Si la Unión Europea persiste en topear el petróleo en US$ 60 por barril, Rusia no venderá a ese destino y a ningún país que se sume a ese valor máximo; además los países reunidos en la OPEP+ confirmaron que en 2023 continuarán con la reducción productiva.
Hébert Dell’Onte | La Unión Europea y el Grupo de los 7 (G7, integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) impusieron a Rusia un precio máximo para el barril del petróleo de US$ 60, cosa que no fue aceptada por Mosú.
En el marco de la guerra generada por Rusia tras la invasión de Ucrania, la UE y los países del G7 determinaron no pagar más de US$ 60 por el barril del petróleo ruso, como forma de reducir los ingresos de dinero en el país agresor, pero el embajador ruso ante los organismos internacionales en Viena (Austria), Mijaíl Ulyanov, dijo que su país no está dispuesto a recibir ese pago y por tanto no venderá petróleo a Europa ni a cualquier otro país que limite el precio.
“El viceprimer ministro de Rusia, A. Novak, confirmó hoy que Moscú no suministrará petróleo a los países que respaldan el tope de precios. Pueden tomar decisiones contrarias al mercado por motivos políticos que pongan en riesgo la estabilidad del mercado petrolero, Rusia tiene derecho a reaccionar en consecuencia”, escribió Ulyanov en su cuenta de Twitter.
Deputy Prime Minister of Russia A.Novak confirmed today that Moscow would not supply oil to countries supporting price cap.They can make politically motivated anti-market decisions putting at risk stability of the oil market, Russia has the right to react accordingly.
Asimismo, se informó que Rusia compró buques iraníes y venezolanos para transportar su crudo y poder venderlo a precios más elevados.
La decisión rusa de no vender petróleo a la Unión Europea pone al bloque frente a lo que será su peor invierno en muchos años
Por otra parte el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski opinó que la decisión de topear el petróleo de su invasor en buena, pero el monto de US$ 60 le pareció demasiado generoso para “un Estado terrorista”: “No se puede llamar decisión seria a la fijación de ese límite para los precios rusos, que es bastante cómodo para el presupuesto de un Estado terrorista”.
Además, en otro mensaje, el mandatario llamó a la población a soportar el frío de invierno, pues “el enemigo lo usa como parte de su terror”.
OPEP+ MANTENDRÁ EL RECORTE DEL PETRÓLEO.
Para agravar la situación, la OPEP+ que lideran Arabia Saudí y Rusia, decidió ayer -en una reunión de menos de 30 minutos- mantener en 2023 el recorte de la producción petrolera, una medida que el grupo acordó en octubre.
Hace exactamente dos meses, la Organización de Países Exportadores de Petróleo Plus (OPEP+) pactó un bombeo conjunto de 2 millones de barriles diarios (mbd), medida que se puso en práctica desde comienzos de noviembre, pasando de 43,85 a 41,85 mbd, lo que incide en la disponibilidad y por tanteo el precio de la materia prima.
Sin embargo, en las últimas semanas el precio del petróleo ha caído a niveles previos a la invasión rusa a fines de febrero de este año.
El Brent que sirve de referencia a Uruguay se ubica en el entorno de los US$ 85, y el intermedio de Texas (WTI) por debajo de los US$ 80 dólares.
La medida de los países productores y exportadores de petróleo no es caprichosa, sino que se explica por el temor que sus gobiernos tienen de que las principales economías globales entren en una espiral recesiva que genera menos demanda de petróleo y por tanto obligue a bajar el precio más allá de los US$ 80 actuales.
Sheikh Nawaf Al-Sabah, de la compañía Kuwait Petroleum, dijo que están “realmente nerviosos” sobre cuánta demanda podrá haber o caer durante 2023.
Con datos de Euro News, 5 Días, Financial Times y Bloomberg TV. El siguiente gráfico de Investing.com muestra la evolución del petróleo Brent desde diciembre 2021 a diciembre 2022. Foto de Kuwait Petroleum.
