Brasil terco, insiste en que Venezuela forme parte del Mercosur.

Brasil terco, insiste en que Venezuela forme parte del Mercosur.

Sin haber aprendido nada, el mandatario brasileño vuelve a mencionar el ingreso de Venezuela al bloque, aunque no estar dadas las condiciones para que eso suceda.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | El ingreso de Venezuela al Mercosur fue tan vergonzoso como su salida unos años después, pero como el ser humano es el único animal que tropieza con la misma piedra Brasil insiste en incluir al país caribeño que mantiene las prácticas que lo pusieron fuera del bloque.

Han pasado unos cuantos años de la exclusión de Venezuela del Mercosur, pero no hemos aprendido nada. Afortunadamente la conformación actual de bloque no permitiría avanzar en ese sentido, porque difícilmente, más bien es imposible, que Uruguay, con Luis Lacalle, Argentina con Javier Milei, o Paraguay con Santiago Peña, aprueben el regreso venezolano, que sigue siendo la misma dictadura y con el mismo dictador por la que se la expulsó. El liderazgo y el peso de Brasil no llegan a tanto.

Recordemos los hechos. El 22 de junio de 2012 el expresidente paraguayo, Fernando Lugo, fue destituido por una clara mayoría parlamentaria (39 votos a favor y sol 4 en contra de la destitución). En su lugar asume Federico Franco, hasta entonces vicepresidente en ejercicio.

Paralelamente, Argentina, bajo el Gobierno de Cristina Fernández, Brasil, con Dilma Rousseff, y Uruguay con José Mujica, estaban haciendo esfuerzos para que Venezuela ingresara al bloque, pero Paraguay se opuso, haciendo imposible la incorporación del país caribeño. Por ese motivo, una semana después de la destitución de Lugo, en la reunión de la 43° Cumbre del Mercosur realizada en Mendoza (Argentina), oficializaron la suspensión temporal del Paraguay.

Los tres países deciden suspenderlo del Mercosur argumentando irregularidades en la salida de Lugo. Mientras duró la suspensión los paraguayos quedaron sin poder expresarse ni participar de las decisiones que sus socios fueron tomando.

En el marco de la Cumbre de Mendoza y con Paraguay ya fuera del Mercosur, Cristina Fernández adelantó que Venezuela ingresaría como miembro pleno del grupo en la reunión del bloque del 31 de julio de 2013 (en Rio de Janeiro, Brasil), a pesar de no contar con la aprobación del Parlamento de Paraguay.

Se consumaría así el verdadero motivo de la suspensión del país guaraní: autorizar a Venezuela a formar parte del Mercosur.

Argentina, Brasil ni Uruguay repararon en las características totalitarias que ya mostraba Venezuela en ese momento, y con el paso de los primeros años pasó lo que cabía esperar: Venezuela incumplió preceptos fundamentales que exige el Mercosur, entre ellos ser un país democrático, y en 2016, los mismos países que defendieron su ingreso, votan su suspensión por la ruptura del orden democrático. Los presidentes eran Mauricio Macri (Argentina), Michel Temer (Brasil), Tabaré Vázquez (Uruguay), y Horacio Cartes (Paraguay).

El mandatario venezolano era Nicolás Maduro que asumió luego de la muerte de Hugo Chávez, en marzo de 2013.

En todos los países hubo cambios de presidentes con el voto popular, pero en Venezuela sigue siendo Maduro, y cada vez es más claro el carácter dictatorial de sus sucesivos mandatos, incluso ahora a pocos días de una elección nacional que muchos temen sea manipulada, pero también muchos creen que es la gran oportunidad de cambiar de rumbo.

Esta semana, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en su visita a Bolivia, defendió el rol integrador y económico del Mercosur, con una Venezuela incluida nuevamente, dijo.

Lula debería esperar a ver cómo se comporta el Gobierno en las elecciones del 28 de julio en vez de presionar para legitimar a un presidente que no es democrático, nunca lo fue. Por el contrario, buena cosa sería que pusiera a Brasil en el sendero del liderazgo latinoamericano y encabezara la apertura del Mercosur al mundo.

Un dato aparte, es que el miércoles Infobae publicó que la última encuesta de ORC Consultores da ganador al candidato opositor, Edmundo González Urrutia, por más de 44 puntos porcentuales sobre Nicolás Maduro (58,6% contra 14,2%).

Foto ICN Diario.

Incendios en Brasil y el silencio de las organizaciones ambientalistas.

