San José | Todo El Campo | Se realizó el miércoles 25 de Setiembre de 2024, el jornadas Pasturas 2024 de PGG Wrightson Seeds Uruguay, en el establecimiento de la firma Britos Hermanos.
Los expositores de la jornada fueron Mateo Carrère, Diego Gamba, Federico Nolla, Federico Britos, Juan Silva y Ing. Agr. Pablo Cattani.
Al finalizar, Mateo Carrère de PGG dijo a Todo El Campo que además del importante número de asistentes como la buena organización, hubo “muy discusión a campo y muy buenas cosas a mostrar”.
Sobre la elección de la empresa Britos Hermanos como lugar de realización, dijo que “es muy papera pero hace años que trabajamos con ellos, entonces esa diversificación de rubros (papa, agricultura, pastura) en una zona desafiante y rentas caras” es propicia para ver “cómo hacer una ganadería competitiva en esas condiciones”.
Pablo Cattani -especialista argentino – contó que fue convocado para hablar de reservas y en el establecimiento están incorporando la alfalfa en las rotaciones, por lo que le plantearon la posibilidad de compartir la experiencia de alfalfa y forraje de alfalfa.
Fernando Brito -de la familia de propietarios de la chacra- dijo que la empresa Britos Hermanos se formo en 1995, con la papa como base. Comenzó con 50 ha de papa y algo de maíz (20 o 30 ha). Actualmente el área de papa tuvo una caída porque gracias a la tecnología se puede producir mucho más que hace 15 o 20 años. Otro factor es que ha cambiado la variedad de papas.
Una variedad nueva es la papa violeta que costó imponerla pero como aporte tiene un 7% más de antocianinas que la común.
Diego Gamba, administrador de la parte ganadera, dijo que el campo de la empresa es arrendado, de 520 hectáreas que tiene 480 de chacra y 40 de bajas que hoy está cien por ciento en pasturas y va a rotar con agricultura. Tiene 100% de agua en la parcela, se maneja sin suplementación, con alta fertilidad de las praderas y una carga de 5,5 cabezas por ha de pradera. Son campos netamente agrícolas con renta agrícola del orden de los US$ 150, y el coneat promedio es de 180.
Las pruebas de laboratorio han demostrado que podría reducir las emisiones de metano entre un 10 y un 15 %, mejorar la nutrición animal y reducir la excreción urinaria de nitrógeno, reduciendo las emisiones de óxido nitroso y la lixiviación de nitrato.
Montevideo | Todo El Campo | AgResearch, un centro de investigación público, lanzará un ensayo de campo con plantas forrajeras transgénicas en Nueva Zelanda, innovaciones que podrían reducir el uso de pesticidas, así como la emisión de metano y los riesgos de toxicidad en el ganado. Solicitarán permiso a la EPA para realizar investigaciones “confinadas al aire libre”.
AgResearch y sus socios están buscando la aprobación del Gobierno para ensayos al aire libre de raigrás (o pasto forrajero) editado genéticamente.
Se presentará una solicitud a la Autoridad de Protección Ambiental (EPA) para obtener aprobación para cultivar raigrás que incluye endófitos Epichloë (hongos endófitos) editados genéticamente en un ensayo al aire libre.
“Estos endófitos de Epichloë viven dentro del raigrás y forman una relación mutuamente beneficiosa con el raigrás”, según información contenida en un boletín de AgResearch.
“Las sustancias naturales liberadas por los endófitos disuaden a las plagas de insectos de comerse el raigrás y mejoran el crecimiento y la persistencia de las plantas, lo que en conjunto resulta en una menor necesidad de pesticidas químicos y aumenta la eficiencia en la producción de leche y carne en Nueva Zelanda”.
AgResearch dijo que existe un riesgo muy bajo de que el material genético viaje fuera del sitio contenido y cualquier material genético reproducido esta confinado a ese sitio.
Los científicos, junto con los socios comerciales PGG Wrightson Seeds y Grasslanz Technology, han identificado cambios en la edición de genes que resultan en una mayor protección de las plantas y menos daño al ganado.
La variedad de raigrás se está probando al aire libre en Australia y, si se aprueba en Nueva Zelanda, permitirá a los científicos probarla en condiciones exteriores.
La última vez que se aprobó un ensayo al aire libre de una planta genéticamente modificada fue en 2010, cuando Scion obtuvo permiso para pinos radiata genéticamente modificados.
