta modalidad de trabajo “las faenas son exclusivas, o sea que no se pueden hacer otros corderos”. Por tanto “trabajar con los compartimentos que comenzaron a operar nos ha permitido tener faenas quincenales y cumplir con los clientes del exterior”.
El compartimento está operativo, estamos buscando hacerlo crecer, y buscamos aumentar el peso carcasa, ir a los 22 o 23 kilos.
Por otra parte, “el compartimento nos permitió trabajar de forma similar a un corral vacuno, donde se pautan las condiciones con anterioridad y eso da previsibilidad en la entrada y el trabajo”.
El compartimento tiene como único destino Estados Unidos, recordó.
Santiago Bordaberry: “La mayor caída de ovejas no se da en las majadas chicas sino en las estancias que pasaron de tener el ovino como una producción a tenerlo casi como manejo de control de yuyos o consumo”.
Salto | Todo El Campo | Para la cantidad de agua que se registró en el año, sorprende el resultado del desempeño ovino, dijo el Dr. Santiago Bordaberry al ser entrevistado en el marco de la jornada nacional anual ¿Qué ovinos necesitamos en el escenario actual?, con el 9º Taller de Gestación de Ovinos.
El trabajo del grupo de veterinarios participantes en el taller organizada por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuario (INIA) y la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República (Fagro), concluyó que el porcentaje de preñez es del 91%, y el potencial de destete del 113%.
Bordaberry observó que “este año con el exceso de lluvias” y los problemas que generan, pesamos que no iba a ser bueno, “sin embargo es el año con el mejor índice de prolificidad, con el mayor potencial de destete desde que llevamos registros”.
La pregunta es “¿qué es más importante?”, porque “si la oveja está sana y se preña pasa bárbaro, pero para que te de mellizos tiene que tener comida como tuvo este año”, que no fue bueno por las lluvias que se dieron.
Expresó que el porcentaje récord de señalada “no se debe al porcentaje de preñez, lo explica el índice de prolificidad tan alto que tuvimos”.
A partir de ahí se ven muchas cosas, primero la aplicación de técnicas, “que este año la mayoría no lo hizo, solo el 9% de los productores usó flushing con ración, y son pequeños productores que tienen necesidad de lograr buenos índices de señalada para lograr sus objetivos”.
“También lo explica la selección por prolificidad que desde hace tiempo se hace en todas las razas, y el uso de razas prolíficas. Sin embargo, el mejor índice que tuvimos, de 166%, fue una majada Corriedale” en la cual se usaron “todas las técnicas disponibles”.
Otra realidad es que ha habido una disminución de ovejas: “El promedio de todas las majadas del año pasado en el taller era de 770 ovejas, y este año fueron 551”. Esa baja significa también “que la gente se ha quedado con lo bueno, con las mejores ovejas, las mejores borregas, con las melliceras, entonces hay una selección a favor de la calidad y la prolificidad”.
Ese conjunto de cosas “explican lo que desde el punto de vista productivo parece que debía ser al revés: un año ideal como el pasado y un año complejo como el actual, y sin embargo en este último nos fue mejor”.
Consultado sobre se dividen tres grandes grupos: raza fina, doble propósito y las razas carniceras, ¿cuál es la evolución?, Bordaberry dijo que “en el cas de las lanas finas, ese año fue 1,5% más el potencial de destete respeto al año pasado, o sea que prácticamente se mantuvo”.
Todo el promedio sube, pero lo que explica ese crecimiento son las razas carniceras, son las que se despegan con 124%, por dos motivos: se utilizan genética de razas que tienen componente prolífico; y por que están vinculadas a sistemas productivos muy intensivos de carne con una utilización muy importante del alimento y flushing como herramienta para poder mejorar”.
Las carniceras “tienen muy agarrado el tema nutricional y aprovechan ese potencial genético mucho más que las razas de lana finas que en líneas generales no son tan prolíficas. Hay establecimientos que prefieren que la borrega críe uno y no que se les mueran los dos por la falta de recursos.
LAS PARIDERAS SON NECESARIAS.
Bordaberry explicó también la importancia de las parideras. “Es una herramienta extraordinaria que necesita de la ecografía, y es una herramienta para la escala, no es fácil implementarlas con una majada muy grande”.
“No es para todos”, pero hay productores que “sí lo pueden hacer, en el sur, en Colonia, donde la utilizan funcionan muy bien”.
EL OVINO NO ESTÁ PASANDO POR EL MEJOR MOMENTO.
Todos sabemos que el ovino “no está pasando por el mejor momento”, dijo el Dr. Bordaberry, con “un mercado que no es el mejor, sea de lana o de carne”, agregó.
