“Casi la mitad de la conversión ocurrirá en las tierras agrícolas más productivas, versátiles y resistentes del país”.
Desde 2001 hasta 2016, Estados Unidos perdió o comprometió 2.000 acres (809 hectáreas) de tierras agrícolas y ganadeas por día. Eso suma 11 millones de acres (casi 4,5 millones de hectáreas) de tierras agrícolas que han sido pavimentadas, fragmentadas o desarrolladas, según una investigación de American Farmland Trust.
Si esa tendencia continúa, y se convierten otros 18,4 millones de acres (casi 7,5 millones de hectáreas) entre 2016 y 2040, un área casi del tamaño de Carolina del Sur, de ese total: 6,2 millones de acres (2,5 millones de hectáreas) se convertirán a usos de suelo urbanos y altamente desarrollados, como edificios comerciales, sitios industriales y desarrollo residencial de densidad moderada a alta; y 12,2 millones de acres (5 millones de hectáreas) se convertirán en áreas residenciales de baja densidad, que van desde subdivisiones de lotes grandes hasta áreas rurales con una proliferación de casas dispersas.
“Casi la mitad de la conversión ocurrirá en las tierras agrícolas más productivas, versátiles y resistentes del país”, dijo John Piotti, presidente de American Farmland Trust.
En su último informe, “Establecimientos productivos bajo amenaza 2040”, American Farmland Trust dice que esta tendencia podría acelerarse aún más, debido a los altos precios de la vivienda en las áreas metropolitanas y las nuevas oportunidades para el trabajo remoto. Si el ritmo aumenta, 24,4 millones de acres (poco menos de 10 millones de hectáreas) de tierras agrícolas y ganaderas podrían convertirse para 2040. Eso es casi 1 millón de acres (404.686 ha) de tierras agrícolas cada año.
Otro factor que contribuye a la pérdida de tierras agrícolas son los asentamientos de propietarios de tierras agrícolas. Alrededor del 40% de las tierras agrícolas del país son propiedad de personas mayores de 65 años, por lo que hasta 370 millones de acres (150 millones de ha) de tierras agrícolas podrían cambiar de manos en los próximos 20 años. Eso aumenta la posibilidad de que el terreno se venda para desarrollo, según la investigación.
Para revertir esta tendencia, American Farmland Trust dice que deberían ocurrir varios cambios económicos y de política.
Algunos de esos cambios son: 1) Adoptar principios de crecimiento inteligente para mejorar la planificación del uso de la tierra; 2) Proteger permanentemente las tierras agrícolas para asegurar un suministro de tierras a perpetuidad; 3) Avanzar en la energía solar inteligente para impulsar tanto la energía renovable como la viabilidad agrícola; 4) Apoyar el acceso a tierras agrícolas para crear oportunidades para una nueva generación de agricultores, en particular productores históricamente marginados.
En julio, mientras un exportador de soja brasileña recibió US$ 573 por tonelada exportada, en Argentina un exportador por el puerto de Rosario recibió apenas US$ 166.
El empresario agropecuario Gustavo Grobocopatel aseguró hoy que no sería “un incentivo extra” la eventual implementación de un tipo de cambio especial para el campo como medida de estímulo para liquidar la producción, y replicó a las críticas del presidente Alberto Fernández, que el pasado viernes apuntó contra quienes “especulan con el dólar y los que guardan 20.000 millones en el campo pese a que el país los necesita”.
“Esta acusación falsa esconde las verdaderas discusiones que tenemos que tener. Si los productores tienen 20.000 millones de dólares (en granos), por suerte los tienen, porque les va a permitir financiar la nueva cosecha pidiendo menos dinero a los bancos y dejando libre para que se lo preste a otros sectores”, sostuvo.
Además, consideró que “el productor se lo guarda no porque esté especulando con la suba o baja de los precios, sino como forma de preservar valor y financiarse de una manera simple”.
