Argentina/TodoElCampo-La faena ganadera argentina del 2024 podría resultar inferior a la de los últimos dos años, situándola preliminarmente en torno a los 13,2 millones de cabezas.
Así lo señaló un reciente reporte del Rosgan, que analiza las perspectivas para el sector en el 2024, donde proyectan 300 mil toneladas menos de faena respecto de las que se lograrían al culminar el año 2023.
“Por el lado de la oferta sabemos que estamos dejando atrás un año fuertemente afectado por la seca, evento que ha dejado como resultado una importante caída tanto en las pariciones como en los destetes logrados, una menor productividad de carne y una mayor extracción de hacienda, en especial de hembras. A su vez, apoyado en un cambio de escenario político y económico como así también climático, es esperable observar -tal como se viene anticipando- un mayor nivel de retención de hacienda por parte del criador”, remarca el Rosgan.
Sin embargo, aun dentro de un contexto esperable de mayor retención, para el Mercado Ganadero de Rosario “no es posible precisar el grado de retención que logre realizar el productor en un marco de costos crecientes y escasas reservas financieras provenientes de un año que para muchos significó una fuerte descapitalización”.
Por parte del engordador, el informe señala que ya con una mayor oferta forrajera en los campos, por un lado, y con un precio del maíz cotizando a un dólar mucho más competitivo para la exportación, la ecuación debería volver a inclinarse hacia el invernador pastoril, donde el costo por kilo de carne ganado resulta sustancialmente más barato.
“Este retorno a las invernadas pastoriles, alteraría a su vez la estacionalidad con la que ingresaría esta hacienda terminada, en especial viniendo de un año de fuerte protagonismo del feedlot, ante la grave situación que atravesaron los campos. En concreto, por el lado de la oferta podemos anticipar una menor disponibilidad de terneros para engorde, una zafra posiblemente más lenta en la medida que el criador logre retener mayor tiempo esos terneros y una salida de hacienda terminada que también podría ver ligeramente alterada su estacionalidad, producto de la diversidad de resultados que generan estos sistemas menos intensivos”, destaca.
A modo de resumen de fin de año, el Rosgan indicó que este 2023 estaría cerrando con una faena total en torno a los 14,5 millones de cabezas y una producción de carne cercana a los 3,3 millones de toneladas, limitada por una merma no menor en el peso medio logrado por res.
Finalmente, expresó que “para el próximo ciclo, considerando la menor cantidad de terneros que estaría ingresando a los sistemas de engorde, así como también una moderada retención de vientres, estimamos que el nivel de faena en 2024 podría resultar inferior a la de los últimos dos años, situándola preliminarmente en torno a los 13,2 millones de cabezas. Sobre esta base, y asumiendo una ligera recuperación de los pesos medios de faena producto de las mejores condiciones climáticas, proyectamos una producción anual de carne vacuna cercana a los 3 millones de toneladas, 300 mil toneladas menos respecto de las que se lograrían este año”, precisó en su reciente informe de fin de año.
En definitiva, por el lado de la oferta, en términos generales, se plantea así un escenario proyectado similar a las observadas en 2021, año caracterizado por una marcada restricción de oferta. Sin embargo, desde el punto de vista de la demanda el contexto es muy diferente.
Es que, en lo que respecta exportación, sin duda, tras la devaluación de la moneda el sector hoy goza de una mayor competitividad. Sin embargo, no está claro cuán rápido podría ir erosionándose esa mayor competitividad cambiaria en la medida que el resto de los costos internos sigan viajando a tasas de inflación mensuales de dos dígitos.
No obstante, se estima que la exportación presione para sostener los niveles de actividad conseguidos este año a fin de diluir los pesados costos de estructura que recaerán sobre la operación. “En esta puja, no descartamos un escenario en el cual la exportación siga ganando participación de mercado en detrimento del consumo local que, de momento, se perfila como el segmento más debilitado pudiendo incluso llegar a retroceder a niveles de consumo inferiores a los 45 kilos per capital”, indicaron desde el Rosgan.
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