Incendios en Brasil y el silencio de las organizaciones ambientalistas.

Brasil sufre una compleja situación en incendios forestales, la peor de los últimos 20 años. ¿Por qué las organizaciones ambientalistas o ecológicas no dicen nada, o lo dicen en voz tan baja que no se las escucha?

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | ¿Hasta qué punto las movidas ambientalistas ecológicas que se dan en Uruguay o en todo el mundo son sinceras y gozan de honestidad intelectual por parte de quienes las impulsan o participan en ellas?

La pregunta vale para todas las acciones humanas, podríamos sustituir “movidas ambientalistas ecológicas” por “movidas” de cualquier otra naturaleza y sería igualmente válida.

Muchas veces parece que se actúa con un cartel que muestra una cosa, para tapar otros propósitos u objetivos, quizá válidos y dignos de respeto (políticos), pero que por algún motivo se prefieren disimular. Actuar así es un engaño y una grave deshonestidad intelectual.

Esa breve reflexión viene a raíz de lo que está sucediendo en Brasil con los incendios en la Amazonia que en el primer semestre del año batieron récords, por una intensa siniestralidad. Se trata de la situación más compleja de los últimos 20 años, ha informado la agencia AFP.

Entre enero y junio de 2024, los incendios en la Amazonia brasileña batieron récords, alcanzando la peor cifra de siniestros forestales y lleva registrados más de 13.400, agrega la información, y continúa: Se trata de la situación más compleja en dos décadas, y los datos marcan un incremento de 61% con respecto al año pasado, cuando se registraron 8.300.

Además, los incendios forestales también alcanzaron niveles récords en regiones del Pantanal con 3.500 focos registrados desde el comienzo del año.

Y está por llegar lo peor, porque en el segundo semestre, muy especialmente en el mes de setiembre, se suele llegar a picos de incendios forestales.

Hasta ahí la noticia.

Lo que no cierra, y por eso la pregunta del inicio, es que estamos en la mayor cantidad de incendios forestales en los últimos 20 años y en el mundo hay un silencio atronador, como si no importara, o como si no estuviera sucediendo. Por lo menos es raro.

Estamos ante los peores incendios en los últimos 20 años, pero hay un silencio que contrasta con las expresiones de alarma que llegaban desde todas partes del mundo cuando esos focos -menos graves- se daban durante el Gobierno de Jair Bolsonaro. ¿Será que ahora que está Luiz I. Lula da Silva ya no hay interés de denunciar ni exigir medidas que aseguren el control de los incendios forestales? ¿Ya no interés acusar al Gobierno de Brasil de descuidar la riqueza ambiental del mundo?

Tengo que hacer la aclaración por si hay algún despistado o malintencionado: no estoy defendiendo a Bolsonaro ni acusando a Lula da Silva, apenas constatando el comportamiento incomprensible de las organizaciones autodefinidas como ambientalistas o ecológicas, lo que lleva a pensar que cuando levantan esas banderas lo hacen con fines no sinceros y caen en una deshonestidad intelectual tan burda como grave.

Crisis en el Mercosur. Brasil amenazó con romper acuerdo con Paraguay por suministro energético de Itaipú.

Crisis en el Mercosur. Brasil amenazó con romper acuerdo con Paraguay por suministro energético de Itaipú.

No es solo un problema económico financiero, la situación puede derivar en conflictos diplomáticos.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Brasil y Paraguay están enfrentados por el costo del suministro de energía eléctrica que comparten a través de la central hidroeléctrica de Itaipú, ubicada en el río Paraná entre las ciudades de Hernandarias (Paraguay) y Foz do Iguaçu (Brasil).

La represa, inaugurada en 1984, es considerada la mayor generadora de energía del mundo.

El conflicto que se ha tensado en las últimas horas refiere al valor de la tarifa.

Según el Tratado de Itaipú, cada país tiene derecho al 50% de la energía generada por la hidroeléctrica, pero Paraguay nunca llegó a esa cuota. Actualmente apenas consume el 17% del total producido, por lo que Brasil compra el 83% restante. Ese menor consumo paraguayo lleva décadas, desde su puesta en marcha, y Brasil se comprometió entonces a comprar el excedente.

El problema hoy está en que los gobiernos no se ponen de acuerdo en cuánto debe ser el valor de la energía, y como no se ve una solución posible Brasil dijo que podría romper el acuerdo.

En números, Brasil quiere que la tarifa se mantenga en US$ 16,71 el kilovatio, Paraguay propone que el precio suba a US$ 22,23. La diferencia es de US$ 5,52.