En declaraciones a radio Urbana Play, agregó: “No creo que sea un incentivo extra lo que están hablando de poner un tipo de cambio diferente; van a poner un tipo de cambios diferente y el productor va a seguir vendiendo a medida que va necesitando”.
Según Grobocopatel, el Gobierno “pulveriza” los dólares que tiene y no puede resolver los “temas estructurales” de la economía. “Si no hay una solución de fondo, el productor va a usar la soja como reserva de valor, es lo más sano que ha hecho durante años y le permitió financiarse”, afirmó, y completó: “Este problema no se soluciona con una sola medida”.
“ES POR ESO QUE ES UN POCO ATREVIDO”, DIJO EL PRESIDENTE DE LA RURAL ARGENTINA SOBRE DICHOS DE FERNÁNDEZ.
En esta misma línea Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), expresó que en los últimos días. “Se viene comercializando lo que habitualmente se comercializa para esta época del año. Al 13 de julio, el 64% de la campaña estaba vendida”, señaló el viernes, como respuesta a las declaraciones de Alberto Fernández.
Y agregó: “Estamos trabajando como habitualmente trabajamos. Las estadísticas marcan que lo que se viene comercializando es lo habitual. Es así como trabajamos los productores, siempre nos protegemos en lo producido, pero gran parte de lo que se cosecha se entregan a los acopios o exportadores. Es por eso que es un poco atrevido decir que nos estamos guardando no sé qué”. “No son apropiadas las declaraciones del presidente. El Gobierno no tiene necesidad de faltar el respeto o maltratar al sector de la economía más competitivo, el que más invierte y que hace un aporte muy importante”, añadió Pino.
EL PRODUCTOR EXPORTA A AL DÓLAR OFICIAL (126 PESOS) PERO RECIBE SÓLO 82,1 PESOS.
Por otro lado, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) señaló en un comunicado que “los productores no retienen soja ni granos, simplemente escalonan ventas a lo largo de los meses para financiar sus propios gastos a lo largo del año. Ya liquidaron toda la cosecha récord de trigo, y casi toda la de maíz. Tampoco tienen US$ 20.000 millones retenidos. No habría manera, porque no son los ingresos totales de los productores en un año calendario”.
Hoy, un productor agropecuario exporta al valor del dólar oficial, a 126 pesos, pero recibe 82,173 pesos por cada dólar luego de las retenciones del 35% impuestas por el Gobierno.
El Ec. Juan Manuel Garzón, del Ieral de la Fundación Mediterránea, hizo una comparación entre los productores agropecuarios de Brasil y Argentina. En julio, mientras un exportador de soja brasileña recibe US$ 573 por tonelada de soja exportada (no hay allí cepo ni brecha cambiaria ni retenciones, como tampoco los hay en Uruguay y Paraguay), un exportador argentino que exporta por el puerto de Rosario recibe en cambio el equivalente a US$ 166 en pesos del dólar “Contado con Liquidación”. Diario Neuquino.
El informe del equipo técnico de Dufour Commodities sobre la situación de los cultivos: Canola, cebada, trigo,
CANOLA.
Estado de desarrollo: Las siembras más tempranas se ubican en plena elongación; las más tardías en etapa de roseta, oscilando entre B3 – B6.
Enfermedades: Hace varias semanas se viene registrando presencia de “Phoma” y “Mildiu”, incrementándose la severidad de esta última por las condiciones climáticas ocurridas en el último tiempo. Es importante mencionar que están presentes desde estados de desarrollo tempranos, generando la necesidad de tomar medidas de control; de lo contrario comprometemos el éxito en la estrategia sanitaria durante todo el ciclo.
Ejecución de labores: Se están llevando a cabo refertilizaciones nitrogenadas y tratamientos de herbicidas en conjunto con fungicidas.
