Comer sano puede ser perjudicial.

Comer sano puede ser perjudicial.

Que el deseo de comer sano no se transforme en una enfermedad. ¿Qué sabemos sobre la ortorexia, o sea el trastorno generado por deseo de comer sano?

Hébert Dell’Onte | La amplia gama de conceptos que incluye la expresión “hábitos saludables” han ido ganado espacio a nivel global. Eso es bueno. Por ejemplo, el ser humano ha crecido en la toma de conciencia sobre lo necesario que es hacer ejercicio, desde una simple caminata hasta planificar una rutina en el gimnasio. También limitar o evitar determinados alimentos (que generalmente son esos que nos gustan a todos) cuyo consumo descuidado nos hace mal y con los años reduce nuestra calidad de vida, o recorta años ocasionando vidas más cortas.

En ese contexto cada vez es más común escuchar o leer sobre alimentación sana, sin embargo, comer sano puede no ser tan beneficioso.

Hasta ahora, si de desórdenes alimenticios se trata, hemos escuchado sobre anorexia y bulimia, que tienen su propia gravedad y debe ser tratados con el cuidado profesional adecuado. Pero, ¿qué sabemos sobre la ortorexia, o sea el trastorno generado por deseo de comer sano?

Comer sano es bueno, está en la propia expresión del concepto “comer sano”, lo que se ha convertido en un problema es desarrollar un trastorno al respecto, y éste se ha encontrado principalmente en de clase media y, sobre todo, a usuarios de Instagram, según un artículo publicado por el diario español ElDiario.es

En Uruguay, la Dra. María Dutra de la emergencia móvil Suat escribió en la web de esa institución de salud que la ortorexia “se trata de un trastorno de la conducta alimentaria que se ha definido en forma más reciente y es diferente a los anteriores ya que no existe en la persona preocupación por el peso o la imagen corporal”.

Se entiende por ortorexia aquella “obsesión por comer saludable en tal grado que interfiere negativamente en la vida de la persona que la padece”.

“Por lo general, las personas que padecen esta patología prefieren pasar hambre -incluso por largos períodos de tiempo- y no comer alimentos que según su parecer son ‘impuros’ -es decir, alimentos con altos contenidos de aditivos, grasas, entre otros-. De esta manera, pueden dejar de ir a restaurantes e incluso a casa de familiares y amigos por el simple temor de los alimentos que puedan llegar a ingerir”, explicó.

Son tales las restricciones que se imponen que “al igual que en los otros trastornos de la conducta alimentaria”, el paciente puede sufrir “repercusiones sobre su salud como son las carencias de vitaminas y calcio”.

MÁS DE TRES HORAS PARA ELEGIR SU ALIMENTACIÓN.

La Dra. Dutra señaló algunas de las características de este trastorno: “En la ortorexia, la persona dedica más de tres horas al día a pensar en su dieta sana. Preocupación mayor por la calidad de los alimentos que del placer de consumirlos, disminución de la calidad de vida y aumenta la pseudocalidad de su alimentación. Además, presentan sentimientos de culpa cuando no cumplen con sus convicciones dietéticas. Hay una planificación excesiva de lo que comerá al día siguiente y aislamiento social provocado por su tipo de alimentación”.

Según ElDiario.es la ortorexia no fue incluida aun en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, y por lo tanto no está aceptado de manera oficial como un trastorno alimentario. En cambio, sí están aceptadas como tales la anorexia nerviosa, la bulimia y otros problemas.

Pero la medicina ha estudiado el trastorno y se lo puede diagnosticar, o establecer cuándo una persona se encuentra en situación de riesgo.

De acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición (FEN), “la mayoría de los expertos concluyen en que existe en la sociedad de clase media una clara tendencia a la ortorexia nerviosa”.

¿DÓNDE INFORMARSE EN URUGUAY?

Consultadas las páginas web del Ministerio de Salud Pública, ASSE y de la Sociedad de Psiquiatría del Uruguay, no aparecen resultados en la búsqueda. Tampoco dio resultados la Sociedad Uruguaya de Nutrición.

En caso de haber información no parece fácil encontrarla, aunque hay algunos artículos periodísticos en importantes medios de comunicación nacionales. En fin, es importante que instituciones serias, confiables y referentes mantengan actualizados los asuntos relevantes a la salud porque a) es en internet donde todos buscamos primero, sobre todos los temas, y b) para evitar artículos con opiniones de quienes no tienen autoridad.

