Jul 31, 2024 | Avicultura, Noticias
El Ministerio de Ganadería ya notifica a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) el fin del brote de la enfermedad de Newcastle.
Porto Alegre, Río Grande do Sul, Brasil | Todo El Campo | Con la declaración del fin del brote de la enfermedad de Newcastle que se detectó en Río Grande do Sul, el Gobierno brasileño espera la reanudación total de las exportaciones de carne de ave y sus productos.
Desde el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAPA) se envió la notificación del cierre del brote de la enfermedad de Newcastle (DNC) a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA). Con esa medida, el Gobierno brasileño espera el levantamiento de la suspensión, por parte de los países importadores, para la reanudación total de las exportaciones de carne de ave y sus derivados.
Carlos Goulart, secretario de Defensa Agropecuaria de MAPA expresó: «Con el fin del brote de la enfermedad, pondremos a disposición de los países toda la información sobre el diagnóstico actual y las medidas adoptadas. Esto les permitirá analizar y confirmar que estamos libres de Newcastle, permitiendo la reanudación de las certificaciones de exportación».
El brote de ENT en Brasil fue confirmado el 17 de julio en un establecimiento avícola comercial, ubicado en el municipio de Anta Gorda, en el Valle de Taquari, en el estado de Rio Grande do Sul.
Sin nuevas sospechas de nuevos brotes de la enfermedad, MAPA redujo el alcance del área de emergencia zoosanitaria en el estado de Rio Grande do Sul a los municipios de Anta Gorda, Doutor Ricardo, Putinga, Ilopolis y Relvado. Los equipos federales y estatales siguen llevando a cabo medidas de control y vigilancia en un radio de 10 km desde la ocurrencia del brote.
En el área de emergencia no hay establecimientos avícolas, informó MAPA.
Los protocolos de bioseguridad en las granjas avícolas están siendo reforzados y aplicados en todos los estados productores de Brasil. “Se trata de un refuerzo que venimos adoptando desde que entramos en alerta máxima por gripe aviar”, dijo Goulart,
Jul 19, 2024 | Avicultura, Noticias
La enfermedad de Newcastle es una zoonosis muy leve (o sea, una enfermedad animal que puede infectar a los humanos) y puede causar conjuntivitis en el hombre, pero suele ser muy leve y limitada.
Montevideo | Todo El Campo | La enfermedad fue descubierta en Indonesia en 1926, pero fue denominada por el pueblo de Newcastle-on-Tyne, Inglaterra, donde ocurrió en 1927.
La Organización Mundial de Salud Animal (OMSA) explica qué es, en qué consiste y otros detalles de la enfermedad detectada en Río Grande do Sul, Brasil.
El siguiente es el artículo de OMSA
¿QUÉ ES LA ENFERMEDAD DE NEWCASTLE?
La enfermedad de Newcastle es una infección altamente contagiosa y con frecuencia severa que existe en todo el mundo y afecta a las aves, incluidas las aves de corral domésticas. Es causada por un virus de la familia de los paramyxovirus.
La enfermedad aparece en tres formas: lentogénica o leve, mesogénica o moderada, y velogénica o muy virulenta, también llamada enfermedad exótica de Newcastle. Las cepas lentogénicas están muy difundidas, pero causan pocos brotes.
La forma usual es una infección respiratoria, pero los signos clínicos predominantes pueden ser depresión, manifestaciones nerviosas o diarrea.
La enfermedad de Newcastle altamente patógena está inscrita en la lista del Código Sanitario para los Animales Terrestres de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y es de declaración obligatoria a la OMSA (Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OMSA).
TRANSMISIÓN Y PROPAGACIÓN.
La enfermedad de Newcastle se transmite a menudo por contacto directo con aves enfermas o portadoras. Las aves infectadas pueden transmitir el virus en sus heces y contaminar el medio ambiente. La transmisión puede ser por contacto directo con las heces y las descargas respiratorias o mediante los alimentos, agua, equipo y prendas de vestir contaminadas. Los virus de la enfermedad de Newcastle pueden sobrevivir durante varias semanas en el medio ambiente, especialmente en climas fríos.