Condición general: Es el cultivo donde se aprecia una mayor heterogeneidad de situaciones, encontrando chacras en muy buenas condiciones y otras que están en el extremo opuesto. Las primeras se ubican en fechas de siembra tempranas y cuentan con antecesor soja y/o maíz deprimera, mientras que las contrarias reúnen antecesor soja de segunda y fecha de siembra tardía.
CEBADA.
Estado fenológico: Se ubican en la etapa de macollaje, variando entre inicio y final de la misma en función de la fecha de siembra.
Enfermedades: En un porcentaje importante de los materiales genéticos sembrados se detectó presencia de “mancha en red”, evidenciando avances para incidencia y severidad durante la última semana. Lo anterior es preocupante y se recomienda tomar medidas de control para no comprometer el éxito del manejo sanitario en etapas futuras.
Ejecución de labores: Al igual que canola, se están ejecutando re-fertilizaciones nitrogenadas y tratamientos para el control de malezas y enfermedades fúngicas.
Condición general: Una alta proporción del área hoy cuenta con muy buenas condiciones de crecimiento.
TRIGO.
Estado fenológico: Ídem cebada
Enfermedades: Es el cultivo más destacado para esta variable, sin detecciones de síntomas evidentes hasta el momento.
Ejecución de labores: Ídem cebada y canola.
Condición general: Es el cultivo con mejor condición desde sus inicios, registrando un menor daño por heladas intensas en etapas tempranas, relativo a cebada y canola.
CONCLUSIÓN.
A nivel general se cuenta con cultivos en buenas condiciones, resaltando la heterogeneidad de situaciones únicamente para canola.
Centrar importancia en el monitoreo y control de enfermedades debido que las mismas aparecieron en etapas de desarrollo muy tempranas, siendo esto muy desafiante.
La producción mundial de trigo es un 51% menos eficiente de lo que podría ser pero, precisamente, podría duplicarse al disminuir estas “brechas genéticas”, sin necesidad de aumentar la frontera agrícola.
Agro Bio | El trigo es el segundo cultivo de mayor consumo en el mundo, solo por detrás del arroz. Sin embargo, el planeta se está quedando sin trigo. A la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha desabastecido de cereal a muchos países en el mundo, se le suma un decrecimiento en la producción del cereal en Estados Unidos, uno de los mayores productores en el mundo, que tendrá la segunda cosecha más baja de trigo en 20 años. Afortunadamente, una nueva investigación sugiere que el trigo mejorado con biotecnología moderna podría duplicar la producción mundial del cereal.
De acuerdo con el estudio “Global wheat production could benefit from closing the genetic yield gap”, publicada en la revista Nature a comienzos de julio, “cerrar las brechas de rendimiento existentes mediante mejoramiento genético, podría incrementar el rendimiento potencial y la producción global”, se lee.
A esta posibilidad, los investigadores lo conciben como “liberar el potencial genético” de la basta variedad de trigo que existe en el mundo. Esto implica desarrollar variedades genéticas hechas a la medida de cada región del planeta utilizando técnicas de biotecnología moderna como la edición genética y la crianza rápida.
Para los investigadores del Rothamsted Research, Mikhail Semenov y Nimai Senapati, el potencial genético de una planta se entiende como tener variedades de trigo con un genoma óptimo que les permita capturar nutrientes, luz solar y agua más eficientemente que cualquier otra variedad.
“Los cultivos actuales están, en promedio, a la mitad de su capacidad en lo que tiene que ver con los rendimientos que podrían producir, dadas las discordancias que hay entre sus cualidades genéticas y las condiciones locales de producción de trigo”, explicó Semenov en un comunicado de prensa.
“La producción mundial podría duplicarse mediante el mejoramiento genética de cultivos locales de trigo, sin incrementar el área mundial de trigo”.
TRIGO MEJORADO CON BIOTECNOLOGÍA: ¿CÓMO LLEGARON A ESTA CONCLUSIÓN?
Para llegar a esta conclusión, los investigadores tuvieron la ayuda de Sirus, un modelo computacional de simulación de última tecnología que permite analizar diferentes escenarios de este cultivo.