Hay una “gran decepción” por el esfuerzo que significa producir los corderos que luego la industria no quiere o te dicen que se pasaron de peso”.
En cuanto a la lana, “tiene algún camino para trabajar en el tema de la admisión temporaria” y con eso “algún centavo más se puede ganar”, opinó. Otro tema es buscar nichos de mercado. Si esas cosas no se logran el rubro “no entusiasma”.
“La mayor caída de ovejas no se da en las majadas chicas sino en las estancias que pasaron de tener el ovino como una producción a tenerlo casi como manejo de control de yuyos o consumo”.
Eso conduce a la “perdida de interés”, al punto de que no se clasifican: “Cuando vamos a hacer una ecografía vienen todas juntas, ovejas y borregas, hay desestimulo, es el año con menor aplicación de técnicas”, advirtió.
La ecografía es una de las técnicas y me parece que es la primera porque a partir de ella se generan otras cosas: la alimentación de las melliceras, el uso de las parideras”, etc.
LA ACTIVIDAD.
La jornada fue organizada por INIA y la Facultad de Agronomía se realizó el jueves 8 de agosto en sala de conferencias de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande (CTM). Estuvo dirigida a productores y técnicos relacionados con el sector.
El Dr. Herman comentó que “las declaraciones juradas son una alerta” que muestran la caída del número de ovinos. También señaló que hay que mejorar el consumo interno de carne”, y si no se logra “no es culpa del comprador sino de quien la ofrece”.
Salto | Todo El Campo | En la jornada nacional anual ¿Qué ovinos necesitamos en el escenario actual?, 9º Taller de Gestación de Ovinos, recientemente realizada, el Dr. José Herman analizó los datos del norte del país, zona clave para la producción ovina ya que concentra el 50% de los ovinos de todo Uruguay.
Dijo que este año hubo un número similar a las ecografías de años anteriores, aunque “disminuyó un poco el número de oveja por productor, pero como hubo gente nueva terminó siendo un total bastante similar”, llevando a que “en porcentaje haya mercado la cantidad de oveja encarnerada por productor”.
El otoño fue “complicado desde el punto de vista sanitario porque la oveja en su comportamiento no va a lugares donde hay mucho pasto y mucha humedad, concentrándose en lugares más secos y duros, lo que hace que dese el punto de vista sanitario aumenten las posibilidades del contagio parasitario”. “Problemas de patas por exceso de humedad, más bichera por calor y humedad, más los temas sanitarios, todo hace que haya sido un año terrible para la oveja”, y “cobró factura”.
En Uruguay hay menos de 6 millones de oveja, la mitad se ubica en tres departamentos del norte (Paysandú, Salto y Artigas), considerando eso “entiendo que hay una tradición ovejera que hace que la gente se arraigue y se mantenga en el rubro esperando la situación buena para vender la lana, esperando que la carne valga para vender el producto, y aguantando la oveja por un tema cultural”, comentó el Dr. Herman.
Los ovejeros toman el rubro comercialmente, y “eso es variable porque si el negocio no funciona se va”; sin embargo, “también hay quien utiliza la oveja para limpiar campos, como un rubro anexo o alternativo sin darle la dedicación y prioridad” que se merece.
“Los predios que tienen como base productiva a la oveja, son los menos; algunos hay, pero son muy pocos” y las explicaciones de ese fenómeno “son muchas” incluyendo “la inconstancia de los valores”.
“He notado que a veces el productor tiene un producto para vender y no tiene el precio; o se hizo una inversión en pradera o alimento, y al momento de la comercialización se pierde valor”, expresó. Por ejemplo la lana como rubro principal en el rubro ovino, que tiene valores que “no son constantes, valores no excepcionales y en muchos momentos sin valores”. “Todo eso hace que el productor pierda el entusiasmo”.
Si por el contrario, “si uno pudiera tener un valor piso en la carne y la lana, para poder imaginar el negocio y poder hacer una inversión acorde, sería diferente”, señaló. Pero eso no pasa y “siempre estamos a la deriva, y de repente se tiene suerte y se vende bien, o no”. Por algo, “hay lana guardada de 2, 3 o 4 zafras, y eso no es bueno económicamente”.
José Herman también señaló que hay “factores externos” como los depredadores, los robos, los perros que andan en los campos sin control, todas cosas que hacen que el rubro se debilite”.
“Ojalá ese debilitamiento no siga pasando, porque el ovino ha sido un motor fundamental en el sistema productivo y para el productor”, generando “muchas opciones” para “el chico y el mediano”.
CAÍDA DEL NÚMERO DE OVEJAS.
El profesional también reflexionó sobre la reducción del número de ovejas en Uruguay.: “Las declaraciones juradas son una alerta, porque si cada año perdemos entre 300.000 y 500.000 ovejas, ¿hacia dónde vamos? ¿No será momento de ver qué hacemos?”, preguntó.