Por lo general, el virus se transmite durante el periodo de incubación y por un breve tiempo durante la recuperación. Las aves de la familia de las palomas pueden transmitir el virus de modo intermitente durante un año o más. Otras aves salvajes, como los cormoranes por ejemplo, han mostrado asimismo que pueden causar brotes en las aves domésticas.
El virus está presente en todas las partes del cadáver de un ave infectada.
La enfermedad es muy contagiosa. Cuando el virus se introduce en una parvada sensible, infectará a casi todas las aves en dos o seis días.
RIESGO PARA LA SALUD PÚBLICA.
La enfermedad de Newcastle es una zoonosis muy leve (o sea, una enfermedad animal que puede infectar a los humanos) y puede causar conjuntivitis en el hombre, pero suele ser muy leve y limitada.
SIGNOS CLÍNICOS.
Los signos clínicos varían enormemente dependiendo de diversos factores tales como: la cepa del virus, la especie de ave infectada, la edad del hospedador (las aves juveniles son las más sensibles), infección simultánea con otros organismos, estrés ambiental y estatus inmune. En algunos casos, la infección con las cepas sumamente virulentas del virus puede causar un gran número de aves muertas aunque presenten pocos signos clínicos. La enfermedad surge rápidamente con síntomas que aparecen entre dos y doce días después de la exposición y se propaga rápidamente al resto de la parvada.
Algunas cepas del virus atacan el sistema nervioso; otras, el sistema respiratorio o digestivo. Los signos clínicos incluyen:
- Signos respiratorios: jadeo, tos, estornudos y ruidos al respirar
- Signos nerviosos: tembladera, parálisis de las alas y las patas, cuello torcido, desplazamiento en círculos, espasmos y parálisis
- Signos digestivos: diarrea
- Puede haber una interrupción parcial o completa de la producción de huevos. Los huevos pueden presentar anomalías de color, forma o superficie, y pueden tener una albúmina acuosa.
- La mortalidad es variable pero puede alcanzar el 100%.
DIAGNÓSTICO.
La enfermedad de Newcastle puede presentar un cuadro clínico muy similar al de la influenza aviar, por lo que se requiere la prueba de laboratorio para confirmar el diagnóstico.
El método de diagnóstico más empleado es el aislamiento del virus y su caracterización ulterior. En el Manual de las Pruebas de Diagnóstico y de las Vacunas para los Animales Terrestres de la OMSA se indican las directrices para los procedimientos de aislamiento del virus en el laboratorio. Se describen varios métodos, tanto pruebas moleculares como in vivo para determinar si el virus es altamente patógeno y, por tanto, de declaración obligatoria a la OMSA.
PREVENCIÓN Y CONTROL.
En la mayor parte de países con producción avícola a escala comercial, se practica la vacunación profiláctica. Para demostrar que un país está libre de la enfermedad de Newcastle, es necesaria la vigilancia conforme a las directrices del Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OMSA. En última instancia, los productores avícolas deben establecer procedimientos eficaces de bioseguridad para evitar la introducción de la enfermedad (Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OMSA).
En la mayor parte de países, si la enfermedad aparece en una zona antes exenta, se practica una política de sacrificio de urgencia. Ello incluye: Aislamiento o cuarentena estrictos de los brotes. Destrucción en condiciones decentes de todas las aves infectadas y expuestas. Limpieza y desinfección completas de los locales. Eliminación adecuada de los cadáveres. Control de la plaga en las parvadas. Vacío sanitario seguido de 21 días sin aves antes de la repoblación. Prevención del contacto con aves de estatus sanitario desconocido. Control del acceso a las granjas avícolas.
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA.
La enfermedad se ha detectado en todo el mundo, actualmente está controlada en Canadá, los Estados Unidos y algunos países de Europa occidental, y sigue presente en partes de África, Asia y Sudamérica. No obstante, como las aves salvajes a veces son portadoras del virus sin estar enfermas, puede haber brotes en cualquier lugar donde se críen aves.