Desde Paraguay -que no tiene la capacidad de consumir ese 80%- hay dos versiones sobre el impacto que tendría la no venta a Brasil. Por un lado advierten que el sufriría graves consecuencias financieras ya que se dejaría de percibir un moto millonario (en 2023 fue de US$ 233 millones) que se deriva al Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide).

Pero por otro lado hay quienes destacan ventajas porque ese 80% de energía producida y no consumida podría venderse a precios de mercado a empresas extranjeras, con ganancias mayores a las que paga Brasil.

Pero no es solo un problema económico financiero, la situación puede derivar en conflictos diplomáticos: “La rescisión se considera una medida drástica, al borde de un incidente diplomático”, publicó ayer el influyente diario paulista Folha de Sao Paulo.

El paraguayo Fabián Cáceres, exgerente técnico de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), entiende que se estaría ante la violación del acuerdo binacional, porque las notas reversales forman parte del Tratado de Itaipú.

“La violación del Tratado (de Itaipú) dejará graves consecuencias financieras para el Paraguay, y reabrirá heridas ya cicatrizadas con nuestro poderoso vecino”, concluyó Cáceres en declaraciones que publicó el diario El Independiente ayer.

Por otra parte, Mercedes Canese, exviceministra de Minas y Energía de Paraguay no cree que Brasil llegue al extremo insinuado por el mandatario brasileño. Reconoce sí que Luiz I Lula da Silva defenderá los intereses de su país, pero cree que la renuncia a los excedentes no es el camino que seguirá: “Ellos son los que no pueden prescindir de nuestra energía”, apuntó, y agregó que para Brasil es inconveniente depender de los derivados del petróleo, dado que éstos tienen un costo más elevado.

DIÁLOGOS AL MAYOR NIVEL.

Sobre el tema han dialogado los presidentes de Paraguay, Santiago Peña, y de Brasil, Luiz Lula da Silva. Ambos mandatarios consignaron el encuentro en sus cuentas de X.

En el acto de recibimiento de Lula a Peña el 16 de enero, el anfitrión abordó el tema Itaipú desde el inicio de su discurso, lo que muestra la preocupación e importancia del tema. “Tenemos divergencias en las tarifas de Itaipú”, pero vamos a “encontrar una solución definitiva”, agregó.

10 días después esa “solución definitiva no llega” y las divergencias se agravan.

Lula: “Si no hay acuerdo, paciencia”.

Lula: “Si no hay acuerdo, paciencia”.

“Tiene que quedar claro que no cosa de Brasil y que ya no digan que es cosa de Sudamérica. Que asuman la responsabilidad de que los países ricos no quieren llegar a un acuerdo con la perspectiva de hacer concesiones”.

Andreia Verdélio| Brasilia, Brasil | Agencia Brasil | Todo El Campo | El presidente Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que si no hay acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), no será por falta de voluntad de los sudamericanos, sino por proteccionismo de los europeos.

Recientemente, el presidente brasileño visitó Oriente Medio y antes de dejar Dubai, en Emiratos Árabes Unidos, antes de emprender el viaje a Berlín (Alemania), dialogó con los periodistas locales y enviados desde Brasil, donde hizo la afirmación del título.

Si no hay acuerdo, paciencia, no es por falta de voluntad. Lo único que tiene que quedar claro es que ya no digan que es cosa de Brasil y que ya no digan que es cosa de Sudamérica. Que asuman la responsabilidad de que los países ricos no quieren llegar a un acuerdo con la perspectiva de hacer concesiones: siempre se trata de ganar más. Nosotros ya no somos colonizados. Somos independientes. Sólo queremos que se nos trate con el respeto de los países independientes que tienen cosas que vender, y las cosas que tenemos tienen un precio. Lo que queremos es un cierto equilibrio», dijo Lula.

LA POSICIÓN DE FRANCIA.

Lula se había reunido el sábado pasado con el presidente francés, Emmanuel Macron, en un intento de avanzar en las negociaciones.

Macron considera el acuerdo Mercosur-UE «incoherente» y «mal remendado». «El acuerdo no tiene en cuenta la biodiversidad y el clima en su seno. Es un acuerdo comercial anticuado que deshace los aranceles», dijo el francés el sábado.

Según Lula, Francia es proteccionista con sus intereses agrícolas. Además, el presidente brasileño es partidario de modificar puntos del acuerdo de libre comercio relativos a las licitaciones públicas, ya que considera que es una política que induce al desarrollo de la industria nacional y una oportunidad para las pequeñas y medianas empresas.

