No es solo un problema económico financiero, la situación puede derivar en conflictos diplomáticos.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Brasil y Paraguay están enfrentados por el costo del suministro de energía eléctrica que comparten a través de la central hidroeléctrica de Itaipú, ubicada en el río Paraná entre las ciudades de Hernandarias (Paraguay) y Foz do Iguaçu (Brasil).
La represa, inaugurada en 1984, es considerada la mayor generadora de energía del mundo.
El conflicto que se ha tensado en las últimas horas refiere al valor de la tarifa.
Según el Tratado de Itaipú, cada país tiene derecho al 50% de la energía generada por la hidroeléctrica, pero Paraguay nunca llegó a esa cuota. Actualmente apenas consume el 17% del total producido, por lo que Brasil compra el 83% restante. Ese menor consumo paraguayo lleva décadas, desde su puesta en marcha, y Brasil se comprometió entonces a comprar el excedente.
El problema hoy está en que los gobiernos no se ponen de acuerdo en cuánto debe ser el valor de la energía, y como no se ve una solución posible Brasil dijo que podría romper el acuerdo.
En números, Brasil quiere que la tarifa se mantenga en US$ 16,71 el kilovatio, Paraguay propone que el precio suba a US$ 22,23. La diferencia es de US$ 5,52.
Desde Paraguay -que no tiene la capacidad de consumir ese 80%- hay dos versiones sobre el impacto que tendría la no venta a Brasil. Por un lado advierten que el sufriría graves consecuencias financieras ya que se dejaría de percibir un moto millonario (en 2023 fue de US$ 233 millones) que se deriva al Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide).
Pero por otro lado hay quienes destacan ventajas porque ese 80% de energía producida y no consumida podría venderse a precios de mercado a empresas extranjeras, con ganancias mayores a las que paga Brasil.
Pero no es solo un problema económico financiero, la situación puede derivar en conflictos diplomáticos: “La rescisión se considera una medida drástica, al borde de un incidente diplomático”, publicó ayer el influyente diario paulista Folha de Sao Paulo.
El paraguayo Fabián Cáceres, exgerente técnico de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), entiende que se estaría ante la violación del acuerdo binacional, porque las notas reversales forman parte del Tratado de Itaipú.
“La violación del Tratado (de Itaipú) dejará graves consecuencias financieras para el Paraguay, y reabrirá heridas ya cicatrizadas con nuestro poderoso vecino”, concluyó Cáceres en declaraciones que publicó el diario El Independiente ayer.
Por otra parte, Mercedes Canese, exviceministra de Minas y Energía de Paraguay no cree que Brasil llegue al extremo insinuado por el mandatario brasileño. Reconoce sí que Luiz I Lula da Silva defenderá los intereses de su país, pero cree que la renuncia a los excedentes no es el camino que seguirá: “Ellos son los que no pueden prescindir de nuestra energía”, apuntó, y agregó que para Brasil es inconveniente depender de los derivados del petróleo, dado que éstos tienen un costo más elevado.
DIÁLOGOS AL MAYOR NIVEL.
Sobre el tema han dialogado los presidentes de Paraguay, Santiago Peña, y de Brasil, Luiz Lula da Silva. Ambos mandatarios consignaron el encuentro en sus cuentas de X.
En el acto de recibimiento de Lula a Peña el 16 de enero, el anfitrión abordó el tema Itaipú desde el inicio de su discurso, lo que muestra la preocupación e importancia del tema. “Tenemos divergencias en las tarifas de Itaipú”, pero vamos a “encontrar una solución definitiva”, agregó.
10 días después esa “solución definitiva no llega” y las divergencias se agravan.
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