¿Las bebidas alcohólicas caducan?

¿Las bebidas alcohólicas caducan?

Saber si las botellas de alcohol caducan y cómo puedes conservarlas en condiciones óptimas es esencial para sacarle el máximo partido al vino y a otras bebidas espirituosas.

Montevideo | Todo El Campo | A todos nos ha asaltado alguna vez la pregunta de si las bebidas alcohólicas caducan o si, por el contrario, mantienen intactas sus propiedades con el paso del tiempo.

Saber si las botellas de alcohol caducan y cómo puedes conservarlas en condiciones óptimas es esencial para sacarle el máximo partido al vino y a otras bebidas espirituosas.

¿EL ALCOHOL CADUCA?

Caducidad y consumo preferente

No podemos abordar la cuestión de si las bebidas alcohólicas caducan sin detenernos antes a hacer una importante precisión terminológica: no es lo mismo «caducidad» que «consumo preferente».

Fecha de caducidad: solo se aplica a los alimentos que se consideran muy perecederos desde el punto de vista microbiológico (p. ej.: huevos o leche). Consumirlos más allá de la misma implica riesgos para la salud.

Fecha de consumo preferente: se contempla para los alimentos no tan perecederos (p. ej.: pasta o aceite). Su consumo, una vez expirada la fecha, no implica daños para la salud, tan solo acarrea la pérdida de algunas cualidades.

Entonces, ¿Las bebidas alcohólicas caducan?

Comencemos aclarando que lo de que las bebidas alcohólicas caducan no es más que un mito. En realidad, el alcohol no puede caducar porque carece de fecha de caducidad (no se considera un producto altamente perecedero).

Lo que sí podemos encontrar son bebidas alcohólicas con fecha de consumo preferente. Tal es el caso de todas aquellas que poseen una baja graduación alcohólica (p. ej.: cervezas). Por contra, aquellas otras cuyo volumen alcohólico sea de un 10% o más quedan exentas de este requisito.

Igualmente, también es inexacto sostener que el alcohol caduca una vez abierto. Lo único que sucede es que pierde sabor, por lo general, al cabo de 1 año tras su apertura.

¿Qué pasa con las bebidas alcohólicas cuya fecha de consumo preferente ha expirado? Beberlas no te va a enfermar, lo único que sucede es que, quizás, encuentres que han perdido algo de sabor.

CADUCIDAD EN LAS BEBIDAS ALCOHÓLICAS.

En cuestión de ingredientes y procesos de elaboración, cada bebida es un mundo. Por eso debemos distinguir distintas categorías para comprender hasta dónde alcanza su vida útil y cómo deben almacenarse.

CERVEZA. La cerveza es el caso que más dudas genera cuando nos planteamos si las bebidas alcohólicas caducan. No en vano, su baja graduación alcohólica (sobre un 3 o un 10 %) hace que tenga fecha de consumo preferente (pero no de caducidad). Una vez sellada, mantiene sus propiedades estables entre 6 y 8 meses.

Las cervezas con un volumen alcohólico (ABV) superior al 8%, las pasteurizadas y las fabricadas industrialmente tienen una vida útil más prolongada (1 año). Por contra, las artesanales y no pasteurizadas solo conservan indemne su sabor durante los 3 meses posteriores al embotellado.

Lo ideal es almacenar las cervezas en posición vertical a temperatura constante en un lugar oscuro y fresco (p. ej.: la heladera). Su sabor y espumosidad comenzarán a descender a las pocas horas de abrir la botella.

LICORES. Mientras permanecen selladas, las bebidas espirituosas consideradas «fuertes» (ginebra, vodka, tequila, etc.) duran para siempre. Es más, algunas de ellas mejoran con la edad si no se abren (tal es el caso del ron añejo y del whisky escocés).

Una vez abierta, el oxígeno del aire comenzará a alterar el color y el sabor de la bebida, si bien no llegará a volverla peligrosa para la salud. El plazo de consumo aconsejable varía entre 8 meses y 1 año. Se recomienda cerrar la botella de la forma más hermética posible, reduciendo al máximo el espacio vacío dentro de ella.