“Una de las cosas fundamentales es mejorar el consumo interno de carne ovina. Si uno piensa un poco donde mejor se produce, el consumo por habitante está entre 2,5 y 3 kilos” y acá no pasa.
“Sin querer acusar a nadie, la culpa no es del comprador sino de quien la ofrece, y hay mucho para mejorar: cómo la presentamos en el comercio, cómo la faenamos, cómo la vendemos, las variaciones en la alimentación”. Son variables a analizar.
Foto de portada de carnero de EEFA | Foto @ElizeVanLier.
La directora de EEFA dijo que el emprendimiento de la Facultad no es comercial y el equipo se tiene que dedicar a la enseñanza y la investigación.
Salto | Todo El Campo | Elize van Lier, directora de la Estación Experimental Facultad de Agronomía (EEFA) en Salto dijo que este año es la primera vez que participa del Taller de Gestación Ovina, donde tuvo oportunidad de presentan los datos propios de la Estación.
“El rasgo más importante para nosotros es la resistencia parásito gastrointestinales y el mensaje general es que una vez que se invirtió en preñar la oveja y lograr una buena prolificidad, es que se deben atender los pasos siguientes en el parto, periparto, lactancia y después del destete”, señaló.
EEFA siempre tuvo ovinos, pero “en 2007 refundamos la majada, y a partir del Proyecto Innovagro empezamos a generar ese núcleo de selección genético a partir de 2015, con la raza Merino Australiano, buscando lana fina y el promedio es de 17,8 micras”.
Elize van Lier agregó que el emprendimiento de la Facultad “no es comercial y el equipo se tiene que dedicar a la enseñanza y la investigación, se optó por un esquema que concentra el servicio por una IATF” (Inseminación Artificial a Tiempo Fijo). “La parición es muy concentrada en no más de un mes”, agregó.
La Estación ofrece “curso de ovinotecnia e incorporamos al ovino en todas las actividades que podamos”; también “hacemos control de parto con invitación a los estudiantes de Veterinaria y Agronomía a que hagan una pasantía de unos días”.
Señaló que se vende genética, los carneros “hacen dos años que venden, y este año vendimos borregas”.
DATOS.
El destete es del 103% que es un total muy bueno para el Merino; este año vamos a estar por debajo de los 100%.
“La majada de cría esta compuesta por casi 280 ovejas con borregas; la majada poco más de 500, como es un núcleo de selección tenemos que tener el primer año completo y no vendemos corderos”, expresó.
La encarnerada es la primera semana de abril (IATF), y el repaso 15 días después.
El Ing. Agr. Ibarlucena explicó el manejo en el establecimiento y el cambio radical en busca del ovino más rentable.
Salto | Todo El Campo | Uno de los productores que participó del evento ovino organizado por INIA y realizado el jueves 8, fue Martín Ibarlucea, ingeniero agrónomo con establecimiento en Caraguata de unas 4.000 hectáreas que en 2020 decidió cambiar de raza para hacer un ovino rentable, convencido que el ovino siempre responde.
El productor explicó las características del establecimiento, la producción de arroz y de secano, verdeo, ciclo completo de los vacunos Hereford con la vaquillona inseminada y repasada con Brangus; y el toro para vacas adultas Hereford.
LOS OVINOS.
Los ovinos tienen una base Corriedale pura con mucho trabajo de selección, pero un micronaje muy grueso de más de 31 micras. En 2023 se operó el cambio para corregir la lana, un proceso que comenzó en 2020 pero se desarrolló de forma muy lenta.
En 2023 se cambió directamente la raza de los carneros e hicimos una encarnerada Merino Dohne el 50% y un 50% Hampshire Down, contó.
Se encarnera en febrero, ya están naciendo los corderos y están esperando entrar a la pradera para aprovechar la primavera en el área mejorada. Eso da un peso de 30 kilos que permite hacer el cordero pesado. En octubre y noviembre se van los hijos de Hampshire Down, machos y hembras, y de los hijos de Merino Dohne se van todos los machos y se retienen unas 300 o 350 borregas que quedan como reposición de la majada general.
“Es una experiencia muy nueva, comenzamos el año pasado y tenemos mucho que mejorar”, agregó el productor. Pero hay conformidad “por la capacidad que tuvimos para adaptarnos al cambio productivo”.
Agregó que se sigue trabajando el ovino “fundamentalmente porque como rubro parcial enla empresa tiene una rentabilidad muy buena. Por capital invertido, es un rubro que supera la rentabilidad del vacuno”.
Sin embargo, es importante “levantar algunas restricciones, tiene que cifrar”.