Primero, Semenov, Senapati y sus equipos analizaron 53 regiones de cultivo en 33 países y utilizaron datos sobre cómo afectan distintos genes a rasgos individuales del trigo, como su tamaño, forma, metabolismo y crecimiento. Así, calcularon el rendimiento potencial de las 28 variedades de trigo más comúnmente usadas en estas regiones.
Con estos datos, entonces, ‘idealizaron’ variedades locales de trigo dentro de Sirius, que optimizó varios rasgos que contribuirían al rendimiento y cuyo genoma le permitiría mejorarlas a los fitomejoradores. Así, lograron diseñar la planta de trigo “perfecta” para cada región en las que se cultiva.
Los resultados les mostraron que, al optimizar estos rasgos, las “brechas genéticas” del trigo están entre el 30% y el 70% dependiendo del país; aunque el promedio mundial fue de 51%.
Esto significa que la producción mundial de trigo es un 51% menos eficiente de lo que podría ser pero, precisamente, podría duplicarse al disminuir estas “brechas genéticas”, sin necesidad de aumentar la frontera agrícola.
Antes de esta investigación, las posibilidades de mejora del rendimiento del trigo eran desconocidas, pero Senapati afirma que “para sorpresa de nadie, los países con los menores rendimientos actualmente son quienes más ganarían al optimizar los cultivos”.
Sin embargo, Senapati también sostiene que incluso en países con menor margen de mejora genética, pero con áreas más grandes de cultivo, como Rusia, China, Estados Unidos o Canadá, este mejoramiento de la genética del trigo podría tener un efecto sustancial en la producción mundial de trigo.
“El trigo fue domesticado hace cerca de 11.000 años, pero, a pesar de esto -sin mencionar la secuenciación completa de su genoma en 2018-, el cultivo aún está lejos de ser su ‘mejor versión genética’”, concluyó el investigador.
Hace 5 años que se trabaja con el producto, y hace 2 años que se realizan acciones precomerciales, con productores que ya lo han incorporado a sus insumos.
Ing. Agr. Pablo Martínez, director de Agromil, se refirió al primer curasemilla biológico que se pone a disposición de los interesados, un producto con un gran potencial y que cumple con la mirada medioambiental que el mundo exige cada vez más.
Agromil Ltda., fue fundada en 1994, es una empresa nacional dedicada a la comercialización y logística de insumos agropecuarios. Presta servicios a Bayer Cropscience y representa a Rizobacter y Degesch entre otros.
Hoy “el foco está en una tecnología en la que estamos trabajando desde hace unos años con Rizobacter” y se trata del “primer curasemilla biológico. Es el producto Rizoderma del cual hay registro para cebada, trigo, arroz y soja”, dijo Martínez.
Ese tratamiento biológico consiste en “un hongo que controla hongos”.
“Hace 5 años que trabajamos con este producto y hace 2 años que realizamos acciones precomerciales”, con productores que ya lo han incorporado a sus insumos.
“Tiene ventajas por ser biológico, funciona muy bien y es un producto que nos ha sorprendido. A nivel de usuario no tiene problemas toxicológicos, además la semilla queda muy bien, se puede hacer el tratamiento con anterioridad y permite un período de aplicación bastante amplio”, explicó.
Este año Agromil tendrá “un pack pronto con Rizoderma para aplicar, totalmente biológico”, insistió.
Su impacto ha sido medido y contrastado con la tecnología química.
Destacó que el tratamiento químico “controla con cierta residualidad, pero este producto es un hongo y acompaña prácticamente todo el ciclo del cultivo y la protección se da con mucho más tiempo, además de tener ventajas de promover el crecimiento”.
“En el control de patógenos no hemos tenido nada que envidiar a los mejores tratamientos químicos que se están usando” con la ventaja que genera de este es que es biológico.