VINO. Es bien sabido que el paso del tiempo mejora los vinos, siempre y cuando estos sean finos. Pero los de gama baja no deberían consumirse más allá de los 2 años posteriores a la fecha del embotellado.

Por su parte, los de carácter orgánico (p. ej.: como los elaborados sin sulfitos) deben beberse en un plazo de 3 a 6 meses.

Es importante recalcar que el vino es una de las bebidas alcohólicas más duraderas. Lo cierto es que, cuando este es de calidad, puede aguantar perfectamente durante varios años si se almacena bien.

Los vinos deben guardarse en un lugar oscuro, fresco y seco. Aquellos cerrados con corcho se almacenarán acostados. Una vez abierto, mantendrá incólume su sabor durante 7 días. Este plazo será de 3 días para los espumosos, que deberán cerrarse con un tapón hermético.

Artículo de Vilma Delgado en vinetur.com (publicación especializada en vinos) con adaptaciones para Todo El Campo.  | Foto: Vinetur.

Origen del vino. Sorprendente descubrimiento revela que se producía hace 11.000 años.

Origen del vino. Sorprendente descubrimiento revela que se producía hace 11.000 años.

Investigadores descubren que los primeros vinos se bebieron en el Pleistoceno en Asia Oriental, mucho antes de lo que se pensaba

Montevideo | Todo El Campo | Un reciente descubrimiento sugiere que los primeros vinos del mundo se bebieron en Asia Oriental hace unos 11.000 años, lo que convierten al vino es una de las bebidas fermentadas más antiguas del mundo.

Desde hace mucho tiempo se ha creído que la producción de vino se originó en la región del Mediterráneo, especialmente en la antigua Grecia y Roma. Sin embargo, este reciente hallazgo de un grupo de investigadores sugiere que la producción de vino se originó en Asia Oriental mucho antes de lo que se pensaba anteriormente.

En concreto, un equipo de investigadores liderados por el Dr. Yang Dong, acaban de hacer público un reciente descubrimiento que rompe con todas las creencias hasta la fecha sobre el origen del vino.

Los hallazgos arqueológicos más recientes databan el consumo de vino a no más de hace 9.000 años, en concreto dos excavaciones, una en de la región china de Henan fijaba la fermentación de uvas silvestres hace 9.000 años, mientras que otra en Georgia, en el Cáucaso, lo hacía hace unos 8.000 años a partir de restos de vino encontrados en vasijas.

Ahora, esta nueva investigación publicada el 2 de marzo de 2023 en un artículo científico de la revista Science con el título Dual domestications and origin of traits in grapevine evolution basada en el análisis genómico de 3.525 variedades de uva, domesticadas y silvestres, de todo el mundo, revela que ya se bebía vino mucho antes, en concreto hay que remontarse al Pleistoceno: hace 11.000 años.

El análisis genómico permitió a los investigadores identificar patrones de diversidad genética y relaciones evolutivas entre las diferentes variedades de uva. Los resultados de su análisis revelan los efectos del clima en la producción de uva, y sugieren domesticaciones simultáneas de uvas de vino y uvas de mesa, además identifican variantes asociadas con rasgos de domesticación como el color de la baya y la palatabilidad. Estos resultados aumentan nuestra comprensión de cómo los humanos y el medio ambiente dieron forma a este cultivo ancestral de la vid.

Según los autores en el Pleistoceno, las duras condiciones climáticas impulsaron la separación de los ecotipos de uva silvestre provocada por la continua fragmentación del hábitat. Luego, la domesticación ocurrió simultáneamente hace unos 11.000 años en Asia occidental y el Cáucaso para producir uvas de mesa y vinos.

Las variedades domesticadas de Asia occidental se dispersaron por Europa dando origen a los primeros viticultores, integrando asimismo los ecotipos occidentales salvajes existentes, hacia finales del Neolítico.