20 AÑOS DE NEGOCIACIONES.

Aprobado en 2019 tras 20 años de negociaciones, el acuerdo Mercosur-UE necesita ser ratificado por los parlamentos de todos los países de los dos bloques para entrar en vigor. En las negociaciones participan 31 naciones. El texto abarca cuestiones arancelarias y reglamentarias, como los servicios, la contratación pública, la facilitación del comercio, los obstáculos técnicos, las medidas sanitarias y fitosanitarias y la propiedad intelectual.

«Si no hay acuerdo, al menos quedará claro de quién es la culpa. Lo que no vamos a hacer es un acuerdo para salir perdiendo», añadió Lula.

Foto de portada: captura de pantalla transmisión oficial del Gobierno de Brasil.

Con el objetivo de mejorar los lazos económicos, presidente de Brasil viajará este mes a China.

Con el objetivo de mejorar los lazos económicos, presidente de Brasil viajará este mes a China.

El comercio va a estar presente en la agenda de conversaciones, no sería raro que sobrevuele un posible TLC del Mercosur con China, posibilidad que cuenta con Uruguay como principal impulsor.

Montevideo | Todo El Campo | El mandatario chino Xi Jinping invitó al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, a visitar oficialmente China, lo que se concretará en la última semana de marzo (del 26 al 31), confirmó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hua Chungying.

La cooperación económica será un tema clave durante la visita, dijeron los expertos, y señalaron que una mayor cooperación entre las dos partes ayudará a impulsar la confianza de la comunidad internacional en la recuperación económica en la era posterior a la pandemia.

Global Times, medio allegado al Gobierno chino, publicó que la cooperación económica entre China y Brasil será uno de los temas clave que se abordarán durante su visita, así lo confirmó el director ejecutivo del Centro de Derecho de la Región de América Latina y el Caribe de la Universidad de Ciencias Políticas y Derecho de China, Pan Deng.

«Las comunicaciones mutuas y el impulso de la economía son de gran importancia para remodelar y aumentar la confianza en el orden económico internacional en su conjunto en la era posterior a la pandemia», agregó.

Los expertos predijeron que bajo la presidencia de Lula da Silva, un veterano político de izquierda que también es un viejo amigo de China, la cooperación económica y comercial entre China y Brasil se profundizará aún más, lo que ayudará a aliviar la difícil situación de Brasil de alta inflación y bajo crecimiento económico.

Se espera que la confianza mutua entre China y Brasil en la cooperación bilateral en el marco del bloque de mercados emergentes BRICS, así como la cooperación en economía y comercio, protección ambiental, economía verde y otros campos se lleven a un nivel superior, dijeron los observadores.

Brasil es una gran potencia responsable y una potencia en ascenso que comparte actividades comunes, una fase de desarrollo similar y una estructura económica complementaria con China, dijo Pan.

El regreso triunfal de Lula a la presidencia de Brasil ha llevado las relaciones entre China y Brasil al camino correcto, que anteriormente había sufrido un retraso debido al expresidente brasileño Jair Bolsonaro. Se puede prever que las relaciones bilaterales entre los dos países se verán impulsadas, rompiendo obstáculos y dirigiéndose hacia un camino más brillante, señaló el funcionario.

Como partidarios del multilateralismo, una relación bilateral mejor y más profunda entre China y Brasil seguramente contribuirá a la paz y la justicia del orden internacional.

El comercio entre China y Brasil es particularmente complementario, ya que Brasil tiene una ventaja en la producción de productos agrícolas y China tiene productos que satisfacen la necesidad de Brasil de mejorar los medios de vida.

China y Brasil están en la misma página al acordar los grandes beneficios de la tecnología para el desarrollo nacional, por lo que habrá mucha cooperación entre los dos países en este campo, notablemente la aplicación de Internet, la aviación civil y las nuevas energías, dijo Pan.

«La unión de manos entre China y Brasil en la cooperación tecnológica beneficiará el desarrollo de la ciencia y la tecnología y los medios de vida de las personas en todo el mundo, y verá a los países en desarrollo hacer una contribución en este sentido», dijo el experto.

Los principales productos que China importó de Brasil en 2022 incluyeron arena de hierro y soja, mientras que los principales productos que China exportó a Brasil incluyeron equipos de maquinaria, equipos informáticos y de comunicaciones, así como vehículos de transporte.

Artículo de Leng Shumei y Liu Caiyu | Global Times.

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