Mientras tanto, el desarrollo del raigrás de alta energía metabolizable (HME) de AgResearch continúa en Nueva Zelanda y los científicos reemplazaron con éxito un componente de sésamo por uno de arroz para brindar mayor tranquilidad sobre el riesgo de reacciones alérgicas.
Un componente de la modificación incluye una proteína conocida como oleosina de sésamo de la planta de sésamo, que ayuda en la formación y estabilización del aumento de grasas en la planta.
Cuando el año pasado se presentó una solicitud ante la Oficina del Regulador de Tecnología Genética (ORTG) de Australia para realizar ensayos en cultivo de raigrás HME, surgieron preocupaciones sobre el riesgo del sésamo, un alérgeno alimentario conocido.
“Si bien los científicos de AgResearch confiaban en que esta oleosina de sésamo no se expresaba en el polen del raigrás HME, se tomó la decisión de identificar una oleosina alternativa para brindar certeza a partes externas como la ORTG”.
Se eligió el arroz porque se consume en todo el mundo y las oleosinas del arroz no se consideran alergénicas. Además, no afecta la calidad ni la función del raigrás.
Las pruebas de laboratorio del HME han demostrado que podría reducir las emisiones de metano entre un 10 y un 15 %, mejorar la nutrición animal y reducir la excreción urinaria de nitrógeno, reduciendo las emisiones de óxido nitroso y la lixiviación de nitrato.
Los científicos de AgResearch han estado trabajando con el gobierno de Nueva Zelanda, Grasslanz Technology, PGG Wrightson Seeds y DairyNZ en el desarrollo del raigrás HME.
Los ensayos con ganado comenzarán a finales de este año.
Continúan los ensayos de campo en Australia con el trébol blanco con alto contenido de taninos condensados (HiCT), que potencialmente ofrece beneficios ambientales y para la salud animal.
Los científicos de AgResearch junto con PGG Wrightson Seeds y Grasslanz Technology han modificado genéticamente el trébol blanco con un gen tomado de otra especie de trébol para aumentar el contenido de taninos condensados en las hojas.
Los resultados de laboratorio sugieren que se podrían lograr reducciones en las emisiones de metano de más del 15% y al mismo tiempo reducir los problemas de exceso de existencias.
El trébol se está cultivando bajo una carpa aislante de abejas en pruebas de campo en el estado australiano de Victoria.
Alambrado mediante, la foto muestra el contraste entre un área pastoreada y otra clausurada en un pastizal de Uruguay.
Montevideo | Todo El Campo | A mediados de año, en junio de 2023, en Uruguay y Argentina, investigadores de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba) y la Universidad de la República de Uruguay (Udelar), detectaron que la ganadería pastoril promueve el almacenaje de carbono en el suelo.
El 26 de junio del año en curso, Sobre La Tierra -Área de divulgación Científica y Tecnológica de Agronomía y Ambiente- publicó las conclusiones de la investigación desarrollada. Por ejemplo, se descubrió que excluir el pastoreo por más de 3 años disminuye a la mitad las raíces.
La investigación comenzó a partir de una pregunta: “¿Qué efecto tiene sobre las raíces de estos pastizales la exclusión del pastoreo?”, la interrogante fue “central, ya que la ganadería tiene casi dos siglos de historia en la región”, dijo uno de los investigadores.
Asimismo “detectamos un patrón muy claro en relación con el efecto de la exclusión del ganado, o efecto clausura”. Si la clausura, o la privación del pastoreo, “tenía más de tres años de antigüedad, la biomasa de raíces se reducía en promedio hasta un 50% respecto de los sitios pastoreados. En cambio, si la clausura era más reciente, la biomasa de raíces en los pastizales era similar a la registrada bajo pastoreo”.
Más adelante agregó: “Encontramos que la ganadería pastoril, muy extendida y típica en la región, es una herramienta valiosa para capturar carbono en el suelo”.
El siguiente es el artículo completo difundido en Sobre la Tierra (SLT), cuyo autor es Pablo Roset.
PASTOREAR LOS PASTIZALES DEL RÍO DE LA PLATA CONSERVA EL CARBONO DEL SUELO.