Este descubrimiento reciente de que los primeros vinos del mundo se bebieron en Asia Oriental hace unos 11.000 años, es sin duda un hito importante en la historia del vino y nos recuerda que la producción y el consumo de esta bebida ha tenido un impacto duradero en la humanidad a lo largo de la historia.

Texto y foto de Vinetur

4 tragos que se pueden preparar con vino.

4 tragos que se pueden preparar con vino.

Mojito de vino blanco, clericó, sangría y ponche de leche. Estos cuatro tragos son ideales para quienes aman el vino y quieren probarlo de una forma distinta.

MOJITO DE VINO BLANCO

El primer trago de esta lista es el mojito de vino blanco, una variación al tradicional trago que permite probar tanto el cóctel cómo el vino blanco de una forma distinta a la que estamos acostumbrados.

Se prepara de la misma forma que un mojito, pero con la diferencia de que utiliza como alcohol principal el vino blanco. A este se le suman limonada con gas (puede ser Sprite), limones exprimidos y menta fresca. También se le puede agregar azúcar si se busca un sabor más dulce.

CLERICÓ

El clericó es una de las formas más populares de tomar cocteles con vino. El mismo suele consumirse en las fiestas y durante el verano, siendo las cenas de Navidad y Año Nuevo las más populares.

El clericó se suele preparar en una jarra.

La mezcla incluye frutas de estación (principalmente naranja, manzana, banana, durazno, pera, kiwi, ciruela y frutilla) cortadas en cubos, vino blanco y azúcar, todo en una jarra grande que después se sirve de a tragos.

SANGRÍA.

La sangría, un trago muy similar al clericó pero que en lugar de tener vino blanco tiene vino tinto. Además, cuenta con algunas diferencias cómo lo es la inclusión de jugo de naranja y frutas como el limón o la lima.

La sangría es un trago ideal para el verano.

Pero lo más llamativo de este trago es sin lugar a dudas su nombre, el cual lo tiene ya que al terminarlo debe parecerse a sangre, pero con una consistencia un poco menos viscosa. Al igual que el clericó, se suele servir en jarra aunque también se puede preparar de manera particular en un vaso.

PONCHE DE LECHE.

Uno de los tragos más jugados de esta lista: el ponche con leche. Se trata de un cóctel que suele tomarse en Chile (conocido allí como «chupilca con leche») y que mezcla el vino tinto con leche condensada.

Se prepara con una botella de vino tinto frío y unos 200 mililitros de leche condensada, mientras que se deben batir bien fuerte al hacer la bebida hasta obtener una composición uniforme de color amoratado. También se le puede agregar canela y extracto de vainilla para dar mejor sabor.

Extracto de artículo de El Cronista. Fotos de El Cronista.

Organización Internacional del Vino informó sobre caída de la producción global.

Organización Internacional del Vino informó sobre caída de la producción global.

Por la caída de la producción, principalmente en Italia, Francia y España que son los mayores productores de vino del mundo. Esos tres países elaboran el 78% de todo el vino de la UE, y representan casi la mitad de la producción mundial de vino. Por lo tanto, sus caídas tienen un efecto significativo en los números globales.

La prensa especializada asegura que en 2021 la producción mundial de vino cayó a un mínimo histórico. 2021 fue un año terrible para la producción de vino en varios de los grandes países productores de vino. La producción mundial de vino alcanzó un mínimo casi récord de alrededor de 250 millones de hectolitros. Los tres grandes países europeos, Italia, Francia y España, experimentaron descensos sustanciales, informó Forbes.

La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) difundió cifras que revelan un panorama sombrío para la producción mundial de vino en 2021. Los números son, por supuesto, preliminares en esta etapa temprana, pero es poco probable que cambien mucho.

Según la OIV la producción mundial total de vino alcanzará alrededor de 250 millones de hectolitros (dentro de un rango de 247 a 253 Mhl). Este número está muy cerca de la cosecha en 2017 de 247 Mhl, que fue el volumen más pequeño realizado en más de veinte años.