La medida ya repercutió en el precio del petróleo que se verá reflejado en los combustibles en todo el mundo.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+) que lideran Arabia Saudí y Rusia, decidió reducirá su producción de petróleo en dos millones de barriles diarios (mbd), lo que impone a la comunidad internacional menor oferta y por tanto precios más elevados.
El aumento o recorte de producción petrolera es una herramienta utilizada frecuentemente por los países productores como forma de manejar el mercado y el precio del commoditie. La rebaja anunciada es la mayor desde mayo de 2020.
La decisión se tomó el miércoles pasado en la reunión realizada en Viena (Austria), donde la organización tiene su sede.
Fundada en 1962, integran la OPEP 13 países de África, América y Asia, siendo el principal Arabia Saudita; en 2016 se sumaron 10 países más liderados por Rusia, conformando lo que se conoce como OPEP+.
CASI EL DOBLE DE REDUCCIÓN.
El miércoles 5 de octubre, el viceministro de Petróleo de Irán, Amir Hossein Zamaninia, hizo el anuncio cuando finalizó la conferencia. Ya se sabía que habría una decisión en ese sentido, lo que sorprendió fue que la reducción acordada es casi el doble de lo que se había hablado en las conversaciones previas.
El comienzo de la reducción es inmediato, a partir de noviembre próximo y se busca con eso compensar el desplome de la demanda energética desencadenada por la crisis del coronavirus.
Analistas estiman que la decisión se tomó también por la guerra en Ucrania con la invasión de Rusia y las sanciones de Europa y Estados Unidos a Rusia, pues la fuerza de éste último país es la OPEP+ es mucha.
ESTADOS UNIDOS ACUSÓ A LA OPEP DE HACERLE EL JUEGO Y ALINEARSE CON RUSIA.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo que “la decisión de la OPEP de recortar las cuotas de producción es cortoplacista, mientras la economía mundial está lidiando con el continuo impacto negativo de la invasión de Ucrania por parte de Putin. Si la decisión de la OPEP tiene un impacto significativo en los precios, será sobre todo en los países de renta baja y media”.
El Gobierno estadounidense considera que hay un movimiento geopolítico de la OPEP y Rusia, poque la suba del petróleo solo favorece a Rusia que necesita financiar su invasión.
El mundo occidental está siendo golpeado por la suba del petróleo que afecta toda la economía y empuja la inflación. Hay países, como Francia, que consideran urgente encontrar alternativas.
Hébert Dell’Onte | El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió que se permita importar petróleo de Irán y Venezuela para aliviar las tensiones que hay en el mundo respecto a ese producto; además Estados Unidos mantendría conversaciones con Irán con el mismo fin.
Las sanciones que Estados Unidos y la Unión Europea impusieron a Rusia por su invasión a Ucrania podrían resultar favorables a Irán y Venezuela ya que en el marco de la cumbre del Grupo de los 7 (G7) se maneja la posibilidad de que el mundo occidental vuelva a comprar petróleo a esos países que ahora están sancionados.
En ese sentido, el lunes 27 de junio, Macron hizo un llamado a “diversificar las fuentes de abastecimiento de petróleo”, incluyendo entre los proveedores a Irán y Venezuela; otra medida es que, como excepción, los países productores ofrezcan mayor cantidad de barriles para evitar que el petróleo siga subiendo.
Por otra parte, Francia se pronunció a favor de la propuesta de Estados Unidos de limitar el precio del petróleo -lo que se ha denominado “price cap”-.
REUNIÓN ESTADOS UNIDOS – IRÁN.
Por otra parte, Nazanin Armanian, periodista y politóloga iraní exiliada en España, informó que hoy “Estados Unidos e Irán reanudarán las negociaciones en Qatar, para el regreso no de Irán, sino del petróleo iraní a los mercados mundiales.