(SLT-FAUBA) La vasta región de los pastizales del Río de la Plata se extiende por la Argentina, Brasil y Uruguay, y desde hace 200 años sustenta la producción ganadera. Su relevancia llevó a ecólogos de los tres países a publicar numerosos estudios que, sorprendentemente, apenas están considerados en las síntesis globales sobre pastizales. Para abordar esa problemática, un trabajo de la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) y la Universidad de la República (Udelar) de Uruguay compiló y publicó la primera base de datos con esos estudios y, aplicándole una metodología estadística específica, descubrió que excluir el pastoreo por más de 3 años disminuyó a la mitad la biomasa de raíces. Proponen agregar esta información a las bases de datos globales.
Mariano Oyarzabal, docente del Departamento de Métodos Cuantitativos y Sistemas de Información de la Fauba, coautor del trabajo, comentó que su estudio se centró en los pastizales del Río de la Plata, una región de 760.000 kilómetros cuadrados -2,5 veces la provincia de Buenos Aires- en el centro-oeste de la Argentina, el sur de Brasil y todo Uruguay. Es una de las pocas áreas del mundo que aún cuenta con pastizales no modificados por el ser humano, y sus suelos son de muy alta fertilidad. Hoy, una parte considerable de la región se usa con fines ganaderos.
“Descubrimos que los trabajos que resumen a nivel global la información publicada sobre pastizales, su productividad y biomasa de raíces, o sobre cómo responden las raíces al pastoreo, no incluyen trabajos en los pastizales del Río de la Plata. En parte, eso se debe a que muchas de estas publicaciones están en revistas locales de poca difusión o en capítulos de libro de difícil acceso. Entonces, ese problema nos motivó a compilarlas en una base de datos”, sostuvo Oyarzabal.
El investigador señaló que los trabajos que hallaron se enfocan mayormente en las raíces -un reservorio importante de carbono- y en el pastoreo, principal disturbio de los pastizales. “Al compilar todos esos artículos, notamos que incluían comparaciones entre áreas pastoreadas y no pastoreadas. Por lo tanto, nos preguntamos: ¿qué efecto tiene sobre las raíces de estos pastizales la exclusión del pastoreo? Este interrogante es central, ya que la ganadería tiene casi dos siglos de historia en la región”.
CON USTEDES, LOS PASTIZALES DEL RÍO DE LA PLATA.
Oyarzabal, quien también es investigador del Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección del instituto IFEVA (UBA-CONICET) destacó dos resultados clave de su estudio, publicados en la revista científica Austral Ecology.
El primero fue la creación de la base de datos bibliográfica en sí.
“La base pone a disposición de la comunidad científica internacional 15 estudios publicados en los últimos 40 años por ecólogos brasileros, uruguayos y argentinos. A partir de sus más de 1000 registros identificamos que hay pastizales muy estudiados -como los de la Depresión del Salado en la provincia de Buenos Aires- y otros de los que casi no conocemos nada sobre sus raíces, como los de la Pampa Ondulada argentina o los del norte de Uruguay y Brasil”, detalló.
Por otro lado, a partir de la nueva base de datos, Oyarzabal y los demás coautores del estudio realizaron un análisis estadístico llamado metaanálisis que les permitió combinar los resultados de todos los estudios sobre raíces y pastoreo en estos pastizales, y obtener conclusiones cuantitativas y extrapolables.
“Detectamos un patrón muy claro en relación con el efecto de la exclusión del ganado, o efecto clausura. Si la clausura tenía más de tres años de antigüedad, la biomasa de raíces se reducía en promedio hasta un 50% respecto de los sitios pastoreados. En cambio, si la clausura era más reciente, la biomasa de raíces en los pastizales era similar a la registrada bajo pastoreo”, observó el investigador de la Fauba.
EL PASTOREO COMO ALIADO.
“Nuestros resultados tienen implicancias concretas, ya que encontramos que la ganadería pastoril, muy extendida y típica en la región, es una herramienta valiosa para capturar carbono en el suelo. Aunque en la región casi no se les da ‘descansos’ a los pastizales, si un productor excluyera al ganado, se reduciría la cantidad de raíces en el suelo, lo cual sería muy negativo para eso que tanto nos importa que es mitigar el cambio climático”, sostuvo Oyarzabal.
Remarcó las ventajas de contar con la base de datos y los registros que antes no estaban disponibles o eran difíciles de acceder. “Ahora, cualquier persona que quiera trabajar sobre la biomasa subterránea de los pastizales del Río de la Plata u otras variables tiene toda la información a mano”.