Jun 19, 2024 | Apicultura, Noticias
Un productor apícola de Nueva Zelanda fue obligado por los servicios sanitarios a quemar sus colmenas debido a la detección de la enfermedad de las abejas, loque americana. Se trata de loque americana, grave enfermedad que Uruguay conoce.
Nueva Zelanda | Todo El Campo | Próximo a Cust (en la isla sur), Steven Brown, fue obligado a quemar 10.000 colmenas y equipos de trabajo -incluyendo colmenas vacías y sin uso- al detectarse la grave enfermedad, informaron medios locales (foto).
“Loque americana (LA) es una enfermedad contagiosa de la cría de las abejas”, dice un informe del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) de noviembre de 2013.
Agrega que “las esporas, permanecen viables por más de 30 años y son muy resistentes a los desinfectantes y a las altas temperaturas”.
Uruguay sufrió la enfermedad a fines de los años 90, y fue “gracias a las medidas adoptadas por los apicultores” que la enfermedad se controló, pero “su erradicación es imposible” (ver informe completo al pie del artículo).
EL CASO EN NUEVA ZELANDA.
En Nueva Zelanda, Brown presentó varias quejas sobre el proceso de quema que lo obligó a destruir con fuego colmenas nuevas que aún estaban envueltas.
Desde la agencia de gestión del Plan Nacional de Manejo de Plagas se publicó un mensaje a los apicultores del país y al público en general, explicando su accionar y el por qué la quema dispuesta.
Niha Long, directora de la agencia, dijo que se sentía alentada por el apoyo del sector, y que la agencia «seguía comprometida a apoyar a los apicultores neozelandeses en su lucha contra la enfermedad”.
“Seguir las mejores prácticas en la gestión” sobre tan delicado asunto “es vital para el éxito del sector en varios frentes. Por un lado, garantizar que los productos apícolas de Nueva Zelandia cumplan los requisitos del mercado de exportación”, añadió.
Sin embargo, y “desafortunadamente, algunos detalles fueron reportados incorrectamente en la cobertura reciente de los medios”, comentó en referencia a afirmaciones del productor afectado.
En declaraciones a Rural News, Long expresó que es “responsabilidad” de los productores apícolas realizar la gestión contra la enfermedad. Son ellos quienes “deben destruir todas las abejas y colmenas infectadas y reportar el caso dentro de los siete días”.
“La quema es normal porque las esporas no se pueden destruir de ninguna otra manera, desafortunadamente”, explicó.
El comunicado de la agencia dice que cuando se reporta un brote se intensifica la vigilancia de las colmenas registradas en esa zona “en un radio de 2 km”; y “una vez que se conoce o se sospecha de una fuente, se pueden desplegar inspectores de colmenares para inspeccionar todos los colmenares, monitorear cualquier sitio no registrado o abandonado y tomar muestras de hisopos para su análisis”.
OMSA. ENFERMEDADES DE LAS ABEJAS.
La Organización Mundial de la Salud Animal (OMSA) publicó un artículo titulado “Enfermedades de las abejas” en el que señala: “Las abejas, al igual que todos los animales incluido el hombre, son sensibles a las bacterias, virus y parásitos. Su resistencia a los factores adversos es mayor si se encuentran en óptimo estado sanitario y de nutrición. Los retos ambientales, entre los que cabe citar los productos químicos usados para proteger las cosechas de los insectos y la mala hierba, pueden tener efectos perjudiciales para la salud de las abejas, en particular si hospedan patógenos”.
Seguidamente menciona y explica “seis enfermedades (que) figuran en la lista del Código Sanitario para los Animales Terrestres: Acarapisosis de las abejas melíferas, loque americana de las abejas melíferas; loque europea de las abejas melíferas; infestación por el escarabajo de las colmenas (Aethina tumida); infestación de las abejas melíferas por el ácaro Tropilaelaps; y varroosis de las abejas melíferas.
El artículo completo se puede leer en Enfermedades de las abejas – OMSA – Organización Mundial de Sanidad Animal (woah.org)
Foto de portada de Rural News.