La oportunidad le llega a Irán cuando una “huelga de los trabajadores de diferentes sectores de la industria petrolífera se extiende por todo el país”. Foto revista Petroquímica.
Estamos en una situación más grave que la crisis del petróleo de los años 70. En ese momento el problema era sólo el petróleo, hoy además se suma el gas natural y la electricidad.
Mientras la inflación bate récord en toda la eurozona, el precio de los combustibles en algunos países europeos marca valores máximos. ¿Hasta dónde se llegará con esta situación?, es difícil saberlo, sobre todo cuando las soluciones no están a la vista y se suman más problemas y desafíos.
Ayer la Agencia Internacional de Energía advirtió que durante el verano europeo faltaría combustible, mientras el crudo supera los 124 dólares.
Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) dijo que la falta de oferta y los precios altos, podrían generar falta de combustible en Europa, durante los meses del verano en ese continente.
“Cuando la temporada principal de verano empiece en Europa y Estados Unidos, la demanda de combustible crecerá. Y entonces podría haber cuellos de botella, por ejemplo con el diésel, la gasolina o el querosén, especialmente en Europa”, dijo Birol al diario alemán Der Spiegel, uno de los más importantes de ese país.
En Europa hay países que dependen de la importación de petróleo, peo también de sus derivados y refinados. A su vez China ha limitado algunas exportaciones con el argumento de que antes debe asegurar el suministro a sus ciudadanos.
La crisis que se avecina es “mucho más grande” que la del crudo en los años 70, generada por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que decidió embargar las exportaciones de crudo a determinados países en respuesta a la guerra de Yom Kipur (en octubre de 1973 Egipto y Siria atacaron Israel). El agravante hoy es que hace cincuenta años solamente era una crisis de petróleo, pero ahora es una crisis conjunta de petróleo, gas natural y electricidad, comentó Birol.
El petróleo seguirá subiendo y Uruguay como país que compra el cien por ciento del petróleo que consume, lo sufrirá cada vez más. Si no hay un cambio, la puerta que se abre conduce a un paisaje de incertidumbre.
Hébert Dell’Onte | La carrera alcista del petróleo está golpeando a todos los países del mundo, algunos han debido implementar subas de combustibles a valores récord. En Los Ángeles, California, esta semana los precios llegaron a máximos históricos.
Por el momento nada en el mundo indica que la tendencia a la suba del petróleo vaya a tener un vuelco en sentido contrario, sino que, al revés, el mundo toma caminos que implicarán nuevos y más encarecimientos.
La guerra cruenta se focaliza en Ucrania, pero a nivel energético y económico tiene alcances muchos más amplios. El embargo al petróleo ruso por parte de la Unión Europea, dispuesto el lunes 31 de mayo, va en ese sentido.
No sé qué podría hacerse para cambiar la realidad, pero está claro que se vienen más incrementos y Uruguay como país que compra el cien por ciento del petróleo que consume, lo sufrirá cada vez más. Si no hay un cambio la puerta que se abre conduce a un paisaje de incertidumbre.
¿Cuál sería la salida? El Economista Ignacio Munyo (en la foto), director ejecutivo de Ceres, dijo en radio Universal que “cuando el precio internacional del combustible sube, hay muy poco que hacer”. Agregó que cuando el combustible sube “rebota en todos los sectores productivos, esto hará que la inflación sea difícil bajar”. “Uruguay debería tener como objetivo el transporte eléctrico”, sugirió.
Desde el Gobierno se está trabajando en el ese sentido. El Ministerio de Industria posee el programa Subite que busca beneficiar la compra de vehículos eléctricos, un esfuerzo del que también forma parte UTE. Pero el avance es lento, en Uruguay y el mundo. En 2021 la participación de vehículos eléctricos a nivel global fue de apenas el 11%.
Si queremos disminuir la dependencia del petróleo, ese parece el camino más certero. Hay que animarse a dar el paso, y hacerlo con decisión y metas claras en el corto plazo.