Y, a modo de cierre, agregó: “La puerta está abierta a que se planteen nuevas preguntas. Incluso, investigadores de otros países podrían usar la base de datos y avanzar en el conocimiento. Es más, creemos que sería necesario incluir los pastizales de esta región en las bases de datos globales para corregir el desbalance en los estudios globales y los sesgos en los patrones allí detectados”.
Foto de portada de Mariano Oyarzabal, publicada en Sobre La Tierra. Alambrado mediante, la foto muestra el contraste entre un área pastoreada y otra clausurada en un pastizal de Uruguay.
La investigación es particularmente valedera en momento en los que desde diferentes lugares crece el discurso y las políticas tendientes a reducir la ganadería a su mínima expresión.
Montevideo | Todo El Campo | El pastoreo es clave para la ganadería, en Uruguay se practica y con muy buenos resultados frente a otros sistemas que seguramente también son muy buenos produciendo carne, pero ya no lo son tanto en cuanto a la salud de los suelos.
Un artículo publicado en The Royal Society afirma que “el cese del pastoreo provoca la pérdida de biodiversidad y la homogeneización de las redes tróficas del suelo”, o sea de las cadenas alimentarias naturales.
Un grupo de investigadores de Países Bajos, Dinamarca, Reino Unido, entre otros, analizó si el cese del pastoreo afecta la diversidad local de las redes tróficas subterráneas.
Por un lado se pudo mostrar “que el cese del pastoreo conduce a una fuerte disminución de la diversidad de la mayoría de los grupos de microbios y fauna del suelo, particularmente de taxones relativamente raros”; y por el otro, la diversidad “varió entre los grupos de organismos del suelo”.
“Si bien la mayoría de las comunidades microbianas del suelo exhibieron una mayor homogeneización después del cese del pastoreo” se pudo observar “una disminución de la homogeneización de la fauna del suelo después del cese del pastoreo. En general, los resultados indican que la exclusión de los herbívoros domesticados de los pastizales montanos históricamente pastoreados tiene consecuencias negativas de gran alcance para la diversidad de las redes tróficas subterráneas”.
Lo anterior subraya “la importancia de los herbívoros para mantener la diversidad de las comunidades subterráneas, que desempeñan un papel central en el funcionamiento de los ecosistemas.
La investigación es particularmente valedera en momento en los que desde diferentes lugares crece el discurso y las políticas tendientes a reducir la ganadería a su mínima expresión.
En el artículo comentado se señala en la introducción que “el cese del pastoreo es una característica común del paisaje europeo y se espera que aumente considerablementedurante la próxima década”, especialmente en algunas zonas o áreas determinadas.
Esa nueva tendencia de un progresivo menor pastoreo contradice el comportamiento europeo desde hace siglos.
“Los pastizales seminaturales ampliamente gestionados están muy extendidos por toda Europa, a menudo pastoreados desde la época romana o incluso prerromana, y sustentan un componente importante de la biodiversidad regional, que ofrece múltiples funciones y servicios ecosistémicos. Esto ha dado lugar a ecosistemas de pastizales con vegetación espacialmente heterogénea”.
Ahora y “sobre la base de estudios centrados en las plantas, existe una preocupación generalizada de que el cese del pastoreo en estos ecosistemas esté causando una homogeneización biótica debido a la pérdida de especies especializadas raras y un aumento de los generalistas comunes, así como a la disminución general de la biodiversidad vegetal”.
“Además, es probable que la homogeneización biótica y la pérdida de biodiversidad asociada como resultado de la exclusión de los herbívoros afecten el funcionamiento de los ecosistemas”, expresa el artículo.
Más adelante subraya: “Cada vez hay más pruebas de que el cese del pastoreo de ganado influye en estos diferentes atributos de la homogeneización biótica de las comunidades aéreas, incluidas las plantas y los insectos, pero se sabe mucho menos sobre los efectos de los organismos subterráneos en las comunidades”.
Esa vida localizada en el suelo, no tan conocida por los humanos y de rica biodiversidad “regula una serie de funciones y servicios ecosistémicos clave, por ejemplo, la descomposición de la materia orgánica, la disponibilidad de nutrientes de las plantas, la lixiviación de nutrientes y la estabilidad estructural del suelo”.
Por lo anterior, es evidente que hay una “clara necesidad de comprender mejor el impacto a largo plazo del cese del pastoreo en la composición y diversidad de las comunidades subterráneas”.