Rizoderma cumple una función biofungicida con un amplio espectro de control, favorece el fortalecimiento de las plántulas y promueve mecanismos más eficientes y prolongados en el tiempo.
Cayó el precio internacional de los granos, ¿cómo impacta eso en cambio en la rentabilidad de los cultivos?, se preguntó la Ec. Delfina Matos, de la consultora Exante.
Cayó el precio internacional de los granos, ¿cómo impacta eso en cambio en la rentabilidad de los cultivos?, se preguntó la Ec. Delfina Matos, de la consultora Exante. Durante varias semanas informamos sobre el alza de los commodities, pero la tendencia alcista no duró para siempre y hoy corrigen valores y bajan. ¿Cómo afecta ese nuevo ordenamiento en la rentabilidad del sector que es el motor de la economía nacional, e incluso de todo el Mercosur si se considera el peso que tiene la agricultura en Argentina, Brasil y Paraguay?
La Ec. Matos dijo en Radiomundo que la corrección es “muy generalizada a nivel de productos”, y aunque “en casi todos los casos seguimos con precios superiores a los que veíamos hace un año, las caídas han sido del 20% al 40%”, por ejemplo “algunos granos, la leche en polvo, el cobre, el petróleo y la urea”.
Más adelante agregó: “La economía mundial está perdiendo dinamismo y los pronósticos de actividad se vienen ajustando sistemáticamente a la baja. A eso se suma que la Reserva Federal aceleró el ritmo de suba de su tasa de interés y, en medio de la alta volatilidad que estamos viendo en los mercados financieros.
Esa situación conduce a lo que Matos llamó “un escenario de ‘vuelo a la calidad’” que consiste en el movimiento de los inversores a “activos que consideran más seguros”, por ejemplo el dólar.
Además de eso, la baja en los precios de los granos obedece a que se dieron “mejoras en la condición de algunos cultivos que aumentan las estimaciones de producción a nivel global”. El acuerdo Rusia, Ucrania, Turquía y las Naciones Unidas influye porque eleva “aún más la oferta mundial de ciertos granos, particularmente de trigo”.
Consultada sobre las referencias de precios para esta zafra de cultivos de invierno, la economista contestó: “Con este cambio de escenario, en Exante estamos estimando precios medios para la zafra 2022/2023 cercanos a los US$ 300 la tonelada para el trigo y la cebada y de unos US$ 600 la tonelada para la colza. Estos promedios ya no son tan superiores a los obtenidos en la zafra anterior e incluso son algo inferiores en el caso de la colza. De todas maneras, es importante notar que igualmente estamos hablando de los mejores precios en una década”.
ALZA DE COSTOS DE PRODUCCIÓN Y LA CAÍDA DEL PRECIO DE LA MATERIA PRIMA.
Matos dijo que para los cultivos que el agro está trabajando ahora y cuyos precios bajaron, los productores están utilizando insumos, fertilizantes, agroquímicos y combustibles adquiridos a precios “muy altos”.
Las proyecciones de la consultora Exante “apuntan a que los costos de producción medidos en dólares habrían aumentado alrededor de 50% este invierno”.
Añadió que a pesar de los costos altos el área de los cultivos de invierno creció, incluso “se había expandido el invierno pasado y habría tenido un incremento adicional este año”.
Si bien aún no hay cifras oficiales, las “estimaciones de vendedores de semillas indican que la superficie sembrada con trigo habría subido 6% a unas 260.000 hectáreas, la de cebada habría caído levemente ante un ajuste del plan comercial de las malterías, pero manteniéndose en niveles altos, en el orden de las 220.000 hectáreas. Mientras que la superficie con colza y carinata habría vuelto a crecer significativamente. Este cultivo, que tiene una historia relativamente corta en nuestro país, viene ganando mucha relevancia como cultivo de rotación y este año habría incluso superado al trigo en cantidad de hectáreas”.
Ambos gráficos fueron tomado de En Perspectiva (Radiomundo)