En cambio sí aparece en una publicación de Audyn, la Asociación Uruguaya de Dietistas y Nutricionistas, en su página de Facebook. El 2 de junio de 2021, por el Día Mundial de Acción por los Trastornos de la Alimentación, esa institución publicó la definición de trastornos de la alimentación como “conductas, realizadas a diario, por largos periodos de tiempo que tratan de seguir dietas restrictivas muy exigentes, o prácticas relacionadas con la alimentación que son nocivas para la salud. Todas estas conductas y prácticas están regidas por una gran carga de angustia emocional, social y disconformidad física”.

Y entre ellas se mencionan: “Anorexia nerviosa, bulimia, trastorno por atracón, trastorno por evitación, pica, hambre emocional, ortorexia, etc”

¿Qué tan estresante es la actividad agropecuaria en Uruguay?

¿Qué tan estresante es la actividad agropecuaria en Uruguay?

En Estados Unidos algunas universidades ofrecen cursos virtuales y gratuitos a los productores agropecuarios afectados por el estrés ya que la exposición a factores de riego puede ser problemática, un tema del que nadie habla en Uruguay.

En la producción agropecuaria es común leer sobre el estrés de los cultivos por falta de agua, o del ganado por el calor. Pero ¿los productores rurales se estresan? Nadia habla de eso, no obstante, en setiembre de 2021 Penn State Extension de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Estatal de Pensilvania publicó un artículo en el que señala la existencia de recursos e información sobre personas que trabajan en agricultura y que están expuestas a altos niveles de estrés.

“La agricultura es una de las profesiones más estresantes debido a todas las variables que influyen sobre ésta y que no pueden controlarse. Los agricultores están constantemente expuestos a situaciones que pueden representar un riesgo para su salud física, mental, espiritual y financiera. El Servicio de Investigación Económica del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA-ERS) describe 5 tipos de riesgo al que están expuestos los agricultores”, expresa.

Esos riesgos son a) humamos o personales; b) de producción; c) riesgos vinculados al mercado; d) riesgos financieros; y e) riesgos institucionales.

Los “riesgos humanos o personales se refieren a problemas con la salud humana o las relaciones personales que pueden afectar el negocio agrícola”.

Los “de producción”, refieren a riesgos respecto “a factores abióticos y bióticos que afectan directamente el crecimiento y desarrollo de los cultivos y animales de granja, incluidos los fenómenos meteorológicos extremos, las enfermedades y las plagas de insectos”.

“Los riesgos relacionados con precios y mercados se derivan de la incertidumbre que rodea los costos de los insumos y los precios que recibirán los agricultores por sus productos”, un fenómeno que se ha disparado en los últimos meses.

En cuanto a los riesgos financieros “son el resultado del aumento de las tasas de interés, el acceso restringido al crédito, los empleados y cuando los agricultores tienen grandes deudas”.

Y los institucionales incluyen riesgos respecto a las “decisiones gubernamentales que tienen un impacto directo en el negocio, por ejemplo, leyes fiscales, y regulaciones cambiantes para el uso de productos químicos o eliminación de desechos animales”, etc.

LAS CARACTERÍSTICAS DEL PRODUCTOR.

El artículo señala además que el productor se caracteriza por ser “independiente y reservado” lo cual “a veces es una barrera para reconocer que sufren de estrés, lo cual afecta a muchas personas. Sin embargo, todos estos riesgos pueden hacer que los agricultores y sus familiares experimenten ansiedad, soledad, depresión, arrebatos emocionales, abuso de sustancias, y conllevar a pensamientos suicidas”.

¿QUÉ SUCEDE EN URUGUAY?

El artículo y la información está pensado para Estados Unidos por lo que lo que se describe en él no tiene que ser de utilidad para Uruguay, sin embargo cabe plantearse que aquí no hay estudios al respecto, y de haberlo no es fácil encontrarlos.

Si la Universidad de Pensilvania encontró cinco factores de riesgo, ¿por qué algunos de ellos no podrían trasladarse a los productores uruguayos que básicamente sufren los mismos problemas ya que la mayoría de esos factores son de carácter global y están presentes en todo el mundo?, ¿o será que alguien puede decir que en Uruguay no hay aspectos humamos, productivos, de mercados, peligros financieros e institucionales de qué ocuparse?

Resta consignar que si se desea profundizar en estos temas y conocer la experiencia estadounidense, la Universidad Estatal de Michigan ofrece de forma gratuita y a distancia el curso Resiliencia rural: Capacitación sobre el estrés agrícola, al que se puede acceder a través de la web Manejo del estrés de la granja (msu.edu)

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