Los autores del artículo publicado en The Royal Society: investigadores: Maarten Schrama, Casper W. Quist, G. Arjen de Groot, Ellen Cieraad, Deborah Ashworth, Ivo Laros, Lars Hestbjerg Hansen, Jonathan Leff, Noah Fierer y Richard D. Bardgett.
Las gramíneas transfieren genes de sus vecinas de la misma manera que se fabrican los cultivos modificados genéticamente, según ha revelado un nuevo estudio. En un futuro cercano, la controvertida modificación genética podría percibirse más como un proceso natural.
Sheffield, South Yorkshire, Inglaterra | Universidad de Sheffield | Todo El Campo | Un nuevo estudio muestra que las gramíneas están tomando un atajo evolutivo al tomar prestados continuamente genes de sus vecinos para crecer más grandes, más fuertes y más altas. La investigación, dirigida por la Universidad de Sheffield, es la primera en mostrar la frecuencia con la que las gramíneas intercambian genes en la naturaleza. El proceso natural que se observa en las gramíneas, incluso en algunos de los cultivos que comemos, puede reflejar los métodos utilizados para hacer cultivos genéticamente modificados. Comprender la tasa es importante para conocer el impacto potencial que puede tener en la evolución de una planta y cómo puede impulsar la adaptación al medio ambiente
La hierba puede transferir genes de sus vecinos de la misma manera que se fabrican los cultivos modificados genéticamente, según ha revelado un nuevo estudio.
La investigación, dirigida por la Universidad de Sheffield, es la primera en mostrar la frecuencia con la que las gramíneas incorporan ADN de otras especies en sus genomas a través de un proceso conocido como transferencia lateral de genes.
Los secretos genéticos robados les dan una ventaja evolutiva al permitirles crecer más rápido, más grandes o más fuertes y adaptarse a nuevos entornos más rápido.
Comprender la tasa es importante para conocer el impacto potencial que puede tener en la evolución de una planta y cómo se adapta al medio ambiente.
Las gramíneas son el grupo de plantas más importante desde el punto de vista ecológico y económico, ya que cubren el 30% de la superficie terrestre de la Tierra y producen la mayor parte de nuestros alimentos.
El equipo de Sheffield secuenció múltiples genomas de una especie de hierba tropical y determinó en diferentes momentos de su evolución cuántos genes se adquirieron, lo que dio una tasa de acumulación.
Ahora se cree que es probable que estas transferencias ocurran de la misma manera que se hacen algunos cultivos genéticamente modificados.
Estos hallazgos, publicados en la revista New Phytologist (*), podrían servir de base para futuros trabajos que aprovechen el proceso para mejorar la productividad de los cultivos y hacer que los cultivos sean más resistentes, y tienen implicaciones en la forma en que vemos y usamos los cultivos transgénicos controvertidos.
El Dr. Luke Dunning, investigador de la Escuela de Biociencias de la Universidad de Sheffield y autor principal de la investigación, dijo: “Hay muchos métodos para hacer cultivos transgénicos, algunos que requieren una intervención humana sustancial y otros que no. Algunos de estos métodos, que requieren una mínima intervención humana, podrían ocurrir de forma natural y facilitar las transferencias que hemos observado en las gramíneas silvestres”.
“Estos métodos funcionan contaminando el proceso reproductivo con ADN de un tercer individuo. Nuestra hipótesis de trabajo actual, y algo que planeamos probar en un futuro cercano, es que estos mismos métodos son responsables de las transferencias de genes que documentamos en los pastos silvestres”, agregó el investigador, que subrayó: “Esto significa que, en un futuro cercano, la controvertida modificación genética podría percibirse más como un proceso natural”.
Asimismo, comentó: “Actualmente, estos métodos de contaminación reproductiva ‘natural’ no son tan eficientes en la producción de plantas transgénicas como los que se utilizan de forma rutinaria, pero al comprender mejor cómo se produce la transferencia lateral de genes en la naturaleza, podemos aumentar el éxito de este proceso”.
Desde Darwin, gran parte de nuestra comprensión de la evolución se ha basado en la suposición de que la información genética se transmite de padres a hijos, la regla de descendencia común para la evolución de plantas y animales.
Los próximos pasos del equipo serán verificar su hipótesis mediante la recreación de ejemplos conocidos de transferencia lateral de genes, para investigar si este proceso en curso contribuye a las diferencias que observamos entre las variedades de cultivos.
Por más información: Alice Fletcher, asistente de Medios y Relaciones Públicas alice.fletcher@sheffield.ac.uk