DOCUMENTO DE INIA.
El siguiente es el documento de INIA antes citado, escrito por el Ing. Agr. Jorge Harriet, el Téc. Ap. Juan Campá y el Ing. Agr. Yamandú Mendoza.
Jun 3, 2024 | Información, Noticias
En la sesión 91ª de OMSA, se eligió a la nueva directora general, la Dra. Emmanuelle Soubeyran, quien se desempeñará por cinco años, hasta 2029. Uruguay apoyaba la candidatura de Luis Barcos (argentino).
París, Francia | Todo El Campo | En la 91ª Sesión General, la Organización Mundial de Sanidad Animal eligió a su nueva directora general, la Dra. Emmanuelle Soubeyran, por un mandato de cinco años (2024-2029).
El continente suramericano apoyaba al argentino Luis Barcos, que no logró la mayoría de los votos. En ese apoyo se destacaba el Mercosur y Uruguay, en su lugar resultó electa Soubeyran como nueva directora general.
A través de un voto secreto, según la regla de “un país, un voto”, los delegados de la OMSA eligieron a la Dra. Emmanuelle Soubeyran para que esté a cargo de la dirección de la Organización.
“Es un honor y una gran responsabilidad haber sido elegida directora general de la OMSA hasta 2029. ¡Ahora manos a la obra! Me gustaría agradecer a todos los miembros que me han asegurado su apoyo para el futuro”, escribió en su cuenta de X.
Corresponde ahora, a la octava directora general y bajo su liderazgo, que la Organización continúe avanzando en el ámbito de la gobernanza de la sanidad animal, promoviendo un futuro más seguro y saludable tanto para los animales como para las personas.
La elección de Dra. Soubeyran pone fin al exitoso mandato de ocho años de su predecesora, la Dra. Monique Eloit, publicó OMSA en un artículo en la página web.
En los dos mandatos de Eliot, la OMSA reforzó la capacidad y la inclusividad de sus miembros, ampliando el respaldo a los paraprofesionales de veterinaria y a los trabajadores comunitarios del sector de la sanidad animal.
Igualmente, a través de su política de innovación, la puso en marcha numerosos programas basados en datos como el Observatorio, un mecanismo de seguimiento de la implementación de las normas de la OMSA, y la base de datos mundial sobre el uso de antimicrobianos en animales.
En el marco de la celebración del centenario, OMSA llamó a reflexionar sobre un siglo de compromiso inquebrantable con la sanidad animal mundial. En el horizonte se asoman desafíos complejos e interconectados, desde las enfermedades zoonóticas hasta la sostenibilidad de la producción animal.
Jun 3, 2024 | Información, Noticias
La votación no es resolutiva sino una recomendación, pero el paso está dado y ahora hay que seguir avanzando.
Montevideo | Todo El Campo | Finalizó la Asamblea General de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) que voto, como punto sumamente importante para Uruguay, que los países libres de aftosa con vacunación puedan ser incluidos como libres sin vacunación.
Es un paso fundamental que llega a dar luego de mucho esfuerzo y trabajo para que así sucede, pero aún queda camino por recorrer.
La votación es un acto de justicia para los países que son libres con vacunación y se esfuerzan y trabajan por mantener el estatus.
La votación no es resolutiva sino una recomendación, pero el paso está dado y ahora hay que seguir avanzando.
En otro orden, Uruguay reconoció a la Organización Mundial de Salud Animal que cumplió cien años de labor en un área de suma relevancia para un país agroexportador como el nuestro.
La delegación uruguaya participó de las ceremonias, encabezada el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Fernando Mattos, y el presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Conrado Ferber.
Nuestro país entregó una plaqueta (foto) a los representantes de OMSA en reconocimiento por los cien años, además tres medallas destinadas a reconocer las trayectorias de Monique Eloit (directora ejecutiva), Hugo Idoyaga (presidente del consejo delegados) y al exdirector general Bernard Vallat.
En este evento estuvieron presentes autoridades sanitarias y representantes de decenas de países miembros de la organización.