En 2021 la caída fue del 4% en comparación con 2020 que tuvo ya una producción menor. La pequeña cosecha en 2021 sigue a dos años que también han dado bajos volúmenes, 2019 con 258 Mhl y 2020 con 262 Mhl. Los tres años están muy por debajo del promedio de 20 años de 269 Mhl.

LA PREGUNTA CLAVE: ¿TENDREMOS ESCASEZ DE VINO Y GRANDES AUMENTOS DE PRECIOS?

¿Tendremos escasez de vino y grandes aumentos de precios?, es la pregunta relevante, pero esas cifras aunque dramáticas no significan necesariamente que nos dirijamos a una escasez de vino o que el vino se vuelva más caro por falta de oferta.

Hay muchos más factores a tener en cuenta: En primer lugar, tenemos, por supuesto, el consumo de vino. Durante los años de la pandemia, algunas cifras preliminares indican que el consumo también ha disminuido. El consumo de vino es mucho más difícil de estimar que la producción, por lo que llevará algún tiempo obtener números confiables, pero en 2020 se estimó que el consumo de vino había disminuido en un 3%.

Retrocediendo a 2018 tuvimos, como contraste con el pequeño volumen de este año, una cosecha excepcionalmente grande de 294 Mhl, el segundo volumen más grande en 20 años. Así que también hay que tener en cuenta, por ejemplo, los volúmenes de stock.

¿POR QUÉ UNA PRODUCCIÓN TAN BAJA EN 2021?

La única razón que explica la caída es la muy pequeña cosecha en algunos países europeos, y en particular en los tres grandes países productores de vino, los tres más grandes del mundo, Italia, Francia y España:

Italia: -9% a 44,5 Mhl.

España: -14% a 35 Mhl.

Francia: -27% a 34,2 Mhl.

En 2020 juntos esos tres países hicieron 136,5 Mhl. En 2021 hicieron solo 113.7 Mhl, una disminución de 22.8 Mhl o -17% colectivamente. Estos tres países elaboran el 78% de todo el vino de la UE. También representan casi la mitad de la producción mundial de vino. Por lo tanto, no es de extrañar que sus caídas tengan un efecto significativo en los números globales.

ITALIA SIGUE LIDERANDO.

Italia sigue siendo el mayor productor de vino del mundo. Pero Francia ha perdido su segundo lugar y cayó al tercer debido a su cosecha excepcionalmente pobre. España se convirtió en el segundo mayor productor de vino en 2021.

Las cifras casi catastróficas de Francia fueron causadas por condiciones climáticas muy desfavorables durante la mayor parte de la temporada de crecimiento: heladas, granizo, tormentas y humedad en el verano (causando enfermedades). La producción de vino francesa es la más baja desde 1957.

Las caídas en Italia y España tienen causas similares, pero menos severas.

La buena noticia, sin embargo, es que, en la mayoría de los casos, la calidad es buena a pesar de los problemas climáticos.

EL RESTO DEL MUNDO.

El resto del mundo muestra números mucho más positivos. En general, tenían números de producción de vino bastante positivos.

Estados Unidos, el tercer mayor productor de vino del mundo, aumentó el volumen de vino en un 6% hasta alcanzar los 24,1 Mhl. Australia, Chile, Argentina y Sudáfrica, que generalmente compiten por las posiciones cinco a ocho en el ranking mundial, lo hicieron bien, o muy bien en algunos casos: hasta un 30% tanto para Australia como para Chile (a 14,2 Mhl y 13,4 Mhl respectivamente), +16% para Argentina (12,5 Mhl), y un +2% más modesto para Sudáfrica (10,6 Mhl).

El total de los productores del hemisferio sur experimentó un crecimiento del 19%. Sin embargo, su total solo alcanza los 59 Mhl, comparable a Italia solo en un buen año.

El artículo de Forbes aclara que China no ha reportado ningún número, pero la OIV espera que continúe la tendencia del año pasado con números cada vez más bajos cuando se estimaba que era el décimo mayor productor del mundo.

En base a artículo de Forbes / Foto principal bodega Moizo.

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